domingo, 11 de mayo de 2008

María San Gil abandona la redacción de la ponencia política para el congreso del PP

Nueva brecha en la crisis que viene arrastrando el PP desde el 9-M. María San Gil ha decidido abandonar la redacción de la ponencia política que la formación pensaba presentar al Congreso de junio. En un escueto comunicado, la dirigente popular justifica su decisión en "diferencias de criterio fundamentales". La noticia llega después de conocerse al primer elegido de Rajoy, Esteban González Pons, tras las reiteradas exigencias de miembros de su partido para conocer su equipo.

L D (EFE) Fuentes del PP han indicado que para la dirigente popular se trata de diferencias de criterio "fundamentales". No han concretado, sin embargo, el contenido de las discrepancias que han llevado a María San Gil a tomar tal decisión.

A través de un escueto comunicado, el PP vasco ha puntualizado que la decisión adoptada "no supone renuncia" por parte de la presidenta del PP vasco "a seguir aportando sus puntos de vista para colaborar en la mejor propuesta y estrategia políticas del partido".

María San Gil era una de las personas encargadas, junto a José Manuel Soria y Alicia Sánchez Camacho, de la ponencia política que el PP presentará en su XVI Congreso Nacional, que se celebrará del 20 al 22 de junio en Valencia.

La presidenta de los populares vascos ha hecho pública su decisión de abandonar su redacción en la víspera del día previsto, este mismo lunes, para que los textos de las ponencias Política, Estatutos del partido y Economía que se presentarán en el Congreso del PP estuviesen acabados, antes de abrir un período de enmiendas de quince días.

A la cita congresual del PP únicamente Mariano Rajoy ha anunciado ya su candidatura para ser reelegido líder del Partido Popular.

Libertad Digital

Azaña y Zapatero. Por Luis María Anson

“Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado Español”. Esto es todo lo que concedió la II República a la voracidad del nacionalismo catalán. Azaña se mostró irreductible en educación, artículo 7 del Estatuto: “Garantías recíprocas de convivencia y de igualdad de derechos para profesores y alumnos”, “a las lenguas y a las culturas castellana y catalana”, “siempre con arreglo a lo dispuesto en el artículo 50 de la Constitución”. Ese artículo, el 50 de la Constitución de la II República, exigía el “estudio de la lengua castellana” y que ésta se usara “como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autónomas”.

Ortega y Gasset, con su lucidez clarividente, se enfrentó, a pesar de todas esas cautelas, a Azaña y en su célebre discurso de 13 de mayo de 1932, en el Congreso de los Diputados, acusó al presidente del Gobierno de “increíble ingenuidad” y vaticinó que los partidos nacionalistas devorarían el Estatuto hasta extirpar la idea de España de sus territorios.

“Increíble ingenuidad”. Todo lo que está ocurriendo con el castellano en Cataluña y el País Vasco lo anticipó ya Ortega y Gasset en 1932. El voluntarismo se estrella contra la realidad de los que se han propuesto, con grave perjuicio para vascos y catalanes, extirpar en sus regiones el estudio del castellano, segunda lengua del mundo. Inútil hacerse ilusiones. Zapatero ha inclinado ya la cerviz y no cumplirá ni en el estudio del castellano ni en la bandera lo que exige la Constitución. Necesita los escaños de los partidos nacionalistas vascos y catalanes porque no quiere alinearse con el PP, y el resultado es la interminable caravana de concesiones que anticipó Ortega y Gasset hace 75 años.

El Imparcial - Opinión - 11-05-2008

Rosa Díez en el Congreso

Carod quiere un ejército catalán

El conseller de la Vicepresidència y presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, manifestó ayer que, en el marco de la independencia de Catalunya que reivindica para el año 2014, es partidario de que la Generalitat se dote de unas fuerzas armadas. "Creo que deberíamos tener, no un ejército tradicional, sino una defensa nacional en el marco europeo", señaló en Catalunya Ràdio. El político independentista añadió que Catalunya debería tener un ejército "como tienen todos los países de la Unión Europea". Carod hizo el comentario al hablar de su libro 2014,en el que plantea una "hoja de ruta" para que Catalunya se independice de España ese año con una declaración unilateral del Parlament. Según dijo, la secesión se sometería, o no, a referéndum y se negociaría la ruptura con España. "Y si no se quiere ir de buen rollo - comentó- hay que imponer el derecho internacional". ...
La Vanguardia

10 de mayo de 1933: la quema de libros en la Bebelplatz de Berlín.


Fahrenheit 451 es el título de una novela distópica publicada en 1953 por Ray Bradbury. El título Fahrenheit 451 hace referencia a la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde (233º C).

La historia fue llevada al cine en 1966 por François Truffaut. Su título inspiró además el del documental de Michael Moore Fahrenheit 9/11.

10 de mayo de 1933: la quema de libros en la Bebelplatz de Berlín




Hoy se cumplen 75 años de la quema de libros por los nazis en la Bebelplatz de Berlín, símbolo de la muerte de la razón. Voluntarios de la S.A. (los camisas pardas) y de las Juventudes Hitlerianas, pero también ciudadanos corrientes, destruyeron 20.000 publicaciones de filósofos, científicos, poetas y escritores, considerados peligrosos y antigermánicos. La simbólica operación fue dirigida por Goebbels, ministro de propaganda, mientras proclamaba que "Alemania había comenzado a limpiarse interna y externamente". Muchos de estos autores fueron asesinados, arrestados o tuvieron que exiliarse, como les ocurrió a los 24 premios Nobel de Alemania y Austria que se refugiaron en Estados Unidos. Se cuenta que Sigmund Freud comentó al enterarse: "es un gran progreso con respecto a la Edad Media; ahora queman mis libros, y entonces me hubieran quemado a mí".



El Consejo de Cultura alemán ha decidido dedicar el aniversario al recuerdo de toda una serie de autores que padecieron dicha purga, rescatados por Volker Weidermann, autor de El libro de los libros quemados, quien ha desenterrado a 131 de estos escritores, entre los que aparecen Lion Feuchtwanger, Emil Ludwig, Heinrich Mann, Theodor Plevier, Erich Maria Remarque, Arnold Zweig…, por no recordar a los celebérrimos Heine, Marx, Thomas Mann, Freud o Brecht.



Los motivos para verse incluidos en la lista negra elaborada por el bibliotecario Wolfgang Hermann fueron diversos. Algunos como Zweig fueron condenados por promover el pacifismo; otros por sus tendencias comunistas o socialistas; otros aún, simplemente por cultivar un modernismo revolucionario y librepensador que irritaba a los nazis. Aunque el pecado mayor para acabar en la hoguera consistía en ser judío. Es lo que le sucedió, por ejemplo, a Arthur Holitscher, un modesto escritor de principios de siglo que pasó a la posteridad como el modelo en el que se basó Thomas Mann para componer el grotesco Detlev Spinell, personaje de Tristán.
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Como escribió Philip Roth, todos los escritores cuyos libros fueron quemados por el III Reich fueron dignificados por las llamas. Pero no olvidemos tampoco que, en algunas ciudades españolas, se produjeron actos similares tras la guerra civil, quemas públicas de libros, como en Almería, mi ciudad natal.
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Hoy, la Bebelplatz (antes llamada Opernplatz, su nuevo nombre proviene del líder socialdemócrata August Bebel), junto a la Unter den Linden, ha vuelto a convertirse en uno de los espacios más céntricos y transitados de la ciudad. En ella se encuentra nada menos que la Staatsoper (la Opera estatal, a la izqda. de la foto), la Universidad Humboldt (a la dcha.), la catedral católica, dedicada a Santa Eudivigis (al fondo, a la izqda.), y el elegante Hotel Roma (junto a la catedral). En el centro de la plaza, para que sirva de recuerdo permanente, se halla el monumento a la quema de libros, una losa de cristal a través de la cual es posible apreciar unas estanterías vacías, de un blanco clamoroso; así como una frase premonitoria de 1817 del poeta Heine (cuyo monumento se encuentra muy cerca, junto al edificio de la Humboldt, al otro lado de la avenida) que reza así: "Eso sólo fue el preludio; ahí donde se queman libros, se termina quemando también a las pesonas".


La Nave de los locos