jueves, 4 de junio de 2009

LA SERRANA AIDO. Por Yauma

Bibiana Aído, con apellido de instituto tecnológico, (AIDO, se corresponde con el instituto tecnológico de óptica, color e imagen, una entidad privada sin ánimo de lucro creada en 1988 por la Generalitat Valenciana) demuestra fehacientemente en numerosas intervenciones públicas y privadas que la coincidencia de siglas no es producto del caprichoso azar y que la formación científica que posee, tanto en temas biológicos relacionados con las ciencias de la vida, como en cuestiones lingüísticas, literarias, legislativas y de sociedad (ponerse tetas) es digna de una propuesta para la candidatura a un futuro premio Nobel global, multidisciplinar, de nueva creación para personas, que como la ministra, destaquen en conocimientos científicos variados que repercutan directamente sobre el bienestar individual y colectivo de los seres humanos, los animales y las plantas.

Natural de Alcalá de los Gazules, Cádiz, pueblo de unos 6000 habitantes de la sierra de Aljibe en el parque natural de los Alcornocales a unos 70 kilómetros de la capital. A propósito del lugar de nacimiento de la joven ministra, hace pocos días mis sobrinas, unas adolecentes de 15 a 16 años, discutían entre ellas con cierta animosidad: Julia, afirmaba que la ministra había nacido en “Alcalá de los Atunes”, María, en cambio, estando de acuerdo con Alcalá, aseguraba con rotundidad que los Gazules son peces de agua salada, pero no atunes aunque se parecen mucho. Yo, las estaba escuchando, accidentalmente, tenía mis dudas puesto que la ciudad está enclavada en la sierra de Aljibe y el mar dista bastantes kilómetros del pueblo. Recurro a Google y me entero que el Gazul es una planta de nombre científico “Mesembryanthemum crystallinum” familia Aizoaceae, de nombre común escarcha, escarchada, hierba del roció, gazul etc. se trata de una planta tapizante, suculenta anual de tallos rastreros sustituta del césped en aéreas costeras. Evidentemente Julia y María, por su edad, son ya personas adultas y responsables consecuentes con sus opiniones. Por lo qué, prudentemente, no hice el menor comentario.

Un periodista de nivel, no doy nombres, se refiere a la ministra como “El error Aído” dicho error, por parte de ZP, haya consistido en dejar la gestión de una ley de alto voltaje, la relacionada con el aborto y sus consecuencias inmediatas sobre las adolescentes y sus familiares, en una ministra cuya principal experiencia política consiste en haber dirigido la agencia de promoción del flamenco de la Junta de Andalucía.

Nosotros pensamos que los meritos de la señora Aído, además de su alta cualificación científica, están más que demostrados para gestionar la famosa ley. Hija del ex -alcalde socialista de Alcalá de los Gazules y ahijada de Manuel Chaves. Con gran experiencia laboral, realizó prácticas de tres meses en una entidad bancaria, una vez acabados sus estudios de ADE, después trabajó diez meses en una empresa privada .¿De la familia Chaves?. Rematando su vida laboral, hasta el momento, con tres meses más, en otra sucursal bancaria.

Su experiencia política es enorme. Como todo socialista cavernario, a los 16 años ya formaba parte del partido. ¿Si todo este personal que nos gobierna, a esa tierna edad ya tenía altas responsabilidades políticas, que impide que a los diez y seis años una chica, socialista o no, pueda abortar sin el permiso de sus padres? Con muy pocos años, la jovencita Aído, ya formó parte de la lista electoral en las elecciones municipales por Cádiz y autonómicas. No salió elegida, los empujones para situarse en lugares preferentes de las listas sólo le sirvieron para abrirse paso en futuras elecciones. Posteriormente, el padrino, Chaves, ya se cuidó de situarla en los lugares adecuados hasta llegar a ser la ministra más joven de España. Ahora bien el puesto más relevante antes de llegar a ministra fue de directora de la Agencia andaluza para el desarrollo del flamenco. Y, como de flamenco se trata, qué menos que unas serranas para una serrana de Alcalá de los Gazules:

“La nieve por tu cara

pasó diciendo

donde no hago falta

no me detengo”

“De la sierra de Ronda

vengo señores

de buscar la serrana

de mis amores”

Ni su paisano, Alejandro Zans , sería capaz de mejorarlas.

Criada entre alcornoques, no se me interprete mal, el Quercus suber , alcornoque, es un árbol muy extendido antropomórficamente por la explotación de su corteza de la que se obtiene el corcho. Y, en la sierra de Aljibe, en el pueblo de la ministra, abunda mucho. Aído pronto desarrolló sus dotes naturales para la invención lingüística pero esa importante faceta no ha podido manifestarla y, nosotros valorarla ,simples mortales ,hasta hace bien poco tiempo que dio vida, sin abortar, al palabro “miembra” y aclaró desde el pulpito ministerial lo siguiente: “quizás haya una cuestión de género de fondo y haya que tener en cuenta que de los 43 miembros de la Academia solamente hay tres mujeres, pero no es un tema prioritario en este momento” y que “hay palabras como determinados anglicismos o como “guay” o “fistro” que no tuvieron tantos problemas para ser aceptadas por la RAE”.

También dejó muy claros sus conocimientos sobre ciencias de la vida, derechos, civil, canónico, natural, a la vida etc. cuando dijo en la Cadena Ser, que un feto de 13 semanas “es un ser vivo, claro, pero no podemos hablar de ser humano porque no tiene ninguna base científica”.

Hasta tal punto ha llegado la excelencia literaria y filosófica de la joven Aído , qué en poco tiempo ha superado a su ilustres paisanos ,Pedro Sainz de Andino, y Antonio Millán- Puelles , llegando a hacer sombra a otros alcalaínos, pero de Henares, como Cervantes, Ruiz Juan el arcipreste de Hita, Francisco Figueroa, Cristóbal de Villalón etc.

La ministra tiene un blog personal en el cual escribe de forma esporádica, escribir lo que se dice escribir bien poco, generalmente propaganda de la iglesia sociata, directrices y mentiras habituales del gran timonel. Cuyas fotos ocupan un alto porcentaje de espacio útil.

El blog se llama “Amanece en Cádiz” titulo, con un cierto tufillo a estrofa del himno de la Falange: “Arriba escuadras a vencer que en España empieza a amanecer”.

La Serrana, La Serrana Aído como mito, la Serrana como personaje de los romances, la Serrana de las diversas interpretaciones de la tradición oral y la Serrana como personaje literario en el Siglo de Oro.

La Serrana de la Vera se trataría de una hermosa mujer, con apariencia de cazadora o de amazona, que vive en los montes y lleva a los hombres, con los que se cruza, a su cueva para emborracharlos, hacerles el amor y después de matarlos guardar sus huesos en la cueva.

“Viste falda corta y va provista con todos los pertrechos de una cazadora que recorre a pie los montes, ya con arcos y flechas o bien una honda, o incluso una escopeta”

“Cuando tiene gana de agua/ se baja a la ribera;/ cuando tiene ganas de hombres/ se sube a las altas peñas”

Luego aparece el intruso en el romance, un pastor, un leñador, un arriero o un soldado. El intruso entra en los dominios de la Serrana, que le corta el paso. Después lo conduce hasta su cueva, le ordena hacer lumbre, hacen el amor y le da de beber en una calavera:

“Bebe, serranillo, bebe,
agua de esa calavera,
que puede ser que algún día
otros de la tuya beban….”

¿Tendrá esto algo que ver con la futura Ley del aborto?.

El blog de Yauma

LA PEOR CAMPAÑA ELECTORAL DE LA DEMOCRACIA

POR INCREÍBLE QUE PAREZCA, la seguridad del ex presidente Aznar es la última polémica que ha saltado en la recta final de una campaña electoral que pasará a la Historia como la peor de la democracia española. La chispa la encendió José Blanco al preguntar al PP en un mitin si considera «caro o barato» el servicio de seguridad de Aznar «compuesto por más de 50 personas». El dirigente socialista cometió una grave irresponsabilidad -tanto mayor cuanto que es miembro del Gobierno- y ha desatado una lógica indignación en la Policía por usar la seguridad de los ex presidentes en la pugna electoral. Su metedura de pata no puede justificarse de ningún modo -como intentaron hacer ayer los dirigentes socialistas- por las exageraciones del PP al hablar de la utilización del Falcon.

Esta última controversia, cuya relación con lo que el próximo domingo se dirime en las urnas es ninguna, protagonizó ayer todos los actos electorales del PSOE y el PP, ilustrando a la perfección la tónica general de la mediocre, obtusa y disparatada campaña que han protagonizado los dos grandes partidos españoles. Sin ánimo de agotar el catálogo de las tonterías variadas que se han dicho, las últimas horas han sido pródigas en disparates. Si hace unos días José Antonio Griñán calificó a Chaves como «el hombre más honesto que ha tenido Andalucía» en respuesta al escándalo de la hija del ex presidente andaluz, el candidato del PP, Jaime Mayor Oreja, se dejó llevar por el fervor de una plaza de toros abarrotada para proclamar que «Camps es el más honorable de todos los españoles», al tiempo que Rajoy le decía al presidente valenciano: «Siempre estaré delante de ti, detrás o al lado». Aún resonaban estos ecos cuando llegó Leire Pajín a pedirnos que estemos atentos «al acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, Obama en EEUU y Zapatero en la UE». La gansada es de tal calibre que si quería hacerle un favor a su líder ha conseguido el efecto contrario.

Si ya el criterio y el modo de selección de los candidatos -premios de consolación repartidos a dedo- permitía pensar que ni el PSOE ni el PP se tomaban en serio el Parlamento Europeo, el desarrollo de la campaña lo ha confirmado. Cabe preguntarse -a la vista del contenido de los debates, de los vídeos del PSOE ayunos de la creatividad de otros tiempos, de los carteles del PSC y de los eslóganes tipo «menos ceja y más Oreja»- en qué manos están las estrategias políticas de PSOE y PP, o si las formaciones que se alternan en el Gobierno han renunciado a la búsqueda del voto a través de mensajes que encierren algo de inteligencia o, en su defecto, un poco de ingenio.

Sin rubor ni disimulos, socialistas y populares han planteado las elecciones del 7-J como una segunda vuelta de las últimas generales o como una primera vuelta de las siguientes. Zapatero y Rajoy han hecho un periplo electoral por España a vida o muerte cuyo presupuesto puede llegar a los 7,9 millones de euros, que es el límite impuesto por la ley para cada partido. Y, sin embargo, es público y notorio que, dada la correlación de fuerzas en el Congreso, nada cambiará en España sea cual sea el resultado.

La gran incógnita del 7-J, además del desenlace que según las encuestas estará muy ajustado, será la participación. Todo indica que se puede producir un alto nivel de abstención. Si ello se confirmara el domingo, los dos grandes partidos españoles no deben buscar culpabilidades fuera de ellos mismos. De forma voluntaria o involuntaria, han hecho una campaña desmovilizadora para los votantes.

El Mundo - Editorial

TIANANMEN Y NOSOTROS. Por Hermann Tertsch

HACE hoy exactamente veinte años un inmenso despliegue militar con carros de combate y decenas de miles de soldados irrumpió en la plaza de Tiananmen de Pekín para disolver una concentración pacífica de estudiantes que había levantado allí un campamento para demandar mayor democracia y respeto a los derechos humanos. Las tropas acabaron rápidamente a tiros con aquella primera y última gran protesta contra la dictadura china habida desde la consolidación del régimen de Mao Tse Tung. Al menos la mayor de la que ha habido noticias e imágenes -¡tremendas imágenes!- en el exterior de China. Porque no hay que ser un experto sinólogo para saber que a lo largo de su milenaria historia pero, desde luego durante el comunismo maoísta, se produjeron allí matanzas de civiles que reducen casi a pequeña anécdota sangrienta la tragedia de Tiananmen. Allí murieron, según las autoridades, tan solo 300 personas, según fuentes de una oposición hoy casi inexistente, fueron 3.000. En todo caso se trata de cifras que se han superado con creces en operaciones de represión, en desplazamientos forzosos de población e incluso como bajas de accidentes laborales en las monumentales obras civiles que desde los años sesenta construye el régimen. Durante todos estos años, retornada la calma de las bayonetas y la policía política, y acalladas las protestas de los discrepantes, en Occidente se ha impuesto en general la teoría de que en China y ahora también en Rusia, a nosotros nos conviene un régimen cuyas dos máximas prioridades sean el orden y la garantía de los suministros de sus exportaciones. El resquebrajamiento de la disciplina y el orden socialista en Rusia y en sus aun entonces países súbditos en 1989, fueron de hecho un argumento capital en la decisión del poder chino de acabar a tiros con los tímidos sueños iniciales de democratización de los estudiantes.

No estoy yo muy seguro de que este cálculo más bien cínico de nuestros grandes estrategas tenga necesariamente que ser correcto. La involución en Rusia ha liquidado las efímeras libertades de su ciudadanía pero no ha hecho al Kremlin ni más fiable ni menos agresivo. Todo lo contrario. Y el espectacular rearme chino y la expansión de su presencia militar tampoco tranquilizan mucho. Con la grave crisis económica que afecta a estos dos gigantes se acabó la tranquilidad de tener a dos socios totalitarios pero fiables en los negocios. Ante sus inmensos problemas internos se verá si no caen en la tentación de exportarlos o buscar válvulas de escape para la presión social en aumento. Evocando Tiananmen no hay que olvidar que durante los siguientes meses de 1989, regímenes comunistas europeos, la RDA y Rumanía, elaboraron planes para seguir el ejemplo chino y restaurar el orden socialista con una matanza que paralizara las protestas. Pero si el totalitarismo había perdido en Europa toda su capacidad de reacción, en China la mantuvo y en Rusia la ha restablecido. Con las vacas gordas se han llevado bien con las democracias. Buenos negocios a cambio de indiferencia occidental ante el trato a sus súbditos semiesclavizados. Con las vacas flacas puede que Pekín y Moscú piensen llegado el momento de molestar algo más y por qué no, robar un poco de ganado.

ABC - Opinión

EL EXTASIS DE PAJIN. Por M. Martín Ferrand

EN su calidad de guardesa de la llama que ilumina el proceder de José Luis Rodríguez Zapatero, Leire Pajín se ha convertido en la gran vestal del socialismo español y debe decirse, con admiración, que es todo un portento en el dislate laudatorio y doctrinal. Ayer, en uno de esos desayunos que ahora se llevan en Madrid, la sacerdotisa Pajín, secretaria de Organización del PSOE, número tres del partido y hagiógrafa sublime del presidente del Gobierno, nos anunció un «acontecimiento histórico para el planeta»: «La próxima coincidencia de la presidencia de Barack Obama en Estados Unidos y de Zapatero en la Unión Europea». No se trata de nada menor o circunstancial. Es, en el entender de Pajín, «una esperanza para muchos seres humanos».

Algo tan ditirámbico y desmedido podría parecer un caso de exceso de celo militante que impulsa a Pajín -pobrecita- a superar los méritos de su predecesor en la función, José Blanco; pero, visto con la generosidad que merece la fe ajena, es un caso de arrebato místico, la transmutación de un carné en entrega absoluta y devoción superlativa. Del mismo modo que Bernini supo ver el Éxtasis de Santa Teresa -expuesto a la admiración popular en la iglesia romana de Santa María de la Victoria- algún gran creador de nuestros días debiera abordar la versión laica del «éxtasis de Leire Pajín».

Ahí es donde falla el PP y se compromete la posibilidad de la alternancia. Si, pongamos por caso, María Dolores de Cospedal o Soraya Sáenz de Santamaría manifestaran ante Mariano Rajoy un arrebato parecido al que exhibe Pajín con sólo nombrar a su líder y señor, podrían cambiar las tornas. Zapatero, socialdemócrata radical y rabioso revisionista del pasado histórico nacional, se parece a Obama como un huevo a una castaña; pero la entrega de una afanada vestal socialista, sacerdotisa del templo de Ferraz, puede buscar parecido donde sólo hay distancias y convertir en par a quien, afortunadamente para la marcha de la Historia, es rotundamente singular. Cuando, en el primer semestre de 2010, el turno convierta al líder socialista en presidente de la UE las discrepancias entre los dos lados del Atlántico se harán más hondas. El de Washington, instalado en la convicción democrática, defiende un modelo político, económico y social y el de Madrid, dado al espasmo y la ocurrencia irresponsable, batalla por seguir en La Moncloa. Sólo les acerca el éxtasis de Pajín.

ABC - Opinión

ABSTENTE CONTRA LA UNION EUROPEA. Por Albert Esplugas Boter

Elecciones

«¿Por qué no se escinde España de la UE y hace como Suiza? El Estado español es recipiente neto de ayudas, pero los ciudadanos seguimos perdiendo.»

Este jueves los británicos están convocados a las urnas para elegir a sus representantes en el Parlamento Europeo. Como residente en Londres puedo atestiguar que aquí la Unión Europea no genera demasiado entusiasmo, ni entre la gente de la calle, ni entre la prensa o los partidos conservadores, ni en los círculos liberales. La hostilidad está justificada: la UE es un lastre para la economía y un peligro para la libertad de los británicos y el resto de europeos. Por eso espero que mañana el UKIP, el partido que defiende sin ambages la emancipación de Gran Bretaña de esta Unión crecientemente política y burocrática, reciba un fuerte espaldarazo. El UKIP (United Kingdom Independence Party) ya tiene nueve diputados en Bruselas, y algunos sondeos lo sitúan por delante del laborismo después del escándalo de los gastos parlamentarios en Westminster. Si el Partido Conservador y el UKIP consiguen una mayoría, el euroescepticismo se anotará una importante victoria.


La Unión Europea tiene sentido como área de libre comercio donde bienes, capitales y personas se desplazan sin barreras legales. Pero desde hace años asistimos a la concentración de poder en Bruselas en ámbitos que van desde la justicia al medio ambiente pasando por la regulación del comercio o del mercado laboral. Estamos ante la construcción de un Estado supra-nacional que va sustrayendo a los gobiernos sus prerrogativas y tiene el potencial de convertirlos en meras administraciones provinciales. Algunos se preguntarán qué hay de malo en eso. Mucho.

Empezando por lo anecdótico, el escándalo de los gastos parlamentarios en el Reino Unido palidece ante las cifras de Bruselas, que ahora están empezando a airearse en la prensa inglesa: 420.000 euros en gastos anuales por diputado, incluyendo 302 euros de dietas diarias y 52.800 euros para gastos de oficina sin necesidad de facturas. Una cuarta parte de los diputados emplea a sus esposos para quedarse con una mayor parte del botín. Jens Hom, parlamentario sueco, declaró haber recibido 2000 euros por cada uno de sus viajes a Estocolmo, pese a que le costaban sólo 500. Horn dijo que donaba la diferencia, pero que la mayoría de parlamentarios se la embolsaba. La prensa apenas denuncia este atropello porque está segmentada por países y lenguas y pendiente de noticias nacionales. Lo que pasa en Bruselas queda muy lejos y a nadie le importa. Sin embargo lo que se decide en ese parlamento de 785 diputados casi anónimos nos afecta a todos. Para mal.

Tomemos el caso del Reino Unido. El 50% de las regulaciones que se aplican en el país vienen de Bruselas, y sus costes representa el 72% del total. Si la tendencia continúa, un estudio de Open Europe ha estimado que en 2018 cada familia inglesa habrá pagado 16.500 euros para costear todas las regulaciones desde 1998. Eso no incluye el coste de oportunidad de la "sobre-regulación" (aquella riqueza que se deja de producir porque se obstruye "demasiado" el mercado), que está cifrada por otro estudio en 32.400 millones de euros al año, o 1200 euros por contribuyente. El comisario europeo Gurten Verhuegen citó estudios que situaban el coste de las regulaciones de la UE en el 3,5% del PIB para los Estados miembros. Actualmente se aplican en Europa 24.500 normas legales con origen en Bruselas.

Suiza hizo balance de costes y beneficios cuando se planteó entrar en la UE y concluyó que ser miembro pleno iba a costarle seis veces más que los actuales tratados de libre comercio y libre movimiento de personas que tiene con Europa. ¿Por qué no se escinde España de la UE y hace como Suiza? El Estado español es recipiente neto de ayudas, pero los ciudadanos seguimos perdiendo: las regulaciones europeas tienen ingentes costes directos e indirectos, la PAC encarece nuestra cesta de la compra, y cada euro destinado a Bruselas estaría mejor en nuestro bolsillo.

Algunos creen que el problema es que en Bruselas no gobiernan los "suyos". No. El problema es la centralización política, que siempre debería despertar suspicacias ya ocurra en Madrid, en Bruselas o en la ONU. A más centralización, menos competencia. En el mercado, si una empresa sube sus precios o nos ofrece un mal servicio vamos a la competencia. En el terreno político no gozamos del mismo "derecho de salida", pues el Estado es un monopolio jurisdiccional. Pero sí podemos emigrar a otro Estado si las cosas empeoran mucho. Cuantos más Estados haya y más cerca se encuentren, más fácil será deslocalizar nuestra empresa si suben los impuestos, o exiliarnos si las leyes se vuelven muy represivas.

La descentralización tiene dos ventajas. Primera, a igualdad de circunstancias cuanto más pequeña es una unidad política menos atractivo resulta el proteccionismo, pues necesita comerciar más con el exterior. Segunda, un mayor número de unidades políticas facilita el "voto con los pies" y la competencia fiscal entre administraciones para evitar la deslocalización y atraer capital (por eso está desapareciendo el impuesto de sucesiones en España y se ha reducido el de sociedades en Europa).

Por desgracia no hay ningún partido español que tenga el buen juicio de defender la secesión de España de la unión política europea (que no económica). Así que me decanto por la abstención, siempre atractiva, que no envía inequívocamente el mensaje anti-UE que me gustaría, pero que como mínimo denota pasotismo y desprecio hacia ese Estado que crece a la sombra en Bruselas.

Libertad Digital - Opinión

TREMENDISMO. Por Ignacio Camacho

CEGADO por la pasión tremendista y sectaria que los socialistas han transferido a la campaña electoral, el PP ha reaccionado de forma incorrecta ante los datos del empleo en mayo. Se diría que la derecha siente miedo escénico ante la posibilidad de la victoria; incluso en sus mejores expectativas siempre se deja comer terreno en la recta final. En esta ocasión le ha podido la pulsión de contrarrestar la desaforada propaganda gubernamental, y se ha olvidado de lo que piensan los españoles. Ha caído en la trampa de la agitación sin ponderar que la crisis es demasiado profunda para que una simple estadística coyuntural cambie la desoladora zozobra que provoca en los ciudadanos.

El «brote verde» que vende el Gobierno no es aún en modo alguno el inicio de una recuperación, sino apenas una brizna surgida de una efímera escampada en medio del torrencial aguacero. Está ligado a la estacionalidad del turismo y a la desproporcionada inversión pública en obras locales, ladrillos y hormigoneras que se contradicen con el modelo «sostenible» que propugna el zapaterismo. Las estadísticas han sido prolijamente maquilladas mediante el descuento de los desempleados que reciben cursos de formación, los «parados con perspectiva» que, como los de Delphi, eternizan el horizonte de sus lunes al sol con engañosos cursillos sucesivos y estériles. Y sigue sin haber un impulso económico que active la productividad. Todo esto es cierto, pero varios miles de españoles han encontrado trabajo en el último mes y no pasa nada por celebrarlo.

En ese sentido, la comparecencia inicial de Cristóbal Montoro resultó catastrófica. Salió en todos los telediarios negando con crispada cicatería cualquier atisbo de optimismo. Este hombre es un economista solvente y fue un ministro eficaz, pero el PP debe retirarlo de la primera línea porque como comunicador político es desastroso. Su intervención sirvió para rearmar el falaz argumento socialista de que la derecha se alegra del paro. Parecía decepcionado. Luego trataron de arreglar la avería Cospedal, Aguirre y otros, pero nunca hay una segunda oportunidad de causar una primera impresión. Y al PP le ha faltado generosidad para interpretar un dato positivo cuya aceptación no habría mermado en absoluto su discurso de fondo sobre la incapacidad del poder para abordar la recesión con una política seria.

La alternativa a la línea sectaria, irresponsable y tornadiza del Gobierno ha de provenir de una escala de valores distinta, que construya una mayoría desde el rigor y la grandeza moral. Al enredarse en la táctica trincheriza propuesta por el PSOE los populares no han sabido establecer la distancia necesaria. Sin medidas de largo alcance para corregir la base del problema, el impulso espasmódico y coyuntural del dinero público ha provocado una mejoría transitoria del desempleo. Qué trabajo costaba reconocerlo.

ABC - Opinión

TIANANMEN HOY

A los 20 años de la matanza, China sigue siendo un agujero negro de los derechos humanos.

Para la mayoría de los chinos, Tiananmen es hoy un episodio borroso. Para los jóvenes, especialmente, el sangriento desenlace de aquel brote democrático es algo semidesconocido, cuando no olvidado. Pero esa relativa inocuidad social, 20 años después de la gran matanza de civiles a manos del Ejército, no impide al Partido Comunista tomarse el aniversario como si de una grave amenaza de insurrección se tratase. El Gobierno, congruente con sus métodos, lleva días deteniendo a disidentes y ha adoptado medidas extraordinarias para evitar protestas y cualquier expresión pública de crítica. La habitual censura en periódicos e Internet se ha hecho más estricta, se ha incrementado la vigilancia de sospechosos y se han cortado las emisiones extranjeras a propósito de la efeméride.


China ha cambiado profundamente desde aquella madrugada del 4 de junio de 1989 en que los tanques rodaron hacia la plaza de Tiananmen para aplastar semanas de protestas prodemocráticas de estudiantes y trabajadores. Ha llegado a ser en lo económico una absoluta potencia mundial, con la mejoría consiguiente para millones de sus ciudadanos. Pero el partido único no puede satisfacer el complejo conjunto de demandas de una sociedad que se moderniza y sigue aspirando a la libertad. El eslogan "más democracia y menos corrupción" que iluminó las protestas sigue plenamente vigente.

Los chinos pueden hoy expresar relativamente su descontento, pero ahí se acaba todo. En materia de derechos humanos, Pekín permanece en un agujero negro. Siguen detenidos sin cargos manifestantes de 1989; la caza de disidentes nunca ha cesado, y la vigencia y extensión de la tortura es manifiesta, como acreditan los informes de la ONU. El cambio político en China está en el limbo e infinitamente lejana cualquier cosa que se asemeje a un sistema representativo. Este desprecio de los dirigentes comunistas por los valores democráticos se mantiene con la notoria benevolencia práctica de Estados Unidos y Europa, atentos por encima de todo, pese a las declaraciones grandilocuentes, a los beneficios a corto plazo de sus compromisos geoestratégicos y comerciales con el gigante asiático. Pekín ha manejado muy bien esta hipocresía, hasta conseguir que el capítulo de los derechos humanos se haga definitivamente letra ilegible en sus relaciones con las potencias occidentales.

El País - Opinión

OH, LOS CREADORES. Por Cristina Losada

Artistas de la ceja

«Cuando le preguntaron a Brecht cómo podía mantener su lealtad al comunismo si en la URSS estaban prohibidas sus obras, respondió que allí, al menos, le tomaban en serio.»

Ahora que J. D. Salinger ha abandonado por un instante su retiro, las señoras Pajín y Sinde podían haber concluido su mitin en el Círculo de Bellas Artes con una alusión al título de una de sus novelas: ¡alzad la ceja maestra, creadores! Con algo, en fin, menos ramplón que ese "seguid alzando la ceja o el hombro" por los siglos de los siglos socialistas, amén. Menos infantil que esa afirmación de que los "creadores" ¡cada día! "nos hacen un poquito mejores". Y menos ofensivo que esa regla por la cual uno no puede insultar a los creadores, pero los creadores pueden insultarle a uno cuanto quieran.


Sinde y Pajín, al igual que su jefe Zapatero, gustan de llamar creadores a aquellos que, en los tiempos de la lucha de clases, eran conocidos como trabajadores de la cultura. Había más humildad. El artista no era mejor que un metalúrgico. Su sino era fundirse con la clase obrera, única creadora reconocida, lo cual daría lugar a las aberraciones del realismo socialista. Hoy la progresía ya no es lo que fue y el trabajador, demasiado conservador para ella. Su necesidad de rendir culto la satisface ahora con los creadores. Baila a su alrededor transida en éxtasis, como si los cineastas, los cantantes o los actores fueran los ídolos de una religión nueva. Y, cuidado, que lo son.

Quién sabe si Pajín y Sinde han leído a Salinger. Una cosa es posar y otra leer. Desde luego, ninguna de sus obras figura entre los libros favoritos que la primera confiesa en su blog. No hay ahí ni un clásico, ni siquiera un clásico contemporáneo, como es el huraño autor de El guardián entre el centeno. Para guardianes, ellos. Los socialistas. Guardianes de lo suyo, como los creadores a los que tanto corteja el PSOE de Zapatero. Antes también, pero ahora más. Desde su repulsiva actuación en el noalaguerra, con respaldo al dictador Saddam incluido, se han vuelto imprescindibles figurantes en cada elección.

Ya es lugar común decir que el Gobierno remunera a los artistas con cánones y subvenciones, y es cierto. Pero el diezmo también lo pagaba la derecha sin que surtiera el efecto de convertir en mansos palmeros del poder a unas fieras, ejem, de la crítica. No, esas gentes también tienen su corazoncito y, sobre todo, su vanidad. En halagarla consiste la principal retribución y a ello se aplica la izquierda desde la época de Münzenberg. Cuando le preguntaron a Brecht cómo podía mantener su lealtad al comunismo si en la URSS estaban prohibidas sus obras, respondió que allí, al menos, le tomaban en serio. Lo que no quita para que aquel maestro de la autopromoción engordara entre tanto su cuenta suiza.

Libertad Digital - Opinión

VEINTE AÑOS DE TIANANMEN

EN los últimos veinte años, China ha vivido una transformación fascinante. Aquel país paupérrimo, aislado del mundo y atrasado se ha transformado en una potencia planetaria que se codea con los más grandes a la hora de influir sobre la marcha de la economía del mundo. Sin embargo, esa evolución se está haciendo desde el poder: China sólo ha pasado de ser una dictadura comunista a una dictadura capitalista, y los ciudadanos siguen sin conocer la libertad por la que lucharon hace dos décadas.

En efecto, en 1989 estalló una ola de descontento en torno a la inesperada muerte de un dirigente conocido por sus ideas aperturistas porque las miserias del sistema comunista instaurado por Mao se hacían insoportables para los ciudadanos, y provocó el mayor movimiento a favor de la democracia en la historia de China. El régimen comunista aplastó a sangre y fuego aquellas protestas, pero, con un pragmatismo que era el preludio de lo que serían estos últimos veinte años, aceptó cambiar el modelo económico sin soltar las riendas del poder político. Los más optimistas creían que el desarrollo material acabaría por inocular el germen de la libertad en las estructuras políticas chinas, pero por desgracia ha sido al revés: el Gobierno totalitario ha expandido por el mundo una política exterior inmoral que protege a dictaduras de todo pelaje con tal de que estén dispuestos a hacer buenos negocios. El producto más letal que exporta China es, así, el desprecio por la democracia.

Sin embargo, en China sigue habiendo una sociedad viva, cada vez más abierta al mundo a pesar de las inútiles restricciones de su libertad, que incluyen controles tan torpes como la censura de internet. Perseguidos, acosados, vejados por las autoridades, sigue habiendo ciudadanos chinos que luchan por sus más elementales derechos, como Hu Jia, que recibió por ello el premio Sajarov del Parlamento Europeo y que merecen todo el apoyo moral y la consideración personal. Veinte años son muchos en la vida de una persona, pero muy poco tiempo en el devenir de un imperio milenario. Una China democrática sería en estos momentos de confusión, en que las democracias se quedan a veces en minoría, un elemento decisivo para la paz en el mundo. China todavía no puede ser la sociedad democrática a la que aspiraban los que dieron su vida en la plaza de Tiananmen, pero, sin duda, algún día ha de llegar a serlo porque el amor a la libertad forma parte de la condición humana.

ABC - Editorial

DEPRESION INMOBILIARIA

Aunque los precios están cayendo con rapidez, el colapso de la vivienda perdurará hasta 2012.

El mercado de la vivienda, el pilar más firme del crecimiento de la economía española entre 1998 y 2007, está sufriendo un ajuste sin precedentes en la historia económica española que, según casi todas las evidencias disponibles, se prolongará al menos hasta mediados o finales de 2012. La persistencia de esta crisis se explica por el descomunal exceso de oferta de vivienda, acumulada durante la burbuja inmobiliaria, calculado en 1,2 millones de pisos sin vender que pesan como el plomo sobre las alas de constructoras, inmobiliarias y, ahora, de los bancos que han tenido que hacerse cargo de muchos de ellos para compensar los impagados.


Una de las condiciones de la recuperación económica es que el mercado absorba esos pisos. Pero para que el stock de viviendas comience a venderse parece necesario que se produzca un descenso de los precios, de forma que se equilibre de nuevo la relación entre oferta y demanda. Los informes recientes prevén para 2009 una caída de los precios del 10% y una más acusada del 12% en 2010. Cuanto más rápida y profunda sea esa caída, antes se recuperará la actividad inmobiliaria. Por eso son desaconsejables las subvenciones y apoyos públicos a promotoras y constructoras; y por eso el Gobierno debería moderar de momento sus planes entusiastas de construcción de viviendas protegidas.

Pero también es necesario que se recupere la actividad económica, de forma que el aumento de la renta permita a los potenciales compradores considerar la opción de comprar un piso. No hay expectativas de recuperación significativa de las rentas a corto plazo. Y las rebajas del coste del dinero no son suficiente estímulo para impulsar en estos momentos decisiones de inversión muy costosas para las familias.

La decisión del Gobierno de eliminar la deducción en el IRPF por compra de vivienda a partir de 2011 es acertada, puesto que estabiliza los precios a medio plazo, previene los factores que pueden favorecer una nueva burbuja inmobiliaria y constituye un acicate eficaz para que se avance en la venta de las viviendas sin salida. Pero para que esa decisión surta efecto debe aplicarse con rapidez y sin componendas. Es de temer que las presiones políticas de algunos socios parlamentarios potenciales del Gobierno consigan mantener la desgravación fiscal para franjas de renta superiores a los 18.000 euros anuales -el límite inicial fijado por el Ejecutivo-, con lo cual se perderían los dos efectos económicos mencionados y se prolongaría innecesariamente la crisis de la vivienda.

Las promesas de Rodríguez Zapatero sobre un nuevo patrón de crecimiento, más productivo y con mejor calidad de empleo, deben reservarse para el medio plazo; y es muy saludable aumentar las inversiones en educación y tecnología. Se ha perdido una legislatura y media por no haber tomado en su día esas decisiones de inversión. Pero a corto plazo, la vivienda y el turismo siguen siendo las paredes maestras del PIB. Eso debería estar tan claro como el cambio de patrón económico.

El País - Editorial

LAS CONFESIONES DE LA CONSEJERA CAPDEVILA. Por José García Domínguez

Inmigración

«¿Qué deberían hacer los Mossos tras sorprender a un nigeriano residente en Almería hablando castellano impunemente en pleno casco histórico de Gerona?»

Presa de un repentino furor filantrópico, el tripartito ansía evitar "que los inmigrantes se sientan abandonados a su suerte al llegar a Cataluña", según conmovedora confesión de cierta Carme Capdevila, consejera de Acción Social –o algo así– de la Generalidad. Al parecer, el libre albedrío es cruel penitencia que sólo los autóctonos deberían padecer. En consecuencia, los recién llegados gozarán de un "servicio universal de acogida". A cada inmigrante liberado de sí mismo merced a los cósmicos desvelos de Capdevila le será asignado, pues, un "agente de acogida".


Ya bajo custodia del agente de la condicional, acogido y acogedor procederán sin mayor demora a rellenar impresos y matrícula para "un curso de catalán a fin de adquirir competencias básicas en este idioma". Treinta y cuatro millones de euros derramará la Generalidad en el empeño; todo con tal de que "el catalán sea la lengua común y vehicular del proceso de acogida", a decir de la susodicha.

Por lo demás, y en previsión de que algún desagradecido trate de rehusar la acogedora acogida de los agentes acogedores, la Generalidad ya anda mangoneando con Zapatero que el plan suponga peaje ineludible para obtener el permiso de residencia. Una eventualidad que abriría la veda de las más sugerentes hipótesis. Por ejemplo, ¿qué deberían hacer los Mossos tras sorprender a un nigeriano residente en Almería hablando castellano impunemente en pleno casco histórico de Gerona? ¿Habría de penar su conducta en territorio catalán, debería ser extraditado a la realidad nacional andaluza o, por el contrario, procedería su inmediata repatriación a África? A saber.

En fin, "es una ley pionera", ha concluido Capdevila con palmario desconocimiento tanto de la historia de Cataluña como de la de su propio partido. Y es que la buena señora ignora la magna obra de la izquierda catalanista de Macià y Companys con aquellos primeros inmigrantes de los años treinta, por más señas, sus abuelos. Así, la Tarja d´Obrer Aturat (Tarjeta de Obrero Parado): el charnego que no la llevase encima se exponía a ser devuelto a Murcia por las bravas. O la no menos ejemplar Comissió Pro Obrers sense Treball, que ya entonces expedía certificados de "buena conducta" a los meridionales que comenzaban a llenar los arrabales de la Ciudad de los Prodigios.

Ya ve, Capdevila: nada nuevo bajo el sol.

Libertad Digital - Opinión

JUSTICIA PARA JUECES

EL Consejo General del Poder Judicial ha recibido del Tribunal Supremo más un aviso que un varapalo sobre la forma en que debe atender las denuncias sobre posibles actos ilícitos cometidos por los jueces y, en definitiva, el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales. Este es el sentido de la sentencia que obliga al CGPJ a reabrir el expediente por una denuncia por los ingresos recibidos por el juez Garzón con motivo de diversas conferencias impartidas en Estados Unidos. La decisión de archivo fue tomada por el anterior Consejo, pero la lección incumbe al actual, presidido por Carlos Dívar. Por otro lado, el CGPJ ya está investigando esos mismos hechos en virtud de un auto de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, pero esta nueva resolución de su Sala Tercera podría tener consecuencias en el cómputo de la prescripción de la posible falta disciplinaria cometida por el juez Garzón.

Al margen de las motivaciones que animen a los denunciantes, el alto Tribunal establece una doctrina muy sencilla: lo que importa no es el mensajero ni la fuente de información que éste tenga, sino la noticia de una posible irregularidad cometida por un juez. El CGPJ despachó el asunto en febrero de 2008 sin practicar ninguna diligencia de averiguación. Esta no es manera de ejercer correctamente el autogobierno de los jueces, velar por la integridad de la justicia y atender las quejas ciudadanas. Luego, los resultados se ven en la opinión pública sobre la justicia.


La sentencia del Supremo es una ocasión para que el Consejo General corrija estos errores, demostrando que los jueces están sometidos a la ley como los demás ciudadanos, y que entre ellos no hay castas. En el mes de abril, el CGPJ sancionó con una multa de 3.000 euros a una juez de Cantabria que había manifestado duras críticas, muy extendidas entre los jueces que la aplican, a la ley integral contra la violencia de género. En los últimos días diversos jueces -entre ellos Garzón- han suscrito manifiestos contra la reforma de la justicia universal, tomando partido en contra de una posible futura norma y, en todo caso, de un legítimo acuerdo político y legislativo de los principales partidos. No consta que el CGPJ haya incoado diligencias por estas críticas de jueces en activo -algunos de ellos con competencia directa en la materia que va a ser reformada- a una iniciativa política de PP y PSOE.

La polémica sobre la sentencia de la Sala Tercera del Supremo o de la admisión por su Sala Segunda de una querella contra Garzón está azuzada, además, por una inverosímil maquinación conspirativa que aspiraría a la impunidad de los crímenes franquistas y de los genocidios que se han perpetrado en el mundo. Este es precisamente el efecto perverso que ha provocado la complacencia con los excesos jurisdiccionales cometidos por Garzón, quien ha sabido rodearse de una red de apoyos sociales y políticos que ahora lo envuelven contra una mera investigación preliminar por una presunta irregularidad administrativa. El CGPJ va a tener que superar esta presión y resolver el «caso Garzón» en el sentido que considere ajustado a la ley, pero con independencia de criterio y sin ceder a los chantajes morales que le están planteando los entusiastas de este juez.

ABC - Editorial

A FALTA DE NUEVAS, CINCUENTONAS

«A pesar de la posición, aparentemente favorable, del ministro Sebastián, lo cierto es que el PSOE de Zapatero no ha hecho más que alimentar una reaccionaria oposición a una energía limpia, casi inagotable y barata como es la nuclear.»

"Algunas con 50 años están estupendas". De esta forma tan sui generis ha hecho referencia el ministro de Industria, Miguel Sebastian, a la disyuntiva entre cerrar o renovar por diez años la autorización de la central nuclear de Santa María de Garona que ya cuenta con casi cuarenta años de servicio. Si el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) decidiera mañana en su informe técnico desaconsejar la prórroga de su actividad, el cierre de la central sería automático. Sin embargo, si el CSN apoya la petición de prórroga de los gestores de Nuclenor –un consorcio participado al 50 por ciento por Endesa e Iberdrola– la decisión estaría en manos del Gobierno.

Los informes de los expertos van en la línea de lo apuntado por el ministro de Industria: así, un estudio de la Nucleonics Week sitúa la planta de Garona en el puesto 31 de las centrales más operativas de entre las 438 que existen en el planeta, y en el cuarto puesto de las que se encuentran en funcionamiento en Europa.

Sin embargo, a nadie se le escapa que no estamos ante una decisión técnica, sino política. A pesar de la posición aparentemente favorable del ministro Sebastián, lo cierto es que el PSOE de Zapatero no ha hecho más que alimentar una reaccionaria oposición a una energía limpia, casi inagotable y barata como es la nuclear.

A pesar de que entre los sindicatos y las filas del PSOE –véase Felipe González, Solana o el propio Sebastián– esta actitud antinuclear esté cambiando, lo cierto es que Zapatero no quiere perder el favor de una izquierda cavernícola que utiliza el color verde para maquillar su oposición al progreso. Su insistente respaldo a las ineficientes e insostenibles energías mal llamadas "renovables" no augura nada bueno, más aun a cuarenta y ocho horas de una cita electoral.

El hecho, sin embargo, es que, tal y como señala una reciente encuesta, el respaldo popular a la energía nuclear ha pasado del 12 al 49 por ciento en tan solo cinco años. Así mismo, y tal y como pone de manifiesto un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos, por cada empleo creado en España en las "renovables" se ha destruido un promedio de 2,2 empleos netos en la economía.

En cualquier caso, el destino de la energía nuclear en España no debería depender de las prórrogas o del alargamiento de la vida útil de un inamovible número de centrales, sino del convencimiento de lo útil y beneficioso que puede ser la energía nuclear. Más vida útil tendrían cincuenta recién nacidas, que una de cincuenta por muy estupenda que esté.

Libertad Digital - Editorial

CHINA SOMETIDA, VEINTE AÑOS DESPUES DE TIANANMEN. Por Guy Sorman

«Creímos erróneamente que se podía discutir con el Partido comunista chino», recuerda Wuer Kaixi. Wuer, refugiado desde hace 20 años en Taiwan, fue, en mayo y junio de 1989, el portavoz que nombraron los estudiantes de la plaza de Tiananmen. Los reproches que se dirigían en aquel entonces a los manifestantes y la pregunta que subsiste actualmente son lo mismo: «¿Qué querían los insurrectos de Pekín?». Los que deseaban una democracia al estilo occidental habían erigido una estatua de la Libertad de papel maché: sin ninguna duda, eran una minoría. La mayoría de los demás soñaban con un socialismo de rostro humano: ése era el espíritu de la época desde Polonia y desde la Rusia de Gorbachov. Creían que habían encontrado a un Gorbachov chino en Zhao Ziyang, el secretario general del Partido. Creían también en una especie de necesidad histórica: la convergencia del capitalismo y el comunismo hacia una Tercera Vía.

En la actualidad, todos los antiguos líderes de la revuelta de Tiananmen, tanto los que han sobrevivido en la propia China (Liu Xiaobo) como en el exilio (Wuer Kaixi), admiten que se equivocaron en su análisis y en su estrategia. Cuando no está en prisión (actualmente lo está), Liu Xiabo escribe en su página web. «China sólo puede elegir entre la tiranía comunista o la democracia liberal», afirma, y añade: «Los chinos son normales: quieren libertad política y económica, como todo el mundo». Pero si esa Tercera Vía, el socialismo de rostro humano, no existe, ¿podría el Partido Comunista evolucionar pacíficamente de la tiranía a la democracia?

¿No se ha iniciado ya esa evolución? ¿No ha cambiado China completamente desde la matanza de Tiananmen? Sí, un 20% de los chinos vive en la moderna comodidad de unas ciudades que ni podían imaginar hace 20 años. Pero también puede decirse que no ha cambiado nada: con el Partido Comunista no se discute.

Deng Xiaoping, la autoridad real del Partido, destituyó a Zhao Ziyang por haber esbozado, el 17 de mayo de 1989, un breve diálogo con los estudiantes. Nunca se le ha vuelto a ver. Desde entonces, los dirigentes comunistas se encargan de que ningún nuevo Zhao Ziyang, del tipo de Gorbachov, surja de sus filas. Así pues, en el Partido chino no hay dos líneas enfrentadas, la línea dura y la de los reformadores: sólo progresan en la jerarquía los duros. Los dirigentes actuales, el presidente de la República Hu Jintao, y el primer ministro Wen Jiabao, han sido ambos colaboradores cercanos de Deng Xiaoping. Desde que el ejército comunista chino conquistó militarmente China en 1949, el despotismo se ha convertido en hereditario; cuando el pueblo le llama Mao IV al Presidente actual, no se equivoca.

Esta dinastía Mao reescribe su propia leyenda, tomándola de una antigua tradición: hace veinte siglos, el primer emperador Qin mandó quemar todos los libros y pidió a sus escribas que redactaran una nueva Historia que comenzaría con su régimen. Del mismo modo, la dinastía Mao decretó que la conquista de 1949 se llamaría «Liberación», que los tibetanos se sentirían «felices» de «reunificarse» y que el 4 de junio de 1989 en la plaza de Tiananmen no pasó nada. ¿Y la masacre? Oficialmente no ocurrió. Los medios de comunicación, los libros de texto y los discursos mencionan unos «sucesos» lamentables seguidos por la vuelta «al orden». ¿Se podrían tratar en la literatura, de manera encubierta, estos «sucesos», tal como se hace en China con la Revolución Cultural? «Es demasiado pronto», me dice en Pekín el conocido autor de Sorgo rojo, Mo Yan, asustado con sólo mencionar el tema.

Para que esto no se olvide y por la dignidad de China, queda Ding Zilin. Esta ex profesora de la Universidad del Pueblo de Pekín, relativamente protegida por su avanzada edad y por el apoyo de organizaciones humanitarias en Estados Unidos, y la asociación de las Madres de la Plaza de Tiananmen intentan elaborar una lista de las víctimas de la matanza. Hasta la fecha, de las 3.000 víctimas que calculó la Cruz Roja en su momento, la Asociación sólo ha conseguido 400 nombres. En la actualidad, las familias de estas víctimas viven aún en el terror y no se atreven a reconocer el destino de sus hijos. Otros no lo saben todavía, porque los cuerpos desaparecieron, tal vez quemados por el Ejército chino. Ding Zilin tuvo la suerte de encontrar las cenizas de su hijo Jielian, un chico de 17 años que había ido a la Plaza «para mirar». Pero en el caso de los desaparecidos, las familias nunca han podido organizar entierros tradicionales, los cuales exigen la presencia del cuerpo o de las cenizas del difunto.

¿Pierde la memoria un pueblo privado de su Historia? Ésa es la esperanza del Partido Comunista. A mi entender, sin resultado: en toda China está prohibido hablar de ello, pero todos saben lo que pasó en la plaza de Tiananmen. Los días 3 y 4 de junio, como todos los años desde hace veinte, todos pensarán en ello y nadie dirá nada. Los dirigentes comunistas se aprovechan en parte de ello: el pueblo sigue estando tranquilo porque sabe de cuánta violencia es capaz el Partido.

¿Despotismo ilustrado o equilibrio del terror? Me parece que en China, cada uno lo juzga en función del lugar que ocupa en la sociedad actual: los nuevos ricos alaban el despotismo y los demás viven en el temor. ¿Perdonan los chinos la matanza de Tiananmen a causa de la prosperidad económica? La esperanza del desarrollo, que se comprueba en la realidad, ¿convierte en soportable al Partido Comunista, con su violencia, sus coacciones y su corrupción? Pero, sin embargo, no lo legitima. En China, exceptuando a los miembros de la Nomenclatura, nunca se encuentra a un chino que diga que «le gusta» el Partido.

Los sentimientos son recíprocos: «El Partido tiene miedo del pueblo», me dice Ding Yfan, un portavoz autorizado. Por esta razón, creo yo, el Partido no evolucionará hacia el pluralismo democrático: después de analizar el hundimiento del Partido soviético, los comunistas chinos han llegado a la conclusión de que un Partido que se reforma está condenado a desaparecer.

Alexis de Tocqueville explicaba la caída del Antiguo Régimen en Francia en estos términos universales: «Cuando el yugo es pesado, el pueblo no lo nota; cuando el Gobierno lo suaviza, el peso de este yugo se convierte repentinamente en insoportable». Veinte años después de Tiananmen, el Partido Comunista Chino se encarga de que el yugo continúe siendo pesado y de que los cuerpos desaparecidos sigan siendo imposibles de encontrar.

ABC - Opinión

4 de Junio de 1989 Masacre en la Plaza de Tiananmen