lunes, 18 de diciembre de 2006

Despolitizar el catalán

Carod nos sorprende reclamando la despolitización del catalán para que sea de todos. Eureka, que dijo el filósofo. Le ha costado concluir con la idea con la que trabajamos muchos. Pero no creo que sus compañeros de partido estén de acuerdo. Sobre todo los amigos de las sanciones en el comercio. Una lengua que sanciona, no es una lengua atractiva. La fuerza del castellano viene de su despolitización.

(viñeta: janario )

¿A quién pertenece nacionalmente el castellano? A los de Salamanca, los de Ceuta, a los ecuatorianos, los que viven en Miami o a los de Bellvitge. El castellano es de quien lo habla, sea o viva en Cataluña o en Rusia. Más o menos, como el catalán, aunque algunos piensen lo contrario. El catalán amable tiene más posibilidades de avanzar que el sancionador, el obligado, el que elimina oportunidades. Como asegura Carod, no se trata de desatenderlo. Recuerdo nuestro editorial hace un año: «Sí al fomento del catalán, no a la discriminación del castellano».Pues eso. Ahora sólo hay que cambiar unas leyes y dejar de sancionar.Y que la gente redacte el cartel de su negocio como le dé la gana. El catalán saldrá beneficiado.

Alex Salmón
El Mundo de Cataluña, 18-12-2006

Al desnudo

C # reitera su apoyo y su solidaridad a la Asociación de Víctimas del terrorismo, calumniada por el mismo locutor que extendió el rumor del terrorista suicida el 13-M, de la mano de sus jefes de Prisa.

Desde el vídeo contra Pedro Jota, no había visto yo una fechoría audiovisual del PRISOE tan descarnadamente abyecta, tan repugnante, tan decididamente asquerosa como la perpetrada por Gabilondo y a finales de la semana pasada contra las víctimas del terrorismo, los que apoyan a las víctimas del terrorismo, los discapacitados en general y los poliomielíticos en particular.

Nunca veo el telediario de Iñaki, ya sé que no soy muy original, pero por casualidad vi el del pasado viernes, justo en el momento en el que el otrora suavón sectario radiofónico mostraba su cara teleoscura, la de un Sardá de cheka dispuesto a congregar como sea a los fieles de la secta progre o acaso de echar fuera la bilis que les rebosa a estos tíos multimillonarios, multiprogres y multicaraduras. Anunciando la cosa, dijo Iñaki con su cara de bueno caducada que iban sólo a contar una historia, sin ni comentar nada, porque se comentaba por sí misma. ¡Y tanto!
Lo que hicieron fue sacar a un señor en una silla de ruedas que participaba en una manifestación convocada por la AVT contra la miserable política de rendición del Gobierno socialista ante ETA. Llevaba este hombre una bandera nacional y asistía a la manifestación dentro del siempre respetuoso tropel de gente que suele congregarse en este tipo de actos cívicos que suele convocar o llenar la derecha, nada que ver con la basura arrojadiza de la izquierda cuando el Prestige, la Guerra de Irak o el 12-M. Y tras esas imágenes se produjo la vil manipulación prisoica de Gabilondo y la Cuatro.

Dijeron que ese hombre se había fingido víctima del terrorismo cuando en realidad no necesitaba la silla de ruedas, y que eso demostraba la catadura de la AVT y del PP, que es el partido al que por lo visto pertenece o vota este señor. No hubo error en la vil operación vejatoria de las víctimas del terrorismo, porque como coartada de la telecheka entrevistaron a la víctima de su montaje, que aclaró que nunca dijo que era víctima del terrorismo, pero que es poliomielítico y no puede caminar mucho tiempo por sus propios medios, que es el motivo por el que asistió a esa manifestación en su silla de ruedas. Se le ve en un plano caminando de espaldas y la verdad es que pocos casos de discapacidad podrán verse tan evidentes y tan dignos de respeto. Pues bien, pese a que él nunca se presentó como víctima, había que linchar a la AVT y al PP, y contra ellos cargaron por una supuesta manipulación de los convocantes de la manifestación. Promovió el linchamiento, que desnudaban las propias imágenes, el alcalde sociata del pueblo. Y ha continuado con la matraca infame este fin de semana el letrado José Blanco. Se ve que a Gabilondo le gustó la invención de terroristas suicidas el 11-M; y como todo vale contra los enemigos del PRISOE, ha hecho una recreación. Pues enhorabuena; te has superado.

Federico Jiménez Losantos, Comentarios liberales
El Mundo, 18-12-2006

Una inocente entre rejas

En pocas causas judiciales conviven agravios e incorrecciones como los que salpican el sumario abierto por el juez Del Olmo contra la mafia policial que presuntamente traficaba con droga y explosivos. Hasta ahora sabíamos que el magistrado había mantenido el caso pese a que era evidente que no tenía la competencia, que había puesto en la calle a los policías corruptos y mantenido en prisión a quienes les denunciaron, y que se había ensañado con éstos imponiéndoles el triple de fianza que a procesados del entorno proetarra o de la trama del 11-M. La historia que hoy publicamos podría añadir a este catálogo de chapuzas un posible delito. Una mujer rusa fue detenida el 19 de octubre con un kilo de cocaína. En realidad, era la víctima de un montaje de la mafia policial que investiga Del Olmo, que puso en sus manos la droga y acto seguido la detuvo y la acusó ante el juez, que la metió en la cárcel.

El magistrado así lo aclara en su auto. Lo que no aclara es por qué la mujer permaneció más de un mes en prisión pese a que los policías -y quién sabe si también el propio Del Olmo- sabían casi en tiempo real que era todo un montaje. Los teléfonos de los principales miembros de la trama llevaban intervenidos desde agosto por orden del juez y gracias a ello la policía realizó un completísimo seguimiento de las llamadas de los sospechosos durante el 19 de octubre. Sin embargo, y a pesar de disponer de esa información casi instantáneamente, tuvo que transcurrir un mes y un día para que la ciudadana rusa fuera puesta en libertad, en lo que constituye un escándalo que tanto la policía como Del Olmo deberían aclarar cuanto antes. Si no, podrían ser acusados de un delito de detención ilegal, que los artículos 163 y 167 del Código Penal castigan con penas de entre seis y medio y ocho años de cárcel.

Conviene recordar que fue entre la detención de la rusa y su salida de prisión cuando el magistrado autorizó la intervención del teléfono de uno de los dos policías hoy imputados por revelación de secretos y cuando supo que EL MUNDO estaba tras la pista de la noticia. Esto suscita nuevos interrogantes sobre las motivaciones del juez y/o de la policía en la resolución de este asunto. ¿Mantuvieron a la rusa en la cárcel con el único objetivo de identificar a nuestras fuentes y proporcionar munición a nuestros competidores, como la que tan patéticamente usó el sábado el diario El País? ¿O trataban de proteger a la mafia dejando a una inocente entre rejas? Sea como sea, es hora de que el juez y la policía expliquen el porqué de este abuso.

Editorial de El Mundo, 18-12-2006

Alto el fuego, dicen


C # : Otegui lo llama alto el fuego, y Rodríguez, proceso de paz.
«Es imposible que acabe la 'kale borroka' si los que la practican y la defienden tienen a las instituciones a su servicio», afirmó Antonio Basagoiti, presidente del PP en Vizcaya.

Varios encapuchados calcinan un autobús en Bilbao

La escena volvió a repetirse ayer en las calles de Bilbao. Como en tiempos pasados, como si el alto el fuego fuese una ilusión, un grupo de encapuchados calcinó por completo un autobús de línea a plena luz del día, después de obligar al conductor a abandonarlo.

Eran poco más de las 8.30 horas cuando los violentos eligieron para canalizar su protesta un autobús aparcado en el barrio bilbaíno de Santutxu.

En ese momento no había pasajeros porque la parada era final del recorrido. Los encapuchados obligaron a bajarse al conductor, rociaron el vehículo con gasolina y lanzaron varios cócteles molotov, lo que motivó que las llamas se extendieran rápidamente y calcinaran en pocos minutos el vehículo, valorado en 180.000 euros.

La marquesina y tres coches aparcados resultaron también afectados por el fuego, que requirió la intervención de los bomberos para sofocarlo.

El ataque llega justo un día después de que miembros de la izquierda 'abertzale' y de plataformas ilegalizadas por la Ley de Partidos presentasen su candidatura para las próximas elecciones al Ayuntamiento de Bilbao en un acto en el que exigieron a que se les permita defender sus ideas a través de la participación política.

La contradicción entre las acciones de 'kale borroka' y la negativa a condenarlas y la pretensión de defender unas ideas en democracia fue utilizada por todos los partidos para exigir a Batasuna que impida este tipo de ataques y que los condene.

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna (PNV), exigió a la izquierda abertzale «que tenga lo que hay que tener, los bemoles suficientes, para quitarse la violencia de encima», y se preguntó si es que «en su programa electoral va también la quema de autobuses».

Rodolfo Ares (PSE), Rafael Larreina (EA) y Julia Madrazo (EB) coincidieron en que este tipo de actos violentos obstaculizan el 'proceso de paz'.

«Es imposible que acabe la 'kale borroka' si los que la practican y la defienden tienen a las instituciones a su servicio», afirmó Antonio Basagoiti, presidente del PP en Vizcaya.

Belén Ferreras
El Mundo Bilbao, 18-12-2006

IK, egoísmo solidario

Acabo de ver un reportaje aterrador en la tele. Iba sobre la cultura de unos que andan por la selva de Uganda y que se hacen llamar ik. Resulta que esos ik profesan desde el origen de los tiempos la solidaridad institucionalizada, una suerte de quimera zapateril en versión preindustrial. Porque el asunto va de ser muy bueno, constantemente. Y de hacer favores sin parar y sin que nadie te los pida. Por ejemplo, cuando un ik se va a dar una vuelta por ahí aparecen otros cincuenta y le aran sus campos. Qué bien, se dirá. Sí, pero al volver el pobre paseante ha contraído cincuenta deudas perpetuas sin comerlo ni beberlo.

Que otro decide hacer unas obras en su choza, pues de repente hay cien cooperantes espontáneos mareando por allí. Y todo así. Nadie se puede librar del altruismo del prójimo. Sólo quien conozca la vida en esos chalecitos de las afueras alcanzará a comprender el infierno cotidiano de los ik. En mi caso, apenas llevaba una semana instalado en uno cuando empecé descubrir que el personal de la urbanización iba de lo mismo. Así, aún no había desembalado los muebles, y el vecino de al lado ya se me colaba hasta la cocina con la coartada de que yo podía husmear en su casa cuando quisiese. Por lo demás, de nada me serviría colocar aquel candado enorme en la puerta del jardín: cada día saltaba la verja un nuevo intruso decidido a procurarme una existencia más feliz.

En verdad, lo suyo sería el egoísmo solidario, que no la solidaridad egoísta. Como en el reportaje de los de más abajo. Y es que, más abajo, a otros que andan entre Zimbabwe y Sudáfrica les han privatizado los elefantes salvajes. Como lo oyen, elefantes salvajes privatizados. Y saben qué ha pasado. Pues que, en vez de amargar la existencia a los demás, se espabilan en procurar que los elefantes anden bien alimentados, y en vigilar que no se cuele ni un furtivo por allí. Los animales viven a su aire, sueltos, como siempre. Eso sí, si le quieres pegar un tiro a uno o, simplemente, hacerle unas fotos, antes hay que hablar con los de la tribu y pagar. De entrada, suena un poco cafre, pero los resultados han sido espectaculares. Con decir que en Zimbabwe apenas quedaban treinta mil elefantes en 1970, y ya andan por los setenta mil.

En fin, ahora comprendo por qué aquellos enanitos que gastaba mi vecino en su palmo de césped me inquietaban tanto. Por algo no se parecían en nada a esos de Blancanieves que hay en todos los jardines. Eran pequeños ik.

José García Domínguez
Libertad Digital, 18-12-2006

El paréntesis

Tan pronto el jefe de la oposición logre convencernos de que la era Rodríguez es un paréntesis, nuestros ojos se volverán hacia él. Una vez abiertos, los paréntesis tienen que cerrarse. De otro modo se convierten en lo contrario de lo que en principio parecían: la digresión pierde el camino de vuelta, el discurso paralelo se troca en discurso principal, el olvido se cierne sobre el texto y, poco después, sólo recordamos lo subyacente.

También podían haber llamado los populares "nota a pie de página" a estos años disparatados. Pero persistiría el peligro, de nuevo, de la inversión de prioridades, como le ha ocurrido, según Whitehead, a la historia de la filosofía occidental, que es una serie de notas a pie de página en la obra de Platón. Paréntesis, nota, nota bene, inciso o acotación, la trascendencia o no de la legislatura zapaterina es cosa del futuro y, por tanto, de Rajoy. Él verá lo que hace con el legado.

La herencia que van a dejar el rojísimo nieto, De la Percha, Calderilla, Desatinos y las chicas de la cuota se puede aceptar o no a beneficio de inventario. Hacer lo que se debe consiste en plantarle un signo de cierre a ese paréntesis. Por concretar: reponer al pueblo español en su soberanía, dejar de hacer la pelota a los terroristas y de castigar a sus víctimas, restaurar la independencia del poder judicial, dimitir del papel de payaso internacional, cancelar el uso de la historia como objeto arrojadizo y devolver algún significado a los conceptos fundacionales de nuestra democracia (alguno, el que sea, pero basta ya de vacío; cierro paréntesis).

Por eso deseamos que a Rodríguez le venza Rajoy en democrática lid, pues es el único que puede hacerlo. Y deseamos aún más que, cuando llegue el día, el PP resista su fortísima tendencia al pasteleo y nos descubra el sentido –hasta hoy oculto– de su centrismo. Y que dicho sentido no sea sinónimo de renuncia. No vaya a ser que cuando gobiernan los liberal-conservadores su obra pueda ser demolida por decreto y que cuando lo hacen los socialistas sus "logros" sean definitivos. Es decir, sus destrozos se consoliden. Sin hacer el esfuerzo de cerrarlos, los paréntesis no existen.

Juan Carlos Girauta
Libertad Digital, 18-12-2006