sábado, 1 de noviembre de 2008

Una organización privada fiscalizará y presionará a los empresarios que ‘agredan’ a la lengua catalana

Cuatro entidades nacionalistas han creado la ‘Xarxa de consumidors amb llengua’ con el objetivo de realizar campañas de ‘envío individualizado y masivo de correos electrónicos’ a diferentes empresas como ‘respuesta rápida y constante’ ante sus ‘agresiones’ a la lengua catalana.

El comunicado fundacional señala: ‘Es cierto que cada vez más empresas e instituciones usan el catalán, pero hemos de convenir que estamos todavía muy lejos de los mínimos necesarios. Con demasiada frecuencia, la utilización del catalán por parte de nuestros conciudadanos requiere de una reiterada y combativa voluntad‘.

Y añaden: ‘Los comerciantes son gente muy sensible a la opinión de su clientela y, por tanto, nuestros mensajes les han de hacer girar hacia la catalanización si reciben muchos’.

La organización asegura contar con más de 5.000 colaboradores que serán informados de las direcciones electrónicas de empresas o de particulares a los que protestar o alabar ’su actitud con la lengua [catalana]’.

La ‘Xarxa’ tiene por objetivo ‘catalanizar sobre todo’: etiquetaje, locales comerciales (bares, restaurantes, farmacias, grandes superficies…), folletos publicitarios buzoneados, emisoras privadas de televisión, diarios gratuitos…

Destaca entre sus objetivos, ’sobre todo, velar por el uso oral de la lengua [catalana] entre el personal de los grandes centros comerciales que tengan trato con el público, especialmente cajeros y cajeras’.

También tienen previsto fiscalizar ‘los servicios asistenciales, sobre todo de la gente mayor que se muere hablando en castellano a manos de asistentes/as extrajeros/as‘.

La organización se autodefine como una ‘herramienta de lucha’ y es patrocinada por cuatro entidades: Som deu milions, La crida del segle XXI, Amics de la llengua catalana, y Els casals dels Països Catalans.

lavozdebarcelona.com

Cordón sanitario. Por Ignacio Camacho

TIENE razón Puigcercós: para hablar de ERC hay que protegerse con un cordón -con erre, no es errata- sanitario. Más que nada por no contaminarse de la miseria moral que impregna la atmósfera política alrededor de estos independentistas-caviar tan aficionados a la limpieza étnica del disidente. Salpican ruindad, y no hablo del coche tuneado o de ese trinquecillo de dietas que parece haberles escocido; hablo del café de Carod Rovira con Josu Ternera, por el que en Estados Unidos le habrían acusado de alta traición ante un Gran Jurado; hablo de las algaradas fascistas contra dirigentes del PP; hablo de las noches de cristales rotos y efigies quemadas en hogueras de odio; hablo del acoso a medios y periodistas incluso de su propia cuerda; hablo de altos funcionarios pringados con aceite de extorsión -a alguno de los cuales han colocado... ¡en la oficina antifraude!-; hablo del campo de concentración lingüístico contra los padres castellanohablantes, hablo del desprecio arrogante y estúpido a los diferentes, sean camareros inmigrantes -¿verdad, Carod?- o jornaleros extremeños. Hablo de xenofobia mezquina, de una enajenación filonazi, de un delirio de intolerancia y exclusión. Trae para acá el cordón, Puigcercós, que me lo pongo yo, y añade de paso una mascarilla que preserve del hedor de toda esa basura.

Y luego, si quieres, seguimos hablando de dinero, de qué otra cosa podría ser tratándose de vosotros. Del dinero que os estáis llevando del presupuesto ése que nunca os parece bastante. Llevando para vosotros, para el bolsillo, para la buchaca. No, no voy a decir eso de que lo pagamos todos los españoles, aunque sea verdad; es que estáis estafando moralmente a los catalanes, y lo que os jode es que quede al descubierto este tinglado de hipocresía y doble rasero. Ya no cuela el victimismo de limusina con reposapiés. No cuelan los sospechosos dietarios de viaje, no cuelan los parientes colocados en las embajadillas ésas del extranjero, no cuelan los fondos de reptiles -es una frase hecha, hombre, no llames todavía al abogado- de las campañas sobre el nacionalismo obligatorio. No cuelan las prebendas sectarias de clientelismo barato, ni la inflación de cargos ni la brigada político-social con que inspeccionáis a quienes no cumplen vuestros dicterios totalitarios. No cuela ya ni en vuestro propio ámbito el despilfarro con ese descaro tan desvergonzado, con esa deshonesta naturalidad sans façon, como si el pedigrí identitario y victimista que os habéis inventado os otorgase un derecho de pernada.
De modo que sí, Puigcercós, acepto la profilaxis para no contagiarme de vuestra poca vergüenza. Pero mira, repara una cosa: cada vez somos más a un lado de la cinta y cada vez sois menos en el otro. Piénsalo; igual algo no lo estáis haciendo bien. Y, eso sí, el cordón no me lo vayas a cobrar.

ABC - Opinión

Nacionalismo lingüístico. Por Amando de Miguel

«La decisión de la Generalidad de Cataluña no es más que el último episodio de la secular política proteccionista a favor de los productos catalanes y vascos que han practicado todos los Gobiernos que ha habido en España desde finales del siglo XIX».

Emilio Castellote comenta la reciente decisión de la Generalidad de Cataluña de subvencionar a Eroski–Caprabo para que puedan rebajar en sus tiendas los productos catalanes. Dado que existe una reacción de muchos consumidores contra los productos fabricados en Cataluña, muchas marcas ocultan en el envase que el origen está en Cataluña. Incluso se llega a presentar como "marca blanca" la que en realidad es fabricada en Cataluña. Mi impresión es que la decisión de la Generalidad de Cataluña no es más que el último episodio de la secular política proteccionista a favor de los productos catalanes y vascos que han practicado todos los Gobiernos que ha habido en España desde finales del siglo XIX. Ahora es proteccionismo con intervencionismo. No es casualidad que esa intervención se dirija a favorecer una alianza vasco–catalana nacionalista como es la representada por Eroski–Caprabo. Qué interesante es saber que eroskería en vasco quiere decir "soborno". Sin llegar a tanto, toda política intervencionista y proteccionista suele redundar en el beneficio privado a costa del erario.

Luis Argüello me cuenta el suceso de un cliente suyo, quien se personó en el Ayuntamiento de Barcelona. El hombre se dirigió en castellano a un funcionario de atención al público, pero este le contestó en catalán. No hubo forma de hacer entender al funcionario de que, por favor, le hablara en castellano, pues el solicitante no entendía el catalán. Supongo que algún libertario nacionalista (perdón por el oxímoron) argüirá que esa filosofía es falsa. Sería más auténtico y gallardo que ese hipotético nacionalista dijera que la historia debe de ser cierta porque así es como deben ser las cosas.

Josep Basi recuerda, atónito, un debate en un programa de Cataluña Radio cuyo tema era para traducir "arroba", la de los correos electrónicos, con la finalidad de no tener que depender del castellano. Ya es obsesión, piensa don Josep y pienso yo también. Añado que tampoco es para ponerse así. En catalán la "arroba" como unidad de peso y de capacidad siempre ha sido "arrova". Después de todo, ambas voces proceden del árabe hispano, arrub. No creo que haya ninguna dificultad en utilizar arrova en el mismo sentido que arroba para referirse al correo electrónico.

David Cuevas Sarrión (Valencia) sostiene la peregrina teoría de que en la península Ibérica había tradicionalmente tres lenguas: el portugués, el valenciano y el castellano. De ellas derivaron otras romances, como el gallego, el bable, el barceloní o el mallorquín. Supongo que una teoría así va a levantar muchas interpretaciones del mundo que no tienen por qué ser las canónicas.

Fátima Pellico Gómez arguye que la norma de decir en castellano Lleida o Girona (con la G a la catalana) en todo caso será un deseo pero no una obligación. "Cada uno es libre de hablar como estime". Hasta cierto punto, redarguyo. Operan mucho las convenciones. Lo chusco del caso es que el Parlamento español ha dictaminado por unanimidad que, en castellano, debe decirse Lleida o Girona (con la G a la catalana). Es una decisión perfectamente estúpida.

A propósito de lo de Lleida, Emilio Luengo Campos aduce que estudió en Schweizerischen Eidgenossenschaft, una escuela suiza, que no hay por qué decirlo así en castellano. Por lo mismo no hay por qué referirse a Sainkt Pietersburg o a la Rossiya Fiederatsia, cuando sencillamente decimos San Petesburgo o la Federación Rusa.

Libertad Digital - Opinión

La vida que vale. Por Hermann Tertsch

Asustan menos los que se mesan el cabello por su fanática hostilidad a convicciones ajenas que los que piden perdón por las propias. Llegaremos al punto en que todos tengamos que pedir clemencia al más matón por tener una idea, una creencia o amor a algún valor. Confieso que trato con gente contraria al aborto. Y con muchísimos que no son partidarios de la eutanasia. Les preocupa que algún oscuro gremio de bata blanca decida cuando un anciano debe dejar libre una cama en el hospital y pasar a la morgue.

Y en deriva insana hacia malas compañías tengo también familiares, amigos y conocidos que, trayéndoles al pairo la vida conyugal ajena, están convencidos de que la utilización del término «matrimonio» para la unión legal de homosexuales fue una provocación de Zapatero y su tropa a los católicos españoles. Espero que nadie me de una paliza por ello. No nos venga la nueva inquisición con su milonga de la homofobia. Porque eso es lo que profesan y practican los amigos del presidente en el régimen cubano o en la Alianza de las Civilizaciones que ahorca a los homosexuales en grúas industriales.

El gentucismo se ha lanzado a degüello contra toda opinión discrepante. Vale. Da más desazón que quienes desde posiciones que se quieren erigir en alternativa a esta desgracia del matonismo se dejen atropellar. Nadie me acusará de meapilas sin caer en el ridículo. Como decía J.J. Armas Marcelo aquí, en su preciosa columna «Dios», dudamos todos los días, carentes de certeza, pero con la muerte presente. Pero muchos españoles no nos vamos a dejar intimidar, avergonzar y avasallar sin respuesta. Este país ha sufrido por muchas causas. Las principales son la soberbia y la mentira. Vuelven a estar de moda. Al parecer gozan de hegemonía. Pienso que vivir bien es resistirse a esas miserias. Y que vivir mal no vale la pena.

ABC - Opinión