martes, 3 de marzo de 2009

Un ex cargo socialista dice que Antich y Blanco conocían la corrupción en Baleares

POSIBLE COBRO ILEGAL DE COMISIONES

Una nueva trama de corrupción del PSOE ha sido destapada por el que fuera secretario general de la formación en Ibiza. Según COPE, se habrían producido cobros de comisiones ilegales por parte del Gobierno de Antich en la realización de una urbanización.


Roque López, ex secretario general del PSOE en Ibiza, aseguró a Popular Televisión que en la primera etapa de Francesc Antich al frente del Ejecutivo balear se habría producido el cobro de comisiones ilegales.

De hecho, Roque López saltó a las portadas de los diarios tras denunciar el cobro ilegal de estas comisiones en el proyecto "Eivissa centre". En este sentido, el ex cargo socialista aseguró que "yo informé a Antich" sobre la trama de corrupción, aunque no hizo ninguna gestión para evitarlo. Además, dijo que el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, tenía conocimiento de lo que ocurría en Baleares. Incluso se lamentó no haber realizado más grabaciones sobre las conversaciones que certifican la supuesta trama de corrupción.

Mientras tanto, el presidente del Consejo Insular de Ibiza, Xicu Tarrés, declaró el juez José Espinosa, del jugado de instrucción numero 2 de la ciudad insular, que instruye el presunto caso de este supuesto cobro de comisiones por el proyecto de remodelación urbanística del centro de la ciudad, "Eivissa Centre". En calidad de imputado, defendió su actuación en el proceso de adjudicación de las obras de construcción del Edificio Joan XXIII y negó haber incurrido en un presunto delito de falsedad documental.

Según informa el Diario de Mallorca, el abogado de López se plantea citar a declarar al propio Antich ya que éste habría sido informado personalmente hasta en tres ocasiones sobre los sobornos. El ex dirigente socialista indicó que el presidente balear "me dijo que estaba en vía de solucionarse".

La principal prueba de la acusación son una serie de cintas grabadas por el mismo López en las que sus entonces compañeros de partido reconocerían irregularidades en la adjudicación de las obras, tal y como informó EFE. El abogado de López, Andrés Tuells, sostiene que Tarrés incurrió en un delito de falsedad documental porque en 2005 habría firmado el acta de declaración de obra nueva del edificio Joan XXIII afirmando que se trataba de una obra de 36 viviendas cuando el proyecto contemplaba más de 100.

El socialista también ha negado haber oído hablar en ningún momento de cobro de comisiones, aunque ha reconocido haber participado en varias reuniones en las que estuvieron presentes el secretario balear de organización del PSOE, Miquel Mestre, el presidente del Gobierno, Francesc Antich, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, y el mismo Roque López.

Libertad Digital

Roque López acusa al juez del "caso Ibiza" de recibir pagos de la abogada del PSOE

QUERELLA POR "COHECHO Y PREVARICACIÓN"

El abogado del ex secretario general del PSOE en Ibiza, Roque López, dice tener pruebas de que una acreedora del juez del "caso Ibiza" y su mujer ha recibido pagos por 38.000 euros de la abogada de los socialistas locales. Según El Mundo, ha presentado una querella por "cohecho y prevaricación".


Según informa este martes el diario, el abogado ha señalado que la querella está dirigida tanto al juez José Espinosa como a la abogada del PSOE en Baleares, Ascensión Joaniquet. Los datos apuntan a cuatro pagos por un total de 38.000 euros.

Según Andrés Truells, abogado de López, los pagos de una presunta deuda de la esposa del juez fueron efectuados entre el 30 de septiembre de 2008 y el 12 de enero de 2009. Además, éste asegura que el juez conocía el monto de la deuda de su mujer y también que estaba siendo pagada.

Truells cuenta que los pagos los realizaba el bufete de Joaniquet, que a su vez extendía los recibos correspondientes a la acreedora. La abogada lo niega y ya ha anunciado que presentará una querella criminal contra Roque López y su representante legal.

Libertad Digital

Medvédev, Jodorkovski y nosotros. Por Hermann Tertsch

ANDA por España en visita de Estado el presidente oficial de Rusia, Dmitri Medvédev. Ayer fue agasajado por los Reyes, llega con una amplísima delegación y, según nos cuentan, hoy firmará con el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, una «Declaración de Asociación Estratégica» que ya veremos qué implica bajo título tan solemne. Vaya por delante que nada tengo que objetar a la visita del jefe del Estado de un gran país como Rusia. Sus necesidades de desarrollo y riqueza en materias primas lo han convertido en un socio muy buscado y cortejado por todos. Tenemos intereses comunes en la cooperación en muchísimos campos. Aunque después de los años de gran liquidez por los precios del petróleo y del gas, la Rusia de Medvédev -en realidad es la Rusia de su jefe, Vladimir Putin- vuelve a una situación de precariedad y falta de inversión. En todos estos años se han creado muchas fortunas de amigos y aliados del Kremlin. Y se ha vuelto a instaurar la dependencia total del Estado de todo el resto de la población, mientras se volvía a exigir máxima obediencia y sumisión al Estado. Los medios críticos han sido silenciados por la fuerza, la amenaza o el estrangulamiento económico. Los asesinatos ejemplarizantes de periodistas o abogados díscolos forman parte de esta política. De su política exterior también podríamos hablar un poco. De la que hacen con los tanques en antiguas repúblicas ex soviéticas o con los suministros energéticos como arma más efectiva tanto allí pero también en los antiguos países del Pacto de Varsovia y los países bálticos. Las amenazas a su soberanía son de nuevo habituales en la retórica del Kremlin.

Lo dicho, nada que objetar a hacer negocios con Putin y su subordinado Medvédev, elevado por aquél a la Jefatura del Estado. Pero ya que está aquí, convendría que alguien le hablara de la impunidad de los crímenes intimidatorios, de la falta de libertades y del matonismo con que su Gobierno trata a otros países, muchos aliados de España en la Unión Europea y en la OTAN, nuestras auténticas alianzas estratégicas. El presidente Medvédev ya ha hecho alianzas estratégicas con Cuba y Venezuela. Y debe de tener algunas otras con socios igual de poco recomendables.

Y desde luego creo que alguien debiera preguntarle públicamente por Mijail Jodorkovski, que desde hace más de cinco años se pudre en una cárcel de Siberia en condiciones muy propias de esos tiempos soviéticos que los libros de texto de la Rusia de Putin elogian. Y en gran parte emula. Mientras Medvédev da consejos a España, comienza otro juicio-farsa contra Jodorkovski, uno de los magnates del petróleo que cometió la osadía de enfrentarse a Putin. Otros que lo hicieron viven en el exilio. Hace unos días, Jodorkovski fue trasladado los 4.800 kilómetros que separan a aquella tenebrosa cárcel y Moscú. Alguien debería decírselo. No vaya a pensar que el silencio cómplice es parte de esa alianza estratégica que Zapatero pretende con Rusia.

ABC - Opinión

Nunca máis. Por Cristina Losada

Elecciones gallegas

«La gente se echó a las urnas para despedir al bigobierno y hasta podía escucharse un murmullo de "nunca máis" el día del finiquito.»

Puestos a especular sobre los resultados de las elecciones en Galicia, no hay que descartar de antemano las hipótesis más temerarias, esto es, aquellas que parten de la premisa de que en ellas se dirimía el gobierno autonómico gallego y no otra cosa, y que la mayoría del electorado votó desde ese presupuesto. Así visto, el triunfo del Partido Popular guarda especial relación con el amplio e intenso deseo de poner fin a las aventuras del dúo Quintana-Touriño, que en tres años y unos meses ha demostrado con creces hasta dónde podía llegar si se le daba juego. Pues es posible que no se sepa con certeza si un gallego sube o baja de una escalera, pero cuando alguien se encuentra en la escalerilla del yate de un constructor millonario, todo el mundo sabe qué hace y hacia dónde se dirige.


Un acabado Touriño atribuye su debacle a los periódicos que difundieron tales compañías y cuales despilfarros. Como si pudiera haber sido muy otra su suerte en el caso de que toda la prensa hubiera silenciado esos abusos. Pero los Audis y los despachos, los secuestros de jubilados y las excursiones en velero sólo han puesto la guinda a un pastel que ha resultado indigerible en Galicia. El experimento de ingeniería política y social forzado por el bipartito, a imitación de sus mayores en Cataluña y el País Vasco, ha topado con una sociedad que se resiste a ser laboratorio y se niega a macerarse en el victimismo. Del mismo modo que rechaza una política de imposiciones que atropella derechos, reduce oportunidades y alimenta a la kale borroka que se desató en Compostela contra una manifestación de Galicia Bilingüe. Allí quedó retratado el nacionalismo, pero también un socialismo entregado a sus delirios.

Va a resultar, entonces, que Galicia sí es un sitio distinto. Que Betanzos no es Vic ni Lugo es Mondragón ni Vigo es Cornellá ni Palas de Rei es Hollywood. Lo cual nos conduce hasta el muñidor de la campaña socialista y feliz propietario de un ático, don José Blanco, quien tuvo el detalle de desaparecer justo a tiempo para ahorrarse la asistencia al entierro político del candidato de Zapatero. No está claro de quién fue la idea de imprimir en el imaginario electoral que votar a Touriño era votar a Rodríguez, pero es evidente que según esa cartesiana lógica la derrota de "o presidente" ha sido el fracaso del jefe del Gobierno. Si el de Palas fue el cerebro de la contienda, el resto de las vísceras no se lucieron menos. Y se supone que esos son los órganos que han de reflexionar ahora sobre los costes del matrimonio con el nacionalismo.

Antes de que empiecen a brotar de nuevo, en el campo del sedicente progresismo, los viejos lugares comunes sobre Galicia y su resistencia a las bondades del "cambio" bajo la dirección de los ungidos, conviene tomar nota del final de un cliché que ha arraigado a derecha e izquierda. El que sostiene que la abstención beneficia al PP. Pues bien, las elecciones gallegas han desmentido a los sociólogos de guardia de Ferraz y Génova. La gente se echó a las urnas para despedir al bigobierno y hasta podía escucharse un murmullo de "nunca máis" el día del finiquito.

Libertad Digital - Opinión

La escalera . Por Alfonso Ussía

Los gallegos son listos como los ratones y largos como sus horizontes marinos

Bajó muchos de los peldaños de la escalera, y de golpe los ha subido. Me refiero a Mariano Rajoy, que junto a Alberto Núñez Feijóo ha sido el gran vencedor de las elecciones en Galicia. Lo del País Vasco merece otra interpretación. Allí, el PP ha descendido, pero tiene, por vez primera, protagonismo decisorio para desbancar al nacionalismo del Poder. La patata caliente está en manos de Pachi López y Zapatero, porque Rajoy ha ratificado su buena disposición de apoyar al PSE en su camino hacia el Gobierno de Vasconia. Lo ideal sería el voto a favor de López y un pacto parlamentario durante la legislatura. Un pacto acompañado de una gran lupa y puntual vigilancia de su cumplimiento. Pero a ese tren tiene que subirse la Constitución.


Galicia ha sido diferente. Lo canta el juglar. Galicia, como Andalucía, es tierra de poetas. Humor de sol y humor de bruma. Que así cantaba en la mañana del lunes Ramonciño, el poeta callejero de Bueu:

«Galicia lo ha decidido,
y ha demostrado que hoy,
apoya más a Rajoy
que al pobre Conde Pumpido.
Y a Garzón, que está ¿xodido?».

Mal ha calculado el juez cinegético. Los escándalos de derroche, concesiones y licencias soplaron fuertes en las tierras gallegas. Esos muebles, esos barcos, esos regalos eólicos. Ramonciño canta en la esquina:

«Pepiño ha sido vencido,
y se esconde Zapatero.
El derroche del dinero,
a Touriño ha derretido.
Y Garzón sigue ¿xodido?».

El presidente del Partido Popular sabía que su futuro dependía de los resultados en Galicia, y ha hecho un esfuerzo grande, titánico y comprometido. Núñez Feijóo, tan débil para algunos, ha resultado eficaz y fuerte. Y Ramonciño entona por los jardines:

«Desembarcó desvaído
el navegante del yate.
En el yate había tomate,
y el tomate se ha podrido.
Y Garzón, aún más ¿xodido?».

La mayoría absoluta es el reto dificilísimo del Partido Popular. Y la ha conseguido frente al Poder socialista y nacionalista. Lo escribía días atrás. Los gallegos son listos como los ratones y largos como sus horizontes marinos. Las encuestas favorecían la continuidad del extraño pacto de un socialista moderado, Touriño, y un nacionalista de la izquierda radical, Anxo Quintana, experto en popas mullidas.

«Rajoy, de golpe ha subido,
la escalera que bajó.
Y ahí está Núñez Feijóo
de reluciente valido.
Y Garzón, ¿archixodido?».

Garzón salió a montear famas y honores del Partido Popular en fechas sospechosas. Y hasta ahora, sólo ha cobrado una pieza. A Mariano Fernández-Bermejo, su compañero de caza, abatido por el fuego amigo. Ramonciño contempla la mar de los gallegos, lenguas de rías y rocas de muerte. El fin de la Tierra para nuestros mayores.

«Se sumó la votación,
volvió al poder el Pepé,
Touriño, triste se fue
¿con Quintana de excursión?
Y el más ¿xodido?, Garzón».

Atlántico costa arriba, también Galicia es Cantábrico. De punta a punta, Asturias y Cantabria de por medio, una carita lo decía todo. Ibarreche no quería hablar. Lo hizo Urkullu en su nombre. Recibía abrazos, felicitaciones y aplausos, pero a él le pesaban las montañas que rodean su Llodio natal. Urkullu pedía alianzas para que el PNV se mantenga al frente del sistema. Es de esperar que no las consiga. El nacionalismo, fuera del poder, es apenas nada. España es la que espera.

La Razón - Opinión

Las reglas del PNV. Por Juan Carlos Girauta

Elecciones vascas

«Tengo para mí que no habrá caso, pues lo que le pide el cuerpo a los socialistas es pactar con el nacionalismo, que es lo suyo. Y en tal tesitura, lo lógico es que la presidencia recaiga en el que tiene más escaños. Así pues, continuidad.»


Anuncia el PNV lo que no está dispuesto a aceptar: ni un acuerdo con el PSE que suponga ceder la presidencia del Gobierno vasco a López, ni que PSE-PP-UPyD "se unan" desalojándoles del poder. Todo esto sería muy interesante en el caso de que a alguien le importara la opinión del PNV. Tiene el partido de Arana la convicción, sedimentada por tres décadas de régimen, de poseer un derecho natural al Gobierno del País Vasco, más allá de los resultados. Antes de las sedimentaciones, ya González pecaba de tan singular superstición.


Cosa diferente sería que España abominara de la formación de mayorías alternativas a quien gana elecciones por mayoría simple, sólo que no recuerdo a nadie poniendo mala cara cuando se trataba de desbancar a un PP ganador en Galicia, a un PP ganador en la Comunidad de Madrid, a un PP ganador en Baleares, a una CiU ganadora en Cataluña. Todo aquello era perfectamente aceptable. Pero si el mismo mecanismo democrático se aplica en el País Vasco, estamos ante una "agresión política" según Ortúzar, presidente del PNV en Vizcaya. Cuenten pues las agresiones políticas que viene sufriendo el acordonado PP. Las reglas que rigen para el PNV no son las mismas que rigen para los demás. No porque lo crean los nacionalistas vascos, que con eso no habría bastante, sino porque lo lleva interiorizado desde el principio de la Transición la izquierda española.

Con todo, tengo para mí que no habrá caso, pues lo que le pide el cuerpo a los socialistas es pactar con el nacionalismo, que es lo suyo. Y en tal tesitura, lo lógico es que la presidencia recaiga en el que tiene más escaños. Así pues, continuidad. Continuidad pura. ¿O es que no han gobernado ya antes juntos PNV y socialistas durante el régimen de los treinta años? Ojalá me equivoque, pero veo demasiado optimismo en quienes se recrean con la mayoría "constitucionalista". Se justificaría si el lugar de López lo ocupara Redondo. Pero con lo que hemos llegado a ver desde finales de 2003, cuando se formó el tripartito catalán, resulta de un voluntarismo cándido colocar del lado de la Constitución a los impulsores del Estatut (Zapatero en primer lugar) y de la cesión política ante ETA que marcó la anterior legislatura (Zapatero y López).

Libertad Digital - Opinión

Montilla no aceptará una sentencia del TC contra la imposición del catalán

El cordobés José Montilla ha desafiado al Tribunal Constitucional al decir que la Generalidad no acepatará "de ninguna manera" una sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto en la que se garantice la libertad lingüística de los ciudadanos que viven en Cataluña.

José Montilla ha tratado de presionar al Tribunal Constitucional pare que no reconozca el derecho de los ciudadanos residentes en Cataluña a elegir entre catalán y castellano en la enseñanza o las relaciones con las administraciones públicas.


El político andaluz, que preside la Generalidad de Cataluña, defendió el modelo totalitario que impone el catalán para "preservar la convivencia" en Cataluña y no ceder ante lo que llamó "intereses partidistas" que persiguen, según dijo en su pobre catalán, "desautorizar el modelo lingüístico" que funciona en esta región desde hace más de veinticinco años, cuando Pujol llegó al Gobierno regional.

Montilla ha pronunciado la conferencia inaugural del ciclo "25 años de la Ley de normalización lingüística", organizado por el Instituto de Estudios Catalanes, en la que se ha referido a la "preocupación" que suscita en su Gobierno la posibilidad de que el Constitucional, en su sentencia sobre el nuevo Estatuto, recorte el modelo lingüístico de imposición totalitaria del catalán "atendiendo parcial o totalmente" los recursos del PP y del Defensor del Pueblo.

"Creo que es mi deber como presidente de la Generalidad recordar que una hipotética desautorización constitucional del modelo lingüístico que ha funcionado durante veinticinco años sería también una descalificación del modelo de convivencia que la sociedad catalana se ha dado a sí misma, de manera prácticamente unánime", dijo Montilla.

En un claro desafío al Tribunal Constitucional, y por tanto al Estado de Derecho, el político cordobés dijo que "con la convivencia civil, con la lengua, no se puede jugar", al tiempo que ha asegurado que "nuestro país no aceptará de ninguna de las maneras que se le imponga, desde fuera, una confrontación lingüística".

El PP y el Defensor del Pueblo plantearon ante el TC diversos recursos en contra del nuevo Estatuto catalán, concretamente de cuestiones como que los ciudadanos de Cataluña tienen el deber de conocer el catalán y que esta lengua debe ser la vehicular y de aprendizaje en la enseñanza.

Libertad Digital