martes, 5 de junio de 2007

El candidato no tiene quien le vote

Estuve en Barcelona el pasado domingo para ejercer mi derecho a la abstención. Por la noche celebré la victoria por mayoría absoluta con antiguos votantes del Partido Socialista. Ya no se votan ni a ellos mismos.

Ningún candidato al Ayuntamiento de Barcelona se ha tomado en serio la abstención. Los más cínicos acusan al consejero Joan Saura, director de un área llamada de Participación Ciudadana que nadie sabe para qué sirve. Aunque es evidente que el director del área poca participación ha conseguido, es coherente consigo mismo: dijo que él prefería que los votantes de derechas se quedaran en casa. Cosas de una educación cívica deficiente.

Los más sarcásticos aseguran que la abstención se debe a la colosal satisfacción de los barceloneses. Una befa que no se oía desde los tiempos de Franco. Mis amigos socialistas dicen lo que todo el mundo: que por estos candidatos nadie da un duro. Imma Mayol lo confesó poco antes: son políticos antisistema. Traduzco: contrarios al sistema democrático, porque si no, ya me dirá a qué sistema se refiere.

Puede parecer exagerado que acuse a los políticos barceloneses de poco demócratas, pero lo digo en serio. Es poco democrático el gobierno de un grupo que vive por encima de la ciudadanía y solo se ocupa de ella cada cuatro años. ¿Exageración? Lo sería si les hubiéramos oído reconocer que no tienen ni idea de lo que la gente necesita. Sin embargo, ni uno solo reconoce la menor responsabilidad en el desastre, o sea, en el descrédito de la democracia.

Descrédito supino: las cifras de participación en Catalunya son las más bajas de España, pero las de Barcelona son las más bajas de Catalunya. Y aunque deberían haber figurado en lugar destacado de diarios, televisiones o radios, apenas se han divulgado. Las cifras son estas: se ha abstenido más gente (50,42%) de la que ha votado (49,58%). Y además ha habido un 4% de votos en blanco, es decir, de rechazo frontal a todos los candidatos. Estas cifras son una barbaridad en cualquier ciudad europea. No así en Barcelona, ciudad quizás poco europea.


Félix de Azúa El Boomeran(g)

Coherencia, simplemente