martes, 20 de enero de 2009

El equipo de Obama cambia la web de la Casa Blanca minutos después de la toma de posesión


El equipo del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cambió la página web de la Casa Blanca minutos después de la toma de posesión celebrada este mediodía (hora local) en Washington, fijándose como objetivos ofrecer "comunicación, transparencia y participación".

Bajo el título de 'El cambio ha llegado a la Casa Blanca', el director de Nuevos Medios de Comunicación, Macon Phillips, da la bienvenida a los internautas y se presenta como "una de las personas que estará contribuyendo al blog".

"Hace poco, Barack Obama ha jurado como presidente 44 de Estados Unidos y su nueva Administración ha nacido oficialmente. Uno de los primeros cambios es la nueva página web de la Casa Blanca, que servirá como un lugar para que el presidente y su Administración se conecten al resto de la nación y al mundo", señala Phillips.


En la declaración, recuerda que "millones de americanos han impulsado el viaje del presidente Obama a la Casa Blanca, muchos tomando ventaja de Internet para jugar un papel en la configuración del futuro de nuestro país". "WhiteHouse.gov (la dirección web de la Casa Blanca) es sólo el comienzo de los esfuerzos de la nueva Administración para extender y profundizar su compromiso online", añade.

De este modo, Phillips expone que las prioridades de la nueva página web serán la "comunicación", para abrir canales de conexión entre la Casa Blanca y los ciudadanos; la "transparencia", con el objetivo de ofrecer información de forma abierta; y la "participación", para fomentar la colaboración de los internautas, ya que la red "juega un importante papel en ello".

Así pues, la Casa Blanca invita a los ciudadanos a comunicarse a través de la web "si tienen una idea", y asegura que la nueva Administración seguirá trabajando para ofrecer nuevos contenidos en la recién estrenada página.

La Razón

Discurso íntegro del presidente Obama en su toma de posesión

«Queridos conciudadanos:

He venido hoy aquí con una actitud modesta frente a la labor que tenemos por delante, agradecido por la confianza que habéis depositado en mí y consciente de los sacrificios que hicieron nuestros antepasados. Quiero dar las gracias al presidente Bush por su servicio a nuestra nación, así como por la generosidad y la cooperación de las que ha hecho gala a lo largo de esta transición.

Cuarenta y cuatro estadounidenses han jurado ya la presidencia. Estas palabras se han pronunciado con vientos favorables de prosperidad y mares de paz en calma. No obstante, de vez en cuando este juramento se ha prestado entre nubes de tormenta y tempestades embravecidas. En esos momentos, Estados Unidos ha seguido adelante no sólo por la habilidad o las ideas de los que estaban en la presidencia, sino porque Nosotros, El Pueblo, nos hemos mantenido fieles a los ideales de nuestros ancestros y a nuestros documentos fundacionales.


Así ha sido y así ha de ser con esta generación de estadounidenses.

Ya ha quedado claro que estamos en medio de una crisis. Nuestra nación está en guerra contra una red de violencia y de odio muy extendida. Nuestra economía está muy debilitada, como consecuencia de la avaricia y de la irresponsabilidad de algunos, pero también de nuestro fracaso colectivo por no haber tomado decisiones difíciles ni preparado al país para una nueva era. Hay gente que ha perdido su casa; empleos que han desaparecido; negocios que se han ido a pique. Nuestra atención médica es demasiado cara; nuestros colegios han fallado a demasiados; y cada día hay más pruebas de que las formas que tenemos de utilizar la energía fortalecen a nuestros adversarios y amenazan a nuestro planeta.

Éstos son indicadores de la crisis, sujetos a datos y a estadísticas. Menos mensurable, pero no menos profunda, es la pérdida de confianza que está viviendo nuestro país: un miedo acuciante a que el declive de Estados Unidos sea inevitable y de que la próxima generación tenga que reducir sus expectativas.

Hoy os digo que los retos a los que nos enfrentamos son reales. Son graves y son muchos. No los vamos a poder superar fácilmente ni en un corto periodo de tiempo. Pero quiero que Estados Unidos sepa algo: vamos a superarlos.

En este día nos reunimos porque hemos elegido la esperanza por encima del miedo, la unidad de propósito por encima del conflicto y la discordia.

En este día queremos proclamar el fin de los agravios insignificantes y de las falsas promesas, de las recriminaciones y de los dogmas anticuados, que llevan demasiado tiempo estrangulando nuestra política.

Seguimos siendo una nación joven, pero como dicen las Escrituras, ha llegado la hora de dejar a un lado los infantilismos. Ha llegado la hora de reafirmar nuestro espíritu resistente; de elegir nuestra mejor historia; de impulsar ese preciado don, esa noble idea, que ha ido pasando de generación en generación: la promesa hecha por Dios de que todos somos iguales, de que todos somos libres y de que todos nos merecemos la oportunidad de perseguir al máximo nuestra felicidad.

Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, comprendemos que la grandeza nunca es algo regalado. Hay que ganársela. Nuestro viaje nunca se ha caracterizado por los atajos o por el conformarnos con poco. No ha sido un camino para pusilánimes, para los que prefieren el ocio al trabajo o los que buscan sólo los placeres de las riquezas y de la fama. Han sido más bien los que corren riesgos, los emprendedores, los que hacen cosas - algunos alabados por ello, pero la mayoría de las veces hombres y mujeres cuya labor ha pasado desapercibida – lo que nos han guiado por el largo y arduo camino hacia la prosperidad y la libertad.

Por nosotros se echaron al hombro sus pocas posesiones terrenales y surcaron océanos en busca de una nueva vida.

Por nosotros trabajaron en fábricas donde se explotaba a los trabajadores y poblaron Occidente, aguantaron el azote de los látigos y araron la dura tierra.

Por nosotros combatieron y murieron, en lugares como Concord y Gettysburg, Normandía y Khe Sahn.

Una y otra vez, estos hombres y mujeres se esforzaron y se sacrificaron y trabajaron hasta despellejarse las manos para que nosotros pudiéramos tener una vida mejor.

Para ellos Estados Unidos era mayor que la suma de nuestras ambiciones individuales; mayor que todas las diferencias de nacimiento o de riqueza o de ideología.

Es un viaje que proseguimos hoy. Seguimos siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando empezó la crisis. Nuestras mentes no son menos inventivas, nuestras mercancías y nuestros servicios no son menos necesarios que la semana pasada, el mes pasado o el año pasado. Nuestra capacidad sigue intacta. Pero el tiempo de adherirnos firmemente a nuestras creencias, de proteger intereses limitados y de retrasar las decisiones desagradables, ese tiempo ciertamente ha pasado. A partir de hoy, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo, y reanudar el trabajo de rehacer Estados Unidos.

Porque miremos adonde miremos, hay trabajo por hacer. La situación de la economía exige acción, audaz y rápida, y actuaremos; no sólo para crear nuevos puestos de trabajo, sino también para establecer nuevas bases para el crecimiento.

Construiremos carreteras y puentes, redes eléctricas y líneas digitales, que alimentarán nuestro comercio y nos mantendrán unidos. Devolveremos la ciencia al lugar que le corresponde, y aprovecharemos las maravillas tecnológicas para aumentar la calidad de la atención sanitaria y reducir su coste. Aprovecharemos el sol, los vientos y el suelo para impulsar nuestros coches y poner en funcionamiento nuestras fábricas. Y transformaremos nuestros colegios, institutos y universidades para que cubran las necesidades de una nueva era. Todo esto podemos hacerlo. Y lo haremos.

Ahora bien, hay quienes cuestionan la escala de nuestras ambiciones, que insinúan que nuestro sistema no soportará demasiados planes grandiosos. Tienen poca memoria. Porque han olvidado lo que este país ya ha hecho; lo que los hombres y las mujeres libres pueden conseguir cuando la imaginación se une al propósito común, y la necesidad a la valentía.

Lo que los escépticos no entienden es que el terreno que pisan ha cambiado; que las discusiones políticas trasnochadas que durante tanto tiempo nos han consumido ya no son válidas. La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro Gobierno es demasiado grande o demasiado pequeño, sino si funciona; si ayuda a las familias a encontrar trabajos con un sueldo decente, atención sanitaria que puedan pagar, una jubilación digna. Allí donde la respuesta sea sí, nuestra intención es avanzar. Cuando la respuesta sea no, los programas cesarán. Y quienes administramos los dólares de los ciudadanos deberemos rendir cuentas – gastar con prudencia, reformar los malos hábitos, y hacer nuestros trabajo a la luz del día – porque sólo entonces podremos restaurar la confianza vital entre los ciudadanos y su Gobierno.

La cuestión tampoco es si el mercado es una fuerza para bien o para mal. Aunque su poder para generar riqueza y aumentar la libertad es incomparable, la presente crisis nos ha recordado que, sin un ojo que lo vigile, el mercado puede descontrolarse, y que una nación no puede prosperar por mucho tiempo amparando únicamente a los favorecidos. El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no sólo del tamaño de nuestro Producto Interior Bruto, sino también del alcance de nuestra prosperidad; de nuestra habilidad para ofrecer oportunidades a toda persona dispuesta, no por caridad, sino porque es el camino más seguro para lograr el bien común.

En cuanto a la defensa común, rechazamos por su falsedad el hecho de que tengamos que elegir entre nuestra seguridad y nuestros ideales. Nuestros Padres Fundadores, enfrentados a peligros que a duras penas alcanzamos a imaginar, redactaron una carta para garantizar el imperio de la ley y los derechos del hombre, una carta alargada con la sangre de generaciones. Esos ideales siguen iluminando el mundo y, por nuestro propio bien, no renunciaremos a ellos. Por eso les digo a todos los pueblos y gobiernos que hoy tienen la mirada puesta en nosotros, desde las grandes capitales hasta el pequeño pueblo que vio nacer a mi padre: sabed que Estados Unidos es amigo de toda nación y de todo hombre, mujer y niño que busque un futuro de paz y dignidad, y que estamos dispuestos a tomar la iniciativa una vez más.

Recordad que generaciones anteriores se enfrentaron al fascismo y al comunismo no sólo con misiles y tanques, sino con sólidas alianzas y convicciones imperecederas. Entendieron que nuestro poder no puede protegernos por sí solo, y que tampoco nos autoriza a hacer lo que nos plazca. Por el contrario, sabían que nuestro poder crece cuando se usa de forma prudente; nuestra seguridad emana de la justicia de nuestra causa, la fuerza de nuestro ejemplo, las cualidades moderadoras de la humildad y la moderación.

Somos los guardianes de este legado. Guiados por esos principios una vez más, podemos responder a las nuevas amenazas que exigen incluso un mayor esfuerzo, incluso una mayor cooperación y comprensión entre naciones. Empezaremos a dejar responsablemente Irak a su pueblo, y a forjar una paz duramente ganada en Afganistán. Con viejos amigos y antiguos enemigos, trabajaremos sin descanso para disminuir la amenaza nuclear y hacer que retroceda el fantasma del calentamiento global. No vamos a disculparnos por nuestra forma de vida ni dudaremos en defenderla, y a aquellos que pretenden alcanzar sus objetivos infundiendo terror y masacrando a inocentes les decimos desde ahora que nuestro espíritu es más fuerte y que no puede quebrantarse; que no durarán más que nosotros, y que les derrotaremos.

Porque sabemos que nuestro legado como mosaico de culturas es un punto fuerte, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, de judíos e hindúes, y de no creyentes. Estamos moldeados por todas las lenguas y culturas, sacadas de todos los rincones de esta Tierra; y como hemos probado la amarga bazofia de la guerra civil y de la segregación, y hemos emergido de ese tenebroso capítulo más fuertes y unidos, no podemos evitar creer que los viejos odios pasarán algún día; que las líneas tribales pronto se disolverán; que a medida que el mundo se vuelve más pequeño, nuestra humanidad común se dejará ver; y que Estados Unidos debe desempeñar su papel como guía en una nueva era de paz.

Al mundo musulmán le decimos que buscamos un nuevo camino hacia delante basado en el interés y el respeto mutuos. A esos líderes que hay por todo el mundo que pretenden sembrar el conflicto o culpar a Occidente de los males de sus sociedades, sabed que vuestro pueblo os juzgará por lo que podáis construir, no por lo que destruyáis. A aquellos que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y el silenciamiento de la disensión, sabed que estáis en el lado equivocado de la historia, pero que os echaremos una mano si estáis dispuestos a aflojar el puño.

A la gente de las naciones pobres, nos comprometemos a trabajar con vosotros para hacer que vuestras granjas prosperen y permitir que fluya el agua limpia; para nutrir los cuerpos que se mueren de inanición y alimentar las mentes hambrientas. Y a aquellas naciones como la nuestra que disfrutan de una relativa abundancia, les decimos que no podemos seguir permitiéndonos la indiferencia hacia el sufrimiento fuera de nuestras fronteras; y que tampoco podemos agotar los recursos mundiales sin tener en cuenta el efecto. Porque el mundo ha cambiado, y debemos cambiar con él.

Al contemplar el camino que se abre ante nosotros, recordamos con humilde gratitud a esos valientes estadounidenses que, en este mismo momento, patrullan por desiertos lejanos y montañas distantes. Tienen algo que decirnos hoy, al igual que los héroes caídos que yacen en Arlington susurran a través de los tiempos. Les honramos no sólo porque son los guardianes de nuestra libertad, sino porque personifican el espíritu de servicio, una voluntad de encontrar significado en algo más grande que ellos mismos. Y aun así, en este momento un momento que va a definir una generación es precisamente este espíritu el que debe habitar en todos nosotros.

Porque al final, por encima de todo lo que el Gobierno pueda y deba hacer, están la fe y la determinación del pueblo estadounidense, del que depende este país. Es la amabilidad de acoger a un extraño cuando los diques se rompen, la generosidad de los trabajadores que prefieren recortar su jornada antes que ver a un amigo perder su trabajo, lo que nos ilumina en nuestros momentos más oscuros. Es la valentía de un bombero al precipitarse por una escalera llena de humo, pero también la voluntad de un padre de alimentar a su hijo, lo que finalmente decide nuestro destino.

Puede que nuestros retos sean nuevos. Puede que los instrumentos con los que nos enfrentarnos a ellos sean nuevos. Pero esos valores de los que depende nuestro éxito – el trabajo duro y la honestidad, la valentía y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo – estas cosas son antiguas. Estas cosas son verdaderas. Han constituido la fuerza silenciosa de nuestro progreso a lo largo de nuestra historia. Por tanto, lo que se requiere es un retorno a estas verdades. Lo que ahora se nos pide es una nueva era de responsabilidad, un reconocimiento por parte de cada estadounidense de que tenemos obligaciones hacia nosotros mismos, nuestro país y el mundo, obligaciones que no aceptamos a regañadientes, sino que asumimos de buena gana, con la seguridad de saber que no hay nada tan satisfactorio para el espíritu, tan determinante de nuestro carácter, como el darlo todo ante una tarea difícil.

Éste es el precio y la promesa de la ciudadanía.

Ésta es la fuente de nuestra confianza, el saber que Dios nos insta a darle forma a un destino incierto.

Éste es el significado de nuestra libertad y de nuestro credo, el motivo por el que hombres y mujeres y niños de todas las razas y todas las creencias pueden unirse en una celebración a lo largo de esta magnífica explanada, y el motivo por el que un hombre cuyo padre tal vez no habría podido trabajar en un restaurante local hace menos de 60 años, puede estar ahora ante ustedes para prestar el más sagrado de los juramentos.

Por tanto, recordemos este día como conmemoración de lo que somos y de lo lejos que hemos llegado. En el año del nacimiento de Estados Unidos, en el más frío de los meses, un pequeño grupo de patriotas se apiñaba en torno a hogueras moribundas a la orilla de un río helado. La capital había sido abandonada. El enemigo avanzaba. La nieve estaba teñida de sangre. En el momento en que el desenlace de nuestra revolución era más incierto, el padre de nuestra nación ordenó que se leyeran estas palabras a la gente:

“Que se le haga saber al mundo futuro... que en lo más crudo del invierno, cuando nada salvo la esperanza y la virtud podía sobrevivir... que la ciudad y el país, en guardia ante un peligro compartido, avanzaron para encontrarse [con él]”.

Estados Unidos. Frente a nuestros peligros compartidos, en este invierno de penurias, recordemos estas palabras intemporales. Con esperanza y virtud, desafiemos una vez más las corrientes heladas y soportemos cualquier tormenta que venga. Que los hijos de nuestros hijos digan que, cuando se nos puso a prueba, nos negamos a permitir que este viaje terminase, que no nos dimos la vuelta ni titubeamos; y con los ojos fijos en el horizonte y la gracia de Dios acompañándonos, fuimos portadores del gran don de la libertad y se lo entregamos sano y salvo a las generaciones futuras».


ABC

Financial Times: "España podría convertirse en un problema para el euro"

Tras la recomendación de un destacado economista acerca de la posible salida del euro por parte de Irlanda, se suma ahora la preocupación sobre la pertenencia de España a la Unión Monetaria. La edición alemana del Financial Times advierte que España podría convertirse en un "problema para el euro".

La tensión política y económica en el seno de la Unión Monetaria sigue in crescendo. La degradación crediticia de la deuda pública española aplicada por la agencia Standard & Poor´s ha situado a España en el centro del huracán acerca de la futura configuración de la zona euro, con el fin de evitar la depreciación de la moneda única


La rebaja de rating a España y Grecia, junto con los graves problemas financieros que padece Irlanda, ha acentuado los diferenciales de tipos de interés entre los bonos de los distintos países miembros. Así, el diferencial entre la deuda de España y Alemania aumentó el lunes a un máximo de 122 puntos en los bonos a 10 años.

Asimismo, la rebaja de la calidad de la deuda de Grecia y España está acentuando la debilidad de la moneda única con respecto a otras divisas, sobre todo, el dólar. Este proceso se está convirtiendo en un tema de preocupación creciente en el seno de la Unión ante la emisión masiva de deuda pública que están aplicando todos los Estados miembros con el fin de rescatar a sus respectivas economías.

Así, el prestigioso diario económico Financial Times, en su edición germana, advierte de que "muchos economistas están preocupados porque los Estados de la zona euro puedan encontrar dificultades" a la hora de emitir obligaciones de deuda pública.

En este sentido, "la mayoría de los expertos excluyen todavía la posibilidad de bancarrota de Estados de la zona euro". Sin embargo, tal y como afirma Dorothea Huttanus, jefa del área de análisis del DZ Bank, "hace apenas año nadie habría predicho tampoco que un gran banco de inversión como Lehman Brothers colapsaría".

El problema es que, "si un Estado quebrase", es decir, si suspendiera pagos, podría provocar un "efecto dominó" en el resto de la zona euro, según afirma el analista Ralf Preusser del Deutsche Bank.

El posible abandono de la zona euro por parte de algún país miembro es uno de los temas de mayor actualidad en los mercados, indica Aurelio Maccario, economista jefe de Unicredit para la zona euro. No obstante, el mercado estima en la actualidad que existe un 30% de posibilidades de que algún país abandone la Unión Monetaria en 2009. Pese a todo, semejante escenario resulta aún "muy improbable", ya que los costes de abandonar la moneda única serían muy elevados para el país afectado.

Aunque la Unión Europea, ayudada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), agotaría todas sus balas económicas antes de permitir la quiebra o suspensión de pagos de un país, como lo demuestra el rescate de Letonia. El país recibirá otros 3.100 millones de euros mediante un préstamo, por lo que la cuantía total que recibirán las arcas letonas hasta 2011 alcanzará los 7.500 millones de euros.

Libertad Digital

Errores y aciertos: factores materiales en el conflicto palestino-israelí (I)


Antes del genocidio nazi, incluso antes del ascenso de los nazis al poder, los sionistas ya habían llegado a la conclusión de que existía una conciencia nacional árabe palestina. En cierto sentido, esa conciencia concreta era resultado de la declaración Balfour. Cuando la Sociedad de Naciones otorga a ingleses y franceses el mandato sobre territorios de Próximo Oriente, se produce una especificidad de Palestina que influye en lo sucedido después de manera destacada. Concretamente el texto prometía facilitar la inmigración de los judíos (entonces alrededor de un once por ciento de la población, 80.000 sobre 700.000 aproximadamente), desarrollar su autogobierno y daba un protagonismo destacado al sionismo. En ese documento no se hablaba de los palestinos, ni siquiera de los árabes, sino de los "habitantes no judíos", a los que se prometía respetar sus derechos civiles y religiosos. Aunque los primeros enfrentamientos (y muertes) entre palestinos y judíos se producen en 1920 y 1921, los hechos más graves tienen lugar en 1929, con los disturbios que, encabezados por el muftí Haj Amin al-Husayni, provocan cientos de muertos entre los judíos que oran ante el Muro de las Lamentaciones. Los árabes palestinos habían concluido, de manera razonable, que existía una desigualdad de trato por parte de la potencia colonial. Esa desigualdad era producto, básicamente, de dos razones que influyeron, sin duda, en los británicos: los sionistas son judíos, sí, pero también son occidentales; además, los sionistas hacen un uso extraordinario de la diplomacia. Los palestinos, sin embargo, forman parte de la informe masa árabe y, además, son extremadamente torpes en sus tratos con la potencia colonial. Esa torpeza es, además, reflejo de la "infancia" del nacionalismo palestino: la mayor parte de las grandes familias palestinas (muchas de ellas con asiento en su Consejo Musulmán Supremo), y otros grandes terratenientes que viven fuera de Palestina, ganarán dinero vendiendo tierras a los "invasores" judíos, pese a las prohibiciones británicas. Y algunos lo harán no por avaricia, sino porque piensan que no están traicionando nada. Creen que podrán pactar con los sionistas, incluso piensan en la opción de una gran Jordania.

En cualquier caso, las reacciones contra el gobierno colonial y su "minoría protegida" están en el origen evidente del nacionalismo palestino, inexistente hasta entonces con esa especificidad. Tan evidente es para los líderes del sionismo, que ya en la década de los veinte y, con más claridad, durante los primeros años treinta, se dibuja en su mente un conflicto inevitable y una conquista por la fuerza. El proyecto sionista se transformó, sobre el terreno, en una lucha revolucionaria, de construcción nacional, en la que los períodos pacíficos son escalones tácticos. Esa conciencia es clave, porque sin ella es inexplicable el resultado de 1948.

Los palestinos, sin embargo, ajenos a la realidad de la conexión (políticamente brutal) de los judíos con su tierra de origen, creían que el fenómeno era transitorio, un simple producto colonial, como el de tantos europeos transplantados en tierras de África y Asia, llegados para el expolio y prontos para la expulsión, en cuanto perdiesen el paraguas de las potencias. Esa creencia es resultado de la ignorancia y del orgullo. Y en ella está el origen de muchas decisiones erróneas y trágicas para su pueblo, adoptadas por los líderes palestinos. Por ejemplo, la lucha contra la potencia y el coqueteo con los nazis sólo sirvió para descabezar a los palestinos, que, mientras los sionistas se preparaban como nación en ciernes y en armas, perdían el tiempo en revueltas inútiles, como las de los años que van de 1936 a 1939.

El nazismo es posterior a las fuerzas materiales en juego que dan lugar al conflicto y su influencia se concentra sobre todo en el aumento de inmigrantes. Es importante recordar que la inmigración en los años veinte es sobre todo de origen ruso y polaco. Sólo a partir de 1933 se produce una aceleración notable en el número de inmigrantes. Para entonces ya están claras las aspiraciones del movimiento sionista y su estrategia a largo plazo. Otra cosa es que los palestinos les facilitasen la labor, rompiendo siempre antes y de manera más tosca cualquier intento de arreglo.

Un buen ejemplo es el plan de partición que resulta de la llamada Comisión Peel.

Este plan fue aceptado por los sionistas y rechazado por los palestinos. Esa diferente reacción frente a las propuestas de la potencia colonial no es una prueba de que los sionistas hubieran renunciado a sus intenciones de controlar toda Palestina, sino una prueba de su mejor control de los tiempos y de la torpeza de sus adversarios. Las pruebas son notorias en los documentos y memorias. En ese mismo año, el núcleo de lo que luego será el ejército israelí había preparado el Plan Avner, un plan de conquista que anticipa los planes posteriores, el Plan B, el Yehoshua, el Plan D, todos ellos basados en la consideración de Palestina como una unidad ideal, un límite preciso, al que se podría aspirar a llegar si el desarrollo de las operaciones militares futuras lo permitía.

El informe de la comisión Peel es, además, un documento extraordinario si se quiere comprender el desenvolvimiento de factores puramente materiales que son resultado del proceso de inmigración judía y que tanto influirán en el futuro. Es indudable que la inmigración supuso la puesta en marcha de una serie de acontecimientos clave, al margen del puramente político del nacimiento (o reforzamiento) de un nacionalismo palestino, distinto del puramente árabe.

Por ejemplo, el hecho de que grandes familias se vieran favorecidas por las adquisiciones de terrenos, muy a menudo improductivos según los patrones de los vendedores, junto con las inversiones realizadas por los inmigrantes judíos, produjeron un boom económico en Palestina que afectó también, lógicamente, a la población árabe-palestina. Ese crecimiento explica el aumento de población que se produce en una tierra muy poco habitada hasta entonces, y que es resultado de la mejora de las condiciones de vida (con una disminución extraordinaria de la mortalidad infantil), y un fenómeno poco considerado, el de la inmigración árabe hacia palestina. Las mejores oportunidades laborales y la aparición de núcleos de desarrollo (no hay más que comparar los datos de crecimiento de población árabe en las ciudades "judías" frente a las "palestinas", que a menudo las doblan y triplican en porcentaje).

Una tierra habitada por apenas tres cuartos de millón de personas se convierte, como consecuencia del mismo fenómeno que provoca su expansión económica, en el escenario de una lucha nacionalista excluyente.

Rumbo a los Mares del Sur

Aído arrima el hombro ante la crisis gastándose 60.000 € en la remodelación de su despacho

Bibiana Aído se ha apuntado a la ola de despilfarro en plena crisis que inunda la política española. La diseñadora Claudia Stilianopoulos se ha encargado de realizar el proyecto de decoración para el despacho de la ministra de Igualdad por un coste a facturar de casi 60.000 euros. ¿A ésto le llama el Gobierno ZP arrimar el hombro?

La factura del proyecto de decoración, encargado a finales del pasado año, se abonarán con cargo a los presupuestos de 2009, según publica José L. Lobo en El Confidencial recogiendo datos del Ministerio de Economía y Hacienda.


Claudia Stilianopoulos es una joven escultora y diseñadora que ha alcanzado renombre internacional gracias a sus muebles-escultura, piezas a medio camino entre la decoración y el arte. En su catálogo pueden encontrarse sillas-escalera, mesas-órgano, divanes de rulos o sillones-archivo. Y su currículum incluye desde ahora, además de la referencia a sus numerosas exposiciones y colecciones, el diseño del mobiliario para el despacho oficial de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.

Recibí el encargo de diseñar y amueblar el despacho de la ministra", confesó ayer Stilianopoulos, "adaptándome al presupuesto de mi cliente". La escultora rehusó precisar qué muebles de su sofisticada colección decoran las dependencias oficiales de Aído, situadas en la madrileña calle de Alcalá, pero aseguró que son "muy funcionales". Críticos y especialistas coinciden en definir la obra de Stilianopoulos como mueble de autor.

Periodista Digital

¿Obama... Septimio Severo? Por Ignacio Ruiz Quintano

DÍA del «¡Obama, Obama!», víspera del «¡Crucifícalo, crucifícalo!». Un Voluntario Social de Chicago -un hijo de la «mau-mauancia», que diría Tom Wolfe, que llamaba «mau-mauar» al modo progresista (clase media-Tío Tom) de conseguir las cosas- ha llegado a la Casa Blanca impulsado por el Dinero y la Publicidad, que incluye a la chusma intelectual de Hollywood y a la chusma moral de la Universidad.

-El hombre blanco nos tiene un miedo vudú, porque en su interior sigue creyendo que somos salvajes, ¿no? Por tanto, vamos a hacerle un número de Salvajes -era la broma pesada a costa de las supersticiones del hombre blanco que en los setenta designaba el término «mau-mauar».


Obama, que, al decir de sus turiferarios, ha comido carne de perro y de serpiente y grillo asado, comienza hoy a cumplir nadie sabe qué promesas. Comenzará, ¡hummm!, por la clausura de Guantánamo, ese «limbo jurídico». Grande error. Vale que de allí saquen a los yijadistas, que se han ganado con su rusoniana simpatía al mundo del progreso, pero ¿qué mejor sitio que un «limbo jurídico» para meter a Madoff y a sus avispones piramidales, que se han llevado a un «limbo económico» los ahorros negros que tantos listos habían arrebatado a tantos tontos? Además, el cierre de Guantánamo supone dejar otra vez a toda la isla sin olor a comida.

Pero ¿quién es Obama?

-La victoria de Obama es una prueba de aquella idea de Hannah Arendt de que la política permite a las sociedades humanas volver a empezar de nuevo (?) -contesta Zapatero, sorprendido con un libro de Millás bajo el brazo.

«Nadie da las clases como tú», le decía Hannah a Heidegger, aquel que a la pregunta de Jaspers de cómo podía un hombre tan vulgar como Hitler gobernar Alemania respondió: «La cultura no tiene importancia. Basta con mirar sus hermosas manos.» Que es lo que se dice hoy de las orejas voladoras -verdaderos aeróvoros de Chirino- de Obama. O de los ojos glaucos de Zapatero.

-Y si la política ha producido cambio -insiste Zapatero-, ahora le toca al cambio producir política.

Estos retruécanos majaderos, desde luego, no vienen en mi Hannah Arendt. Zapatero, pues, debe cambiar de «negro»: porque ascender de Millás a Arendt es difícil; pero descender de Arendt a Millás es imposible.

Para conocer a Obama, mis amigos progresistas han tenido que tirar de John Carlin, un tío de fútbol que, a base de faltar a Bush en vez de al árbitro, se ha hecho con una reputación de politólogo. Por él sabemos que Obama rebosa fascinación por una figura paterna que abandonó a la familia en Hawai (que no es lo mismo que abandonarla en Gaza), y por Lincoln, político que Borges -maestro, ay, de Zapatero- ponía como modelo de demagogo que vive haciendo promesas, pues cuando Lincoln hacía su campaña presidencial manifestó en Boston que todo americano nacía libre -expresión contra la esclavitud-, pero cuando habló en Nueva Orleáns le recordaron que había dicho tal cosa, y él rectificó diciendo:

-Sí, yo dije tal cosa, pero cuando dos razas tienen que convivir, la raza inferior tiene que estar supeditada a la raza superior.

Los obamólogos en cuyos apuntes no viene la biografía de Lincoln (Carl Sandburg) se contentan con comparar a Obama con Kennedy, el apuesto misógino que nos legó Cochinos, los Misiles y la guerra de Vietnam. En su «Universal Obama» -versión tartufa del «Frank Sinatra está resfriado» de Gay Talese-, Carlin suelta, sin darse cuenta, un chiste verdaderamente universal:

-Obama ha cogido al toro Clinton por los cuernos al nombrar a Hillary para el puesto clave en política internacional.

Una profesora de Cambridge, Mary Beard, ha sugerido el paralelismo de Obama con Septimio Severo, primer emperador afro-romano de Roma. Pero la conclusión sobre Severo del incomparable Edward Gibbon es demoledora:

-Prometía para engañar, lisonjeaba para destruir, y por más que viniese a ligarse con juramentos y tratados, su conciencia rendida al interés se avenía siempre a descargarle de sus comprometimientos... La posteridad, que estuvo viendo las aciagas resultas de sus máximas y su ejemplo, fundadamente lo graduó de autor principal en la decadencia del imperio romano.

ABC - Opinión

Carod destina en plena crisis tres millones a la promoción del catalán y deportes minoritarios

La crisis económica que comenzó a fraguarse en la segunda mitad del año pasado no impidió que la vicepresidencia del Gobierno catalán, que dirige el republicano Josep Lluís Carod-Rovira, mantuviera su gasto en el fomento del catalán en el exterior e incluso lo potenciara. En el segundo semestre de 2008, Carod destinó un total de 2,1 millones de euros a firmar convenios de colaboración con entidades instaladas en el extranjero y en el resto de España para promocionar la cultura y la lengua catalana. A esta cifra hay que añadir otros 603.226 euros destinados a financiar gastos por actividades extraordinarias u obras de reforma en las sedes de «casals» o casales regionales en el extranjero.

En este balance semestral, que el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña publicó ayer, aparecen también las ayudas al fomento de las selecciones deportivas catalanas, otra de las plataformas de difusión identitaria que utiliza Carod. El Gobierno tripartito otorgó subvenciones por valor de 83.000 euros a las federaciones de deportes minoritarios como los bolos, el Kick-Boxing y Muay-thai, y el Pich&Putt.


Declaración de intenciones

Todo ello se enmarca en la política de exteriores que promueve el dirigente republicano y que en los próximos meses se potenciará todavía más después de elevar el rango a viceconsejera a Roser Clavell, que hasta ahora ostentaba el cargo de secretaria.

Toda una declaración de intenciones por parte de Carod, cuyo partido ha presentado una proposición no de ley en el Congreso en la que reclama que el Gobierno impulse la política exterior catalana que prevé el Estatuto.

Uno de los máximos exponentes de ese pancatalanismo que promueve Carod es la inauguración de la oficina de la Generalitat en Nueva York, prevista para mañana, la cuarta que el tripartito abre en esta legislatura después de la de París, Berlín y Londres. En este mandato está previsto crear otras dos más en Buenos Aires y México.Dentro del paquete de subvenciones otorgadas por el departamento dirigido por Carod también tiene lugar la memoria histórica, a la que se dedican 80.500 euros destinados a investigaciones sobre la guerra civil y su coste humano, basado, entre otros trabajos, en el vaciado de los libros de defunciones del registro civil de Barcelona. Carod también destinó ayudas a iniciativas relacionadas con el uso del catalán, un total de 967.900 euros. De nuevo, una de las entidades más beneficiadas es Òmnium Cultural, con 95.000 euros. De que el catalán no conoce fronteras y así lo concibe Carod da cuenta este balance de subvenciones del segundo semestre, que se une al de los primeros seis meses, período en el que Carod repartió más de 2,5 millones de euros a «casals» y entidades similares, así como 625.800 euros a una escuela en el sur de Francia.

«No necesitamos embajadas»

«De la misma manera que las familias y las empresas se deben estrechar el cinturón, también los debe hacer la Administración. El presidente Montilla tiene las prioridades equivocadas y la inauguración de una delegación de Cataluña en Nueva York es una muestra de estos errores». Así opina la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, quien instó ayer al Gobierno catalán a ejercer una política de austeridad para combatir la crisis económica, así como a rebajar los impuestos.
La dirigente popular denunció que el presupuesto en embajadas de la Generalitat se ha incrementado este año un 63%, al pasar de los 1,3 millones en 2008 a los 2,2 millones correspondientes a 2009. «Los catalanes no necesitan estas embajadas, lo que necesitan es que este presupuesto se destine a luchar contra el paro, a cubrir la aplicación de la ley de dependencia o a ejecutar las 75.000 sentencias judiciales pendientes que hay en Cataluña», dijo Sánchez-Camacho.

A su juicio, el vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira y el consejero de Interior, Joan Saura, «representan la peor cara del tripartito, la de la mala gestión y el derroche. Y mientras nos encontramos con un presidente Montilla ausente, que se esconde mientras el tripartito hace aguas y todos los catalanes sufren las consecuencias».

Por su parte, Ciudadanos pidió el cierre de las delegaciones de las Generalitat en el extranjero, ya que en tiempos de crisis económica no es lo más «edificante» que una comunidad autónoma realice este gasto cuando ya existe la diplomacia española. En opinión del diputado José Domingo, «las delegaciones exteriores son un capricho extravagante, un lujo ineficaz que carece de funciones relevantes y constatables y que constituye una afrenta al sentido común de la ciudadanía catalana».

ABC

El culto progre a Obama. Por Cristina Losada

«Ironías de la historia. Quienes alertaban en tono apocalíptico de los peligros de la religiosidad estadounidense, vuelcan ahora sobre Obama un caudal de fervor digno de una secta mesiánica.»

Hace años que el mundo no asiste a un espectáculo parecido, pero ese show no se representa en los escenarios donde tiene lugar la marcha hacia la investidura de Barack Obama. Lo insólito, lo nunca visto, es que todos los antiamericanos de manual, especie harto abundante, se encuentren en una disposición anímica tan exaltada y entusiasta que, de no mediar algún sentido del ridículo, ondearán banderitas de los Estados Unidos mientras contemplan el solemne acto que se celebra este martes en Washington.


Anotemos la evidencia. La obsesión antiamericana, diseccionada por Revel, tiene como premisa necesaria la obsesión americana. Una fijación con América posee a quienes son por norma sus más iracundos detractores. El antiamericano furibundo de ayer puede volverse ahora –ya se ha vuelto– un furibundo partidario de Obama. Explicará que no estaba contra los Estados Unidos, sino contra Bush (antes, Reagan o Bush padre). Pero la intensidad del sentimiento, que es lo único que no cambia, le delata. Mantiene con los Estados Unidos una relación no correspondida de amor-odio. El odio necesita darse un respiro cada tanto, de ahí que sus cultivadores agradezcan jubilosos la ocasión de reemplazarlo por una adoración tan irracional como la aversión de antes.

Estamos ante el clímax del culto a Obama. Y la gracia de ese culto es que sus devotos vienen a ser los mismos que denunciaban la connivencia de Bush con un "fundamentalismo religioso" que, según decían, se había apoderado de la sociedad americana. Ironías de la historia. Quienes alertaban en tono apocalíptico de los peligros de la religiosidad estadounidense, vuelcan ahora sobre Obama un caudal de fervor digno de una secta mesiánica. Las gentes de progreso – de aquí como de allí– festejan su llegada a la Casa Blanca como si del advenimiento de un salvador se tratara. Tanta es su fe y tan inconmovible, que hasta creen en milagros. Sufren de una patología del siglo anterior y el actual. Han desplazado el impulso religioso a la política.

No se sabe bien qué ha prometido el presidente electo, pero quienes proyectan sobre los Estados Unidos su rechazo de la democracia liberal y el capitalismo, han podido creer que es de los suyos. Por ese motivo, que no por ningún otro, dan saltos de alegría y están a punto de hacer un gran cambio. Van a mudar la camiseta del Che y el pañuelo palestino por un fular de barras y estrellas y una sudadera de Obama. La devoción progre por el presidente electo se extiende y se contagia, sin que conozca más fronteras que las de la razón. Y la razón no es bienvenida en las catarsis colectivas. Sólo los aguafiestas decimos con Popper que "en política, al igual que en medicina, lo más probable es que el que promete demasiado sea un charlatán".

Libertad Digital - Opinión

¡Consumid, malditos! Por Herman Tertsch

La verdad a este país siempre nos llega, lógicamente, a través de la cadena de radio más sectaria de Europa occidental, que es la que dictamina lo que ocurre y lo que no, lo bueno y lo malo, cuándo son pacifistas los terroristas y cuando son terroristas los discrepantes y fascista la oposición. Acuden allá con regularidad el presidente del Gobierno y el jefe de la llamada oposición con la única diferencia de que el primero muestra mucha menos docilidad en sus respuestas. Y por supuesto es mucho mejor tratado. Ayer le tocaba ir al Gran Timonel a explicarnos la vida y el mundo. Tres días después de que su genio económico, el Buda Indolente anunciara con solemnidad y mucha conmiseración hacia los engañados que todo lo dicho antes por él, su jefe y sus gregarios era mentira. Ahora reconocen que han estado dos años mintiendo como bellacos a españoles ilusos que no sólo les votaron sino tomaron decisiones personales, basadas en esta confianza en los gobernantes, que van a condicionar su estabilidad emocional, sus ingresos, sus deudas, su bienestar, su crédito y su salud. En definitiva, el futuro propio y de sus hijos. Solbes, ese triste funcionario virtuoso en la impostura que sólo en este país podía ser sobrevalorado, nos dijo el viernes que nos olvidemos de todo lo dicho antes porque era poco menos que broma. Y el domingo nos amplió algo su sinceridad, tan falsa como sus mentiras, para avisarnos de que el Gobierno poco puede hacer ya para evitarnos el lodazal.

Con este cambio de registro nos quieren preparar para las nuevas medidas que habrán de tomar para financiar su propia supervivencia. Más allá del endeudamiento de generaciones, acabarán en el expolio fiscal. Son una pareja, el Gran Timonel y el Buda Indolente, que en el Hollywood de preguerra habrían sido iconos del humor negro y cruel. Juntos nos sumergen en los tiempos de mayor inseguridad, zozobra y pobreza que habrán de sufrir los españoles en medio siglo. Eso sí, nos piden que lo hagamos sin acritud y con esperanza. ¡Consumid, malditos!, nos venía a ordenar ayer desde las ondas nuestro líder supremo. Le irrita que los españoles no le hagan mucho caso. Como le irrita que los bancos no arriesguen el patrimonio de sus accionistas para mayor gloria de la Zeja y su secta. Pero nuestros héroes no saben decir la verdad ni cuando se lo proponen. Horas después, Joaquín Almunia, comisario en Bruselas, a cuyas apariciones públicas en Madrid no acuden los ministros para no soportar disgustos, nos ha anunciado horas después que la situación es mucho peor. España, dice, estará el año próximo con el 19 por ciento de su población laboral en paro. Horas después se rebajaba a España la calificación crediticia. Después han salido los gregarios a descalificar a las agencias de valoración crediticia y a la propia Comisión Europea. Y a azuzar a las víctimas de este inmenso drama contra quienes lo anunciaron y denuncian hoy. La culpa es de la oposición. Y a este paso, la oposición, como en su día Bujarin en Moscú, acabará reconociéndolo.

ABC - Opinión

El embajador de Israel critica que Saura acudiera a una manifestación

  • Schutz considera «inconcebible» la asistencia del consejero de Interior de Cataluña
  • Montilla niega que en Cataluña se hayan producido actos violentos contra la comunidad judía.
La actitud de ICV ha servido en bandeja un conflicto diplomático con Israel al presidente de la Generalitat, José Montilla. El embajador israelí en España, Raphael Schutz, envió ayer una carta a Montilla titulada: «¿Qué está sucediendo en Cataluña?». En la carta, escrita en catalán, el embajador traslada su «profunda preocupación por la seguridad de la comunidad judía en Barcelona y Cataluña», después de que miembros del Gobierno tripartito hayan participado en manifestaciones donde «se ha difamado y criminalizado al Estado de Israel».

Schutz considera «inconcebible y preocupante» que el consejero de Interior, Joan Saura, «la persona responsable de la ley y el orden en Cataluña», participara en una marcha donde «se gritó a favor de la organización terrorista Hamas, se quemaron banderas israelíes y se criminalizó a personas que hablan públicamente a favor de Israel». Saura, que acudió a la manifestación de Barcelona del pasado día 10 de enero, es acusado también en la misiva de modificar de forma «unilateral» uno de los actos previstos en memoria del Holocausto judío para el día 27 de enero
Schutz lamenta asimismo que esta actitud «ha propiciado los ataques y pintadas a una sinagoga de Barcelona» y pide a Montilla que condene estos ataques y tome medidas contra esta tendencia «totalitaria» que «niega, mediante amenazas y violencia» el derecho de la palabra a los ciudadanos de Cataluña por el sólo hecho de apoyar a Israel.

Conversación telefónica

Por su parte, el presidente catalán telefoneó al embajador de Israel en España para reprenderle por afirmar que existen actos violentos en Cataluña a causa del conflicto en la franja de Gaza y, así, asegurarle que no está de acuerdo con el contenido de la carta abierta que le hizo llegar. Según fuentes próximas al presidente de la Generalitat consultadas por Efe, Montilla tomó la iniciativa de llamar a Schutz tras conocer su carta y acordó con él hablar personalmente en una reunión que tendrá lugar los próximos días.

Montilla comunicó a Schutz que no es cierto que en Cataluña existan actos violentos relacionados con el conflicto entre israelíes y palestinos en la franja de Gaza.

También pidió al embajador que cualquier incidente que detecte o cualquier inquietud se la haga llegar al Govern de la Generalitat, que está «para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, incluidos, evidentemente, los de la comunidad judía», subrayó el presidente catalán según fuentes de su entorno.


Libertad Digital: Montilla riñe al embajador de Israel por denunciar los actos antisemitas en Cataluña

El presidente de la Generalidad ha llamado por teléfono al embajador de Israel en España, Raphael Schutz para "reprenderle" por denunciar el antisemitismo en Cataluña. Shutz envió una carta a Montilla en la que le exigía que condenase los ataques que está sufriendo la comunidad judía en Barcelona.

Según fuentes informaron a Efe fuentes próximas al presidente del gobierno regional catalán, Montilla ha tomado la iniciativa de llamar a Schutz tras conocer su carta y ha acordado con él hablar personalmente en una reunión que tendrá lugar en los próximos días.

De acuerdo con estas fuentes, Montilla reprendió al embajador porque no está de acuerdo con el contenido de la carta abierta que le ha hecho llegar y lejos de condenar los ataques como le pedía el embajador en la misiva, Montilla ha negado su existencia, pese que hace una semana fue atacada una de las sinagogas de la ciudad condal.
Después de negar la realidad y no condenar los ataques antisemitas, Montilla ha pedido al embajador que cualquier incidente que detecte o cualquier inquietud se la haga llegar al Gobierno de la Generalidad, que está "para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, incluidos, evidentemente, los de la comunidad judía", ha subrayado Montilla según fuentes de su entorno.

El embajador de Israel en España había instado al presidente catalán, José Montilla, a que defienda a la comunidad judía en Cataluña y condene "de manera clara, contundente e inequívoca" los "actos violentos" en contra de ésta, aunque sólo se ha registrado una pintada en un sinagoga.

En una carta abierta publicada en catalán en el portal digital Cat-Israel.org y que Schutz ha enviado a Montilla, el embajador ha vuelto a criticar la presencia del consejero de Interior, Joan Saura, en la manifestación de Barcelona del pasado día 10 de enero, al que ha acusado también de modificar de forma "unilateral" uno de los actos previstos en memoria del Holocausto para el día 27 de enero.

Dirigiéndose directamente al presidente de la Generalidad, el embajador ha afirmado en su carta: "Esperamos de usted y de su gobierno que condene de una manera clara, contundente e inequívoca estos actos violentos, que garantice la seguridad de las comunidades judías de Cataluña y que tome medidas contra esta tendencia totalitaria que niega, mediante amenazas y violencia, el derecho a la palabra a los ciudadanos de Cataluña por el solo hecho de dar apoyo a Israel".

Periodista Digital

Militantes chavistas toman la alcaldía de Caracas

"Somos malos perdedores", "Ledezma fuera", "Comunidades al mando", dicen los graffitis pintados sobre las puertas cerradas de la Alcaldía Mayor de Caracas. El edificio, donde funcionan las oficinas del alcalde opositor Antonio Ledezma, está tomado desde la noche del sábado (hora local) por grupos "sociales" afines al presidente, Hugo Chávez, que lo han rebautizado como Edificio de la Resistencia Popular Revolucionaria.

Se trata de los mismos grupos que se atribuyeron tres ataques con bombas lacrimógenas, ocurridos ayer, contra la sede de la Embajada del Vaticano en Caracas, contra la residencia del director de la televisora RCTV Internacional y contra la federación de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela. Todo indica que estas acciones para calentar la calle en los días previos al referéndum por la enmienda constitucional cuentan con pleno apoyo del Gobierno.


La toma de la Alcaldía Mayor fue ejecutada por los colectivos autodenominados La Piedrita, La Esquina Caliente y Plaza Bolívar que, según sus cálculos, agrupan a unos 3.000 simpatizantes del chavismo. Su plan es convertir las oficinas del alcalde Ledezma —elegido en las regionales de noviembre de 2008— en sede de las "misiones", los programas sociales que promueve el Gobierno central. "Nosotros como pueblo no podemos seguir en la calle. El proceso revolucionario recuperó estos edificios y estamos haciendo enlaces con los ministerios y las misiones para trabajar con ellos en estos espacios", explica Óscar Vivas, representante del grupo La Esquina Caliente.

Sin oficina, el alcalde de Caracas prometió que haría de la ciudad su gran despacho —habla con la prensa en cualquier calle— y anunció que los organismos internacionales con sede en Caracas serían informados de "estas maniobras para generar violencia y sabotear la gestión de las autoridades electas".

Ataque a la Nunciatura Apostólica de Caracas

Por su parte, el colectivo La Piedrita ha encontrado formas más drásticas aún de apoyar al Gobierno. En la madrugada de ayer, miembros de este grupo lanzaron cinco bombas lacrimógenas contra la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas, donde se encuentra refugiado el estudiante opositor Nixon Moreno.

Horas después otro artefacto fue lanzado contra la residencia de Marcel Granier, director de la emisora de televisión RCTV Internacional. Y al mediodía, un motorizado arrojó un tercer artefacto contra la sede de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central de Venezuela. En la representación vaticana dejaron caer varios panfletos: "El grupo de trabajo La Piedrita y nuestro máximo líder, Valentín Santana, informamos al pueblo rebelde de Simón Bolívar que nuestra organización revolucionaria no reconoce a la cúpula eclesiástica de la Iglesia católica y la señala como traidora y cobarde a las verdaderas luchas del pueblo venezolano". Los artefactos empleados son los mismos que utiliza la policía para disolver las protestas estudiantiles, fabricados por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares.

La oposición vincula estas agresiones con las últimas órdenes del presidente. Hugo Chávez, ofuscado por las protestas estudiantiles contra la enmienda constitucional que se han realizado en la última semana, ordenó el sábado 17 de enero: "No se le puede permitir a nadie que tranque [cierre] una avenida, calle o autopista, así que a estos grupitos dirigidos por el imperio [EE UU] les digo y doy la orden de una vez: les echan gas del bueno y me meten presos a los responsables". Y el lunes, Caracas amaneció llena de humo.

Críticas a Barack Obama

Aunque será hoy cuando tome posesión de su cargo, la teoría de Chávez es que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también forma parte de planes para acabar con la revolución bolivariana. "Hace tres días dijo que soy un obstáculo para el progreso en América Latina y que Venezuela exporta el terrorismo, o algo así, y eso que todavía no ha asumido", señaló Chávez durante el fin de semana. "Cuando dice eso, lo que está diciendo es que hay que quitar a Chávez, porque cuando uno ve un obstáculo, lo que hace es quitarlo. Pareciera que [Obama] va a ser un nuevo fiasco para su pueblo y para el mundo. Ojala me equivoque, pero me parece que va a ser la misma miasma", señaló.

Chávez auguró además mal final al presidente entrante. "Si Obama no obedeciera el mandato del imperio, lo matan como mataron a [John F.] Kennedy, a Martin Luter King y Abraham Lincoln", advirtió.

El País