domingo, 11 de febrero de 2007

Tiempo de silencio

"Las concentraciones del 11 de cada mes son actos particularmente silenciosos. Las palabras no pueden suplir a la emoción. Esos actos son una reivindicación, sí, pero también, y sobre todo, constituyen un homenaje."

Hoy iré, como todos los 11 de cada mes, a concentrarme con los peones negros. Para quien no los conoce, resulta extrañísima la experiencia de ver a ese grupo de personas tan heterogéneo: amas de casa en la cincuentena, parejas que militaban hace treinta años en el antifranquismo y ahora vuelven a la trinchera, profesionales liberales reconvertidos en investigadores, estudiantes que parecen extraídos de una manifestación antiglobalización, militares jubilados, furibundos defensores del PP, militantes de Ciutadans, afiliados a Comisiones, liberales radicales, católicos comprometidos, ácratas, miembros de las Fuerzas de Seguridad, víctimas del terrorismo, periodistas inquietos, funcionarios... Un grupo humano sorprendentemente dispar.

Y sin embargo, a pesar de todas esas aparentes diferencias, he visto a esas personas quedarse juntas hasta altas horas de la madrugada discutiendo sobre el 11-M; las he visto trabajar como burros, codo con codo, preparando las concentraciones; las he visto indignarse ante las mismas injusticias; las he visto contribuyendo, cada una en lo que podía, a un esfuerzo común: contribuyendo a que se conozca la verdad y a defender a esas personas, las víctimas del terrorismo, que tan alto precio han pagado por todos y cada uno de nosotros.

Las concentraciones del 11 de cada mes son actos particularmente silenciosos. Las palabras no pueden suplir a la emoción. Esos actos son una reivindicación, sí, pero también, y sobre todo, constituyen un homenaje: un acto de respeto hacia esas víctimas que aquel 11 de marzo dieron su vida o resultaron heridas por una sinrazón que cada vez intuimos más absurda.

Pero este mes, ese silencio será aún más profundo. Y lo será precisamente porque encaramos el juicio donde se han de desvelar tantas mentiras como nos estuvieron contando; precisamente porque entramos en la recta final de las investigaciones; precisamente porque vislumbramos ya que los velos se descorren y que podemos, por fin, empezar a perfilar la verdad... Será un silencio aún más profundo precisamente porque la confirmación de las mentiras viene a darnos la razón. Y, al saber que la tenemos, lo que nos queda no es alegría, sino una extraña mezcla de sentimientos: satisfacción porque se haga justicia, sí, pero mezclada con la inmensa pena que provoca el pensar en los que ya no están.

Esta tarde, en la concentración, será para nosotros el tiempo del silencio y del recogimiento. Un silencio más clamoroso que nunca.

Luís del Pino
Libertad Digital, 11-02-2007

Albert Rivera cree Estatuto no tendrá legitimidad moral si vota el 48,7%

El presidente de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, Albert Rivera, opinó hoy que el nuevo Estatuto andaluz ha sido impulsado por la 'casta' política 'de espaldas' a la voluntad de los ciudadanos y advirtió de que 'no tendrá' legitimidad moral si en el referéndum sólo vota el 48,7%, como predice el CIS.

Rivera planteó esta reflexión en una rueda de prensa, antes de participar en un mitin en Sevilla para pedir el 'no' al Estatuto andaluz, del que dijo que 'no responde a ninguna' demanda ni necesidad de los ciudadanos.

'Hay un Estatuto vigente con competencias por desarrollar, que aglutinó consenso, mientras la reforma es intervencionista, copia los defectos que tiene el catalán, que está sometido a un recurso de inconstitucionalidad', explicó.

Después de responsabilizar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber 'abierto la caja de pandora' de las reformas estatutarias, lamentó que dos grandes partidos (PSOE y PP) hayan dado como 'valida' esta situación, aunque fue especialmente crítico con el PP por mantener un discurso en Cataluña y 'otro distinto' en Andalucía por 'intereses' de partido.

A propósito de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que refleja que los andaluces aprobarán por una mayoría del 93,9 por ciento el Estatuto el próximo 18 de febrero y sitúa la participación en el 48,7 por ciento del electorado, Albert Rivera aseguró que si estos son los resultados la reforma tendrá legitimidad jurídica, pero 'no legitimidad moral'.

A su juicio, los problemas de Andalucía y de España 'no se solucionan' cambiando estatutos, sino la actitud de los políticos, ya que lo que pide la gente es 'mejor gestión con y para los ciudadanos, más participación y menos corrupción'.

'Los ciudadanos deberían haber marcado la voz cantante, pero éste Estatuto, como el catalán, no ha sido una demanda de los ciudadanos sino de la casta política para acumular poder y no perder el tren respecto a otros territorios', esgrimió, a la vez que rechazó que el Estado esté 'marcado por las necesidades de Cataluña, Andalucía o Euskadi'.

Según Rivera, 'lejos' de crear un Estado federal, la reformas estatutarias están dando lugar a una 'nueva asimetría' como consecuencia de las distintas financiaciones que recogen.

'Cada comunidad está fijando un criterio que quiebra la solidaridad y será el ministro de Economía, Pedro Solbes, el que tenga que lidiar con ese sudoku para intentar cuadrar las cuentas ', advirtió Albert Rivera.


Terra Actualidad - EFE (10/02/07)