martes, 12 de mayo de 2009

PINTANDO DIANAS. Por Hermann Tertsch

EL telediario del mediodía de ayer comenzó con una buena nueva por la que clamaban millones de españoles. Se dice que de un tiempo a esta parte, gran parte de nuestra sociedad, aburrida ante la escasez de incidencias en nuestras vidas, no pensaban en otra cosa. El anuncio fue todo lo solemne que requería la relevancia de esta noticia. Dos ministras vestidas de boda aparecieron en conferencia de prensa conjunta para anunciarnos que una de nuestras principales cuitas ha sido solucionada por el Gobierno de España. La «píldora del día después», que para millones de españoles no es sino otro tipo de aborto -desde luego más fino que el de la trituradora- estará disponible en las farmacias sin receta y sin listón alguno de edad. Una de nuestras ministras vestida de ceremonia advirtió, eso sí, que no quiere que se considere la píldora abortiva como un «método anticonceptivo». Piadosa reflexión la de la ministra cuando lo que estamos viendo en nuestro país es la deriva hacia la consideración de método anticonceptivo del propio aborto quirúrgico. Como en Rusia, donde no es infrecuente que mujeres de dieciocho años hayan abortado tres o cuatro o cinco veces. No parece ser la mejor forma de fomentar los anticonceptivos reales. Pero eso debe de dar igual porque, según la propaganda del Gobierno de España y sus aledaños, quien debe realmente hacer campaña a favor de los preservativos es el Papa de Roma. Y como resulta que Benedicto XVI no parece mostrar suficiente celo en tal empeño, el Congreso de los Diputados aprueba en comisión una iniciativa para regañar al Pontífice. El Papa a la picota por no querer ser como Zerolo.

Pero que nadie se irrite porque esto acaba de empezar. Con la economía en pleno naufragio, la batería de provocaciones ideológicas superará en intensidad pronto todas las antes habidas. Hoy Zapatero se asoma al Congreso para pedir colaboración, eso que llaman «arrimar el hombro». Es decir, a exigir a la oposición que apoye la política ruinosa del Gobierno socialista. Y si no se aviene, a tratarla como fuerza traidora a los intereses de los españoles, enemigo a abatir por todos los ciudadanos que sufren esta crisis en la que, al parecer, los que han gobernado estos cinco años no tienen responsabilidad alguna. Ayer lo dejó claro la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, con su habitual donosura. Nos dijo que en el PP se alegran de cada dato negativo, de cada revés en la economía. Vino a decir que el PP se alegra de la miseria de sus compatriotas. Ayer Pajín acusó al segundo partido nacional, ni más ni menos, de ser un enemigo del pueblo. Cuidado con este discurso tan batasuno, señorita Pajín, porque las penurias y angustias de los próximos meses y años van a generar mucha carga de violencia, mucho odio. Y usted se dedicó ayer a pintar dianas retóricas en torno a los rostros de aquellos que simplemente discrepan de su política.

ABC - Opinión

LA AUDIENCIA NACIONAL Y EL ABSURDO. Por Ramón Villota Coullaut

Piratas

«No se puede entender que los mismos juzgados que reconocen unos retrasos de años en sus procedimientos, abran causas innecesarias –los citados ejemplos de China o Israel– o inicien polémicas estériles con la Fiscalía y con la Abogacía del Estado.»

Nuestra Armada, después de detener a los piratas somalíes dentro de una operación internacional para proteger la navegación en el Golfo de Arén, ha provocado, sin quererlo, una muestra más del absurdo jurídico al que nos está llevando la Audiencia Nacional con ciertas resoluciones. Y además esta última polémica afecta nuestro prestigio internacional, ya que España no puede permitirse que los siete piratas somalíes detenidos por el Marqués de la Ensenada queden en libertad.


En cualquier caso, esta polémica –que nos puede hacer caer en uno de los mayores ridículos si los piratas no son entregados a Kenia para ser juzgados– nos debería llevar a que nos replanteemos la función de la Audiencia Nacional en cuestiones internacionales. Y es que por un lado parece que el artículo 65.1 e) de la Ley Orgánica del Poder Judicial –que recoge como competencia de la Audiencia Nacional los "delitos cometidos fuera del territorio nacional, cuando conforme a las leyes o a los tratados corresponda su enjuiciamiento a los Tribunales Españoles"– no nos permite juzgar a los piratas somalíes, pero sí a abrir diligencias judiciales contra autoridades de Estados extranjeros (como últimos ejemplos destacan Israel y China). En realidad, nuestra competencia en el plano internacional debiera ser supletoria de la de los tribunales de los respectivos países implicados o de los tribunales internacionales, y en cualquier caso deberíamos proceder con un criterio de sentido común que, aparte de la necesaria subsidiariedad de nuestra jurisdicción, tenga en cuenta que en aquellos supuestos que no hay ciudadanos españoles implicados la Audiencia Nacional no debiera iniciar actuaciones judiciales.

Y si esto requiere de una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, habrá que reformarla. Pero si hay algo que no se puede entender es que los mismos juzgados que reconocen unos retrasos de años en sus procedimientos, abran causas innecesarias –los citados ejemplos de China o Israel– o inicien polémicas estériles con la Fiscalía y con la Abogacía del Estado, como sucede con la misión internacional para erradicar la piratería en las costas de Somalia.

Libertad Digital - Opinión

BAJA ESTOFA Y ALTA ESTAFA. Por Tomás Cuesta

EL debate que hoy se inicia en el Congreso acerca del estado del Estado (mentar a la Nación incurre en el sarcasmo) va a ser un espectáculo grotesco, de los de baja estofa y alta estafa. No apto para estómagos sensibles, ni para inteligencias despejadas, ni para nadie, en fin, que se respete y que respete las normas de la democracia. El único interés del mano a mano que enfrenta a Rodríguez Zapatero con Mariano Rajoy y «tutti quanti» estriba en constatar hasta qué punto el gran embaucador es capaz de adornarse. El presidente sostendrá que dos y dos son cinco por la regla de tres de que los ricachones quieren comerse el pan de los parados. El líder popular pondrá el grito en el cielo —o en el infierno, ya que estamos— argumentando que, ni al amparo de la LOGSE, es posible negar que sumen cuatro. Y los nacionalistas, por su parte, habrán de echar su cuarto a espadas con el pretexto de los muchos cuartos que, según ellos, se les han restado.

Total, que entre cuentas y cuentos, puñaladas de pícaro y embustes a puñados, se nos vienen encima cuarenta y ocho horas de cháchara mostrenca, retórica bastarda y ofensas al buen juicio de los ciudadanos. Un horror, en resumen. O, mejor, un espanto de los que, amén de boquiabierto, te dejan turulato. Similar, aunque huérfano de gracia, al que experimentase el jaque cervantino al admirar el túmulo de Felipe II (el primero es González) en su solemne emplazamiento sevillano: «Voto a Dios que me espanta esta torpeza / y que diera un millón por describilla, / porque ¿a quién todavía no le humilla / esta máquina ignara, esta vileza?». (Parafrasear a Cervantes es una aberración, qué duda cabe, pero también lo es que a la gran mayoría de nuestros parlamentarios les cueles de rondón un soneto falsario y se queden tan anchos).

El estado del Estado es comatoso, fané y descangayado —medio tongo, medio tango— y lo seguirá siendo pese a que Zapatero se saque, no sólo un comodín, sino una baraja entera de la manga. Lo natural, cuando la economía se encabrita, es que la gente termine encabronándose con los que no consiguen ni suturar la herida ni frenar la hemorragia. En España (o sea, en el Estado) la costumbre, por contra, es embestir contra cualquier señuelo que nos pongan delante. Mientras exista un chivo expiatorio —honor que le corresponderá al señor Aznar, por descontado—, el personal, metido a hacer la cabra, igual se tira al monte que al barranco. ¡Más subsidios!, exige el ruedo ibérico con la misma pasión con la que en otros tiempos demandaba más sangre y más caballos. A falta de pan, el odio engaña el hambre.

«Los problemas económicos —escribió Winston Churchill poco antes de que Europa se zambullera en la barbarie— no se resuelven apelando al voluntarismo extremo o a la vehemencia exacerbada. La solución es la eficacia. Son los remedios, no el número de votos, los que curan un cáncer». ¿Cáncer? ¿Qué cáncer? Lo peor ha pasado, la mejoría es evidente y el que no lo perciba es un cenizo, un ceporro, un cegato. Unos cuantos masajes laicistas, una sesión de cataplasmas doctrinarias y andando a cobrar el paro. Si es cierto que un cínico es alguien que conoce el precio de todo y el valor de nada, el señor Zapatero es el cinismo por antonomasia. Atentos al debate: valor nulo, coste incalculable. Baja estofa y alta estafa.

ABC - Opinión

EN ACTITUD LAICA Y DE RODILLAS. Por Cristina Losada

ZP y Patxi

«Los socialistas se mantendrán de pie ante la religión, pero ante el nacionalismo permanecen genuflexos.»

Zapatero celebró que López asumiera la presidencia de la autonomía vasca "de pie y en actitud laica". La posición real es otra. Los socialistas hacen alarde de retirar Biblias y crucifijos, pero despliegan un respeto reverencial por los objetos sagrados del nacionalismo. No se humillarán ante Dios, pero se humillan ante los dogmas establecidos por Sabino Arana, Prat de la Riba y Castelao. Incluso cuando acceden al poder demuestran complejo de inferioridad respecto a los nacionalistas. En unos sitios, los imitan o se vuelven más nacionalistas que ellos. En otros se comportan como el intruso que implora el perdón de los amos por ocupar su lugar y les garantiza que poco, apenas nada, cambiará en la finca.


Cuando López dice que hay un "campo enorme" para entenderse con el PNV y anuncia que le hubiera "encantado" nombrar consejero a Imaz, los bienpensantes lo interpretan como un gesto integrador, destinado a templar la rabia de los de Ibarretxe ante la costosa pérdida de las poltronas. Se alega que la situación del País Vasco es delicada. Pero cuando el mismo López se resiste a garantizar la presencia de la bandera española o cuando pregunta quién puede decir que los socialistas no quieren a Euskadi, revela el fondo turbio de la cuestión. Él y los suyos han comprado el muestrario de supercherías pergeñado por el nacionalismo. En concreto, ese botón sentimental: que sólo los nacionalistas aman de verdad el terruño. Por eso, claro, lo convierten en un coto privado donde la libertad siempre está en veda. Igual que la bandera.

Los orígenes del nacionalismo germánico aparecen vinculados al reemplazo del cristianismo ortodoxo por la creencia en una experiencia mística de la comunidad. En España, el nacionalismo porta también los rasgos de un sucedáneo religioso. Eso no ha impedido que lo abrazaran sectores del clero y que sus políticos se sientan más papistas que el Papa. El ritual de la toma de posesión del presidente autonómico vasco, instituido por el PNV como el resto de la simbología regional, representaba la extraña simbiosis de la religión y la Ersatzreligion. Patxi López decidió laicizar el rito, pero no para distanciarse del nacionalismo, sino de la religión.

El partido de Zapatero está ayuno de señas ideológicas, pero antes prefiere gallear como laicista que mostrarse poco devoto del credo identitario. Y enfrentarse a él, ni en sueños. Los socialistas se mantendrán de pie ante la religión, pero ante el nacionalismo permanecen genuflexos.

Libertad Digital - Opinión

PALABRAS Y MENTIRAS. Por M. Martín Ferrand

JOSÉ Luis Rodríguez Zapatero es un orador singular. Su método camina más cercano al sermón de catequesis que al discurso político tradicional y en sus palabras todo cuanto no resulta esotérico es falso; pero, aun así, convence al respetable. Más que un mérito propio es un demérito de sus oponentes -tan aburridos y tecnocráticos- y, también, el fruto de la generalizada bondad de los españoles. Se le ve tan tierno e inmaduro y se le supone tan abrumado por las circunstancias que incita a la conmiseración y/o, según los sexos, despierta el instinto maternal.

Hoy y mañana tendremos sobredosis oratoria del presidente del Gobierno. El Debate sobre el Estado de la Nación es la única de sus grandes comparecencias parlamentarias anuales que le obliga a algo. Para nuestra desgracia cívica, ya sabemos que las que se corresponden con los Presupuestos son pura ceremonia. Esa Ley se discute y aprueba con la intención de no cumplirla y, en consecuencia, su debate es un trámite mentiroso, algo para el desfogue de la oposición. El Debate de hoy, en vísperas de una confrontación electoral, tiene fuerza en sí mismo. Hace sólo unas horas y después de cinco años de Gobierno, tuvo el desparpajo de señalar la responsabilidad de José María Aznar en el inflado de la burbuja inmobiliaria. ¿Qué no podrá decirnos durante las próximas cuarenta y ocho?

El momento parece el de una gran conjura de necios. Hablar y decir mentiras e inconveniencias sale gratis. Viene un escritor menor, como el británico Martin Amis, de quien he leído dos o tres novelas debiendo haberlo hecho solo con una o ninguna, y dice que «hay que agradecer a ETA que matara a Carrero Blanco». Lo dice en el sentido de que el entonces presidente del Gobierno, cuando ya tenía más de setenta años, era el «previsto» para la sucesión de Francisco Franco. Una machada, con apología del terrorismo incluida, que todos parecen aceptar y los diarios publican sin mayores reparos u observaciones.

Habría que esforzarse para devolverle a la palabra el rigor y la responsabilidad que le corresponden. El mal uso que de ella hacemos todos terminará por incomunicarnos a unos con otros después de producirnos un insoportable prurito de desconfianzas. En el Debate que hoy comienza, por respeto a los parados, Zapatero debiera intentarlo con la verdad, el único subterfugio dialéctico que no ha probado todavía.

ABC - Opinión

"MENOS LADRILLO Y MAS ORDENADORES". Por José García Domínguez


Zapatero

«Cuando el tipo con la cabeza llena de nada resulta ser un político de izquierdas, el latiguillo canónico impone que su perorata remita a la perentoria, ineludible, imperiosa urgencia de afrontar cuanto antes un "cambio del modelo productivo".»

"Vamos a un modelo de crecimiento radicalmente diferente al actual: menos ladrillos y más ordenadores", acaba de fantasear Zapatero ante veinte mil eufóricos altermodelistas. Electrizante, la consigna retumbó como aquel legendario "Menos latín y más deporte" del camarada Pepe Solís. A partir de ya, pues, le sobran motivos para temblar a Bill Gates: por inapelable mandato de La Moncloa, los promotores inmobiliarios de Torremolinos se pondrán a competir con Microsoft e IBM en dura lid por la hegemonía en los mercados globales del soft y del hard. Seguro. Nadie lo dude.


Es sabido, cuando un político de derechas no tienen nada que decir echa mano de las célebres "reformas estructurales". Es entonces cuando el rutinario canto a las virtudes de la economía de mercado se ve sazonado con la perentoria, ineludible, imperiosa urgencia de afrontar cuanto antes ciertas reformas estructurales que, por lo demás, ni siquiera requieren ser especificadas. Basta simplemente con mentar ese sintagma fetiche, "reformas estructurales", mirando con sentido gesto de honda preocupación hacia la cámara, y ya está, expediente resuelto.

Por el contrario, cuando el tipo con la cabeza llena de nada resulta ser un político de izquierdas, el latiguillo canónico impone que su perorata remita a la perentoria, ineludible, imperiosa urgencia de afrontar cuanto antes un "cambio del modelo productivo". Y es que si al personal de la derecha se le aplaca con el sonajero de las reformas estructurales, la tropa de izquierda exige el firme compromiso de un inminente cambio del modelo productivo, cualquier cosa que ello signifique, antes de echarse a dormir.

En fin, que se vaya preparando Steve Jobs: más pronto que tarde se verá eclipsado por los deudores de Caja Castilla-La Mancha. ¿Y qué decir de Hewlett-Packard, Toshiba o de los pobres de Dell? No les quedará más remedio que morder el polvo ante cualquier orondo presidente de club de fútbol español puro en ristre y subvención en mano. Por lo demás, el nuevo modelo será compatible con la muy progresista pedagogía de la plastilina, ésa que aspira a la plácida felicidad de nuestros jóvenes desde la guardería hasta la universidad. Así que nada de exámenes ni de traumáticos filtros académicos hasta que nos diseñen el primer ordenador profesional. Faltaría más.

Y ahora, a fundar por Real Decreto otro Silicon Valley, a ser posible, en la sede de la UGT.

Libertad Digital - Opinión

TORMENTA DE HORMONAS. Por Ignacio Camacho

EN estado de degradación. Así es como se encuentra, no la nación -que acaso también-, sino la política, que Zapatero quiere convertir en una tormenta de hormonas como la que provoca la píldora del día después, utilizada sin reparo como señuelo del día antes, como sorprendente inocentada de la víspera del debate. Acorralado por el paro, por las encuestas, por el desplome industrial, por la oposición, por las minorías, por la terca realidad de un país en quiebra, el presidente ha decidido abandonar cualquier atisbo de fineza, cualquier prejuicio ético y hasta cualquier tapujo estético para abrazarse a una demagogia primaria con la que embarrar el campo de juego. Para calentar una campaña en la que se ve perdedor ha recurrido a la agitación y el trazo de brocha gorda, desde toscas consignas sin pulir -«menos ladrillo y más ordenadores»- a elementales argumentarios de ideología barata. Pero el populismo del «pildorazo» rebasa todos los límites porque compromete por razones de desaprensivo cálculo electoral la salud de la población adolescente, a la que el Gobierno envía el insólito mensaje de que puede lanzarse al sexo sin el paracaídas del preservativo. Esta vez la estrategia de la provocación ha ido demasiado lejos, provocando el estupor de la clase sanitaria, de los educadores, de los padres de familia y hasta de los enfermos leves que no pueden comprar sin receta un simple antibiótico para las infecciones de garganta o un tamiflú para la gripe.

El de hoy es el único debate de los candidatos reales que no figuran en las papeletas del 7-J. Por eso Zapatero adelantó la fecha, embargado de la confianza que se tiene a sí mismo cuando la política se vuelve un duelo áspero, descontrolado e inflamable. El país se le ha ido de las manos pero sabe crecerse en el cuerpo a cuerpo y transformar la esgrima parlamentaria en un bronco desafío de garrotes y navajas. Es incapaz de gobernar con criterio pero posee un instinto superdotado para moverse en la retórica cortoplacista, en el desorden y la confusión. Hoy quiere hacer del Parlamento una traca; a sabiendas de que su gestión de la crisis no resiste el más mínimo análisis y de que va a recibir un vapuleo general, pretende montar una desabrida pelea a cara de perro en la que sus carencias se diluyan entre un primitivo intercambio de golpes bajos. Cuando ya ni siquiera le funciona el diseño posmoderno se enfrasca en la política hormonal, en el revuelo de vísceras, en el menudillo de bofes torpemente camuflado de confrontación ideológica.

Y puede salirle bien. Si algo tiene demostrado este hombre no es su competencia como gobernante ni su responsabilidad de estadista, sino un probado conocimiento, pragmático hasta el cinismo, de los mecanismos de psicología colectiva de sus conciudadanos.

ABC - Opinión

UNA IDIOTEZ. Por Alfonso Ussía

Para Amis, España es una nación moderna gracias a un crimen terrorista. Además de vileza, Amis da muestras de una completa desinformación

El escritor británico Martin Amis ha dicho que España debe agradecer a la ETA el asesinato del almirante Carrero Blanco, «el hombre que iba a reemplazar a Franco». Para Amis, España es hoy un Estado de Derecho y una nación moderna gracias a un crimen terrorista. Además de vileza, Amis da muestras de una completa desinformación. ¿Fue la ETA y sólo la ETA la única responsable de la muerte de Carrero? Es cierto que el entonces Presidente del Gobierno era una presa fácil. Llevaba menos seguridad que hoy «los Albertos» o David Bisbal, y sus movimientos eran casi sistemáticos. En el repugnante libro «Operación Ogro» de Genoveva Forest, que firma con el seudónimo de «Julen Aguirre», hay más auroras boreales que datos e informaciones. Y aún existen en las sedes de dos agencias de prensa norteamericanas los teletipos que anunciaron el asesinato del almirante con una hora de antelación a la del cumplimiento del atentado.


Para mí, que la ETA mató a Carrero, con una infraestructura muy superior a la que tenía la banda terrorista. A mí, políticamente, la figura de Carrero Blanco no me era nada simpática. Y no lo era por su inamovible lealtad al Generalísimo. Carrero Blanco era, en efecto, más franquista que Franco, pero ello no quiere decir que su lealtad al franquismo fuera más allá de la muerte del dictador. No era, como afirma Amis, «el hombre que iba a reemplazar a Franco». La gran batalla de Carrero Blanco no fue otra que asegurar la sucesión del Régimen por una Monarquía encarnada en la figura de Don Juan Carlos. Era el gran enemigo de Don Juan, al que no perdonó un comentario coloquial referido a su persona y que un desleal del Rey en el exilio le trasladó. Carrero, con López Rodó y otros, se impuso al movimiento azul de Solís que quería impedir a toda costa la designación de Don Juan Carlos. Se llegó a montar la «Operación Boda» de Alfonso de Borbón Dampierre con la nieta mayor de Franco para dificultar el rumbo. Carrero sabía que Don Juan Carlos iba a desmontar el Régimen, y defendió siempre su candidatura. No es ejemplar hacer públicas las opiniones privadas del Rey, pero en cierta ocasión, que hablamos de ello, el Rey se mostró convencido que de vivir Carrero Blanco éste habría aceptado como tantos otros, sin poner trabas ni recortes, el período de la transición a la democracia. Y su convencimiento se sostenía en la lealtad demostrada del almirante. Carrero Blanco fue un hombre de segundo plano, con un poder casi omnímodo y una ausencia de ambiciones personales de muy difícil comparación. Cuando murió asesinado, nada tenía que dar ni repartir a sus descendientes. La ETA, sola o acompañada -más bien lo segundo-, no lo asesinó por ser el número dos de un Régimen que se acababa. Lo hizo porque era el más fácil de matar, facilidad que se unía a la gran repercusión del crimen. Pero el almirante no tenía previsto ni pensado reemplazar a Franco, como Amis asegura. Sabía que el Rey y la Monarquía que vendrían después de la muerte de Franco cumplirían con la necesidad del cambio y la reconciliación. Carrero era leal, y lo fue hasta la muerte, pero no tenía un pelo de tonto. Su final político coincidiría con el cierre del sepulcro de Franco. Como español, nada le tengo que agradecer a la ETA. Asesinó a un almirante honesto, a un político honrado -equivocado como tantos de su tiempo-, y a un hombre leal.

La Razón - Opinión

NI OFENSIVA, NI ANTICONCEPTIVA

«La píldora del día después ni es inofensiva ni se trata de una receta milagrosa para evitar el embarazo. Tiene efectos secundarios y contraindicaciones muy bien delimitadas que cualquier médico conoce a la perfección.»

Cada vez que, a instancias del ministerio de Igualdad, se reúne un "comité de expertos" para tratar temas relativos al aborto la factura la termina pagando el más débil, en este caso el nasciturus, tratado una y otra vez como si no existiese; de hecho, para los ingenieros e ingenieras sociales del PSOE no existe y, por lo tanto, carece de derechos. La última vez que los "expertos" se reunieron alumbraron una de las leyes sobre el aborto más permisivas del mundo, a pesar de que la sociedad española pide a gritos un debate a fondo sobre un asunto tan sensible. La ley de marras es sólo el principio. En el programa máximo que los socialistas traen bajo el brazo, ese que saben ocultar a sus votantes para fingir mesura ideológica, la transformación social a través de la ley es tan importante como la pamema de la España plural o el recurso sistemático al Frente Popular como legitimador de su régimen.


Extender el uso de la llamada "píldora del día después" es la siguiente asignatura que las ministras de cuota quieren aprobar a toda prisa. Arguyen en su favor que en España hay muchos abortos entre las adolescentes y que eso supone un problema al que el Gobierno debe hacer frente. Y, efectivamente, es así. Las cifras de aborto entre las menores de edad son alarmantes, pero es misión de la sociedad en su conjunto –no sólo del Gobierno– encarar el problema debidamente, y hacerlo con instrumentos nacidos de la propia sociedad civil, no sólo de la varita legislativa del Estado, embarcado actualmente en una gigantesca empresa de reestructuración moral.

De esto las ministras no entienden, o entienden pero a su manera, y además mienten con un asombroso desparpajo. Su radicalismo feminista no les deja ver que la solución que proponen para que disminuyan los embarazos no deseados es un disparate que compromete seriamente la salud de todas las mujeres que se aventuren por ese camino. La píldora del día después ni es inofensiva ni se trata de una receta milagrosa para evitar el embarazo. Tiene efectos secundarios y contraindicaciones muy bien delimitadas que cualquier médico conoce a la perfección. Y no evita el embarazo sino que lo interrumpe en una fase muy temprana. Es, a todos los efectos, una píldora abortiva con las derivaciones morales que ello implica.

Asumiendo que este fármaco tiene consecuencias sobre la salud femenina, que las tiene, la única defensa que le queda es su supuesta eficacia para hacer descender el número de embarazos no deseados y de abortos en fases más avanzadas. Pero ahí tampoco acierta la ministra, que se ha limitado a citar algunos ejemplos en el extranjero sin ofrecer datos cuantitativos ni porcentajes de descenso en el número de embarazos adolescentes. Aquí, como en todo, hay que aplicar el sentido común. Si la píldora se encuentra a libre disposición de las menores de edad, a bajo precio y sin requerir permiso paterno, todo invita a pensar que se convertirá en un medio anticonceptivo más, pero con una prima de riesgo añadida.

El círculo de embustes en torno al aborto se cierra con esta polémica e inexplicable decisión. El aborto no es un derecho aunque la ley así lo dictamine y la píldora del día después no es una "fórmula anticonceptiva de emergencia", sino un fármaco cuya prescripción debe corresponder a un especialista como sucede, por ejemplo, con los antivirales. El resultado de estos dos errores de concepto puede ser especialmente amargo. Pero entonces nadie se hará responsable de los platos rotos, porque de lo que se trata es de eso mismo, de fomentar la irresponsabilidad de los menores de edad en todos los ámbitos de la vida, incluido el referente a las relaciones sexuales. Esta tal vez sea la esencia misma del "revolucionario" programa con el que los socialistas nos quieren llevar a la modernidad.

RLibertad Digital - Editorial

DEBATE SOBRE UNA NACION EN CRISIS

EL debate sobre el estado de la Nación que hoy enfrentará nuevamente a José Luis Rodríguez Zapatero y a Mariano Rajoy es uno de los más importantes de todos los realizados hasta el momento, porque se produce en medio de la mayor crisis económica mundial y nacional y en puertas de unas elecciones que, aun siendo europeas, pueden marcar el curso del resto de la legislatura. Las posiciones del Gobierno y del PP son conocidas, porque la falta de entendimiento entre uno y otro ha hecho que se defiendan pública y antagónicamente, pero esta previsibilidad de los discursos no merma la trascendencia que puede tener el resultado del debate ante la opinión pública. Es más, esta confrontación justifica más que nunca un debate parlamentario que puede llegar a ser esa moción de censura que el PP sitúa en la calle y que en algún momento podría llegar formalmente al Congreso de los Diputados. La clave del debate estará en cómo Rajoy articula los argumentos de censura a Zapatero y cómo éste pretenderá eludirlos. Por lo pronto, el presidente del Gobierno se presenta con el mayor número absoluto de desempleados en la historia democrática, con una tasa de paro que supera el 17 por ciento, un déficit público creciente e ineficiente, una extensión de la morosidad familiar y empresarial, una caída constante de la productividad y una recesión sostenida. Con estos datos, el Gobierno ha optado por fabricar a toda prisa coartadas para su fracaso, como las que exhibió el PSOE en el mitin de Vistalegre este pasado domingo. Culpar de la crisis al PP, un partido que hace cinco años dejó el gobierno, no es sólo mentir a los ciudadanos; es ante todo un acto de cobardía desnudada por los datos. Para herencia gravosa, la que dejó el PSOE en 1996. Para herencia positiva, la que recibió Zapatero en 2004.

Si no ha habido consenso con el PP en materia económica, se debe a la misma razón que explica que no la haya habido en otras materias de Estado. El PSOE prefiere a las minorías extremistas -ERC, BNG o Izquierda Unida- para no ceder un ápice en su forma partidista de gobernar, incluso cuando la situación de crisis económica aconseja un urgente pacto de Estado. Claro que tampoco Zapatero ha conseguido pactos en otras áreas, pese a sus compromisos personales. Hoy el presidente del Gobierno no puede decir que exista un diálogo social fructífero, pese a que sea su eslogan favorito, ni puede presentar un plan cerrado de financiación autonómica, enrocado en un «sudoku» imposible de resolver. El riesgo de anuncios sorpresa es, a falta de resultados, mayor que nunca.

Hace un año Zapatero negaba la crisis, más aún la recesión. Por eso, sus respuestas a la situación han sido tardías, inconexas e improvisadas. Se ha gastado una ingente cantidad de recursos públicos sin obtener beneficios proporcionales -¿dónde están los 400.000 empleos que la vicepresidenta Salgado anunció con el plan de inversión local?-, con la única certeza de que el coste del déficit que ha provocado lastrará la recuperación a largo plazo. Este escenario de crisis económica y políticas sectarias debería forzar hoy un gran debate ideológico entre un Gobierno socialista, deficitario en todos los sentidos y torpe como gestor, y una opción de centro derecha que si en algo tiene acreditado su buen hacer es la dirección económica de España entre 1996 y 2004, que llevó al país a niveles históricos de empleo y desarrollo.

ABC - Editorial

LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO. Por Yauma

Con este nombre M. Vargas Llosa novela la insurrección popular, de signo religioso que se produjo a fines del siglo XIX en las tierras del Nordeste, en el Brasil. El eje de la obra es un personaje fanatizado, como muchos de nuestros patriotas cuatribarrados, “ O Fanatico Antonio Conselheiro”.

Situándonos en el Nordeste de la península Ibérica, donde parecen correr tiempos de inquietud ante la preparación de un futuro conflicto dentro de 25 años, también de tipo patriótico- religioso, aunque cargado de connotaciones étnicas, lingüísticas y folclóricas. Sobre este tema creo disponer de información privilegiada. Intentaré exponerla sin mayor dramatismo, antes diré como ha llegado a mis manos esta información.

Mi padre, emigrante en los años 80 a Barcelona procedente del sur de España, concretamente cazorleño de Jaén, persona previsora y un adelantado de su tiempo, estudió catalán por correspondencia complementándolo con una formación profesional de contabilidad y historia de la nación catalana y de los países catalans, alternándolos con su trabajo diario de jornalero en la sierra de Cazorla. De este modo, por la vía de la cultura, conoció la existencia de una realidad muy diferente a la que le habían enseñado en el escaso tiempo que estuvo escolarizado. Supo de la existencia de Guifré el Pilós (Wilfredo el Velloso) el fundador de la nación catalana, el artífice del nacimiento de Catalunya, el padre de todos los catalanes, originarios y nouvinguts, “ fills de Guifré el Pilós, això vol dir catalans” (hijos de W. El Velloso esto quiere decir catalanes) según palabras del dramaturgo Serafí Pitarra.


Con sus conocimientos de contabilidad y su catalán balbuciente, mi padre se presentó en Barcelona. Nada más llegar buscó trabajo de contable, sin éxito reseñable, contestando a diferentes anuncios de la Vanguardia donde se pedían personas capaces de entender los conceptos básicos sobre cuentas, estados financieros, información contable etc. Así como disposición para los números y buena letra, en ese tiempo no había ordenadores y, se valoraban otro tipo de habilidades. El tejido empresarial catalán, empresas familiares muy conservadoras dirigidas por los propios dueños generalmente gente emprendedora pero de limitado recorrido y muy nacionalistas, no era el más acogedor para un charnego.

Mi padre se presentaba a concurso, una y otra vez, en diferentes sitios sin ningún resultado positivo, el hombre estaba convencido de la calidad de sus exámenes, no obstante siempre J. Merino Pimienta, así se llama mi padre, aparecía en cuarto o quinto lugar en las listas de examinados, curiosamente los primeros, los que conseguían el puesto, eran aspirantes con apellidos autóctonos. Al principio, en su ingenuidad, esta experiencia le molestó, después llegó a entenderlo, la contabilidad como sala de maquinas de la gestión empresarial, no podía estar al alcance de un recién llegado, nouvingut, hacia falta una solera profesional que el no disponía, una sedimentación conceptual que de momento no estaba a su alcance.

Sin desanimarse, en vista del poco éxito profesional y como el dinero que tenia se le acababa, decidió probar suerte en la construcción, no tenia experiencia, pero era joven y físicamente fuerte, faltaba mano de obra y todos los recién llegados eran absorbidos sin ningún problema, incluidos algunos magrebies indocumentados que ya empezaban a verse por la ciudad. Pronto aprendió el oficio y durante treinta años ha estado trabajando en la construcción. Ahora envejecido y con la crisis del sector se ha quedado en paro. Un paro momentáneo, pues gracias a militar desde hace años en el socialismo-nacional ( PSC) y a una relación cercana con alguien muy importante, comprenderán que no de nombres, ya dispone de un nuevo puesto de trabajo como conserje auxiliar en la nueva sede de” La Fundación Nacional para la Defensa y Conservación de los Macromicetos Autóctonos de los Países Catalanes” (en lo que sigue La Fundación).Desde este foro, en nombre de mi padre ,me gustaría agradecer al honorable benefactor, perdonen que no de nombres, la gran ayuda recibida. Mi padre aún recuerda con afecto cuando al poco tiempo de llegar a Barcelona escribió una carta a un buen amigo suyo, el señor Antonio, cordobés de un pueblo que da nombre a un famoso pantano, para que se viniera a Barcelona , ya se sabe el efecto llamada. El señor Antonio lo tenía ya todo preparado para marchar a Madrid con su señora e hijos, pero la llamada de un amigo, mi padre, le hizo cambiar de planes y se vino para Barcelona. Sin saberlo mi padre cambió el destino del pueblo catalán y privó a los madrileños de un extraordinario dirigente. Lo cual yo celebro, pues ahora tendríamos otro motivo más para envidiarles.

Por estos años un futuro presidente de nuestra amada nación, uno de los más queridos, junto a Macià y Company, el honorable Pujol refiriéndose al hombre andaluz escribía “Es un hombre destruido poco hecho, desarraigado destruido y anárquico, vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual” Acabaría afirmando que de introducirse tal mentalidad en Cataluña podría llegar a destruirla. Evidentemente nuestro querido presidente estaba en lo cierto. Por esta razón, y no por otra, el hombre andaluz ha desaparecido de nuestra querida patria cuatribarrada, desde hace tiempo todos somos patriotas nacionales con ligeros matices, socialistas-nacionales, nacionalistas de derechas, nacionalistas- republicanos, comunistas-nacionalistas etc. el llamado PUC, el resto, cada vez menos y peor organizados, pertenecen a las fuerzas de ocupación extranjeras.

Nada más constituirse el nuevo tripartido dirigentes importantes del PUC, entre los que se encontraban el convergente Pere Macias, se reunieron en secreto y llegaron a un acuerdo de mínimos para la creación del germen del futuro Ministerio de Defensa y Ataque de nuestra nación, una especie de pacto del Tinell en versión bélica, camuflado bajo el inocente nombre de La Fundación. Otro tema importante tratado fue el de la reorganización del PUC ante el futuro difícil, pero glorioso, que nos espera. Nosotros sí, somos un verdadero partido transversal, no como esos infelices de Ciutadanos y Upedeistas, ( izquierda, izquierda, derecha, derecha, un dos tres). Todos estamos de acuerdo en lo que nos une como partido, la defensa y gloria de nuestra sagrada nación, por ello sería conveniente identificar el PUC con unas siglas menos genéricas, algo que recuerde en todo momento al ciudadano la esencia misma del sistema político en el que vive. Hay nombres históricos que se adaptan perfectamente a nuestras necesidades ,pero están algo desprestigiados por lo que deberemos ser prudentes en la adaptación, todos nosotros tenemos en mente el NSDAP – Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei- por ello, Partido Nacionalsocialista Catalán de los Trabajadores, no nos parece el nombre más indicado, quizá Partido Socialista Nacional Catalán PSNC pueda tener mejor prensa.

El primer paso, después del pacto secreto, fue la construcción de un moderno edificio como sede del futuro ministerio con cargo a los presupuestos del Estado, parece que Solbes, tan hábil con los números en determinados debates, se tragó el cuento ecológico que le endilgaron los nacionalistas, el edificio tiene forma de seta gigante invertida, una amanita faloides, lo diseñó el francés Jean Nouvel especialista en este tipo de construcciones, la torre Agbar es otro claro ejemplo en Barcelona, la forma fálica como símbolo de poder. ¡ Recuperamos a Siegmund Freud.!

El director del instituto es un antiguo patriota cuatribarrado, persona relativamente joven, pero experimentada en la lucha revolucionaria contra la ocupación española, últimamente en sus declaraciones públicas repite de manera machacona que España se parece cada vez más a Serbia y justifica cualquier exceso de algunos de nuestros patriotas cuatribarrados más combativos con la desafortunada cita de Quevedo: “Mientras haya catalanes en la Tierra, habrá guerra”. Del edificio conozco sólo la primera planta y el sótano, el resto permanece totalmente cerrado al público con la excusa de que son departamentos de investigación micológica sólo entra personal autorizado poseedor de claves secretas que cambian cada semana. En la primera planta se encuentra el vestíbulo y la sala de actos en el sótano hay una gran biblioteca un gimnasio, una sala de proyecciones y una enorme caseta de feria. Intentare explicar, sin detalle, que se puede encontrar en cada uno de estos lugares por si alguien tiene interés en visitarlos.

El vestíbulo: Hay una exposición permanente sobre las principales setas (bolets) de los países catalans, lo clásico, rovellons, llenegues, gírgoles, moixernons,....etc..(más información en el Blog), un mapa enorme de la península Ibérica donde destaca en colores vivos las zonas micófilas (el país vasco y los países catalans) de las micófobas, el resto. Una fotografía enorme del botánico y nacionalista catalán Pío Font Quer y de las diversas asociaciones boletaríes de Cataluña además fotografías y retratos, según los casos, de los 128 presidentes de la Generalitat de Catalunya el primero Berenguer de Cruilles (1.359) hasta el actual, todos ellos micófilos y grandes micófagos, aunque tengo la impresión que el presidente actual antes de llegar a la presidencia sólo conocía el champiñón de París.

La sala de actos: Está presidida por una enorme fotografía del burro catalán (guarà, ase, ruc) (Equus asinus variedad catalana) una raza de asno originaria de Gerona. Tres grandes banderas están sobre el escenario, la señera o cutribarrada, la estelada y como novedad la futura bandera de combate de nuestro pueblo, fondo amarillo con una enorme hoz roja, sin martillo, en el centro. Sobre las paredes, a modo de versículos coránicos, fragmentos de nuestro sagrado himno nacional en su versión primigenia, incidiendo reiteradamente en el pasaje ¡Bon cop de Falç! ¡Bon cop de Falç! (Buen golpe de hoz, Buen golpe de hoz). En lugar destacado una palabra repetida hasta la saciedad, en albanés ¡Pavarësia! ¡Pavarësia! (¡independencia! ¡independencia!). Sobre las paredes dibujos diversos de escenas de lucha y competición entre un burro y un toro, el burro, parece un caballo, siempre sale victorioso y ridiculiza al toro( presentado sus defensas como cornivueltos, cornicortos, corniabiertos, cubetos etc )incluso en lo propio del Bos taurus, trapío y suertes del arte de Cúchares. También el artista pintor se regodea en varios dibujos de malísimo mal gusto donde se representa la sodomización del toro por parte del burro.

El sótano: empezamos por la biblioteca, amplia, todas las obras escritas en catalán originales o traducciones a nuestra querida llengua, en lugar destacado están los papeles de Salamanca junto con los de León, Zamora , Valladolid y Palencia. Abundan los libros de historia todos ellos escritos por historiadores nacionalistas antiguos y contemporáneos, entre estos últimos ocupa un lugar de relieve un colaborador habitual del País. La primera vez que pude entrar en este gran templo del saber me llamó la atención un pequeño volumen, de color rojo y autor anónimo, al examinar una de sus páginas al azar pude leer lo que sigue: “Nosotros un pueblo elegido desde el origen de los tiempos, históricamente hemos sido sometidos y humillados por un puñado de pastores y esquiladores de ovejas, desde el infausto matrimonio de esa reina castellana, tan poco dada a la higiene personal, con Fernando de Catalunya ese ambicioso y mujeriego Rey nuestro”. Tengo que confesar que me sentí impresionado.

Hay una gran sala dedicada en exclusividad a temas militares, historia de los ejércitos, historia militar, armamento desde lo más antiguo a lo último publicado, tratados de táctica y estrategia militar, topografía y geografía, estudio del tiro parabólico, política de defensa, espíritu militar, orden cerrado, estudio de las grandes batallas ( desde la de Maratón –490 hasta la de las Ardenas 1944-1945 pasando por la del Ebro 1938 y el desembarco de Normandía 1944) etc. Un lugar destacado lo ocupan las obras de Clausewitz especialmente Von Kriege (De la guerra).

Otro apartado de interés es el de la organización, aquí la mayoría de documentos llevan la etiqueta de “Reservado” el uso de los mismos está permitido a muy pocas personas poseedoras de códigos especiales secretos, ruego que no se me pregunte como he podido tener acceso a tal información, la mayoría son traducciones del alemán en otros casos aún no han sido traducidos. A grandes rasgos la idea que he podido sacar es que se pretende tener, en un plazo inferior a 25 años, una organización similar a la que hubo en Alemania durante el nacionalsocialismo, pero con formas amables, son otros tiempos y aunque no nos guste somos de origen latino.

Se estudia al detalle El Reichwehz (el ejercito de Weimar) ejercito regular

Schwarze Reichwehr (ejercito negro)

S.A. Sturmbteilung tropa de asalto que funcionó como una organización paramilitar del NSDAP el nombre viene originalmente de las tropas de asalto especializadas que utilizó Alemania en 1918.

Ordnungsdienst (servicio de orden)

Schutzstaffel (escuadrones de protección)

Waffen-SS el cuerpo de combate de elite del Schutzstaffell, etc.

El gimnasio: poco puedo aportar sobre este asunto, soy un individuo de constitución esmirriada, contento conmigo mismo, sin pretensión alguna de mejora física, a pesar de mis pocos años. Diré que en el gimnasio se ejercitan y se ponen en forma nuestros escuadristas cuatribarrados para salir victoriosos de las frecuentes luchas callejeras que mantienen con el enemigo invasor. Estos jóvenes idealistas seguidores del personaje bíblico Onán, consumidores desenfrenados de la planta herbácea Cannabis sativa , en su diferente aprovechamiento marihuana, hachís etc, practican además la doctrina del Naci-onanismo “Practica sexual de algunos colectivos consistente en reprimir la paja del sentimiento nacional ajeno mientras se excitan con la viga del sentimiento nacional propio”.

La caseta de feria: En ella los jóvenes se distraen disparando, con escopetas de feria, sobre retratos y fotografías de personajes históricos y algunos políticos actuales, entre ellos he podido observar retratos de Isabel la Católica, Felipe V, el Duque de Berwick, Franco, todos los Borbones españoles incluidos los actuales, Aznar los lideres políticos del PP y hasta la de un joven trepa, líder de un pequeño partido en fase de descomposición, de cuyo nombre no quiero acordarme.

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