jueves, 11 de junio de 2009

Resaca del 7-J: Zapatero en la complacencia y Rajoy en el desagravio

Por la boca del caballo conocemos su verdadera preocupación. La de Zapatero, seguir en Moncloa porque no ha ocurrido nada que lo impida. La de Rajoy, acabar con el ruido de pasillos y silenciar a los insumisos, que acaban de sufrir un nuevo chasco (Galicia, País Vasco y europeas) desde que en el congreso de Valencia se pusieron a preparar los funerales del jefe.

Si nos abrimos paso entre la fronda de reacciones, en plena resaca electoral del 7-J, advertiremos en la sonrisa de Rajoy el desquite respecto a quienes le apuñalaron o trataron de apuñalarle. Su primer paso no será presentar una moción de censura contra Zapatero sino organizarse en Valencia, el próximo día 20, un acto de desagravio. En eso se concentra la dirección del PP, no en la utilización del éxito para acelerar una improbable caída de Zapatero, aunque el guión oficial proclame a todas horas el agotamiento del Gobierno por pérdida de confianza de los ciudadanos.


En cuanto a Zapatero, lo vimos ayer en la constitución del subgrupo español en el bloque socialista del Parlamento Europeo, ni sombra de contrición. Ni media palabra de autocrítica. Solo recuerda que su pedestal no ha cambiado de sitio porque eso no se hace en Estrasburgo sino en la Carrera de San Jerónimo. Y que nada de complejos en el ejercicio del poder: “Haré valer con toda determinación nuestros 11 millones de votos logrados hace poco más de un año”.

Sigamos con el paisaje después de la batalla electoral a uno y otro lado de la verja. Constatamos que el PSOE huye de la autocrítica como de la peste, aunque la reclama una minoría acobardada por quienes ayer aclamaron a Zapatero. Y constatamos que los agitadores del antimarianismo (Aguirre, Aznar, Elorriaga, San Gil, Arístegui, Costa…) han perdido la memoria o están desaparecidos. Deben hacérselo mirar quienes en el PSOE corean a Zapatero y quienes en el PP critican a Rajoy.

En otras palabras, en el PSOE se echa de menos una reflexión humilde por la derrota, aunque no se ventilase su continuidad en el poder. Alguien ha de hacerse responsable del pasotismo del votante socialista. Y en el PP se deberá reconocer a Rajoy el merito de haber ido superando las trampas de sus adversarios internos, pero sin fantasear sobre las posibilidades de acelerar la caída de Zapatero ni ver este triunfo como precursor del triunfo en las generales de 2012. También en las municipales de 2007 ganó el PP a escala nacional y, sin embargo, un año después, perdió las generales por 3,5 puntos.

Así que relamerse no viene a cuento. No se dan las condiciones para anticipar la batalla. Faltan casi tres años. En cambio, sí se dan las condiciones para que los socialistas analicen las razones de su decadencia en las urnas y el hecho comprobable de que su distancia electoral respecto al PP no ha hecho más que acortarse desde el 14 de marzo de 2004 en elecciones de recuento a escala nacional. Perder unas elecciones europeas es como perder en las encuestas. Es verdad. Pero el batacazo ha sido muy significativo. Es muy difícil, por no decir imposible, encontrar algún punto de la geografía española donde el PSOE haya subido en votos respecto a las europeas de hace cinco años ¿Sólo por culpa de la crisis económica?

En Ferraz están a la espera del estudio post-electoral encargado a los expertos. Entre las hipótesis previas que se manejan, solo hay una que causa verdadero pánico: que se haya producido trasvase de voto del PSOE al PP. No parece, en principio, pero no se descarta.

el confidencial

Carod premia a sus amiguetes de la revista El Temps con más de 295.000 euros

El tinglado nacionalista en Cataluña no sabe de crisis. Carod-Rovira ha otorgado más de cinco millones en subvenciones entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre del 2008, según una reciente resolución del Departamento de Vicepresidència publicado en el Diario Oficial de la Generalitat. No por nada a ese departamento se le conoce como "el triángulo de las Bermudas". Sólo el doblaje de las películas en catalán se lleva más 1,5 millones de euros mientras que el resto se divide entre la Iglesia católica, entidades y ayuntamientos.

Entre las subvenciones más elevadas a entidades hay, informa E-noticies, una de 295.000 a Edicions del País Valencià, SA. por "la difusión de la lengua y la cultura catalanas a través de la revista El Temps y sus suplementos". Otra de idéntica cantidad a Ciutats i Governs locals units por "dar continuidad al funcionamiento de la secretaría de esta organización mundial de gobiernos locales, con sede en Barcelona, y contribuir al desarrollo del 'Observatori Mundial sobre la Descentralització' o 294.000 para la financiación de actividades relacionadas con la orquesta de jóvenes intérpretes de los Països Catalans.

Como en el triángulo de las Bermudas, todos los recursos económicos que van a parar allí se pierden... entre los amiguetes del nacionalismo catalán. 120.000 a la Fundación Paco Candel por "la fusión de la obra y pensamiento de Paco Candel y de superación de obstáculos para las personas immigradas en su integración a la sociedad catalana", 172.000 al CIEMEN por "ampliación de la base de datos Mercator: derecho y legislación lingüística, durante los años 2008 a 2010 o 200.00 a la Universidad Rovira y Virgili para el "Convenio plurianual por el funcionamiento y actuaciones de la Secretaría Ejecutiva de la Euromed Permanente University Forum (2008-2011).

Periodista Digital

DE RESACA ELECTORAL NADA: ZAPATERO SIGUE BORRACHO DE AUTOESTIMA

Cada día que pasa Rodríguez se parece más a Felipe González. ¿Se acuerdan de cuando aquél dijo aquello de que había entendido el mensaje? Al menos, en el caso de González parecía que las derrotas electorales y las protestas de la gente hacían mella en él, aunque luego acabara haciendo de su capa un sayo, y si bien había entendido el mensaje, se equivocaba en su traducción. Pero a González, igual que le pasara a Aznar al final de su segunda legislatura, le pudo el peso de la púrpura y se creyó poseído de una especie de don divino que le preservaba de cualquier reacción en su contra de la opinión pública. ¿Se acuerdan, también, de cuando Aznar esgrimía su mayoría absoluta para defender la posición de España respecto a la Guerra de Iraq? Era evidente que solo unos pocos apoyábamos lo que se estaba haciendo y que la mayoría de la opinión pública española lo rechazaba, pero Aznar no quiso verlo. Rodríguez tampoco quiere ver las elecciones del pasado domingo como un castigo, y lo cierto es que lo son. El PSOE ha perdido, con el mismo nivel de participación, más de seiscientos mil votos y cinco puntos, y la pregunta no es cuántos puede ganar en unas generales, sino cuántos más puede perder en comparación con las de 2008.

La derrota del domingo no es una derrota cualquiera. Se podrá vestir de muchas formas, y los plumillas paniaguados a sueldo de Ferraz enseguida han puesto paños calientes y sordinas a la debacle, pero lo es, sin lugar a dudas. Lo es hasta tal punto que Rodríguez ha estado desaparecido durante tres días, como si se lo hubiera tragado la tierra, demostrando que solo es capaz de dar la cara cuando los vientos le son favorables, pero que cuando las circunstancias le son adversas, entonces envía a sus peones a batirse en la difícil coyuntura de las explicaciones. Unas explicaciones que sólo puede dar él, porque si del resultado del domingo puede sacarse alguna conclusión, ésta es la de que los ciudadanos no le han castigado por la crisis, sino por cómo este Gobierno ha hecho frente a la crisis, primero negándola –y mintiendo-, luego minusvalorándola –y abundando en la mentira-, y finalmente ninguneándola con falsas promesas de una pronta recuperación –y mintiendo más, si cabe-. De hecho, junto a Gran Bretaña y Portugal, el español es el tercer gobierno socialista castigado en las urnas por su incapacidad para hacer frente a la difícil situación económica, mientras que el resto de gobiernos europeos han salido bastante bien parados, quizás porque sus ciudadanos han percibido sinceridad en sus posiciones y esfuerzo en sus decisiones, mientras que aquí Rodríguez se ha pasado varios pueblos con sus mentiras y su demagogia.

Por eso la cobardía de Rodríguez es aún más grave. El presidente es incapaz de dar una explicación razonable de lo ocurrido, y mucho menos de aceptar sus errores y equivocaciones. Lejos de eso, lo que hace es exigir sosiego al PP, negándole su derecho a saborear la victoria, un derecho que debe pensar que solo le pertenece a él. Pero lo cierto es que Rodríguez hurta a los ciudadanos esa necesaria explicación de lo ocurrido, y se refugia en los once millones de votos de hace un año. ¿Lo ven? González, Aznar… Es el síndrome de La Moncloa. Rodríguez se cree investido de ese mismo don que le preserva de cualquier contrariedad, y es verdad que tuvo once millones de votos hace un año, pero también lo es que ninguno de esos votos conlleva un compromiso de permanencia como si se tratara de un alta de línea telefónica. Es más, probablemente buena parte de esos once millones de votos estén hoy tan arrepentidos como cabreados, y de seguir por este camino de incompetencia y demagogia persuasiva, le acabarán echando a patadas. La pena es que el resultado de hace un año le permite a Rodríguez respirar con cierta tranquilidad porque siempre tendrá a su mano una chequera con la que comprar los votos de los minoritarios en el Congreso para salvar la debilidad que le acompaña. Otra cosa es que en su propio partido empiecen a levantarse voces cuestionándole, y es probable que eso ocurra más pronto que tarde. Ojalá.

el confidencial

Del 'talante'... a la soberbia: Zapatero desprecia las críticas internas y no reconoce un solo error

Ni el menor asomo de autocrítica por la derrota en las elecciones europeas. José Luis Rodríguez Zapatero ha tardado 72 horas en dar la cara tras la victoria del PP el 7-J, y cuando ayer, por fin, lo hizo, fue para atrincherarse en la defensa de su proyecto político, acallar las voces críticas que reclaman abrir un debate interno y, en definitiva, negarse a reconocer un sólo error en su estrategia.

Lejos de eso, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE presumió ayer de haber obtenido "un resultado muy digno" en las urnas, y advirtió con cierta arrogancia a su principal rival, Mariano Rajoy, que "para llegar a La Moncloa hay que ganar en la Carrera de San Jerónimo, no en Estrasburgo".

Los 21 eurodiputados del PSOE elegidos el domingo y convocados ayer en la sede socialista de la calle Ferraz escucharon disciplinadamente la arenga de un Zapatero que parecía afectado no ya por el síndrome del optimismo antropológico, sino más bien por la incipiente soberbia de quien pretende moldear la realidad a su antojo. "En 2007 el PP ganó las elecciones [municipales y autonómicas] por algo más de 100.000 votos, y todos los que habitualmente van por ahí aplaudiendo al PP dijeron que había un cambio de ciclo político, que el camino a La Moncloa se despejaba. Y resulta que llegaron las generales de 2008 y ganamos por más de un millón de votos al PP", recordó un desafiante Zapatero.

El sentido de su mensaje era más que evidente: el PP ha ganado estas elecciones de segunda, pero las que cuentan de verdad son las generales de 2012. Y ésas las va a volver a ganar el PSOE aplicando las recetas políticas de su líder. "Hemos tenido un resultado muy digno, cerca de un 40% de apoyo, que es una base muy sólida de respaldo a una tarea y a un proyecto", afirmó.

Definitivamente arrinconada la autocrítica -Zapatero elogió, incluso, la campaña electoral diseñada por la número tres del partido, Leire Pajín, muy criticada en privado por diversos dirigentes socialistas-, el presidente del Gobierno añadió: "Voy a hacer valer con toda mi determinación los más de 11 millones de votos que tuvimos para llegar al Gobierno de España en las elecciones de hace algo más de un año. Los voy a hacer valer con toda mi determinación porque es mi responsabilidad democrática y para mantener el orden de las cosas".

Críticos y descontentos

Todos los recados de Zapatero parecían ayer dirigidos, más que al PP, al consumo interno: a los críticos y los descontentos, que empieza a haberlos en las filas socialistas, aunque muy pocos se atrevan aún a expresar públicamente su creciente preocupación. El presidente del Gobierno les vino a decir que no piensa variar su estrategia ni abrir un debate de puertas adentro para analizar las causas no sólo de esta segunda derrota electoral en poco más de tres meses -Galicia y Parlamento Europeo-, sino también del evidente desgaste sufrido por el Ejecutivo y el PSOE en este primer tramo de la legislatura.

Si el pasado martes, durante la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, algunos diputados del PSOE expresaron su malestar y su preocupación por la estrategia política mantenida hasta ahora por Zapatero, ayer varios dirigentes del partido consultados por El Confidencial manifestaron más claramente su "descontento" porque, a su juicio, "algunas cosas no se están haciendo bien".

"Negar la crisis económica fue un profundo error. Eso hizo que se actuase demasiado tarde y con medidas de eficacia limitada", se lamentaba una diputada socialista.

"Zapatero sigue controlando totalmente el partido, y por eso no se escuchan voces discrepantes, salvo los francotiradores de siempre. Pero eso no significa que no haya divergencias. Este partido siempre ha sido muy crítico, y aunque por disciplina nos callemos, hay mucha gente que empieza a estar desanimada", añadía un compañero.

"No sé si habremos entrado ya en el poszapaterismo, pero lo que sí es cierto es que esta legislatura se parece muy poco a la primera. Hemos perdido frescura, a veces nos ha sobrado arrogancia, y ahora estamos pagando en el Congreso algunos errores del pasado. Además, tenemos dos tremendos agujeros en Madrid y la Comunidad Valenciana que, si no somos capaces de taponar de una vez, nos van a seguir costando miles de votos y, tal vez, las próximas elecciones", sostenía un joven diputado.

el confidencial

EL AUTISMO DE ZP PONE DE LOS NERVIOS AL PSOE

Setenta y dos horas después de las elecciones del domingo, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Zapatero, se ha dignado hacer una valoración de los resultados de las elecciones europeas y ha hecho una lectura totalmente europeísta de los resultados sin tener en cuenta siquiera la dura campaña electoral, en la que Europa ha sido sólo una excusa y no ha servido de principal argumento para que los votantes se acercasen a las urnas.

Solamente cuando desde dentro del Partido Socialista han aparecido las primera críticas a la forma en que se ha llevado la campaña electoral, a los mensajes confusos que se han transmitido al electorado, al error que ha supuesto abrir el debate del aborto y a la venta libre de la píldora del día después, al radicalismo de los vídeos electorales en los que se ha intentado demonizar al Partido Popular, a la ausencia de mensajes positivos y, por encima de todo, a la forma de llevar a cabo la campaña electoral por parte de la secretaria de Organización, Leire Pajín..., es -escribe Pepe Oneto en Estrella Digital- cuando el presidente del Gobierno, aprovechando la constitución de la delegación española del grupo socialista en el Parlamento Europeo, ha hecho un análisis, nada crítico, sobre el resultado de las elecciones del pasado domingo día 7 de junio.

Un análisis exento de autocrítica y sobre todo exento de un plan de futuro para recuperar una iniciativa política perdida. Tanto en el Senado como en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno se ha negado a dar ningún tipo de explicación de lo que ocurrió el pasado domingo, y ha hecho falta que se produjese un intento de rebelión dentro del grupo parlamentario popular para que, por fin, después de tres días, el presidente se haya atrevido a hacer una valoración de lo que, según él, ha ocurrido; con lo cual, en cierto modo, ha magnificado su propia derrota y también el triunfo del Partido Popular, un triunfo que, según el análisis de Mariano Rajoy, vía su sociólogo de cabecera, Pedro Arriola, hubiera supuesto, en caso de unas elecciones generales, una espectacular victoria del PP con 169 diputados frente a 149 del PSOE, que no responde en absoluto a la realidad, sino a una elaboración de cocina política en la que no se tiene en cuenta que las europeas son elecciones de circunscripción única.

Durante estos días, el silencio de Zapatero ha provocado un creciente malestar dentro de ciertos sectores del grupo parlamentario socialista, que no han llegado a comprender la actitud del secretario general del partido y que, por primera vez desde el 2004, se han permitido el lujo de criticar la forma de realizar la campaña electoral y el fondo de los mensajes que se han ido lanzando, que, indirectamente, por la grosería y la demagogia de los mismos, han terminado beneficiando al Partido Popular.

Hasta ahora, la dirección socialista ha sido intocable porque, entre otras razones, todo el que ha intentado moverse (sin que se haya movido) no es que no haya salido en la foto, es que ha desaparecido del escenario. La lista es interminable y de ella forman parte no sólo los viejos dirigentes socialistas que con Felipe González llevaron a cabo la primera modernización de España, sino también los que desde el principio lanzaron y se apuntaron a la candidatura de Zapatero como secretario general del PSOE frente a José Bono.

Ha bastado el descalabro de las europeas, que el presidente del Gobierno ha magnificado al negarse a hacer la correspondidente autocrítica ante sus electores y ante los ciudadanos, para que hayan empezado a surgir dentro del partido las primeras críticas a una forma de gobernar caracterizada por sacar conejos de la chistera cuando no corresponde, sin orden ni concierto, y, sobre todo, a una forma muy peculiar de ejercer el liderazgo.

Probablemente, movidos más por el miedo que por la prudencia, los que dentro del grupo parlamentario socialista se han atrevido a crriticar el tipo de campaña que ha realizado el partido han centrado sus discrepancias en la figura de la secretaria de Organización, Leire Pajín, la sustituta de José Blanco y responsable última de la campaña.

Pero nadie puede creer que todos los disparates sean obra de la mujer que pasará a la historia del PSOE como la del anuncio histórico y planetario que se va a producir a partir del próximo mes de enero con la llegada de Zapatero a la presidencia de turno de la Unión Europea y su milagrosa coincidencia con la presidencia de Barack Obama en Estados Unidos. Leire Pajín no es una lumbrera ni tiene la experiencia política como para ocupar el cargo que ocupa, pero no es responsable de esa campaña "progre" de facultad, ni la estrategia general le corresponde a ella.

Dice José Blanco, que tiene escasa conexión con la Pajín aunque sí con el presidente del Gobierno, que ha llegado a felicitarla por la campaña, que para las elecciones generales del 2012 probablemente él estará al frente del equipo de campaña, ovbiando que, a veces, el factor determinante, como sostiene el socialista Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid, es el "factor ZP", un factor a veces desconcentante, a veces arbitrario, a veces infantil, a veces ingenuo y a veces, muchas veces, alejado totalmente de la realidad...

Periodista Digital

EL «TOP TEN» DE LOS DISLATES DE NUESTROS POLITICOS EN CAMPAÑA


Al presidente Zapatero, según su propia confesión, le produce «pudor» interpretar el voto de los ciudadanos. No es fácil entender lo que el líder socialista, siempre parco en explicaciones, quiere decir cuando dice «pudor». Si nos atenemos al Diccionario, de lo que presume el jefe de José Blanco y Leire Pajín, Ángeles González-Sinde y Bibiana Aído es de ser púdico: honesto y casto. Y ¿qué? Eso, que pudiera ser un gran valor moral, carece de sentido político. La política no existe de cintura hacia abajo.


No es eso del "pudor" y la confusión zapaterial entre "honradez" y "honestidad" más que el colofón gracioso de una campaña plagada de dislates. Lean lo que E. Montañes ha recogido en ABC y coloca de menor a mayor. No rían y juzguen:

10. Zapatero divisa «brotes verdes» en la economía:

La campaña a las elecciones europeas arrancó con los «brotes verdes» en la economía que avistaba en la economía un José Luis Rodríguez Zapatero que, con el madrileño Palacio de Vistalegre a reventar con 15.000 militantes socialistas, arremetía contra quienes ya se ponían «nerviosos» al advertir ese «cambio de rumbo» en la nefasta coyuntura de crisis. Y esos brotes han estado presentes dando mucho de sí hasta el mismo cierre de la campaña, que se producirá mañana, para dejar reposar a los votantes durante la jornada de reflexión del sábado.

9. Rajoy reprende al presidente con «brotes amarillos»:

Ésa ha sido la primera frase de esta antología del mayor dislate en campaña, que recogió como testigo el líder de la oposición, para espolearle al presidente del Gobierno a que «sus brotes verdes se convertirán en amarillos si Zapatero sigue adelante con su política económica» y su «ineficiente gestión de la crisis», remarcó Mariano Rajoy en su primer mitin en Murcia.

8. Los «falconazos» de Zapatero los sazona «Pepiño» Blanco con los «cincuenta sueldos que nos cuesta Aznar»:

En nuestro «top ten» particular habrá más espacio para los brotes de Zapatero, aunque ha habido otra polémica que, tras una exclusiva del periódico ABC en la que revelaba que el jefe de filas socialistas había acudido a su mitin dominguero en Dos Hermanas (Sevilla) a bordo del avión Dassault Falcon 900 que las Fuerzas Aéreas ponen a disposición del presidente del Gobierno para asuntos de Estado y no para mítines en los que reclama el voto para el PSOE. El controvertido uso o abuso de los Falcon nos dejó frases como la de Rajoy, acusando de «burla y chulería» la actitud de Zapatero que ha proseguido en el uso del avión militar hasta hoy, su último desplazamiento en campaña a Barcelona. Pero ha sido José Blanco, «Pepiño», quien se ha tomado más a pecho la polémica por la seguridad del presidente y, por eso, tras varios amagos en mítines en Galicia avisando de que iba a revelar datos secretos que concernían al ex presidente José María Aznar, pronunció su memorable «cincuenta sueldos nos cuesta Aznar» y desveló la operativa de seguridad que rodea al ex presidente, con 51 escoltas puestos para su protección por el departamento de Interior del Estado.

7. La primera de Aído: comparó ponerse tetas con abortar:

Para defender la reforma de la legislación del aborto, que ha puesto en marcha el departamento de Igualdad, su titular ministerial, Bibiana Aído, salió a la palestra a comparar que si las adolescentes de 16 años tienen permiso «para ponerse tetas», también pueden «abortar».

6. El presidente nacional del PP, absolutamente confiado, liga su destino al de Camps: «No creo que un presidente de la Generalitat se vaya a vender por unos trajes»:

Tres veces ha pasado el jefe de la actual oposición por Valencia, una autonomía que votará en las europeas mientras prosigue la imputación de su presidente, Francisco Camps, en el «caso Gürtel», que también ha salpicado a esta campaña. Jugándosela por el mandatario que le organizó el congreso popular de otoño en el que los afiliados le respaldaron como presidente nacional de los populares, Rajoy ligó el pasado fin de semana su destino al de Camps, atemperando su mitin con un «no creo que un presidente de la Generalitat se vaya a vender por unos trajes». El líder del PP culminó su apoteósica muestra de afecto: «Creo en lo que haces, te he visto actuar muchas veces y ten la total certeza de que la inmensa mayoría de los valencianos y de los españoles creen en ti, y yo estaré detrás de ti, delante, al lado, me da igual».

5. Güemes cree que los «brotes verdes» del Gobierno son «de marihuana y les han hecho efecto»:

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, que es a la vez secretario de Comunicación del PP regional, provocó la hilaridad de más de uno cuando sostuvo que el Gobierno presidido por Zapatero se «enmienda continuamente a sí mismo» y achacó esta obsesión de ir contra sí mismos a que los famosos brotes verdes «deben ser de marihuana y les han hecho efecto».

4. Pero el ministro Sebastián replica: «Todos ven brotes verdes, salvo los que ven billetes verdes»:

Ni corto ni perezoso, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, replica a Güemes indagando en «qué se debe cultivar en Génova» (sede central del PP en Madrid) y además añade, en presencia de Ana Patricia Botín, la presidenta de Banesto, que todo el mundo ve brotes verdes que podrían apuntar a un final de la crisis, «excepto los que no quieren verlos porque a lo mejor están acostumbrados a ver billetes verdes».

3. Fabra pregunta si tiene que acostarse con Rajoy para sentirse respaldado por el PP:

Imputado por un supuesto delito de falsificación documental, el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra (PP) puso la nota de sorna a la pregunta formulada por un periodista cuando se mostró «respaldadísimo» por el presidente de su partido y se cuestionó si es necesario que «se acueste con Rajoy o le declare su amor» como muestra de apoyo. La retahíla de interrogantes que le espetó al informador es para no perdérsela: «¿Más explícito? ¿Qué quiere que le diga? ¿Qué quiere, que se me declare? ¿Que me diga: "Fabra, te quiero"?», y agregó: «No sé exactamente qué apoyo explícitio quiere; no querrá que me acueste con él».

Fabra apuntilló: «Yo a mi madre no le decía todos los días que la quería más que a mi vida, pero la quería más que a mi vida».

2. Aído, con su penúltima celebérrima frase: «Un feto de trece semanas es un ser vivo, pero no un ser humano»:

Entre las «bibianadas» que en las páginas del periódico ABC glosaba el escritor Juan Manuel de Prada, la mayor «píldora» de la ministra de Igualdad no fue la poscoital, sino la ya celebérrima frase de «un feto de trece semanas es un ser vivo, pero no es un ser humano» y reconoció, a propósito de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que «al Gobierno no le compete el ámbito de los sentimientos». A sus aseveraciones le siguió el clamor científico y médico de aquellos que vieron en sus palabras una tremenda «osadía».

1. Pajín, profeta fuera de su tierra: «Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la presidencia de Obama en EE.UU. y Zapatero en la UE»:

Y para osada, una profeta: Leire Pajín, la «número tres» del Partido Socialsita y el próximo acontecimiento histórico en el planeta: la conjunción de dos astros, Zapatero y Obama, como presidente de la UE y Estados Unidos.

«Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos liderazgos progresistas a ambos lados del Atlántico. La presidencia de Obama en EE.UU. y la presidencia de Zapatero en la Unión Europea en tan solo unos meses». Los dos centenares de políticos, empresarios, periodistas y tertulianos convocados en un hotel de Madrid para escuchar a la secretaria de Organización del PSOE en un desayuno informativo se miraron entre sí ante el rimbombante anuncio.

Periodista Digital

El Ejército español revela primero que detuvo a espías israelíes en el Líbano y luego lo niega

Una de espías. Las «novedades» por videoconferencia del jefe de las tropas españolas destinadas en El Líbano, el general José María Prieto, en las que describía operaciones de búsqueda y arresto de espías israelíes en la zona, han provocado un nuevo conflicto en el Ministerio de Defensa, que negó inmediatamente la participación de nuestras fuerzas en esas misiones mientras cundía el malestar en los servicios de inteligencia por el hecho de que se aireen ese tipo de cuestiones que deben ser secretas.

Cuentan D. Martínez y A. Collado en ABC que les han confiamdo que soldados españoles han participado en las citadas detenciones de israelíes que luego resultaron ser espías.

Carme Chacón, en una serie de videoconferencias celebradas con los jefes de las fuerzas españolas en las distintas misiones en el exterior y acompañada por el jefe del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, abrió a los medios de comunicación la correspondiente a la misión destacada en El Líbano dentro de la operación Finul de Naciones Unidas.

Desde la base de Marjayún, el general Prieto dijo textualmente lo que sigue, según recogieron todas las agencias:
«Durante la semana, destacar que se ha continuado con estas labores que se están haciendo de búsqueda de la célula de espionaje israelita. Ha habido varias detenciones, lo que provoca siempre en la zona chiita una sensación de recelo porque piensan que estás buscando información que puede ser considerada hostil para ellos».
El general destacó además la «normalidad» con que se han desarrollado las elecciones en El Líbano, hecho que atribuyó en buena parte al plan de seguridad puesto en marcha por las autoridades de ese país.

También agregó que las tropas españolas habían tenido que hacer más patrullas durante el proceso de los comicios y que han empezado a trabajar en el desminado de la llamada «línea azul» de la frontera entre El Líbano e Israel.

Difundidas las palabras de Prieto, el Ministerio de Defensa se apresuró a negar que el general español se refiriera a las tropas españolas como protagonistas o colaboradoras en la detención de espías israelíes.

Según las explicaciones del departamento, Prieto describía el marco general de lo ocurrido y son exclusivamente las Fuerzas Armadas Libanesas las que han detenido a espías israelíes.

La propia Carme Chacón aprovechó que tenía que ir al Congreso para asegurar en la Cámara que nuestros militares no han participado en esa operación y, además, pidió disculpas por «la confusión» creada.

Desde Marjayún
También el general Prieto tuvo que emitir desde la base española un comunicado fechado en Marjayún y difundido por el Estado Mayor de la Defensa:
«En relación con la videoconferencia de hoy 10 de junio de 2009, realizada desde El Líbano, tengo que aclarar que cuando me he referido a las operaciones contra las células de espionaje israelitas en las que ha habido diversas detenciones, el comentario era relativo a las actuaciones que las Fuerzas Armadas y de Seguridad Libanesas vienen realizando desde hace tiempo. Estas actuaciones tienen reflejo en los medios de comunicación libaneses e internacionales casi a diario. En ningún momento ni las fuerzas de Unifil ni las españolas han participado en nada relacionado con este asunto. Siento que mis palabras hayan podido ser entendidas de otra manera».
Desde el Ministerio de Defensa negaron que el general Prieto desconociera que sus «novedades» por videoconferencia eran escuchadas por periodistas además de por sus jefes inmediatos y la ministra. No obstante, en medios de los servicios de inteligencia provocó un gran malestar el hecho de que desde el Ministerio de Defensa se puedan difundir comentarios de os militares sobre las misiones en el terreno que afectan a la seguridad de las mismas tropas y a los encargados de procurarla -que son ellos mismos- con el agravante de que aparecen además espías de un país amigo.

El CNI, en la zona
No obstante, en los mismos medios reconocieron que fuerzas españolas habían intervenido en la detención de israelíes que luego resultaron ser de los servicios secretos. Agentes del CNI trabajan en la protección y apoyo de los españoles en la zona.

De momento, Israel no se ha pronunciado sobre la actuación del Ejército español en El Líbano. Subrayan, en este sentido, que asuntos de estas características siempre se tratan de forma interna, porque cualquier pronunciamiento público por parte de Israel supondría reconocer que espías suyos estaban en esa zona. No obstante, consideran que Israel pedirá una aclaración a la ministra de Defensa ante la gravedad de este asunto, ya que la misión de ONU, de la que España forma parte, tiene por único cometido detectar movimientos militares israelíes, no de los servicios secretos.

Las conversaciones por videoconferencia, transmitidas por comunicaciones encriptadas, se celebran casi a diario y en ellas las unidades destacadas en el extranjero informan a los estados mayores de las últimas novedades.

Un portavoz de la Embajada de Israel en Madrid señaló a ABC que no había ningún comentario oficial que hacer sobre las manifestaciones del general español. Sin embargo, fuentes diplomáticas consultadas por este periódico indicaron que lo sucedido había causado extrañeza en las autoridades israelíes.

Periodista Digital

DISUASIONES. Por Hermann Tertsch

NOS cuenta el bueno de don José Blanco, a la sazón ministro de Fomento y en sus ratos libres demiurgo de Ferraz para desgracia de Leire Pajín -el corrector siempre me pone Patín-, que sus revelaciones sobre el número de policías que garantizan la seguridad del ex presidente José María Aznar suponen en realidad una aportación a la tranquilidad del ex presidente. Según nos cuenta ahora, la revelación de un secreto de especial relevancia como la cifra de los hombres encargados de proteger al presidente puede tener efectos disuasorios. Todos sabemos ya a estas alturas que José Blanco no es tonto. Todo lo contrario. Si lo fuera no habría llegado con su bagaje general y sus demás cualidades a mandar lo que manda y a ser temido, que, tengo la impresión, es lo que más le gratifica de todo este negociado de la política. Trajes aparte, por supuesto. Blanco es un hombre que ha logrado un poder perfectamente inverosímil. A nadie puede extrañar que en su pueblo aun hoy casi todos aun estén convencidos de que en lo del carretón de «blanquito» hay gato encerrado. Pero el poder lo perciben en general sólo aquellos que se ven directamente afectados por el mismo. Blanco necesitaba aura. Compensa malos recuerdos de la niñez. Eso es lo que explica los trajes a medida que ahora viste. Que no son de sastrecillo de medio pelo, como los que se han utilizado para intentar descuartizar al Partido Popular en Valencia. Muy al contrario que su jefe, cuyos trajes parecen cortados a hachazos por un campesino albanés, Blanco ha mejorado espectacularmente su apariencia en todo lo que hace posible el dinero y no requiere cirugía. Nunca se le confundirá con David Niven, pero sus trajes no desmerecen.

Lo cierto es que el buen vestir de Blanco, no necesariamente elegancia, puede ser contraproducente. Para su seguridad . Por lo que le recomendamos disuasión. Estoy seguro de que no considerará disuasorio que nadie publique la posición de las garitas que pueda haber en torno a su casa en Madrid. Ni su contravigilancia. O los sistemas de seguridad que tendrá en esa casa magnífica de Villagarcia de Arosa, a pocos metros del mar. Para mayor gloria de la ley de costas y de la justicia social que por fin hace vivir como ricos a quienes se lo merecen desde hace siglos. Ahora el pobre Blanco sufrirá en sus propias carnes el resentimiento de quienes no han tenido tanto éxito en sus vidas y ven cómo les destruyen sus casas junto al mar, en las que viven desde hace décadas o siglos. Con todo, Blanco no tendrá que preocuparse. Sospechamos que tiene docenitas de policías dedicados a su tranquilidad. Aunque quizá también le solucionen faenas domésticas o le lleven el gabán, la cartera y las bolsas de la compra, como a la ministra de Defensa. Y cuando le tengan que proteger desde el mar en Villagarcía, veremos si le ponen en la costa una zodiac o una fragata. Pues con todo, yo pienso que los trajes son el mayor peligro. Con todo el mensaje de la secta enfocado a culpar a la derecha, rica según ellos, como aviesa culpable de la crisis, en un despiste de sus escoltas, resentidos incontrolados podrían atacarle. Le ofrezco una solución disuasoria: átese un pañuelo con cuatro nudos en la cabeza.

ABC - Opinión

BIBIANITA PERON. Por Juan Morote

Adoctrinamiento

«La pretensión que inspira la acción del PSOE es presentar como real una sociedad que es ficticia, que no se compadece con la realidad social de España. No dudarán en utilizar cualquier estrategia que deje al ciudadano sólo frente al Estado y su propaganda»


Fue en la Argentina de los años cuarenta cuando Juan Domingo Perón alcanzó al poder por primera vez. Su llegada a la presidencia determinó la instauración del populismo y, con él, del despilfarro. No contento con identificar la imagen del país con la suya propia, además perpetró un denodado esfuerzo de culto a la persona de su mujer, Eva Duarte conocida como Evita Perón.


Así, de un modo paulatino, fue introduciendo el icono de Evita como un ángel protector en las familias argentinas. Perón incurrió en el delirio de considerar que Argentina era el Edén; si bien, y no satisfecho con lo anterior, intentó además conformar las mentes de los argentinos a su propio modus operandi. Este liberticida logró convencer a gran parte de sus conciudadanos de la falacia de la riqueza interminable del país; con un Estado hiperasistencial logró desmotivar a los sectores productivos, desincentivar por completo el esfuerzo y convertir al ciudadano en alguien absolutamente dependiente de la Administración.

Para conseguir lo anterior, endeudó al país hasta límites insospechados en su época, subvencionó todo lo imaginable y, por supuesto, introdujo cambios en el sistema educativo que facilitaron la difusión del peronismo como única doctrina válida para Argentina. El paroxismo lo alcanzó cuando impuso que todos los niños argentinos aprendiesen a leer con una vida de Evita. Es evidente que la vida de Evita, y especialmente sus orígenes fueron debidamente edulcorados para apuntalar el mito.

El paralelismo con lo que proyecta para España José Luis Rodríguez Zapatero es evidente. Desde el PSOE se ha orquestado toda una batería de medidas dirigidas a menoscabar las instancias intermedias de la sociedad: fundamentalmente la familia. Se pretende dejar inerme al ciudadano ante un Estado todopoderoso y omnicomprensivo de sus necesidades. Un dato que corrobora la peronización de España es la inclusión impresentable de un texto de la miembra del Gobierno, Bibiana Aído, en el exámen de selectividad en Cataluña.

La clave de la cuestión radica en la pregunta efectuada a la vista del texto; así, los alumnos son instados a responder acerca de qué son "desigualdades de género" o el "hogar ideal". No es un hecho aislado, los que nos hemos opuesto al adoctrinamiento en las aulas hemos denunciado desde el principio la intención que subyace en la inclusión de Educación para la ciudadanía en los recorridos curriculares de los alumnos de primaria y secundaria. La pretensión que inspira la acción del PSOE es presentar como real una sociedad que es ficticia, que no se compadece con la realidad social de España. No dudarán en utilizar cualquier estrategia que deje al ciudadano sólo frente al Estado y su propaganda. Nos presentan la cara más agradable del gobierno como un modelo de compromiso con la juventud: sólo falta que, como en la Argentina de mitad del siglo XX, se lean en los colegios españoles las obras completas de Bibianita Perón.

Libertad Digital - Opinión

EL «BLUES» DE MONCLOA. Por Valentí Puig

RETROCEDEN los fundamentos de la innovación económica en España, según informes recientes. Eso tiene su grave correlato político, al igual que deteriora nuestra capacidad competitiva. Vegeta el I+D, suena el «blues» de Moncloa. Para muchas pequeñas empresas y cientos de miles de autónomos, la inversión tecnológica es un espejismo. Mientras, la advertencia del electorado en los comicios recientes ha sido seria en toda la Unión Europea. La «Tribune de Genève» dice que, de hecho, la socialdemocracia europea zozobra en ese estado de coma rebasado que significa la muerte cerebral, puesto que es ahí, en la sede del pensar, donde se sitúa la debilidad de esa corriente política de tanto peso. Música reiterativa, pocas ideas en el «blues» de Moncloa. Hace falta ponerle otra letra, distinta a la de Pajín o de López Aguilar si es que el zapaterismo pretende rehacerse después del shock.

¿Por dónde comenzar? Qué lejos quedan las expectativas de la presidencia semestral europea que iba a relanzar a Zapatero en España, Europa entera y en el ancho mundo. Qué sombrío «memento mori» aparece al fondo de aquel hermanamiento laureado que iba a producirse entre Zapatero y Obama. Incluso así, el zapaterismo todavía podría rehacerse, entre otras cosas porque no ha pasado por las vicisitudes de un hundimiento, sino de una dura advertencia. Nada está escrito, pero hoy, como la psicología de la soledad nutre el «blues», de soledad vive La Moncloa al irse quedando sin socios parlamentarios, viendo reducido su arraigo -por ejemplo- en Madrid. Si los votantes castigan por la crisis, pocos socios se arriesgarán a dar la cara por el gobierno socialista.

El presidente del Gobierno dispuso hace poco del recurso de remodelar su gabinete y no le ha dado un gran resultado. Tampoco puede echar mano de las reservas de energía del PSOE porque lo ha reconvertido tan a su imagen y semejanza que tiene a los felipistas casi extramuros, quejándose de que las chicas de dieciséis años puedan abortar sin decírselo a sus padres y de que se cierre la central nuclear de Garoña. Zapatero se ha quedado más bien solo mientras el paro va en incremento inexorable y a Mariano Rajoy le están saliendo bien las jugadas, en un efecto de «tempo» sensato que silencia las conspiraciones internas de la derecha caníbal. La vida parlamentaria cesa su ritmo normal en unas semanas. Ya vendrá otoño. Para entonces se sirve el menú de los presupuestos generales del Estado y la nueva ley del aborto. El «blues» recomenzará. Tal vez antes haya que hacer algo con las cajas de ahorro, como plato de verano. Acecha todavía la sentencia del Constitucional sobre el segundo estatuto catalán. Una incógnita preferente corresponde a cómo y cuando el Gobierno adoptará medidas para una mayor «flexiseguridad» del mercado laboral.

Yo que de momento sabemos es que -según el voto europeo- la socialdemocracia no es considerada la fiadora de los intereses económicos del pueblo cuando llega una crisis económica. Es más: se considera más apto un centro-derecha al que la izquierda culpaba de haber propagado los virus del neoliberalismo. Ni tan siquiera para una mayor intervención del Estado en la economía se supone que la socialdemocracia sea el gestor más adecuado. Ese «blues» del centro-izquierda europeo ha abierto las puertas a los himnos tan discordantes del populismo y la pulsión euroescéptica. No es que el centro-derecha retroceda porque la derecha se radicaliza, sino que se reafirma mientras la derecha radical crece a expensas de la izquierda. Un «blues» para tardes de lluvia en los cristales.

ABC - Opinión

TAZA Y MEDIA DE RAJOY. Por Cayetano González

Europeas

«Rajoy debería hacer el propósito de no volver a invocar el Congreso de Valencia que no fue modelo de nada de lo que tiene que ser el PP si quiere volver a gobernar en España.»

¿De verdad cree Mariano Rajoy –como afirmó categóricamente el domingo por la noche desde el balcón de Génova– que el resultado obtenido por su partido en las elecciones europeas pone de manifiesto que "los españoles han avalado la estrategia que hizo el PP en el Congreso de Valencia?". Prefiero pensar que en el fondo no lo cree y que esa frase fue una concesión al Arriola o Moragas de turno, que le susurró al oído antes de salir al balcón: "Mariano, aprovecha para darles una 'tobita' a todos los que nos pusieron verdes hace un año con motivo del Congreso".


Quiero pensar, reitero, que Rajoy no cree eso, y que más bien está convencido de que la victoria del pasado domingo se debió a una concatenación de factores y de circunstancias entre los cuales una, no menor precisamente, fue el discurso de los valores que se atrevió a hacer y a mantener contra viento y marea, incluso contra el viento y la marea de personas de su propio partido, el cabeza de lista, Jaime Mayor Oreja.

Hacía mucho tiempo que no se oía a un dirigente popular defender con la claridad y sin los complejos que lo hizo Jaime Mayor, antes y durante la campaña, el derecho a la vida de los no nacidos, y por tanto su oposición a la ley del aborto; la familia constituida por la unión entre un hombre y una mujer como una institución básica para el desarrollo de la sociedad; una idea de España como gran nación que es, sin hacerse perdonar la vida por los nacionalismos; el derecho de todos los españoles a que se pueda hablar y enseñar el castellano en cualquier rincón de nuestro país.

Y a la vista de los resultados, ese discurso, que desde la brunete mediática gubernamental no se cansaron de calificar de ultraconservador y de carca, y a su defensor, de antiguo y persona del pasado, parece que gustó al electorado del PP, que llevaba una temporada sin oír esas cosas a sus actuales dirigentes. Como también parece que gustó que Jaime Mayor reivindicara con orgullo y sin complejos el pasado reciente del PP, los ochos años de los gobiernos populares de los que él formó parte al igual que Rajoy, o las figuras y el caudal político de personas como José María Aznar o Rodrigo Rato.

El Congreso de Valencia de hace un año significó precisamente todo lo contrario a lo que ha ganado el pasado domingo en las urnas. Valencia significó el intento necio, impulsado por unos ídem de romper con todo lo que supusiera la etapa de Aznar; Valencia significó la lapidación política y hasta personal de una mujer tan admirable como María San Gil; Valencia significó la falta de la más mínima democracia interna en un partido político para elegir a su líder en un momento de crisis; Valencia supuso la suma de todos los complejos arriolescos aceptados y apoyados, por acción o por omisión, por el propio Rajoy. Complejos que han llevado al actual núcleo dirigente del PP a ponerse de perfil, a hablar sólo de economía y a no mojarse en otro tipo de cuestiones, sobre todo de índole moral, que según esos estrategas de salón no iban a traer ningún rédito electoral.

Estas han sido las primeras elecciones de ámbito nacional que ha ganado el PP después de ocho años. Rajoy ya sabe lo que funciona. Tiene un electorado y unos militantes que a veces uno piensa que no se los merece. Si quiere ganar a Zapatero en las generales del 2012, no puede quedarse esperando a que el actual presidente se siga hundiendo por méritos propios. Debe en primer lugar fidelizar, como ha hecho Jaime Mayor, a los suyos y a partir de ahí, intentar sumar voluntades. Tiene que contar con todos los activos que hay en su partido; debe defender ideas, valores, transmitir y demostrar que cree en algo. Tiene que decir claramente qué cosas, si llega a La Moncloa, cambiará o rectificará de las hechas por Zapatero en estos años.
Rajoy tiene que demostrar que su paso por la presidencia del PP o su empeño en tener –es expresión suya– una tercera oportunidad no es por un capricho o por una rareza de su personalidad. Y para empezar, debería hacer el propósito de no volver a invocar el Congreso de Valencia que no fue modelo de nada de lo que tiene que ser el PP si quiere volver a gobernar en España. Pero de momento ha convocado un acto para el próximo día 20 en la capital del Turia para celebrar el primer aniversario de aquel cónclave. ¿No querían los críticos con Valencia una taza?; pues ahí tienen la respuesta de Rajoy: taza y media. Una reacción muy propia del personaje y de su entorno.

Libertad Digital - Opinión

ZAPATERO, EL PUDIBUNDO. Por M. Martín Ferrand

A José Luis Rodríguez Zapatero, según su propia confesión, le produce «pudor» interpretar el voto de los ciudadanos. Deduzco que se conforma con contarlos, pero eso es poco para un líder que se dice de izquierdas y presume de sensibilidad social. No es fácil entender lo que el líder socialista, siempre parco en explicaciones, quiere decir cuando dice «pudor». Si nos atenemos al Diccionario, que le obliga especialmente por ser de Valladolid y decirse leonés, de lo que presume el jefe de José Blanco y Leire Pajín, Ángeles González-Sinde y Bibiana Aído es de ser púdico: honesto y casto. Y ¿qué? Eso, que pudiera ser un gran valor moral, carece de sentido político. La política no existe de cintura hacia abajo.

Un líder responsable tendría que sentirse obligado a interpretar los votos que le respaldan y sostienen en el poder. Especialmente cuando su mayoría es minoritaria y presenta notables agujeros de apoyo en muchos de los territorios del Estado, el ámbito de su ejercicio. Todos los votos tienen mensaje -«recao», como dicen los castizos- y entenderlos es la clave de una política sensata y atenta a la demanda de la sociedad a la que se debe. No hacerlo da pie a disparates como el de la renovación de la Ley del Aborto que tiene soliviantados a muchos de quienes le votan y a quienes se niega a interpretar.

De no ser por el mucho daño que le viene haciendo a la Nación y al Estado, Zapatero sería un personaje para las más admirativas crónicas de la excepcionalidad. Es verdaderamente único. Ha sido capaz de formar y mantener un Gobierno con docena y media de miembros y miembras con menos seso y enjundia que los maniquíes que utilizan en los escaparates de Zara y ahí está. Impertérrito y en arrebato de pudibundez después de perder unas elecciones, por europeas que fueren, y con auténticos brotes verdes de contestación y disgusto en todos los ámbitos del PSOE. Hasta sus dos mayores inventos, aptos para un museo de los horrores políticos -Blanco y Pajín-, andan enzarzados entre sí y son una buena muestra de la situación. No es del todo democrático el desprecio que Zapatero proyecta en Mariano Rajoy y en el PP; pero lo es menos todavía, y habría que averiguar por qué se lo aguantan, el que manifiesta por los suyos y con mayor saña y abundancia cuanto mayor es su inteligencia y el respeto que han conseguido atesorar. No parece que sea un derivado del pudor.

ABC - Opinión

ZP O LA POLITICA DEL AVESTRUZ. Por Carmen Tomás

El presidente del Gobierno que se empeñó y se implicó hasta las cachas en la campaña de las elecciones europeas celebradas el domingo cree que no tiene que sacar ninguna lección de la derrota infringida por el PP. No dio la cara en público la noche electoral. Ni siquiera compareció ante la opinión pública tras la reunión del comité ejecutivo de su partido del que es secretario general. Zapatero que cuarenta y ocho horas antes de abrirse los colegios electorales confesó en televisión "siento que me juego algo" dejó solo a su candidato López Aguilar y a su tercera para hacer el análisis de los resultados.

Los socialistas creen que la derrota ha sido dulce y que no hay que cambiar nada. La culpa se la echan a la crisis económica y se consuelan falseando la realidad al decir que todos los gobiernos de Europa han salido mal parados. Precisamente, el diario Expansión revela que ni el paro ni la caída del crecimiento económico explican por si solos los resultados. De hecho, la Comunidad de Madrid donde la ventaja del PP es de 13 puntos, ofrece el mejor dato de PIB y el desempleo es menor que la media. Sin embargo, en Canarias se ha castigado menos al PSOE a pesar de ser la comunidad con más tasa de desempleo de España.

Una amplia mayoría de ciudadanos no han tragado con los mensajes del miedo y se han dado cuenta de que los socialistas no son capaces a pesar de lo dicho en la campaña de sacarnos de la crisis. Es obvio que no ha calado lo de que las políticas liberales de la derecha nos han conducido a esta crisis, ya que han apostado por la derecha para sacarnos de ella. Y si todas estas reflexiones elementales no consiguen movilizar a Zapatero que Dios nos asista. El presidente parece decidido a no cambiar la política económica. Está empeñado en que aún no hemos visto los resultados de sus medidas y que su "suerte" nos sacará de esta crisis. No es eso desde luego lo que piensan la mayoría de los analistas quienes, cada vez de forma más contundente, tienen claro que sin reformas profundas y aumentando descomunalmente el déficit público y el endeudamiento no saldremos del fango. Y lo que es peor, podemos pasar un tiempo arrastrándonos sin crecer y por tanto sin crear empleo y con cinco millones de parados.

El PP, que obviamente ha ganado las elecciones, tampoco debe caer en la complacencia y aprovechar la pérdida de confianza de Zapatero, su soledad en el Congreso y en Europa y desde luego su falta de respuestas a la crisis para trabajar, trabajar y trabajar. Los ciudadanos tienen que ver que hay alternativa, ideas, proyecto y que como ha demostrado Esperanza Aguirre con hechos se puede hacer otra política económica que nos saque de la crisis y nos fortalezca para el futuro.

Periodista Digital - Opinión

LA IRRESISTIBLE ASCENCION PARDA. Por Cristina Losada

Galicia

«El ascenso de la violencia nacionalista en Galicia es un hecho desde hace cuatro años. Justo desde la llegada al poder del PSdG y el BNG. Justo desde que unas cuantas asociaciones se rebelaron contra la redoblada imposición lingüística.»

Hace un año, el vicepresidente de Galicia Bilingüe comprobaba en el garaje de su casa que su automóvil había sido dañado por los alevines de nazi que se crían en las aguas del nacionalismo galaico. Dijo entonces aquí que los instigadores eran "personas que me conocen hace tiempo". Este lunes los ultras fueron al edificio donde reside la presidenta de esa asociación y a su centro de trabajo e hicieron pintadas y destrozos. "Sabemos donde vives", le habían advertido. En la manifestación convocada por el BNG y sus satélites el 17 de mayo se coreó: "Gloria Lago, pim pam pum". Han ido a ratificar la fatwa a su domicilio.


La tropelía llevaba la firma de un grupúsculo que ha puesto bombas en diversos lugares de Galicia. El terrorismo de esa banda fue siempre minimizado por el bipartito y la delegación del Gobierno. Ninguna de las agresiones contra los que reclaman libertad lingüistica merecieron la condena del Partido Socialista de Galicia y del Bloque Nacionalista Gallego. ¿Cómo no iban a crecerse los alevines? El monstruo ha engordado con la tácita aquiescencia de dos partidos parlamentarios. Llegan ahora las condenas. Tarde y mal. Hasta el PP ha incurrido en la vergüenza del sí, pero al añadir su portavoz la coletilla de que "no coincidimos" con Galicia Bilingüe.

Socialistas y nacionalistas se negaron a condenar el intento de agresión a María San Gil en la Universidad compostelana en febrero de 2008 para no incluir una mención a la violencia sufrida por dos asociaciones. Un año después, cuando más de un centenar de fanáticos atacaron una manifestación por el derecho a elegir la lengua en la enseñanza, el BNG culpó a las víctimas. El señor Beiras, su antiguo líder, fue raudo a interesarse por el estado de los extremistas detenidos, no por el del manifestante al que le habían partido la cara.

El ascenso de la violencia nacionalista en Galicia es un hecho desde hace cuatro años. Justo desde la llegada al poder del PSdG y el BNG. Justo desde que unas cuantas asociaciones se rebelaron contra la redoblada imposición lingüística. Las urnas han castigado a esos partidos, pero los intentos de amedrentar no cesan. Hay un largo historial de amenazas y agresiones y una lista en blanco. Nadie, por lo visto, conoce a los autores. Nadie salvo quienes los han padecido desde que comenzaron a reventar concentraciones y actos, y en no pocos casos hubieron de soportar la afrenta añadida de la pasividad de los responsables de protegerlos. Se ha mirado para otro lado con deliberación y alevosía. ¿Hasta cuándo?

Libertad Digital - Opinión

LA SOLEDAD DE CHAVES. Por Ignacio Camacho

NO se observa en el PSOE ni en el Gobierno un entusiasmo desmedido por apoyar a Manuel Chaves ni por ayudarlo a defenderse en el escándalo de la subvención a la empresa que contrató a su hija. Más bien cabría constatar una cierta indiferencia, una lejanía patente, una fatigosa punzada de incomodidad por un asunto del que el zapaterismo preferiría sentirse ajeno. El vicepresidente declama en solitario la defensa de su honor mancillado mientras sus compañeros asisten en el mejor de los casos con manifiesto fastidio, cuando no murmuran «sotto voce» sobre la posición delicada en que la cuestión deja los intereses del partido. Esto no es cosa nuestra, vienen a sugerir con su actitud gélida; no vamos a ceder frente al PP pero se trata de un engorroso pleito de familia que Chaves se ha traído en su maleta y no nos pensamos involucrar en la herencia de su califato. Allá se las componga él con su pasado.

En realidad, lo que sucede es que el antiguo presidente andaluz ha empezado a comprobar que no ha ascendido en la escala de poder, sino que simplemente lo han echado de su poltrona virreinal, donde controlaba hasta el vuelo de las moscas. La Vicepresidencia Tercera del Gobierno son sólo él mismo, su fiel Zarrías y media docena de colaboradores que van y vienen en el AVE de Sevilla; el resto es una carcasa hueca, una estructura vacía más allá del membrete, los ordenanzas y los despachos. El pomposo cargo ministerial está deshabitado de competencias y de dinero, baldío como un inmueble abandonado. Y a cambio de esa fatua, engañosa jerarquía nominal ha quedado expuesto al tiroteo implacable de la política de campo abierto, privado del blindaje que le proporcionaba su inmensa influencia de sultán autonómico. Antes bastaba un gesto de sus cejas para silenciar medios de comunicación, para alquilar la anuencia de la opinión pública, para opacar con velos de pleitesía cualquier atisbo de crítica o disidencia. Ahora es una pieza a cobrar por la implacable trituradora de la escena pública nacional, y tiene la retaguardia cortada por la irreversibilidad de su relevo.

Está solo. En Madrid, la soledad es el estado natural de los personajes públicos, aliada si acaso con la desconfianza y el instinto de la supervivencia. No hay amigos, ni aliados, ni socios sobre los que descansar un problema fuera de la compraventa de favores mercenarios. Chaves manotea en solitario contra la comprometida evidencia de una maniobra indecorosa -legal, sostiene con denuedo; faltaría más: si fuese además ilegal tendrían que procesarlo- sin que nadie saque por él la cara, viendo cómo los suyos escurren el bulto o recurren a una vaga, simulada solidaridad de oficio. Ahora es cuando ha empezado a sentir ese frío desafecto que algunos llaman la soledad del poder. Pero sin poder, que es su drama.

ABC - Opinión

VENTAJAS Y, SOBRE TODO, PELIGROS DE LA DEFLACCION

La deflación como fenómeno estructural tiene consecuencias destructivas, por lo que cualquier gobierno debe de hacer lo posible para incentivar la economía.

LA CAÍDA de los precios en los países de la zona euro en los últimos meses ha provocado una apasionante discusión intelectual sobre la naturaleza de la deflación, un fenómeno desconocido en Europa pero no en EEUU y Japón, donde existe memoria histórica de largos periodos en esta situación.

En España, el Instituto Nacional de Estadística confirmó ayer que el IPC interanual ha bajado un 0,9% en mayo pasado, siendo el tercer mes consecutivo que la inflación se sitúa en valores negativos.


No existe una definición precisa de deflación, concepto que se asocia a una bajada prolongada de los precios, pero lo cierto es que los españoles notan por primera vez en su vida que el IPC no sólo no sube sino que baja. Ello es percibido de momento como una grata sorpresa, ya que supone que los ciudadanos no pierden poder adquisitivo aunque sus salarios hayan sido congelados. La cara negativa de la deflación es que suele ir acompañada de una drástica caída del consumo, lo que produce paro y una menor recaudación de ingresos del Estado.

Si se examinan las estadísticas del INE, se puede constatar cómo han caído en los últimos doce meses los precios de los alimentos, del vestido y del calzado, de las materias primas y de los combustibles. Pero hay una excepción en estas bajadas que llama poderosamente la atención: los servicios públicos, que se han incrementado en algún caso incluso por encima del 7%.

Según los datos del INE, las tasas de la enseñanza universitaria pública han subido un 6,1%; el transporte público urbano, un 7,1%; el interurbano, un 4,1%; la educación infantil, un 4,1% y el tabaco, producto regulado por el Estado, un 4,7%.

Ello pone en evidencia que mientras el sector privado se apretaba el cinturón y disminuía sus precios, el Estado aumentaba el número de funcionarios, les subía el sueldo por encima del 3% y elevaba sensiblemente las tasas y las tarifas de los servicios públicos más básicos como son el transporte y la educación.

Parece evidente que el Gobierno ha querido compensar el fuerte descenso de la recaudación fiscal -con una impresionante caída del IVA- con esa subida de los precios de los servicios que presta a los ciudadanos.

El Gobierno se ha aprovechado, además, de un contexto de deflación que ha utilizado para encubrir esas fuertes alzas que han quedado compensadas por descensos sensibles en otras rúbricas del IPC, como el transporte privado personal, que se ha abaratado un 8,8% en doce meses al bajar la gasolina. Todo indica que los precios pueden seguir disminuyendo hasta octubre o noviembre, pero no es nada probable que la deflación se mantenga a lo largo del año que viene por diversas razones. La primera es que el coste del petróleo y de las materias primas ha empezado a repuntar.

Sea como fuere, la deflación sólo es buena para una economía si dura un espacio corto de tiempo, inferior a un año, porque si se prolonga, como ha sucedido en Japón, genera un nefasto efecto dominó de depresión del consumo, aumento del paro, falta de confianza y disminución del valor de las empresas.

La deflación como fenómeno estructural tiene consecuencias destructivas, por lo que cualquier Gobierno debe hacer lo posible para incentivar la actividad económica, remedio infalible para la caída de los precios. Sin embargo, la actual bajada también contribuye a hacer más competitivas nuestras exportaciones, lo que puede suponer un alivio temporal para la balanza comercial. Pero ello no puede convertirse en excusa para aplazar las reformas de fondo que España necesita.

El Mundo - Editorial

CONTRA LUIS DE GRANDES. Por José García Domínguez

UPyD

«Luis de Grandes, ese cráneo previlegiado anda pregonando a los cuatro vientos una inconsolable desazón porque un partido que ni pretende romper la Constitución, ni demoler la soberanía de la Nación, horror, ha crecido en sufragios.»

Como todos los dirigentes inseguros de su propia talla, Rajoy ha dado en blindar sus personales e intransferibles miedos haciéndose escoltar por una corte de sombras chinescas: eminencias de capital de comarca, estadistas del Todo a cien, cicerones de Tómbola, napoleones de Notting Hill, estrategas de la señorita Peppys, maquiavelos de patio de vecindad y papas Luna de Valencia. Así, su compadre Luis de Grandes, ese cráneo previlegiado que anda pregonando a los cuatro vientos una inconsolable desazón, suprema angustia y triste penar porque un partido que ni pretende romper la Constitución, ni demoler la soberanía de la Nación, ni desconstruir España, horror, ha crecido en sufragios. Terrible drama. Por algo alertan los avisados de que no hay kleenex suficientes en el todo Madrid con tal de enjugar las amargas lágrimas del abatido segundón.


Torrencial aunque tardía vocación de plañidera, la suya. Pues, que se sepa, nunca antes el alma en pena del gran culiparlante se puso a dar tales vueltas a la noria del desasosiego. Será que a don Luis le colma de gozo contemplar a la carmoma centrífuga, llámese CiU, PNV, ERC, BNG o Rubianes somos todos, extendiendo la metástasis del chantaje al Gobierno de turno, ora al del PSOE, ora al del PP. Eso será, digo yo. De ahí, tal vez, que el doliente Grandes jamás haya dicho esta boquita de piñón es mía a fin de denunciar la ley del embudo electoral que establece la propia Constitución.

Que la Carta Magna avala el cohecho perpetuo de los micronacionalistas al Estado, de sobra lo sabe la voz de su amo. Vaya, mejor que nadie, que por algo ya sesteaba nuestro héroe en la Comisión Constitucional del Congreso allá por 1978. O sea, cuando Grandes & Cía elevaron a ley de leyes el muy democrático principio de un nacionalista, un voto; un no nacionalista, medio y gracias. Supremo sarcasmo sufragista que, en la práctica, prohíbe la existencia de una bisagra nacional y no secesionista para consolidar mayorías en las Cortes. Razón primera y última, por cierto, del congénito raquitismo parlamentario que padecerían Alianza Popular y el CDS de Suárez o, ahora mismo, Izquierda Unida, fuerza también nacional a su pesar.

Don Mariano, prométale otra vez que no volvería a recurrir el Estatut. Venga, hombre, a ver si así se calla.

Libertad Digital - Opinión

RETORNO BAJO MINIMOS

EL Gobierno sigue dando tumbos en materia de política de inmigración. Durante la legislatura anterior, el criterio de «papeles para todos» convirtió a España en paraíso de las mafias que trafican con seres humanos, y, al llegar la época de las vacas flacas, el Ejecutivo tampoco acierta con las medidas imprescindibles para encauzar un problema que ofrece múltiples dimensiones en el plano social y económico. De momento, más del 80 por ciento de los inmigrantes no quiere regresar a su país de origen y se resiste a participar en el Plan de Retorno Voluntario, que sólo ha logrado captar a 462 personas en el primer trimestre del año. Así pues, la puerta está abierta, pero casi nadie tiene intención de salir. Los datos oficiales demuestran el fracaso de una nueva iniciativa gubernamental que no consigue ofrecer los alicientes necesarios. Como es notorio, el número de permisos de residencia y de trabajo ha descendido por causa de la crisis, pero esta rebaja apenas alivia la difícil situación de un colectivo que sufre con singular intensidad las secuelas del paro y la pérdida de puestos de trabajo en empleos poco cualificados.

La retórica buenista produjo pésimos resultados en su día, incluyendo un «efecto llamada» que ha generado un desequilibrio entre oferta y demanda en el mercado laboral para unos trabajadores de características singulares. Por fortuna, los episodios de xenofobia son muy reducidos hasta el momento, pero conviene mantener la alerta porque la situación de crisis es muy propicia para generar tensiones en la convivencia social. En rigor, los datos que ofrece el Plan de Retorno Voluntario son la prueba incontestable del fracaso de una política errática y dispersa. La cooperación con los países de origen no termina de producir los frutos necesarios y tampoco la coordinación con nuestros socios en la Unión Europea funciona con la eficacia que sería deseable. El Ejecutivo vive al día también en esta delicada materia, poniendo en marcha una serie de ocurrencias para salir del paso. Cuando el informe oficial reconoce que solo el 7,9 por ciento de los inmigrantes tiene intención de regresar a su país es que los mecanismos no son apropiados para encauzar un problema tan complejo. Las políticas públicas deben ser evaluadas en función de sus resultados y no de las buenas intenciones de sus promotores, que hay que dar por supuestas. Así las cosas, habrá que esperar la formulación de nuevos proyectos y exigir que se aporten soluciones razonables antes de que sea demasiado tarde.

ABC - Opinión

AVISO: INTERNET NO ES COSA DE GOBERNANTES

«Si hay argumentos jurídicos para recelar de un organismo como la Hadopi, todavía los hay más para recelar de un organismo con interés de parte y de tan escasa transparencia como la Sociedad General de Autores».

Los navegantes de internet –al menos los franceses– pueden sentirse aliviados. El Consejo Constitucional francés acaba de tumbar buena parte de la mal llamada "ley antipiratería" impulsada por Sarkozy, por la que un organismo administrativo –la Autoridad para la Difusión de Obras y la Protección de Derechos sobre Internet (HADOPI)– quedaba facultado a cortar el acceso a internet a aquellos navegantes que hicieran descargas de archivos protegidos por derechos de autor. Según esta controvertida ley, los internautas que realizaran este tipo de descargas recibirían un primer aviso por correo electrónico y un segundo por carta certificada antes de que, en caso de reincidir, les cortasen el acceso por una duración entre seis meses y dos años.


Aunque el asunto en litigio sea algo tan moderno como las descargas en internet, no hay que extrañarse de que el Consejo Constitucional francés se haya remontado a la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789 a la hora de argumentar su oposición a semejante medida: los derechos fundamentales como el de la libertad de expresión y de comunicación y ciertos principios tan esenciales como el de la presunción de inocencia podían, ciertamente, vulnerarse en el caso de que fuera un organismo administrativo, y no un tribunal de justicia, el encargado de enjuiciar y condenar un presunto delito.

A este respecto, también hay que recordar que el Parlamento Europeo ha aprobado recientemente y por aplastante mayoría el llamado informe Lambrinidis, relativo a las libertades individuales en internet. En él se censuraba que gobiernos o empresas pudieran cortar el acceso a la red como forma de sanción, ya que tal extremo afectaba a derechos clave como el respeto de la vida privada, la protección de datos o la libertad de prensa.

Esperemos que esta noticia desaliente en España a quienes, como los dirigentes de la SGAE, no se contentan con el no menos injusto canon digital, sino que llegan al punto de pretender seguir por el mismo camino que el rechazado por la justicia francesa.

De hecho, el Gobierno de Zapatero ha intentado llegar a una decisión similar mediante un acuerdo entre las entidades de gestión de derechos de autor y los operadores de telecomunicaciones. Sin embargo, si bien hay argumentos jurídicos para recelar de un organismo como la Hadopi, todavía los hay más para oponerse a un organismo con interés de parte y de tan escasa transparencia como la Sociedad General de Autores. Dado que estas asociaciones no pueden sustituir a los tribunales de justicia, tampoco se les puede encomendar a ciertos operadores de telecomunicaciones las labores de espionaje que no les corresponden en un Estado de Derecho digno de ese nombre.

El problema es que la voracidad de la SGAE y los favores del Gobierno son tantos que nadie debería descartar que terminen asaltando nuestra vida privada y nuestras libertades con la excusa de la lucha contra la piratería. Es el precio que debemos pagar por una ceja convenientemente colocada.

Libertad Digital - Editorial

EL PSOE EMPIEZA A MEDIR SU DERROTA

LA dimensión de la derrota socialista el 7-J se perfila con mayor nitidez una vez que han caducado las estrafalarias interpretaciones ofrecidas por la secretaria de Organización del PSOE y empiezan a aflorar las críticas dentro de este partido. La derrota no ha sido dulce, ni «razonable», ni inferior a unos inexistentes «augurios» que nunca pronosticaron una debacle socialista. Ha sido una derrota dolorosa, inesperada en algunas de sus localizaciones y con efectos internos de consecuencias aún desconocidas. El autismo del presidente del Gobierno también está contribuyendo a confundir a muchos dirigentes socialistas, cuyo sentido de la realidad les está llevando a no comulgar con ruedas de molino ante una derrota electoral que, por lo pronto, ha puesto punto final a la imagen de perdedor que tenía Mariano Rajoy y ha extinguido la imagen de vencedor imbatible que tenía Zapatero. Cuando los políticos no valoran en su justa medida estos intangibles de la opinión pública, cometen errores fatales.

Los análisis más incisivos sobre la derrota socialista están viniendo del propio PSOE. Y así es como en este partido empiezan a ser conscientes de que la campaña electoral ha sido un fracaso. Lo más fácil es señalar a Leire Pajín como responsable del desaguisado, pero la secretaria de Organización está donde está por decisión de Rodríguez Zapatero, y nadie puede ahora dentro del PSOE llamarse a engaño sobre sus méritos políticos. Además, el PSOE tiene otros problemas desde el 7-J, más allá de las debilidades de su organización interna. Su situación en Madrid y Valencia es de auténtico colapso. No funcionan sus direcciones locales y son estériles las implicaciones personales de Rodríguez Zapatero en Madrid y de María Teresa Fernández de la Vega en Valencia. Las acusaciones de corrupción han saturado a los electores y han reagrupado a los votantes del PP, marcándose unas diferencias de votos irreversibles a muy largo plazo.

La situación se agrava porque los agujeros negros del PSOE se amplían. El PP ha dado un salto político cualitativo y cuantitativo en Castilla-La Mancha que apunta a una inversión de las posiciones de populares y socialistas de cara a las próximas elecciones autonómicas. Y aunque los socialistas hayan vuelto a ganar en Cataluña y Andalucía, su pérdida de votos revela ya un precedente de castigo que el PSOE haría mejor en no despreciar. Cuando cambian las percepciones del ciudadano, no siempre es fácil retornar a las posiciones de partida. Por eso hay un horizonte político nuevo, en la medida en que han sido nuevas las respuestas de los electores en los feudos socialistas y a las estrategias de su campaña electoral. El debate interno de los socialistas se hará más intenso cuanto más se empeñe su dirección en actuar como si nada hubiera pasado el 7-J.

Con sus caladeros de votos a la baja, con una estrategia política contra el PP desautorizada en las urnas y con la crisis económica aún en la cresta, el PSOE se enfrenta a una opinión pública que ya no ríe sus ocurrencias, ni perdona sus extravagancias. La callada por respuesta ya no parece un recurso táctico de Rodríguez Zapatero, sino el efecto de una derrota amarga y más grave de lo que aparenta.

ABC - Editorial