martes, 26 de mayo de 2009

Cosas de Cicerón

"El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota.

La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado."


Marco Tulio Cicerón, Año 55 antes de Cristo.

EVIDENTES "BROTES SECOS" EN LA ECONOMIA

Aunque el Gobierno trate de abonar la hipótesis de los brotes verdes con el dogma de la economía sostenible, no se pueden confundir sus deseos con la triste realidad.

AUNQUE el Gobierno trata de abonar la hipótesis de los brotes verdes con el dogma de la economía sostenible y la promesa de un nuevo modelo productivo, cada día aparecen nuevos estudios y datos que hacen temer que no hay ningún motivo real para el optimismo, sino más bien al contrario. A tenor del último informe de la prestigiosa Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), no es descabellado pensar que Zapatero confunde sus deseos con la realidad cuando insiste -como hizo ayer mismo en la asamblea anual del Instituto de la Empresa Familiar (IEF)- en que «hay indicios para la esperanza y para la recuperación».


Funcas, precisamente una de las instituciones que antes alertó de la gravedad de la crisis y cuyos pronósticos se han revelado más acertados, ha revisado a la baja sus previsiones sobre el crecimiento en un informe que echa por tierra el análisis del presidente y en el que advierte de que no hay signos que permitan inferir que estamos cerca de la recuperación. Según Funcas, que ha actualizado sus pronósticos a partir del informe de contabilidad nacional del INE sobre el primer trimestre del año, lejos de iniciar la senda de la recuperación, la economía española se contraerá un 3,8% este año y un 1,2% en 2010. Estas cifras superan en ocho y siete décimas respectivamente su estimación anterior, lo que prueba que la economía se está comportando aún peor de lo esperado. Funcas cree que la intensidad del ajuste del sector inmobiliario, los problemas del sector bancario y la recesión internacional «van a retrasar considerablemente la salida de la crisis».

Para llegar a esta conclusión, las cajas de ahorros reparan en que los hogares seguirán recortando su consumo, que no comenzará a recuperarse antes del segundo trimestre de 2010; en el crash de la construcción, un sector cuyo ajuste se prolongará durante «mucho tiempo»; en la evolución del desempleo, cuya escalada superará la tasa del 21% y la cifra de cinco millones de parados en el último trimestre del próximo año; y en el aumento del déficit público, que se incrementará nada menos que hasta el 11,5% en 2010.

Por otro lado, el INE acaba de informar de que, tras cuatro meses consecutivos de descensos, los precios industriales han registrado en abril su mayor caída en los últimos 33 años, lo que prueba la parálisis que atenaza a la industria en nuestro país.

Con este panorama, cabe preguntarse si el voluntarismo del Gobierno no se basa más en cálculos electorales y en el absurdo argumento de que es difícil estar peor que en un análisis riguroso de los datos sobre la mesa. Lo cierto es que cuando Zapatero hace mención a supuestos «indicadores» que apuntan a que «la recesión puede haber tocado fondo» se refiere sólo a las encuestas sobre la evolución de la confianza de los ciudadanos que, efectivamente, ha mejorado algo.

Con todo, resulta muy ilustrativo el contraste entre las halagüeñas previsiones del presidente y la percepción que tienen los principales empresarios del país sobre la situación económica. Según un sondeo improvisado ayer mismo entre los miembros del Instituto de la Empresa Familiar -que integra a emprendedores de la talla de Alicia Koplowitz, Juan Roig o Simón Pedro Barceló-, nada menos que un 75% opina que la recuperación está aún lejos. Esto es, si alguna vez desde que estalló la crisis llegó a haber brotes verdes en la economía española, no cabe duda de que se han secado.

El Mundo - Editorial

EL ESTUDIANTE OHNESORG EN ATOCHA. Por Hermann Tertsch

LES voy a contar hoy una confidencia -ha pasado ya mucho tiempo- sobre los prolegómenos de mi salida de mi anterior diario. Fue el primer incidente serio que tuve con la emergente secta de guardianes de unas esencias que eran sólo suyas. Hoy controlan la casa. Tanto, que en la redacción se habla en voz muy baja, como en los bares de Hernani, como en el Palacio de La Moncloa, por cierto. El hecho es que vino un miembro de la citada tropa a mi despacho y me anunció que el comité de redacción tenía una denuncia anónima contra mí. Que se transmitiría al director. Le pregunté si era una broma. No lo era. Le dije que lo de la «denuncia anónima» sonaba muy feo. A camisas pardas y negras, a abrigos de cuero. Y pregunté por la identidad del denunciante. Se me negó. La denuncia llegó al director. Era un periodista y mandó a paseo a los denunciantes. Éstos prosiguieron con su misión de purificación ideológica y con otro director consiguieron su propósito. Mi delito había sido declarar en televisión que yo tenía un mar de dudas sobre el trasfondo del atentado del 11-M. No esbocé una tesis propia ni me adherí a ninguna otra con o sin conspiraciones que me parecen disparatadas. Sólo dije que dudaba. Mi puñetera manía de albergar dudas sobre la verdad decretada. Hoy estoy seguro de que algún día se tendrá que volver a hablar del 11- M. Y no desde la marginalidad o el interés por un titular forzado.

Quizás no haya que esperar más de cuatro décadas, lo que ha tardado en llegar el espectacular giro en el caso de la muerte del estudiante izquierdista Benno Ohnesorg, abatido a tiros por el policía Karl Heinz Kurras. Fue durante una manifestación el 2 de junio de 1967. El asesinato de Ohnesorg -a manos de la policía «capitalista y fascista»- fue el detonante del movimiento violento de protesta que sacudiría a Alemania. Y generó las bases para el terrorismo alemán, tanto del llamado significativamente «2. Juni» como de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) que durante muchos años mantuvo en estado de excepción -en algún momento contra las cuerdas- a la RFA. La muerte de Ohnesorg dividió a la sociedad, puso en riesgo la democracia y causó la muerte de decenas de inocentes. Ahora, 42 años después -como resultado del análisis de los archivos de la policía política (Stasi) de la Alemania comunista (RDA)- se ha sabido que Kurras, el policía que disparó a matar a Ohnesorg, era un miembro de la Stasi infiltrado en la policía de Berlín oeste. Kurras, de 81 años, ya ha confesado. Al izquierdista Ohnesorg lo mató la izquierda comunista. Para desestabilizar a la RFA, sembrar el odio y cambiar su historia. Aquí y ahora no se trata de hacer paralelismo alguno. Eso sí, Zapatero muestra ya en los mítines la mirada trastornada y el rictus descompuesto de los líderes bolcheviques de provincias cuando amenazaban al enemigo y acusaban al traidor de impedirle cumplir con brillantez su plan quinquenal. Impotente, vierte odio y discordia por doquier. Es peligroso. Dentro y fuera pueden aprovechar su siembra quienes no nos quieren bien. Alguien debiera advertírselo. Pero me dicen que Zapatero ya sólo escucha las voces que oye en su interior.

ABC - Opinión

TOGAS MANCHADAS POR LA "PAZ SUCIA" DE ZP. Por Guillermo Dupuy

ETA

«Que un jurista de la cuerda de Garzón se aviniese a ensuciar su toga para negociar con criminales prófugos, no nos debe sorprender si recordamos que el propio Garzón avaló la "paz sucia" de ZP bajo la premisa de que "hay que dialogar hasta con el diablo".»

Unas de las frases más lamentablemente célebres del fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, destinadas a respaldar la "paz sucia" de ZP en su no tan encubierto pulso contra el Estado de Derecho, fueron aquellos llamamientos suyos a jueces y fiscales para que "el vuelo de sus togas no eludan el contacto con el polvo del camino" o el de que "la Justicia no debe ser un obstáculo para la paz".


Si el primer llamamiento no era más que una cursilada destinada a encubrir una infame relajación en la observancia de la ley, el segundo, aun con el mismo objetivo, no era tan original, si tenemos en cuenta el requerimiento, tan parecido al que la propia ETA había hecho poco antes en uno de sus muchos comunicados durante la tregua. Recuerdo que desde el entorno del Gobierno eran tan frecuentes y desvergonzados esos llamamientos a jueces y fiscales para tener en cuenta "las nuevas circunstancias", que el entonces presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, llevó incluso a relacionarlos valientemente con una "incitación a la prevaricación".

Con estos antecedentes no nos debe, pues, sorprender, tal y como desvelaba El Mundo este domingo, que uno de los enviados del Gobierno para negociar con los etarras fuera un catedrático de derecho penal, José Manuel Gómez Benitez, abogado entonces del PSOE y hombre de la máxima confianza de Rubalcaba, además de íntimo amigo del juez Garzón.

Ya que el apoyo del PP a la aparente rectificación del Gobierno en materia antiterrorista parece haberse sellado con un "pase de pagina" de aquellos tiempos, aprovecho la noticia para recordar algunos de sus olvidados y más negros detalles.

Que un jurista de la cuerda de Garzón se aviniese a ensuciar su toga para negociar con criminales prófugos de la justicia, no nos debe sorprender si recordamos que el propio Garzón avaló la "paz sucia" de ZP bajo la premisa de que "hay que dialogar hasta con el diablo". Es más. Garante de ese "diálogo", Garzón no ha dudado en enterrar en el cajón del olvido el caso del chivatazo policial, "diálogo con el diablo" destinado, en este caso, a informar a los responsables del aparato de extorsión de ETA de que estaban siendo vigilados por orden del juez Grande Marlaska; una extorsión, dicho sea de paso, que el Gobierno de Zapatero había encubierto por boca de Rubalcaba al decir que "Interior no tenía constancia" de ella, aun cuando ETA ya la había justificado en Gara "por razones de financiación" y hacía meses que los empresarios navarros la venían denunciando.

Si Conde Pumpido no dudó durante aquella "paz sucia" de ZP en depurar a fiscales de prestigio que no estaban dispuestos a machar sus togas, como Torres Dulce o Fungairiño, al tiempo que se alineaba con las tesis de los abogados de los etarras –tal y como ocurrió en el caso de la solicitud de excarcelación del sanguinario Henri Parot– Garzón tampoco dudó. Al igual que el juez Pedraz, permitió a los imputados por colaboración con banda armada, Díaz Usabiaga y Gorka Aguirre, utilizar su libertad condicional para ir a Estrasburgo a festejar ese infame espaldarazo que la Eurocámara –gracias al Gobierno español– había brindado a lo que ETA siempre llamó "la internacionalización de la resolución del conflicto". Eso, por no hablar de las repetidas ocasiones en las que, tanto Conde Pumpido como Garzón, hicieron la vista gorda ante las numerosas veces en que ANV, PCTV, o la propia Batasuna, con Otegui a la cabeza, se saltaban a la torera la Ley de Partidos o la propia sentencia de ilegalización.

Ignoro las maniobras de distracción en el seno de la policía –tanto española como extranjera– que debieron ser necesarias para evitar que etarras tan perseguidos por la justicia como Josu Ternera o López Peña, alias Thierry, fueran capturados en compañía del presidente del PSE Jesus Eguiguren, el otrora fiscal general del Estado, Javier Moscoso, o el que, gracias a los socialistas es ahora vocal del CGPJ, José Manuel Gómez Benítez. Sólo constato, con vergüenza ajena, que el haberse ensuciado con el polvo del camino en esa sucia paz de Zapatero no ha sido, ni para ellos ni para Garzón ni Conde Pumpido, obstáculo alguno en sus respectivas carreras profesionales.

Libertad Digital - Opinión

MACETAS SOSTENIBLES. Por Ignacio Camacho

EN vísperas de la Expo 92, Felipe González tuvo una idea buena y otra mala. La buena fue empezar el proyecto del AVE por Andalucía, acierto que nunca se le ponderará bastante: pese a las dudas iniciales y al brutal sobrecoste del proyecto -debido en parte a la red de comisionistas que puso el cazo- no ha habido un salto histórico mayor en el desarrollo y equilibrio del sur de España. La mala, o más bien desacertada, fue producto de los consejos de ciertos gurús que pronosticaron un futuro de innovación tecnológica, I+D y batas blancas basado en la reutilización de las inversiones para crear un Silicon Valley en donde estaba claro que no existían condiciones para intentarlo. Los pitonisos hicieron mal sus cálculos y el recinto de la Cartuja, con medio billón de pesetas de entonces invertidas, se convirtió en un criadero de jaramagos hasta que el poder decidió recalificarlo por las bravas para que en vez de laboratorios de investigación floreciesen edificios de oficinas al calor de la burbuja inmobiliaria.

Ahora Zapatero promete, recogiendo el ejemplo felipista, comenzar por Andalucía su modernización productiva, el ya célebre cambio del modelo hacia una economía «sostenible». Dado el estado subsidial de la sociedad andaluza, la más subvencionada de Europa, esta declaración permite atisbar algo de su vigorosa propuesta recién improvisada: se trata de dar ayudas a tutiplén para instalar por doquier molinos de viento y paneles solares. Dejando de lado la pequeña contradicción de que cuando el aire está quieto -lo que en el sur ocurre a menudo- y el cielo nublado la red eléctrica tira en el acto de la muy nuclear y cara energía francesa, el presidente parece proponer un cambio del sistema de recalificaciones que prime el valor de los suelos según su potencial receptor de instalaciones renovables en vez de su aprovechamiento inmobiliario. Pero ese mercado es artificial: o lo sostiene el Estado o volveremos al fiasco post-Expo, resumido en su momento por una célebre pintada mural que puso a Chaves de los nervios: Expo 92=Paro 93.

El retrato social de la economía andaluza por donde ZP quiere empezar su recién parida reconversión no es precisamente un modelo de dinamismo: la mitad de la población activa es funcionaria -en sentido lato, es decir, trabaja para el sector público- o está en el paro, e incluso la gran mayoría de los emprendedores depende de alguna subvención o ayuda, como el resto de la llamada sociedad civil. La tasa de dependencia clientelar es la más alta de España, y la de productividad por habitante, la más baja. La receta modernizadora del Gobierno apunta a convertir a los parados en rentistas por el procedimiento de instalar generadores subvencionados hasta en las macetas. Un método sostenible y renovable: sostiene al socialismo en el poder desde hace cinco lustros y lo puede renovar por otros tantos.

ABC - Opinión

DE HOMBRES, HOMBRECILLOS Y OTRAS HIERBAS. Por José García Domínguez

Sexismo

«A decir del anfibio Cabañes, ansían acabar con situaciones "por poner un caso extremo [sic], en las que haya grupos de niños jugando a policías y ladrones y grupos de niñas jugando a las mamás". Angustioso, terrorífico oprobio sexista.»

En El día de la lechuza, la primera gran novela sobre la Mafia de Leonardo Sciascia, un personaje divide a la Humanidad en cinco grandes categorías: los hombres, los mediohombres, los hombrecillos, los tomapor... y los cuacuacuá. Hombres habría pocos; los mediohombres igual constituirían género de escasa circulación; el alter ego literario de Sciascia sigue descendiendo después hasta avistar a los ya innúmeros hombrecillos, "que son como los niños que se creen mayores, monos que hacen los mismos gestos que los mayores"


Aún más abajo, atisba a los tomapor..., "que se están convirtiendo en un ejército", según tan fatal como empírica constatación. Por fin, identifica a los cuacuacuá, no menos extensa plaga "que debería vivir como los patos en las charcas, pues su vida no tiene mayor sentido ni mayor expresión que la de los patos". ¿Cómo interpretar la última iniciativa parlamentaria del tribuno José Alberto Cabañes sin conocer tan precisa taxonomía antropológica?

¿Cómo, ignorando la existencia de los cuacuacuá, entender que el Grupo Socialista en las Cortes vaya a instar a los Poderes del Estado a fin de que obliguen a los niños a jugar a la comba durante el recreo? Y es que, hasta ahora mismo, el único deber pautado de los escolares españoles en el patio consistía, como es fama, en tener que hablar en catalán entre ellos, nada más. Escandalosa anarquía neoliberal, ésa imperante durante el "segmento de ocio" de los colegiales, que los cuacuacuá socialdemócratas pretenden saldar cuanto antes.

Así, a decir del anfibio Cabañes, ansían acabar con situaciones "por poner un caso extremo [sic], en las que haya grupos de niños jugando a policías y ladrones y grupos de niñas jugando a las mamás". Angustioso, terrorífico oprobio sexista que, según denuncia él mismo con serena rotundidad, "se ha dado y se sigue dando". En fin, si durante la República al Ateneo de Madrid le cupo decretar la inexistencia de Dios merced a una impecable votación democrática entre sus socios, ¿por qué no va a poder alterar la naturaleza humana el PSOE en el Pleno del Congreso?
Eso sí, procede que el cuacuacuá Cabañes comparezca ese día en el hemiciclo ataviado con sugerente minifalda, medias negras y blusita a juego de generoso escote. ¿O acaso piensa seguir rindiendo servil tributo a los atávicos roles indumentarios impuestos por la cultura patriarcal?

Libertad Digital

EL PSOE NO ES EL ESTADO

JOSÉ Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, se trasladó el pasado domingo a Dos Hermanas (Sevilla) para intervenir en un mitin de su partido utilizando un avión militar, puesto a su disposición en calidad de presidente del Gobierno. La confusión del plano institucional con la política partidista no es aceptable en una democracia madura. El Falcon 900 que despegó de Torrejón por la mañana y regresó a la misma base por la tarde es un bien público al servicio del Estado; por tanto, de todos los españoles y no sólo de los afiliados al PSOE.

Durante la etapa del gobierno del PP, José María Aznar utilizaba un avión alquilado por el partido para desplazarse a este tipo de actos. En cambio, todavía perdura en la memoria colectiva el caso del Myst_re al servicio de las aficiones personales del entonces vicepresidente Alfonso Guerra, sin olvidar la célebre definición de los miembros del Ejecutivo como «bienes de Estado» atribuida a un ministro de Felipe González. En caso de que cualquiera de los predecesores del presidente del Gobierno hubiera actuado así, sería igualmente reprobable. El Código de Buen Gobierno, supuesto modelo de austeridad y buenas prácticas, prohíbe expresamente hacer un uso impropio de los bienes y servicios puestos a disposición de los altos cargos. Es llamativo que el presidente del Gobierno se considere a sí mismo liberado de la enojosa obligación de distinguir entre su función como cargo institucional y como líder de partido. No está de más recordar que los asistentes al mitin sevillano fueron debidamente ilustrados sobre un nuevo modelo económico basado en las energías renovables y el desarrollo sostenible. Sin embargo, no consta que fueran informados acerca del medio de transporte utilizado por el distinguido orador, tal vez porque todavía los aviones militares no están adaptados a estas nuevas pautas energéticas.

Rodríguez Zapatero ha cometido un grave error. En plena crisis económica, la opinión pública muestra una especial sensibilidad ante los excesos de la clase política, que debe extremar el cuidado ante cualquier actitud de privilegio. La financiación de los partidos es más que suficiente para dar cobertura a las necesidades de intendencia de sus dirigentes. Además, este tipo de actuaciones supone una ruptura de la igualdad de armas electorales entre los candidatos. Una y otra vez, los socialistas demuestran una peculiar doble vara de medir, puesto que se muestran inflexibles con los adversarios al tiempo que disculpan estas actuaciones intolerables a cargo de los suyos.

ABC - Editorial

EL FANATISMO SEGUN MANUEL RIVAS. Por Cristina Losada

Política lingüistica.

«No hay ahí ni un adarme de fanatismo si aplicamos la teoría política alumbrada por el escritor Manuel Rivas. El único fundamentalismo existente reside, para el insigne autor, en quienes proponen cierta libertad de elección en la enseñanza.»


Hace una semana, el profesor Miguel Cancio vio boicoteada una de sus clases en la Facultad de Económicas compostelana por un grupo de reventadores que se hicieron acompañar por dos inocentes aves de corral. Cancio permite libertad lingüística en sus clases y en tiempos del franquismo defendió como pocos el uso del gallego, pero todo ello representa lo que saca de quicio a los manipuladores de gallinas. Sin embargo, no vaya nadie a pensar que esos sujetos que irrumpen en un aula con la intención de amedrentar al discrepante son un ejemplo de fanatismo.


Un día antes, en la misma ciudad, durante una manifestación a favor de erradicar el español, los comercios rotulados en ese idioma fueron atacados con pintura y la presidenta de Galicia Bilingüe, amenazada de muerte en el zafio estilo terrorista. Pero tampoco los autores de esas tropelías son fanáticos ni integristas. Como no lo son los que agredieron a pacíficos manifestantes en febrero tras acosar de continuo a la citada asociación y a otras de similares fines. Ni los que intentaron agredir a María San Gil y gritaron que ojalá la matara ETA. Ni los que tapian despachos y persiguen a profesores por impartir sus clases en la lengua común.

No hay ahí ni un adarme de fanatismo si aplicamos la teoría política alumbrada por el escritor Manuel Rivas. El único fundamentalismo existente reside, para el insigne autor, en quienes proponen cierta libertad de elección de la lengua vehicular de la enseñanza. Quienes aceptan los dos idiomas y se comportan como demócratas son fanáticos, mientras que los que rechazan el español y se conducen como fanáticos no lo son. He ahí la nueva paradoja de Rivas. Casi tan deslumbrante como aquella tesis suya que atribuyó una oleada de incendios a una conspiración de agentes del PP resentidos. Resultó que eran los pirómanos habituales, pero el escritor comprometido nunca deja que la realidad le estropee un buen prejuicio, de modo que no se retractó.

Todo ello explica que el literato jamás condene la violencia que ejercen los partidarios de imponer una lengua y desterrar la otra. Tal simpatía siente por su causa que ha incitado a emplear todos los medios para impedir que reine en los colegios algo parecido a la libre elección de idioma. Claro que tan rígidas restricciones las reserva Rivas para los demás. El escritor no renuncia a la libertad de publicar sus obras en español, pero predica que han de sacrificar su libertad los (restantes) ciudadanos de Galicia. Y el que se resista es un perturbado, como el disidente bajo el stalinismo.

Libertad Digital - Opinión

LA ESTRATEGIA TERRORISTA DE ETA Y BATASUNA. Por Rogelio Alonso

El anuncio de ETA de fijar una «estrategia político-armada eficaz» ha avivado el debate sobre un hipotético cambio estratégico por parte del grupo terrorista. En los últimos meses medios políticos y periodísticos han insistido en la existencia de relevantes divergencias dentro del movimiento terrorista, sin que la realidad en torno a ETA y Batasuna confirme tan infundado argumento. Desde sectores políticos y mediáticos que defendieron la negociación con ETA emprendida por Zapatero pese a sus negativos costes, se ha alimentado la creencia de que una parte del entramado terrorista, representado por Ternera y Otegi, desea romper con la banda. En ese sentido, El País titulaba así una información publicada el pasado 2 de mayo: «La izquierda abertzale elabora por vez primera su estrategia al margen de ETA». En ella, se tildaba de «posibilistas» a personajes como Otegi, al que se presentaba como dispuesto a «actuar al margen de ETA» para «imponerle» a la banda el «cese de la violencia» mediante «una estrategia de hechos consumados».

En abierta contradicción, el mismo periodista que firmaba esta información había defendido antes la negociación con ETA señalando que aquel era «un proceso inédito en Euskadi, donde la falta de sincronía entre ETA y Batasuna condujo al fracaso de los anteriores intentos de paz» (El País 5/12/05). Añadía además: «En esta ocasión, se produce la particularidad de que no hay disensiones ni en Batasuna ni tampoco, y lo que es más importante, en ETA, donde existe un apoyo generalizado al proceso puesto en marcha por Batasuna». Sin embargo, la «sincronía» entre ETA y su brazo político en previos contactos había sido siempre total, circunstancia ésta que, al igual que ocurriría con el último proceso de negociación, garantizaría que la ruptura de la tregua en 2006 no fuera seguida de relevantes disensiones al cerrar filas el movimiento en torno a la decisión del liderazgo terrorista.

Esta misma unidad es la que refleja el último comunicado de ETA. La entrevista a los dos etarras en Gara revela una clara coincidencia conceptual con los planteamientos expresados por Otegi el pasado mes de marzo. En aquella ocasión Otegi hizo un llamamiento a «sumar fuerzas» a todos los sectores políticos y sociales independentistas vascos con el fin de impulsar una «frente independentista» y una «estrategia eficaz» que «ponga en marcha un proceso de cambio político» en el País Vasco. En esa comparecencia pública tras su salida de la cárcel, arropado por los responsables de LAB y otros destacados activistas etarras, Otegi anunciaba la búsqueda de una «estrategia independentista eficaz».

La coincidencia estratégica con ETA es todavía clara, apreciándose una estable coordinación entre el frente «político» y el «militar» de los terroristas. Lo que el movimiento integrado por ETA y Batasuna persigue ahora es la creación de un bloque de formaciones independentistas que progrese hacia la constitución de un «Estado vasco». En ese frente se prescindiría inicialmente del PNV con objeto de presionar a un partido que aún debe decidir si mantiene la radicalización emprendida en los últimos años en la búsqueda de un voto nacionalista que le garantice su hegemonía política en el País Vasco. El concepto de «Estado vasco», elaborado por ETA desde 2006, era reivindicado nuevamente en un comunicado de enero de 2009 al indicar los terroristas que «es el momento de unir fuerzas por este pueblo, sin excusas, para que los abertzales entremos en la fase de la independencia».

La declaración de Otegi en marzo reafirmaba esa misma línea. Abundaba así en lo reproducido al ser entrevistado por Gara en noviembre de 2008, cuando anunció un nuevo proyecto orientado a «vertebrar una alternativa política a la izquierda del PNV que lidere el cambio político desde posiciones independentistas» con el fin de «avanzar hacia la creación de un Estado vasco». La sumisión de Otegi a ETA sigue manifestándose en la ausencia de cualquier oposición significativa a su violencia, incluyendo la designación del nuevo gobierno vasco como «objetivo prioritario» de los terroristas. Previamente, Otegi había aceptado también que sus negociaciones para perfilar un «polo soberanista» de cara a las elecciones autonómicas de 2009 fracasaran debido al asesinato del empresario nacionalista Ignacio Uría.

Quienes describen a Otegi y Ternera como «posibilistas» parecen ignorantes a las dinámicas de la banda, como ya lo fueron cuando alimentaron en la anterior legislatura las expectativas sobre un falso deseo de Batasuna de imponer el final de la violencia. Por ello ignoraron el texto elaborado por Batasuna en 2005 en el que comunicaba a sus bases que la tregua no era más que un intervalo que sería interrumpido si la negociación no resultaba satisfactoria para los intereses de ETA. Hoy, igual que entonces, ETA y Batasuna continúan compartiendo una estrategia firme en su voluntad de mantener el terrorismo y que, además, se ha visto reforzada por la reciente negociación a pesar de la eficaz presión policial y judicial aplicada tras el final de la tregua. Los etarras entrevistados en Gara lo expresaban así: «El PSOE ha prometido a los poderes internacionales y del Estado que solucionará -policialmente este problema-. Y está intentado demostrar eso, vendiendo ya la piel del oso y con alguna borrachera represiva de por medio a raíz de ciertas detenciones. Pero llegarán las resacas, y otra vez el problema y su gravedad se situarán en el centro de la agenda política. Y antes de lo que creemos, les escucharemos hablar otra vez de diálogo, paz...».

Tras la ruptura de la negociación con el gobierno de Zapatero, en su documentación interna ETA se ha vanagloriado de haber obtenido un «gran logro» al demostrar la inutilidad de las instituciones democráticas, pues tanto el PSOE como el PNV aceptaron negociar con Batasuna en una mesa extraparlamentaria con el fin de eludir la ilegalización del partido pro etarra. Esa lógica llevaba a Otegi a declarar: «Yo no hablo de fracaso. Se puede afirmar que hemos avanzado, pero no hemos alcanzado un acuerdo resolutivo final. Y no lo hemos hecho porque todavía no existe ni la ambición ni la madurez suficiente por parte del Gobierno español para alcanzarlo. Pero no hay que desistir» (Gara 29/7/07). De nuevo se aprecia una identidad entre lo afirmado por Otegi y los etarras entrevistados en Gara, uno de los cuales declara: «No albergamos ninguna duda sobre para qué sirve lo avanzado en el proceso. En términos políticos, hemos llegado al nivel más elevado alcanzado nunca en un proceso. Ha evidenciado que este pueblo tiene ganados dos debates: el primero, que la resolución del conflicto llegará de un proceso de diálogo y negociación; y el segundo, que los vascos tienen todo el derecho a decidir su futuro y que hacerlo factible cerrará de una vez por todas la puerta del conflicto».

Frente a la evidencia que arroja el análisis de ETA y Batasuna, hay personas interesadas en suscitar confusión sobre las intenciones de Otegi y Ternera pese a la negativa de ambos a distanciarse de los postulados terroristas. Ello puede conducir a la repetición de errores pasados cuando desde el gobierno, e incluso desde algunas instancias judiciales, se buscó la rehabilitación de estos dirigentes terroristas, reforzándose a interlocutores absolutamente subordinados a los dictados de una ETA que rechaza abandonar el terrorismo.


ABC - Opinión

Electric Light Orchestra - Evil Woman