martes, 16 de enero de 2007

Rajoy: "Para ser presidente del Gobierno deberían exigir algo más que ser mayor de 18 años y ser español"

El presidente del PP se ha reafirmado punto por punto en lo dicho durante su intervención en el Congreso. De su frase "si el Gobierno no cumple le pondrán bombas, y si no hay bombas es porque ha cedido", ha dicho que es una "obviedad". Y ha destacado que debería exigirse "algo más que ser mayor de 18 años y español" para llegar a presidente, en alusión al discurso de Zapatero y su afirmación en El País de que "cientos de miles de españoles podrían gobernar". Lo que ocurre en nuestro país empieza a ser "una broma macabra", según Rajoy, quien cree que no acabará la división social mientras Zapatero ostente el poder. Acebes ha descrito al presidente del PP como un "líder" capaz de dar "garantías" contra ETA.

En declaraciones a Onda Cero, Mariano Rajoy admitió que el debate extraordinario sobre ETA pudo resultar "duro", pero avisó al presidente del Gobierno de que "no puede estar con todos" los partidos políticos y que llevará "medidas concretas" a la próxima reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antiterrorista. Añadió que tiene "la sensación de que no sirven para nada" los encuentros con el presidente, puesto que es "muy difícil reunirte sin saber qué es lo que piensa el otro, sin que nunca te lo diga, y sin que haya un criterio claro". "Es muy difícil entenderse con quien no tiene una posición sobre nada", apostilló.

Rajoy continuó mostrándose muy crítico con Rodríguez Zapatero, de quien dijo que su obligación "es gobernar y no hacer frases para la galería". Llegó a decir que "para ser presidente del Gobierno deberían exigir algo más que ser mayor de 18 años y ser español". Aludía así al discurso del presidente y también recordaba a una frase de Zapatero en una entrevista concedida en su día a El País, en la que afirmaba: "Yo cada noche le digo a mi esposa: no te puedes imaginar la de cientos de miles de españoles que podrían gobernar".

El "mayor error", negociar con ETA

El líder de la oposición insistió en que no es compatible querer estar con el PP en política antiterrorista y con formaciones como ERC cuyos objetivos "son parecidos a los de Batasuna". Además, aseguró que su frase en la que afirmó que si el Gobierno "no cumple le pondrán bombas, y si no hay bombas es porque ha cedido" es una "obviedad" y afirmó que el Ejecutivo de Zapatero ha cedido, bajo su punto de vista, en "muchas cosas" durante el alto el fuego de ETA.

"Esa frase, en cierta manera, era decirle al presidente del Gobierno: no se puede cometer mayor error para luchar contra el terrorismo que negociar con ellos, porque necesariamente habrá que ceder y habrá que pagar y, si no lo hacen, volverán a lo que siempre estuvieron haciendo", explicó.

"Yo no voy a pedir elecciones anticipadas"

Tras reconocer que no cree posible terminar con la división social que existe en política antiterrorista y otras áreas mientras Zapatero esté en el poder; dijo que lo que está pasado en España "empieza a ser una broma macabra". Rajoy evitó además contestar a la pregunta de si creía conveniente que Rodríguez Zapatero propusiese un adelanto electoral tras la ruptura de la última tregua de ETA, aunque apuntó que resulta "evidente" que en esta legislatura "ya no hay agenda política ni grandes temas atascados". "Yo no voy a pedir elecciones anticipadas, pero en España ya no hay agenda política y no estamos en el mejor de los mundos", sentenció.

Agencias, 16-01-2007

Los terroristas no sólo ven la televisión

Bla, bla, bla, bla, bla; esto es lo que con seguridad los terroristas perciben de la intervención del presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputados. A ETA se le vence, no se le convence, y esto es algo que hasta el presidente ha reconocido, pero ahora me vienen a la mente las palabras de José Blanco: "Lo importante no es lo que diga ETA, sino lo que hace o mejor dicho, lo que no hace". Y qué bien casan esas palabras con la intervención del presidente pues, digo yo, lo importante, señor Rodríguez Zapatero, no es lo que usted dice, sino lo que hace o deja de hacer. ¿Qué deja de hacer usted?

No ha exigido la condena inequívoca del atentado al Partido Comunista de las Tierras Vascas. No ha instado a la ilegalización de esta formación proetarra y hay pruebas más que suficientes de su connivencia con los asesinos. Usted y su Gobierno, como interlocutores del mal llamado proceso de paz, no ponen a disposición judicial y policial los datos e informaciones que permitan la detención de los terroristas con los que se han sentado a hablar, como Josu Ternera. Usted aún deja la puerta abierta a la negociación con ETA, lo que evidencia que esto es un paréntesis con el que trata de obtener beneficios electorales en las próximas fechas.

Usted, señor Rodríguez Zapatero, no ordena la persecución de Otegi como portavoz de la banda terrorista Batasuna-ETA, pues se pasea de rueda de prensa en rueda de prensa y el fiscal general del Estado mira a otro lado.

Usted, señor Rodríguez Zapatero, aún no ha exigido al portavoz parlamentario del PSOE, López Garrido, ni al secretario de Organización de su partido, José Blanco, que se disculpen ante el ciudadano con problemas físicos que asistió a la manifestación de la AVT en Sevilla. Tampoco lo ha hecho con la AVT. Y ya han pasado 31 días.

Usted, señor Rodríguez Zapatero, mantiene una campaña de acoso y derribo contra la mayor asociación de víctimas del terrorismo como es, pese a quien pese, la AVT. Usted, señor Rodríguez Zapatero, ha nombrado al frente de la oficina de atención a las víctimas del terrorismo a la mano derecha del señor Peces Barba. El señor Rodríguez Uribes, desde el poder que le ha otorgado, se ha reunido con víctimas de toda España recabando apoyos para ir contra la AVT y así tratar de apoyarse en una minoría de las víctimas para servirle de apoyo al Gobierno en el proceso de negociación.

Señor Rodríguez Zapatero: dígale a ETA que va a ser derrotada, que no va a obtener ninguno de sus objetivos, que no va a negociar con ellos. Dígale a ETA que España no se rinde. Aún más. Permítame que le pida que no sólo se lo diga a ETA, sino que ratifique con sus acciones esta petición.

Engañó a algunos españoles con la palabra "paz" propuesta por los terroristas. No nos engañe y se esconda ahora detrás de la palabra "unidad" para respaldar la negociación. Le propongo tres palabras que no solo son bonitas, sino que además no encierran estrategia de engaño alguna. Memoria, dignidad y justicia.

Sin estas palabras, ni la paz, ni la unidad tienen razón de ser.

Francisco José Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Libertad Digital, 16-01-2007

Rosa Regás rechazó en 2003 firmar un manifiesto contra ETA porque "beneficiaba al PP"

PERO SÍ RESPALDABA LA MARCHA DE ESTE SÁBADO.

La directora de la Biblioteca Nacional, la misma que iba a leer el manifiesto de la marcha del pasado sábado en Madrid, se negó en el pasado a respaldar otro manifiesto contra ETA en 2003. Correspondía a una marcha convocada por el colectivo "Basta Ya" en San Sebastián contra el terrorismo de ETA y el Plan Ibarretxe. La excusa para no adherirse al documento, que suscribieron intelectuales y escritores de izquierda además de Zapatero y Rajoy, fue que la manifestación "ayudaba al Gobierno del PP". Así lo ha denunciado la plataforma cívica, dejando en evidencia el apoyo que, esta vez sí, concedía Rosa Regás a una manifestación contra ETA.

En una nota de prensa, la plataforma "Basta Ya" contrasta la actitud de Rosa Regás respecto a la manifestación del sábado, en que un problema familiar impidió a última hora que leyera el manifiesto final, y la que tuvo ante otra manifestación contra ETA, la convocada en San Sebastián por el colectivo el pasado 13 de diciembre de 2003.

"Basta Ya" recuerda que Regás fue "una de las escasas personalidades de la cultura española que se negaron a firmar" el manifiesto, que se refería al terrorismo de ETA y al Plan Ibarretxe, que acababa de presentar el lehendakari. La plataforma también indica el título del manifiesto, "Con violencia no es plan sino chantaje. Estatuto y Constitución" y el texto íntegro del mismo. En él, los firmantes denunciaba el proyecto "radicalmente nacionalista" y el "equívoco perverso" que podía encerrar: que la aceptación del plan fuera el "requisito para que acabe la violencia". Apelaba, en su final, a defender el Estado de Derecho y la Constitución.

Firmaban el documento, del que Regás dijo que "beneficiaba al PP", escritores como Javier Marías, Juan Marsé, Antonio Muñoz Molina o Rosa Montero. También políticos como Rosa Aguilar o Rodríguez Ibarra. Además, lo suscribieron Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero.

Libertad Digital, 16-01-2007

Zapatero ofrece un pacto genérico pero un implacable Rajoy le exige cambiar de política

Mariano Rajoy hizo catarsis ayer en el Congreso. Soltó todo lo que tenía acumulado desde hace casi tres años, como nunca se había hecho antes por la lucha contra ETA, ni contra un presidente del Gobierno. «Si usted no cumple, ETA le pondrá bombas y si no hay bombas es que habrá cedido», llegó a resumir el líder de la oposición.

La frase hizo callar al Hemiciclo e irritó a los diputados del PSOE que auguran que se volverá contra él. Lanzó la acusación para explicar cómo, desde su punto de vista, el presidente se ha plegado a los terroristas y cómo, a pesar de que fueron asesinadas dos personas, mantiene, según él, su intención oculta de negociar con la banda. Por eso, reiteradamente, le pidió que cambie de política antiterrorista.

Aunque parezca imposible, cada día en esta legislatura se supera el nivel de enfrentamiento entre los dos partidos que pueden gobernar en España. Camino del infinito, ayer el pleno extraordinario e insólito les alejó años luz.

Zapatero, con su proceso de paz reducido a escombros por ETA, quiso dejar abierta la puerta del acuerdo al anunciar la inminente convocatoria del Pacto Antiterrorista, para ampliarlo de forma genérica al resto de partidos y a asociaciones cívicas, pero un implacable Rajoy lo rechazó.

El presidente empezó arremetiendo contra ETA por «acabar con las esperanzas de paz», mientras que Rajoy arrancó atacando con dureza a los terroristas, pero especialmente al Gobierno socialista. Todos los demás partidos apoyaron al Ejecutivo, criticaron al PP, y algunos como ERC, PNV, IU, EA y Nafarroa Bai defendieron expresa y abiertamente la necesidad de buscar en el futuro una salida dialogada al terrorismo, pese a todo, aunque con más exigencias a ETA.

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El presidente del Gobierno hizo un discurso inicial con dos golpes de efecto: admitir el «claro error» de su pronóstico optimista justo el día antes del atentado del 30 de diciembre, y anunciar la convocatoria en breve de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antiterrorista, por primera vez en dos años.

Su propósito es convencer al PP para abrir ese acuerdo que sólo firmaron en 2000 los dos grandes partidos al resto de fuerzas políticas, y también sociales. Con su proceso de paz sepultado en Barajas, su objetivo es lo que llamó el «gran consenso democrático contra el terrorismo».

«Creo que es la hora de abrir paso a un consenso democrático aún más amplio. No de dos partidos, sino a ser posible de todos; no sólo de los representantes de 20 millones de votantes, sino de 44 millones de ciudadanos; no sólo de fuerzas políticas, sino también de fuerzas sociales y cívicas», aseguró Zapatero.

Pero Rajoy anunció que irá a la reunión, aunque advirtió de que rechazará ampliar el Pacto, porque sería «un error mayor» y porque, según él, Zapatero «quiere un acuerdo que no pretende derrotar a ETA, que no se pacte entre los dos principales componentes del consenso español, que se apalabre sin conocer su contenido, y en el que figuren todos los defensores de Batasuna, de sus razones y de sus conflictos. ¿Qué pintamos ahí nosotros? Yo nada; usted tampoco».

A Rajoy no le valió esa puerta abierta al diálogo porque llevaba escrito un discurso de reproche sin piedad ni freno a la actuación del Gobierno, con acusaciones como que Zapatero consideró que en sus planes «tenían cabida las reivindicaciones terroristas»; que llegó a un «preacuerdo» con la organización terrorista para «darle gusto a ETA»; que «le ha tomado el pelo un rebaño de asesinos»; que «legitima a los terroristas, los torna respetables, refuerza sus postulados, reconoce su conflicto»; que les ha convertido «en nobles luchadores de una causa noble», que «tocó el violón mientras cabalgó sobre un tigre» y, sobre todo, que ha hecho que «ETA esté más fuerte que nunca».

La frase sobre las bombas y la cesión provocó murmullos en el Hemiciclo y Zapatero respondió tachándola de «bochornosa e indigna» e instándole, infructuosamente, a retirarla. Nunca antes la Cámara y los ciudadanos habían escuchado tales reproches sobre terrorismo entre los dos partidos que pueden gobernar en España. A partir de hoy, se supone que llamarán a recomponer el consenso frente a ETA, porque aparentemente es difícil imaginar que se pueda ir más allá en reproches por un atentado terrorista.

El reto es cómo integrar a quien, como el PP, se opone al diálogo futuro con ETA en cualquier situación; al resto de partidos que no quieren cerrar esa puerta y consideran que los populares han obstaculizado el proceso de paz; a quienes, como el PNV e IU, hicieron expresa petición ayer de derogación de la Ley de Partidos, y al PSOE, que hasta hoy había hecho de este proceso el centro de su política.

La tesis reiterada de Zapatero es que él ha hecho lo mismo que los anteriores presidentes del Gobierno, Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar: abrir procesos de diálogo con ETA, y «todos han acabado mal», pero «todos tuvieron el apoyo de todos los partidos, menos ahora».

Nunca antes, según explicó Zapatero, el líder de la oposición había arremetido contra los presidentes que intentaban ese diálogo cuando ETA puso fin a las treguas, nunca antes se había forzado una comparecencia como la de ayer ante el Pleno del Congreso.

«La diferencia es que ésta es la primera vez que el principal partido de la oposición ha requerido la comparecencia de un presidente tras un atentado y para que explique su política antiterrorista», repitió Zapatero, antes de acusar de «hipocresía y falta de credibilidad» a Rajoy.

El líder de la oposición utilizó reiteradamente la expresión «derrotar a ETA» para exigir al presidente del Gobierno que se sumara a esa tesis y que dijera expresamente que nunca más volverá a hablar, dialogar o negociar con la banda.

Le recordó que esa expresión figuraba en el último programa electoral del PSOE y en el Pacto Antiterrorista, lo que llevó a concluir que el presidente no tiene palabra. Zapatero no respondió abierta y expresamente a ese requerimiento, pero sí aseguró en varias ocasiones que «ETA puso punto final al proceso de diálogo», que «con violencia no hay diálogo», «que con violencia no hay baza alguna, ni punto de partida para nada distinto que su persecución y su castigo», y se comprometió a «la persecución y puesta a disposición judicial de quienes cometan actos terroristas e ilegales». En respuesta a Llamazares, aseguró que ETA «debe dar el paso indubitado de aceptar las reglas del juego».

A lo que más expresamente respondió Zapatero fue al futuro de Batasuna porque, según dijo, se cumplirá la Ley de Partidos y no podrá concurrir a las elecciones municipales y forales de mayo.

Al líder del PP tampoco le valió eso porque su crítica y reproche no sólo se refieren al pasado, sino que se extienden de forma preventiva al futuro, y aseguró que Zapatero «no es fiable», «no tiene palabra» y «no ha dado la talla ante la sociedad».

«Sería un suicidio apoyarle a usted», llegó a decir el líder de la oposición, poniendo en duda que el presidente no quiera mantener vivo el contacto con ETA.

Zapatero le respondió recordándole que fue él quien propuso el Pacto Antiterrorista y que Rajoy lo descalificó como «un conejo en la chistera» y espetándole: «Usted no tiene ni idea de política antiterrorista».

Recordó también que, cuando ETA rompió la tregua en 1999 y asesinó al socialista Juan María Jáuregui, el PSOE apoyó al Gobierno de Aznar, mientras que el PP «ha hecho crítica desde el primer día» de esta legislatura.

Todos los partidos cerraron filas con el Gobierno con la misma intensidad con la que descalificaron al PP por forzar un Pleno como el de ayer.

«Este Congreso no debe anular sus resoluciones por un atentado, y este Pleno no se debería haber celebrado nunca», dijo el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida.

«Rajoy me da miedo porque, como ETA, cree que cuando peor mejor», explicó el de ERC, Agustí Cerdá. «El gran error de la derecha es la ira, y el PP debe abandonar el dogma en política antiterrorista», aseguró Gaspar Llamazares.

Todos rechazaron la petición de Rajoy de derogar la moción de mayo de 2005 que abrió la puerta al diálogo con ETA.

A todos ellos les lanzó elogios Zapatero, sin quitarse de la boca palabras como acuerdo, diálogo, unidad o consenso. A todos ellos, a partir de hoy, se supone que intentará integrarlos en un acuerdo que parta del Pacto Antiterrorista que suscribieron el PSOE y el PP en 2000.

Al PP, Zapatero le auguró una derrota electoral como la del 14-M por su posición respecto a la lucha antiterrorista.

Fernando Garea
El Mundo, 16-01-2007

Sobre el cordón sanitario de los luppis

Me sorprende que los representantes de la «cultura» española presentes en la manifestación por la paz del día 13 desconozcan los fundamentos básicos de la democracia, desde Federico Luppi, que aconseja «establecer un cordón sanitario para aislar al PP», hasta Almudena Grandes, que tiene «la esperanza de que el ejercicio de la palabra traiga la paz», es decir, negociar, que es lo mismo que reconocer el asesinato de gente inocente como instrumento legítimo para conseguir objetivos. Han obligado a la mitad de la sociedad española a no sentirse identificada con la manifestación.

Hay tres cosas que todo demócrata debe tener claras:
1) Que los culpables de los atentados terroristas son, solamente, los terroristas. Es injusto culpar al PP del 11-M, como se ha visto en muchas pancartas, o al PSOE del atentado de Barajas.

2) Que es el PSOE quien ha cambiado la estrategia antiterrorista, iniciando un proceso de negociación fracasado, y no el PP, como se pretende, inútilmente, hacer creer. Recordemos que el PP no está en el Gobierno y permanece adscrito al Pacto Antiterrorista y por las Libertades, anterior al Gobierno actual.

3) Que no se puede excluir a la mitad de la sociedad española.

Aunque resulte agotador tener que recordar conceptos tan básicos, yo me alegro de pertenecer a la parte de la sociedad española excluida por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Bajo ningún concepto quiero que se me confunda con quienes negocian con terroristas y reciben subvenciones del Ministerio de Cultura. Prefiero el digno aislamiento del PP junto a las víctimas del terrorismo, los que sufren, los débiles y todos los que tenemos claros los conceptos de democracia, libertad y justicia.

John Hillegas Garay.
Carta al Director de Abc, 16-01-2007

Una marcha triunfal: Zapatero y ETA

YA lo sabemos. Creer, un día antes del atentado de Barajas, que los españoles estábamos mejor que hace un año y que, dentro de otro, esa mejoría sería aún mayor, fue un error, el único error cometido por Rodríguez Zapatero con relación a la cuestión del terrorismo nacionalista vasco a lo largo de su mandato.

No podía ser menos, pero sí más. El presidente se enfrentó el 30 de diciembre a la cruel evidencia de que su euforia carecía de cualquier fundamento; pero después, pasadas dos largas semanas desde aquel acontecimiento, ha sido incapaz de extraer de él sus lecciones.

La máquina trituradora de la propaganda ha convertido el fruto de la destrucción en un polvo gris donde nada es reconocible, del que nada puede aprenderse, porque aparentemente nada ha sucedido. Y así, el líder, el timonel iluminado que nos reclama nuestra confianza en él, puede reemprender su marcha triunfal.

Era previsible. Primero fueron las frases evasivas de significado difuso; luego el silencio. ¿Implicaría el atentado la ruptura de cualquier relación entre el Gobierno y ETA? Ahora sabemos que ETA puso fin al «proceso de paz» y rompió el «diálogo». Pero no sabemos si Rodríguez Zapatero ha renunciado a cualquier pretensión negociadora con ETA. Mientras tanto, en una ceremonia de confusión destinada a eliminar cualquier atisbo de crítica y deslegitimar a quienes la ejercemos, se iba preparando la transferencia de la responsabilidad del fracaso de la política antiterrorista a los oponentes del Gobierno. No otro sentido tuvo la llamada del presidente a Mariano Rajoy para que acudiera al Palacio de la Moncloa e, inmediatamente, con cargo a la vicepresidenta, lanzar un libelo que le atribuía la imposibilidad de llegar a un acuerdo con ETA y, con ello, de lograr el final del terrorismo. Y lo mismo cabe decir del montaje de unas manifestaciones en Bilbao y Madrid en las que, con el énfasis puesto en los conceptos de «diálogo» y de «paz», se avaló el horizonte conceptual de la política sostenida por Rodríguez Zapatero y se excluyó a la mayoría social a la que, en España, le repugna la negociación con ETA de sus reclamaciones políticas y de impunidad frente a los tribunales de justicia.

El debate celebrado ayer en el Congreso de los Diputados ha puesto el colofón a todo esto. El presidente ha repetido de nuevo que él tenía legitimidad para intentar una vez más el «final dialogado de la violencia» con la única justificación política de que otros presidentes también lo hicieron, aunque tales empeños resultaron frustrados. Curiosa justificación ésta que apela a la experiencia del fracaso para sostener la idoneidad de una política. Aún más, nos ha dicho que considera compatibles la lucha policial contra ETA y el mantenimiento de conversaciones con ella, como si no fuera una regularidad empírica, constatada en España y en los demás países que afrontan un problema de terrorismo, que el segundo de esos elementos resta efectividad al primero. Y así ha ocurrido con su «proceso de paz», de modo que, dentro de la actual legislatura, si con anterioridad a la resolución de mayo de 2005 que lo avaló, la policía española practicó casi ocho detenciones mensuales de terroristas encuadrados en ETA, después de ella la media se ha reducido a menos de dos arrestos por mes.

Rodríguez Zapatero también ha afirmado que, en todo su mandato, se ha mantenido plenamente en vigor la política antiterrorista que se diseñó a raíz de la firma del Pacto por las Libertades, que nada ha cambiado y que, en su relación con ETA, se ha limitado a cumplir escrupulosamente el mandato aprobado por el Congreso de los Diputados en mayo de 2005.

Miente o se autoengaña. O ambas cosas a la vez. En su marcha triunfal no cabe el menor resquicio de autocrítica en esa materia: todo lo hecho con respecto a ETA, no sólo es lo correcto sino que también está amparado en los acuerdos de Estado. De nada vale recordarle que, por ejemplo, esos acuerdos propugnaban el diagnóstico común entre los dos partidos que los suscribieron; que dentro de ellos de ningún modo se avala su política de marginación de las víctimas del terrorismo; que en su seno no cabe ningún intento de insuflar un aliento político a Batasuna para que, una vez lograda, acabe siendo el actor estelar de la «paz».

Y de nada vale tampoco señalarle los datos que hacen meridiana la falsedad de su pretensión de que, en los nueve últimos meses, ha desarrollado la relación con ETA en ausencia de violencia: seis oleadas de cartas de extorsión a empresarios vascos y navarros; recaudación bajo coacción de «donativos para los presos» entre los comerciantes; desobediencia civil plasmada en nuevas campañas de emisión del «DNI vasco»; doscientos cincuenta y nueve atentados de terrorismo callejero con al menos diez víctimas heridas y con unos daños cercanos a los dos millones y medio de euros; robo de armas, explosivos, vehículos, placas de matrícula y material para la falsificación de documentos; y presos que, ante los tribunales, han alardeado de su militancia en ETA y han proferido todo tipo de amenazas e insultos a los magistrados de la Audiencia Nacional.

El presidente del Gobierno no ha querido tampoco aclarar ningún aspecto del diálogo sostenido con ETA. Mientras esta organización terrorista hacía pública en Gara la existencia de reuniones antes y después de la declaración de «alto el fuego» y afirmaba haber suscrito compromisos referentes a un eventual «reconocimiento de Euskal Herria» por el Estado, al «respeto a las decisiones de los ciudadanos vascos» sin que éstas se sometan a ningún límite jurídico, al establecimiento negociado de un futuro común para el País Vasco y Navarra, y a que no se practicarán detenciones, Rodríguez Zapatero se ha limitado a no darse por aludido, despreciando el interés que la mayoría de los ciudadanos tenemos en saber la verdad sobre estos asuntos.

Por tanto, resumamos: ETA ha roto el «diálogo» y el Gobierno dice que no tiene ninguna responsabilidad política en ello. Todo lo realizado en los últimos meses ha sido acertado. No hay resquicio para la menor crítica. Y si las cosas no han ido como cabía esperar de una política basada en las «inmensas ansias de paz» de los españoles, con su presidente a la cabeza, ello sin duda hay que achacarlo a la presión ejercida por el PP y sus corifeos.

Este es el mensaje que nos ha transmitido Rodríguez Zapatero; y por ello reclama ahora, para seguir su marcha triunfal en pos de la «paz definitiva», de un final para el terrorismo, la unidad con los partidos políticos que le han dado y le dan la razón a ETA, y que tratan de obtener algún rédito de su historia de tragedia y destrucción.

El escritor libanés Amin Maaluf, indagando en sus Orígenes, observó que «la Historia se equivoca con frecuencia» y que es la cobardía de los hombres la que «lleva a explicar doctamente por qué fueron atinadas sus decisiones, por qué fue inevitable lo sucedido y por qué nuestros nobles sueños merecían irse al infierno».
Confiemos en que todavía quede un rastro de lucidez y estemos a tiempo de evitar el desastre que, súbita y sorpresivamente, acabará por arrebatarnos.

MIKEL BUESA
Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid
FORO de ERMUA
Abc, Opinión, 16-01-2007
EL 3 DE FEBRERO, TODOS CON FORO ERMUA, POR LA LIBERTAD, CONTRA ETA Y CONTRA LA NEGOCIACIÓN-CESIÓN DEL GOBIERNO

La España boba


El presidente del Gobierno hizo ayer una publicidad eficacísima del libro de Gustavo Bueno sobre la forma que tiene Zapatero de relacionarse con la realidad, eso que el filósofo ovetense llama «el pensamiento Alicia» y que es algo así como el buenismo pasado por el cierre categorial o epistemológico del gran don Gustavo.

Pero si yo fuera familiar de Zapatero, antes que filósofo, le buscaría psicólogo o, mejor, psicoanalista, porque ese hombre está fulminado, herido, requemado por dentro y por fuera, sonado y anonadado, hecho un desecho, y debe rehacerse recomponiendo un discurso coherente, no instalándose en la solución habitacional del lapsus. Si no mejora, veo a Rubalcaba como en la segunda temporada de la serie 24, incapacitando al presi y tirando por la ventana a la vicepresi. Lo malo es que el PSOE no tiene a Jack Bauer.

Porque este Zapatero de nuestros pesares y de sus pecados no está bien de la cabeza, del espíritu o del alma, aunque de cuerpo se cuide y pueda jugar al basket. No es o no ha sido capaz hasta ahora de asumir la realidad de lo sucedido y parece uno de esos entrenadores de baloncesto que piden un tiempo muerto prácticamente sobre la bocina y tras unos segundos de frenéticas indicaciones no encuentra forma de dejar salir del corro a sus jugadores para enfrentarse con el destino. Y por una buena razón: es su destino el que se juega.

Si recurrimos al fútbol, ZP es como esos entrenadores que hacen los tres cambios en su equipo, que ha jugado fatal y va perdiendo, en el minuto 82, o sea, tarde y mal. Pero lo peor es que el jugador y entrenador Zapatero se ha instalado en el minuto 80 y ha roto el reloj, como si así no corriera el tiempo. Y corre que se las pela.

Es difícil superar y sería aburrido citar las grandes frases de Rajoy, que estuvo ayer exactamente al revés que Zapatero: soberbiamente realista y realmente soberbio. Como buen político de derechas, Mariano funciona mejor bajo presión y en las peores circunstancias, pero bien puede decirse que estuvo a la altura de las circunstancias. Desnudó, desarboló y descompuso a Zapatero, que se retrató como el más frágil de los zascandiles que hayan pasado por la presidencia del Gobierno.

Es cierto que el proceso de paz nunca fue fiable, ni Zapatero es fiable, ni aquí hay más partido político fiable y a ratos que el de Rajoy. Pero es que, además, con el parking de Barajas ha volado toda la credibilidad de un Parlamento que, con una sola excepción, ha embarcado a la nación en un proceso estúpido y suicida, un sueño de botarates convertido en pesadilla para despiertos.

Como Zapatero no quiere o no puede despertar, a Rajoy le toca despertarlo. Y con él, a esa media España incapaz de afrontar la realidad, boba de solemnidad.

Federico Jiménez Losantos, Comentarios liberales
El Mundo, 16-01-2007

Casi uno de cada cuatro alumnos nacidos fuera de Cataluña que estudian en la región sufre "acciones negativas"

SEGÚN UN ESTUDIO DE LA GENERALIDAD EN PRIMARIA Y SECUNDARIA

Un 23,4 por ciento de los alumnos de educación primaria y secundaria nacidos fuera de Cataluña son objeto de "acciones negativas" una vez a la semana, o más, en sus centros escolares, porcentaje que es del 18,8 por ciento entre los nacidos en la comunidad. El estudio, elaborado por los departamentos de Interior y Educación a propuesta del Parlamento catalán y basado en datos del curso pasado, considera "acciones negativas" desde las burlas y los insultos hasta los golpes y las patadas, así como las coacciones y las amenazas, y el hecho de ser ignorado o excluido.

Más de 7.000 niños forman parte de un grupo que reconocen ser autores de acciones negativas habituales, lo que representa un 1,2 por ciento del total del alumnado y concentra los comportamientos que el estudio califica como "más preocupantes".

La mayor concentración de problemas de convivencia en el alumnado nacido fuera de Cataluña se produce en la Primaria, lo que sugiere a los autores del informe que están asociados a las mayores dificultades que tienen para comunicarse, dado que los menores no dominan todavía el catalán o el castellano.

Además, los problemas son mayores cuanto más alejado es el lugar de nacimiento del menor, es decir, que los niños originarios de algún país africano o del este de Europa tiene más dificultades de convivencia que los que proceden de Latinoamérica u otras comunidades españolas.

Todos sufren

Pese a la mayor prevalencia de las acciones negativas sobre los escolares que proceden de fuera de Cataluña, casi el 20 por ciento de todos los alumnos encuestados, de 8 a 18 años de centros públicos y concertados, asegura haber experimentado alguna de estas situaciones negativas una o más veces a la semana. En concreto, un 14,9 por ciento del cómputo total de los encuestados lo fueron "dos o más veces" a la semana, y un 4,6 por ciento, una vez.

Las situaciones de acoso son más habituales en Primaria, donde hasta el 33,7 por ciento de los alumnos afirma haber sido objeto de alguna actitud de este tipo una o más veces a la semana. Sólo del 17,4 por ciento de Primaria sostiene que nunca se ha visto en una situación similar.

En Secundaria, sólo el 10,3 por ciento asegura padecer estas actitudes una o más veces a la semana, y el 55,2 por ciento no las ha sufrido nunca. El estudio subraya que los problemas de convivencia disminuyen con la edad en todos los supuestos porque, pese a todo, "la socialización progresa generalmente con éxito".

Reconocen los malos tratos

Los autores del informe han detectado la existencia de grupos de chicos y chicas especialmente afectados al ser objeto de más de un tipo de acción negativa de manera continuada, y que supondrían un 1,5 por ciento (los que sufren hasta tres modalidades) o un 1,2 por ciento (hasta cuatro o cinco formas de acoso).

El estudio revela además una percepción alta de la existencia de malos tratos entre alumnos en la clase ya que casi la mitad de Primaria (49,3 por ciento) cree que, efectivamente, hay niños o niñas maltratados en su grupo, cifra que se reduce al 30 por ciento en Secundaria.

Aunque el 54,4 por ciento asegura no tener "nada de miedo" a ser objeto de acoso en la escuela, un 16 por ciento del alumnado siente "mucho o bastante miedo", sentimiento que tiende a reducirse con la edad.

Menos edad, más miedo

Las chicas y los niños de menor edad son los que tienen más miedo, seguramente porque se sienten más débiles, según apunta el estudio, que destaca que el miedo es más perceptible al final de la educación primaria y el inicio de la secundaria.

Por otra parte, un 8,2 por ciento de los alumnos reconoce haber realizado alguna vez acciones negativas contra sus compañeros una vez a la semana o mas, aunque un 38,3 por ciento admite haberse metido con otros niños para molestarlos una o dos veces al trimestre.

El informe también revela que la impunidad de los agresores se acerca al 50 por ciento, cuyos malos tratos no han merecido ni un castigo ni una riña por parte del profesorado por este motivo.

El estudio, basado en entrevistas realizadas a un total de 10.414 estudiantes, ha sido elaborado conjuntamente por los departamentos de Educación e Interior, a petición del Parlament, con el objetivo de conocer la situación de la convivencia escolar.

Libertad Digital

Rivera dice que el PSC es «nacionalista» y el PP de Josep Piqué «colaboracionista»


El presidente de Ciutadans pide que PSOE y PP se unan para que los nacionalistas no condicionen la vida nacional y plantea rescatar competencias cedidas - No se presentarán en Baleares - «A las Islas la Generalitat las incluye en los Països Catalans»

PALMA.- El presidente de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, Albert Rivera, afirmó ayer en Palma que si su formación política consigue en el futuro obtener representación en las Cortes como partido bisagra, acabará con el chantaje al que los nacionalistas han sometido al PP y al PSOE en las últimas legislaturas.

El líder del partido revelación de las pasadas elecciones catalanas, Albert Rivera, fue ayer el invitado de excepción de EL FORO de EL MUNDO de Baleares, en el que pronunció una conferencia titulada Ciudadanía y Estado. Durante su intervención, tendió la mano y apeló a la responsabilidad del PP y el PSOE para lograr que el nacionalismo deje de condicionar la vida política española.

«No puede ser que hoy tenga la llave de la gobernabilidad en España un partido independentista como ERC y que el PSOE vaya de la mano de él», indicó Rivera, quien culpó de la situación actual al Gobierno de Zapatero por abrir el proceso de reforma de los Estatutos de Autonomía sin que existiera realmente una demanda social y sin tener claro el modelo de Estado hacia el que camina España.

Como ejemplo de ello, recordó que el nuevo Estatut de Cataluña, aprobado con el apoyo del 90% de los diputados del Parlament, sólo tuvo el apoyo del 35% de los ciudadanos, en un referéndum en el que la abstención superó el 50%. Y según una encuesta, sólo el 5% de los catalanes lo consideraba necesario.

«El PSOE accedió a abrir la lata de los estatutos, sin que los ciudadanos lo reclamaban, porque un señor necesitaba el apoyo de ERC para gobernar en Madrid», indicó. Pero sus críticas también se dirigieron al PP, que ha presentado un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut catalán, y a continuación ha aceptado copiar muchos de sus artículos en el de Andalucía.

Pero del mismo modo que Zapatero ha abierto el camino de la reforma del modelo del Estado, añadió Rivera, también se puede recorrer el mismo proceso en sentido contrario. En este sentido, se mostró partidario de que la Administración central recupere una parte de las competencias de Educación -hoy en manos de las Comunidades autónomas- y mantenga otras esenciales como Justicia, Acción Exterior e Inmigración, así como la gestión de los puertos y aeropuertos.

Multas a los comercios

Porque hoy, denunció el presidente de Ciutadans, muchos catalanes no tienen libertad ni igualdad de oportunidades en Cataluña. Una región en la que más del 91% de las clases se imparten en catalán, a pesar de que el 51% de los catalanes son castellanoparlantes, en la que se sigue multando a los comerciantes que no rotulan sus establecimientos en catalán y en cuyo Parlamento incluso el popular Josep Piqué considera una «provocación» hablar en castellano.

Al respecto, Rivera consideró que si la sociedad catalana es bilingüe, esta realidad debe reflejarse también en sus instituciones. Por este motivo, consideró un grave error que una de las dos lenguas oficiales de Cataluña (o de Baleares) se considere como «lengua propia», lo que coloca al castellano como una «lengua extranjera».

Al reclamar que la Administración central recupere las competencias de Educación, Albert Rivera recordó la manipulación a la que está sometida esta materia en Cataluña.

«Soy fruto de la escuela de Convergencia, yo no he estudiado la Corona de Aragón sino la Corona Catalano Aragonesa», reconoció el presidente de Ciutadans, quien denunció que en los libros de texto catalanes «Baleares aparece metida en el mapa de los Països Catalans. Yo quiero un mapa», añadió, «en el que Cataluña aparezca como una Comunidad autónoma, no quiero que construyan un imperio en función de la lengua que se habla en cada región».

Porque, recordó, «la Cataluña Nord que ponen en los mapas no es la Cataluña Nord, es el sur de Francia». Del mismo modo, denunció que la corporación pública TV3 mantiene como norma utilizar exclusivamente en catalán, pese a que la financian todos los habitantes de la Comunidad autónoma, tanto los que hablan catalán como los que lo hacen habitualmente en castellano.

Catalanes desencantados

Pero Albert Rivera relató la auténtico fenómeno social que ha nacido de su formación política, un partido que defiende como principales principios los derechos individuales (frente a los «derechos de los territorios» que defienden los nacionalistas), el respeto al pacto constitucional de 1978, la igualdad de oportunidades y la solidaridad.

Inspirado por intelectuales como Albert Boadella o Arcadi Espada, Ciutadans tiene su origen en la asamblea ciudadana celebrada el 7 de julio de 2005, que logró reunir a más de 1.500 personas pese a que apenas esperaban 200. Un año después, el pasado 9 de julio, se constituía en partido político, que ha logrado tres diputados en el Parlamento catalán sólo cuatro meses después de su nacimiento.

¿Cómo un partido recién creado, al que los medios de comunicación catalanes han dado la espalda, logra casi 100.000 votos en unas elecciones? Su éxito es fruto, según Rivera, de muchos antiguos votantes del PP y del PSOE en Cataluña.

«Después de 23 años de CiU», explicó ayer, «muchos catalanes estaban hartos de nacionalismo y corrupción. Pero algunos quedamos atónitos al ver que el PSC no sólo es nacionalista, sino más nacionalista que CiU, y que además iba de la mano de Carod-Rovira». Miles de votantes desencantados, pero también ante el «colaboracionismos del PP, que tendía la mano a CiU para gobernar».

Durante la rueda de prensa previa a la conferencia, Albert Rivera definió el partido que preside como «una formación que rompe los esquemas clásicos», a la que atribuyó un perfil «no conservador», de carácter laico, tanto en el ámbito religioso como en el identitario, y añadió que es una fuerza que busca defender la igualdad social e individual «sin intervencionismos y desde la defensa del estado social», apuntó.

En este sentido, el presidente de Ciutadans afirmó que el nacionalismo y el independentismo de algunas de las fuerzas políticas catalanas «han desgastado la imagen de los catalanes en el resto de España» y afirmó que es una de la metas a conseguir por su partido, que según manifestó, «es el primero que se ha atrevido a criticar el nacionalismo en Cataluña».

«Nadie se ha preocupado hasta ahora de analizar porqué el 44 por ciento de los catalanes no va a votar» manifestó Rivera, quien insistió en que su formación aunó a una gran parte de la sociedad desencantada de la política. «El PSOE ha moderado su discurso porque sabe la cantidad de votos que Ciutadans le ha robado en Cataluña» sentenció Rivera.

M. A. RUIZ - El Mundo - El Día de Baleares

Ciutadans de Cataluña descarta concurrir a las próximas elecciones autonómicas en el archipiéalgo balear

El presidente de la formación política Ciutadans de Catalunya, Albert Rivera, aseguró hoy que su partido no se presentará a las elecciones autonómicas en Baleares porque, según afirmó, el proyecto de la formación a corto plazo es centrarse en las elecciones municipales en Catalunya, aunque resaltó que Ciutadans tiene una vocación de futuro que contempla la posibilidad de abrir agrupaciones en varias ciudades de España.

Así lo informó hoy en una rueda de prensa celebrada en el Centro de Convenciones del hotel Meliá Victoria de Palma, antes del encuentro que mantuvo en el Foro del diario El Mundo/ El Día de Baleares, en el que pronunció una conferencia bajo el lema "Ciudadanía y Estado".

Rivera aseguró que la vocación inicial de la formación política que preside es centrarse en los municipios de Catalunya para afianzar su situación y resaltó que, en el futuro, el partido contempla abrir agrupaciones en Baleares, como ya tiene en otras regiones de España como Valencia, Sevilla, Salamanca y Madrid.

Asimismo, Rivera definió el partido que preside como "una formación que rompe los esquemas clásicos", a la que atribuyó un perfil "no conservador", de carácter laico, tanto en el ámbito religioso como en el identitario, y añadió que es una fuerza que busca defender la igualdad social e individual "sin intervencionismos y bajo la creencia del estado social", apuntó.

En este sentido, el presidente de Ciutadans afirmó que el nacionalismo y el independentismo de algunas de las fuerzas políticas catalanas "han desgastado la imagen de los catalanes en el resto de España" y afirmó que es una de la metas a conseguir por su partido, que según manifestó, "es el primero que se ha atrevido a criticar el nacionalismo en Catalunya".

"El 51 por ciento de los catalanes es castellanoparlante" sentenció Rivera, quien recordó que en Catalunya hay dos lenguas oficiales, castellano y catalán, que son habladas en la realidad social "sin ningún tipo de problema" y cuyo uso "debería trasladarse a las instituciones", ya que, según subrayó, "no se puede entender una lengua como propia y la otra como ajena".

Respecto a la presencia de Ciutadans en el Parlament de Catalunya, Rivera afirmó que desde que la fuerza que preside tiene representación en la Cámara "se ha notado un cambio de discurso en el PP y en el PSOE", algo que, según indicó, ha servido para que los dos grandes partidos españoles "se den cuenta de que hay mucha gente en Catalunya que no se ve representada con el catalanismo político".

"Nadie se ha preocupado hasta ahora de analizar porqué el 44 por ciento de los catalanes no va a votar" manifestó Rivera, quien insistió en que su formación aunó a una gran parte de la sociedad desencantada de la política. "El PSOE ha moderado su discurso porque sabe la cantidad de votos que Ciutadans le ha robado en Catalunya" sentenció Rivera.

En esta línea, el presidente del partido afirmó que uno de sus éxitos "inmediatos" ha sido que el PP y el PSOE lleven con sus escaños iniciativas que originalmente fueron de su formación, como la iniciada por el PP catalán con un proyecto de ley sobre la lengua en las escuelas y el tema de las sanciones lingüísticas.

Finalmente, Rivera adelantó que las iniciativas próximas de su grupo pasan por los proyectos sociales, el aumento de las plazas sanitarias, un proyecto para retirar los guardarraíles de las carreteras catalanas y tratar de abrir el debate sobre la educación en la comunidad autónoma, un área en la que existe, según afirmó, un alto porcentaje de fracaso escolar y una situación de "poco respeto" hacia el profesorado.

Diario Siglo XXI