viernes, 22 de mayo de 2009

LA CHACON

“La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y la secretaria de Organización del PSOE, Leyre Pajín, son dos personajes con una sola virtud. Su falta de sofisticación en el pensamiento y su lógica de lucha por la imposición que es la supervivencia frente a enemigos internos y externos las hace perfectamente incapaces siquiera de simular cierta empatía con mundos que se hallen fuera de sus estrechos cuchitriles mentales. Esto es resultado del embrutecimiento lógico de quienes han recibido toda su formación cultural y sentimental en una cueva de la subcultura ideologizada. Me refiero a esos nidos de adoctrinamiento socialista en los que, como camadas de hurones, aprenden a atacar a todo animal extraño pero también se despedazan entre sí en su lucha por el favor de sus mayores.” (Herman Terchs ABC).

Bien, pienso que a esta cueva pertenecen por derecho propio la señora Chacón, el señor Montilla y hasta el mismísimo Zapatero, gente unida al partido y a sus comités locales desde los primeros años de la pubertad. Personas que han crecido física y mentalmente con un proyecto claro, rígido y sectario sobre la verdad, su verdad, política y la sociedad que les engloba, condicionado fundamentalmente por las ambiciones personales y las metas fijadas previamente. Hasta tal punto que no han dudado en ningún momento en adaptarse ideológicamente y hasta personalmente al mandarín de turno, local, comarcal, regional o nacional, con tal de situarse siempre entre el selecto grupo de los elegidos para el futuro.
Ninguno de ellos ha dudado ni un solo momento en utilizar la navaja albaceteña de cinco pasos, llegado el caso de defender al jefe del momento, ante propios y extraños. La supervivencia política de todos ellos resulta prueba palpable de lo que estoy escribiendo. Hace unos pocos años había un Dios socialista llamado González y un profeta terrenal” el amigo Arfonso”. Cuanta saliva y energías han gastado durante tiempo todos estos cavernarios en loas y reverencias hacia sus divinos maestros. Ahora, sin embargo, pasan de ellos olímpicamente. El nuevo iluminado de la Moncloa el primero.

Hoy toca el turno a la señora Chacón, Carmen Chacón Piqueras, personaje de la caverna, con un ligero barniz intelectual que la distingue en algunos aspectos de Bibiana y Leyre. Afiliada al partido a los 16 años. “Mi compromiso se inició siendo yo muy pequeña, en mi casa, y marcado con un objetivo: que ninguna generación tenga que vivir lo que vivió mi abuelo”. Ya empieza a hacerle la pelota descaradamente al santón de turno, se trata del principio filosófico, el peloteo, de mayor elaboración intelectual concebido por la mente humana hasta el momento, para conseguir el ascenso político en este país de risa, utilizado en la mayoría de organizaciones políticas establecidas. Parece que la Chacón usa, además, otras armas propias del imaginario clásico femenino, la seducción amatoria. Cuenta algún personaje de las páginas rosa que, Rubalcaba estuvo a punto de batirse en duelo a florete por el amor de la chica de Esplugues y que al final salió perdedor. Cosa rara en un ganador nato como el incombustible ministro. Parece ser que la muchacha despertó en el ministro una pasión libidinosa de incontenible freno y que incluso en los consejos de ministros la vicepresidenta primera tuvo que llamarle al orden en repetidas ocasiones. Pues no era el lugar más adecuado para dar rienda suelta al caudal hormonal retenido, y mal administrado, por el fino estilista político. Desde luego hay que estar muy quemado para que esta señora despierte en un varón normal una atracción sexual incontrolada como la que parece que se produjo en Rubalcaba.

Vicente Ferrer Roselló diputado del PP se dirigió a la ministra de defensa, hace unos días, en los términos siguientes:
“No parece imprescindible haber sido compañero de promoción de Clausewitz para columbrar que la participación de nuestros ejércitos en misiones internacionales es una prioridad innegable. Tampoco parece necesario haber pertenecido al séquito de Metternich en Viena (…) ni haber cruzado los Alpes con el Estado Mayor de Aníbal…. Qué ignotas razones han inducido a la señora ministra a adscribir la Infantería de Marina al Mando de la Flota, degradándola de la condición de cuerpo a la de simple fuerza, y todo ello sin respeto alguno por sus canas, cicatrices y costurones propios de quien lleva sirviendo a España cerca de quinientas primaveras”.
El diputado Pepero parece que cuestiona los saberes profesionales de la joven señora ministra de Defensa, cargo obtenido, todo hay que decirlo, por meritos propios y de su partido. Siento disentir del señor Roselló (llamarle Vicente Ferrer puede dar lugar a confusión). Evidentemente por razones cronológicas, y de otra naturaleza que no procede traerlas al caso, la señora Chacón no hizo la mili con Carl von Clausewitz, ni perteneció al sequito de Metternich en Viena, este provenía de una noble familia aristocrática, y un/una socialista siempre será fiel a sus principios proletarios. Pero lo que me gustaría resaltar, con este escrito, es la altísima preparación militar, y hasta un pelín militarista, de la ministra del ramo. Tengo información de primera mano sobre el asunto. Un primo segundo de la Chacón, que como ella vive en Esplugas, a 200 metros del célebre colegio alemán, donde Montilla lleva a sus niñas, resulta que es miembro de la peña españolista del barrio. También los seguidores blanquiazules estamos organizados, y a veces salimos de farra y tomamos alguna que otra copa, nos tenemos que conformar con este tipo de copas, las otras están muy caras para nuestros bolsillos, Antonio, el primo de Carmen, después de la tercera copa larga sobre lo divino y lo humano.

La Chacón desde pequeñita, según su primo, ya llevaba la profesión militar en la sangre. Durante el recreo en el patio del colegio, con ocho años, organizaba ejercicios de orden cerrado y pequeños desfiles ante el director del colegio, un antiguo falangista reciclado a socialista, de nostalgias viriles y estrellas imaginarias. Creció leyendo a Sun Tzu y su obra cumbre “El arte de la Guerra” uno de los libros más antiguos que se hayan escrito sobre el tema y las primeras lecciones de guerra. Carmen se refocilaba con la inteligencia y frescura de los ensayos de Sun Tzu , con los preparativos previos a la guerra, con un enfoque puramente intelectual de la misma, estrategias de engaño, disposición de las tropas en el campo de batalla, armamento necesario. Como poder llegar a vencer al enemigo sin tener que enfrentarse a él cara a cara. Simplemente anteponiendo una moral dominante infundiendo miedo al enemigo para vencerle sin llegar a la batalla. Ella aplicaba las enseñanzas contenidas en el arte de la guerra para vencer a los enemigos internos dentro del partido, en la agrupación a la que pertenecía y al servicio del mandarín local.
No obstante, su maestro teórico siempre será el gran militar prusiano Clausewitz, Carl philipp Gottlieb von Clausewitz, uno de los más influyentes historiadores y teóricos de la ciencia militar moderna. Los ocho volúmenes de su obra “De la Guerra” en los que aborda todo un gran análisis sobre los conflictos armados, desde su planteamiento y motivaciones hasta la ejecución, son de lectura diaria desde hace muchos años para nuestra querida ministra. Como consecuencia de ello, y ayudada por una extraordinaria memoria, ha llegado a saberse de rutina hasta el 98% del contenido, le queda por aprender algunos detalles secundarios del índice. Domina la estrategia militar, y de partido, como conjunto de acciones que son de batalla y medidas tomadas para conducir un enfrentamiento armado.

El vértice de mayor altura profesional de Carmen, desde aquí le pido perdón por la familiaridad pero es como le llama su primo, es la táctica militar, como forma de alcanzar un objetivo establecido previamente por la estrategia. A veces el neófito confunde táctica y estrategia. Ella pacientemente aclara a las nuevas generaciones de militares que por ejemplo, si el objetivo global de un conflicto es ganar una guerra contra otro país, una estrategia puede ser reducir la capacidad de lucha de la otra parte mediante la neutralización de sus fuerzas militares. Las tácticas empleadas pueden describir acciones específicas realizadas en lugares concretos, como ataques por sorpresa en instalaciones, bombardeos selectivos etc. etc. Ella destaca particularmente por sus conocimientos sobre el ataque con misiles de largo alcance armados con cabeza nuclear. Lo más guay en los conflictos futuros.
El concepto de estrategia ella lo ha desarrollado bajo el aspecto civil, concretamente bajo las nobles siglas del PSC, de acuerdo con las nuevas ideas sobre el mercado, existe consistencia estratégica cuando las acciones de una organización, un partido político por ejemplo, son coherentes con las expectativas de la Dirección, y éstas a su vez lo son con el electorado y su entorno. Una deficiencia de sintonía entre las expectativas de la dirección y el resto del conjunto hizo que Maragall saliera por la puerta falsa de la política y algo parecido está ocurriendo ahora en Ciutadans. Carmen es consciente del tema y por esa razón cada vez se acerca más al PSOE como estrategia a corto plazo.

En cuanto al sequito de Metternich en Viena…. La Ministra de defensa ha visto repetidas veces las películas de Sissi (Sissi, Sissi Emperatriz, el destino de Sissi etc.)y se identifica plenamente con la protagonista y su ambiente. De Aníbal solamente diré que Carmen tiene un perro con ese nombre! Por algo será!

El blog de Yauma

CHACON OCULTO DESDE EL LUNES EL BROTE DE GRIPE A

Las visitas de escolares al cuartel de Hoyo de Manzanares se hicieron cuando ya había militares en cuarentena y con mascarillas. La noticia se conocía, según AUME, “en torno” al lunes. De la Vega, mientras, hablaba de “normalidad” y de cumplimiento de los protocolos.

La denuncia ha llegado desde la Asociación Unificada de Militares Españoles. Su secretario general, Mariano Casado, ha dicho que se enteró de los casos de la Academia Militar "en torno" al lunes, durante cuya noche aseguró que ya "había gente aislada" y personas protegidas con mascarillas. Por ello, estimó que los primeros indicios apuntan que el Ministerio de Defensa ocultó este brote de nueva gripe y exigió "transparencia" y "claridad en la información".

"Todo apunta a que sí porque hasta que no salta a la opinión pública no se cuenta nada de este tema. Parece que tiene todos los ingredientes de una ocultación", respondió Casado, al ser preguntado si el departamento que dirige Carme Chacón pudo silenciar los primeros casos en estudio por posible contagio de la gripe A/H1N1.

El Ministerio de Defensa ha recibido acusaciones por parte del PP, partido que le ha instado a aclarar si informó a Sanidad sobre los posibles casos de infección en el momento en que fueron percibidos. En este sentido, el responsable de AUME dijo tener una "valoración muy negativa" al considerar que el asunto "se está gestionando mal a nivel político".
"Hay una descoordinación absoluta entre Defensa y Sanidad y entre los propios organismos de Defensa".
Además, denunció el trato "indigno" que están recibiendo los soldados de la unidad, a quienes, dijo, se les "está llevando de un sitio a otro" y no se les informa "adecuadamente".
"No se informa tampoco a las familias".
"Ya es hora de pedir responsabilidades, sobre todo de dar explicaciones y de transparencia".
Consideró que Defensa se ha venido mostrando “muy preocupado” por la “imagen” pero debe “dar la cara” también cuando existen informaciones negativas.

Finalmente, elogió la denuncia emitida este jueves por parte del PP sobre la existencia de efectivos de la Academia aislados y otros ingresados en el Hospital Gómez Ulla por un posible contagio.
"Nos parece negativo porque refleja el mal hacer del Ministerio y positivo porque el PP demuestra que sigue habiendo resortes en la sociedad española para trasladar estas cuestiones más allá de los filtros y las ocultaciones".
Dos visitas esta semana

Mientras se confirmaba el brote en el cuartel militar, este viernes la Consejería de Educación madrileña confirmó que 150 alumnos de tres grupos de quinto y sexto de Primara del colegio Virgen de la Encina de Hoyo de Manzanares visitaron el pasado lunes y el miércoles el museo de la Academia de Ingenieros del Ejército de Tierra, con sede en la base y al que al acuden habitualmente estudiantes de diferentes centros educativos.

El lunes visitaron la base militar 75 niños y el miércoles otros 75, todos ellos de 11 y 12 años, y desde entonces todos han acudido a clase con normalidad.

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El PSOE, UNA SECTA FEMINISTA

La Ley del aborto, la píldora del día después para las niñas sin receta, el feto que no es humano (según Aído),... El PSOE, dirigido por Leire Pajín, ha hecho del acto de inicio de campaña para las europeas una tenida feminista. El oficial, el de las doce de la noche, tuvo también el mismo cariz. Juan Fernando López Aguilar se apuntó a la escenificación del feminismo de rosa y pandereta. Todos a una. Feminismo de secta. ¡Ar!

Pajín decidió hacer un acto diferente con mujeres, innovador y de marcado carácter feminista. Un acto con obra de teatro incluida (Pilates), con una escenificación muy distinta a un mitin y que, en el fondo, cerraba pre-campaña y también abría, con un claro mensaje político, el pistoletazo de salida que, oficialmente, se dio en un colegio de Vallecas al filo de la medianoche, según informa el diario El Mundo.

El acto, celebrado en la Casa de América, congregó a representantes de múltiples asociaciones de mujeres y, además, se convirtió en un respaldo inequívoco a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.

Y, sin esconder la estrategia dirigida a las mujeres, el acto oficial de inicio de campaña tuvo también su tinte feminista. Así ocurrió, según cuenta el "Nos cuenta que...", del diario de Pedrojota Ramírez:
En el último acto de precampaña del PSOE, los protagonistas del mitin llegaron a la conclusión de que «si no llevas pantalones no te pones de pie». El secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, fue el primero en tomar la palabra, conforme al nuevo estilo socialista: de pie, con un micrófono inalámbrico y sin atril ni papeles. Le siguió la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, pero llamó mucho la atención que lo hiciera sentada, igual que lo hizo en su turno la secretaria de Organización, Leire Pajín. Ésta lo aclaró todo, al señalar que le hubiera gustado hablar de pie, pero que «como otras muchas cosas, para hacerlo hay que llevar pantalones», ya que el micrófono inalámbrico se engancha en el cinturón.
López Aguilar se sumó, sin dudarlo, a la estrategia:
Por ello, el cabeza de lista del PSOE a la Eurocámara, Juan Fernando López Aguilar, decidió intervenir sentado porque, según dijo, «aunque llevo pantalones, creo en la igualdad».


Periodista Digital

GARZON Y SUS PROTECTORES, EN EVIDENCIA

A su largo historial de errores, hay que sumar uno nuevo: la fuga de un conocido narcotraficante turco por una negligencia del 'superjuez'. Debería ser suficiente razón para que el Poder Judicial le sancionara.

AL LARGO HISTORIAL de errores, desafueros y estropicios cometidos por Baltasar Garzón se añade hoy uno más: la fuga del narcotraficante turco Sahin Eren, puesto en libertad por una negligencia del superjuez de la Audiencia Nacional en julio de 2008.

Eren estuvo encarcelado dos años en prisión preventiva por un delito de tráfico de drogas, pero Garzón tuvo que ponerle en libertad al olvidarse de prorrogar a tiempo su detención. Ante la imposibilidad legal de volver a decretar su vuelta a prisión antes del juicio, Garzón decretó la obligación del presunto delincuente turco de comparecer todos los días en un juzgado tras retirarle el pasaporte. Igualmente, Interior montó un dispositivo para vigilarle.


Nada de ello ha servido para evitar su fuga, puesto que Eren -acusado de un delito castigado con 12 años de cárcel- ha desaparecido hace un mes. La Policía cree que su familia le ha ayudado a abandonar el país con documentación falsa. A pesar de ello, Garzón no ha dictado todavía orden de búsqueda y captura de este narcotraficante.

Se da la circunstancia de que, en diciembre pasado, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decidió no expedientar a Garzón por dejar en libertad a Sahin Eren y a otro narcotraficante turco. La Comisión Disciplinaria del CGPJ consideró que no podía sancionar al juez por falta grave ya que las excarcelaciones de Eren y su compañero no habían provocado «disfunciones en el proceso». En su resolución, la Comisión Disciplinaria afirmaba que «ninguno de los imputados ha intentado evadirse, ya que han estado cumpliendo su obligación de presentación y han manifestado ante la secretaria del juzgado su voluntad de someterse a la acción de la Justicia española».

La fuga de Eren ha demostrado el error de esta argumentación, que sorprende por su ingenuidad. ¿Cómo es posible que el CGPJ creyera en la promesa de un peligroso narcotraficante de que no iba a intentar eludir la acción de la justicia?

El hecho es que Garzón no fue sancionado por falta grave y que ahora Eren se ha fugado por su actuación negligente. Prácticamente por el mismo error, el Consejo sancionó con un año de suspensión al juez Guillermo Ruiz Polanco, que había dejado a un etarra en libertad.

Lo cierto es que Garzón ya había sido investigado por el CGPJ en otras ocasiones y siempre con el mismo resultado: la exculpación. Ahora tiene otro expediente abierto por haber ocultado el cobro de 200.000 dólares de honorarios por una serie de cursos y conferencias impartidos en Nueva York, que percibió al mismo tiempo que mantenía su sueldo íntegro de juez.

A ello se suman gravísimas pifias judiciales como la fallida investigación del sumario de Abu Dadah, en el que Garzón no dio la orden de traducir cintas que podrían haber evitado la masacre del 11-M, o sus actuaciones en el caso del lino o de Telecinco, que quedaron en nada, sin olvidar la famosa cacería con Bermejo mientras investigaba las finanzas del PP o la esperpéntica causa general por los crímenes del franquismo.

Garzón siempre ha salido bien parado de todos sus disparates y arbitrariedades porque ha sido útil a los Gobiernos de turno. Jugó con y contra el «señor X», sirvió a Aznar, al que luego tachó de «asesino», y luego se puso al servicio de Zapatero. Gracias a la protección política de la que ha disfrutado, ha podido dedicarse a ganar fama y dinero en menoscabo de los asuntos que instruía. Por enésima vez, ha vuelto a meter la pata, aunque en esta ocasión ha dejado también en ridículo al CGPJ que le perdonó. ¿Reconsiderará su criterio el Consejo a la vista de lo sucedido?

El Mundo - Editorial

DE AQUI, AL NOBEL. Por Alfonso Ussía

Se frotan las manos las clínicas abortistas, los mejores negocios del sector médico. Terminaremos por levantar un monumento al doctor Morín

El feto de un elefante, ¿es para doña Bibiana Aído un elefante o un ser vivo con trompa? El feto de una jirafa, ¿es para doña Bibiana Aído una jirafa o un ser vivo con el cuello muy largo? El feto de un mandril, ¿es para doña Bibiana Aído un mandril o un ser vivo con el culo pelado? Su descubrimiento de que un feto humano a las trece semanas de gestación es un ser vivo pero no humano, ha causado gran expectación en la Ciencia. Se habla del Nobel. La gran científica de Alcalá de los Gazules se tenía muy bien guardado su espectacular hallazgo. Tan sólo se atrevió a decírselo a doña Trinidad Jiménez, la eminente doctora que asume la Cartera de Sanidad, y a don José Luis Rodríguez Zapatero, el formidable humanista, lector de Suso de Toro y Gamoneda.


Contento está el ánimo viajero de Mario Benedetti con Gamoneda, que ha aprovechado la muerte del poeta uruguayo para decir que era un petardo. El petardo, Gamoneda, con todos mis respetos. Pero me escapo del asunto. La eximia científica de Alcalá de los Gazules nos ha dicho que un feto humano de trece semanas no es humano. Pero nos ha ocultado cuál es, según su sabia opinión, el momento exacto de la transición de ser vivo a ser humano, de cosa con vida a niño preparado para nacer. Estoy seguro de que la eminente científica de Alcalá de los Gazules aliviará pronto la angustia que nos ha producido su excesiva prudencia, y con todos los datos que guarda en su poder, podrá sacarnos de la duda. ¿A las veinte semanas es sólo un ser vivo y a la vigésima primera es ya un ser humano? ¿El cambio se produce a las quince? ¿Acabar con la vida del ser vivo a las catorce semanas es un simple acto de destrucción de un vegetal o entra de lleno en el terrorismo autorizado? Porque el terrorismo no es más que eso, una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. ¿Sienten terror los seres vivos no humanos cuando son arrancados de las entrañas de sus madres? ¿Puede asegurarnos la extraordinaria científica de Alcalá de los Gazules que no lo sienten? ¿Cuándo el feto incorpora a su vida las reacciones y reflejos de los seres humanos? ¿Cuándo siente placidez, sosiego, inquietud, miedo, terror o dolor? ¿Por qué los seres vivos no humanos de doña Bibiana Aído, con apenas diez semanas de vida, protestan, patalean, se acomodan y anuncian su presencia en el vientre de sus madres? ¿Sonríen por vez primera cuando son seres vivos no humanos o cuando a la científica de Alcalá de los Gazules le sale de las narices concederles la condición de personas? ¿Sabe la escrupulosa científica que se contarán por millones los seres vivos no humanos y los seres humanos asesinados por una Ley que no respeta el derecho fundamental de la naturaleza, que es el de vivir? Se frotan las manos las clínicas abortistas, los mejores negocios del sector médico. Terminaremos por levantar un monumento al doctor Morín. Y siempre tendremos la duda que la científica Aído, la doctora Jiménez y el humanista Rodríguez Zapatero nos alimentan con su silencio. ¿Cuándo pasamos de seres vivos a seres humanos? ¿A partir de qué semana nos asesinan legalmente? ¿Por qué los hijos del hombre y la mujer no adquieren su condición de ser humano con la misma facilidad que acredita que es elefante el hijo de una elefanta y jirafa el hijo de una jirafa? ¿Somos menos que los mandriles? Queremos saberlo.

La Razón - Opinión

LA OTRA PILDORA DEL DIA DESPUES. Por José María Carrascal

ME refiero, no a la que evita el embarazo, sino a la que el Gobierno nos ofrece para la recuperación económica: «El cambio de modelo de crecimiento». O dicho en su lenguaje publicitario, «pasar de la economía del ladrillo a la del ordenador». Bastan dos segundos para darse cuenta de que los ordenadores por sí solos no significan crecimiento económico. Hay que saber manejarlos. Y, sobre todo, hay que saber concebirlos, diseñarlos, fabricarlos. De lo que estamos a años luz. Y estamos a años luz porque, para lograr ese nivel tecnológico, se necesitan unas escuelas, unos alumnos, unos profesores, unos planes de enseñanza que ni tenemos, ni tuvimos, ni se prevén. En otras palabras: que la base de la economía productiva no son las ayudas a los bancos, las subvenciones a los ayuntamientos, los subsidios a las empresas en apuros, un ordenador por alumno, becas a todo el mundo y demás medidas que prevé el plan anticrisis del Gobierno, sino educación, estudio, esfuerzo en todos los niveles de enseñanza. Pero de eso no han dicho ni hecho nada Zapatero y sus responsables de Educación. Más bien a lo que se han dedicado es a procurar que los estudiantes españoles lo tuvieran cada vez más fácil, a disminuir los obstáculos para que pasaran los cursos, a que tuvieran el mayor tiempo posible para divertirse. ¿Cómo se quiere crear así una «economía productiva»? La productividad viene de la creatividad y para crear algo se necesita tener los conocimientos necesarios para hacerlo. Algo que nosotros no tenemos, por lo que seguimos comprando patentes, como si el «qué inventen ellos» fuese tan típico español como la paella o la sangría. El ordenador y las becas pueden servir así de muy poco si no van encajados en unos planes de estudio que fomenten el esfuerzo y premien la excelencia, no la mediocridad o incluso la galbana. Pero del esfuerzo que se hacen en nuestros centros de enseñanza ilustran dos datos que no necesitan comentarios: tenemos la tasa de fracaso escolar más alta de la Europa comunitaria y todos los baremos sitúan a nuestros estudiantes a la cola de los europeos. Sobre todo en las dos disciplinas claves para las restantes: el lenguaje y las matemáticas, que pueden ser lo mismo si consideramos que las matemáticas son una lengua con números en vez de con palabras. Pero al Gobierno le ha importado más la «Educación para la Ciudadanía» que la capacidad de nuestros jóvenes para expresarse bien con vocablos y con cifras. Estos son los señores, señoras y señoritas que quieren cambiar la economía del ladrillo en una economía productiva, dando un ordenador a cada alumno de Primaria. Los y las mismas que quieren cortar la proliferación de abortos con la píldora del día después. Aunque para píldora, la que nos sueltan cada día.

ABC - Opinión

A OBAMA LE ESPERAN DECISIONES DIFICILES. Por Shlomo Ben-Ami

Era natural que Barack Obama, cuya elección fue uno de los acontecimientos más revolucionarios de la historia de Estados Unidos, ocupara sus 100 primeros días con un programa impresionante y global. Obama, dotado de una energía y una autoconfianza asombrosas, ha emprendido la tarea titánica de rehacer la economía de EE UU y reparar un sistema internacional dañado y deficiente.

Tal vez sea en la política interior de Obama -el paso a un sistema fiscal más socialdemócrata y a una atención de salud universal- donde se puede ver mejor su inclinación ideológica. Pero la insistencia en la reducción de las desigualdades sociales no cuadra en un EE UU profundamente individualista, y el intento de "europeizar" la naturaleza del contrato social entre el Estado y sus ciudadanos podría chocar con los principios constitutivos del sistema americano.


A la hora de rescatar el sistema financiero de EE UU, Obama ha sido mucho más intervencionista que gobierno europeo alguno. Por una vez, la tambaleante presidencia checa de la Unión Europea reflejó un consenso al calificar el astronómico estímulo financiero de Obama de "camino al infierno". La explosión sin precedentes del déficit presupuestario de EE UU plantea el riesgo de una elevada inflación futura. Exactamente lo que los europeos quieren prevenir a toda costa.

El programa de Obama en materia de política exterior no ha sido menos audaz que sus proyectos interiores. Después de ocho años de un unilateralismo americano que dejó tras sí una alianza transatlántica desunida, resucitó el espectro de una guerra fría con Rusia y vio caer a Oriente Próximo en una política apocalíptica, su nueva concepción de los problemas endémicos es digna del mayor beneplácito.

El principio organizativo de la nueva política exterior del presidente es el de no tener directrices ideológicas. Su actitud es pragmática y, al apartarse de la inclinación de su predecesor por la machtpolitik, promete agotar siempre la vía diplomática.

Pero Obama podría no tardar en comprender que la mayoría de sus predecesores comenzaron creyendo en la cooperación internacional hasta que los acontecimientos los obligaron a recurrir a una estrategia de confrontación. Ni siquiera George W. Bush parecía comprometido con una doctrina particular en materia de asuntos exteriores antes de que los ataques terroristas del 11-S lo obligaran a lanzar su desafortunada "guerra contra el terror". La verdadera prueba de la estrategia de diálogo y cooperación de Obama no llegará hasta que tenga que inclinarse por opciones duras.

La reparación de las antiguas alianzas reviste importancia decisiva para dotar de poder a Europa como copartícipe a escala mundial. Sin embargo, los aliados europeos de EE UU asestaron a Obama su primer revés. Lo aplaudieron por doquier en su reciente viaje a Europa, pero lo enviaron a casa con las manos casi vacías, al oponer resistencia a la idea de un estímulo presupuestario coordinado y, después de haber pasado años predicando el multilateralismo, rechazar su petición de más tropas europeas para Afganistán. Para muchos europeos, era más fácil vivir contra Bush que hacer sacrificios con Obama.

Obama pulsó el botón de reiniciar con Rusia y dio a entender que podría congelar el plan de Bush de desplegar misiles en la República Checa y Polonia. Existía la esperanza de que Rusia se uniera a EE UU para presionar a Irán a fin de que abandone sus ambiciones nucleares, pero no ha sido así. Tampoco impresionaron a Corea del Norte las advertencias de Obama de que EE UU podría derribar su cohete si lo lanzaba y desafiaba a la ONU. Kim Jong-il, escudado tras China, lanzó igualmente su cohete y EE UU se abstuvo de actuar.

Irán es otro frente en el que Obama podría verse obligado a reconocer los límites de su actitud conciliadora. Ha renunciado a la exigencia de que Irán ponga fin a su enriquecimiento de uranio como condición previa para celebrar negociaciones y se ha visto obligado a abandonar cualquier idea de cambio del régimen, pero los iraníes son los negociadores más sutiles del mundo y se encargarán de que su programa nuclear se adelante al final de las negociaciones. Si así sucede, entonces, ¿qué?

Tampoco está claro a qué se refiere Obama al decir que reconoce el "lugar en la comunidad de naciones a que tiene derecho" Irán. Si significa un estatuto especial a expensas de otras potencias de Oriente Próximo, como Egipto o los Estados del Golfo, Obama podría tropezar con una fuerte oposición de aliados tradicionales de EE UU en la región.

Está bien que Obama haya dicho con claridad que EE UU aspira a guiar, no a dominar, pero incluso un ejercicio de modestia y realismo requiere alianzas fuertes, con socios dispuestos a arrostrar sacrificios. Antiguos enemigos y competidores como Rusia y China no renunciarán fácilmente a los beneficios que les reportaría echar a perder los planes americanos. Cuando eso resulte de una claridad meridiana y también cuando algunos desgastados paradigmas de la política exterior, como, por ejemplo, el fetiche de una solución biestatal para el conflicto palestino-israelí, vuelvan a fracasar, habrá que inclinarse por opciones reales.

Shlomo Ben-Ami, ex ministro israelí de Asuntos Exteriores.

El País - Opinión

EL SASTRE DE ETA. Por Carlos Herrera

ME cuesta olvidarme. Corría el año 83. Tal vez el 84. Lo he buscado en el archivo digital de «El País» pero no consta. En mi memoria, sí, que por lo visto es mejor. Alfonso Sastre, matón por aquél entonces -en el sentido más literal de la palabra- del «abertzalismo» vasco, dedicó una tribuna del «diario independiente de la mañana» a Luis del Olmo, que ya por entonces se distinguía por ser el periodista de radio que de forma más inequívoca se enfrentaba al terrorismo de ETA y a toda la chusma que adornaba aquel movimiento que mataba cerca de ciento cincuenta personas al año. No era el único, evidentemente, pero sí el que disponía de un altavoz más potente. El artículo era una suerte de simpleza argumental muy en la línea de la obra de un sujeto como Sastre: censuraba a Del Olmo y le sometía a la crítica argumental habitual que utilizaba el entorno etarra para con aquéllos que no se sometían al silencio cobardón tan de la época. Antonio Rúa, que no me dejará mentir, se plantó ante Luis y le conminó a que no contestara ni una sola palabra. Le dio al leonés un argumento definitivo: «Ya sabes lo que quiere decir que este tío te dedique un artículo, que estás en las listas». Lo que le advertía su número dos se hizo realidad unos años más tarde: quisieron matar a Luis unas siete veces.

Hoy, el mismo canalla que escribió aquel panfleto encabeza una candidatura en la que se agazapa, una vez más, la ETA. La misma ETA que mató a doce personas en el atentado de la cafetería de la calle del Correo de Madrid y cuyos pormenores se urdieron en la vivienda que este individuo compartía con su mujer, Genoveva Forest, ya fallecida y colaboradora de la banda. La misma ETA que asesinó al presidente del Gobierno, Carrero Blanco, tras una osadísima operación que nació tras una reunión en el mismo domicilio y de la que fue autora intelectual la susodicha escritora, esa que cuando falleció mereció los honores de una subespecie de intelectuales y agitadores que, en buena medida, están reflejados en la lista al Parlamento Europeo a la que el Tribunal Supremo ha bloqueado el paso. Momentáneamente. El Constitucional tiene, al parecer, la última palabra. Esperemos que haga su trabajo. Ángeles Maestro, una pájara de la peor especie que en su tiempo pastó en los predios de Izquierda Unida y que se ha caracterizado por visualizar los peores tics de la extrema izquierda, forma parte de la candidatura y evidencia la intencionalidad del paquete cuando se niega a condenar a ETA con la peregrina excusa de que «no viene a cuento». Sastre, el cabeza de lista, entró en coqueteos con el mundo adjunto de ETA y de Batasuna tantos años atrás como se tiene constancia de su militancia política. A nadie va a engañar ahora. Es un dramaturgo mediocre y un muy eficaz banderín de enganche para un mundo en el que cada día proliferan más las caricaturas. Algo parecido le ocurrió al tonto de Bergamín -salvando las distancias- cuando descubrió desde Madrid que existía un mundo ficticio en el que reivindicar escenarios ficticios llenos de sangre y odio. Sangre y odios nada ficticios, por cierto. Que a estas alturas sujetos como los mentados, con la conciencia llena de sangre inocente, quieran establecer una plataforma supuestamente libertaria, luchadora por principios primitivamente nobles, resulta del todo punto intragable. La sociedad tiene derecho a defenderse, mediante la Justicia y la Ley, de pretensiones abyectas. Tras esa plataforma se esconden los de siempre, los que han aplaudido el pasado de Sastre y su familia, los que justifican la violencia, los que creen que la muerte de los clientes de la cafetería Rolando resultó «inevitable». Bloquear su paso no es limitar ninguna libertad: es sencillamente combatir decentemente por ella.

ABC - Opinión

EUROPA: IDEAS FRENTE A PASIONES. Por Fernando Fernández

HUBO un tiempo en que Europa era sinónimo de libertad y prosperidad. Los españoles abrazamos la causa europea con ilusión y demostramos que éramos un país serio y fiable. Hoy Europa es sólo una excusa. Una excusa para mostrar nuestras vergüenzas, no hay otra manera de describir el espectáculo que dimos en el Parlamento europeo con motivo del mal llamado proceso de paz y el intento de utilización de la alta institución como cámara de resonancia de nuestras desavenencias internas. Una excusa para ocultar nuestra incapacidad para afrontar la crisis económica bajo la mesa camilla del modelo social europeo. Una excusa para liarnos a palos y sacar a pasear los viejos fantasmas del miedo y las dos Españas. Que nadie se sorprenda luego que crezcan la desafección y el déficit democrático. Nos los estamos trabajando con ahínco.

Lo peor de la campaña socialista no es la llamada al odio a los que piensan diferente, claro que solo si tienen la desgracia de ser conservadores no nos vayan a tachar de xenófobos; ni siquiera el desprecio y la intolerancia a las supuestas minorías; ni tampoco el despertar sin complejos de una vena a lo Robespierre que siempre ha estado presente en la progresía hispana. No, lo peor es que no habla para nada de Europa. Las elecciones del 7 de junio son sólo la excusa para machacar al contrario y asegurarse que no levanta cabeza. No es que sean unas primarias nacionales, es que son la gran oportunidad para matar los brotes verdes de recuperación del centroderecha. Propaganda sin límite ético alguno y una utilización clientelar del presupuesto en tiempo real -curiosa coincidencia con los dos decretos que benefician directamente a los operadores televisivos afines- son los ingredientes estelares de esta cocina castiza bien aprendida por estos chicos tan posmodernos.

No será porque no haya temas europeos sobre los que invitar al debate y contraste de opiniones. Ni tampoco porque España sea un socio menor cuya opinión es irrelevante. Recordemos que la Unión sigue sin tratado constitucional, que la admisión de Turquía es una decisión estratégica, que la crisis financiera ha puesto en evidencia los límites de la Unión Monetaria, que migraciones, seguridad y política exterior necesitan una definición urgente si no queremos que Estados Unidos, Brasil, Rusia, China y la India se pongan de acuerdo sin nosotros. En fin, toda una serie de temas aburridos, que no levantan pasiones ni elevan la audiencia pero de los que dependen bienestar y prosperidad futura de los españoles. La democracia es un simple sistema político que invita a la gente a leer, pensar, informarse y decidir. Esa es su principal virtud. Un sistema tan previsible que sólo el cartero o el repartidor de leche llaman a la puerta por la noche. La España de Zapatero es sin embargo un país pasional que ha resucitado los actos de fe para televisarlos en directo, que cultiva el amarillismo más ramplón y se nutre de los enfrentamientos cainitas en temas de principios para poder seguir evocando fascismo, reacción y sacristía. Parte de la derecha española ha caído en la provocación y se apresta al enfrentamiento de banderas, himnos y sagrados principios. Comprendo que es difícil mantener la calma cuando el sentido común es considerado casposo y extirparlo, una necesidad de progreso. Pero aunque lo intente el presidente Zapatero, estas elecciones no son una cruzada, sino sencillamente la oportunidad para discutir del papel de España en Europa y de Europa en el mundo, para plantear alternativas a la política económica de ocurrencias y poner encima de la mesa arreglos eficaces a un Estado de Bienestar que hace aguas. Dicen que el Parlamento europeo es frío, burocrático, distante. Menos mal. Nada me preocuparía más que fuese tan excitante como el festival de Eurovisión o la Asamblea Bolivariana. Aló Presidente es un gran reality, pero pésima política. Como la campaña socialista. Aunque sirviera para ganar elecciones, que lo dudo, el país no se la merece.


ABC - Opinión

EL CIS SOCORRE ,A RAJOY. Por Emilio Campmany

Europeas

«Puede que la principal finalidad de esta encuesta no sea tanto pronosticar como influir en el resultado final. A fin de cuentas, lo que hace el estudio es desaconsejar por inútil el voto a UPyD. Arriola no lo hubiera podido hacer mejor.»

La Razón se quejaba el otro día de lo mal que trataba el CIS a Rajoy. Pronosticaba en aquella ocasión el organismo demoscópico un empate técnico entre los dos grandes partidos si hoy se celebraran elecciones generales. Y a Marhuenda, que fue jefe de Gabinete del líder del PP, le costó tanto creérselo que acusó a los sociólogos encargados del estudio de cocinar en demasía los resultados. Al director de La Razón le pasa lo que a los niños, que no entiende que los pescozones son por su bien.


Aquel pronóstico era necesario para que fuera mínimamente creíble el que hemos conocido este jueves. Según el CIS, el PSOE ganará al PP las elecciones europeas por la mínima. En esto, la encuesta es creíble porque no hacen falta grandes cataclismos para que el PP salga derrotado del 7 de junio. A fin de cuentas, aunque sólo el 17,8% de los preguntados encuentra que durante el último año la actuación del Gobierno ha sido buena o muy buena, el porcentaje se reduce al 11,7% cuando se les pregunta sobre la del PP.

Sin embargo, el pronóstico pierde credibilidad cuando va unido a otro muy improbable. Según el CIS, habrá una alta participación. Dicen que irá a votar con toda o casi toda seguridad un 74,4% de los electores. Se puede apostar con garantías a que la participación no pasará del 60%.

Sí es posible que tengan razón cuando dicen que UPyD no sacará ningún escaño. Lo que es imposible es que acierten en esto y en una victoria a los puntos del PSOE. Los socialistas basan casi todas sus esperanzas en que parte de electores desengañados del PP se decidan, en estas elecciones en que las consecuencias no son graves, a votar a Rosa Díez. Dicho de otro modo: un buen resultado de UPyD abre la puerta a una victoria del PSOE y viceversa.

Puede, sin embargo, ocurrir que la principal finalidad de esta encuesta no sea tanto pronosticar como influir en el resultado final. No será la primera, ni la última que intentara hacerlo. A fin de cuentas, lo que hace el estudio es desaconsejar por inútil el voto a UPyD. Arriola no lo hubiera podido hacer mejor. De hecho, la encuesta envía a los votantes del PP los dos mensajes que al brujo de Génova 13 le gustaría hacerles llegar. El primero es: estamos a punto de ganar, no nos faltan más que unas pocas papeletas para superar al PSOE; con tu voto, ese que todavía no te has decidido a darnos, ganaremos. El segundo reza: es inútil votar a Rosa Díez; no va a sacar ni un escaño; es tanto como tirar el sobre a la basura; vuelve al redil y démosle una lección a Zapatero.

No es cuestión de poner en tela de juicio la profesionalidad de los encargados del CIS. Pero el caso es que lo que han publicado no podía ser más favorable a Rajoy. Su objetivo de seguir siendo presidente del PP cuando se convoquen las elecciones generales depende de ganar las europeas y esta encuesta parece que quiere ayudarle a conseguirlo. Ya veremos si lo hace.

Libertad Digital - Opinión

LA RECETA SINDICAL. Por M. Martín Ferrand

SER español, y tratar de serlo con diginidad activa y sin ninguna adhesión inquebrantable, es algo doloroso y cansino. Así viene siendo desde hace siglos. Cualquiera, hoy, puede seguir diciendo lo que el muy republicano y revoltoso Bernardo López García decía del Dos de Mayo: «Oigo, patria, tu aflicción/ y escucho el triste concierto...». Entonces la doliente melodía la interpretaban «la campaña y el cañón» y lo único que va mutando son los instrumentos. Hoy el triste (des)concierto tiene como solistas a un jefe de Gobierno socialista incapaz de anteponer los intereses de la Nación a los de su afán de permanencia en el poder, y un líder de la Oposición perezoso, dubitativo y, por lo que parece, poco dispuesto a luchar para conseguir las llaves de La Moncloa.

Cuando, con mayor o menor palabrería accesoria, los dos máximos representantes del ochenta por ciento de los ciudadanos españoles están encantados con la situación, especialmente en un Estado que no se vivifica con la separación efectiva de sus poderes, adquieren importancia otros focos de poder, desde los caciques autonómicos hasta esa caricatura representativa que conocemos como «agentes sociales». Ahí reside, sobre una situación indeseable, un peligro cierto. Cuando a un español cualesquiera se le presta un signo de poder, desde una gorra de vigilante a una banderola para cortar el tráfico, es más que probable que termine haciendo mal uso de él.

En ese ambiente, proliferan las paridas. Las del Gobierno pasarán a los anales del disparate; las de la Oposición, a los de la incuria, y las demás, según sea el grado de afectación de cada cual, a los de la carcajada y la indignación. Ahí tenemos las últimas de nuestro sindicalismo parasitario. CC.OO. y UGT proponen como receta curativa de la recesión que nos aflige más endeudamiento y más impuestos. Quieren aumentar los impuestos a los más ricos porque «los que tienen mayor poder económico se están beneficiando de la bajada de los precios». Alguien, seguramente una ONG -también subvencionada, no faltaba más-, debiera ocuparse de elevar al mínimo la cultura económica sindical que, a mitad de camino entre «todo para el pueblo» y «la revolución pendiente», no parece muy actualizada. ¿Sabrán que el tipo máximo del IRPF, uno de los muchos impuestos que soportamos todos, está en el 43 por ciento? Ni más impuestos, ni más endeudamiento: más sentido común.

ABC - Opinión

EL VIDEO. Por José García Domínguez

PSOE

«¿Para qué recurrir a actores en el vídeo si con su altar de intelectuales de cabecera podían haber compuesto el más exhaustivo retablo de la extrema derecha en Europa?»

Esa alegre, impune, reiterada osadía con que el PSOE se permite escupir sobre las credencias democráticas de sus adversarios, hábito del que el vídeo de marras apenas supone rutinaria muestra, remite a dos taras morales incubadas durante la Transición: la memoria inducida y el olvido activo. Merced a la primera, los socialistas han acabado por interiorizar su propia mentira. Al punto de creerse que combatieron al franquismo en vida del dictador. A tal extremo de alienación literaria los ha empujado su muy patológica fantasía.


Viceversa, el disciplinado ejercicio del olvido activo ha logrado borrar los orígenes de los genuinos maîtres à penser de la izquierda doméstica. De ahí que ya nadie recuerde, por ejemplo, que Alfonso Sastre, cabeza de lista de la candidatura filoetarra a las europeas, fue célebre activista de la Falange. Gran esperanza blanca del muy azul fascio hispano, el dramaturgo Sastre, amén, por cierto, de feroz crítico de García Lorca. Así, a propósito del granadino, sentenciaría en La Hora, gacetilla del Régimen que lo tuvo en nómina:

De los autores españoles contemporáneos, el único verdaderamente difundido es Lorca y ello –estoy seguro– porque su difusión daba ancho cauce a la propaganda antiespañola. Había ya un clima propicio, de sombríos guardia civiles y gitanos, de colorismo de la España eterna y folklore, de pasiones elementales y de gracia andaluza.

Y lo suyo no fue anécdota sino, bien al contrario, categoría: Tierno Galván, viejo profesor de más viejas y selectivas amnesias; el jesuita Llanos, de confesor de Franco a confidente de La Pasionaria; Aranguren, grácil gacela intelectual, capaz de saltar del integrismo nacionalcatólico más recalcitrante al marxismo psicodélico más impostado; Manuel Sacristán, de inquisidor joseantoniano a inquisidor estalinista y tiro porque me toca; Gonzalo Torrente Ballester, el miope con más vista que jamás haya amamantado el erario patrio; Carlos París, por en Imperio hacia Dios, pero con parada y fonda en Ferraz; Josep Maria Castellet, repartidor de credenciales progresistas desde Laie, a la sazón boletín oficial de la Delegación Nacional del Movimiento en Barcelona; Raimon Pániker, venerable santón: años y años pugnando con tal de que el Vaticano condenara a Ortega en el Índice, et caetera.

¿Para qué recurrir a actores en el vídeo si con su altar de intelectuales de cabecera podían haber compuesto el más exhaustivo retablo de la extrema derecha en Europa?

Libertad Digital - Opinión

DEDAFIO FALLIDO

LOS datos objetivos reflejan el fracaso de la huelga política convocada por los sindicatos nacionalistas contra el nuevo Ejecutivo vasco que preside Patxi López. A pesar de la actuación de piquetes y de las coacciones a muchos ciudadanos, las cifras oficiales del Gobierno y de la Patronal vasca demuestran un seguimiento reducido entre los trabajadores del sector industrial, y muy escaso en ámbitos como la sanidad o la función pública. Bajo el pretexto de la crisis económica, los sindicatos que actúan como correa de transmisión de diversos sectores nacionalistas han planteado un desafío al primer lendakari constitucionalista cuando su equipo apenas lleva unos días en el ejercicio de un poder ganado legítimamente por un pacto parlamentario acorde con el resultado electoral. Los motivos reales de la convocatoria se sitúan a medio camino entre la frustración y la advertencia de que algunos siguen empeñados en no reconocer el mandato inequívoco de las urnas. Por eso, la reconversión del PNV y sus socios en un partido que ejerce una oposición democrática pasa por la necesaria catarsis interna que rompa con la falsa identificación entre nacionalismo y sociedad vasca.

La escasa respuesta de ayer a una convocatoria planteada en tono de amenaza debe ser analizada en términos realistas. Los ciudadanos han decidido ofrecer una oportunidad al constitucionalismo, inédito hasta ahora como fórmula de gobierno en el País Vasco, y no admiten que los perdedores pongan en cuestión la voluntad popular. Patxi López sale reforzado de este fracaso y tiene ahora la oportunidad de profundizar su política de pactos con el PP para desmontar el tejido social de complicidades e intereses particulares creados durante treinta largos años. Falta mucho para que la normalidad política se instale en aquella comunidad autónoma, pero el escaso seguimiento de la huelga permite una lectura optimista sobre la probabilidad de que el cambio empiece a mostrar sus ofectos positivos. Los nacionalistas ya no tienen el monopolio del poder político y social en el País Vasco; por eso, si los ciudadanos perciben desde el Ejecutivo un mensaje de firmeza en defensa del sistema constitucional es muy probable que se abran poco a poco nuevos espacios de libertad. En este contexto, la lucha contra el terrorismo y la superación de un régimen anquilosado son objetivos prioritarios del pacto por la Constitución frente a un nacionalismo que ayer mostró sus debilidades.


ABC - Editorial

CONTRA LOS PACTOS. Por Cristina Losada

Política de Estado

«Los Pactos de La Moncloa tenían sentido en un proceso de cambio de régimen. Hoy, el único pacto necesario es el que no haría falta firmar. Está suscrito y plebiscitado y se llama Constitución.»


La frecuencia con la que se proponen pactos de Estado en España es, como decía el doctor Johnson del segundo matrimonio, un triunfo de la esperanza sobre la experiencia.


Tenemos un currículo nutrido de solemnes compromisos entre el Gobierno y la oposición y un historial no menos abundante de incumplimientos. La cantidad no garantiza la calidad. El hecho de contar con un número considerable de pactos de Estado per cápita no ha evitado que la confrontación y el odio se hayan cultivado y extendido. Sin embargo, el procedimiento goza de buena prensa y de popularidad. Ahora, el Gobierno propone un gran pacto sobre la educación y hay quienes piden otro para afrontar la crisis.

La costumbre del pacto de Estado es una peculiaridad española que tiene sus raíces más superficiales en la Transición. En otras democracias, no necesitan subrayar con un pacto los asuntos que constituyen política de Estado. Por lo demás, si el partido que gobierna quiere o necesita el acuerdo de otros grupos, negocia en el Parlamento, que es el lugar adecuado para tales transacciones. No veremos tampoco a David Cameron acudir cada trimestre al 10 de Downing Street como aquí vemos a Rajoy en La Moncloa. La oposición no es en otras naciones un elemento del decorado del Gobierno. Ni se pretende anexionarla ni ella se deja.

Los pactos y gestos de unidad son muy apreciados por la querencia que se tiene hacia la imagen del consenso. Más que el contenido importa el continente. La cuestión es juntarse. Representar una escena tierna y dar por disueltas las discrepancias. La ilusión subyacente es que todos juntos podemos resolver todos los problemas. El proverbial individualismo español esconde un atavismo colectivista, que afecta tanto a derecha como a izquierda. Hay una profunda confianza en la conformidad y una gran prevención hacia el desacuerdo. Hacia la crítica. Se practica, y cómo, pero se aborrece. Y así, de forma espasmódica se alternan división y unión, cainismo y fraternidad, reconciliación y pelea a garrotazos.

Los Pactos de La Moncloa tenían sentido en un proceso de cambio de régimen. Había que forjar una estabilidad política para encarar una crisis económica. Hoy, el único pacto necesario es el que no haría falta firmar. Está suscrito y plebiscitado y se llama Constitución. Viene a significar que o respetas la Carta Magna o la modificas siguiendo las reglas establecidas. El problema capital es la deslealtad del PSOE zapaterino hacia ese pacto primero, detrás de la cual vienen las demás felonías. En cuanto a lo restante, que gobierne el Gobierno. Ficciones de unidad hay de sobra.

Libertad Digital - Opinión

OTRO EMPATE «TECNICO»

LA campaña electoral europea ha arrancado con una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas que, siguiendo el patrón de los últimos sondeos, atribuye a PP y PSOE el enésimo empate «técnico». Según el trabajo del CIS, PP y PSOE obtendrían el mismo número de europarlamentarios -23 cada uno-, aunque los socialistas aventajarían a los populares en 6 décimas (42,8 por ciento frente a 42,6). Las reservas a esta encuesta son similares a las que recibió la última del CIS sobre estimación de voto en caso de que las elecciones fueran generales: el sesgo de los encuestados se decanta desproporcionadamente hacia los socialistas, hay una previsión inverosímil de participación y, en general, no responde al estado real de la opinión ciudadana. En todo caso, el sondeo sí muestra un dato que resulta creíble al cifrar en el 32 por ciento el número de encuestados que no saben aún a qué partido va a votar. Además, por primera vez en mucho tiempo, los encuestados creen -por escaso margen, 31,5 por ciento frente a 30,9- que la candidatura ganadora será la del PP.

Al margen de esta encuesta, y con el valor relativo que suelen tener, el dato político cierto es que el PSOE es consciente de la trascendencia interna de estos comicios europeos. En otras condiciones, el resultado podría tener una relevancia política limitada, pero las elecciones del 7-J se producen después de la victoria del PP en Galicia por mayoría absoluta y del pacto de investidura en el País Vasco con los populares, gracias al cual Patxi López es lendakari. Una derrota el 7-J sería algo más que un contratiempo para Rodríguez Zapatero. Supondría la primera victoria del PP liderado por Rajoy en unas elecciones de ámbito nacional, la confirmación de una tendencia de cambio y un aviso serio de deserción de parte de su electorado, bien hacia los populares, bien hacia la abstención. Y cuando la imagen y el crédito de un político entran en barrena, los remedios son muy limitados y los socios, escasos.

El vídeo maniqueo y pueril que ha difundido el PSOE persigue precisamente apelar a la visceralidad de la izquierda, para forzar la reagrupación del voto en torno a la lista encabezada por Juan Fernando López Aguilar. Pero es probable que la propaganda socialista se tope esta vez con unos potenciales destinatarios muy escaldados por la crisis económica y poco dispuestos a comprar mensajes que nada tienen que ver con los factores que van a determinar su voto el 7-J.

Como es lógico, la importancia nacional de estos comicios también incumbe al PP y a su líder, Mariano Rajoy, asentado en un 40 por ciento de voto estimado, pero urgido para quebrar ese empate sempiterno que lo mantiene a las puertas del vuelco electoral que tanto temen los socialistas. El momento es complejo para el PP por la investigación del «caso Gürtel», pero tiene a su favor que los ciudadanos no están condicionando su voto por estos sumarios judiciales, lo que demuestra que la crisis económica -y otras crisis de las que el PP no habla tanto- ha ampliado el margen social para que el PP capte apoyos en caladeros hasta ahora resistentes. El manual de instrucciones dice que hay que votar el 7-J pensando en Europa, pero nadie debería llamarse a engaño porque van a ser unas elecciones de examen para el PP y, sobre todo, para el PSOE.

ABC - Editorial

UNAS ELECCIONES DE DOBERMAN

«La respuesta del PP al vídeo del PSOE no ha estado a la altura. Han querido dejar claro que ellos no van a descalificar a sus adversarios y que van a basar su campaña en sus propuestas. Pero, ¿qué propuestas?»

Acaba de comenzar oficialmente la campaña de las elecciones europeas. Unos comicios que, una vez más, no hablarán de lo que deberían. Precisamente esta semana el Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) ha publicado un duro informe contra la decadencia de Europa. En él se desgranan los problemas a los que se enfrentan todas las sociedades europeas, problemas que, tomados aisladamente, parecen perfecta y hasta fácilmente solucionables, pero que en conjunto se refuerzan unos a otros y muestran un panorama aterrador del futuro de nuestro continente.


Europa debe escoger. Puede continuar instalada en el relativismo, en el todo vale. Puede continuar poniendo una red de protección a todo tipo de conductas sin importar si son buenas o malas, fomentando una libertad sin su necesario complemento, la responsabilidad. Puede enfrentarse con la intolerancia del islamismo que está incubando en sus fronteras, y que ya ha expresado su odio a Occidente y su intención de acabar con nuestras libertades en múltiples ocasiones, y no sólo con atentados. O puede comenzar a huir de este modelo, que nos ha hecho separarnos de otras sociedades occidentales más sanas, como Estados Unidos o Israel, y ha fomentado de hecho el odio a quienes se han limitado a continuar siendo lo que nosotros mismos éramos hace cincuenta años.

Sin embargo, este debate estará completamente ausente en la campaña. Es precisamente ese pensamiento débil que está en la raíz de los peores problemas de Europa lo que convertiría una discusión en estos términos en algo absurdo para algunos y herético para otros. Por otra parte, el diseño institucional de la Unión Europea convierte al único órgano cuyos miembros pueden elegir los europeos en el de menor peso a la hora de tomar decisiones. Así, ausentes de estas elecciones tanto el debate sobre los problemas europeos como cualquier posibilidad de optar por una solución con nuestro voto, resulta casi natural que la campaña se centre en España y sus resultados se terminen interpretando en clave nacional.

Ha sido el PSOE quien ha abierto la veda con un vídeo electoral que poco tiene que envidiar a aquel dóberman que sacó Felipe González en 1996 para aterrar a los votantes con el viejo cuento de que viene la derecha comeniños. Un vídeo con el que pretende tapar su propio radicalismo inventándose otro de signo contrario al que poder criticar a placer. Un vídeo cuyo eslogan, después de mostrar a sus caricaturas, termina diciendo que el problema "no es lo que piensan, sino lo que van a votar", con lo que dejan claro que, efectivamente, lo que le importa a los socialistas no son las ideas, sino el poder.

La respuesta del PP no ha estado a la altura. Han querido dejar claro que ellos no van a descalificar a sus adversarios y que van a basar su campaña en sus propuestas. Pero, ¿qué propuestas? El Partido Popular no se ha atrevido siquiera a mojarse en aquello en que han decidido dedicar toda su labor de oposición: la crisis económica. Permanece empeñado en criticar al Gobierno sin ofrecer una alternativa real. Pareciera que sólo Esperanza Aguirre, con sus rebajas de impuestos, es capaz de recordar a los electores que hay otra forma de hacer las cosas. Desgraciadamente, Génova se limita a proponer medidas que no suponen un cambio de verdad. La razón es el miedo arriolista a movilizar al electorado de izquierdas. Pero corre el riesgo de no ser capaz de ilusionar al propio o, incluso, de llevarlo a otras opciones como UPyD, que no tiene ningún problema en defender muchas de las posiciones tradicionales de la derecha social.

Así pues, el panorama de estas elecciones, sin debate realmente europeo y con una contienda nacional de muy bajo nivel, parece anticipar que la participación volverá a ser ridículamente baja. Serán unos comicios cuya única motivación va a ser enviar un mensaje, ya sea contra Zapatero o contra Rajoy. A eso se reduce ese sueño de la construcción europea.

Libertad Digital - Editorial

¿FIN DE CICLO? Por Alvaro Delgado-Gal

Gana terreno la idea de que estamos llegando a un fin de ciclo. El debate penoso sobre el Estado de la Nación, y la pitada del miércoles 13 en Mestalla, han acentuado ese sentimiento. Las rectificaciones a que se vio obligado el PSOE durante las votaciones del 19, y el juego de alianzas cruzadas, agravan, y simultáneamente añaden un tono de comicidad, al desbarajuste fabuloso que vive el país. Me centraré antes de nada en el pugilato parlamentario del 12 de mayo. El mensaje estrella del presidente, a saber, el endurecimiento de las condiciones para obtener una desgravación por la compra de un piso, ocupó mucho a tertulianos y columnistas a lo largo de la semana pasada. To no effect, que dirían los anglos: el asunto ha quedado, como otros muchos, en «veremos» y «según». Vayamos a lo que no es anécdota: se hizo muy difícil evitar la impresión de que Zapatero no ha entendido todavía que existe una crisis de proporciones inusitadas. Esto, en cierto modo, no es sorprendente. Si no me engaña la memoria, Zapatero se avino a pronunciar por primera vez la palabra nefanda a finales de septiembre o comienzos de octubre del 2008, en un plató de televisión. Esto significa que fue el último español en advertir el fenómeno, quitando a los que no leen los periódicos, carecen de responsabilidades, y viven del aire. No es raro por tanto que no haya terminado de caerse del guindo, del que continúa suspendido por un pie, o quizá una pierna. La composición de lugar que en este momento se hace el presidente parece apoyarse en tres supuestos. Los tres son erróneos.

Uno: Zapatero identifica la crisis con un accidente exógeno, ocurrido en los Estados Unidos. Cuando el accidente cese, y llegue la recuperación internacional -de aquí a unos meses o un año-, España se recuperará también. Dos: soportamos treinta puntos menos de deuda pública que la media de los países situados en la zona euro. El Gobierno podrá permitirse por consiguiente déficits generosos durante el tiempo que considere oportuno. Tres: la crisis se combatirá cambiando, entre otras cosas, el modelo productivo. Zapatero no dijo exactamente esto. Pero habló sin tregua, en una exposición monopolizada por cómo superar la crisis, de revolucionar la productividad española. O hablaba por hablar, o ha establecido una relación causa/efecto entre esa revolución, y el vencimiento de nuestros agobios presentes. Ello permite inferir que, según el presidente, el modelo podría reconstruirse en un plazo muy corto.

Es claro que estas premisas no forman un todo coherente. Si lo que más urge en orden a combatir la crisis, es cambiar el modelo productivo, es rigurosamente inconcebible que la crisis tenga por origen un accidente exógeno y pasajero. Lo que ocurrirá, es que el accidente ha desencadenado un proceso cuya virulencia no es ajena a determinadas minusvalías estructurales y endógenas. Como, por desgracia, es el caso. Dado que Zapatero está lejos de ser un lerdo, hay que concluir que no ha dedicado dos minutos a estudiar en serio el problema. Resulta también alarmante que el presidente parezca pensar que el nuevo modelo productivo, o como le gusta decir a él, un modelo sostenible, pueda suscitarse de la nada creando un fondo ad hoc. La mudanza la verán, si se dan los pasos que hay que dar, los españoles de la siguiente generación. Hasta que cuaje el invento, habremos de conformarnos con hacer un uso más eficiente y racional de lo que ya tenemos. La tercera premisa no mejora a las otras dos. No es lo mismo una deuda pública como la francesa cuando, en vez de Francia, se es España; no es lo mismo llegar a tal o cual nivel de deuda pública a lo largo de muchos años, que de un repelón en los pocos que nos separan de las elecciones; y no es lo mismo la deuda pública en una sazón de bonanza, que en una coyuntura como la actual, en que estamos expuestos a recalificaciones a la baja o a que no quiera comprar nadie los papeles que subaste el Banco de España. Pero todo esto, en el fondo, le trae al fresco a Zapatero. Zapatero está pensando en otra cosa. ¿Cuál?

La política, en la muy precisa acepción que el concepto usufructúa para el presidente. Basta aplicar la clave política, para que las piezas se recoloquen y lo que era un caos, adquiera congruencia y sentido. Deuda significa gasto a discreción, mientras el cuerpo aguante. La idea es tener a los españoles apaciguados, hasta que la situación se restablezca por sí sola y se puedan convocar las elecciones con garantías. El ingreso de Campa, un economista ortodoxo, en el ministerio de Elena Salgado, es enteramente irrelevante. El presidente ni quiere, ni puede a estas alturas, desmentir su compromiso con la defensa a ultranza de un orden de cosas que era llevadero cuando el país crecía, pero que lo será mucho menos a medida que vaya menguando -repárese en su alocución del domingo 17 en Albacete-. Los actores, force de frappe de la antigua clase universal marxista en esta era postmoderna, le cuestan al Gobierno unos cuantos, no muchos, millones de euros. Los sindicatos, empatados ya con los actores -¿dónde se ha visto que, mientras sube el desempleo como la espuma, los representantes de los trabajadores arremetan contra la oposición?-, van a costar muchísimo más, en especie y, sobre todo, por su resistencia feroz a todo intento serio de regenerar la economía. Por concluir: la creación de fondos para una economía sostenible, se traducirá en dinero con que generar clientelas, pagar adhesiones, y mandar.

Era la coyuntura propicia para que Rajoy se luciera. El líder de la oposición, sin embargo, se limitó a señalar con el índice un librito azul, donde estaba dicho todo lo que hay que decir. Los españoles que desearan conocer la doctrina del PP se vieron remitidos a la autoridad de un texto que el jefe popular no se consideró en la obligación de desvelar. Es obvio que el PP ha articulado su estrategia en dos tramos. Primero, no soltar prenda, no vaya a espantarse un solo voto potencial. Segundo, esperar a que la violencia de la crisis haga inevitables medidas impopulares pero necesarias: reforma del mercado laboral, moderación de los salarios, etc... Cuando el PP gane, si gana, lo ineludible de las medidas le eximirá de la responsabilidad de haberlas aplicado. Me atrevo a insinuar que, de un partido con iniciativa, uno espera ligeramente más.

En la noche del 13, a debate vencido, en los preámbulos de la final de Copa, el himno nacional fue multitudinariamente pitado en Mestalla por los hinchas del F.C.Barcelona y del Athletic de Bilbao. Al día siguiente, un tertuliano afectado de ecolalia comentó que la culpa la teníamos todos, porque España, la España una, no había aprendido aún a ser plural. Esto suena un tanto raro después de un Estatut confederal que ha destrozado la Constitución, de que el castellano se persiga de oficio en Cataluña, y de que, cosa respetabilísima por otro lado, el presidente, mitad leonés y mitad vallisoletano, se declare entusiasta del Barça. Indaga uno nuevos arbitrios, registra el interior de la chistera, y la encuentra absolutamente limpia. Ni un conejo, ni siquiera un gazapo. De ahí la sensación de cansancio, de infinitas recombinaciones que nos mantienen surtos en el mismo punto, mientras el paisaje se transforma y las dificultades se agravan. Los potenciales de una democracia son inmensos. No los estamos aprovechando como Dios manda.

ABC - Opinión

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