martes, 12 de junio de 2007

El Manifiesto Zanahoria y la dimisión del Ciudadano Acosta


Un cuarto manifiesto crítico de C's denuncia el "error" de "restringir la expansión" estatal del partido

El coordinador andaluz que destapó la crisis abandona el partido porque se ha "pervertido su esencia"


BARCELONA, EUROPA PRESS.
Una nueva corriente interna de la militancia de C's, autobautizada como la 'corriente zanahoria', ha hecho público un cuarto manifiesto crítico, a través del foro ubu de afiliados a C's en Internet, para responsabilizar a los máximos dirigentes del partido por "el desastre" en el que, dicen, ha entrado la formación y denunciar especialmente el "error" de haber "restringido la expansión" estatal de C's.

"La dirección errónea que tomaba el barco ciudadano hace meses, cuando se decidió restringir la expansión de C's, para crear la masa de poder próximo suficiente que permitiera seguir dominando el proyecto dede Catalunya y, por qué no decirlo, para Catalunya", denuncia el manifiesto.

Los afiliados impulsores de este nuevo documento, que dicen querer mantenerse en el anonimato, se declaran seguidores incondicionales del fundador del movimiento que creó C's Albert Boadella, al que definen como "el único títere con cabeza".

En cambio, señalan al presidente del partido, Albert Rivera, a su secretario general, Antonio Robles, al secretario de Organización, Miguel Salmerón, al diputado José Domingo, y a "los miembros del Consejo Ejecutivo destituido por el Consejo General, que siguen aún en servicio", a los del Consejo General, los del Comité de Garantías, los coordinadores de federación e incluso el resto de precursores intelectuales de C's.

Tras excluir de la lista exclusivamente a Albert Boadella, los firmantes del manifiesto crítico responsabilizan al resto de "haberse cargado las reglas del juego democrático y justo" y haber tomado decisiones, como la de no promocionar la expansión territorial de C's, "en contra de lo decidido en el congreso constituyente" del partido en Bellaterra.

"Sólo por eso, alguno de los responsables ya tendrían que haber dimitido hace tiempo, los activos y pasivos, porque algún padre fundador tiene mucha responsabilidad en este desastrem, por defender precisamente sus intereses personales ante el silencio de los demás", señalan.

Los militantes anónimos consideran que, por acción o por omisión en el cumplimiento del proyecto impulsado en aquel congreso fundacional, los actuales dirigentes de C's "están deslegitimados para representar el proyecto de C's", por lo que se declaran a ellos mismos defensores del "laico grial" que conserva "el genuino Ciutadans". "No el bodrio que habéis hecho con nuestro partido para vuestro exclusivo interés", añaden.

Este manifiesto se suma a los otros tres publicados por diversos sectores de la militancia de C's, desde el Manifiesto por la Dignidad, que denunciaba irregularidades en la confección de listas a las elecciones municipales, o el manifiesto 'Todos somos ACA' para defender a un afiliado que fue expedientado por mostrarse de acuerdo con el ex coordinador andaluz de C's, Mario Acosta, que destapó la crisis.

La semana pasada, miembros del Consejo General publicaron también un manifiesto 'Por la regeneración', al que se sumó el mismo presidente del partido, Albert Rivera, que ha conseguido ya cerca de un centenar de adscripciones.

ACOSTA ABANDONA EL PARTIDO.

El ex coordinador de la agrupación de Andalucía Occidental de C's, Mario Acosta, que fue expedientado por el partido por haber destapado ante los medios la crisis interna de la formación anunció hoy su decisión de abandonar el partido por su "convencimiento de que su esencia original ha sido pervertida".

En declaraciones a Europa Press, Acosta explicó que había tomado su decisión después de que en el Consejo General de C's reunido este sábado "no se hiciera siquiera mención a la situación que atraviesa el partido" y que se refleja en los diversos manifiestos críticos que sectores de la militancia han ido publicando en los últimos meses.

"Desde este sábado, C's es ya una pantomima total", afirmó Acosta, quien en su comunicado de renunncia denuncia que "este partido no es el original", sino que "se ha convertido en la práctica en un partido mucho peor en formas y contenidos que otros con los cuales vinimos a competir".

Acosta denunció que el Consejo General del partido "parece estar comprado o manipulado" por los miembros del Consejo Ejecutivo, a los que "no se ha enfrentado" para defender "el cumplimiento de los procesos estatutarios" estrictos.

El ex coordinador territorial de C's consideró que el Congreso del partido previsto para los días 31 de junio y 1 de julio "no va a suponer ningún cambio" en la situación actual y denunció que "las peleas palaciegas entre Rivera y Robles no son más que una pantalla" bajo la que se esconde la corriente que se ha hecho con las riendas del partido "en contra del espíritu fundacional".

Acosta criticó que los actuales dirigentes del partido "pretendan hacer de C's un Partido Socialista Catalán bis pero no nacionalista", algo que consideró que "va en contra del espíritu del proyecto firmado en Bellaterra". Igual que los firmantes del manifiesto 'zanahoria', Acosta denunció que no se haya querido echar adelante con la expansión territorial del partido, como se acordó en aquel congreso fundacional.

La medalla de Montaigne

"En autonómicas voté a Ciudadanos porque creí en el formidable objetivo de Arcadi Espada y Albert Boadella: reestablecer la realidad. Ciertamente, necesitaban otros mimbres para fabricar tan prometeico cesto. Sus personales mimbres, quizás. Pero ellos, como Montaigne, conocen el valor de la distancia."

Habiendo anticipado lo que podía pasar en la reunión de Rodríguez y Rajoy –quién saldría ganando, en qué se iba a traducir la escenificación de un encuentro moral inexistente–, me siento hoy liberado del tema del día. Es un decir. El modo en que la izquierda domina el espacio público no es el tema del día, es el tema del siglo, y aun de la era.

Uno entiende los equilibrios de aquel señor de Montaigne, atraído por dos fuerzas contrarias: participar en la cosa pública y encerrase a escribir sobre sí mismo. Ser miembro de un parlamento o alcalde de Burdeos y, a la vez, encastillarse literalmente con Lucrecio y Plutarco. Traigo al renacentista escéptico a colación por aquel lema griego que se hizo grabar en una medalla: “Me abstengo”.

Lo vano, lo imposible de interpretar la abstención está en que recoge precisamente a quienes desean no ser interpretados. Peor aún, si el sociólogo de tres al cuarto violenta tal afán de oscuridad, que es multitudinario (y en Barcelona, que siempre va por delante, mayoritario), no encontrará nada. Es decir, encontrará un millón de razones, o de falta de ellas, que para el caso es lo mismo.

Aunque Montaigne no apunta con su abstención a lo electoral sino más bien al problema con los hugonotes, su actitud y su lema sirven a los fines simbólicos y fugaces de una columna. ¡Qué gran deseo de abstención siente uno cuando ve a los mejores disparatando! ¡Qué gran cansancio, ser liberal en España!

En autonómicas voté a Ciudadanos porque creí en el formidable objetivo de Arcadi Espada y Albert Boadella: reestablecer la realidad. Ciertamente, necesitaban otros mimbres para fabricar tan prometeico cesto. Sus personales mimbres, quizás. Pero ellos, como Montaigne, conocen el valor de la distancia.

En municipales voté al PPC porque su cabeza de cartel en Barcelona, que es mi patria, llevaba la cara y el nombre de un político bueno, eficaz y sincero. Rareza tal no puede desdeñarse. Bien, pronto llegarán las generales. Muy pronto, si Rodríguez sabe lo que le conviene. Y me veré, nos veremos, otra vez en las mismas de siempre.

Ya sé que en generales se vota contra alguien, no a favor. Y que restarle un voto a Rajoy significa hacerse cómplice de una eventual catástrofe: más Rodríguez. Pero cuando uno ve ciertas cosas, ¡cómo seduce la medalla de Montaigne!

Juan Carlos Girauta
Libertad Digital, 11-06-2007