domingo, 16 de septiembre de 2007

Lo importante y/o lo urgente

Partido de Rosa Díez
"Quizás debiera pasar lo importante por delante de lo urgente. Para gobernar maniatado por Galeuscat, vale más no gobernar, pues nada de lo que importa podrá salvarse."

Atina Rajoy al llamar la atención sobre esta aberración: se tiene por radical a quien pide el cumplimiento de la ley. Si en la aberración no cae el país entero, si no se han fundido aún todos los plomos, es por la contundente presencia del PP, por la articulación política de la media España que no traga. Está también, como esperanza, una embrionaria izquierda alternativa. Aunque bastantes voces temerosas a la derecha, y una o dos voces estrambóticas a la izquierda, alerten de un peligro para Rajoy. ¿Peligro una izquierda que se toma en serio la Constitución, el Estado de Derecho, la unidad de España, la observancia de la ley?

Cuando se forma un embrión tal, no parece lo más adecuado fulminarlo por cálculo electoral. Lo que está en juego no es exactamente –o no es solamente– el resultado de las generales, sino la viabilidad de España. Entiendo los argumentos de urgencia: hay que ganar las elecciones. Pero es justamente la concentración en lo urgente y el aplazamiento de lo importante lo que nos ha llevado donde estamos.

¿Y dónde estamos? Se extiende la batasunización. Los nacionalismos, excitados por Rodríguez (una oportunidad de oro), multiplican sus ofensivas: referéndum del 2014, soberanismo reforzado de Galeuscat, presiones al Constitucional, amenazas ante una resolución contraria al estatut, etc. Un vocal del CGPJ justifica la quema simbólica del Rey tras inventar un genocidio. Jóvenes envenenados por una larga e impune programación antiespañola piden decapitar al monarca. La policía es instruida para no actuar, aunque presencie amenazas de muerte (siempre que se dirijan al PP). Alcaldes socialistas esconden los símbolos de España. El PSOE considera todo lo anterior "asuntos menores", "hechos aislados" y debates alicortos. Les ocupa otra programación masiva: la educación en los prejuicios progres.

Son sólo los ejemplos más recientes del ataque general al régimen del 78, fenómeno que aquí se viene denunciando desde hace años. En la legislatura los hay por centenares, todos en la misma línea: acoso y deslegitimación de la oposición, aplicación de la ley a conveniencia, imposición ideológica desde los aparatos del Estado.

Quizás debiera pasar lo importante por delante de lo urgente. Para gobernar maniatado por Galeuscat, vale más no gobernar, pues nada de lo que importa podrá salvarse. El ataque contra la Nación, las leyes y su espíritu es masivo, y la cosa pinta mal. Quizá explicando eso con claridad, transmitiendo la gravedad de la situación (y confiando en que lo normal es que embriones constitucionalistas de izquierdas se alimenten de votos de izquierdas), pueda el PP aspirar a una mayoría absoluta. Lo urgente es ahora no engañar, ni engañarse, sobre lo importante.

Juan Carlos Girauta