viernes, 20 de junio de 2008

Kraus y el hegemón. Por Hermann Tertsch

KARL Kraus fue ante todo un genio de la lengua, como demuestran su propia prosa y sus análisis de la ajena que muy frecuentemente se convertían en minuciosa y autopsia de autores contemporáneos. Pero Kraus fue también un malhumorado periodista que gozaba sin disimulo de desarrollar nuevas fórmulas para expresar la irritación que le generaban su tiempo, su entorno, sus contemporáneos y, ante todo, sus colegas. Guardo como un pequeño tesoro una corta colección de números originales de su revista Die Fackel, en parte encontrada en la biblioteca de mi padre y aumentada con números comprados a lo largo de años en librerías de viejo en el sexto distrito de Viena. Un ejemplar se lo regalé hace años al periodista español que probablemente mejor conoce y representa el espíritu de Kraus, que es Arcadi Espada.

Kraus era un periodista muy atípico, entre otras muchas cosas porque tenía dinero. Hijo de un rico comerciante judío de Bohemia llegado a la capital de Austria-Hungría en las postrimerías del XIX, se paseó por diversas facultades sin pretender jamás licenciarse, dedicado fundamentalmente a la vida literaria y disipada del café vienés y siempre financiado por negocios familiares de los que jamás se ocupó. Cuando se quemó el Café Griensteidl, templo de la bohemia, se mudó, como Peter Altenberg, Felix Salten, Arthur Schnitzler y otras decenas de escritores, periodistas, borrachos y charlatanes, al Café Central, que, por cierto, pronto sería también guarida para dos buscavidas llamados Trotzky, periodista, y Lenin, revolucionario a plena disposición, que jugaban allí al ajedrez.

Aunque escribió diversos libros notables, especialmente su drama teatral «Los últimos días de la humanidad», Kraus es recordado sobre todo por su obra magna, que sin duda fue «Die Fackel». De publicación irregular hasta la muerte del periodista en 1936, esta revista se convirtió en un éxito sin precedentes que vendía decenas de miles de ejemplares en todo el imperio a un público ávido de conocer las trifulcas intelectuales de la corte y las críticas literarias, teatrales y periodísticas, casi todas salidas de la propia pluma del editor.

Viene al caso Kraus hoy aquí porque el panorama periodístico en el que nos vamos sumiendo lenta pero inexorablemente comienza a parecerse a aquel coro monocorde y cortesano tantas veces denunciado por Die Fackel. Porque nuestro mundo mediático español puede ser muy amplio y lo es cada vez más, pero también en él se han impuesto leyes no escritas que castigan a quienes intenten romper con la corrección política que lleva consigo la aceptación de una supremacía intelectual y moral supuestamente intangible. Hay muchas opiniones diversas sobre acontecimientos y devenires, pero el miedo al conflicto con los guardianes de la «hegemonía de la bondad cortesana», que aquí no se apiña precisamente en torno al Rey, debe saber que será atacado al alimón por una inmensa mayoría de miembros de la profesión, todos dispuestos a demostrar su fidelidad a quienes tienen en sus manos los resortes del principal argumento, que es el empleo. No hace falta estar de acuerdo con estilos y argumentos quizás insufribles para considerar un espanto el espectáculo de toda una profesión aplaudiendo la picota o peor condena a un colega. Todos saben que, de haberse revuelto políticos insultados y vejados sistemáticamente por algunos medios del Gran Hegemón, no se habrían aplicado los criterios que han llevado a la sentencia contra un periodista radiofónico. Y que, en caso de haberse aplicado, la picota parecería una fiesta periodística de esas que presiden varios ministros. Igual que en la Viena fin de siecle.

ABC - Opinión

La selección no quiere a ZP en el partido ante Italia

La mayoría de los jugadores de la selección española (por no decir todos), de los empleados y de los directivos de la Real Federación Española de Fútbol no quiere que José Luis Rodríguez Zapatero acuda el próximo domingo al palco de El Prater de Viena para presenciar el encuentro de cuartos de final. No quieren a ZP frente a Italia. Las razones son varias, pero la que impera no tiene connotaciones ideológicas y no se fundamenta en ninguna lógica: le consideran 'gafe'. Dentro de las supersticiones que predominante entre la gente del fútbol, se ha instalado una por la cual consideran que Zapatero les da mala suerte. Un motivo que puede considerarse peregrino, pero que es lo que sienten en la comitiva de la selección desplazada a la Euro2008. Quienes sí que han asegurado su presencia son el rey Juan Carlos I y la reina Sofía.

Desde la RFEF se maneja, sin embargo, la posibilidad de que el Presidente del Gobierno confirme en las próximas horas su asistencia al partido, así como la de otros altos representantes del Gobierno. El rechazo al presidente viene también avalado en el vestuario por el hecho de que Zapatero no despidió al equipo en España durante los últimos días de concentración, algo que sí hicieron otros, como por ejemplo Esperanza Aguirre, que se acercó hasta el cuartel general de las Rozas, en Madrid, para saludar y desear suerte a la expedición española pocos días antes de que comenzara la aventura europea. La Federación estaba convencida por aquellos días en que ZP iba a acercarse el día 4 de junio hasta Santander para presenciar el último partido de preparación de los chicos de Luis. Se armó bastante ruido, ya que la prueba fue ante la selección de Estados Unidos.

Según fuentes federativas, el presidente del Gobierno dejó pasar la oportunidad, "con tal de no tener que levantarse durante el himno el conjunto norteamericano". Un detalle: los que menos mueca ponen ante la posibilidad de que acuda ZP son los jugadores del Barcelona. Como se recordará, Zapatero, seguidor del conjunto azulgrana, presenció en Londres hace dos años la final de la Liga de Campeones, en la que el Barça obtuvo, frente al Aesenal, la segunda Copa de Europa de su historia. Los jugadores y el resto de la expedición está encantada de que finalmente SS.MM. los Reyes puedan estar en el palco el próximo domingo.

Zapatero sí despidió al equipo nacional de fútbol antes de partir al Mundial de Alemania y en aquella ocasión también provocó malestar entre el grupo de trabajo de la selección porque sólo quiso despedir a los 23 jugadores y a Luis Aragonés y ‘pasó’ del resto de personal que conforma la expedición de la selección española, como ayudantes de Luis, cuerpo médico, delegados y departamento de prensa.

el confidencial

Zp y los Sindicalistas de Salón



Estos individuos "apesebrados" y que tienen un puesto con un sueldo fijo a final de mes, dicen defender a los trabajadores mientras le hacen "la pelota" al poder socialista.

El Canon Digital en La Frase Progre

"El canon digital, que paga el fabricante, no el consumidor, pretende compensar a los autores por los ingresos de dejan de percibir cuando se hace una copia de su obra"

Noticia en El País (Ultimo párrafo)

De todos los delitos contra nuestra propiedad que comete el Estado, el del canon es especialmente sangrante. No solo porque es totalmente injusto, sino porque encima los beneficiarios se cachondean de nosotros, se chulean y muestran esa actitud arrogante de perdonavidas que tanto nos cabrea. Han conseguido que el gobierno nos robe nuestro dinero para dárselo a ellos, y encima parece que tenemos que pedirles perdón.

Y luego está la actitud servil de aquellos que, como los periodistas de El País, aplauden el latrocinio estatal. Dice la noticia que el canon digital "lo paga el fabricante". Bueno, el dinero que ingresa el fabricante sale de algún sitio, y ese sitio es el bolsillo de sus clientes, que somos todos. El canon es un coste añadido que el empresario tratará de repercutir en los clientes en la medida que se lo permita el mercado. El canon de un DVD virgen es de 0.44 céntimos, luego un DVD nunca valdrá menos de esa cantidad, de lo contrario el fabricante perdería dinero con cada DVD que venda, lo cual es poco probable que pase, ya que, a diferencia de los gobiernos, que siempre pueden esquilmar más al contribuyente, los empresarios no tienen un maná infinito de dinero al que agarrarse.

Además, el redactor de la noticia asume que cada descarga supone una pérdida potencial para el "artista". Es falso, porque si por ejemplo un CD vale 15 euros, y se lo descargan por el eMule 300 mil personas, de ningún modo puede asumirse que esas 300 mil personas fueran a comprar el CD si no pudieran descargarlo gratuitamente. Algunos, una minoría, lo comprarían. La gran mayoría no lo comprarán.

Se trata de un robo organizado por el gobierno para sacarles el dinero a todos los ciudadanos, "delincan" o no, para regalárselo a grupos de presión que, oh casualidad, se distinguieron por apoyar la candidatura socialista en las últimas elecciones generales. Es decir, la corrupción del sistema llevada a su máxima expresión. No esperábamos menos de Zapatero y del socialismo.


La Frase Progre