domingo, 16 de marzo de 2008

Me molesta que se llame José. Por Yauma.

Sí, para que lo voy a negar, me molesta, y en esta opinión coincido con la alta dama, me molesta que tan digno cargo sea ocupado por un nombre simple y acharnegado, José, comparado con el equivalente catalán de sonido dulce y armonioso, Josep, una letra de más, la p de poder, una tilde de menos, un sonido diferente y patriótico frente a la vulgaridad castellana.

Me horrorizo, al pensar en la ilustre dama, en sus quehaceres más íntimos llamando Jorge, al seu home ( a su hombre), sería como romper el misterio mismo de la concepción, una bajada al infierno cuando se espera el paraíso. Un crimen de lesa patria.


No nos desviemos, volvamos al suelo, el hecho objetivo, es que, la cúspide del poder soberano de nuestra amada y desgraciada nación esta ocupado por un Converso, un charnego al fin y al cabo, un don nadie, un espabilado de la política, que ha utilizado y utiliza a sus antiguos paisanos, para disfrutar del poder que por origen y clase social no le corresponde. A veces, en mis pocos momentos de lucidez, pienso que estamos sufriendo una prueba enviada por El Altísimo, a fin de comprobar nuestra fortaleza como pueblo, un castigo divino, por no haber proclamado, a su debido tiempo, durante los treinta años de mandato del Honorable, una moderna monarquía cuatribarrada, y perpetuar en el poder a éste gran señor y a su descendencia, empezando por su inteligente hijo Oriol.

Los errores se pagan, las decisiones importantes hay que tomarlas a tiempo, no valen lamentos después de la tragedia, ni pegar palos en la madriguera una vez que el conejo se ha ido. Hoy nuestra desgracia es José, ¿y mañana? ¿Quizá Mohamed, Kevin, Laila o Giler?. No quiero pensarlo ni como ejercicio teórico. Los emigrantes de ahora no son como los de antes, según sabias palabras de nuestra ex primera dama, tienen otras religiones, no descienden del homo Catalaunicus ( antes pierolapithecus Catalaunicus).

Nuestra única esperanza es profundizar en los estudios sobre esa ciencia del porvenir llamada eugenesia, y aprovechar todos sus recursos prácticos. Tenemos un gran patrimonio, la nostra llengua, perteneciente a la gran familia de las lenguas indoeuropeas, no como esa lengua invasora que nos aplasta, y con ella como instrumento ario retornar a nuestro sagrado origen.

Nacionalismo catalán y lengua . Por José María Fernández Gutiérrez

Las lenguas normalmente han perdido o ganado hablantes según su prestigio social y su utilidad. Así de sencillo. Y las lenguas son de los hablantes, no están ligadas a los territorios ni al monarca. Con la religión hubo aquello de “cuis regio eius religio”, pero fue doctrina que apenas superó los tiempos medievales, aunque con Pujol en Cataluña se sintió la nostalgia del sistema medieval para la religión, pero sobre todo para la lengua y el rey Pujol (o emperador Matocope) puso en práctica, tajante y sin fisuras, el entonces “cuis regio eius lingua”. Ahora, con Bargalló y el tripartito, el asunto se lleva a rajatabla, con multas y con persecuciones. Por eso, en Cataluña, ahora, hablar castellano o español es propio de sarnosos y apestados.

Las lenguas se han desarrollado, en la práctica, mediante una dinámica propia y sólo en épocas modernas, muy modernas, algunos Estados han tomado la decisión política de intervenir en ellas declarándolas lenguas oficiales del Estado. En España, la Constitución republicana de 1931 recoge, por primera vez en la historia, el carácter de oficial del castellano en España y eso porque el proyecto de Estatut catalán declaraba la oficialidad del catalán, con lo que se corría el riesgo de que los hablantes de castellano en Cataluña quedaran privados del derecho de hacerlo. Dicho de otro modo, “la pedrada política” la tiró primero el catalán, o las leyes que permitían imponerlo con exclusividad

Según se cuenta en Lenguas en guerra, de Irene Lozano, Premio Espasa, 2005, hasta en los “años treinta, el ideal romántico, irracional y sentimental que abona los nacionalismos se ve como algo puesto al progreso, la razón, la ilustración y la cultura de la libertad revolucionaria francesa”. Hay, por lo tanto, siglos de historia en los que a los nacionalistas, tipo Bargalló y los taburetes (sólo tres patas), tipo ZP, que los sostienen, se les consideró reaccionarios, cerriles e irracionales.

Vamos, un CAC.

No se olvide que “en la defensa de los idiomas vernáculos podían encontrarse, sobre todo, a reaccionarios locales con una parte de la burguesía, a la Iglesia e incluso a tradicionalistas españolistas que, por acción u omisión, anteponían los principios doctrinarios y la comunidad religiosa a otros factores, como la lengua española. Incluso en época republicana, asume la defensa de lo catalanista un partido como Ezquerra Republicana, que, lejos de cosechar el voto obrero, representa fundamentalmente a pequeños empresarios y comerciantes”, p. 111 de Lenguas en guerra.

Con otro leguaje, que en su origen –y los hechos demuestran que siguen fieles a este origen- los Bargalló, los Puigcercós, los Asaltapiscinas y los taburetes, tipo ZP, que los sostienen, eran -y son- tradicionalistas, doctrinarios, partidarios del aldeanismo y de limitar el mundo a lo que se ve desde el mirador o la torre de la iglesia de su pueblo.

“Los partidarios de la lengua común, generalmente, llegaron a ella por convencimiento de la necesidad de universalizar la educación y fomentar las comunicaciones para avanzar en el desarrollo humano”, p. 111 de Lenguas en guerra. Todo lo anterior es historia contrastada. A partir de aquí, en el asunto de las lenguas, entra la política y los oportunistas: “En enero de 1939, cuando las tropas franquistas desembarcaron en la Ciudad Condal, tampoco fueron mal recibidas por la prensa. El día 27 La Vanguardia reanudó su publicación con el siguiente título a cinco columnas en su portada: “”Barcelona por la España invicta de Franco””, p. 116 de Lenguas en guerra. También, por esas fechas, se difundió la consigna, no especialmente mal aceptada en amplios sectores catalanes, que decía: “Si eres español, habla en español”.

Y no mucho después, Galinsoga, director de La Vanguardia, nombrado por Serrano Suñer para dirigir, sin fisuras ideológicas, el periódico de la burguesía catalana, fue a misa. Era un día de junio de 1959. El cura de la parroquia barcelonesa de Sant Ildefons dirigió a los feligreses su homilía en catalán y tras el “ite, misa est”, Galinsoga se fue a la sacristía a echar la bronca al cura por lo del catalán.

Unos años después, a mi amigo y compañero de estudios, Jaime Rosselló (q.e.p.d.) en Oviedo, tras hablar con su madre, que apenas sabía español, desde un teléfono público, una persona que le esperaba le dijo: “moro, habla en cristiano”.

Estos episodios fueron posibles porque los nacionalistas consiguieron cambiar, como hemos dicho, las lenguas, que en su día servían para comunicarnos las personas, en unas “armas políticas arrojadizas”.

Nacionalismos aldeanos, reaccionarios…
ZP está en manos de los nacionalistas catalanes. Dime con quién andas y te diré quién eres.

Más adelante, ayer y hoy, siglo XXI, Joseph Bargalló se ha propuesto erradicar el castellano o español de Cataluña y persigue inquisitorialmente el idioma común de los españoles. Manda inspectores a la calle para que vigilen a ver si alguien rotula los comercios en catalán, impide que el 50% de la población de Cataluña que habla en castellano, pueda educar a sus hijos en este idioma, obliga a los profesores a utilizar exclusivamente el catalán, pone a los alumnos como espías y delatores de sus profesores, de los profesores que hablan español, se niega a cumplir las sentencias del Tribunal Superior de Justicia que admiten el derecho de los padres a elegir en los primeros años el idioma de la enseñanza de sus hijos. Las multas por el asunto del idioma son moneda corriente. ¿Llegará la cárcel asociada al CAC?

Para Bargalló, del Ebro para abajo, donde se habla español, es territorio fascista.
Para Bargalló, la lengua es propia de la tierra y del gobernante: “cuius regio eius lingua”.
¿Sabe ZP que gentes del Club, clan o partido de Bargalló montaron lo del terrorismo de Terra Lliure y que se mancharon de sangre?
¿Qué es lo que sabe ZP?