martes, 15 de julio de 2008

La DGT recurre al uso de un casco budista "portador de paz"

Apela a la concentración para disminuir accidentes

La Dirección General de Tráfico (DGT) recurrió hoy al uso de un casco "portador de paz" para motociclistas, "preparado" en el Laboratorio de los Monjes Budistas del Garraf, que apela a la concentración, para disminuir los accidentes en las carreteras

En el marco de la presentación del dispositivo de seguridad junto al 'Manual de conducción de motocicletas', que entre otras cosas recomienda la concentración antes de subir a este vehículo, el director de la DGT, Pere Navarro, explicó que se necesita "un poco de ayuda de la filosofía oriental para el manejo de la moto".

En ese contexto, hace algunos meses, los monjes decidieron estudiar en su laboratorio las cifras de motociclistas muertos en carretera. "Constatamos que con simples cambios de actitud y una mayor atención a las actividades diarias, cada una de nuestras acciones deja de ser algo mecánico para convertirse en experiencias trascendentes", afirmó el Lama Jamyang Tashi Dorje Rinpoché.

Una empresa comercializará el casco y el manual desde la próxima semana. Ambos fueron avalados por profesionales del motor como los corredores Pablo Nieto, Efren Vázquez y Rusell Gómez. Asimismo, la presidente de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico, María Eugenia Domenech se mostró "agradecida" por la iniciativa.

Según explicaron los budistas, se trata de un casco del mismo material que cualquier otro, sólo que lleva los colores que representan a esta religión: rojo y azafrán, además de una mantra o símbolo "portador de paz". El Lama, sin embargo, aclaró que los monjes budistas no venden cascos, sino que les dotan "de un valor añadido"

Europa Press

El granizado resiste, por ahora.


A pesar de los vaticinios de que este verano el Océano Artico se iba ya a quedar sin hielo, como si eso fuese un fenómeno horrendo y sin igual, por ahora su extensión es bastante mayor que la del año pasado por estas fechas. Así que los catastrofistas estarán esperando que aparezca ya de una vez por el Atlántico algún ciclón tropical asesino. Pero este verano, como el pasado y el anterior, están fallando.

Pongo arriba superpuestas las gráficas de extensión de la banquisa de hielo ártica desde el año 2002 hasta el 2008 y a día de hoy (au jour d'aujourd'hui, monsieur sarkozy), en rojo.

Este verano, a diferencia del anterior, está haciendo mal tiempo en la parte siberiana del Artico. Muchas nubes y poca insolación. Y no se derrite. En el mar de Laptev hay bastante más hielo del normal. No sé si continuará así. No apuesto nada.

Lo que sí es seguro es que, acabado el verano, ido el Sol, el Artico, en la oscuridad, se volverá a congelar.

co2