lunes, 23 de julio de 2007

Sector izquierdista que lidera Robles creará una corriente en C's septiembre

El sector izquierdista que lidera Antonio Robles dentro de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía (C's) se constituirá en septiembre en una corriente interna del partido.

En un comunicado remitido a Efe, los promotores de esta corriente explican que el pasado jueves, un grupo de militantes de C's decidió dar 'luz verde a una corriente de izquierdas dentro del partido' que se presentará públicamente a mediados de septiembre.

'El pensamiento ilustrado de izquierdas siempre y desde el inicio de Ciudadanos ha inspirado buena parte de nuestros ideales. Ahora, además, se organizará en corriente', señala el escrito.

La corriente estará encabezada por el diputado y ex secretario general de C's, Antonio Robles, y ha surgido de la 'impronta de un grupo gestor inicial de treinta militantes, entre los que están cargos electos, como el concejal de Sant Boi de Llobregat, Manuel Rojas, integrantes del consejo general, así como coordinadores de Cataluña y del resto de España'.

Según los impulsores del grupo, 'las actuales circunstancias por las que está pasando el partido, hacen más necesario que nunca la clarificación de los objetivos y principios' por los que C's ha 'irrumpido en la vida política española y las formas con las que se ha de actuar en política'.

'Estrategias, objetivos y formas serán desmenuzadas en la presentación pública a mediados de septiembre, con el compromiso personal de todos los que dirijan la corriente de no renunciar jamás a la coherencia y a la lealtad de los compromisos contraídos con la ciudadanía y con nuestros propios compañeros de partido', añaden.

El grupo que lidera Robles, que se identifica como 'Izquierda Liberal', considera que 'más que nunca' C's necesita la 'comprensión y el apoyo de todos sus militantes para contrarrestar el acoso de la prensa nacionalista y de quienes, confundiendo sus diferencias con la dirección del partido con el propio proyecto, están perjudicando gravemente al partido'.


Terra Actualidad - EFE

«Para dialogar con ETA hay que buscar interlocutores válidos, con palabra de vasco»

«Desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco, la pérdida más grave en la lucha contra el terrorismo ha sido la ruptura de la unidad política»

Entrevista a Pablo Mosquera, ex secretario general de Unidad Alavesa, por Saul Fernández

La historia política de Unidad Alavesa fue más que singular. Nació en 1989 tras una escisión del Partido Popular, radicó sus apoyos, principalmente, en una sola de las tres provincias vascas y, a pesar de ello -o precisamente por lo mismo-, nunca defendió posturas nacionalistas. En las elecciones autonómicas vascas de 1995 consiguió cinco diputados, con lo que por primera vez logró formar un grupo parlamentario propio. A partir de ahí comenzó su declive. Las luchas internas le acabaron despojando de todos sus apoyos, y así, en 2005, la organización se disolvió y sus restos fueron consumidos por los dos grandes partidos constitucionalistas: el PP y el PSOE. El doctor Pablo Mosquera fue siempre su dirigente más notable: diputado en varias legislaturas y protagonista de todas las movilizaciones ciudadanas que vinieron tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Ahora reside en Galicia, donde nació y adonde regresó tras doce años de vida escoltada. Preside la asociación cultural «Os Aventados», una agrupación de artistas que admiten el viento como fuente de inspiración. Visitó Avilés hace unos días con motivo del homenaje que la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar ofreció a Agustín Ibarrola, Luis Laria y a la Cruz Roja del Mar.
-Se cumplen diez años del asesinato de Miguel Ángel Blanco. ¿Ya no hay unidad política contra ETA?
-Eso es lo más grave que se ha perdido en estos últimos años, teniendo en cuenta, además, que era un mandato de la ciudadanía.
-¿Por qué el terrorismo está sujeto a trifulcas políticas?
-Porque es un espacio que da réditos políticos. Hubo entonces, cuando lo de Ermua, un acuerdo de no utilizar el terrorismo en la política, porque entonces era un espacio de consenso tanto en el País Vasco como en Madrid. Cuando se rompió ese consenso, se provocó el enfrentamiento y así el partido del Gobierno dice una cosa y la oposición responde con la contraria. Todo esto favorece que los ciudadanos se sientan huérfanos de liderazgo.
-¿Quién ocupa ahora el espacio político de Unidad Alavesa?
-Unidad Alavesa presentaba un mensaje muy próximo a los ciudadanos, y los grandes partidos se han apropiado de ese mensaje. Es lo que aquel entrenador argentino llamó «achique de espacios»: poco a poco, a base de defender nuestras ideas, los grandes partidos se hicieron con los mensajes que defendíamos: aquello de Álava, frontera al nacionalismo, el nacionalismo no es la solución porque es el problemaÉ Lo que sucede en este momento es que aquellas ideas no se mantienen ahora de forma tan clara, por eso digo eso de que la sociedad que salió de Ermua vive huérfana de liderazgo.
-Entonces, ¿por qué decidieron disolverse?
-Yo dejé la política en septiembre de 2002 y Unidad Alavesa se disolvió en 2005. Pienso que los partidos viven un proceso biológico: nacen, se desarrollan y mueren. Cumplimos un ciclo y desaparecimos; pero ahí estamos, en la Historia. Un partido sin apoyo de la sociedad no tiene futuro y eso lo aprendimos muy pronto. Fuimos capaces en nuestros primeros años de decir cosas que estaban en la sociedad, pero de manera articulada. Por eso triunfamos.
-Pero sus luchas internas fueron más que sobresalientes.
-Ésa es la gran miseria de la política: el cainismo. La crisis en un partido pequeño puede acabar con la organización misma. He leído que Ciutadans acaba de entrar en esta crisis y eso que no tiene más de un añoÉ
-¿Encontrará espacio el partido que impulsa Fernando Savater?
-Sabe comunicar muy bien, aunque no sé si reunirá un grupo de personas a las que le ilusione su propuesta. Savater pretende cubrir una falta de oferta en la izquierda, contestar al PSOE, que después de tantos años ha perdido frescura. De momento, resulta, por lo menos para mí, una incógnita.
-¿Era la época de Ardanza la óptima para la lucha política contra ETA?
-Ardanza logró poner de acuerdo a todos los partidos en el Pacto de Ajuria Enea, cuando eran unos años muy difíciles. Entrábamos en el palacio presidencial enfrentados y era capaz de que saliéramos acordados.
-Luego vino el Pacto de Lizarra.
-Ésa fue la respuesta del nacionalismo vasco a lo que se vivió en Ermua. Ver a los paisanos en la calle pidiendo el fin de ETA, pidiendo la unidad de todos los partidos, les asustó y reaccionaron firmando el Pacto de Lizarra, un acuerdo del que sólo salió beneficiada ETA. Fue, desde luego, una marcha atrás en el camino hacia la paz.
-¿Hubiera permitido, de haber sido parlamentario, que Zapatero iniciara el diálogo con ETA?
-Por supuesto que sí. Tenga en cuenta que estuve diez años en la Mesa de Ajuria Enea, donde decíamos que si había posibilidades para dar solución al conflicto había que ir a por ello. Tenía que cumplirse una condición: que cesara el uso de la violencia. El diálogo se volverá a repetir, y usted y y yo lo veremos. Según mi propia experiencia, hay que buscar el momento justo y los interlocutores válidos. Por interlocutores válidos entiendo gente con autoridad, gente que tenga palabra de vasco.



La Nueva España