lunes, 9 de julio de 2007

Ciutadans acusa a ERC de racismo cultural y de buscar la limpieza lingüística

El secretario general de Ciutadans, Antonio Robles, ha afirmado esta tarde que el informe de ERC sobre la inmersión lingüística en la enseñanza secundaria está basado en el 'racismo cultural enmascarado y en unos derechos históricos predemocráticos que persiguen la limpieza lingüística'.

ERC propone en un informe aprobado hoy por su ejecutiva diversas medidas para extender la 'inmersión lingüística' en catalán a la enseñanza secundaria, de forma análoga a las que ya existen en primaria, lo que comporta que la lengua propia de Cataluña sea la 'vehicular' también en esta etapa.

Uno de los objetivos marcados por la ejecutiva de ERC en el informe sobre la inmersión lingüística es el de 'garantizar' que 'en el contexto escolar y en las actividades extraescolares, deportivas y de ocio el catalán sea la lengua vehicular y de relación'.

Robles ha dicho que la de ERC es la 'línea bruta' mientras que la del conseller de Educación, Ernest Maragall, es a su juicio la 'línea tramposa', puesto que 'dice cosas sensatas pero impone la inmersión generalizada en secundaria'.

El conseller de Educación, Ernest Maragall, ha presentado hoy el plan para actualizar la metodología de inmersión lingüística, y que antes de 2010 se quiere implantar en los 500 centros escolares públicos con más inmigrantes, para recuperar el catalán como lengua vehicular.


Terra.es

Más allá de Ciutadans

Fui uno de los 15 firmantes del manifiesto que dio origen a Ciutadans y, durante la etapa de constitución del partido, asumí la coordinación. Dimití en una fecha muy temprana, y evité dar demasiadas explicaciones públicas, a fin de no dañar el proceso. Mi dimisión tuvo que ver con la percepción de que, con los mimbres que se estaban utilizando, era muy difícil fabricar algo que fuese útil para solucionar los problemas políticos que se denunciaban. Los promotores de Ciutadans habíamos coincidido en que, además de para ofrecer un ideario concreto, el nuevo partido debía servir para renovar, mejorándolas, las formas de hacer política. Y, sin embargo, el camino que el partido había finalmente emprendido no parecía ir en esa dirección.
Los exitosos resultados del 1-N, fruto de una legitimidad que venía de antiguo, unida a una necesidad -imperiosa para buena parte de la sociedad catalana- de tener una alternativa que permitiera huir del oasis de ineficacia y de etnicidad del arco parlamentario, permitió que pasara a un segundo plano la urgente tarea de resolver las formas democráticamente poco presentables utilizadas inmediatamente después del éxito del acto del Tívoli, cuando se daban los primeros pasos. Los nuevos poderes internos se habían asentado rápidamente en una falsa legitimidad que ellos mismos habían creado.

MIRAR A OTRO lado cuando los procedimientos de elección internos distaban mucho de lo que, en buena democracia, sería deseable, solo supuso posponer la crisis. Las miserias no se pueden esconder eternamente y la crisis ha estallado con mayor virulencia con el primer y previsible fracaso, esto es, después del pésimo resultado obtenido por Ciutadans en las elecciones municipales

Los dirigentes que precedieron a la actual ejecutiva fueron responsables de normalizar cierto funcionamiento deficitario en lo democrático. Unos, por cometer actos censurables, otros, por mostrarse educadamente condescendientes con ellos. Tan incrustado está ese proceder viciado en la cúpula de Ciutadans que ha sido imposible siquiera sacar conclusiones -es decir, lecciones- del fracaso electoral. A día de hoy es la pura evidencia que el responsable máximo del mal funcionamiento del partido es su presidente, heredero de los vicios de origen, que reúne las carencias y defectos que aquejan a Ciutadans: ineficacia, frivolidad, indefinición ideológica, oportunismo, falta de transparencia y continuidad con las anomalías democráticas del origen, entre otros.

Huelga decir que no ha sabido concretar los valores que Ciutadans debía encarnar. Si se persiste en utilizar estos mimbres, es decir, si no abandonan el poder quienes, detentándolo como lo han hecho, han llevado a la organización al borde del precipicio, no se puede esperar, en el futuro, que la situación mejore. Ideológicamente también hay decepción. Ciutadans aparecía en sus inicios ante la opinión pública como una organización progresista, de centroizquierda, y eso pese a los intentos de algunos partidos de ubicar la iniciativa en el campo de la derecha, que resultaron infructuosos.

Los resultados del 1-N, pese a los errores y la indefinición ideológica, ratificaron esa referencia ideológica. En el PSC lo tenían claro. Y sin embargo, la dirección del partido apostó por convertir la indefinición política en la seña de identidad de Ciutadans. Se apostó por ser un partido bisagra, por la "transversalidad", por la superación de las ideologías... Es difícil entender que esto haya sido aceptado por las personas del grupo promotor que continuaron colaborando, como es inverosímil que, ahora, quienes defendieron que "la izquierda y la derecha están superadas" muestren una repentina adopción del progresismo. No se recuperará la credibilidad si no hay cambios estructurales.

PERO, A PESAR de la crisis, al margen de si Ciutadans lo hace bien o mal o de si sus procedimientos son mejores o peores, la necesidad por la que nació sigue intacta: el proyecto de dar voz a unos ciudadanos que no se sienten con representación política en Catalunya. Ciutadans no es el proyecto, es una herramienta para tratar de llevarlo a buen término.

Ha quedado patente que lo denunciado, la carencia de una propuesta no nacionalista, situada en la izquierda, que se aleje del discurso étnico e identitario de los partidos del arco parlamentario, que se oponga a la hegemonía nacionalista, que plantee la necesidad de recuperar la política para los ciudadanos, que pretenda profundizar en la democracia y conseguir cotas más altas de libertad, tiene un enorme potencial para ser compartido por un sector muy amplio de la ciudadanía que no comulga con el discurso oficial, según el cual en Catalunya todo el mundo coincide, en lo sustancial, con el llamado "hecho nacional" y la "construcción nacional".

ESE ESPACIO político sigue ahí. Lo ocupará Ciutadans si realiza los cambios para convertirse en un partido creíble, o lo ocupará otra iniciativa que defienda esos valores de ciudadanía propios de la izquierda que, en estos momentos, siguen aparcados en Catalunya a causa de la hegemonía ideológica del nacionalismo. Pueden estar seguros de ello.


Félix Pérez Romera.
Miembro del Grupo Promotor de Ciutadans.
Reggio

Los liberales de Ciutadans debaten salir del partido

El sector liberal de Ciutadans, agrupado en Regeneración Democrática (RD), que encabeza por Luis Bouza-Brey, ha pospuesto unos días la decisión de continuar en el partido o de abandonarlo para incorporarse a Basta Ya. Aunque mantienen esta incógnita, su anunciada decisión de convertirse en una plataforma de apoyo a la creación de un tercer partido promovido por Fernando Savater y Carlos Martínez Gorriarán, les sitúa a las puertas de la escisión.Regeneración democrática cuenta con el respaldo de cuatro de los promotores de Ciutadans de Catalunya (Arcadi Espada, Teresa Giménez Barbat, Xavier Pericay y Albert Boadella), aunque solo Giménez es militante. Los responsables de esta plataforma han asegurado que los próximos días los dedicarán a consultar a los militantes afines para conocer su opinión.

NO A LA COALICIÓN

Bouza-Brey y los otros miembros de RD reconocen que su "gran ilusión" es crear este tercer partido español. Esta corriente liberal propone la fusión de Ciutadans y la plataforma Basta Ya o incluso una federación entre ambas, pero, no acepta una coalición electoral.

En cambio, la coalición es la posibilidad mejor vista por el sector oficialista de Ciutadans, próximo a su presidente, Albert Rivera. Significados dirigentes de este sector han acusado a RD y a Espada de querer "regalar" Ciutadans a la plataforma de Savater.

La corriente liberal mantiene contactos frecuentes con los promotores de la plataforma de Basta Ya, que no han ocultado sus críticas a Rivera y su equipo. Sin embargo esperarán a reunirse con ellos hasta después de que lo haga una delegación oficial de Ciutadans y otra de Basta Ya.


Josep Tordera - El Periódico

Los rivales de Rivera (Ciutadans) se convierten en corriente crítica y piden la fusión con la plataforma de Savater

El sector de Ciutadans denominado Regeneración Democrática que encabeza el profesor Luis Bouza-Brey (que disputó la presidencia sin éxito a Albert Rivera en el congreso del partido que tuvo lugar el 30 de junio y 1 de Julio), se convertirá en una corriente crítica dispuesta a influir en la estrategia de la formación, según ha podido conocer El Confidencial de fuentes internas.

“Nos transformaremos en una plataforma de trabajo para dinamizar el proyecto de Ciudadanos. Y trabajaremos desde dentro, como corriente crítica, o desde fuera, pero en ningún caso contra Ciudadanos”, señalan fuentes críticas. En los próximos días, sus dirigentes determinarán exactamente su ámbito de acción. Este sector se considera legitimado para optar por esta estrategia porque “Albert Rivera obtuvo el 54% de los votos para ser presidente y Luis Bouza obtuvo el 40,5%. Pero los cargos dirigentes de las secretarías fueron ganados por el sector oficialista por un margen mucho menor, a veces por sólo 20 votos de diferencia”.

El Congreso apenas solucionó la división interna del partido. A pesar de que muchas de las tesis de los críticos fueron aprobadas por los delegados, en la elección de los cargos ganó ampliamente el sector oficialista que encabeza Albert Rivera, hasta el punto de copar 19 de las veinte plazas de la Comisión Ejecutiva. Y en el consejo nacional (máximo órgano de dirección entre congresos), Regeneración Democrática no tiene representantes. “El retraso en las votaciones y en el recuento de los resultados hizo que el domingo por la tarde, cuando se votó, ya no estuviesen presentes muchos delegados, que habían tenido que regresar a sus puntos de origen por toda España. Otros habían abandonado el congreso desencantados por cómo se estaban haciendo las cosas”, arguye la misma fuente.

“Las cosas se hicieron bien”

Desde el sector oficialista, se insiste en que las cosas se hicieron correctamente y que Rivera ha ofrecido diálogo a todos los sectores. “Incluso ofreció a Bouza integrarse en el grupo de estrategia que determinará la acción política del partido. Queremos contar con todos porque nadie sobra para tirar adelante el proyecto”. Otra fuente es más radical: “Si no se encuentran a gusto, que se marchen y se integren en otro proyecto, pero que no traten de boicotearnos”.

La principal meta de Regeneración Democrática es la articulación de un proyecto a nivel nacional, lo que pasa por una fusión con el partido político que cree Fernando Savater desde la plataforma Basta Ya. Su principal línea de acción pasa por forzar esta integración de las dos fuerzas “cuanto antes mejor”. Precisamente un pequeño grupo de la izquierda de la formación, el sector Alternativa Ciudadana, anunció hace pocos días que abandonaba el partido, molesto con su deriva, y que tenía intención de integrarse también en Basta Ya.

Albert Rivera, por su parte, ha iniciado ya contactos con Basta Ya para estudiar de qué modo pueden colaborar ambas formaciones en el futuro, especialmente de cara a las elecciones generales de la primavera del 2008. Los oficialistas prefieren acudir a las legislativas en coalición y dejar la fusión, si interesa, para más adelante.

Luisa Casal, 09-07-2007
El Confidencial

Ciutadans se presenta a las próximas elecciones generales

La dirección de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía ha decidido la pasada semana que la formación que lidera Albert Rivera se presente a las próximas elecciones generales. Esta decisión aún debe ser avalada por una asamblea general.

Ciutadans propondrá a la Plataforma Pro, que lideran Fernando Savater y Rosa Diéz, surgida del grupo Basta Ya, el inicio de reuniones de trabajo para fijar una agenda común que les permita concurrir a las próximas elecciones generales que tendrán lugar en 2008.


Sin embargo esta decisión nace no exenta de polémica y conflicto interno, de este partido que está a punto de vivir su primera escisión por parte del sector liberal liderado por Luis Bouza-Brey, que quiere negociar con la Plataforma de Basta Ya al margen de Albert Rivera. Tampoco los considerados izquierdistas, aglutinados en torno al colectivo Alternativa Ciudadana seguirán en Ciutadans.

El origen del problema se basa en las dudas de Bouza-Brey sobre la intención real de Rivera en fusionarse con la plataforma de Savater pues cree que Albert Rivera apuesta más bien por formar una coalición y circunscribir la actividad de Ciutadans como partido a la política catalana.

La crisis de Ciutadans profundiza también a raíz de los malos resultados de la formación política en las pasadas elecciones municipales, en la que aspiraban a conseguir representación en el ayuntamiento de Barcelona, donde solo alcanzaron un 3,8 % de los votos. Tampoco en el resto de Cataluña los resultados fueron favorables.

Este partido, que acaba de cumplir un año de vida y que se vendió a si mismo como la gran esperanza para Cataluña demuestra síntomas de agotamiento político. Presentándose como la fuerza que iba a hacer frente al nacionalismo depredador, logró el apoyo de 90.000 ciudadanos en las elecciones autonómicas en Cataluña, sin embargo las críticas internas, en especial hacia las actitudes de Rivera y las deserciones son cada vez mas frecuentes.


Asturias Opinión