domingo, 26 de octubre de 2008

"La marginación del español es el ariete con el que los nacionalistas dividen la nación"

LOS SOCIALISTAS NO ASISTIERON AL ACTO DE DENAES

Convocadas por DENAES, ciudadanos y agrupaciones cívicas han celebrado este sábado en Madrid un acto en defensa de la libertad lingüística. Santiago Abascal lamentó en su discurso el papel que en el proceso de "marginación" del español están teniendo los partidos nacionales, "demasiadas veces maniatados por los nacionalistas". No asistió ni PSOE ni IU pero sí Ciudadanos, UPyD y PP, cuyo representante, Alfonso Alonso, recibió algunos abucheos.

Abascal lamentó en su discurso la "cerrazón" y el "aldeanismo" de los nacionalistas, que "ven todos los males en la nación española", y ha recordado que "no podemos permitir" que lo que se construyó en el pasado "se venga abajo por la acción de los nacionalismos".

El presidente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española consideró que la estrategia de los partidos separatistas está penetrando en las instituciones públicas, esencialmente las autonómicas, con la "inestimable ayuda" del sistema electoral español y con unos partidos nacionales –sin citar de forma directa a PSOE y PP– "demasiadas veces maniatados por los nacionalistas".

"Esta penetración ha infectado incluso a los propios partidos nacionales, en mayor o menor grado, con mayor o menor culpabilidad", recalcó el presidente de Denaes en la presentación de la jornada El Español en España.

Abascal indicó que la "amenaza nacionalista" está teniendo sus efectos y alertó sobre el incremento de su peligro y de las consecuencias de la "marginación" del español. Así, el parlamentario popular recordó que en ciertas regiones españolas con lenguas distintas al español se "conculcan derechos elementales de los ciudadanos" y la "marginación" del español es ahora el "ariete con el que partidos secesionistas pretenden dividir la Nación".

Además, denunció el papel que las principales formaciones políticas de nuestro país están teniendo en ese proceso. En su opinión, la estrategia de los partidos separatistas está penetrando en las instituciones públicas, esencialmente las autonómicas, con la "inestimable ayuda" del sistema electoral español y con unos partidos nacionales "demasiadas veces maniatados por los nacionalistas".

"Esta penetración ha infectado incluso a los propios partidos nacionales, en mayor o menor grado, con mayor o menor culpabilidad", recalcó el presidente de Denaes, para quien "la amenaza nacionalista es solvente, está teniendo efectos y su peligro se acrecienta en la misma medida en que importantes instituciones de la Nación niegan o relativizan la amenaza".

La "crueldad" de las imposiciones lingüísticas

Por su parte, el consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, tachó de "crueldad" que en ciertas regiones los inmigrantes, tanto castellanohablantes como no, "tengan que aprender otra lengua con la excusa de la integración" y recordó que el español lo hablan cerca de 500 millones de personas en todo el mundo.

El diputado popular, Alfonso Alonso, aseguró que su partido mantiene el compromiso de garantizar la igualdad de los españoles, en el sentido de que todos los ciudadanos tienen derecho a utilizar y estudiar en castellano. En su intervención, Alonso, que ha sido interrumpido por las voces de algunos de los presentes que pedían que se marchase, ha considerado que "es importante trabajar dentro del ámbito de los partidos políticos para seguir defendiendo la coherencia de la aplicación de nuestros principios e ideas".

Desde UPyD, Elvira García ha destacado que "se ha sustituido el bilingüismo por el monolingüismo, y ha señalado que es preciso reconducir el bilingüismo", por lo que ha considerado esencial la actuación de los partidos mayoritarios. Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Jordi Cañas, ha asegurado que "el objetivo de los nacionalistas no es otro que conseguir la independencia y desmembrar España", y ha apelado también a la responsabilidad del PP y del PSOE.

Desde la Plataforma vasca por la libertad de elección lingüística, Pablo Gay Pobes, ha señalado que el presidente del Gobierno está haciendo el "ridículo al negar la evidencia" de lo que ocurre con el español, y ha asegurado que "esos 'modistillos' que son los nacionalistas están engañando a Zapatero con el dinero de todos". Francisco Caja, de la plataforma catalana Convivencia Cívica, dijo que "basta ya de ceder al chantaje de los nacionalistas", y se ha preguntado si es democrático un gobierno que excluye de las escuelas al castellano.

El director de informativos de la Cadena Cope, Ignacio Villa, que ha conducido la jornada, ha insistido una y otra vez en que el de este sábado no era "un acto contra nada ni contra nadie", ya que sólo pretenden reivindicar la "libertad, la constitución y el español". Entre los intelectuales que han intervenido, Amando de Miguel, ha reseñado que "el intento por erradicar el español en algunas regiones es baldío, y ha insistido en la idea de que "la pretensión de los nacionalistas no es sólo la de imponer sus otras lenguas, sino la de erradicar la lengua española y desmembrar a España, lo que es imposible".

Libertad Digital

A lo hecho, pecho. Por Emilio Campmany

«Señores, españoles todos, a lo hecho, pecho. Nos dimos el gustazo de hacerle la higa a Bush y ahora toca cargar con las consecuencias. Y habrá que hacerlo con la cabeza bien alta y no reptando ante el embajador norteamericano.»

¿Es esto España? ¿Es posible que los españoles, siempre divididos, siempre enfrentados, incapaces de estar de acuerdo en nada, desde la organización del Estado hasta cómo tomar el café, lo estemos hoy en algo tan poco decoroso como arrodillarnos a pedir que nos inviten a una cumbre donde los demás no nos quieren?

Será posible que tengamos que ver como el Rey (¡el rey de España!) suplica a un presidente del Brasil (¡del Brasil!) que nos recomiende a Bush. Será verdad que la mayor parte de la prensa y el principal partido de la oposición están de acuerdo con que Zapatero se arrastre, humillándose él y humillándonos a nosotros, para que le inviten a ese guateque donde, por lo que sea, que esa es otra, no nos quieren. Un par de botones de muestra: "Meritoria ofensiva de Zapatero" (El Mundo), "España no puede faltar" (El País). Y como el PP está ahora pa’ ayudar, según la feliz expresión de Rajoy, pues hale, a unirse al cortejo de suplicantes.

Llevamos unos años en que nos sepultan las pruebas de nuestra propia decadencia: los niños pasan de curso con cuatro asignaturas suspendidas; en partes de España no se puede estudiar el bachillerato en español; se encarcela a los conductores mientras se negocia con terroristas; se excarcelan a narcos y pederastas mientras se abre juicio a Franco. Sólo nos quedaba por ver a Zapatero, a Rajoy y a buena parte de la elite política, empresarial y mediática suplicar ante el mundo que nos dejen asistir a una maldita reunión. Quizá, prometiendo que no hablaremos más que cuando se nos pregunte y que no interrumpiremos a las personas mayores, terminen por invitarnos.

¿A qué viene esta falta de decoro? ¿A qué este humillante lloriqueo? ¿No estábamos todos de acuerdo en que Aznar se equivocó al dejarse fotografiar en las Azores? ¿No fue un error ir a la guerra de Irak? Cuando Zapatero se llevó las tropas de allí, ¿no cumplió con la voluntad de la gran mayoría de españoles? ¿No lo elegimos, entre otras cosas, porque compartimos con él su antiamericanismo? Pues señores, españoles todos, a lo hecho, pecho. Nos dimos el gustazo de hacerle la higa a Bush y ahora toca cargar con las consecuencias. Y habrá que hacerlo con la cabeza bien alta y no reptando ante el embajador norteamericano u obligando al Rey a que se arrodille ante nadie.

Por otra parte, si imploramos, si suplicamos ser invitados, ocurra lo que ocurra, será malo para nosotros. Si la invitación no llega, porque nos habremos humillado inútilmente. Y si lo hace, porque todos nos tratarán como lo que somos, invitados de piedra, gorrones indeseados, los que se colaron a última hora. Sólo falta que, una vez allí, cuando Zapatero, ingenuo él, pretenda hacerse con un blini cubierto de caviar, el camarero le dé un manotazo ladrándole: "¡quieto güey! que esto es para los señores".
Todos, Zapatero, el PSOE, El Mundo, El País y la misma cúpula actual del PP han puesto pingando a Aznar por arrimarse a Bush. Y ahora que Zapatero nos ha desarrimado, entre los aplausos de unos y la indiferencia de otros, se ponen a suplicar que el yanqui nos deje ir a su fiesta. Son todos unos lloricas.

Libertad Digital - Opinión

Zapatero no cuenta. PorIgnacio Villa

«Han sido cuatro años en los que la política exterior se ha convertido en un tema marginal y durante los que, para más inri, se ha ninguneado a países y Gobiernos aliados. Zapateros sólo está recogiendo lo que él mismo ha cultivado.» Zapatero está ofreciendo estos días una imagen lamentable con su obsesión por estar en la Cumbre de Washington. Estaría muy bien que España pudiera asistir a este tipo de foros internacionales; de hecho, pocos discuten que España debería estar representada tal y como se merece en las instituciones internacionales. Pero desde luego esto nada tiene que ver con esta triste escenificación a la que estamos asistiendo.

Zapatero, de tanto arrastrarse, se ha convertido en un ridículo internacional, como si de un presidente tercermundista se tratara. Un Gobierno europeo, que en principio tiene un peso exterior reconocido, no se ir arrodillarse públicamente de esta manera tan lastimera. Existen otras fórmulas para conseguir el objetivo que Zapatero persigue y que no pasan por humillarse públicamente. Si bien hay que reconocer que en esta ocasión es bastante complicado por la actitud despectiva que ha mantenido el presidente del Gobierno hacia Estados Unidos durante la anterior legislatura.

Han sido cuatro años en los que la política exterior se ha convertido en un tema marginal y durante los que, para más inri, se ha ninguneado a países y Gobiernos aliados (dejando nuestra imagen por los suelos). Zapatero, por consiguiente, sólo está recogiendo lo que él mismo ha cultivado.
Se trata de una situación difícilmente reversible para el actual Ejecutivo. Todas las gestiones que ha venido realizando el Gobierno para asistir a la Cumbre han caído en saco roto. Se trata de un desprestigio que tardará mucho tiempo en repararse cuando quizá ya sea demasiado tarde para nuestro país.

Libertad Digital - Opinión