lunes, 31 de agosto de 2009

"Eta es una banda paramafiosa, que trafica con cocaína". Por Roberto Saviano

El autor de "Gomorra", Roberto Saviano, ha dicho este lunes que ETA es una banda "paramafiosa, que trafica con cocaína" para financiarse, aunque ha asegurado que esto es "algo que no quiere mostrar", porque al considerarse una organización "moralista", la droga "es un pecado y algo inmoral".

Saviano, que esta semana imparte un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha explicado a los periodistas que esta "idea" la ha obtenido de una investigación del departamento antimafia de la Policía italiana en los años noventa, que relaciona a ETA con los clanes mafiosos (Genovesi) de la provincia de Avelino.

En una conferencia de prensa en italiano, con traducción al español, el escritor, que vive escoltado desde 2006 por estar amenazado por la Camorra napolitana, ha explicado que ETA obtiene la droga de las FARC colombianas "para conseguir, a cambio, apoyo y armas de la Camorra italiana".

"Cuando cuento estas cosas aquí en España, no encuentro una referencia", ha añadido Saviano, quien ha insistido en que en España se "tiende a no creer" la relación de ETA con el narcotráfico porque la banda terrorista "se plantea como una organización moralista y ella no acepta, evidentemente, traficar con droga".

Para Saviano, la relación entre la mafia y ETA es "un filón a descubrir", de cara a conocer cómo se financia la organización terrorista para controlar "un territorio". "Es algo que ETA no quiere demostrar y eso es una característica que comparte con las organizaciones mafiosas. Para ellas es un pecado relacionarse con la droga, porque es algo inmoral, pero trafican con ella", ha aseverado.

Pero ha aclarado que esta banda terrorista no es la única que "actúa como una organización mafiosa y se justifica como una organización política", ya que ha asegurado que lo mismo pasa en Afganistán con los talibanes.

De hecho, en su intervención en el curso, ha apostillado que los talibanes son "simples traficantes de droga", que utilizan la ley islámica "para motivar que Afganistán está sometido totalmente al cultivo del opio", aunque ha considerado "increíble" que en Occidente cuando se habla de los talibanes "nadie hable de droga".

En el curso, Roberto Saviano ha rechazado que ETA sea como la mafia, ya que al contrario que las bandas del denominado Sistema, la organización terrorista vasca "trabaja siempre muy mal". "No tienen consenso, matan a pequeños policías, matan a inocentes. Aunque actúan como una mafia no son una mafia, no existe otro grupo que le pueda asesinar y actuar de otra forma", ha aclarado.

El escritor se ha referido, también, al blanqueo de dinero de la mafia italiana en España, que ha asegurado que ha "infectado" el país, aunque ha opinado que la Policía española aún no se está ocupando de este asunto. "El día en que en España la Policía se dé cuenta de que el país está totalmente infectado por este lavado de dinero será un mal día", ha afirmado Saviano, que ha estado acompañado en todo momento, y en todos los lugares del Palacio de la Magdalena, sede de la UIMP, por cuatro personas de seguridad.

Roberto Saviano ha asegurado que la idea sobre la cantidad de dinero que blanquea la mafia en España se puede obtener del hecho de que en diez años han sido detenidos en el país diez jefes de esta organización.

Aunque, además, ha denunciado que hay más mafiosos rusos e italianos que "están huidos de la Justicia" y viven sin problemas y con normalidad en España, pero que parecen no ser un problema porque "no han hecho ningún daño aparente".

"Cuando decidan matar, España actuará de forma más contundente contra ellos y se conocerá hasta qué punto las organizaciones mafiosas están presentes en este país", ha advertido.


El Imparcial



Primeros resultados, por Yauma.

En infinidad de proyectos, sean de investigación, científicos, técnicos, sociales y, en general sobre cuestiones de interés común, lo más difícil es obtener unos primeros resultados positivos, sino óptimos, al menos indicativos de que, se está trabajando en la buena dirección y, en fecha no excesivamente lejana se recogerán los frutos de una labor a la que, se le ha dedicado tiempo, dinero, ilusiones y, por supuesto trabajo interminable.


Normalmente se trata de una acción callada, de día a día, en busca de una supuesta meta fijada previamente.

Cuando una idea transita por los enlaces y receptores sinápticos cerebrales, no siempre se le ocurre a una persona aislada. Las acciones de los seres humanos, pese a no estar ya regidas por irresistibles instintos hereditarios, salvo en lo relativo a temas íntimamente ligados al amor patriótico cuatribarrado, se repiten con tan asombrosa regularidad que creemos que resulta licito, sin forzar la nota, admitir la hipótesis de una lenta pero constante formación, en los seres humanos, de un nuevo tipo de instinto supongamos que sociocultural, sería la palabra adecuada, el cual, inducido por variantes adquiridas de tropismos repetitivos, y siempre que responda a idénticos estímulos, haría que la idea que a uno se le ha ocurrido necesariamente se le tenga que ocurrir a otro.

Este tipo de cosas, aunque parezca imposible, también ocurren en el mundo de la política. Concretamente en el noble mundo de la política aplicada al justo ejercicio de la práctica del poder, a través de la acción de gobierno cotidiana y en sus aspectos más elaborados enfocados al sublime camino de hacer país (fer país) según frase inconmensurable del Gran Honorable.

Fer país, no solamente consiste en propagar nuestras ideas sobre la doctrina política del nationalsozialismus, que también. Nuestro sagrado patriotismo cuatribarrado como todas las religiones es una cuestión de fe, no sé si también de esperanza y caridad, la aceptación de lo que suponemos verdadero pero que no admite demostración filosófica o científica. El amor patriótico resulta en algunos aspectos comparable al amor divino, mucho más espiritual que el amor platónico, y tan reconfortante como el amor carnal para un verdadero patriota.

Todas las religiones describen a Dios recurriendo a la metáfora, a la alegoría y a la exageración, tanto en el antiguo Egipto, como en las clases de catequesis de las iglesias, o en los sermones patrióticos del Gran Honorable, y nosotros no queremos ni podemos cambiar este patrón definitorio. Fer país, requiere obtener resultados acordes con la enorme energía utilizada, y gastada, por un pueblo expectante, participativo noble y generoso en su entrega.

Las metáforas ayudan a nuestra mente a procesar lo improcesable. Los cristianos más devotos se creen literalmente que Cristo caminó sobre las aguas, que convirtió el agua en vino y que nació de una Virgen. Análogamente los patriotas cuatribarrados más puros y honestos nos creemos a pies juntillas que, Catalunya como nación política es milenaria, una nación con uno de los Estados más antiguos de Europa, ni Italia ni Alemania existían como las conocemos hoy, cuando la nostra nació ya tenía Estado propio. Los orígenes de Cataluña hay que buscarlos entre los primeros pobladores del continente europeo. Razas procedentes de Asia, fundamentalmente arias, se fundieron literalmente con los descendientes de los neandertales y cromañones, habitantes originarios de nuestro país, que ya poseían una organización política muy parecida a la actual Generalitat, con un president y unos consellers tan dinámicos y patriotas como los de ahora.

Cualquier duda al respeto queda disipada de inmediato si se analiza con cierto cuidado al patriota cuatribarrado medio, caracterizado por un colodrillo agudo propio del hombre de Cromagnon, emparentado por esta parte directamente con los patriotas vascongados.

Catalunya es una nación de formación natural, no como otra cercana, odiada y teratogénica.

¡Resultados! Resultados, son los que pide el patriota cuatribarrado. No alucinaciones nocturnas, sean de la carne, sean del espíritu, alucinaciones que se disipan en el éter con las primeras claridades del día, esas que reordenan el mundo y lo recolocan en su órbita de siempre.

Pues bien, podemos sentirnos orgullosos, se empiezan a obtener resultados en un campo tan complicado como el de las relaciones internacionales, resultados modestos todo hay que decirlo, pero firmes, en un tema tan sensible para nuestro movimiento como es la internalización del conflicto cuatribarrado.

Un caso reciente en el que el gran público solamente ha podido observar la parte externa, la evidente, ha sido el trabajo callado y permanente de uno de los departamentos, siempre criticado, bien por sus gastos supuestamente excesivos, bien por las declaraciones del señor ministro plenipotenciario de asuntos exteriores, personalidad, por otra parte, muy pagada de sí misma.

Alguien con mentalidad ingenua puede pensar que el incidente del himno nacional español en los Campos Elíseos durante la celebración del triunfo de Contador, fue un hecho accidental fruto del azar, un error humano cometido posiblemente por el último mono del escalafón de mando, el pinchadiscos de turno. Pero nada más lejos de la verdad. Disponemos de información fiable, de primera mano, de que, el hecho fue programado con la mayor meticulosidad hasta el mínimo detalle.

El himno nacional de Dinamarca con el que nos amenizaron los franceses sustituyendo al español (¡ay! La que hubieran montado los gabachos si en España se confunde la marsellesa con el himno nacional de Noruega por ejemplo) no sonó por casualidad, como la famosa flauta. Un proceso complicado de política exterior cuatribarrada manejado desde la sede de la concellería, dio lugar al aparente malentendido.

Nuestro vice president y ministro plenipotenciario de asuntos exteriores, llevaba mucho tiempo dedicado a este tema, no como otro, al cual no quiero ni nombrar, que se va a Gibraltar para hacerles la pelota a los súbditos de su graciosa Majestad Británica, pasando antes a descansar, por algún tranquilo lugar del Norte de África, cuando no a rendirle pleitesía al bananero Chávez o al compañero Fidel, siguiendo las directrices del marmolillo de su jefe.

Bien, decíamos que, nuestro amado vicepresident, por medio de una importante cantidad de dinero, entregada a un oscuro funcionario francés, ha sido el artífice de que, el himno español no sonara en Paris, (desde que barrunta que Madrid tiene altas posibilidades de ser sede olímpica, no descansa, buscando siempre la oportunidad del desprestigio y ridículo internacional de todo lo español). La idea inicial era que el himno interpretado fuera el de Burundi o el de la república islámica del Yemen, países ambos, cuya organización política resulta comparable al régimen zapateriano imperante en España.

También se pensó en Birmania donde se eterniza la dictadura, pero finalmente se desechó, no fuera que se nos acusara de hacerle el juego al PP, puesto que los responsables de ese partido últimamente se están desmadrando un pelín cuando un dirigente como Arenas, afirma sin tapujos, refiriéndose a los sociatas que, “sólo en las dictaduras se persigue a la oposición con fiscales y policías”.

Como es sabido, el himno que se escuchó fue el de Dinamarca, país moderno, adelantado, el ideal europeo durante mucho tiempo, solar natural de la reina Gertrude y de su hijo y amante Hamlet, según la inmortal obra de Shakespeare.
El funcionario francés se negó en redondo a utilizar el himno de Burundi o del Yemen, en cambio, la confusión con Dinamarca, los españoles no se la tomarían a mal, para ellos sería como un ascenso en la escala de consideraciones internacionales, y él, salvaría el culo y ganaría un dinero importante, tan necesario en estos tiempos de crisis, incluso para los funcionarios del Estado francés.

No hace falta resaltar el extraordinario ejercicio de desagravio realizado en Madrid por la presidenta de la comunidad la señora Aguirre, ante un coro de seguidores del corredor ciclista, la señora Esperanza, en persona, improvisó sobre la marcha una interpretación del himno nacional español propia de la famosa banda del Empastre. Con música de cuerda vocal sonó el tachán-tachán tarareado con alegría y fantasía interpretativa. ¡Quedó monísimo!

Parece ser que el asunto del himno ocurrió a espaldas de Sarkozy, ingresado en un hospital por haber sufrido una lipotimia mientras practicaba deporte, la hiperactividad del presidente francés, los cincuenta y tantos tacos, y, la compañera sentimental con la que debe cumplir puntualmente, no conocemos la frecuencia, están causando estragos en el dinámico mandatario.

Nada más lejos de nosotros cualquier veleidad, presente o futura, de arrojar sobre la vida de esta singular pareja el menor atisbo de chisme capaz de ocasionar algún factor de perturbación psicológica o conyugal tan perverso como el que menciona la prensa sobre unas declaraciones de la señora Carla Bruni, que ha convencido a Sarkozy, que no está para grandes esfuerzos tal como hemos mencionado antes, que se ponga en manos de una entrenadora personal para trabajar los músculos del perineo, espacio que media entre el ano y las partes sexuales, a fin de mejorar la vida sexual del presidente.

Un compañero de partido y ideología cuatribarrada me ha comentado recientemente que, los masajes se los pueden dar a Sarkozy en el pirineo francés, aragonés o andorrano, pero en el pirineo catalán ni lo sueñe. ¡Hasta ahí podíamos llegar!


yauma



domingo, 30 de agosto de 2009

No me pises, que llevo chanclas. Por Arturo Pérez-Reverte

Se me iban a pasar los calores sin mencionar la indumentaria, en ese añejo intercambio ritual entre colegas y suplementos dominicales que Javier Marías, donde suele, y yo aquí, acostumbramos cada verano. Ya saben: lorzas sudorosas a la vista y restregándose contigo en la calle Sierpes, pantorrillas peludas a tu lado en el asiento del AVE, fulanos quitándose las pelotillas de los pies en el museo del Prado, y otros horrores estacionales de esta España convertida en inmenso chiringuito playero.


Pero hasta las costumbres desaparecen, incluidas las propias. El mundo se derrumba, y nosotros etcétera. O ni eso, ya. Lo cierto es que no pensaba mentar la ropa este año. Hace tiempo que lo del indumento guarro es batalla perdida –o ganada, según el punto de vista–, y tampoco va a ser cosa de enrocarse contra lo que no tiene remedio, para que encima te llamen cabrón reaccionario con pintas, o esa socorrida y polivalente palabra que ahora todo cristo, desde la ignorancia redonda de su origen y significado –qué más da, a estas alturas de la feria– utiliza igual para un roto que para un descosido: facha, o fascista. Como el niño de Galapagar al que, hace poco, otros niños molieron a golpes porque llevaba un polo y un pantalón largo en vez de, por ejemplo, calzón pirata y camiseta. Llamándolo, claro, facha.

Pero a lo que iba. Decía que este año no iba a ocuparme del indumento, pero me lo acaban de poner a huevo. Con una de arena y otra de cal. La primera tuvo lugar donde menos lo esperaba: en el restaurante Quatre Gats de Barcelona. Es un viejo local que me gusta mucho, en el casco antiguo de la ciudad, donde en otro tiempo iban pintores y otros artistas, Picasso incluido. La comida es agradable y el servicio muy correcto. Ni siquiera la afluencia de turistas, que ahora son clientela principal, consigue cargarse el encanto del sitio. O, para ser exactos, no lo había conseguido hasta ahora. Porque hace pocos días, mientras cenaba allí de chaqueta y sin corbata –un piano al fondo, gente de apariencia educada, indumentaria veraniega pero correcta en torno a las mesas– aparecieron, precedidos por un obsequioso maître, cuatro guiris que podrían llegar directamente de una playa: sudorosos, bañadores caídos, chanclas y camisetas de tirantes de ésas holgadas, que dejan el sobaco y su floresta bien a la vista. Esto, en el centro de Barcelona y a las diez de la noche. Y a esos cuatro guarros, que entraron tan campantes y sin complejos, el sonriente maître les asignó una mesa en el centro del local, para que lo hermosearan a tope. Como lo más natural del mundo, por supuesto. Clientes, a fin de cuentas. Gente que paga. Para qué nos vamos a poner estrechos, con la que cae. Miró luego al soslayo el encargado, fuese, y no hubo nada. Entre otras cosas, lo confieso, tampoco hubo petición de cuenta y largarse en el acto por mi parte, por dos razones: la primera es que la mesa de aquellos cuatro pavos me quedaba soportablemente lejos; y la segunda, que todos eran gays. Uno, además, completamente negro –subsahariano afroamericano, oí decir el otro día a una señora en la radio, en delicioso anuncio de lo que nos espera–. Así que pueden imaginarse lo mío. Ni parpadeé, siquiera. Se me habría interpretado mal: no creo que ese cabrón del Reverte se vaya sólo por las chanclas, etcétera. Elitismo enchaquetado, homofobia y racismo en una sola noche. Bingo. Así que me quedé sentado, sin rechistar, prisionero de lo políticamente correcto mientras despachaba mis manitas de cerdo en salsa de cigalas. Que estaban riquísimas, por cierto. Qué remedio.

La otra, la de cal, la dio en un local de comida rápida de un puerto playero mediterráneo, hace tres semanas, una camarera gordita y fatigada. Liquidaba yo en mi mesa una hamburguesa con patatas fritas cuando entraron dos anglosajones grandotes y colorados de sol, descalzos y con sólo el bañador puesto. De ésos que ya van ciegos a las cuatro de la tarde, y cuando salen al extranjero no hacen el menor esfuerzo por hablar otra lengua que no sea la suya. Antes de que abrieran la boca, la chica les dijo que allí no se servía a gente sin la camiseta puesta. «Nou anderstán», respondió uno de aquellos gambas, haciéndose el sueco aunque el hijoputa era inglés. Y entonces la chica se tocó su blusa, bien sudada tras una durísima jornada de brega laboral y dijo: «Sin camiseta, no comida, y puerta». Y el guiri que no comprendía comprendió perfectamente, y los dos se pusieron las camisetas. Y yo, mientras consideraba la conveniencia de saltar el mostrador y darle un beso, smuac, a la gallarda heroína hamburguesera, pensé que, guiris o de aquí, todo es aquello a lo que los acostumbras. Lo que tragues, o no, a cambio de un euro más en la caja. O de tu disposición a levantarte de un sitio donde comes, si no te gusta la compañía, y a no volver más, si llega el caso. A fin de cuentas, algunos tienen los turistas, los clientes y los vecinos de mesa de restaurante que se merecen.

lunes, 17 de agosto de 2009

Entrevista a Monserrat Nebrera Por Salvador Sostres

Es la política más sexy de Cataluña. Mezcla con naturalidad inquietante frivolidad y profundidad, provocación y trascendencia. Después de esta entrevista es más bien poco probable que continúe el Partido Popular.

Frívola.

Esto lo dicen porque no me leen.

Sólo se estima usted misma.

Lo que más me importa del mundo son mis hijos.

Madre, Madrona.

Me he metido en la política para ellos.Para ver qué podía hacer para mejorar todo esto.

Su partido natural es Convergencia.

Excepto de Iniciativa, me lo han dicho de todos.

Usted sabe perfectamente que el castellano no está perseguido en Cataluña.

Más que perseguido, está institucionalmente obviado.


Los padres no eligen en ningún lugar en qué lengua se educan sus hijos, y en cambio en Cataluña resulta que somos unos nazis.

Es un problema sentimental mal resuelto en una comunidad bilingüe.

Cataluña es una nación.

El Barça es una nación. Y a estas alturas Cataluña parece más bien un club. Pero esto puede cambiar.

Con la independencia.

Para empezar, debería haber unos niveles de alfabetización y de competencia por debajo de los cuales no se pudiera presidir la Generalitat ni ninguna institución pública.

Quinquis del Baix.

Quinquis de la política.

En un referéndum por la libertad de Cataluña votaría que sí.

Evidentemente. Quien no está a favor de la libertad?

Si Cataluña ya fuera independiente, Rajoy ya sería presidente.


Sí, pero de una comunidad que ya no sería España.

Rajoy no sabe qué es Cataluña.

Y la gran pregunta es si realmente le importa saberlo.

El PP es anticatalán.

Se han cometido muchos errores y el error principal es tratar a todos igual cuando es evidente y una fortuna que no somos iguales. Es necesario un sistema federal asimétrico que reconozca la diferencia y la aportación de todos.

Si hubiera ganado las primarias le habrían hecho lo mismo que a Josep Borrell.

Ganando por poco tal vez me hubiese liquidado; perdiendo poco muchos catalanes hemos ganado una esperanza.

El PP no es de derecha.

En lo esencial, no: y la derecha es un concepto a reivindicar. Yo digo liberalconservadorisme, no provoca tanto rechazo.

De hecho, ya nadie es de derecha!

La derecha es la libertad y el orden.

Nadie defendió la jornada de 65 horas.

Siempre he trabajado sin horarios pero haciendo más horas que un reloj.

Usted hace vacaciones.

Por mis hijos. Antes no había hecho nunca. Las vacaciones son para gente que odia su trabajo.

Todo el mundo quiere borrar a Dios de la política.

La verdadera política se hace en relación con la trascendencia. Todo el mundo sabe que hay un misterio aunque lo niegue.

Somos un Estado laico.

La religión no debe ser el centro de la política, ha de ser la inspiración. El pacto humano es el reflejo del pacto fundamental que hace la naturaleza humana con la divina, es el reconocimiento de lo que somos, de lo sagrado que transportamos.

El divorcio es una conquista social.

El divorcio es el reconocimiento que en cierto tipo de contrato no se sanciona el incumplimiento.

Abortar es libertad

La cultura de la muerte es la principal manifestación del declive de una civilización.

El capitalismo ha muerto.

Está en la UCI por un pecado colectivo de avaricia colectiva, pero esto no niega su bondad ni su inapel labilidad. La usura es un delito, pero la ambición, no.

Ya buscaré trabajo cuando se me acabe el paro.

La usura es pecado pero la barra también.

Moral funcionaria.

Es indecente el miedo de gastar los que saben que no perderán nunca el trabajo.Son unos insolidarios. Gastar en tiempos de crisis es solidaridad y no el Tercer Mundo. La crisis no es económica, es moral.


La socialdemocracia es la solución.


La socialdemocracia es un niño que lo tiene todo y no conoce el precio de nada.

El Estado debe volver a intervenir.

Lo que hay son pocos delitos y castigos ejemplares. Mucha libertad y una ley implacablemente justa. No te vigilaremos las bragas, pero te pudrirás en la cárcel si eres un pederasta.

Toda persona tiene derecho a una segunda oportunidad.

No todo el mundo la merece. Y, en cualquier caso, que pasen unos años.

Mucha, mucha policía.

Mucho, mucho sentido común. Debemos volver al sentido común. No es lo mismo conducir a 82 km / h que ir a 200 y matar a 8 personas.

Prevención.

Responsabilidad. Si queremos ser una sociedad verdaderamente libre tenemos que aprender a ser responsables. La libertad es tener interiorizado que debemos conducir con prudencia y no jugar al gato y la rata con los radares. Las sociedades tuteladas son muy infantiles.

AVUI

domingo, 16 de agosto de 2009

Precipitada e innecesaria, El País

La aprobación de la TDT de pago por trámite de urgencia es un ejemplo del más rancio clientelismo El Consejo de Ministros aprobó ayer de urgencia el decreto ley que regula la Televisión Digital Terrestre de pago. La decisión se adoptó pese al dictamen del Consejo de Estado, órgano consultivo del Ejecutivo, que considera que la reforma vulnera la legislación de contratos con la Administración, es precipitada y no responde al interés general. El Consejo de Estado afirma que un cambio semejante requiere el escrutinio del Parlamento, un plazo razonable y la posibilidad de introducir enmiendas.

El Ejecutivo, ante tan contundente objeción, decidió a última hora sustituir la fórmula de real decreto por la de decreto ley, que implica la ulterior convalidación parlamentaria pero que se reserva a situaciones de urgencia y contra la que no cabe recurso. Utilizar un trámite excepcional para una cuestión sobre la que no existe demanda social remite a los peores usos autoritarios e intervencionistas y deja sin capacidad de defensa jurídica a quienes se puedan sentir perjudicados.


¿Cuál es la urgencia, en pleno agosto y en un Consejo de Ministros dedicado a la crisis? Sólo una: satisfacer los intereses de un grupo de amigos. Tampoco se han tenido en cuenta las quejas de parte del sector audiovisual (entre ellas las de Sogecable, del Grupo PRISA, editor de EL PAÍS), que ve cómo un improvisado cambio parcial puede afectar al equilibrio del conjunto en plena crisis. Es, pues, una decisión escandalosa y abusiva. El decreto ley introduce más desorden, si cabe, en un panorama necesitado de una ley que ordene lo que el capricho de sucesivos Gobiernos ha ido destrozando. Cabía la esperanza de que el PSOE mostrara mejor criterio que la derecha. Sin embargo, esta aprobación atropellada, promovida por Industria, supone un paso atrás sólo atribuible a las presiones de algún grupo de comunicación y de los fabricantes de aparatos descodificadores. El Gobierno de Zapatero ha preferido atender el interés de unos pocos en un ejemplo de rancio clientelismo.

La TDT de pago dinamizará el modelo de televisión, pero sólo si se establece en el marco de la Ley General Audiovisual. Así lo dice el Consejo de Estado. Es irresponsable introducir cambios semejantes en un momento en el que el sector audiovisual, como otros, sufre las consecuencias de la crisis. Argumenta el Gobierno que la TDT de pago aumentará los contenidos, dinamizará la tecnología digital y traerá un río de millones a todos sus actores. No es cierto, al menos en la actualidad. Resulta ridículo pensar que la simple existencia en breve de un canal de pago despertará el entusiasmo de la audiencia, sobre todo si se tiene en cuenta que ese canal emitirá partidos de fútbol, o sea, lo mismo que ahora ofrecen otras televisiones de pago. Ni aumenta la demanda ni se crean valores adicionales.



El País