sábado, 18 de octubre de 2008

Miles de policías y guardias civiles se manifiestan en Madrid

Libertad Digital: Más de 25.000 agentes se manifiestan en Madrid pese a las presiones de Interior
Pese a las amenazas del ministerio de Rubalcaba, miles de policías y guardias civiles se han echado a la calle para demandar "dignidad económica y profesional". "No han hecho mella las presiones", han destacado los sindicatos, aunque los directivos de uno de los colectivos, la Unión de Oficiales de la Benemérita, hayan decidido no asistir. Insisten en que denunciarán las presiones de Interior en los tribunales. Algunos autobuses que llevaban participantes a la marcha han sido retenidos a la entrada a la capital.
El Mundo: Cientos de guardias civiles desafían al Gobierno en una protesta multitudinaria
  • Las presiones del Gobierno sólo nos han animado más', declaró un dirigente sindical
  • Los Oficiales de la Guardia Civil no asistieron para evitar el 'chantaje' del Gobierno
  • Los guardias exigen que no les amenacen con 'dejar sin comer' a sus familias
  • Reclaman la equiparación salarial con las policías autonómicas y locales
  • Acusan a Rubalcaba y Zapatero de mentirosos por no cumplir sus promesas
"Las presiones del Gobierno para que no nos manifestemos sólo nos han animado más, han servido de acicate". Así de desafiante se mostró el secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Alberto Moya, durante la manifestación de policías y guardias civiles convocada por los sindicatos para reivindicar un aumento salarial.

La Junta Directiva de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, asociación que reúne a mandos del Instituto armado, decidió no asistir a la manifestación para evitar ser "rehenes" del Ministerio del Interior, ha amenazado con expedientes y sanciones.

El País: Miles de policías y guardias civiles se manifiestan en Madrid
Ambos colectivos solicitan mejoras laborales para equipararse a los agentes municipales y autonómicos.- Agentes de la Guardia Civil asisten a la marcha pese a las "amenazas" de Interior

Los sindicatos policiales han cifrado en 25.000 el número de asistentes a la manifestación que durante este mediodía ha transcurrido por las calles de Madrid, en demanda de "dignidad económica y profesional" para los miembros del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. Fuentes del Ministerio del Interior, sin embargo, han indicado que su primera estimación está en torno a los 7.000 manifestantes. Además, desde Interior aseguran que la tercera parte de estos asistentes no son miembros de ninguno de los dos cuerpos.

La Razón: Multitudinaria manifestación de policías y guardias civiles en Madrid
Miles de policías y guardias civiles toman Madrid pese a las amenazas de expulsión por parte de Interior. La protesta que había comenzado como una reivindicación salarial, se ha convertido en una exigencia «de respeto» al trabajo de los agentes de seguridad del Estado por parte del actual Gobierno. Miles de policías y guardias civiles han asistido hoy a la manifestación convocada por las calles de Madrid bajo el lema "por la dignidad económica y profesional" para ambos cuerpos a pesar de las advertencias de sanciones que pesan sobre los agentes de la Guardia Civil que han decidido asistir a la protesta.

ABC: Policías y guardias civiles se manifiestan por su «dignidad económica y profesional»
Miles de policías y guardias civiles se manifiestan hoy por el centro de Madrid para exigir subidas salariales que les equiparen, de una vez por todas, con los agentes de la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra o los policías municipales.Esta manifestación se produce en medio de un enconado conflicto con el Ministerio del Interior, tras un verano salpicado de huelgas de celo, contestadas por el Gobierno con destituciones de agentes y limitación del ejercicio sindical.

El portavoz de la Unidad de Acción Sindical de la policía, José Angel Fuentes Gago, explicó minutos antes del inicio de la manifestación que aunque la protesta había comenzado como una reivindicación salarial, se ha convertido finalmente en una exigencia "de respeto" al trabajo de los agentes de seguridad del Estado por parte del actual Gobierno.

Gasol, en EEUU: "La mayoría de los catalanes quieren formar parte de España"

El jugador de Los Ángeles Lakers y líder indiscutible de la selección española de baloncesto, Pau Gasol, explicó en la web de su equipo que “la mayoría de la población catalana quiere formar parte de España”. Al ser preguntado por la cuestión nacionalista, Gasol dijo que “algunos quieren ser independientes porque tenemos nuestra propia lengua y, por así decirlo, porque tenemos nuestra pequeña cultura, pero somos parte de España".

En una entrevista publicada en la página web de Los Ángeles Lakers, el periodista californiano se mostró muy interesado por conocer la opinión de Gasol sobre la cuestión nacionalista en Cataluña, y el jugador español no eludió las preguntas como es habitual en los deportistas de elite.

"La cultura catalana es una cuestión histórica; la mayoría de la población quiere formar parte de España, pero algunos quieren ser independientes porque tenemos nuestra propia lengua y, por así decirlo, porque tenemos nuestra pequeña cultura, pero somos parte de España", comentó. "Es un tema muy sensible que viene de la Guerra Civil y de los problemas de aquel tiempo, pero la situación ha mejorado", agregó Gasol. "Yo me considero catalán, pero también español", recalcó.

A los comentarios realizados por el locutor Mike Trudell, en los que se sorprendía por el hecho de que algunos catalanes no quisieran apoyar a la selección española en torneos internacionales, Gasol dijo: "Hay que conocer bien la historia de nuestro país para comprender los problemas". "Si no se conoce lo que ocurrió es difícil que la gente comprenda en qué ha derivado todo aquello 30 años después", concluyó.

El ala-pívot español de los Lakers dijo que su deseo es volver a las filas del Barcelona una vez que concluya su etapa en la NBA. "Va a ser una experiencia única", dijo el internacional español en alusión al partido que este sábado enfrentará en el Staples Center al Regal Barcelona, antiguo equipo de Gasol, frente a su actual conjunto, los Lakers. "Hay que agradecer a la NBA y a la FIBA el haberlo hecho posible", dijo Gasol. "Va a ser un partido especial porque es mi antiguo equipo, donde crecí y a donde me gustaría volver cuando mi carrera en la NBA haya acabado, así que debería ser divertido", aseguró.

El número 16 de la franquicia californiana aseguró que volver al Barcelona ha sido siempre su deseo. "Estaría bien acabar mi carrera donde la comencé", manifestó. En el partido de este sábado Gasol se verá las caras con Juan Carlos Navarro, su compañero en la selección española y gran amigo. "Con él es con quien comparto habitación en las concentraciones de la selección, es mi mejor amigo y estoy deseando verle", declaró Gasol, finalista de la NBA la temporada pasada.

El jugador aprovechó la ocasión para alabar Barcelona, la ciudad donde nació hace 28 años. Primero recordó los Juegos Olímpicos de 1992: "Me inspiraron, fue algo impresionante, y ver aquel Dream Team, cómo se comportaron sus jugadores en la pista y cómo jugaron... fue impresionante e inspiró a mucha gente", comentó.

Pero también habló de la ciudad en sí: "Es increíble, tiene mucho que ofrecer; lo tiene todo, mar, la montaña cerca, la cultura, la arquitectura, todo tipo de arte... lo tienes todo sin ser una ciudad demasiado congestionada, como muchas otras grandes ciudades del mundo en las que he estado", explicó.

Libertad Digital

De La Habana a Minsk. Por Hermann Tertsch

La Unión Europea ha decidido cambiar su política hacia Bielorrusia, hoy el único país abiertamente neoestalinista de Europa. El único, al menos de momento. Ya veremos lo que nos depara el futuro. En todo caso, los 27 decidieron ayer suspender de inmediato las sanciones impuestas al régimen de Lukashenko. Habían sido impuestas como respuesta a la bárbara represión de la oposición, los fraudes sistemáticos en las elecciones y la desaparición de intelectuales disidentes. La vergüenza que les da a algunos miembros de la comunidad europea esta decisión queda en evidencia por el hecho de una salvedad. Entre las medidas que se levantan está la prohibición de entrada en territorio de la UE a una larga serie de dirigentes del régimen, entre ellos al propio presidente. La decisión tomada excluye de su «amnistía» a cinco miembros del entorno presidencial por su implicación directa en crímenes de estado.

No crean que han cambiado las cosas en Bielorrusia. El régimen lo dirige el mismo sátrapa, sus cómplices son los mismos y las pasadas elecciones en septiembre fueron un miserable sarcasmo. Pero tenían los partidarios de esta medida, tendente a tratar a la dictadura como un país «normal», un argumento imbatible. Se trata del agravio comparativo que suponía mantener las sanciones a Minsk cuando se le han levantado por presión incansable de España a La Habana. Todos los interesados en negociar con el régimen criminal de Lukashenko han ejercido presión con esta razón tan poderosa. Y se han impuesto. Con razón. El régimen bielorruso, incómodo por su dependencia total de un Moscú cada vez más decidido a exigir sumisión absoluta, decidió lanzarles a las democracias europeas gestos de benevolencia. Liberó hace dos meses a decenas de presos políticos asegurando que eran todos los que se pudrían en sus cárceles, cuestión harto discutible pero difícil de refutar. La represión no ha variado un ápice, el terror es generalizado, luego las cárceles pueden llenarse cuando Lukashenko quiera. Pero sus valedores en Europa tenían ya el magnífico argumento de que Cuba no ha hecho nada parecido para conseguir el levantamiento de las sanciones de la UE. Tienen razón.
Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, llegaba a Madrid pletórico y dejaba claro que venía a España y después va a París a recoger el premio a la obstinación totalitaria y a la resistencia a todas las presiones democratizadoras. Gracias al Gobierno español, la dictadura cubana será tratada por la UE como una democracia latinoamericana más. Pérez Roque desmentía con desprecio mal disimulado todas las afirmaciones del Gobierno español de que en sus encuentros negocian contrapartidas en materia de derechos humanos. «Los presos en Cuba no están en la agenda». Minsk y La Habana, dos países decentes, gracias al entusiasmo español, digno de mejor causa. El único éxito en política exterior de este Gobierno no es ya sólo un motivo de vergüenza para los españoles. Su triste mensaje mina la siempre indiscutida superioridad moral de las democracias europeas en el Este de Europa.

ABC - Opinión