lunes, 15 de enero de 2007

Arcadi Espada sobre la manifatrampa del 13 E y sobre terrorismo


Blog de Arcadi, 14 de enero

Noticias

(I)
A pesar de los meritorios esfuerzos del director de El País, Zapatero (no never again) no cierra la puerta a la negociación con Eta.

(II)
Discreta asistencia a la manifestación de Madrid.

(III)
La petición de unidad contra Eta. Qué estupidez.

(IV)
La antipática ausencia del Partido Popular en la manifestación de Madrid es una muestra honrada y necesaria de la política de la claridad.

Correspondencias / Óscar Sánchez.

Querido Arcadi:

Se coge antes a un `presidolescente´ que a un estadista. Vaya ahí la evidencia: “Hoy hay que hablar del mañana, del mañana inmediato” (dice ante la solicitud de que asuma una formulación como “Nunca volveré a negociar con ETA”). En su siguiente respuesta, ante la pregunta por el “never again” rubalcabeño, señala: “(…) no es éste el momento de hablar del futuro”. [El manejo del lenguaje es uno de sus `fuertes´, de eso no nos cabía la menor duda, pero por mucho que se empeñe, presidente, el “mañana”, incluso el “mañana inmediato”… también forma parte del futuro.

Noticia insaculada

El pleonasmo del Presidente: trágico atentado. Sí ha vuelto a decirlo. Qtyop lo desenvuelve de este modo admirable e indiscutible.

Querido: Dice el presidente: "No creo que tengamos una crisis. Hemos sufrido un trágico atentado, pero crisis, ninguna" Si, como tu dices, saca las palabras aleatoriamente de un saco, en este caso ha insaculado la construcción típica de la palabra accidente: un trágico accidente. Ya sabíamos que hablaba un lenguaje singular. Un dato más. Búsqueda: "Ha sufrido un trágico accidente". Búsqueda: "Ha sufrido un trágico atentado".

Blog de Arcadi, 13 de enero

Diccionario de las palabras afectadas

Querido J:

Disculparás el formato que va a tener esta carta. Se trata de una circunstancia parecida a la del tendero que cierra una vez al año, por inventario. En esta hora eterna de España, cualquier escritor político debe hacer un inventario detallado sobre las palabras. Todo partió de que quería haber vuelto esta tarde sobre los crímenes de la T-4, y me atascaba. Así que me receté un bajante metalingüístico. Lo he llamado Diccionario de las palabras afectadas. Verás que este adjetivo es extraordinario para mis fines. Indica por igual el demasiado estudio o cuidado en las palabras, el fingimiento, la acción de una enfermedad o plaga y la imposición de un gravamen. Por si fuera poco, es también destinar algo, en este caso palabras, a un servicio público. Las palabras forman parte de la negociación con ETA. Son, inevitablemente, una pequeña muestra, pero creo que dan el espíritu gaseado de nuestro tiempo. Agua va.

11 de septiembre. Argumento de autoridad sobre el fin del terrorismo vasco, corroborado el 30 de diciembre.

Accidente. Crimen, o sea, acción indebida, que no entorpece la negociación con los terroristas. Cualquier destrucción de vidas o bienes es un accidente, siempre y cuando los terroristas no expresen, mediante la indubitable fisonomía del hecho o posterior explicación verbal o escrita, su deliberada voluntad de matar. El presidente Zapatero llamó accidente al atentado que costó la vida a dos personas en Barajas, aunque luego se disculpó atribuyéndolo a un lapsus [ver] propio de las personas que hablan mucho.

Alto el fuego. Continuación momentánea de las acciones terroristas.

Banda terrorista. Sintagma que entre los días 31 de diciembre y 12 de enero experimentó una súbita reaparición en determinados medios. Dispongo de datos. Su presencia tipo fue de una mención por día durante el año 2006 (sustituida por expresiones como organización armada u organización terrorista) y de casi seis en aquel periodo. Dado su carácter estrictamente delincuencial y no político, banda resulta obviamente inadecuado en una negociación.

Causas [del terrorismo]. Causas justas.

Contactos. Negociación con tacto.

Derecha extrema. Muestra muy popular de la afición al hipérbaton del señor presidente del Gobierno, que ha dado otros ejemplos inmortales como el de demócrata social, usado para definir su corte de carácter no exactamente socialdemócrata. Pero el hipérbaton tiene en su caso una dimensión no ya gramatical, sino moral. Siendo el último presidente de la democracia, está ferozmente convencido de ser el primero.

Desaparecidos. Aplicado durante varios días a las víctimas del atentado de la T-4. Durante las cinco horas que tardó el Gobierno en informar de su circunstancia, los desaparecidos, Estacio y Palate, adquirieron su más auténtica y decisiva condición.

Derecho a decidir. Desafortunado eufemismo de derecho a la autodeterminación, hasta el punto que más parece lo contrario, esto es, un disfemismo. Decidir es mucho más nítido que autodeterminarse y muestra bien al aire sus imposibles conexiones con los derechos (¿derecho a decidir...? hombre, depende) y su sesgo estrictamente individual, afecto al hombre, así contado uno a uno, y no a los territorios.

Diálogo. Eufemismo de negociación. Su expresión liminar y más violenta tiene por protagonista a Ernest Lluch que, según sus albaceas, habría dialogado con el terrorista que le mató en un garaje de la ciudad de Barcelona.

Errores humanos. Propuesta de la vicepresidenta MTFDLV para designar los errores políticos que cometan ella o su entorno.

Extrema derecha. Términos con que la militancia socialista, hasta al más alto nivel, suele referirse al Partido Popular. Han merecido una dura y lúcida réplica del periodista George Orwell: «La palabra fascismo ahora no tiene significado propio, salvo en la medida en que significa 'algo que no es deseable'. Las palabras democracia, socialismo, libertad, patriótico, realista, justicia, tienen todas ellas varios sentidos diferentes e irreconciliables entre sí».

Lapsus. Emergencia pública e indiscreta de lo que se dice sólo en privado.

Libertad. Palabra sujeta a discusión a la hora de incluirla en el lema de las manifestaciones contra el terrorismo. La usan como emblema, opuesto a vida [ver], las personas partidarias de no negociar con terroristas.

Navarra (La entrega de). Argumento de autoridad, corroborado por los hechos del 30 de diciembre, sobre la traición cometida por el Gobierno.

Organización ilegal. Funda protectora con que los periódicos trataban de acomodar la irrupción de Batasuna en los periódicos. La legitimidad de la funda fue discutida por algunos audaces que reclamaban con sarcasmo igual trato para ETA. Equivocándose gravemente la reclamaban, porque la mayoría de las noticias sobre ETA llevan adherida su banda o su organización terrorista. Sin embargo, la discusión ha dejado de tener sentido porque la funda ya no se aplica. Batasuna goza ya, sin cortesías jurídicas o democráticas, de plena legalidad mediática.

Papelito. Pacto Antiterrorista, en lapsus.

Paz. 1. Objetivo nuclear, y exhibición retórica, de quienes creen que la acción terrorista tiene una causa, un fondo de conflicto político que debe ser objeto de examen y negociación. 2. Rendición de la democracia.

Precio político. Precio a pagar a la organización terrorista y sus objetivos, y no a sus militantes. La excarcelación de presos, también llamada medidas de gracia o de reinserción, nunca fue considerada precio, por lo que cualquier día de éstos puede empezar a practicarse.

Proceso. 1. Acción de ir hacia delante [la academia escribe hacia adelante, puro pleonasmo] 2. Causa criminal.

Víctima. «Y seguían discutiendo ante el Rey. Dijo el Rey: 'Ésa dice: 'Éste es mi hijo, el vivo, y tu hijo es el muerto', y la otra dice: 'No, al contrario, tu hijo es el muerto, y mi hijo es el vivo''. Entonces ordenó el Rey: 'Traedme una espada'. Presentaron la espada al Rey y éste sentenció: 'Cortad al niño vivo en dos partes y dad mitad a una, mitad a otra'». (Libro de los Reyes I, 3, 22-25)

Vida. 1. Obligado contrapeso de la palabra libertad [ver] en el lema de las manifestaciones contra el terrorismo, que utilizan los partidarios de mantener, con ciertas condiciones, la negociación. Vida es palabra encarada a libertad en el áspero y clásico esquema de los valores fundamentales. Al parecer, y en la circunstancia concreta que nos aflige, hay personas, de izquierdas, que sacrificarían la libertad a la vida y personas, de derechas, que harían justamente lo contrario; pero de todo ello faltan pruebas empíricas. 2. Sustantivo estrella de las manifestaciones en contra del aborto, patrocinadas por la derecha emotiva.

Violencia (En ausencia de). Locución ideada y firmada por los partidos democráticos para describir el día y la hora en que se puede empezar a negociar con los terroristas. En la resolución parlamentaria que la incluye nada se dice del momento en que la negociación deba acabarse.

Y una coda, amigo mío: «La depresión de encender el fuego cada mañana con los periódicos de hace un año y entrever en ellos restos de titulares optimistas que se hacen humo» (Orwell, Diario de guerra, 19 de octubre de 1940).

Sigue con salud.

A.

Recodo

--Espasa, es usted todo un cumplidor.
--¿Falta algo?
--Manifestación, quizá.
--Lo he pensado, pero no resuelvo. Nada paraliza como el asco.
--La hermosa Marisol le dejó en el Nickweek una cita estupenda de Hesse.
--Cójala: "Con cincuenta años el hombre deja poco a poco de cometer cierta ñiñerías, de ganar fama y respetabilidad, y sin apasionamiento empieza a echar una mirada retrospectiva a la propia vida. Aprende a esperar, aprende a calllar, aprende a escuchar, y si esas buenas prendas han de adquirirse mediante ciertos achaques y debilidades considera tal adquisición como una ganancia."
--Este párrafo define lo que no es hoy la política española. La política española es una niñería permanente.
--El Adolescente.
--Desde luego. Pero lo que era impensable es que en su agresiva vacuidad arrastrara al Notario. Un incomprensible niño barbudo.
--Le ha faltado eso de sus cuplés: señorío.
--Más faltan señorías.

Blog de Arcadi, 12 de enero, San Arcadio

El presidente Zapatero llama otra vez accidentes a los crímenes. Explica que es un lapsus. Es decir, que así llama a los crímenes en la intimidad.

Arcadi Espada en su Blog, 12, 13 y 14-01-2007

Aguirre aclara que el PP está "muy dispuesto a modificar" el articulado del Pacto "pero no la base"

RETA A LOS NACIONALISTAS A "QUE DIGAN QUÉ NO LES GUSTA"

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha establecido los límites de una posible modificación del Pacto Antiterrorista para facilitar la entrada de otros partidos. A unas horas de que Zapatero comparezca en el Congreso, Esperanza Aguirre ha dicho que su partido está "muy dispuesto a modificar cualquier parte" del articulado del acuerdo "pero no la base", en la que se dice "que a los terroristas no se les paga precios políticos". Tras retar a los nacionalistas a que digan "qué no les gusta" del Pacto, ha afirmado que contra ETA hay que "aplicar la Ley", lo mismo que ha reclamado Astarloa tras lamentar que la manifestación del sábado sirvió para "sacudir al PP".

En declaraciones a TVE, Esperanza Aguirre exigió a los nacionalistas "que digan qué no les gusta y estamos muy dispuestos a modificar cualquier parte de su articulado, pero no la base, y la base dice que a los terroristas no se les paga precios políticos". El Pacto Antiterrorista, insistió, "está abierto a todos". "No quisieron en el año 2000 y no quieren ahora", lamentó. "El pacto tiene una cuestión fundamental, y es que queremos un final en el que los vencidos sean los asesinos, lo único que hay que dialogar es dónde y cuándo dejan las armas", subrayó.

En este sentido, defendió que contra ETA hay que "aplicar la Ley, toda la Ley y nada más que la Ley" y criticó que el Gobierno ha realizado "continuas y fundamentales cesiones" en aspectos como "llevar el conflicto al Parlamento Europeo" o "no haber ilegalizado" el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV). A su juicio, con la organización terrorista "no se puede negociar" y, aunque aceptó que el Gobierno "legítimamente ha intentado explorar otros caminos", afirmó que el Ejecutivo "se ha equivocado".

Además, Aguirre defendió que el PP "en absoluto" ha utilizado "electoralmente" el terrorismo ni ha hecho con él "lucha política ni arma política". "Lo que es un sofismo es oponer terrorismo a paz, porque lo contrario de terrorismo es libertad y lo contrario de guerra es paz", indicó. Por último, aseguró que los 'populares' tienen "la mano tendida desde el primer momento" para la unión de todos "en la derrota del terrorismo" y "no para el diálogo con los terroristas" y exigió al Ejecutivo que "diga claramente cuál es su política antiterrorista".

Europa Press, 15-01-2007

Sarkozy, claro y brillante

"A cien días de las presidenciales, que tendrán lugar en abril y mayo, el ministro del Interior francés ha enseñado sus cartas con un brillante y vigoroso discurso regeneracionista. Pretende recuperar valores que van desde lo más cotidiano -quiere que la disciplina vuelva a las aulas y que los niños se pongan de pie cuando el maestro aparezca en clase- a cuestiones más universales, como el valor y la firmeza ante el terrorismo: «El país en el que yo creo es aquél que mete en la cárcel a los asesinos», dijo ayer. Su declaración tiene una resonancia especial en el contexto actual, con el proceso de paz abierto por el Gobierno español con ETA."

«Juntos, todo es posible» es el lema de campaña de Nicolas Sarkozy para disputar las presidenciales francesas, para las que fue elegido candidato ayer en París, en un acto en el que fue aclamado por cerca de 80.000 simpatizantes y militantes de su partido. El lema es un guiño a todos los franceses, pero también debe interpretarse como una mezcla de consigna y advertencia a la UMP, que llega dividida a las elecciones. De hecho, ni el actual presidente, Chirac, ni el primer ministro, Villepin, le dieron ayer su apoyo explícito. El primero aún no ha desvelado si opta a la reelección -por más que esté descartado- y el segundo ha aprovechado ese silencio para no pronunciarse, si bien, se dejó ver un rato en el mitin.

Sarkozy obtuvo el 98% de los votos del 69% de los militantes que participaron en la nominación, lo que demuestra que tiene el respeto y el control del partido. Un respeto que se ha ganado a pulso, con los años, e incluso a contracorriente del otrora todopoderoso Chirac.

A cien días de las presidenciales, que tendrán lugar en abril y mayo, el ministro del Interior francés ha enseñado sus cartas con un brillante y vigoroso discurso regeneracionista. Pretende recuperar valores que van desde lo más cotidiano -quiere que la disciplina vuelva a las aulas y que los niños se pongan de pie cuando el maestro aparezca en clase- a cuestiones más universales, como el valor y la firmeza ante el terrorismo: «El país en el que yo creo es aquél que mete en la cárcel a los asesinos», dijo ayer. Su declaración tiene una resonancia especial en el contexto actual, con el proceso de paz abierto por el Gobierno español con ETA.

Sarkozy apuesta también por «moralizar el capitalismo», por implicar a los ciudadanos en la vida pública -reafirmando sus derechos pero apelando a sus obligaciones- y por respetar el sentimiento religioso de las personas sin menoscabo de las conquistas del laicismo. Esta claridad en los mensajes, su rotundidad, es una de las virtudes que le diferencian de su principal rival, la socialista Ségolène Royal, que se mueve más en el terreno de la ambigüedad. Otro mérito que pueden valorar los electores es su experiencia -ha ocupado las carteras más difíciles del Gobierno-, frente a Royal, que a falta de experiencia y de gestión se mueve en la superficialidad de las palabras huecas y el estilo agradable; no en vano, uno de sus primeros motes fue el de Zapatera. A día de hoy, las encuestas ofrecen un empate técnico entre ambos, por lo que la campaña promete un contraste apasionante entre la fuerza de Sarkozy y el atractivo de Royal.

Editorial de El Mundo, 15-01-2007

La "minimani"

Ya pueden vestirlo como lo vistan; ya pueden contarlo como lo cuenten; ya pueden echarle la culpa al PP, que como es sabido tiene la culpa de todo, en el Poder o en la Oposición; ya pueden acogerse a la Comunidad de Madrid, que les otorga 200.000 manifestantes, más incluso que la siniestra Delegación del Gobierno, capaz de decir que había más que en una de las gigantescas manifestaciones de la AVT en Madrid, siempre de más de un millón de personas. La mani de apoyo a ZP se quedó en minimani y fue un maxifracaso. La muchedumbre parecía un ejército rendido, despistado, abandonado por sus generales y a merced de sus vencedores, los etarras, a los que creían sus aliados en la única lucha que realmente les importa: contra el PP. La Paz de todas las pancartas uniformaba kominternianamente, a los asistentes. Había banderas del Ecuador, alguna de Cuba, alguna sandinista, una grande tricolor, pero ni una bandera nacional española.

¿Cómo creer en el deseo de defender la integridad de España, sus libertades y su Constitución cuando en una manifestación de cien, doscientas mil personas convocadas por el partido del Gobierno, los sindicatos del Gobierno, los titiriteros del Gobierno, todas las televisiones nacionales, casi todos los periódicos, la mayor parte de las radios, amén de internet y los SMS, no hay ni una, ni media, ni la mitad de media docena de banderas españolas? En todas las manifestaciones de la AVT a las que se ha sumado el PP hay un mar, un oleaje de banderas de España que representan bien la resistencia de la nación y la defensa de sus libertades frente a los terroristas y sus cómplices, ese vil proyecto de régimen de todos contra el PP que desde el Pacto del Tinell y el golpe mediático del 12/13-M es todo lo que puede ofrecer la turbia alianza de izquierdistas y separatistas. La minimani de apoyo a ZP era como una inmensa bandera blanca de rendición ante la ETA, así que, en última instancia, habrá que agradecerles que no ensuciaran la bandera española. ¿Y a ese alarde de sectarismo debía sumarse el PP?

No hay sino leer la entrevista de Zapatero ayer en el Pravda para comprobar que sigue dispuesto a permitir, alentar y mendigar la presencia electoral de los etasunos. A cambio, miente como un bellaco cuando dice que nunca usó el terrorismo como arma contra el Gobierno Aznar. ¿Y que han sido Perpiñán, la masacre del 11-M y la falsa paz que nos han vendido el Gobierno, sus aliados, sus fiscales, sus jueces y sus medios? En fin, es inútil ocultar las pancartas y gritos: «ETA, tus atentados contra los trabajadores sólo benefician a la Derecha», «PP sin ETA no es nada», «Alcaraz, terrorista», «No al terrorismo de las bombas y los micrófonos»... Tras la minimani, el proceso continúa.

Federico Jiménez Losantos, Comentarios liberales
El Mundo, 15-01-2007

Never again


"Como siempre, pedantuelo, hablas de oídas. Pues el autor de esa nueva frasecita que te acaba de dictar Suso de Toro no fue otro que Sebastian Castellio, que para más inri resulta ser un teólogo cristiano del siglo XVI."

Apenas un par de momentos estelares a lo largo de esas cinco soporíferas páginas repletas de la eterna cháchara vacua tan marca de la casa. El primero, cuando le preguntan si never again significa never again o "ya te llamaré, majete"; y el Niño, muy seriecito, responde: "Hoy hay que hablar del mañana, del mañana inmediato (...) Pero no es éste el momento de hablar del futuro". El segundo, con Chiquito de la Calzada tocado y Cantinflas hundido, cuando, en lugar de rematarnos con las obras completas de Bigote Arrocet, va y se me pone a citar a Stefan Zweig.

Porque resulta que si ahora mismo tuviese delante –y no al lado– al jefe de la ETA, el Niño le hablaría de Stefan Zweig. Precisamente de aquel judío errante que acabó volándose la tapa de los sesos en Brasil, asqueado de las plañideras pacifistas que contemplaron con los brazos cruzados el ascenso al poder de los nazis. Así, según acaba de confesar al director de El País, en la tesitura de leerle la cartilla a Josu Ternera, le espetaría: "Matar, como decía Stefan Zweig, no es defender una idea, es simplemente matar". De ese modo, Ternera, si sólo fuese un pelín menos ignorante que el presidente del Gobierno –que no es el caso– podría haberle replicado: "Como siempre, pedantuelo, hablas de oídas. Pues el autor de esa nueva frasecita que te acaba de dictar Suso de Toro no fue otro que Sebastian Castellio, que para más inri resulta ser un teólogo cristiano del siglo XVI."

"Pero, si en verdad quisieras descubrir quién fue ese Stefan Zweig del que nada sabes y todo lo ignoras, escucha con atención las palabras que escribió sobre nosotros, antes de huir de su Viena natal para no retornar jamás. Toma nota, pues, estadista: 'El nacionalsocialismo, con su técnica del engaño sin escrúpulos, se guardaba mucho de poner de manifiesto el radicalismo extremo de sus propósitos antes de haber endurecido al mundo. Desarrollaba su método con precaución: una dosis pequeña, y, después de cada dosis, una pausa. Cada vez, sólo una píldora, y luego, un momento de espera para comprobar si la conciencia universal había asimilado la dosis. Y en vista de que la conciencia europea –para mal y vergüenza de nuestra civilización– mostraba un absoluto desinterés, las dosis fueron cada vez mayores, y, al fin, Europa entera sucumbió a ellas.'"

Por lo demás, sería ocioso descubrirle al Niño cómo en El mundo de ayer, su autobiografía, describe Zweig la estampa grotesca de Chamberlain, mientras anunciaba en el Parlamento su intención de suplicar una segunda entrevista a Hitler para implorarle la paz. Para qué desvelarle ahora ese capítulo de sus propias Memorias.

José García Domínguez
Libertad Digital, 15-01-2007

Zapatero da señales inquietantes justo antes del día decisivo

La resaca de la intensa jornada del sábado dejó ayer sobre la arena la sensación de que el presidente del Gobierno no piensa rectificar en sus posiciones en el crucial debate parlamentario de hoy. El tono de las declaraciones de José Blanco y la vicepresidenta y sobre todo las propias palabras del presidente en una extensa entrevista periodística así lo atestiguan.

Lejos de enviar un mensaje de claridad a la ciudadanía o de reconocer honestamente sus propios errores, el presidente carga una vez más contra el Partido Popular, al que acusa de no haber apoyado «ni un solo día» su política antiterrorista. Se duele Zapatero de que es la primera vez que la oposición censura los errores del Gobierno en un proceso de diálogo, la primera que un presidente se ve obligado a comparecer en el Congreso después de un atentado y la primera en la que el terrorismo se convierte en arma del debate político. Tiene razón. Lo que no dice es que el actual proceso es muy diferente de los anteriores tanto en su origen como en su abrupto final.

Ni González ni Aznar le regalaron a la banda la baza estratégica de ser ellos los promotores de la negociación ni lanzaron como Zapatero un mensaje de optimismo el día antes del trágico final del proceso. Desde luego, esta vez todo ha sido distinto. El presidente no ha hecho concesiones sustanciales a los terroristas, pero ha lanzado mensajes y mantenido actitudes -del debate en la Eurocámara al laxo criterio de la Fiscalía- que han dado alas a ETA y la han hecho albergar expectativas de que sus metas estaban más cerca. Pese a todo, y al contrario de lo que ahora dice el presidente, Rajoy respaldó al principio el diálogo con la banda y renunció a hablar de terrorismo en el Debate sobre el estado de la Nación del año pasado, pero Zapatero lo engañó autorizando ese mismo día la entrevista pública de Patxi López con la cúpula de la ilegalizada Batasuna. Así pues, él fue quien se apartó del consenso y quien decidió anteponer su propia estrategia al interés general alejándose del PP y arrimándose a sus aliados nacionalistas.

Pese a los denodados esfuerzos de su entrevistador, de los labios del presidente no sale la promesa de que no volverá a negociar con ETA. De hecho, llega a decir: «El único compromiso que tiene el Gobierno, que tenía en el proceso, el que tiene, es el fin de la violencia, con diálogo». Ni sus palabras ni el tono que late por debajo de ellas transmiten la impresión de que va a rectificar. Más bien parece que el error puntual del PP de no respaldar la manifestación del sábado ha llevado a Zapatero a interpretar el éxito moderado de la marcha del sábado como un aval para no desandar el camino andado.

A la espera de lo que diga en el importante debate de hoy en el Congreso, Zapatero debería tomar nota del mensaje inequívoco de Bono en nuestras páginas -«no hay más hoja de ruta para los etarras que la de la cárcel»- y no dejarse llevar por cantos de sirena como los de Otegi, que ayer reapareció augurando que «todo esto será pasajero». A luz de lo que ha ocurrido en Barajas, los ciudadanos no le perdonarían al presidente que volviera a las andadas.

Editorial de El Mundo, 15-01-2007

El PP no se suma a su propio linchamiento

"Se entiende que les cueste algún esfuerzo predicar abiertamente el abrazo con asesinos recientes. Necesitan un mes o dos para volver a hablar claro. De ahí la siniestra y obsesiva cantinela de la paz y la estafa de la unidad."

La manifestación madrileña contra el PP y a favor del entendimiento con la ETA ha reunido a 175.000 personas, de los cuales cabe descontar a cuantos despistados o ingenuos creyeron asistir a un acto contra el terrorismo, ignorantes de que la mayor organización de víctimas había declinado asistir y había denunciado el verdadero carácter de la concentración.

A la vista del fracaso cosechado por el gobierno y por la fuerza de choque conocida como "mundo de la cultura", desconcierta que El Mundo cuente en portada que "la izquierda moviliza una gran multitud por la paz y contra ETA". 175.000 personas serían una gran multitud si las reuniera una asociación de vecinos o protestaran contra la ley del tabaco. Pero tratándose de lo que se trata, y con los precedentes de varias manifestaciones que han superado el millón de asistentes, el único éxito que presentan actores, sindicatos y gobierno es el generoso tratamiento que les dispensa el diario a cuyo director trataron los socialistas de asesinar civilmente.

Reprochan a los populares que no se sumaran. Es decir, que la España liberal-conservadora debía rectificar lo que ha venido sosteniendo, arrepentirse de acertar en sus análisis, avalar la ambigüedad de Rodríguez y contribuir a la pronta reanudación del proceso que ha rearmado, renovado, refinanciado y enaltecido a la ETA. Todo ello en cabizbaja exhibición de obediencia, varios metros detrás del canallita que le quiere poner un cordón sanitario. Menos odio, pájaro, y más pagar a los extras de tu última deposición filmada, que siguen sin cobrar. Si estás tieso, ya te echaremos unas monedas cuando nos crucemos contigo, pero ahórranos tu bilis y tu cara de estreñido. Lo que hacen algunos para pillar es increíble.

Se entiende que les cueste algún esfuerzo predicar abiertamente el abrazo con asesinos recientes. Necesitan un mes o dos para volver a hablar claro. De ahí la siniestra y obsesiva cantinela de la paz y la estafa de la unidad. Quien desee conocer la verdadera posición del progre por excelencia, que lea la entrevista a Rodríguez en El País: imposible arrancarle las palabras "no negociaré".

Mientras retuercen el lenguaje para no admitir que están y quieren seguir estando en manos de la ETA, comandos titiriteros escupen su veneno contra el PP: son ultramontanos, son peligrosos, son miserables, son... ¡góticos! Sin embargo, esperaban que acudieran a su llamada, a su "pásalo", de sombrías reminiscencias golpistas. La próxima vez que asedien las sedes populares (cosa que seguramente ocurrirá en cuanto Rajoy gane las elecciones) exigirán, al grito de "unidad", la presencia de los asediados para que se increpen y amenacen a sí mismos.

Juan Carlos Girauta
Libertad Digital, 15-01-2007

¿Quién es el peor presidente que ha tenido España?

Pues Zapatero. Ese, al menos, es el resultado del sondeo hecho por Periodista Digital. También de una consulta que realizó la revista Epoca hace un mes y de la encuesta que acaba de realizar El Mundo. Ante la comparecencia este lunes de ZP en el Congreso, para explicar el fracaso de la negociación con ETA, el diario El Mundo ha preguntado a 30 periodistas y columnistas.
Nueve han declinado participar. Entre el resto, Zapatero ha cosechado el voto de 10; Aznar, el de ocho, y González, el de tres. Nadie ha considerado el peor a Suárez, y los 20 meses de Calvo Sotelo en la máxima magistratura son más percibidos como un periodo de transición en la Transición que como un mandato en toda regla.

Entre las preguntas hechas por El Mundo, destacan dos:

1¿Cuál cree que ha sido el peor presidente de la democracia?

2¿Cree que José Luis Rodríguez Zapatero volverá a ganar las elecciones?

Y han contestado que el peor ha sio Zapatero:

César Antonio de los Ríos, Pilar Cernuda, Lorenzo Contreras, Antonio Elorza, Arcadi Espada, Fernando OnegaRamón Pi, Fernando Sánchez Drago, Alfonso Ussia y German Yanke.

Los que han señalado a Aznar, como el peor, son:

Andreu Buenafuente, Antonio Elorza (quien tambien marcó a Zapatero), José garcía Abad, José Lusñís Gutiérrez, Javier Ortiz (que también marca el nombre de Gonzalez, Raúl del Pozo y Enric Sopena.

Hay alguno que señala a Felipe Gonzalez, como el más malo:

José Luís Martín Prieto y José Luis Gutiérrez (que también marcó a Aznar)

Sobre si José Luis Rodríguez Zapatero volverá a ganar las elecciones, las opiniones están divididas:
Buenafuente, García Abad, José Lusís Gutierrez, Javier Ortiz, Raúl del Pozo y Enric Sopena contestan con un rotundo "si". Martín prieto dice temer que así sea. César Alonso de los Ríos dice que sólo con el apoyo de los nacionalistas. Ramón Pi manifiesta que lo teme y que le da un 50% de posibilidades. Elorza dice que todo depende del problema vasco.

LA ENCUESTA ONLINE DE PERIODISTA DIGITAL
La nuestra fue una consulta online y en ella, la inmensa mayoría afirmaba con rotundidad que el peor presidente de la democracia española ha sido ZP. Y eso que todavía le restan casi dos años de mandato.

Detrás de José Luís Rodríguez Zapatero, en el ranking de malos, aparece José María Aznar, aunque a cierta distancia. El actual presidente socialista es señalado como el "peor" por 326 internautas, mientras el popular sólo lo es por 84.

Leopoldo Calvo Sotelo queda en tercer lugar, con 21 votos negativos. El cuarto es Adolfo Suárez con 16 votos. El último y por tanto el "mejor", es Felipe Gonzalez, a quien apenas descalifican siete votantes.

A groso modo, los resultados del sondeo de Periodista Digital coinciden con los del efectuado por la revista Época, que ha consultado -de forma directa y personal- a destacados líderes de opinión.

En el artículo de Ana del Paso en Epoca, periodistas, filósofos y escritores señalan al actual iniquilino de la Moncloa como el mayor incompetente. 17 votos, por 6 para Aznar así lo demuestran.

A difrencia de lo que ocurre en el sondeo online de Periodista Digital, donde Aznar cosecha un importante rechazop, en la consulta realizada por Epoca, el ex presidente de Gobierno popular recibe bastantes valoraciones positivas. Son 8 de los consultados los que afirman que les parece el "mejor" presidente español, seguido por Suárez, a quien señalan 7 como el mejor.

José Luis Rodríguez Zapatero apenas ha cumplido mil días al frente del Gobierno y ya se ha ganado el calificativo de peor presidente de la historia de la democracia española. Así lo demuestra la encuesta llevada a cabo por Época, en la que pregunta, entre otros, a destacados periodistas. He aquí algunas de las opiniones:

Charo Zarzalejos:

El peor: "Zapatero, sin duda, porque fue incapaz de moderar sus pretensiones en aras del consenso. Ha desubicado España en el mundo, aunque ha puesto en marcha medidas sociales importantes".
El mejor: "Visto con perspectiva, el mejor fue Felipe González porque modernizó España y la colocó en lugares clave para nosotros".

Germán Yanke:

El peor: "Zapatero se ha salido un poco de las líneas ideológicas en las que se movía la política. Su política es más radical que socialista. En la reforma del Estado o la negociación con ETA se ha convertido".
en un proyecto de aventurero y eso me produce recelo.
El mejor: "Suárez fue el mejor teniendo en cuenta sus circunstancias".

Gotzone Mora:

El peor: "Zapatero porque nos ha metido en un camino que era el terrorismo que ha fraccionado a la ciudadanía. La confrontación de las dos Españas se ha vuelto a poner sobre la mesa con toda la vivencia posible. Ha dejado tiradas a las
víctimas y a los amenazados de ETA, y nos ha utilizado como moneda de cambio. Está sentado en el poder".
El mejor: "Para el mejor presidente estoy entre González y Aznar".

Carlos Salas:

El peor: "González no solucionó los grandes problemas de España: La tasa de paro creció hasta el 23%, nunca logró desarticular a ETA, empeoró la inseguridad ciudadana, los tipos de interés fueron los más altos de la historia. El ingreso de España en el Mercado Común se saldó con una venta masiva de empresas que no estaban preparadas y el peso internacional de España fue mínimo".
El mejor: "Aznar porque económicamente logró reducir el paro y cumplió con Maastricht en tiempo récord; redujo a ETA a la mínima expresión".

José Antoni Gundin
El peor: "El peor fue González entre 1993 y 1996. Fueron los años crepusculares de un político que contribuyó a la modernización de España, pero quiso eternizarse en el poder a pesar de la corrupción y el terrorismo de Estado. España tardó en recuperarse y su partido quedó yermo".
El mejor: "Suárez fue el mejor porque en el momento más difícil supo sentar en la mesa a líderes de distintas ideologías para sacar adelante al país".

Pilar Cernuda:

El peor: "Zapatero, por su escaso sentido del Estado; por gobernar dando cancha a todos los que exigen los nacionalistas radicales; por no aprovechar la oportunidad de acabar con ETA; por hacer oposición a la oposición. Por perder presencia internacional, por no ser un gran trabajador, por aparcar del escenario político a muchas de las mejores cabezas del Socialismo".
El mejor: "El mejor fue González porque le tocó continuar el trabajo de Suárez, lidiar y gestionar un país desencantado y porque aún había ruido de sables".

César Alonso de los Ríos:

El peor: "Zapatero gobierna mal, desmantela el modelo de Estado. No puede haber nada peor que eso y, si no se corrige en el País Vasco, iremos a la autodeterminación".
El mejor: "Fue Aznar por su política contra el terrorismo y los nacionalistas. Mantuvo posiciones muy críticas. Tuvo éxitos económicos y llevó la política internacional a las más altas expresiones diplomáticas".

Ramón Pi:

El peor: "Zapatero porque ha dinamitado el espíritu de la Transición; ha resucitado las dos Españas machadianas; es esclavo de un mesianismo estúpido, y se ha creído el llamado a ser el presidente bajo cuyo mandato ETA desapareció. No es consciente de su propia indigencia intelectual".
"El mejor fue Suárez porque rompió el nudo gordiano del franquismo y abrió la puerta a la democracia".

Victoria Prego:

El mejor: "Suárez cumplió un papel impagable hacia la democracia y aprobó la primera Constitución. Calvo-Sotelo aguantó con éxito el tirón del intento de golpe de Estado, sus efectos políticos y el juicio a los golpistas, y cerró el mapa autonómico español. Y González convirtió en irreversible la supremacía del poder civil sobre el militar, ahuyentó el miedo a un golpe y modernizó España".
El peor "fue Arias Navarro porque no supo entender que el franquismo había muerto".

José Luis Gutiérrez:

El mejor "fue Suárez, situándolo en las coordenadas espacio temporales. Hizo lo que tenía que hacer, y lo hizo casi todo bien (salvo el Título VIII de la Carta Magna), inventó el consenso. Calvo-Sotelo hizo bien el juicio del 23-F. González hizo bien lo de la llegada de la izquierda al poder, el manejo de la economía, y horrible, el asunto de la OTAN, el referéndum y espantosos los crímenes de Estado de los GAL".
Lo peor "de todo es lo de ahora. Aznar hizo muy bien muchas cosas. Lo peor, la Guerra de Irak y dejar indefensa a la sociedad civil. ¿Zapatero? Es de León. No comment".

Justino Sinova:

El peor "es Zapatero porque llegó al poder sin esperarlo y demuestra una improvisación sin ninguna precisión".
El mejor, "Suárez, porque consiguió pilotar el cambio de régimen en un tiempo récord y ante el asombro de todo el mundo".

Raúl del Pozo:

"El peor y el mejor fue Aznar. Su primera etapa fue maravillosa por su éxito económico, pero la segunda lo fastidió todo con la guerra".

Maruja Torres:

"Suárez fue bueno, pero débil. A Calvo Sotelo no le dieron tiempo para serlo, y González ya lo fue de la democracia. A Zapatero le ha tocado una herencia difícil y una oposición imposible, más una época terrible a nivel mundial. Capea con sus fallos y sus aciertos, entre los cuales no es el menor contar con una vicepresidenta como De la Vega y haber mandado al Vaticano a Vázquez, y a Bono a sus labores".

Julia Navarro:

"En términos absolutos, no hay ninguno que se pueda decir fue el peor. Ha habido dos grandes presidentes, que han sido Suárez y González. Sin la valentía y el instinto de Suárez no hubiera sido posible la Transición, mientras González metió a España en la modernidad y en el siglo XXI. Soy bastante crítica con la gestión de Aznar: tuvo una primera legislatura pasable, en la que se vio obligado a pactar, pero la mayoría absoluta de la segunda fue terrible para todos aquellos que mantenían cualquier discrepancia con él. De ZP es pronto para decirlo".

Periodista Digital (14/01/07)