viernes, 29 de mayo de 2009

Zapatero vuelve a utilizar un avión militar para asistir a un acto de partido en Asturias

Le han pillado y no piensa rectificar. Zapatero ha ofrecido un mitin de apoyo a la candidatura socialista para las elecciones europeas, en la localidad asturiana de Langreo, a donde ha llegado - una vez más - en un avión "Falcon" de las Fuerzas Armadas. Desde el Gobierno y el PSOE ya adelantan que el presidente se desplazará siempre en avión militar, aunque sean actos de partido, ya que es lo más seguro.

En su alocución, Zapatero ha subrayado el esfuerzo y la colaboración de todos para superar la crisis económica y ha censurado que el PP no arrime el hombro y que lo único que hagan ese partido y su líder es "poner zancadillas" y "sembrar el pesimismo sobre el futuro de España".

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dice que "lo más importante" a la hora de organizar un viaje del presidente del Gobierno es "su seguridad" y "lo más seguro" es un avión oficial. Por eso, Zapatero ha repetido medio de transporte y ha volado hasta Asturias a bordo del Falcon de las Fuerzas Armadas para dar un mitin de su partido´, aun avión que como ya les adelantó la COPE, utilizó el pasado domingo para acudir a Sevilla para arropar al candidato socialista Juan Fernando López Aguilar.

El viaje del presidente Zapatero a Asturias para asistir como secretario general, a las siete y media de la tarde a un mitin del PSOE en Langreo promete nuevas turbulencias tras destapar la COPE el pasado lunes que su último desplazamiento de este tipo para arropar al candidato socialista Juan Fernando López Aguilar en Sevilla el pasado domingo lo hizo empleando un Falcon 900 de las Fuerzas Aéreas.

El asunto ha irrumpido con fuerza en la campaña, ha llegado hasta las Cortes y los argumentos de los socialistas para defender un uso particular de lo público se han ido desplomando uno tras otro.

Periodista Digital

CHAVEZ ORDENA EL CIERRE DE GLOBOVISION

Sin mencionar el canal por su nombre, el presidente Hugo Chávez ordenó ayer jueves el cierre de Globovisión en su maratoniano programa “Aló presidente” de cuatro días, al tiempo que suspendía toda operación de compra-venta de los medios radioeléctricos privados de Venezuela.

Chávez pidió a las autoridades del país "actuar" contra los medios de comunicación que "envenenan" a la población. Se dirigió al ministro de Obras Públicas y Vivienda, bajo cuyo despacho se encuentra la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, "Diosdado Cabello estoy esperando", dijo, en referencia a la orden por él dada la semana pasada para investigar las posibles medidas contra Globovisión.

Emplazó públicamente a la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, y al Tribunal Supremo de Justicia a cumplir con su deber. “Cumplan con su deber que para eso están allí y si no renuncien y que alguien con coraje asuma”, aseveró.

Manifestó que la Fiscalía debería actuar luego de que una persona afirmara en un programa de televisión que el Presidente acabaría cabeza para abajo como Benito Mussolini. "Debería estar preso porque eso es un delito", consideró.

Globovisión es el segundo canal en problemas con el gobierno después del cierre de su señal abierta de Radio Caracas Televisión, RCTV, hace dos años.

El presidente venezolano considera el canal «un problema de salud pública», «un virus, un veneno que puede llevar a cometer graves delitos y atentar incluso, contra la vida de alguien»

“Están incitando a mi asesinato”, dijo al referirse a que el editor de El Nuevo País, Rafael Poleo, comentó en octubre pasado en un programa de Globovisión que Chávez terminaría colgado como Mussolini.

“No me lo pueden dejar a mí nada más, es problema de todos, de toda la sociedad. Yo voy a esperar a que se cumpla lo que tiene que cumplirse”. Y señaló que si no se cumple con la ley, entonces “lo haré yo mismo, por mis propios medios, como otras veces”.

Suspenden la venta de medios

Otro anuncio sorpresivo de su gobierno fue un comunicado emitido por el Servicio Autónomo de Registros y Notarías en el que informa que los bienes que posean los medios radioeléctricos no pueden ser traspasados, vendidos ni sometidos a otro tipo de trámite, sin previa autorización.

El texto completo dice: “tengo el agrado de dirigirme a ustedes, en la oportunidad de enviarles un cordial saludo revolucionario y bolivariano e informarles que en cumplimiento de las instrucciones impartidas por el ciudadano Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia, se prohíbe la protocolización y/o autenticación de documentos de venta, traspaso, permuta u otros tipos de trámites relacionados con medios radioeléctricos, sin previa autorización del titular de este despacho o del Ministerio del Poder Popular de Obras Públicas y Vivienda”.

Hay que destacar que las notarías y los registros de Venezuela están en manos de los cubanos.

ABC

PONERSE TETAS. Por Alfonso Ussía

La científica de Alcalá de los Gazules, Bibiana Aído, ha dicho que abortar es tan sencillo como ponerse tetas. Para mí, que Zapatero, cuando se siente acorralado por los acontecimientos, le pide a la científica que suelte una o dos chorradas para distraer al personal. Porque abortar sí es sencillo. Tremendo, pero sencillo. Pero ponerse tetas no lo es en absoluto. Unas tetas bien puestas de verdad sólo las coloca la madre naturaleza. Por mucho que se haya avanzado en la implantación mamaria o la estética pectoral, el resultado se nota. Y en ocasiones no es fácil mantenerlas. Y si no, que le pregunten a la famosa permanente, que en pleno vuelo Nueva York-Madrid, cuando el avión sobrevolaba el Atlántico, le estalló la teta derecha, causando una situación de auténtico pavor entre los aterrorizados pasajeros, la aterrorizada tripulación y el no menos aterrorizado comandante de la nave.

Porque una teta que explosiona a diez mil metros de altura lo hace sin miramientos, y el material que le introdujeron a la famosa para aumentar su pechamen en la ciudad de los rascacielos más que como silicona actuó como trilita, y aquello resultó duro. Una amiga que viajaba en aquel avión, por aquello del pánico, se quedó sin habla, y hasta hoy. Ignoro si la científica de Alcalá de los Gazules se ha puesto tetas, pero intuyo que no ha dado el paso todavía. Desconoce la dificultad de la operación. Abortar es infinitamente más fácil. Matar a quien no puede defenderse siempre resulta sencillo y rápido. Poner unas tetas en condiciones es más difícil que hacer un puzle de cinco mil piezas. Todos los seres humanos a las trece semanas de gestación en las entrañas de su madre, son iguales. Unos pueden sonreír más que otros, pero sacarlos, matarlos y posteriormente triturarlos de acuerdo con las normas del doctor Morín -y con más semanas que las trece en cuestión-, es empresa tirada. La llevan a cabo personas sin títulos ni licencias. Pero no hay en el mundo una teta igual a otra teta, y desde el modelo alubia al globo mapamundi, se presenta un interminable muestrario de posibilidades. Una teta no se pone pegándola con cola. Es una glándula, regada de venas, conductos y terminaciones, y se necesita la pericia y sabiduría de un buen médico para alcanzar el buen fin. Conozco a alguna aficionada a ponerse y quitarse volumen en las tetas, y me han asegurado que de fácil, nada. Sí costoso, porque no hay intervención quirúrgica que no lo sea. Y en ocasiones, el resultado demanda un comportamiento heroico. Ahí tienen a Yola Berrocal, que nadie sabe cómo consigue mantenerse en pie con tanto peso, y encima, se manifiesta alegre y esperanzada, a pesar de no contar en la actualidad con el asesoramiento espiritual del padre Apeles. La científica Aído es una calamidad o una mujer dotada de un extraordinario sentido de la caricatura. Lo que siempre se ha llamado en Andalucía, «una mujer con muchísima gracia». En el norte les dicen «payasonas», que allí son más austeros en la exageración. Asegurar que abortar es tan sencillo como ponerse tetas, responde a una ignorancia desproporcionada, descomunal. Que se las ponga, y a ver qué pasa.

La Razón - Opinión

CHAVES EMPIEZA A SER UN PROBLEMA PARA ZAPATERO

El vicepresidente tercero está obligado a explicar la subvención de 10,1 millones de euros que concedió a una empresa en la que su hija es apoderada.

MANUEL CHAVES está obligado a explicar en todos sus extremos la subvención de 10,1 millones de euros que concedió a la empresa en la que trabaja su hija. Una ayuda que firmó él mismo contraviniendo la Ley de Incompatibilidades de Andalucía y después de haber modificado la normativa que impedía hasta ese momento conceder apoyo económico a una planta de transformación de minerales.


Dos días después de que EL MUNDO destapase este nepotismo de libro que roza la prevaricación, el vicepresidente tercero del Gobierno no ha ofrecido aún un solo argumento que ayude a despejar la pesada sombra de sospecha que rodea el caso. Empecinarse en negar la evidencia asegurando que la información es «falsa» y fruto del «resentimiento» es una estratagema inútil que no va a librarle de afrontar su responsabilidad ante la opinión pública.

La vieja estrategia del calamar le dio buenos resultados en su larga etapa al frente de la Junta, cuando tenía en sus manos todos los resortes del poder y podía arremeter contra los pocos medios de comunicación independientes que aún resisten en Andalucía. Sólo así se explica que el escandaloso esquema según el cual él aprobaba los presupuestos autonómicos, uno de sus hermanos los ejecutaba en parte y un tercero se beneficiaba de ellos, no le haya pasado factura política.

Pero ahora Chaves es vicepresidente del Gobierno de España, donde resultan intolerables esas prácticas endogámicas que, lamentablemente, se han convertido en habituales en los círculos de poder de muchas comunidades autónomas.

Ayer, un día después de que Rajoy pidiera la comparecencia ante las Cortes del ex presidente de la Junta para explicar su caso, tanto el PP como IU solicitaron la creación de una comisión de investigación en el Parlamento andaluz, prueba de que no estamos ante una confrontación más entre los dos eternos adversarios políticos sino ante un episodio que, por apuntar la existencia de posibles graves irregularidades, ha puesto de acuerdo a partidos ideológicamente antagónicos. El hecho de que la Cámara autonómica no haya permitido la apertura de comisiones de investigación en casi tres lustros indica la ínfima altura del listón democrático impuesto por Manuel Chaves en estos años. Es de esperar que su sucesor en el cargo no caiga en el mismo error y no eche en saco roto las peticiones de la oposición andaluza.

Si el caso de la millonaria subvención no fuera tan grave moverían a hilaridad las declaraciones de los escuderos de Chaves. El miércoles era el consejero de Innovación, Martín Soler, quien se descolgaba con un torpe e incriminatorio «todo padre quiere lo mejor para su hijo». Ayer, fue el consejero de Gobernación y número dos del PSOE andaluz, Luis Pizarro, el que conminaba al PP a no mezclar en el debate político las «cosas de familias» porque «donde las dan las toman». Esta amenaza, tan propia de esas etapas pasadas del PSOE que Chaves encarna, evidencian un dramática pobreza de argumentos y permiten calibrar la difícil situación en la que se halla el hoy vicepresidente.

Rajoy ha advertido que no consentirá que el «mero transcurso del tiempo» haga caer este asunto en el olvido. Además de IU de Andalucía, es más que probable que otros grupos se sumen a los populares en el Congreso para pedir el esclarecimiento de los hechos. Quien estaba llamado por Zapatero a solucionar el difícil rompecabezas de la financiación autonómica ha acabado muy pronto convirtiéndose en un serio problema para el Gobierno. La pelota está en el tejado de La Moncloa.

El Mundo - Editorial

EL MODERNO OPIO DEL PUEBLO. Por José María Carrascal

¿ES el fútbol algo más que un deporte? Si pensamos en las pasiones que desata, las polémicas que genera, las multitudes que arrastra y el dinero que mueve, diríamos que sí. Pero luego piensa uno en los ídolos que levanta, la basura que esconde, los delirios que crea, y tiende a considerarlo el actual opio del pueblo. Lo que nadie pone en duda es de que se trata del rey de los deportes, del más universal, interracial, interpolítico e interreligioso. Se juega igual en la rica Europa que en la paupérrima África, en la temperamental Iberoamérica que en la enigmática Asia, en la tundra o en el desierto, en la playa o en la pradera. Curiosamente, donde menos éxito tiene es en el país puntero, Estado Unidos, donde avanza, pero sin desplazar al «football», el baseball, el baloncesto, por razones que tienen mucho que ver con el afán de competitividad, de tantos, de resultados inmediatos que existe en este país, y el fútbol no siempre ofrece.

Se atribuye su éxito a que se trata de un sustituto de la guerra. La Copa de Europa sería el sucedáneo incruento de las contiendas que los europeos libramos a lo largo de la historia. Eso hemos adelantado, aunque algo bélico le queda, al no faltar bajas en cada encuentro y ser frecuentes las refriegas en las gradas. Pues el fútbol no lo juegan sólo los 22 hombres en el campo, lo juegan también los miles de aficionados en el estadio, que participan en el encuentro, empujando la pelota con su aliento, celebrando las buenas jugadas de su equipo, silbando las buenas del contrario y abucheando al árbitro cuando no es bastante parcial para sus colores. Es el deporte más colectivo que existe, capaz de fundir a millones de personas en una camiseta, que visten orgullosamente aunque no hayan tocado un balón en la vida. Estamos ante el mayor creador de masa e inhibidor del individuo desde el nacimiento de la nación moderna, con la que a menudo se le identifica. Basta ver la pasión que provocan las selecciones nacionales y el afán de tener una por parte de quienes aspiran a ser Estado. En ese sentido, sí que puede decirse que el fútbol es bastante más que un deporte. Aunque esa carga político-social le impide sujetarse a la primera norma deportiva: el «fair play», el juego limpio, llenándole en cambio de odios, celos, amarguras, alegrías, irracionalidades, cultos a la personalidad, transformación temporal del carácter, éxtasis e incluso sadismos.

A nivel personal, es la válvula de escape de la frustración que acumula el individuo anónimo en el taller, la oficina, el coche, la calle, en su misma casa, a la que da rienda suelta durante el partido y se convierte en lejano sucedáneo del éxtasis sexual, mientras el locutor clama «¡Gooooooool!» de su equipo.

Todo eso es el fútbol. Pero todo eso no puede borrar la realidad. Goles y victorias pueden hacer olvidar por unas horas crisis y problemas. Pero problemas y crisis siguen ahí, esperándonos. Ahora bien, del mismo modo que los duelos con pan son menos, las crisis son más llevaderas con las victorias de nuestro equipo. Sobre todo cuando esa victoria ha sido limpia, hermosa, merecida, aunque al «hincha» le basta la obtenida por un penalti injusto en los minutos de descuento. No fue así la del Barcelona en Roma. Dio una lección de cómo se juega con los pies y la cabeza, individual y conjuntadamente, con alegría y belleza, con paciencia e inspiración, con creatividad y disciplina, con humildad y orgullo. Sólo me queda felicitarles y darles las gracias por la hora y media que me hicieron disfrutar y olvidarme de la campaña electoral.

ABC - Opinión

KIM EL GRANDE. Por Florentino Portero

Era nuclear

«El que el bueno de Kim vuelva a poner en evidencia al pobre Obama es algo que la progresía jamás perdonará a Bush. Bajo ningún concepto es aceptable que el tiempo dé la razón a ese reaccionario, convirtiendo a Obama en su discípulo light

Jamás pensé que llegaría a escribir esto, pero he de reconocer que empiezo a sentir admiración por Kim Jong-il, el déspota norcoreano que ha llevado a su pueblo a la miseria más absoluta. Podemos calificarle de muy distintas maneras, describir con mayor o menor precisión las atrocidades que ha cometido... pero ha sabido burlarse de la "comunidad internacional" y de tres presidentes norteamericanos consecutivos con una inteligencia y un temple dignos de elogio. Ha jugado fuerte, la protección china en el Consejo de Seguridad le ha funcionado hasta ahora y ha evaluado bien las prioridades estratégicas y los riesgos que Estados Unidos estaba dispuesto a correr. Se burló de Clinton, consciente de que estaba listo para dejarse engañar. Puso en evidencia la bravuconería de Bush, cuya oratoria se estancó, como tantas otras cosas, en las arenas de Irak y en la inconsistencia ideológica de su propio equipo. Ahora coloca a Obama ante su gran momento, el de demostrar, como prometió, que con una nueva diplomacia estos temas se podían resolver.


El amigo Kim, Kim el Grande, se ha convertido sin quererlo en Pepito Grillo, en la conciencia de una sociedad internacional que actúa a partir de un conjunto de lugares comunes a cual más inconsistente. Cuando estamos a punto de iniciar los festejos por el aniversario del Tratado de No Proliferación, supuesto punto de partida de nuevos convenios, asistimos sin rubor a su quiebra. Nadie hace nada, y si alguien apunta maneras descargamos contra él toda la batería de argumentos políticamente correctos. En un ejercicio superior de estulticia el editorialista de Financial Times cargaba contra Bush por la prueba nuclear norcoreana, con el argumento de que su política había llevado a esta situación, queriendo olvidar que fue el incumplimiento por parte de Corea del Norte de Tratado Marco lo que forzó el cambio de política, no el capricho de un presidente. El que el bueno de Kim vuelva a poner en evidencia al pobre Obama es algo que la progresía jamás perdonará a Bush. Bajo ningún concepto es aceptable que el tiempo dé la razón a ese reaccionario, convirtiendo a Obama en su discípulo light.

Corea del Norte ha demostrado al mundo cómo se puede llegar a disponer de armas nucleares, de misiles de largo recorrido y vender unos y otros si se dan las circunstancias. Irán estudia el caso con atención y sigue el camino trazado. Se protege tras de Rusia en el Consejo de Seguridad y no tiene inconveniente en practicar el juego del soft power con europeos e incluso norteamericanos. Si se trata de ganar tiempo y demostrar buenas maneras, los ayatolás están dispuestos a divagar con quien sea. Ya están en la recta final y con Obama todo resultará más fácil.

Para Rusia o China es cuestión de realpolitik el impedir que Estados Unidos imponga el régimen de no proliferación sobre los violadores. Para muchos europeos el problema es el contrario, más vale que el régimen se venga abajo a tener que afrontar una nueva crisis. Pudiendo vivir en un mundo imaginario, ¿qué razón hay para tener que asumir la cruda realidad? No hay nada como un buen chute de "Estado de Bienestar" para convertir pueblos enteros en borregos. Sólo nos queda la esperanza de que China revise su posición ante el negativo efecto que la política norcoreana está teniendo sobre sus intereses en Extremo Oriente. Japón está en proceso de revisión profunda de su estrategia nacional. Ha vuelto a dotarse de un Ministerio de Defensa, ahora dispone de una armada poderosa y de un escudo antimisiles de última generación y, sobre todo, se comienza a hablar de su futura nuclearización. El coste de la protección a Corea del Norte resulta elevado para China, aunque también lo sería el dejarla caer: migraciones masivas, reunificación y establecimiento de un aliado de Estados Unidos en su frontera.

Poco a poco vamos comprendiendo cómo será el siglo XXI. Está claro que casi nadie parece dispuesto a preservar el viejo régimen de no proliferación, que todo se reduce a una hueca retórica. Muchos son los candidatos a dar el paso y cada día tienen más claro que su momento se acerca. Si a Corea del Norte le sale gratis la última prueba nuclear e Irán logra insertar una cabeza nuclear en uno de sus misiles no habrá duda, ya nos encontraremos en un nuevo período de la Historia. Sólo nos quedará contemplar sus consecuencias.

Libertad Digital - Opinión

AVIONES Y ESCUELAS. Por M. Martín Ferrand

RESULTA sorprendente, incluso conmovedor, el hechizo que los socialistas españoles experimentan ante la figura y los modos de Nicolas Sarkozy. Ignoro si ello obedece al incuestionable encanto de Carla Bruni o será consecuencia de la muy honda confusión ideológica que padecen los nietos de Pablo Iglesias. Incluso cuando tratan de defender lo indefendible, como el uso privado y partidista de los aviones de la Fuerza Aérea, los pretorianos de José Luis Rodríguez Zapatero toman como ejemplo la conducta del francés y olvidan que se trata de un Jefe de Estado y no de un primer ministro al que llamamos «presidente» -lo es del Consejo de Ministros- en función de las manías de grandeza con que quiso adornarse la Transición.

Puestos a seguir el ejemplo de Sarkozy sería más provechosa, y unánimemente admisible, una mayor atención a las mutaciones de conducta que se observan en las escuelas, públicas y privadas, y que constituye un gran problema potencial. Por el momento, a la vista de las tensiones que se viven en los centros de la enseñanza primaria y media, las autoridades francesas han dispuesto un gran despliegue policial y las mochilas y carteras de los alumnos podrán ser registradas sin mayores miramientos. La violencia está a flor de piel y el buen sentido invita a la prevención antes que al lamento.

Aunque por otras razones, las de la salud, el Gobierno francés se dispone también a prohibir el uso de los teléfonos celulares en las escuelas. Lo sorprendente es que no lo hayan hecho hasta ahora y no solo, como se propone, a los menores de diez años. Si existen riesgos de radiación magnética, es conveniente; pero, sobre todo, debe evitarse, como ya sucede por estos pagos, que las aulas estén más cerca de ser un zoo incivil y salvaje que de resultar incubadoras de conocimiento y civilización. Muchos de los males que nos acosan arrancan del relajo de la autoridad en las escuelas y a la impávida contemplación del crecimiento generalizado de la mala educación y la socialización de la ignorancia.

No se equivocan las huestes de Zapatero al fijarse en la política de Sarkozy. Todo lo contrario. No se corresponde ni con la historia del PSOE ni con el radicalismo sañudo de su líder presente; pero, puestos a asomarse al exterior, es deseable que lo hagan con la atención puesta en la política educativa mejor que en el parque móvil de El Eliseo.

ABC - Opinión

JUSTICIA DE IZQUIERDAS. Por Emilio Campmany

Garzón.

«Esto es lo que viene: transformación de la sociedad empleando como instrumento jueces obedientes de los que poder prescindir cuando ya no sean útiles acusándoles precisamente de hacer lo que previamente se les ha pedido que hagan.»

En los ambientes de derecha (o de centro-derecha, para los lilas) ha provocado gran alborozo, casi embriaguez, la noticia de que el Tribunal Supremo se propone empitonar a Garzón por un supuesto delito de prevaricación cometido cuando investigaba delitos obviamente prescritos y amnistiados al haber sido cometidos durante la Guerra Civil. A mí, en cambio, me huele a chamusquina. No puede ser casualidad que esto haya ocurrido a los pocos días de haber acordado el PSOE y el PP poner tasa a la jurisdicción universal de nuestros tribunales.


Mientras tanto, en Estados Unidos, Obama designa a una hispana, Sonia Sotomayor, para ocupar en el Tribunal Supremo de aquel país la vacante dejada por la dimisión de David Souter. Fijarse en el origen hispano de la designada como prueba del espíritu revolucionario de Obama es una superficialidad sólo al alcance de El País. Bush nombró a Alberto Gonzales fiscal general del Estado y la gente de Prisa no vio en ello nada revolucionario.

Importa más investigar qué opiniones tiene Obama acerca de la justicia. En su libro La audacia de la esperanza, que hace falta ser cursi, se lee: "Últimamente, sin embargo, estoy de acuerdo con la visión que el juez Breyer tiene de la Constitución, esto es, que no se trata de un documento estático, sino vivo y debe ser interpretado en el contexto de un mundo cambiante". Esta frase resume a la perfección el programa de la izquierda occidental respecto de la justicia. Renuncian a cambiar las leyes, especialmente las constituciones, cuando se trata de reformas que los ciudadanos podrían rechazar. En su lugar pretenden que "sus" jueces lean las leyes vigentes torciendo su sentido bajo el pretexto de estar haciendo una "interpretación actualizada" de ellas. Esto es lo que Obama espera de Sonia Sotomayor y esto es lo que sobresale en su designación, no que sea de origen hispano.

En España, pasa lo mismo. Dice la Constitución: "El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio". Siempre dice "los españoles tienen derecho" y nunca emplea la expresión "el hombre y la mujer" salvo para otorgarles el derecho a contraer matrimonio. Y, sin embargo, el Constitucional, para hacerle la pelota al Gobierno, dice que no hay en la Constitución ningún obstáculo a los matrimonios entre personas del mismo sexo a pesar de que, si así fuera, diría "los españoles (y no el hombre y la mujer) tienen derecho a contraer matrimonio". ¿Por qué no reformaron la Constitución para que ésta permita abiertamente los matrimonios de homosexuales? Pues porque reformar la Constitución es una lata. Entre otras cosas, habría que someter la reforma a referéndum si lo solicita la décima parte de los diputados o de los senadores.

Esto es lo que viene: transformación de la sociedad empleando como instrumento jueces obedientes de los que poder prescindir cuando ya no sean útiles acusándoles precisamente de hacer lo que previamente se les ha pedido que hagan. Los que hoy se dan con los talones en el trasero para acudir en socorro del Gobierno deberían fijarse en como pelan las barbas de Garzón para ir poniendo las propias a remojar.

Libertad Digital - Opinión

EL SOMBRERO Y LA BARRETINA. Por Ignacio Camacho

HONOR y gloria a los campeones de Europa, a su fútbol sublime y sobre todo a la excelencia del liderazgo de su entrenador Guardiola, pero una vez formulados los parabienes que merece su rutilante victoria me parece oportuno añadir entre las vaharadas de incienso un par de cosas antipáticas. La primera, de índole menor, es que tan excelso equipo llegó a la final europea previo escandaloso atraco arbitral al Chelsea, piadosamente soslayado por la crítica en aras de una cierta justicia poética con tan brillante manera de jugar a la pelota. Y la segunda es que ya podrían aprender ciertos dirigentes políticos y sociales catalanes de la elegancia con que la opinión pública española ha hecho suyo el éxito del Barça, sin la cicatería mostrenca con que ellos se han manifestado cuando la selección nacional o el Real Madrid jugaban torneos internacionales de prestigio. Digan lo que digan las balanzas fiscales, en el ámbito sentimental España se muestra con Cataluña mucho más generosa que Cataluña con (el resto de) España. Y ha aceptado sin reservas como un triunfo propio el de un equipo en el que bastantes directivos y numerosos partidarios blasonan a menudo de no sentirse españoles.

Y ello a pesar de que una buena parte de ciudadanos de España deseaban que ganase el Manchester. Desde luego por rivalidad deportiva los españoles madridistas, que son muy numerosos, y por despecho social o político también los ofendidos por los pitos al himno en el reciente partido de Mestalla. Prácticamente nadie, sin embargo, ha expresado en voz alta este deseo, y menos que nadie diputados, cargos públicos o líderes de opinión, como a menudo hacen los nacionalistas cuando la selección de fútbol se enfrenta a una escuadra extranjera. Ello puede deberse a una cierta timidez o complejo, pero también a un elemental resorte de educación y respeto. Los que faltan en esos dirigentes y aficionados que no pierden ocasión de desatornillar los vínculos afectivos que los demás consideran necesario estrechar por el bien de todos.

En los últimos tiempos, mientras el Barça gana adeptos con su fútbol deslumbrante, sus responsables y parte de sus seguidores se empeñan en perderlos con una actitud política excluyente. Tengo amigos culés que sostienen que éxitos como el del miércoles desbordan la perspectiva mezquina del nacionalismo al diluir en una oleada de entusiasmo general sus intentos de apropiación indebida. Ojalá llevasen razón, pero el silencio oficial ante la pitada de Mestalla me suscita serias dudas sobre el sentido que cierta dirigencia catalana otorga a los merecidos triunfos de ese club que Vázquez Montalbán definió como «el ejército simbólico de una nación sin Estado». Cuando una sociedad entera se quita el sombrero ante un artístico despliegue de precisión y de belleza, está de más que algunos aprovechen para ponerse la barretina con ánimo reivindicatorio.

ABC- Opinión

MINISTRAS. Por Cristina Losada

Incompetencia.

«Las críticas a las ministras se miran con la lupa del "género". También a la hora de enjuiciarlas se exige discriminación (positiva), antítesis de la igualdad. Y ése es otro de los motivos por los que están ahí: el blindaje.»

La posibilidad de que Berlusconi incluyera en la lista de las europeas a un ramillete de beldades causó enorme escándalo. Utilizar a mujeres, y guapas por añadidura, como cebo electoral representa la quintaesencia del machismo. ¿Siempre? Siempre no. Quítese lo de guapas y déjese en fotogénicas o déjese simplemente en mujeres que, eso sí, se esfuerzan por ser dignas de la pasarela, y tenemos el modus operandi de Zapatero. La diferencia básica es que el primero pretendía incentivar el voto de los hombres y el segundo persigue el voto de las féminas. Asunto en el que, por cierto, no le ha ido mal.


Las consecuencias de aplicar esa ofensiva pauta llamada paridad –un modo de rebozar de ideología la búsqueda de simpatía popular– han quedado reflejadas en un amplio muestrario de disparates de ministras, que es la espuma del mar de fondo de su incapacidad. Después de Calvo y Álvarez, nadie, se pudo pensar. Error, pues llegó Aído con sus groserías verbales e intelectuales sobre los embriones y fetos no humanos y el "ponerse tetas". O Chacón, con la retirada de Kosovo no coordinada con los aliados, pero sí con los telediarios, y esa confusa gestión de un brote de gripe A en una Academia militar.

Comparecían las titulares de Defensa y Sanidad para explicarse y se soltó la frase: Ustedes (por el PP) extienden el virus de la alarma. Mucho más peligroso es el virus de la ineptitud. Un virus que está bien repartido entre los miembros del Gobierno, pero que se ensaña con algunos y, gracias a la dinámica paritaria, con algunas en particular. Y ahí topamos con el tabú. Las críticas a las ministras se miran con la lupa del "género". También a la hora de enjuiciarlas se exige discriminación (positiva), antítesis de la igualdad. Y ése es otro de los motivos por los que están ahí: el blindaje. Que naturalmente es selectivo. Nada ampara a las mujeres que no pertenezcan a la familia política correcta.

El virus de la incompetencia es un gran aliado del PSOE. De ahí que su propagación sea una política de Estado. Hay, por ejemplo, grandes proyectos para mantenerlo y aun reforzarlo en la enseñanza. Habrá que invertir mucho dinero público, pero de esa manera tendremos un país aún más a la medida de Aídos y Chacones, Pajines y Blancos, Calderas y Zapateros. Felizmente iguales en la inutilidad.

Libertad Digital

AMENAZA DE DEFALCION

POR más que la ministra que vislumbró «brotes verdes» en nuestra economía pretenda que la caída de precios durante tres meses consecutivos no signifique una amenaza de deflación, ésta existe. Con los datos conocidos ayer del IPC armonizado -se sitúa ya en -0,8 por ciento-, la deflación acecha. La ministra se fija sólo en los precios del petróleo y argumenta que su reducción a menos de la mitad sobre los de hace un año explica perfectamente la caída de los precios y que por ello conviene no incurrir en ningún alarmismo. El petróleo y los alimentos sin elaborar -materias primas sometidas a mercados globales- son para la vicepresidenta Elena Salgado los factores que explican que la tasa de inflación española circule por debajo de la media europea. Sin embargo, hay otros factores que el Gobierno pasa por alto. Por lo mismo que era difícil explicar, sin una referencia a la pérdida crónica de productividad y competitividad, el hecho de que los precios españoles crecieran por encima de la media de la zona euro, ahora ocurre lo contrario. Para explicar la caída del nivel de precios hay que reparar en lo que ya empieza a ser un serio hundimiento del consumo y una severa caída de la demanda interna, que fuerza a la oferta a reducir precios para atraer clientes.

Basta observar cualquier comercio para apreciar la multiplicación de ofertas y el ajuste de precios en la mayor parte de los establecimientos. Para reducir inventarios, para vaciar almacenes, hay que atraer clientes con precios más bajos. Y en no pocos casos parece que los comerciantes tratan de evitar pérdidas mayores admitiendo vender sin margen de beneficio o, incluso, perdiendo en algunos casos. Son ya tres meses consecutivos con una tasa de IPC global negativo: una décima en marzo, dos en abril y ocho en mayo. De esta manera, España ya ha recorrido la mitad del camino para certificar técnicamente una situación de deflación, que los economistas califican como de caída sistemática del nivel de precios durante un período de dos trimestres. Desde que hace casi medio siglo el INE empezase a medir en España el IPC con criterios técnicos homologados a nivel internacional, ésta es la primera vez que ocurre un fenómeno de deflación, que responde a una situación económica de emergencia. Mientras, el Gobierno sigue amarrado al mástil del optimismo. Se equivocó al apreciar el riesgo de recesión, al prevenir el aumento del paro y puede equivocarse una vez más en la apreciación de la deflación.

ABC - Editorial

POR FIN, CONTRA GARZON

«En vista de indicios tan claros, resulta comprensible que el Supremo haya adoptado por unanimidad la decisión de admitir a trámite la querella de Manos Limpias e imputar al juez Garzón. Otra cosa es que llegue a sentarlo en el banquillo.»

Los desmanes del juez campeador han sido muchos y, desde luego, no es su causa general contra el franquismo el más grave, aunque sí quizá el más claramente punible. Y es que la prevaricación, dictar una resolución injusta a sabiendas, es un delito que sin duda se comete mucho más de lo que se condena, porque es especialmente difícil de probar. Especialmente cuando no está acompañado del cohecho, es decir, cuando no existe prueba alguna en dinero contante y sonante. Y es que, a falta de otros indicios, sería necesaria la telepatía para averiguar si la equivocación se cometió a sabiendas o fue simplemente eso, un error.


Ha existido, no obstante, una excepción en la jurisprudencia española. Hubo un juez al que se condenó por prevaricación sin que existiera ninguna prueba en su contra sino tan sólo, como dijera el ejemplar voto discrepante de Pablo Manuel Cachón a la decisión del Tribunal Constitucional de denegarle el amparo, una "convicción provisional y anticipada sobre la existencia del delito imputado y la culpabilidad del recurrente".

Fueron dos jueces los que, violando todas las garantías procesales y el derecho a un tribunal imparcial, condenaron a Javier Gómez de Liaño. Uno de ellos, García Ancos, acaba de declarar que "no le gusta mucho" la imputación por prevaricación a Baltasar Garzón", que estas investigaciones son "muy delicadas" y que a los jueces "hay que respetarlos más". Palabras todas ellas que podrían resultar comprensibles en cualquier otro magistrado, pero que en el caso de García Ancos demuestran hasta qué punto algunos jueces consideran que la justicia no debe ser ciega, sino que ha de mirar muy bien a quién se aplica.

El caso de Baltasar Garzón, como todos los de prevaricación sin cohecho, parecería en principio sumamente difícil de probar. No basta tener la plena convicción de que el juez estrella sabía perfectamente lo que hacía; hay que demostrarlo. Es decir, hay que probar que Garzón era totalmente consciente de que sus actuaciones eran ilegales porque los delitos habían prescrito; porque las leyes penales no son retroactivas y no pueden aplicarse a hechos ocurridos antes de su promulgación; porque no puede abrirse un proceso penal contra personas fallecidas –suponemos que nadie pretenderá que nos creamos que Garzón no sabía que Franco ya murió–; porque en sus actuaciones se estaba saltando a la torera la Ley de Amnistía, etc.

Pese a que parece de sentido común que, efectivamente, Garzón sabía de sobra todo esto, el juez podría alegar simplemente ignorancia. En tal caso, el CGPJ tendría que decidir si es posible mantener en un tribunal tan importante a alguien que desconoce el ABC de su profesión. Pero es que incluso esa defensa resulta débil. Al fin y al cabo, el propio Garzón empleó alguno de estos argumentos en su propio auto de inhibición, como es el hecho de que sí, Franco había muerto hace más de treinta años.

En vista de indicios tan claros, resulta comprensible que el Supremo haya adoptado por unanimidad la decisión de admitir a trámite la querella de Manos Limpias e imputar al juez Garzón. Otra cosa es que llegue a sentarlo en el banquillo. En cualquier caso, el CGPJ debería suspender cautelarmente al juez mientras tanto. Ojalá sea así, y su sustituto sea más diligente a la hora de investigar asuntos como el del chivatazo.

Libertad Digital - Editorial

AL PSOE SE LE TUERCE LA CAMPAÑA

LA campaña electoral no está discurriendo como desearían los dirigentes del PSOE. La imagen de este partido se está asociando por días a mensajes negativos, que no hacen sino trasladar a la campaña la situación general de confusión y parálisis en la que se encuentra el Gobierno. Buena muestra de este estado de coma político fue la suspensión del pleno del Congreso de los Diputados previsto para ayer, porque el Ejecutivo no tiene remitidos a la Cámara nuevos proyectos de ley o normas de rango similar. En plena crisis económica, la ausencia de iniciativas legislativas es el síntoma más objetivo de la falta de un gobierno con verdadera fuerza política. A mayor abundamiento, el brote de gripe A en las dependencias militares de Hoyo de Manzanares ha puesto en evidencia la descoordinación entre Sanidad y Defensa y la falta control de la Vicepresidencia Primera sobre la sincronización de los departamentos ministeriales. La polémica reavivada ayer mismo sobre el uso por Rodríguez Zapatero de un avión militar para actos partidistas -lo que nunca hizo José María Aznar- y las dudas más que razonables sobre la ilicitud ética y jurídica de la actuación de Manuel Chaves en la concesión de ayudas a la empresa en la que trabaja su hija, están tiñendo de oscuro la imagen electoral del PSOE. El proceso penal contra Baltasar Garzón añade un reflujo de opinión contra el aprovechamiento político que hicieron los socialistas de algunas decisiones de este juez.

Es evidente que, además, el ambiente social no acompaña a los socialistas. La crisis ha hecho más exigentes y desconfiados a los ciudadanos frente a manipulaciones propagandísticas. Cuando la situación económica era favorable, resultaba fácil cargar contra la derecha. Ahora, el desprestigio de la izquierda como gobernante parece estar variando el sentido de la percepción de los electores, algo que se refleja incluso en el grado de conocimiento y de valoración de los cabeza de lista al Parlamento europeo. Mayor Oreja es mucho más conocido que Juan Fernando López Aguilar y algunos sondeos lo sitúan por delante en valoración popular, rompiendo así la tendencia que lastra a los candidatos del PP y pese a la contumacia socialista en presentar al ex ministro del Interior como representante de la derecha dura y extrema. No era difícil prever que la imagen pública de Jaime Mayor Oreja seguiría vinculada a grandes logros en la lucha contra ETA y a una forma muy serena de hacer política. Los socialistas no han intuido correctamente el cambio de ciclo y hasta sus guiones para los vídeos de campaña siguen anclados en 2004, aparte de generar efectos en contra por describir una Europa ultra y hostil, que ofende la imagen de nuestros socios europeos.

También es probable que el PSOE se esté resintiendo de la falta de perfil político en algunas de sus más recientes incorporaciones, tanto a la dirección del partido como al Gobierno, lo que no ha impedido que asuman importantes responsabilidades, quizá excesivas para sus méritos previos. Aun así, el PP no debe dar por ganadas estas elecciones, porque el PSOE también es una marca política sólida, asentada en una amplia organización. Pero Zapatero va a necesitar algo más que vivir de las rentas de su partido para ganar el 7-J.

ABC - Editorial

La SGAE reclama 15.000 euroa a IU usar «a por ellos» en un vídeo electoral

Un músico exige 15.000 euros a IU por usar «a por ellos» en un vídeo electoral.

La SGAE vuelve de nuevo al centro de la polémica. En esta ocasión, la entidad que preside Teddy Bautista quiere meter mano en la caja de Izquierda Unida al reclamar a esta formación nada menos que 15.000 euros por el lema «a por ellos, IU» basado en el popular cántico que los aficionados corean en los campos de fútbol y que la coalición de izquierdas emplea en uno de sus vídeos electorales con motivo de la campaña europea del 7-J.


Al conocer la existencia del vídeo, Bartolomé Blaya, representante de Alfonso Aguado, miembro de la SGAE y líder del grupo «La Banda del Capitán Canalla», autor de la canción «A por ellos, oé» que acompañó a la selección española de fútbol durante el Mundial de 2006, se ha puesto en contacto con la Dirección Federal de IU para exigir el pago de 15.000 euros en concepto de derechos de autor por los lemas «A por ellos, oé» y «A por ellos», así como por la melodía que se canta en los estadios de fútbol, según ha confirmado a Europa Press el secretario de Organización, Miguel Reneses.

En el vídeo de IU, que forma parte de la serie electoral «El rodaje» y tiene una duración de 35 segundos, un militante de la coalición intenta convencer a un publicitario de que es un error el lema elegido para la campaña: «Ante la crisis, vota por tus derechos es muy viejo, eso no funciona», y le sugiere otro: «A por ellos, IU».



Reneses, que ha manifestado que ha sido el abogado de Aguado quien ha reclamado el montante por «usar esta expresión», ha cuestionado cómo «alguien deja registrar expresiones populares como propiedad individual. IU piensa que esta es una expresión popular, de la gente, y no vamos a retirar el video y no vamos a pagar», ha advertido.
En este sentido, ha recordado que la formación siempre ha creído que se puede defender la propiedad intelectual sin «extorsión, atropellos y falta de sensibilidad», al tiempo que ha reiterado la naturaleza «popular» de la expresión, que se escucha en todas partes.
"Es una expresión. No hemos usado en el video ninguna canción, sólo una expresión popular, y esto es derecho y propiedad de la gente, no de nadie, de todos. No consideramos adecuado el método, ni las formas, y vamos a mantener el video", ha aseverado.

Desde la SGAE han señalado que se trata de una reclamación de «un particular en la cual la SGAE no tiene nada que ver», si bien han admitido que Alfonso Aguado es socio de la entidad, que «considera que se ha vulnerado su derecho y como tal reclama a IU, como hacen a diario socios de la SGAE» en casos similares.

ABC

Electric Light Orchestra - Twilight