domingo, 5 de abril de 2009

El extraño caso de Ceferino Pozuelo Cienfuegos. Por Yauma

Ceferino Pozuelo Cienfuegos no tenía hoy el día. Acababa de realizar una visita rutinaria a su médico de cabecera, el doctor Fraguet, y como resultado de la misma se sentía bastante preocupado. El hecho objetivo es que tampoco el comentario del doctor Fraguet era como para desencadenar una alarma extrema en Ceferino. Sin embargo, a pesar de las pulsiones hipocondríacas, que cíclicamente padecía, nunca había estado enfermo de consideración, desde hacía veinticinco años el percance más reseñable anotado en su expediente sanitario era el empaste de una muela de juicio, como consecuencia de una picadura, con aspecto de cráter lunar, causada por el trabajo diario de miles de aplicadas bacterias anaeróbicas propias del recinto bucal. Ceferino, de carácter afable y soñador, llegó a idealizar su enfermedad molar, y durante bastante tiempo, siempre que se le presentaba la ocasión, hablaba del enorme cráter lunar causado por esos indeseables microbios. Llegó hasta escribir una oda al hecho singular de su desgracia, de la cual se siente modestamente orgulloso (de la oda) y todavía la conserva enmarcada, junto a un trozo de muela, en su mesa de trabajo.

Antes de continuar quisiera aclarar que el autor de este escrito, un servidor, carece de criterio para apreciar si la sensibilidad poética de Ceferino responde a un poeta lírico de tono elevado, o si cabe atribuirla al estudio continuado de la métrica, la medida y estructura de los versos de sus variedades y combinaciones, o si por el contrario, la métrica del supuesto poeta se limita a la cinta de medir y al sistema cuyo patrón inicial era de platino iridiado situado en un museo de París. Es por esta razón que reproduzco la obra maestra de Ceferino, y que juzgue el lector.

“Oda a la muela del juicio”
Heme aquí, en la sala de espera, pasando la lengua por tu boquete, escabroso.
El reloj puro nervio pincha. En cuestión de minutos se consuma el divorcio, pasará la lengua a un lecho tumefacto.
Qué admirable. ¡Disciplina!. Si no se presta atención las muelas rompen filas.
El reloj pincha. Y si pudiera, en la sala de espera, te diría marfil, y nácar, piedra angular, legos piropos para tu esmalte herido.
Nos quedará algo, asumo, fotos con la sonrisa forzada que hubiera hecho falta para que se nos viera juntos.

Ceferino es funcionario de la Generalitat desde hace casi treinta años, él fue uno de los primeros funcionarios del Estado traspasados, logro alcanzado por el Gran Honorable obtenido con “sangre sudor y lagrimas” ante los poderes centralistas y reaccionarios del Estado español. No tuvo que graduarse en la Universidad de verano de Prades para obtener el diploma de nivel C, que le acreditase como profesional capacitado en tareas administrativas, de índole científica o cualquier otro saber puntero de utilidad publica, el nivel C cubre todos estos campos con sobrada solvencia. Pues se trata de una enseñanza polivalente que refleja en todo momento la capacidad intelectual intrínseca del funcionario. Hasta el momento Ceferino ocupa un anodino puesto de trabajo en un oscuro rincón de un insignificante departamento, como archivero de las letras “a” a la “p” de diferentes expedientes relacionados con el incumplimiento de leyes y reglamentos dictados por los varios gobiernos de la Generalitat. Ultimamente se ocupa de los expedientes abiertos a infinidad de empresas por no cumplir con suficiencia los postulados de la rotulación monolingüe establecidos por la autoridad correspondiente.

Fraguet, el doctor Fraguet, había recomendado a Ceferino que en adelante intentara ser prudente en asuntos amatorios, debido a que según la reconocida solvencia clínica del doctor, los dolores de cabeza que a menudo le conducían a su consulta tenían el origen en la practica sexual ordinaria de Ceferino. Al contrario de lo que se opina por lo común, los dolores de cabeza benignos inducidos por el coito son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, palabras de Fraguet, pueden ocurrir a cualquier edad y son precipitados por la actividad sexual. Si usted tiene la desgracia de padecer este tipo de dolor de cabeza, sepa que es esporádico e impredecible, por lo que no sabrá si un coito le provocará, o no, dolor de cabeza.
Este tipo de dolor de cabeza de carácter benigno habitualmente se inicia como un dolor sordo durante la fase de excitación y aumenta de intensidad en el momento del orgasmo.
Él, Ceferino, a pesar de su segundo apellido, Cienfuegos, era un individuo normal bajo todos los aspectos humanos y mundanos, tampoco destacaba en esa faceta de la vida adulta de las personas, el aspecto sexual. Estaba casado con María, en su día una rolliza moza, de origen leones, que el tiempo y la dureza de la existencia le habían marcado huellas de insalvable restauración.

Cienfuegos siempre le había sido fiel a María, fundamentalmente de obra, no tanto de pensamiento, pues desde hace bastante tiempo, el tiempo y la rutina ya se sabe..... En el inicio del acto matrimonial Ceferino utiliza como cebo o iniciador del proceso imágenes virtuales diversas almacenadas en su cerebro alimentadas con recuerdos visuales y fantasías improvisadas sobre la marcha. En ocasiones para llevar a buen fin el acto amoroso las imágenes holográficas cerebrales de Ceferino catalizan todo el proceso, tal cosa depende del día y del momento elegido por el matrimonio para dar rienda suelta a sus impulsos afectivos. La promiscuidad mental de Cienfuegos le lleva, un día sí y el otro también, a intercambiar placeres con hermosas estrellas de la pantalla, grande y pequeña, en castellano , en catalán y hasta en ingles macarrónico, chicas del supermercado y bastantes conocidas, vecinas de la escalera, del barrio, y hasta alguna uniformada. Ceferino justifica estos encuentros diciéndose ,una y otra vez, que él no hace mal a nadie, ni siquiera a María, que la vista y la imaginación le permiten fantasear con situaciones de imposible practica, y que mantiene encendida la llama del deseo, después de tantos años, junto a su pareja.

Hace algún tiempo Ceferino se interesó por la política y como no podía ser de otra manera, considerando el entorno de trabajo, social y vital donde se desenvuelve, se afilió a Ciutadans, con lo cual amplió considerablemente el campo de actuación de sus fantasías sexuales virtuales, mujeres hermosas, ciudadanas libres sin complejos nacionalistas etc. etc. Puestos a diversificar nuestro héroe tampoco despreciaba a las miembras de los dos grandes partidos estatales y hasta a las componentes femeninas del Gobierno de ZP, solamente unas cuantas excepciones limitaban su inmenso campo de acción. Jamas sintió pasión virtual alguna por las señoras políticas del nacionalismo étnico y identitario, había algo dentro de Ceferino, no sabía si químico o psicológico, que le impedía cualquier hipotética realización con tales señoras, alguna vez que lo intentó a modo de probatura científica, tuvo que desistir de inmediato de su intento, pues a pesar de los esfuerzos de concentración puestos en juego, en ninguna ocasión consiguió levantar el vuelo ni siquiera un miserable centímetro. También sus atributos retrocedían casi a nivel de neonato, pero por razones basadas en realidades físico- anatómicas acompañadas de intervenciones políticas poco afortunadas, cuando la protagonista del experimento era la Vicepresidenta, la señora ministra de Fomento o la ministra de Defensa. Cabe destacar que un caso radicalmente distinto se producía si el espacio mental del protagonista era ocupado por esa joven socialista alicantina de apellido incitador al vicio solitario ligero.

María era un alma sencilla, generosa y simple. Jamás había pasado por su imaginación que en los cotidianos y variados encuentros sexuales con Ceferino otras mujeres, de naturaleza virtual, compartían con ella lecho y pareja. Aquella cama anticuada con cabezal de hierro forjado había sido testigo del paso continuado de diferentes triángulos amorosos formados por dos vértices fijos y reales y un tercero variable e imaginado. Habitualmente, ella observaba como su marido mantenía durante el acto unos niveles de concentración mental quizás más acordes con actividades relacionadas con procesos intelectuales de altos vuelos que con un intercambio carnal tan natural y saludable. Ella de alguna manera relacionaba la concentración de Ceferino con la necesidad de suplir algunas carencias propias de la edad. No obstante agradecía las acometidas de su pareja, semejantes a las de las primeras veces hace ya muchos años. Bien es cierto que en alguna situación orgástica, en el punto culminante del placer sexual de Ceferino, le había escuchado farfullar algunas palabras, que para ella no tenían demasiado significado en ese critico momento, entre ayes y resoplidos, sobre no sé qué anuncio de Mango y el nombre de Penélope promocionando ropa interior de señora.

A Ceferino los dolores de cabeza le tenían preocupado y la relación establecida por Fraguet todavía más, su mundo de fantasía y placer se le venia abajo. Él no tenía conocimientos especiales sobre medicina, menos aún de cefaleas, migrañas con aura o sin aura, hemipléjica, de rebote, y menos todavía de la variante del dolor de cabeza hemicráneo paroxístico crónico. Pero de alguna manera intuye que los dolores de cabeza que padece durante las diferentes fases del coito están relacionados con un mecanismo fisiológico, lejano de su alcance científico, asociado al gran esfuerzo de concentración que requiere la observación mental de imágenes holográficas de bonitas mujeres en situaciones variadas llenas de atractivo erótico, para los admiradores del genero femenino como es su caso. Ahora recordaba, con respeto, a los padres de la iglesia, cuando éstos predicaban contra los ejercicios solitarios de sexo y sus variantes, el onanismo reparador según alguna expresión pecadora, de los jóvenes escolares. Y los problemas de salud que ellos acarreaban desde la tuberculosis hasta la pérdida de sustancia medular del interior de los huesos largos, con anemias, caídas del cabello y otros grandes males contrarios a la salud.

María y Ceferino se conocieron en la antigua sala de baile Cibeles situada en el extremo sur del barrio de Gracia de Barcelona, hoy transformada en no sé que cosa cultural por el Ayuntamiento. Los jueves por la tarde, las chicas de servicio libraban ese día de la semana, una de las actividades preferidas por muchas de ellas, era mover el esqueleto al mismo tiempo que buscaban novio las no comprometidas. Ceferino estaba recién llegado de su pueblo Caravaca de la Cruz, provincia de Murcia, cercano a la localidad de Mula. María era natural de Mansilla de las Mulas, muy próximo a León. Parece ser que el noble cuadrúpedo, de naturaleza híbrida, tuvo algo que ver en el inicio de la conversación entre ambos jóvenes, después entre canción y canción de Antonio Machín, interpretadas por un vocalista de voz aflautada y maneras suaves, empezó a surgir entre la pareja lo que pocas semanas más tarde acabaría en noviazgo. María trabajaba como chica de servicio en casa de una importante familia de la burguesía barcelonesa emparentada con los Maragall por vía materna. La mujer del poeta Joan Maragall “Oda a España” la señora Clara Noble, nació en Jerez de la Frontera, de padre inglés y madre jerezana (hay una estatua en Jerez de ella y de su hermana María Luisa). Los señores de María, la novia de Ceferino, gracias a su amistad con la nobleza jerezana, mantenían muy buena relaciones con la familia Primo de Rivera y esto le sirvió a Ceferino para poder colocarse en la administración del Estado.

Ceferino siempre se había sentido lo que era, un español nacido en Murcia y emigrado a Barcelona por razones estrictamente económicas, en ningún momento había perdido los lazos afectivos y sentimentales con su tierra de origen, con sus amigos y familiares. El paso a la administración autonómica le resultó bastante traumático. De la noche al día se había convertido en un analfabeto funcional en la lengua oficial de trabajo y relación con todo su entorno laboral. Entendía discretamente bien la lengua de la nación, hablada y escrita, la chapurreaba como mejor podía cuando la situación lo requería. La presión para que estudiara la lengua de Pompeu en algún momento le resultaba insoportable, en esos instantes un sentimiento de rebeldía anulaba cualquier intención de estudio, casi siempre pospuesta bien por una cierta pereza mental o por la obligatoriedad impuesta. Ceferino se veía a si mismo como una persona tolerante. Nunca le había puesto mala cara a Puri, la novia de su hijo Juan, a pesar de ser culé impenitente y votante fija de CiU.

Ceferino conocía por otro compañero de trabajo, que existía una clasificación profesional e ideológica de todos y cada uno de los funcionarios de la Generalitat en cada nivel profesional, con criterios muy bien establecidos donde razones de ideología política condicionaban y minimizaban o maximizaban los méritos profesionales para poder ascender. Según todos sabían, y todos callaban, se conocían hasta cuatro listas: verde, blanca, gris y negra, que englobaban al conjunto de todos los funcionarios en cada departamento concreto. La lista verde, especial, la estrella del funcionariado autonómico,
la integraban personal de ideología catalanista extrema, nuevos catalanes de origen charnego que recientemente han cambiado sus nombres y apellidos originales catalanizándolos y adaptándolos al sentimiento patriótico mayoritario. A esta gente, como a ciertos judíos conversos en su tiempo, hay que temerles. Fray Tomás de Torquemada, el inquisidor y confesor de los Reyes Católicos puede parecer un aprendiz al lado de algunos de estos pájaros de la nueva fe. Los integrantes de la lista verde suben profesionalmente como la espuma.
La lista blanca comprende catalanes de toda la vida nacionalistas moderados y de los otros. Se sigue el escalafón de manera ordenada según antigüedad y méritos profesionales y académicos. La gris la componen gente dudosa de la cual no se tiene demasiada información, una especie de purgatorio de sube y baja donde la duda impera sobre cualquier otra consideración.

Ceferino es uno de los funcionarios más antiguos de la lista negra, personal a extinguir laboralmente lo antes posible. Curiosamente algunos demócratas autóctonos con apellidos clásicos de la tierra son expulsados de la lista blanca hacia la negra por detalles en apariencia poco relevantes, un comentario inoportuno, un escrito políticamente incorrecto, algún gesto de solidaridad hacia compañeros de la lista negra.....etc. Hace pocos días un compañero de Ceferino nacido en Igualada cuya familia es originaria de la comarca desde hace trescientos años, un joven con estudios superiores, bien situado en la lista blanca, al cual se le pronosticaba una carrera brillante, ha sido expulsado hacia el infierno laboral, la única misión que le han encomendado es el vaciado de las papeleras, clásicas y electrónicas, por el sólo hecho de haber escrito una carta en un diario local que a continuación reproducimos:

“Los catalanes a menudo basamos nuestros criterios identitarios en mitos históricos o sociales que o no son verdad o son estados de opinión basados en tópicos más o menos distorsionados.
Los catalanes a menudo hemos confundido el amor que tenemos por nuestra tierra y costumbres con la necesidad de identificarnos con el nacionalismo político y en pedir como consecuencia el derecho a la autodeterminación.
Hay pueblos de Europa que tienen un criterio muy claro sobre su identidad y no se han planteado nunca la transformación de esta identidad en nacionalismo político.
Los catalanes a menudo hacemos servir nuestra lengua como el hecho más explícito de nuestra identidad nacional y como justificación de nuestro nacionalismo.
Tener una lengua diferente del castellano no justifica ningún motivo necesariamente de nacionalismo, a pesar de que en Cataluña resulta bien claro que la lengua es el argumento utilizado por los movimientos nacionalistas como elemento de cohesión interna y estandarte de lucha”

El blog de Yauma

900 euros al mes. Por Arturo Pérez-Reverte

El otro día escuché a la ministra de Educación. Me parece que era ella. Y si no, da igual. Sería otra pava que hablaba como la ministra de Educación. Títulos, por cierto, el de ministra y el de Educación, que en España parecen sarcasmos. O que lo son. La oí satisfecha de esto y aquello, goteando agua de limón, encantada de que, gracias a ella y sus colegas, el nivel cultural y educativo de los españoles de España vaya a estar a la cabeza de Europa de aquí a nada, e incluso antes, merced a su buen pulso y a sus previsiones astutas, que tienen rima. Con rutas y con virutas. Después, en el mismo telediario, creo, escuché a un ministro de Economía –por llamarlo de alguna forma– que anda camuflado y con gafas de sol, pese a lo arrogante que era en otro tiempo, después de pasar una larga temporada justificando lo injustificable. Y me dije: hay que ver, Arturete, qué poco trecho va, en esta perra vida, de fulano respetable a ministro, y de ahí a marioneta o sicario. Pero lo que me tocó el trigémino fue que ambos, ministra y ministro, mencionaran a los jóvenes y el futuro, en sus respectivos largues, sin despeinarse. Esos jóvenes llenos de futuro por los que tanto curran. Y se desvelan.

Así que voy a proporcionarles hoy, para facilitar un poquito el desvelo, el retrato robot de uno de esos jóvenes por los que cada día, en los ministerios correspondientes, se rompen abnegadamente los cuernos. Puede valer como ejemplo una de las cartas que me llegaron esta semana: la de una chica de 28 años que trabaja en una tienda de Reus cobrando 900 euros al mes. Con novio desde hace dos años. Un chaval noblote y atento, pero con quien no puede irse a vivir, como quisiera, entre otras razones porque él lleva ya seis meses en el paro; y ella, por su parte, carga en su casa con todo el peso de la economía familiar.

Porque esa es otra. Con la chica viven su padre y su madre. Ésta, enferma de epilepsia, después de trabajar quince años sin que la dieran de alta en la Seguridad Social, no tiene trabajo, ni ayuda, ni pensión; y los setenta euros que se gasta cada mes en medicinas –un hachazo para la mermada economía familiar– tiene que dárselos su hija. Había en casa una cuarta persona, segunda hija, estudiante, que trabajaba cuando podía hasta que también se quedó sin empleo, y tuvo que irse a vivir a casa de su novio, con la familia de éste, porque en su casa una estudiante era una boca más y no había modo de mantenerla.

En cuanto al padre, nos vale también para retrato robot del español medio. Echado a la calle de la empresa donde estuvo veinticinco años trabajando, perdió el juicio, como cada vez, o casi, que un trabajador se enfrenta en solitario a una multinacional. Después tuvo que pagar las costas procesales y la minuta del abogado, y ni siquiera pudo cobrar el finiquito. Ruina total. Tuvo que dejar el piso que ya estaba casi pagado, malvender el camión con el que trabajaba, liquidar letras e irse a vivir a un sitio más modesto, pagando 900 euros mensuales de hipoteca más gastos de comunidad. Al cabo de un tiempo de estar en el paro consiguió, temporalmente, un trabajo de seis días a la semana llevando un tráiler al extranjero, por 1.600 euros mensuales que, descontados seguros, hipoteca, comida, teléfono e impuestos, no alcanzaban a pagar la luz, el agua y el gas. Pero ese dinero lo dejó de cobrar al quedarse de nuevo en paro por la crisis –ésa que no iba a existir, y que ahora sólo durará, afirman, un par de telediarios–. Y resulta, para resumir, que un hombre que ha trabajado toda su vida, desde los catorce años, se encuentra a los cincuenta y tres con que el mes que viene no puede pagar la hipoteca de la humilde vivienda donde se refugió tras perder el primer trabajo y la otra. Porque no tiene los cochinos 900 euros cada mes. Porque resulta que el único dinero que entra en casa, justo esa cantidad, es el que gana su hija: la joven cuyo futuro maravilloso planean con tanto esmero y eficacia la ministra de Educación, el de Economía y el resto de la peña. Y esa chica, con el sueldo miserable que percibe por trabajar ocho horas diarias seis días a la semana, con la casa familiar puesta a su nombre –el padre, comido de embargos, no pudo ponerla al suyo–, tiene ahora la angustia añadida de que, con los tiempos que vienen, o están aquí, en la tienda entra menos gente, y cualquier día pueden cerrarla y ponerla a ella en la calle. Y mientras, mantiene a su padre y a su madre, paga la luz, el agua, el gas y el teléfono, compra comida y lleva un año sin permitirse un libro o un revista, ni ir a un museo –los cobran– ni al cine, ni salir con su novio un sábado por la noche. Porque no puede. Porque no tiene con qué pagarse, a los veintiocho años y con una carrera hecha, trabajando desde hace cuatro, una puta cerveza.

Así que ya ven. Barrunto que la ministra de Educación, y el de Economía, y la ilustre madre que los parió, no hablan de los mismos jóvenes. Ni de la misma España.

XL Semanal

El tripartito gastó 6.000 euros en la publicación de una charla de Carod en Londres

NO PIENSAN DEJAR DE EDITAR DISCURSOS

La Generalidad gastó más de 6.000 euros en la publicación de 2.000 ejemplares de una conferencia que impartió en Londres el vicepresidente, Josep Lluís Carod Rovira. Así lo explicó el propio Ejecutivo en una respuesta parlamentaria a Ciudadanos. También advierte que no van a dejar de hacerlo.

Concretamente, el coste del diseño gráfico fue de 900 euros; el de la impresión, 3.435 euros; el de la traducción al inglés, 593 euros; al castellano, 432 euros; al francés, 607 euros; y al alemán, 674 euros, más IVA.

A estos costes, hay que añadir los de distribución y envío de esta conferencia a "entidades, organismos, agentes sociales e instituciones" que por la actividad que desarrollan, "pueden estar interesadas" en el contenido del discurso, concretó el departamento en su respuesta.


Vicepresidencia informó que "se editan aquellos discursos de los miembros del Govern que tienen un interés informativo especial", en este caso, una conferencia titulada El papel de Cataluña en la Europa del siglo XXI, que impartió Carod en la London School of Economics. La conferencia coincidió con la inauguración de la delegación de la Generalidad en el Reino Unido.

También precisó en su respuesta al diputado José Domingo que "no se ha previsto la suspensión" de la colección que edita el Gobierno catalán con las conferencias más destacadas de los consejeros, ni tampoco editar el discurso que Carod ofreció con motivo de la inauguración de la delegación de Nueva York "pese a su interés informativo".

Además, informó que los costes de publicación de los discursos de los consejeros "tienen un coste similar, que oscila ligeramente" en función del número de páginas del libro y de las traducciones que incluye.

Libertad Digital

El alegre irresponsable. Por Yauma

Durante mucho tiempo la ciencia, particularmente la física, ha utilizado el concepto de “observador imparcial” un hipotético observador que mira desde fuera del entorno experimental, como transcurre el experimento sin implicarse en el mismo. Ejemplos múltiples aparecen en el estudio de los diferentes movimientos relativos en el espacio de cuerpos y partículas. El que mira desde fuera sin intervenir puede considerarse una “variable neutra”. Sin embargo, en determinados experimentos, relacionados con la física cuántica, se ha comprobado que el observador influye sobre el resultado del experimento. Así, por ejemplo, un cuantum puede manifestarse como onda o como partícula según la expectativa del experimentador.

La física, considerada de siempre como una ciencia de la naturaleza de las llamadas duras, permite desarrollar este tipo de conceptos, respaldados siempre por un importante aparato matemático, que les asegura una rigurosa consistencia formal. Al considerar otras ciencias menos duras, por ejemplo, la ciencia económica “ El estudio de la forma en que los individuos resuelven la utilización de recursos escasos para producir y distribuir bienes que satisfagan sus necesidades” el asunto puede admitir distintos matices y el observador imparcial puede implicarse diferentemente en el problema.

Si miramos a nuestro alrededor cada persona parece encontrar en la realidad que le circunda aquello que ya tiene en su mente y en su corazón. Así para el desesperado no hay futuro, para el deprimido la existencia es una nube gris y oscura y para el alegre irresponsable la vida es una fiesta. De ese personaje alegre irresponsable ( algunos le llaman ignaro y los sinónimos asociados: ignorante, inculto, iletrado, indocto ) que tenemos que sufrir día tras día, que confunde liderazgo con autobombo cuya ultima hazaña ha consistido en la exhibición de músculo bancario en Nueva York queremos reproducir algunos de sus comentarios.

“Nosotros hemos ahorrado para poder hacer un esfuerzo en tiempos difíciles. En cambio, otras administraciones han gastado sin límite” parece que se refiere a los ayuntamientos y las comunidades autónomas, no sé si al resto de administraciones de otros países, el personaje es capaz de eso y de mucho más. En Nueva York, centro de gravedad del seísmo financiero, ZP insistió en que España va bien. En la prensa estadounidense, España e Irlanda aparecen frecuentemente como los países europeos que más han sufrido por las turbulencias económicas.

En una reunión con empresarios americanos les recordó que en renta per cápita España ha superado a Italia y pronto superará a Francia. Los socios de la Unión europea estarán deseando enviarnos la siguiente remesa de fondos europeos que parece se ha retrasado unos días. Además, sin complejos, afirmó: “España cuenta quizás con el sistema financiero más sólido del mundo” ¡Ahí queda eso! .Pocos de los líderes de países desarrollados, todos tocados por la crisis, se han atrevido a sacar pecho durante las jornadas de debate. ¡ Que se enteren quién puede hacerlo! Y si por desgracia se produjera un “hipercorralito” mundial aquí estamos nosotros para responder donde haga falta.

Algunos lideres como Gordon Brown, y Lula da Silva, seguramente impresionados por tan importante gestor sureño, se reunieron con él para diseñar una respuesta ante la crisis, nombrando portavoz de la comisión al propio ZP que ante las cámaras de TV del mundo entero, adelantó las medidas más importantes que con urgencia deben tomarse.

PD. Empiza el baile de las cajas. !Veremos como acabamos!

El blog de Yauma

La AVT pide reunirse con el Nuncio para denunciar la actitud del obispo Uriarte

La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) solicitó ayer una reunión con el nuncio del Papa en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, para quejarse de que el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, haya expresado su «cercanía» y «sensibilidad» hacia los familiares de los presos de ETA. En recientes declaraciones, el prelado donostiarra además dijo que no era necesario que los terroristas pidieran perdón a las víctimas.

Con esta encuentro solicitado, quienes han sufrido de cerca la barbarie etarra pretenden, a través de Monteiro de Castro, «transmitir al Santo Padre su más enérgica repulsa» ante las declaraciones de Uriarte. Según la AVT, «la vergonzosa labor que una parte de la Iglesia vasca está realizando en este sentido, encuentra uno de sus máximos exponentes en monseñor Uriarte». Además, considera que el prelado de la Diócesis de San Sebastián disfraza «su defensa del entorno terrorista con eufemismos y una pretendida humanidad», con lo que «no hace otra cosa que colocar a víctimas y verdugos en el mismo plano».


El obispo insiste
En lugar de recogerse en un proceso de reflexión interna, el obispo —mediador entre el Ejecutivo de Aznar y ETA en las conversaciones habidas en la tregua de 1998— volvió ayer a desplegar su misericordia hacia los terroristas de ETA, aprovechando su participación en la Marcha a la Basílica de Aránzazu. Así, aseguró que «la construcción de la paz reclama de todos los ciudadanos flexibilidad y magnanimidad para recortar sus aspiraciones incluso legítimas en aras de una paz que es más grande y más importante que la imposible armonización de todas ellas».

En el mensaje dirigido a los participantes en la Marcha, Uriarte dijo que «hemos venido a recordar que la construcción de la paz reclama de todos nosotros un corazón pacífico y pacificador. Postula asimismo una ética de la paz que proclama el derecho a la vida y, en consecuencia, reprueba firmemente los asesinatos y ofrece sin reticencias a todas las víctimas acompañamiento, apoyo, compensación, reparación». En palabras del prelado, «construir la paz comporta defender, incluso para los mayores culpables, el núcleo de aquellos derechos humanos intangibles que en ningún caso deben ser violados». Así, trabajar por la paz entraña «ponderar los derechos y las justas aspiraciones de los pueblos».

ABC

Un pacto razonable. Por Germán Yanke

A la vista de su primer discurso, resulta que Arantza Quiroga, nueva presidenta popular del Parlamento Vasco, sabe más euskera del poco o nada que le atribuían. Lo anoto no sólo como algo anecdótico, sino como constatación de que lo que va a cambiar en el País Vasco no es la preocupación por el fomento de la lengua vasca, ni el carácter del Estado de las Autonomías, ni el ejercicio de las competencias transferidas o por transferir, ni el respeto a los derechos de los ciudadanos nacionalistas, sino dos aspectos que son los dos grandes déficits de una comunidad gobernada desde hace decenios por el PNV: las libertades ciudadanas y la lealtad constitucional.

Este cambio histórico ha sido recibido con general beneplácito, aunque tampoco han faltado los irritados, los derrotistas y los agoreros. Los irritados son los nacionalistas y en sus reacciones extemporáneas se ha visto hasta qué punto la confusión que se ha querido poner en circulación sobre el sistema parlamentario demuestra una concepción patrimonialista del poder, y del País Vasco, que convenía derrotar. Si en la nueva legislatura de López el PNV mantiene esa posición, como ya han anunciado, seguirá cavando una tumba que sólo se cerrará con el debate interno que el partido de Ibarretxe se ha hurtado hasta ahora.

Pero no son sólo ellos los que recelan o se oponen al acuerdo entre socialistas y populares en el País Vasco. Hay en ambos partidos algunos fanáticos que consideran que el pacto para el cambio supone una traición a alguna pretendida «esencia» de sus respectivos partidos. «¿Cómo vamos a llevar a cabo la acción de gobierno en esta hora decisiva con la derecha capitalista o contraria al aborto, dicen en un lado? ¿Cómo vamos a apoyar a un PSE que, con la disculpa del vasquismo, se mimetiza con el nacionalismo?, dicen en el otro.

En el PP, desgraciadamente, el espíritu crítico se ha convertido en una batalla personal y la moderación oficial ha hecho que la guerra se plantee desde un radicalismo travestido de «valores y principios». Ahora se estarían traicionando o, en el mejor de los casos, poniendo en peligro. Entre los críticos más complacientes se despliega el «sí, pero…» a este acuerdo, una cuestión de pretendida confianza —como ya se planteó con el lamentable asunto de San Gil— según la cual el acuerdo sólo es posible cuando se le da a alguien toda la razón, como si la «verdad» política no fuese tópica, es decir, situada en unas circunstancias concretas, sino utópica y, además, detentada sólo por los que quieren imponerla.

El acuerdo entre socialistas y populares precisa un buen «ambiente» en el contexto de la política, que corresponde propiciar a Zapatero y Rajoy, y en el propio País Vasco entre los partidos que lo han suscrito. Pero no sólo es una oportunidad histórica para rescatar esa comunidad del escenario de exclusión y deslealtad en la que ha sido situada, sino que es políticamente razonable. Fue razonable también el pacto por el que el PSOE apoyó al PP en Álava y Vitoria a partir de 1999 y no lo fueron las desavenencias por las que, con el PNV, se retornó a sustituir la razón política constitucional por el etnicismo nacionalista. Los agoreros se refugian en una hipotética provisionalidad para mostrarse hipócritamente descorazonados. En política los contratos se firman entre quienes se convierten en amigos para cuando se deja de serlo. Es absurdo impedir la discrepancia y el documento suscrito será guía del acuerdo y justificación de las demandas de cada parte, pero la «amistad» y el proyecto deben ser sostenidos con la acción política cotidiana. Más no se puede pedir ahora cuando los firmantes del documento hacen votos por una estable continuidad que debe ser trabajada y en la que la búsqueda de otros apoyos no puede contravenir el contenido de lo suscrito. A veces, el exceso de dudas demuestra más voluntad —«cuanto peor, mejor»— que análisis.

Abc - Opinión

El error de Rosa Díez. Por M. Martín Ferrand

ARANTZA Quiroga, la nueva presidenta del Parlamento de Vitoria, es un monumento vivo al sentido común. No sólo por el que ella pueda albergar en su almario; sino por el que se sintetiza en el acuerdo entre el PSE y el PP para alcanzar la alternancia que nos permite confiar en un futuro democrático en el País Vasco. El pasado, y me refiero únicamente al constitucional, no lo ha sido. Ahí están, como mejor prueba, los doscientos mil ciudadanos que han tenido que abandonar su tierra para vivir con el debido sosiego. Al PNV le faltaron grandeza y talento para aceptar a quienes, sin un sentido excluyente, no asumen los supuestos del nacionalismo identitario. A los excluidos les corresponde ahora incluirles a todos para devolverle a las tres provincias vascongadas la salud moral y cívica amenazadas por el germen sembrado en su día por Sabino Arana.

La suma de los votos del PSE y el PP, con la natural oposición de PNV, Aralar, EA y EB, ha convertido a Quiroga en presidenta de la máxima institución representativa vasca y, del mismo modo, Patxi López será el titular del nuevo Ejecutivo de Vitoria. Lo que sorprende es la abstención de UPyD. Rosa Díez, en razón de su pasado socialista y de su presente pregón de unidad nacional, no debiera haberse conformado con la prudencial distancia en la elección de Quiroga. Es un gesto que contradice el discurso que viene prodigando tan singular lideresa.

Aunque, en política, el ejercicio del olvido sea una grave temeridad, ya habíamos superado la memoria del «ven y cuéntalo» de Rosa Díez en sus años de cooperación con el PNV y el Gobierno de José Antonio Ardanza. Ella, con su actitud, había sentado plaza de marisabidilla y, en días de gran tribulación y tras el fracaso nacional de IU, apuntaba maneras para convertir a su UPyD en el tercer partido de ámbito verdaderamente español. Incluso las urnas subrayaron la oportunidad del intento; pero la coherencia, y su apariencia, es algo difícil de conseguir cuando se trabaja ante los ojos siempre críticos de la ciudadanía. Salvo que medien razones que se nos escapan, Díez no ha estado bien en su distanciamiento a la hora de apoyar el cambio en el Parlamento vasco. Es una actitud discordante con el sermón que viene predicando y, aunque el acuerdo entre los dos grandes partidos con los que trata de equipararse no sea de máximos, no se justifica el voto en blanco.

ABC - Opinión

Panderos. Por Alfonso Ussía

Sarkozy le toca el culo a Carla Bruni en plena calle y ante la mirada anhelante de Obama

Algo está sucediendo en la política internacional que se escapa a la comprensión del ciudadano medio. Quizá la tensión de la crisis se sosiega con gestos que nuestros mayores habrían descalificado con contundencia. Los culos no se tocan en público, y menos entre los dirigentes y sus mujeres de las veinte naciones más desarrolladas del planeta. Desde que llegaron a Londres no han parado de tocarse los panderos. Nada tengo contra el tocamiento de los antifonarios, que es ejercicio que requiere escaso esfuerzo y resulta agradabilísimo. El culo femenino es una obra de arte, si bien los hay de Juzgado de Guardia.


Una folclórica fue sorprendida en un gimnasio mientras le decía a su masajista: «El culo ni me lo toques, que así es como le gusta a mi tigre». Pero el tigre le amasaba el pandero a la folclórica en la intimidad, a salvo de las miradas de los viandantes. Yeltsin fue el primero en tocar el culo a una viceministra de su Gobierno ante las cámaras de televisión. Y el gesto dio la vuelta al mundo. El de Yeltsin y el de ella al sentir las manazas del presidente ruso paseándose libremente por su pomperío. En España, el gran pionero fue el Viejo profesor, don Enrique Tierno, que en una campaña electoral se marcó un chotis con Flor Mukubi, «Miss Guinea Ecuatorial», y se le fue la mano. Le escribí unos versos.

«Don Enrique se menea
con la nena de Guinea.
Suavemente toquetea
su culito respingón.
Y la negra que era sosa,
y altamente pudorosa
le susurró candorosa:
-¡Don Enrique, «uté é un tocón»!
¡Qué caray! con don Enrique
que tiene un dedo meñique
ducho en abrir cualquier dique
mientras baila un mambo al son.
Un dedo como una hormiga
tenaz que no se fatiga,
aunque la nena le diga:
-Don Enrique, «uté é un tocón».

Sarkozy le toca el culo a Carla Bruni en plena calle y ante la mirada anhelante de Obama. Lo ha hecho en numerosas ocasiones y siempre con resultado satisfactorio de acuerdo con la sonrisa cómplice de su tronca. Pero el toqueteo que más me ha sorprendido ha sido el de Su Majestad Británica, Isabel II, al pandero de Michelle Obama, que es culo guitarrero, altivo y poderoso. Michelle, rompiendo un protocolo de siglos -hizo bien porque acercó con su gesto una distancia ridícula y milenaria-, rodeó con su brazo izquierdo los hombros de la Reina. Hasta ahí, todo bueno y conveniente. La sorpresa la dio Isabel II con su reacción. Estiró su brazo derecho y lo posó, suavemente, como dulce alondra en atardecer primaveral, en el culazo de Michelle. Si hasta la Reina de Inglaterra se dedica a tocar culos en público, apaga y vámonos. De ahí podremos pasar a que Solbes le dé un pellizco a María Teresa Fernández de la Vega en una comparecencia posterior a un Consejo de Ministros. No le arriendo las ganancias a Solbes, por cuanto el culo de la señora vicepresidenta del Gobierno lo intuyo excesivamente escurrido. Rajoy lo tiene mejor con María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. El de María Dolores apunta a melocotón temprano y el de Soraya a pandero de imposible camuflaje. Ignoro las características del culo de Miguel Blesa, pero por mucho que lo estime, Gallardón no se lo va a tocar. Y todo por culpa de Sarkozy, que no sabe contenerse ante el pomporrompón de la Bruni. Su mal ejemplo ha influido en Isabel II. No la nuestra, que fue aficionada a ofrecer su pandero, sino a la de Inglaterra. Y mucho culo, pero la crisis sigue ahí, y no hay quien la toque.

La Razón - Opinión

El dramático panorama de la economía española

EL BANCO DE ESPAÑA volvió ayer a echar un nuevo jarro de agua helada sobre las previsiones del Gobierno, que, según insistió su vicepresidenta Fernández de la Vega, mantiene que la crisis tocará fondo este año y que la recuperación comenzará a inicios de 2010, en concordancia con lo manifestado por Zapatero en Londres tras la cumbre del G-20.

No es ésta la predicción del Banco de España, que enmienda la plana al cuadro de perspectivas macroeconómicas del Plan de Estabilidad, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 12 de enero y remitido a la Comisión Europea. Aquel cuadro ya suponía una revisión de las previsiones que acompañaban a los Presupuestos del Estado, que a su vez habían sido enmendados durante la tramitación parlamentaria.Como las muñecas rusas, cada previsión es más pequeña que la anterior.


El Banco de España estima ahora que la economía española sufrirá una caída del PIB del 3% este año, casi el doble de lo previsto por el Gobierno en el Plan de Estabilidad, lo que indica que la crisis no ha tocado fondo y que el segundo semestre va a ser todavía peor que el primero.

La institución que gobierna Miguel Angel Fernández Ordóñez no es tampoco optimista respecto a 2010. Predice que la economía seguirá cayendo un 1% frente a un crecimiento positivo estimado por el Gobierno del 1,2%. Ello permite deducir que la actividad no se recuperará, como muy pronto, hasta los primeros meses de 2011.

Pedro Solbes calificó ayer de «ajustadas» las previsiones del Banco de España, subrayando que «los datos existentes» no permiten apreciar «que se haya tocado fondo». Si esas proyecciones son ajustadas, quiere decir que las suyas de enero no lo eran y, mucho menos, las anteriores.

Todavía en mayo pasado, hace menos de un año, Solbes declaraba públicamente que no veía «inminente» la llegada de una crisis y que hablar de recesión era hacer «catastrofismo». Difícilmente se podía haber equivocado más.

Las nuevas previsiones del Banco de España son realmente para echarse a temblar porque estiman que el paro llegará el año que viene al 19,4%, lo que supondría rebasar la cota de los 4,5 millones de desempleados. A comienzos de febrero, Zapatero sostenía que antes de abril se empezarían a notar los efectos benéficos de su plan de inversiones municipales. La realidad es que el paro ha subido en más de 123.000 personas en marzo.

Igualmente inquietantes son las cifras relativas a la evolución del déficit del Estado. En su última revisión, Solbes apuntaba ya a un déficit del 5,8% para este ejercicio, pero ahora el Banco de España lo sitúa en un 8,3%, que sería el peor dato en los últimos 25 años.

El consumo privado caería también este año un 3,1% mientras que la exportación de bienes y servicios descendería casi un 9%.Ello describe una economía sumida en una profunda recesión, con una fuerte destrucción de empleo, consecuencia de una brutal contracción de la actividad.

Ante estas perspectivas, Zapatero puede seguir aferrándose a un optimismo que de forma sucesiva es desmentido por los hechos o coger el toro por los cuernos y afrontar las medidas de ajuste que requiere la crisis.

Todo sería más fácil si PSOE y PP se avinieran a firmar un pacto para sacar a España de la difícil situación en la que se encuentra.No deja de resultar paradójico que si los países del G-20 han sido capaces de limar sus diferencias en Londres, aquí los dos grandes partidos sigan tirándose los trastos a la cabeza.

El Mundo - Editorial

Afganistán y los embelecos de Zapatero

«Una vez más el presidente del Gobierno pretende enmascarar la auténtica naturaleza de la misión en Afganistán pintándola como si fuese un asunto de caridad.»

Tras una rápida invasión a través del norte del país, en 1839 las tropas del imperio británico entran en Kabul e instalan en el poder al Shah Shujah. En vez de extender su dominio sobre las zonas rurales, el ejército británico permaneció acuartelado en Kabul y en otras ciudades afganas. Poco a poco, los rebeldes fueron recuperando el control hasta que en noviembre de 1841 se produjo un levantamiento cuyo triunfo causó la humillante retirada del ejército del país más poderoso del mundo y la muerte de 16000 de sus soldados.


Desde que en 2001 las tropas de la OTAN lideradas por los Estados Unidos invadieron Afganistán y depusieron a los talibán, Occidente no ha sabido o no ha querido pacificar el país ni dotarle de los medios necesarios para que su población no dependa de los terroristas. Preocupados por la repercusión inmediata que en sus respectivas opiniones públicas causarían las bajas, muchos gobiernos europeos, y en especial el de España, optaron por mantener a sus tropas aisladas de su entorno. El resultado de esta política timorata es que de forma paulatina los talibán y sus aliados han ido ganando terreno y estableciendo bases de operaciones a en el territorio del nordeste y en las zonas fronterizas con Pakistán.

Las costosas e impopulares operaciones de castigo lanzadas por los Estados Unidos el año pasado podrían haberse evitado si la OTAN no se hubiese conformado con controlar Kabul y mantener una presencia testimonial en otros núcleos urbanos del país. Asimismo, la ausencia de alternativa al cultivo de la amapola, planta de donde se extraen el opio y la heroína y principal fuente de financiación de los yijadistas, ha provocado el reforzamiento de las mafias en varias provincias de Afganistán.

Así las cosas, la aprobación en la cumbre de la OTAN del ambicioso plan del presidente Barack Obama, que prevé un aumento de las tropas combinado con un impulso a las labores humanitarias y de cooperación económica y estabilización política, puede conllevar una mejora de la situación de Afganistán, un importante punto estratégico en la lucha contra el terrorismo islámico. Sin embargo, conviene recordar cómo iniciativas anteriores, tales como la Alianza del progreso promovida por John F. Kennedy, fracasaron por su miopía y falta de entendimiento de las condiciones sobre el terreno. Esperamos que la administración Obama aprenda de errores pasados propios y ajenos y que su plan no se limite al intento de sepultar un problema bajo miles de millones de dólares.

En este contexto, una guerra larga y costosa que los occidentales pretenden luchar en muchos frentes, la postura de Rodríguez Zapatero resulta cuando menos ridícula. Una vez más el presidente del Gobierno intenta enmascarar la auténtica naturaleza de la misión en Afganistán pintándola como si fuese un asunto de caridad. A sabiendas de que es más que probable que las nuevas tropas españolas permanezcan en suelo afgano más allá de las elecciones, programadas para el verano, los socialistas recurren a una nueva y torpe añagaza denominando su aportación bélica "batallón electoral".

Hasta ahora, el pacifismo de salón practicado por el Ejecutivo se ha saldado con la irrelevancia de una España que cada vez cuenta menos donde más importa, es decir, en el seno de la Unión Europea y la Alianza Atlántica. La rectificación a medias de los socialistas es una buena noticia, pero no así su crónica falta de sinceridad. Pese a sus vanos esfuerzos por hacernos creer lo contrario, Rodríguez Zapatero continúa siendo un líder político dudoso. El pueblo español lo sabe. Nuestro aliados también.

Libertad Digital - Editorial

El desgobierno de la economía

LA economía española está en una recesión que durará, como poco, hasta el segundo semestre de 2010 y el Gobierno sigue dividido sobre el diagnóstico, las consecuencias y las políticas a emplear. La cadena de contradicciones entre el presidente y su vicepresidente económico, entre ambos vicepresidentes y entre el ministro de Hacienda y el Banco de España daría para una comedia de enredo y un serial de éxito televisivo si no estuviéramos hablando del drama del empleo que puede afectar a casi cinco millones de españoles. Se ha convertido en habitual que el presidente desmienta a su vicepresidente económico, habitual pero poco serio. Mientras Rodríguez Zapatero anunciaba internacionalmente, entre la incredulidad y el desconcierto de la audiencia, que la recesión en España había tocado fondo y la recuperación sería notable ya en el segundo semestre de este año, Solbes era mucho más cauto y hablaba de bien entrado el año que viene. Viene todo este jaleo a cuenta del último informe mensual de la autoridad monetaria que ha puesto números y altavoz público a lo que viene siendo el consenso de los analistas españoles. El PIB se contraerá un tres por ciento este año y otro uno por ciento el que viene, el déficit público superará el ocho por ciento del PIB y seguirá creciendo en 2010, aún sin contar el coste del paquete de rescate bancario anunciado pero del que aún falta conocer los detalles, y el paro continuará subiendo hasta alcanzar el 20 por ciento el año que viene. Así son las cosas y así las cuenta, por fin, el Banco de España. Negarlo es sencillamente ocultar la realidad, por ignorancia, voluntad de engaño o politiquería barata.

Pueden ser aún peor, porque el ritmo de destrucción de actividad económica y empleo del primer trimestre de este año no tiene precedente y, pese a la propaganda oficial, no hay ningún síntoma de moderación. El dato del paro de marzo, corregido adecuadamente de los efectos estacionales, es peor que el de febrero, la disminución del número de afiliados a la Seguridad Social también, la caída de la producción industrial continúa a tasas superiores al 20 por ciento, el desplome de las ventas del pequeño comercio y de bienes duraderos como el automóvil no retrocede un ápice. El único dato positivo es el aumento de la tasa de ahorro. Como no podía ser de otra manera porque pese a las irresponsables llamadas del presidente Zapatero a la alegría consumista, familias y empresas españolas han reaccionado como mandan los cánones.
Seriedad y rigor es lo mínimo que se le puede exigir a un Gobierno en estas condiciones. La opinión pública reclama clamorosamente un gran pacto de Estado para adoptar urgentemente medidas de política económica que no serán populares pero son imprescindibles si España quiere tener alguna posibilidad de evitar un largo estancamiento que nos haga perder la prosperidad alcanzada con tanto esfuerzo. El líder del Ejecutivo parece incapaz de llegar a un acuerdo incluso dentro de su propio Gobierno, se refugia en el cariño en su sindicato y se anuncia como gran mediador internacional en una huida hacia adelante que amenaza con precipitarnos al abismo de la crisis económica y social.

ABC - Editorial