sábado, 14 de marzo de 2009

"Internet es el fin de la política tradicional". Por Jesús Mosterín

El prestigioso filósofo español Jesús Mosterín posee una actitud juvenil de pensamiento libérrimo y fustigadora de los lugares comunes. Esta vez, lejos de los clichés imperantes en el mundo de la cultura se convierte en un aguerrido defensor de la Red.

OPTIMISTA. "Creo que no somos conscientes de lo bien que vivimos. Vivimos en un milagro", dice el pensador español, un defensor categórico de Internet.


En la primera mitad de su nuevo libro, La cultura humana (Espasa), recientemente editado en España, se dedica a sentar conceptos y repartir las cartas con las que jugará la partida de dilucidar qué es eso de la cultura y hacia dónde camina. Sentadas esas bases, su discurso cobra altura hasta dar vértigo.

Su enfoque científico de la cultura, como fruto del aprendizaje, desmonta de forma bastante rotunda la mística que rodea a la creación cultural.

Eso, si partimos de una idea de cultura vulgar, que se refiere a lo que los periódicos incluyen en la sección llamada "cultura". Ese un enfoque obsoleto que considera la cultura como un adorno. Era lo que antiguamente estudiaban las señoritas que, como no tenían que trabajar, pues se dedicaban a aprender pintura. Pero hace tiempo ya que la antropología social estableció claramente el concepto académico de cultura. En todo caso, no sé si decir misticismo, como hace usted, no es mucho decir.

Me refiero a ese lugar común decimonónico que considera que hay una especie de "necesidad espiritual", por tanto, mística, de creación que es a la que responden las artes.

Sí, eso es puramente romántico, de aquellos jóvenes poetas que en realidad eran pobres hombres, que vivían en la bohemia y daban la vida por un soneto. No sé si se consideraban ángeles o demonios. Que conste que no tengo nada en contra de esa idea, pero lo suyo no tiene nada que ver con el concepto de cultura que maneja la antropología cultural.

¿Que es...?

Todo lo que el hombre produce y explica su forma de vida, todo lo que los arqueólogos encuentran y emplean para interpretar cómo vivía una comunidad. Cuando se habla de la cultura neolítica o magdalaniense nadie piensa que se habla de literatura, sino de sus útiles, sus costumbres, sus creencias, llegado el caso. Cultura es cómo vistes, qué comes, qué herramientas empleas... Los poetas creen que un soneto es como Dios, pero eso no es más que autopublicidad. Para un análisis serio tenemos que precisar y ser rigurosos en los términos: en el estado actual de la ciencia el concepto de cultura, además de lo que usted entiende por cultura, incluye la industria, la fabricación de barcos o de herramientas.

Jared Diamod teorizó en "Armas, gérmenes y acero" sobre por qué unas culturas progresaron más que otras y enterró el mito con el que siempre nos explicaron la historia, vinculado a la audacia y el coraje individuales, demostrando que el progreso de la civilización está más relacionado con factores demográficos y ambientales, factores objetivos.

Mire, es obvio que no todos tenemos el mismo nivel cultural, ni somos igual de creativos. No todos somos Mozart, muchos ciudadanos no crean nada, pero eso no significa que no disfruten de una sinfonía. Esa es la cultura, toda la información aprendida y transmitida que no es genética y que establece determinadas conexiones neuronales en nuestro cerebro. No es la creatividad, sino que se trata de algo que existe realmente, que existe en nuestro hipocampo y nuestro sistema límbico, principalmente.

Insiste mucho en esa idea de lo que existe y lo que no. Lo hace en su libro también.

Es curioso, si lo piensa, que la gente está más dispuesta a morir y matar por las cosas que no existen que por las que existen: la historia de la humanidad está llena de muertes por la religión, por la nación, por el honor... y cosas que no existen. Es indispensable, para el rigor académico, dilucidar entre lo que existe y lo que no. Aristóteles se preguntó si el tiempo existía realmente, y dedujo finalmente que sí existía por las evidencias físicas del paso del tiempo.

Sostiene usted que la cultura no es patrimonio de los humanos. Es famoso, de hecho, por ser uno de los más firmes defensores de los derechos de los animales.

Un chimpancé criado en un zoo no puede regresar a la naturaleza, porque muere. No aprende a hacer un nido en el árbol, no distingue las plantas venenosas de las purgantes y no entiende el lenguaje de sus congéneres. Porque todo eso es información que se deriva de un aprendizaje, no es información genética o heredada, sino transmitida. Es cultura y no se puede sobrevivir sin cultura.

Defiende usted que entre el etnocentrismo y el relativismo cultural, lo razonable es identificar los avances y retrocesos culturales efectivamente objetivos. Es un asunto muy vigente, porque atañe al conflicto de occidente y el Islam, por ejemplo, o a los debates en tono a los velos en las escuelas.

Son siempre estériles esas discusiones... no sé cómo llamarlas..., analfabetas, en las que la postura ante las cosas es que todo es de una manera o de la contraria, todo es relativo o todo es absoluto, todo es genético o todo es ambiental... Es difícil avanzar con ese enfoque. Digamos que el relativismo es aceptable siempre que afecte a los rasgos imponderables. Las banderas, por ejemplo, que son imponderables, son intrascendentes y respetables. En cambio, con los rasgos ponderables, los que realmente existen, como por ejemplo, el uso del cuchillo, podemos establecer un juicio objetivo sobre sus beneficios. Cuando unos indígenas descubren el cuchillo metálico, lo adoptan de inmediato y desdeñan sus herramientas.


Usted distingue entre la cultura actual, que es lo que cada uno sabe, y la cultura virtual, que es aquella que no está en nuestros cerebros pero está disponible depositada en libros, enciclopedias...


Sí, eso es.


Internet, punto de inflexión


¿Podemos considerar que Internet es el prototipo de una cultura virtual global y que, en ese sentido, modificará la historia de la cultura humana?

Desde luego. Internet es el reino de la libertad, un lugar único, el primero donde no hay vigilancia ni intermediarios. En bien del progreso de la cultura, debe mantenerse en estos términos. Por eso debemos preocuparnos todos de lo que ocurre en China con Internet, de los intentos de censura, o de lo que algunos pretenden en Europa, restringiendo la libertad en la red con coartadas como la protección de la infancia...

O de la protección de los "creadores".

En este sentido, le decía, lo contrario a Internet son las televisiones públicas.

¿A qué se refiere?

A que es un modelo en el que una persona, un político, o varios políticos, dicen a todos los demás lo que tienen que ver.

La media de los espectadores sube incluso más deprisa que el crecimiento vegetativo. Toda una generación decide qué ver y cuándo verlo gracias a Internet. El espectador se está emancipando de la mediación en el acceso a los contenidos, no acepta horarios impuestos al arbitrio de una cadena o la publicidad insertada.

Es que esa es una posición más inteligente. Es un espectador más inteligente y menos cautivo, porque, si lo piensa, la televisión funciona merced a públicos cautivos. No es así, por ejemplo, en el medio editorial. Usted compra el libro que le apetece y lo lee cuando le parece bien. En cambio las televisiones sólo permiten el acceso a lo que ellos deciden y cuando lo deciden. Y el cambio total del modelo es sólo una cuestión de ancho de banda.

En este sentido, Internet no es una mera herramienta. Los cambios culturales, en sentido amplio, que aporta son muy trascendentes.

Mire, la Red está sustituyendo a las comunidades territoriales. Se están generando nuevos agregados, las comunidades virtuales, no tiene más que ver que hoy las redes sociales son el gran boom en Intenet. Todo el mundo crea su red social. Pero lo importante es que algunas de ellas hacen feliz a mucha gente. Se lo explico con un ejemplo: en el mundo hay millones de personas que hacen fotos. Antes, las hacían y ya está.

Servían para dar la tabarra a las visitas desprevenidas.

Exacto, y hoy, gracias a los fotologs, o a Flickr.com, la gente puede enseñar sus fotos a todo el mundo, algunas extraordinariamente buenas. Se crean así amistades y comunidades reales que luego se visitan, se desplazan incluso entre países. Todo ello, sin que exista ningún controlador de modo que cuando se diluyen estas relaciones sociales, no hay que divorciarse ni dar explicaciones. Yo creo que ese es el futuro de la sociabilidad humana, socios en un ámbito limitado, un modelo que generará gente más cosmopolita y, al emanciparlos de la comunidad territorial, acabará con rémoras del siglo XIX como el nacionalismo.

Los políticos aún no han descubierto que Internet no es sólo una herramienta, es un territorio y muchos territorios.

Internet es el fin de la política tradicional, la que ejercen los políticos erigidos en sumos sacerdotes de una comunidad humana. Todo esto se va a venir abajo, los estados nación y los gobiernos como los conocemos están obsoletos. Y desaparecerán las fronteras. No de forma inmediata, porque ahora mismo son indispensables ante la gran bolsa de pobreza que es África, que requiere un control demográfico, pero desaparecerán.

No hace mucho, un periodista y gurú cultural muy conocido en España decía que Internet no aporta nada, que no ayuda a saber o a pensar, que "sólo sirve para despensar" [sic]. En cambio, la realidad es que su trascendencia es similar a la de imprenta.

Las herramientas son muy importantes. Fíjese, la ausencia de soportes para conservar y sobre todo transmitir la información antes de la imprenta provocó que naciera la poesía, el verso sólo es una herramienta nemotécnica, un apoyo para la memoria, porque era imposible recordar textos enteros y la rima ayudaba a memorizarlos. Y esto revolucionó la literatura.

Una consecuencia imposible de haber predicho.

Ocurrió por ejemplo con el teléfono. Las centralitas de teléfono, antes de la conmutación automática, dieron trabajo a cientos de miles de mujeres en todo el mundo. Eran la principal ocupación de la mujer trabajadora. Y lo contrario ha ocurrido con el ordenador, que ha hecho desaparecer de las empresas una gran cantidad de secretarias.

Se las llevó la blackberry. Ocurre algo parecido a lo que hablábamos con la música y la disponibilidad total del catálogo al margen de la voluntad de editores y distribuidores.

Creo que no somos conscientes de lo bien que vivimos. Vivimos en un milagro.

¿...?

La música, escuchar música, es un invento muy reciente. La música como la entendemos no ha existido hasta hace apenas 200 años. Para escuchar a Mozart tenías que tener una orquesta privada, y los Mozart del mundo estaban desesperados por que alguien los contratara, para instalarse en palacio. Hoy la música es ubicua. Lo que todo el mundo quiere hoy es oír la música que quiere donde quiere, porque escuchar música, como leer, se ha generalizado.

Aunque el cliché de que cada vez se lee menos está muy extendido.

Sí, hoy todo el mundo lee y escribe mails y antes eran muy pocos los que escribían cartas. Mire, cuando Marco Polo, de vuelta de sus viajes escribió un libro sobre ellos, dedicaba el prólogo, que no recuerdo de memoria, a los prelados y la nobleza como, no ya sus lectores, sino aquellos a quienes les iba a ser leído el libro, pues se estilaba por entonces que un siervo fuera el encargado de leerle a los jerarcas. De hecho, los filósofos griegos, como Platón, no leían, tenían esclavos para eso. Aristóteles era el único que lo hacía por sí mismo y, de hecho, su apelativo era "el lector". Y, ya ve, hoy la lectura está generalizada.

Durante años, los sectores, digamos, altermundistas, vaticinaban que sería el capitalismo, las multinacionales, las que desbordarían el control de los gobiernos y convertirían en obsoleto el modelo de estado-nación. No ha sido así y sin embargo va a ser Internet quien reorganice las comunidades humanas. Es casi un sarcasmo histórico.

Bueno, es que su error era el lugar común de creer que la globalización provocaría uniformidad cultural, cuando está claro que es justamente lo contrario. Lo que hablábamos antes, la globalización multiplica las alternativas. Lo que elimina, y muy particularmente Internet, es la determinación cultural en razón del territorio, puesto que, independientemente de tu origen, seas árabe o de Ciempozuelos, tendrás a tu disposición otros muchos modelos culturales. Existe, a cambio, una variedad distribuida por todas partes, podemos decir, si quieres, que se trata de un proceso de entropía. Todo es cada vez más accesible, y eso que Internet está aún muy verde, estamos en los inicios, pero queda claro que cada vez es menos necesario viajar, desplazarse.

¿Desaparecerá el viaje de trabajo y el viaje sólo será de ocio?

Es muy posible.

Mencionaba la entropía. Digamos que en la hipótesis más utópica, Internet creará una civilización mundial diversa de hombres más libres, y si se convierte en una distopía, ¿el mundo será un caos?

Lo más probable es que los gobiernos y los estados desaparezcan, porque son obsoletos y carísimos. Es como lo de los ejércitos, ¿para que quiere usted un ejército? Para nada. Lo de los ejércitos es como lo de los aduaneros.

¿Los aduaneros?

Cuando entramos en la UE, los aduaneros se pusieron en pie de guerra, y lo mismo pasó cuando en el Reino Unido cambiaron las máquinas de vapor por trenes eléctricos los carboneros acabaron obligando al Estado a que los recolocara. Yo creo más bien que la tendencia será que sobrevivan una especia de ayuntamientos, gobiernos locales para gestionar lo inmediato, el servicio de aguas, el orden público, las emergencias, las únicas tareas imprescindibles, que son las municipales y las de orden.

¿Volvemos a la Grecia de las polis?

No exactamente, las polis griegas eran soberanas, existían para hacerse la guerra unas a otras. Serían ayuntamientos no soberanos, de tipo administrativo. Porque la soberanía sólo sirve para declarar la guerra. Por eso, a estas unidades administrativas habría que sumar unas cuantas organizaciones internacionales, entre las que sería indispensable un sistema judicial internacional.

Ñ Revista de cultura

La Generalidad destina un millón de euros a promover el bilinguïsmo en Ecuador

ABC: Carod destina un millón de euros a promover el bilingüismo en Ecuador

Las políticas de austeridad prometidas por José Montilla no han llegado al Departamento de la Vicepresidencia de la Generalitat de Cataluña, que dirige el republicano Josep Lluís Carod-Rovira. El vicepresidente catalán aprobó ayer una subvención de un millón para entidades de Ecuador. Un monto que no tiene como objeto programas de ayuda al desarrollo y la lucha contra la pobreza, sino un objetivo especialmente querido por Carod: la defensa de las lenguas minoritarias.

El beneficiario de este millón de euros, durante los próximos cinco años, será el proyecto Sasiku que el Govern promueve en Puyo para fortalecer la educación intercultural bilingüe en Ecuador. Se trata de un proyecto de apoyo a la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, creada hace veinte años en respuesta a las reivindicaciones del movimiento indígena del país para administrar su propio sistema educativo bilingüe. La Generalitat destina además 9,5 millones de euros a proyectos de educación, mejora de capacidades productivas, empleo y derechos humanos, dado que la ecuatoriana es la tercera comunidad de inmigrantes más numerosa en Cataluña.

Esta generosa subvención al bilingüismo cierra la visita al Ecuador iniciada por Carod el pasado martes. Se trata del 25 viaje oficial de Carod desde que se inició esta segunda legislatura del tripartito catalán, en la que el dirigente republicano asumió, entre otras, las competencias de la Generalitat en materia de relaciones exteriores.

Unas competencias ampliadas por el nuevo Estatuto y que se han convertido en «buque insignia» de Esquerra en la Generalitat con la creación de la red de «embajadas» catalanas.

Durante estos más de dos años en la Vicepresidencia de la Generalitat, Carod ha visitado Canadá, Estados Unidos, México, Ecuador, Japón, India, Jordania, Israel o Marruecos, entre otros, además de diversos países europeos.

«Ejemplo»

En su última jornada en Ecuador, el vicepresidente catalán elevó a Cataluña a la categoría de «ejemplo» de convivencia lingüística y defendió que la diversidad lingüística es una «riqueza a preservar», porque «cada vez que se pierde una lengua se pierde una visión del mundo». En este contexto, recriminó a quienes en Cataluña critican la «imposición del catalán que a menudo son los que defienden un monolingüismo uniformador».


Libertad Digital: La Generalidad destina un millón de euros a apoyar el bilinguïsmo en Ecuador

Mientras en Cataluña el bilingüismo brilla por su ausencia, Carod lo promociona en Ecuador. Allí, Carod Rovira ha anunciado que destinará un millón de euros para fortalecer la educación indígena del país. Ante los nativos, definió a Cataluña como un "ejemplo de convivencia lingüística".

Carod Rovira ha elevado a Cataluña a la categoría de "ejemplo" de convivencia lingüística y aseveró que la Generalidad pretende que el catalán sea "lengua común" en la región. Lo dijo durante la visita del proyecto Sasiku que el Gobierno catalán promueve en Puyo para fortalecer la educación intercultural bilingüe en Ecuador, al que destinará 1 millón de euros para los próximos cinco años.

El proyecto consiste en apoyar a la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe-DINEIB -institución adscrita al Ministerio de Educación- creada hace 20 años en respuesta a las reivindicaciones del movimiento indígena del país para administrar su propio sistema educativo bilingüe.

También servirá para formar a docentes para mejorar la calidad de la educación en las zonas más aisladas, además de clases de gestión pública dirigida a 40 líderes de "nacionalidades" de Amazonas.

Carod defendió que la diversidad lingüística es una "riqueza a preservar", porque "cada vez que se pierde una lengua se pierde una visión del mundo". Advirtió de que esta diversidad "no puede aceptar ningún proceso de homogeneización" porque la unificación lingüística "empobrece".

Sin embargo, dijo que todas las lenguas son necesarias y ninguna es "mejor ni peor", sino que todas son "iguales", por lo que deben tener los "mismos derechos". Recriminó a quienes en Cataluña critican la "imposición" del catalán que "a menudo son los que defienden un monolingüismo uniformador".

Acompañado por la viceconsejera de Exteriores de la Generalidad, Roser Clavell, y del director de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, Andreu Felip, Carod (ante una representación de dirigentes indígenas) erigió a Cataluña en "ejemplo de convivencia lingüística", pero subrayó que el objetivo de la Generalidad es hacer del catalán la "lengua común" de Cataluña.

El vicepresidente catalán cerró con la visita del proyecto Sasiku el viaje oficial de tres días en Ecuador durante el cual se ha reunido con el presidente del país, Rafael Correa, y firmó un convenio para el desarrollo regional con la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, un "deber civil" con Ecuador --la ecuatoriana es la tercera comunidad de inmigrantes más numerosa en Cataluña.

Según informó Vicepresidencia en un comunicado, Ecuador es para el Gobierno catalán uno de los países prioritarios para la cooperación catalana. La Generalidad destina 9,5 millones de euros en proyectos de educación, mejora de capacidades productivas, empleo y derechos laborales, de derechos humanos, gobernanza democrática y fortalecimiento del tejido social.

Miles de policías se manifiestan en Madrid para reclamar a Rubalcaba un salario digno

Miles de policías -entre 22.000 y 25.000- han recorrido en manifestación las calles de la capital de España -la segunda vez que lo hacen en cinco meses- para pedir un «salario digno», que las diferencias retributivas con los agentes autonómicos «no sigan creciendo» y que se respeten los derechos sindicales.

Los agentes, integrados en los sindicatos policiales (SUP, CEP, UFP y SPP), recomiendan la ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que, «si es mínimamente inteligente», convoque a los sindicatos al día siguiente de la manifestación a un reunión.


La manifestación partió a las 12.00 en unto del mediódia, de la madrileña glorieta de Rubén Darío y recorrió un tramo de la calle de Miguel Ángel para desembocar en el Paseo de la Castellana, desde donde los manifestantes se dirigieron hasta la Plaza de Colón.

El manifiesto final de la convocatoria fue leído por la líder de UPyD, Rosa Díez.

La manifestación contó con el apoyo del PP. Su portavoz de Interior en el Congreso, Ignacio Cosidó, ha expresado su respaldo a las demandas de los sindicatos y ha pedido a Rubalcaba que «cambie su actitud de prepotencia y amenazas por una voluntad real de diálogo».

Cosidó lamenta que los policías tengan que volver a salir a la calle ante los «reiterados incumplimientos del Gobierno y las agresiones del ministro del Interior»:
"La justa equiparación salarial que reclaman los policías sólo será posible una vez superada la terrible crisis económica a la que nos ha conducido el Gobierno de Zapatero con su pasividad e incapacidad. La manifestación de los policías es el mejor ejemplo de la sensación de desencanto, malestar y desconfianza que empieza a tener el conjunto de la ciudadanía ante la incapacidad y la impotencia del Gobierno de Zapatero".
RUBALCABA, SÚBENOS LA PAGA

Al grito de 'Zapatero embustero' y 'Rubalcaba súbenos la paga', muchos miles de agentes marcharon hacia la sede del Ministerio de Interior, situado en el Paseo de la Castellana. Acudieron -lo que es significativo- muchos comisarios.

Poco después de las 12.00 de la mañana, la cabecera de la manifestación, convocada por cuatro sindicatos policiales, echó a andar con Rosa Díez -encargada de leer el manifiesto al final del recorrido-, Mikel Buesa y la concejal del PP en Bilbao Mª Carmen Sánchez en la segunda línea. De fondo, canciones de Ana Belén y Víctor Manuel como 'La muralla'.

Esta es la segunda manifestación en cinco meses de los miembros de las Fuerzas de Seguridad reclamando un trato digno de la Administración y denunciando "recortes sociales".

El secretario general del Sindicato Profesional de Policía (SPP), José Ángel Fuentes Gago, se ha mostrado convencido de que se superará la asistencia registrada en la anterior manifestación pese a la ausencia de miembros de la Guardia Civil.

El 18 de octubre de 2008, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se encontró con la primera protesta en la calle de un colectivo en tiempo de crisis. En aquella ocasión, los sindicatos exigían la equiparación salarial con Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y agentes municipales.

Ahora, conscientes de la grave crisis que acucia al país, se limitan a exigir que se reconozca esa desigualdad y que, cuando se supere la coyuntura actual, ese reconocimiento se plasme en subidas salariales.

Asimismo, los sindicatos acusan a Interior de imponer una jornada laboral que "imposibilita" la conciliación laboral y familiar con la instauración de turnos de trabajo de 12 horas de servicio continuado, o jornadas laborales de 40 horas semanales de 9 de la mañana a diez de la noche.

ZAPATERO INCUMPLE SUS PROMESAS

El Ministerio del Interior ha reiterado, a través de un comunicado, su voluntad de diálogo con los sindicatos policiales tras la manifestación de hoy.

Interior advierte, sin embargo, que la actual situación económica y la austeridad presupuestaria "hacen muy difícil asumir las demandas que plantean los sindicatos policiales".

"La actual situación económica y la imprescindible austeridad presupuestaria para hacerle frente, hacen muy difícil asumir las demandas que plantean los sindicatos policiales, a pesar de la voluntad negociadora del Gobierno", señala el comunicado.

El Ministerio asegura que en las "múltiples reuniones" que ha mantenido con los sindicatos se ha fijado una agenda de trabajo para abordar la mejora de las condiciones laborales de los policías, el refuerzo del catálogo de puestos de trabajo y medidas relativas al régimen disciplinario y la formación policial.

Interior recuerda que en los últimos años la Administración ha realizado un "importante esfuerzo" para mejorar las condiciones retribuivas de los funcionarios policiales, que se ha traducido, asegura, en un incremento de sus salarios por encima del resto de los funcionarios del Estado. Según el ministerio, los funcionarios policiales han visto incrementado su salario un tres por ciento de media, un punto más que el resto de los funcionarios.

En el comunicado Interior subraya que desde 2004 se ha producido una oferta de empleo público para el Cuerpo Nacional de Policía y para la Guardia Civil de 45.016 plazas que han permitido que el número de funcionarios de los cuerpos policiales haya aumentado en 23.562 agentes más, casi un 20%.

Periodista Digital

Autónomos protestones. Por Juan Manuel de Prada

VARIAS asociaciones de trabajadores autónomos y pequeños empresarios han convocado una concentración de protesta ante el Congreso, perturbando la paz de los señores diputados. Esto de protestar ante el Congreso con naderías es como pedirle peras al olmo; pues ya se sabe que los señores diputados tienen otros asuntos mucho más importantes entre manos, como legalizar el aborto a mansalva, medida de choque contra el paro cuyos efectos incontestables empezaremos a disfrutar de aquí a veinte años. Pero los trabajadores autónomos y los pequeños empresarios son unos impacientes; y exigen a los señores diputados que adopten medidas que detengan el descalabro de su sector, que en el año pasado contempló el cierre de ciento cincuenta mil negocios. ¡Qué poco sentido institucional tienen estos autónomos protestones!

Deberían aprender de los sindicatos, calladitos como profesionales del amor mercenario. Claro que, por cada negocio que los autónomos y pequeños empresarios tuvieron que cerrar durante el pasado año, los sindicatos cuentan casi con dos liberados: más de doscientos mil suman los dos sindicatos mayoritarios, cifra que favorece una barbaridad el sentido institucional. También, sin duda, lo favorece la cuantía de las subvenciones que perciben de las administraciones. Ocho milloncejos y medio de euros recibía Comisiones Obreras del Ministerio de Trabajo el pasado año; y más de siete milloncejos la Unión General de Trabajadores, según cifras publicadas por el Boletín Oficial del Estado, a las que habría que sumar las subvenciones procedentes de otros ministerios, comunidades autónomas y municipios. Más de dos milloncejos a cada uno les soltó, por ejemplo, la Junta de Andalucía. Si a ello sumamos las numerosísimas sedes patrimonio del Estado que los sindicatos ocupan sin pagar alquiler alguno tal vez podamos hacernos una pálida idea de lo que nos cuesta el sentido institucional de los sindicatos. ¡Aprendan esos autónomos protestones!

Y, en fin, no generalicen tanto. Dicen las asociaciones de autónomos y pequeños empresarios que durante el año pasado cerraron ciento cincuenta mil negocios. Pero, sin duda, fueron negocios con poco sentido institucional; ahí tenemos, por ejemplo, un negocio como el del cine patrio, dedicado a propagar las bondades del Mátrix progre, que durante el pasado año recaudó más dinero con las subvenciones oficiales que con la exhibición de sus muy progresistas películas. ¿Acaso los actores, directores y productores que se benefician de esas subvenciones no son autónomos y pequeños empresarios? ¡Por supuesto que sí! Lo que ocurre es que tienen sentido institucional, a diferencia de los protestones que se van a concentrar en el Congreso, perturbando la paz de los señores diputados, que también maman lo suyo del presupuesto. Se quejan estos autónomos protestones de que los bancos les hayan cerrado el grifo de la liquidez; y no entienden que lo hacen por sentido institucional, pues antes de concederles a ellos un préstamo que les evitaría cerrar el negocio tienen que cobrar la deuda de los emporios mediáticos que, con gran sentido institucional, se dedican a propagar las bondades del Mátrix progre (deuda que, por supuesto, cobrarán cuando las ranas críen pelo). Y es que estos autónomos protestones, en el fondo, ignoran el simplicísimo reparto de papeles establecido en el Mátrix progre, a saber: quienes están bendecidos por un sentido institucional (sindicatos, peliculeros, bancos y emporios mediáticos adictos) y quienes no lo están. Estos segundos son los paganos de los primeros; y los autónomos y pequeños empresarios pertenecen a este segundo grupo. Conque menos protestar y más apoquinar, que para eso los quiere el Mátrix progre.

ABC - Opinión

La necedad subvencionada

Todo lo que nuestras estrellas han de hacer para evitar la crisis es asistir a un acto electoral del PSOE o prestar su imagen para alguna campaña de ese partido.

Tras haber perdido un millón y medio de espectadores debido a su incapacidad para atraer y satisfacer a un público harto de sectarismo político y chabacanería, el cine español recibió el año pasado más ingresos en concepto de subvenciones que los procedentes de la taquilla. A la aberración que supone que un sector económico dependa de los impuestos de los ciudadanos debido a la ineptitud de sus gestores se suma el escándalo que produce saber que, en medio de una profunda crisis económica, el Estado se dedica a sufragar las aventuras de un grupo de incompetentes que disfrazan su esterilidad de presunta solidaridad y compromiso social.


Por lo visto, en el cine español no hay lunes al sol, pues ya se ocupa el Gobierno de blindar a los cineastas contra las inclemencias del mercado que desprecian. Capítulo aparte merece el favoritismo con que son tratadas las producciones en lenguas autonómicas, 10,5 millones más, y el uso que algunos gobiernos autonómicos como el catalán hacen de las subvenciones al cine para sus proyectos de construcción nacional.

No es de extrañar que en la última gala de los devaluados premios Goya nadie se dignase hablar de las dificultades a las que se enfrentan los miles de personas que cada día pierden su puesto de trabajo. Nada tienen que ver los cineastas con eso, pues todo lo que nuestras estrellas han de hacer para evitar la crisis es asistir a un acto electoral del PSOE o prestar su imagen a alguna campaña de ese partido. O hacerle el trabajo sucio a la izquierda organizando cualquier algarada contra el PP, un partido que, lejos de fomentar una industria audiovisual realmente competitiva, cometió durante sus años de Gobierno los mismos desmanes que los socialistas, antes y después.

No faltan talento ni profesionalidad en el cine español. Tanto la creciente colonia de técnicos y artistas españoles que trabajan en Hollywood como el éxito de las empresas dedicadas a la publicidad, la televisión y el doblaje de producción extranjera demuestran que es posible conjugar calidad y rentabilidad económica, o al menos conseguir una cuota de mercado que garantice de sobra la supervivencia del sector.

Mientras nuestros políticos se empeñan en justificar las inmorales ayudas al cine apelando a la protección del patrimonio cultural y a la promoción de las artes, cada vez son más los ciudadanos que perciben estas subvenciones como lo que son, un burdo sistema clientelista mediante el cual el Estado paga el apoyo político de un grupo de privilegiados cuyo presunto elitismo sólo es comparable a su tosquedad.

Las subvenciones al cine, y en general a lo que el Estado denomina cultura, es una lacra a la que conviene poner fin en aras de la equidad y la libertad, unos valores que brillan por su ausencia entre nuestros gestores públicos. Y también en beneficio de todos los jóvenes que año tras año finalizan sus estudios audiovisuales y de interpretación sin más opción que la subvención o el desempleo por culpa de los de siempre. La cultura de España, una de las naciones que más ha aportado a la civilización occidental, se merece algo más que una cuadrilla de paniaguados.

Libertad Digital - Opinión