viernes, 12 de junio de 2009

PAJIN, UNA «ROJA» DE PEGA.

Se vende como una treintañera bohemia, que canta con el puño cerrado las estrofas de La Internacional, mientras gana 20 veces más que un joven de su edad y dispone de un apartamento en la madrileña Puerta del Sol. A su sueldo como secretaria de Organización se suma el de ex secretaria de Estado de Cooperación Internacional. Además, está a punto de cobrar una tercera remuneración: la de senadora por la Comunidad Valenciana. En total, Pajín, se embolsará cerca de 20.000 euros al mes.

>Según cuenta la revista ÉPOCA, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, predica que su compromiso con la política no tiene nada que ver con el enriquecimiento personal, y canta con el puño cerrado las estrofas de La Internacional que pone en pie a los pobres del mundo y enardece a la legión famélica, algo que no concuerda con la vida de una treintañera que va a ganar más de 200.000 euros al año.

Y es que a su sueldo como secretaria de Organización se suma el de ex secretaria de Estado de Cooperación Internacional. Además, está a punto de cobrar una tercera remuneración: la de senadora por la Comunidad Valenciana. En total, Pajín, se embolsará cerca de 20.000 euros al mes. Muy lejos del sueldo de cualquier joven de su edad, que ronda los 1.000 euros.

Ella, por su parte, ha reconocido que por su cargo de secretaria federal de Organización cobra unos 5.000 euros al mes, y que recibe una indemnización diferida como ex secretaria de Estado de Cooperación de unos 90.000 euros brutos anuales, de carácter transitorio por dos años. Según Pajín, “lo suficiente para vivir holgadamente”. Además, ha contado que su único patrimonio consiste en un apartamento de 58 metros cuadrados con hipoteca. Informaciones que difieren de las que conoce ÉPOCA.

Progre aburguesada

Según ha podido saber este semanario, en el haber de Pajín se encuentra, al menos, un céntrico apartamento, ubicado en el casco histórico madrileño de casi 80 metros cuadrados, valorado en unos 450.000 euros, que compró en 2007 con un préstamo de más de 180.000 euros a favor del Banco Español de Crédito, y que termina en 2037. Además, estos últimos días ha dejado entrever que tiene prisa por cobrar un tercer sueldo -5.500 euros mensuales-, ya que el PSOE ha presionado a las Cortes valencianas para hacerla senadora. Esto no es todo. Pese a que reside y trabaja en Madrid, tiene derecho a cobrar los 1.823 euros mensuales de gastos de manutención y alojamiento, reservados para los senadores elegidos por circunscripciones distintas a las de Madrid.

Leire Pajín, que relata que una quiromante le auguró que iba a llegar lejos, se define como una mujer de su tiempo que vive sola tras abandonar un piso compartido, que va al cine, al teatro, sale de cañas, le gusta la capoeira y sueña con aprender a hacer surf en alguna playa del País Vasco. La lectura también es otra de sus grandes aficiones.

Según cuenta en su blog www.leirepajin.com, entre sus libros de cabecera tiene Una dama africana, Los girasoles ciegos, Seda, Mujeres de ojos grandes, El secreto del fuego; entre sus películas favoritas La educación de las hadas, El milagro de Candeal, El jardinero fiel o La estrategia del caracol y como referentes musicales cita a Alaska y Dinarama.

Periodista Digital

Los nuevos indicios contra el tesorero del PP devuelven a Rajoy a la cruda realidad

Mariano Rajoy no conoce una semana tranquila. Cuatro días después de conseguir una clara y balsámica victoria en las urnas, el ‘caso Gürtel’ ha regresado con fuerza. Y lo ha hecho para golpear de nuevo el corazón del PP, a su tesorero Luis Bárcenas. Lo que no consiguió Baltasar Garzón, pese a su insistencia, está a punto de suceder. La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado que el caso se eleve al Tribunal Supremo al apreciar “implicaciones suficientes” de Bárcenas y del diputado del PP Jesús Merino.

Los nuevos indicios contra el tesorero obligan a Rajoy a optar entre respaldar a Bárcenas, como ha hecho con el imputado Francisco Camps, o retirarle su confianza como responsable de las cuentas del partido. Hasta ahora, la doctrina de Rajoy ha consistido en esperar a que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) dictaminara si existían suficientes evidencias como para que el Supremo investigara al tesorero y senador. Ese tiempo de espera parece haber terminado, por lo que Rajoy afronta su primera decisión de gran calado relacionada con la trama de corrupción.

Sin embargo, fuentes cercanas al presidente del PP, consultadas por este diario, aseguraron que “no hay ningún dato nuevo” y que no está prevista a priori ninguna medida contra Bárcenas. “Lo único nuevo es que ha habido otra filtración de la Fiscalía Anticorrupción”, indicaron estas fuentes, que insistieron en la situación de indefensión que padece el PP. “Nos hemos enterado por la prensa a pesar de estar personados en la causa”, denunció un colaborador de la máxima confianza de Rajoy.

Pero el contraste entre el apoyo que ha recibido Bárcenas y el que ha disfrutado Camps es evidente. La cúpula popular considera que lo mejor, si el tesorero resulta imputado, es que dimita para concentrarse en su defensa y evite al partido tomar la decisión de apartarle. Cuando se conoció en la prensa el abultado patrimonio de Bárcenas, y los datos aportados por Garzón en su último auto le apuntaron directamente, el tesorero se quedó aislado en Génova. Pese a que el partido ha apelado a la presunción de inocencia y ha evitado las críticas, pocas son las figuras que se han mojado por el tesorero.

“La mano gubernamental”

Federico Trillo, responsable de Justicia del PP, aseguró que “la mano gubernamental” está detrás de la decisión de Anticorrupción. En declaraciones a Efe, Trillo anunció que su partido se dirigirá “de inmediato” a la Fiscalía General del Estado para denunciar la “nueva filtración de las actuaciones sumariales, siempre al mismo grupo de comunicación”.

El PSOE no tardó en reaccionar a la noticia, por medio de su diputado Antonio Hernando, quien también fue uno de los responsables de la última campaña electoral. “La imputación de Bárcenas, Merino y Galeote pondría definitivamente en evidencia a Rajoy”, aseguró Hernando. Los socialistas parecen estar dispuestos a utilizar el regreso del ‘caso Gürtel’ para tomar aliento tras la derrota en las Europeas y las sospechas de corrupción en torno al vicepresidente tercero Manuel Chaves. “Rajoy debe responder políticamente de la posible imputación de tres personas de su máxima confianza”, exigió Hernando.

La contabilidad B de Correa

Según fuentes jurídicas citadas por Efe, el juez que instruye la trama de corrupción en Madrid, Antonio Pedreira, podría elevar la implicación de Bárcenas y Merino al Supremo este viernes o a comienzos de la próxima semana. Así se lo ha solicitado la Fiscalía Anticorrupción después de recibir un informe de la Agencia Tributaria, que habría detectado un posible delito fiscal del tesorero. La Agencia Tributaria ha conseguido cambiar el criterio de la Fiscalía, que se opuso en varias ocasiones a la intención de Garzón de inhibirse a favor del Supremo para que investigara a Bárcenas.

Garzón sostuvo que el tesorero popular había cobrado 1.353.000 euros de la trama corrupta encabezada por Francisco Correa. El magistrado se basaba en informes policiales que ratificaban que los apuntes de la contabilidad B de la trama se referían al tesorero como “L.B.”, “L. Bárcenas”, o “el cabrón”. Las primeras entregas de dinero se remontan a finales de los años 90, y según Garzón “se refieren a la campaña electoral en Galicia en el año 1998”.

Por su parte, Merino, diputado del PP por Segovia y ex vicepresidente de la Junta de Castilla y León, habría recibido pagos por valor de más de 200.000 euros. Se da la circunstancia de que Bárcenas creó Atrolago de Inversiones, una inmobiliaria que nunca registró actividad, junto al ex alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, y en la que figuraba como administradora única Ana Isabel Gutiérrez, esposa de Merino.

el confidencial

NOTICIAS QUE PARECEN CHISTES. Por Guillermo Dupuy

La España de ZP

«La violencia, en el ámbito que sea, no es para tomársela a risa, pero las disparatadas reformas legislativas aprobadas por este gobierno crean situaciones delirantes»


En esta España de ZP hay chistes que podrían ser noticias y noticias que podrían ser chistes. Empezando por los primeros, no se si conocen el chiste aquel de dos viejos conocidos que se encuentran tras no haberse visto desde hacia muchos años.


Tras saludarse, uno de ellos le pregunta al otro:
  • ¿Te casaste?
  • Sí.
  • ¿Con quien?
  • Vamos a ver, ¿Te acuerdas de Susanita?
  • ¿Susanita?
  • Sí, una pelirroja que iba con nosotros a la universidad, con unas tetas enormes.
  • No caigo.
  • Sí, hombre, sí. Tenía una boca... y un pedazo de culo...
  • Ah sí, sí, sí, Susanita, ya me acuerdo.
  • Pues con su hermano.
Lo que ya no es un chiste, sino una noticia es la referida a la celebración de un bautismo "por lo civil". No voy a hacer mayor comentario, pero si estos socialistas se sienten con ánimo de llevar el ceremonial laico a todos los ámbitos, que a nadie le extrañe que veamos dentro de poco a Zerolo oficiando una democrática extremaunción por lo civil. Con este gobierno, y tal y como ha pasado con el "bautismo laico", sólo es cuestión de tiempo que el chiste se haga noticia.

También es una noticia lo que acabo de leer de un juzgado de Santander que acaba de condenar como autora de un delito de violencia de género a una mujer por insultar y agredir a su esposa de la que se encontraba en proceso de separación. La violencia, en el ámbito que sea, no es para tomársela a risa, pero las disparatadas reformas legislativas aprobadas por este gobierno crean situaciones delirantes. Tal es el caso de la reforma del Código Penal llevada a cabo por el Ejecutivo a través de la Ley Órganica contra la Violencia de Género, que agravó las condenas correspondientes a determinados tipos de agresiones cuando quien las cometía era un varón y quien las sufría era una mujer unida a él por matrimonio, noviazgo o cualquier otro tipo de relación sentimental análoga. La ley siempre ha contemplado agravantes o eximentes en el enjuiciamiento de este tipo de delitos, pero lo que se proponía con esa reforma vulneraba el principio de igualdad por razón de sexo y podía dar como resultados situaciones injustas, o cuanto menos, paradójicas como la que nos ocupa. Desde muchísimos juzgados de toda España se elevaron en su día más de un centenar de cuestiones de inconstitucionalidad contra el artículo 153.1 por el hecho de que las penas se agravasen sólo si el agresor era hombre, pero lo cierto es que el Tribunal Constitucional también avaló este pulpo como animal de compañía.

Tal vez sea correcta la aplicación del artículo 153.1 que ha hecho este juzgado de Santander, a pesar de que también el agresor, y no sólo la víctima, es una mujer. Lo que me parece delirante es que se aplique a la luz de una legislación que se denomina de lucha contra la violencia de género. Eso, por no insistir en que las penas deberían estar en función del delito y no del sexo del que los comete.

Finalmente, no sé si la posibilidad abierta por este gobierno para poder registrar un cambio de sexo sin necesidad de intervención quirúrgica podrá o no afectar a la legislación contra la violencia de género. Lo que no me extrañaría es que, no teniendo ya que pasar por quirófano, haya quien utilice esta posibilidad para burlar la ley de paridad si los cupos por razón de sexo amenazan su permanencia en determinados cargos. Por ahora es una posibilidad abierta que parece un chiste, pero tiempo al tiempo.

Libertad Digital - Opinión

LO NUCLEAR DE LO NUCLEAR. Por Isaías Lafuente

Muchos ciudadanos se muestran sorprendidos por la magnitud del debate en torno al cierre de la central nuclear de Garoña. Su capacidad de producción, poco más del 1% de la energía que se consume en nuestro país, la convierte en perfectamente prescindible sin que corramos riesgo de llegar al colapso eléctrico. Sin embargo, los grupos de presión que intentan condicionar el debate nos anuncian apocalipsis diversos. Dice el lobby nuclear que el cierre de Garoña elevaría nuestra factura eléctrica un 10%, lo que hace que sea más incomprensible para el consumidor entender el proceso de formación de precios que la estructura del átomo. Dicen los verdes que el mantenimiento de una instalación envejecida eleva el riesgo nuclear, lo que tampoco se compadece ni con la historia de la central burgalesa ni con la de la veintena de reactores gemelos que funcionan en Estados Unidos sin problemas.

La clave del debate no está en lo que Garoña es, sino en lo que su cierre supone como símbolo y como precedente. Seis de los siete reactores de nuestro país tienen que renovar sus licencias en los próximos dos años para cubrir su vida útil hasta el año 2021, y es ahí en donde el gobierno tiene que decidir si cumple su compromiso electoral o si sigue las recomendaciones del Consejo de Seguridad Nuclear.

No lo tiene fácil, porque el debate es transversal y está instalado también en el gobierno, en el partido que lo sostiene y entre sus potenciales votantes. No lo tiene fácil porque es difícil justificar en tiempos de crisis la renuncia a estrujar todos los beneficios que puede proporcionar durante diez años una instalación que ya está amortizada. Y no lo tiene fácil porque es muy complicado explicar como congruente que España deje de producir a medio plazo energía nuclear mientras compra electricidad que otros, como Francia, producen por esta vía.

España ha dado en los últimos años un salto sustancial en la producción de energías renovables. Si mantiene ese músculo quizás sea compatible la prórroga de las centrales amortizadas y el cumplimiento del compromiso político. Una década puede ser tiempo suficiente para que el debate nuclear se disuelva por la vía de los hechos.

Periodista Digital - Opinión

NUEVA ETAPA POLITICA. Por Agapito Maestre

ZP

«Zapatero está más que tocado. Ha recibido un fuerte zarpazo y se ha retirado. Es buscado por todas partes para que se confronte con la realidad, pero él sigue huido. Escondido.»

Después de las elecciones, fueron lamentables las comparecencias de Zapatero tanto en el Senado como en el Congreso. Pasó de los suyos y chuleó a sus adversarios. Dos errores que ha empezado a pagar; porque sus correligionarios siguen pidiéndole explicaciones de los resultados del 7 de junio, incluso González ha iniciado un ataque frontal al programa ideológico populista de Zapatero al exigirle, primero, pactos transversales con los otros partidos, y un plan de reformas estructurales, en segundo lugar, que admita sin ningún tipo de duda la necesidad de la energía nuclear y la reforma del sistema de contratación laboral.


Por otro lado, ahora sólo cabe esperar que la oposición le muestre con desparpajo y decisión la necesidad de otro plan de financiación de las comunidades autónomas y una rectificación en profundidad de todo el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. El aislado, en efecto, no es el PP sino el PSOE. En todo caso, e independientemente de cómo ejerza el liderazgo Rajoy, se ha abierto una nueva etapa política decisiva para expulsar a Zapatero del poder. Los cambios son visibles. Falta únicamente resaltarlos y hacerlos plausibles para que la alternancia política sea algo más que una palabra, un acontecimiento, una atractiva oportunidad de cambio político.

No es un problema psicológico el que tiene Zapatero. Es real. No tiene ya nada que ofrecer. Está vacío. Por eso, insisto, está emboscado. Espera un fallo del adversario para atacar, pero él ya no tiene ninguna iniciativa. Ninguna. El 7 de junio de 2009 pasará a ser una fecha terrible en el calendario de su triste historia política, que comenzó con el terrible 11-M. Europa lo ha arrasado. Dentro y fuera. Aquí y en el resto de Europa. Ha sido despreciado por los suyos en España y barrido por los populares en el resto de Europa. El día que los parados dejen de votarlo quedará reducido a escombros, porque la mayoría de los que no quieren perder su puesto de trabajo le han dado la espalda.

Los listos, sin embargo, dicen que el PP ha ganado por muy poca diferencia; y se concentran en esa escasa ventaja para arremeter contra la oposición, pero olvidan que el PP, en efecto, ha ganado. La ventaja, sí, es irrelevante. Lo decisivo es que el PP ha dado el salto, pues ganar esa convocatoria electoral, sobre todo teniendo en cuenta que Zapatero expuso todo en ella, era la condición necesaria para desbaratar la basura ideológica de Zapatero. Por lo tanto, en la nueva etapa, tampoco importa demasiado los pasos que dé ahora el PP. La objetividad de los acontecimientos se acabará imponiendo sobre los análisis psicológicos, historicistas o de extrapolación de resultados.

Es un asunto menor, casi una perdida de tiempo, que los analistas se detengan en extrapolaciones sobre qué sucedería en unas elecciones generales con estos resultados de las europeas. Menos todavía deberíamos hacer cuentas sobre el pasado reciente del PP y las luchas internas por el liderazgo. Todo es pasado. Quizá algo de ese pretérito imperfecto vuelva, pero nunca será determinante en la nueva etapa política. En verdad, lo decisivo es que el PP aparece, otra vez, como fuerza política determinante. Es alternativa genuina. Podría llegar, incluso, a ser un partido hegemónico. Muchos no quieren reconocer ese cambio, incluso gente que está en los aledaños de las filas populares se resiste a ver la novedad. Peor para ellos. Pues bastaría observar a Zapatero en su emboscadura, quizá lamiéndose las heridas, para saber que el cambio político ya ha comenzado a operar sobre España.

Zapatero está más que tocado. Ha recibido un fuerte zarpazo y se ha retirado. Es buscado por todas partes para que se confronte con la realidad, pero él sigue huido. Escondido. Aproveche, señor Rajoy, y hable con claridad a la nación sobre su plan de choque contra la crisis económica; ofrezca consuelo, esperanza y alternativas, pues todos esos bálsamos los ha perdido Zapatero en el camino hacia Europa.

Libertad Digital - Opinión

DERROTAS Y VICTORIAS. Por Francisco Muro de Iscar

Dice Paulo Coelho que "un guerrero acepta la derrota como una derrota, sin intentar transformarla en victoria". Pero Coelho es un pensador y no un político y, sobre todo, no tiene que presentarse a unas elecciones en las que lo que importa es ganar y solamente eso. Es cierto que a los escritores les eligen diariamente sus lectores y lectoras, que últimamente son más, pero éstos compran voluntariamente lo que desean y los votantes, por convencimiento democrático, a veces tenemos que ir a las urnas tapándonos la nariz. Le escuché a un profesor de Ciencias de la Comunicación decir a sus alumnos que "lo importante no es que una noticia sea verdad sino que parezca verosímil". Es un disparate ético, pero una evidencia poco discutible. Los periódicos están llenos de "noticias" verosímiles. Si los periodistas no respetan necesariamente la verdad, no se puede pedir al presidente del Gobierno que después de permanecer escondido demasiadas horas, disfrace la veracidad y apueste por la verosimilitud.

Muchos le van a creer, aunque él no sea el primer convencido. Escribió José Saramago que "la derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva". Pero los políticos no son como los escritores, que trabajan para el largo plazo, incluso para pervivir después de su muerte. Los políticos luchan para alcanzar el poder cuanto antes y una vez conquistado para poner todas las barreras posibles antes de que se lo quiten. El escritor vive en un mundo de sueños inventados, pero el político, al menos los sucesivos inquilinos de La Moncloa, se enroca en su torre de marfil real o imaginaria y se resiste a ver la realidad de la calle. Al menos eso pasó con Suárez, con González, con Aznar y está pasando con Zapatero. ¿Tendríamos que prohibir las reelecciones para asegurarnos de que, en lo bueno y en lo malo, nunca serán más de cuatro años?

Después de las batallas, cuando hay vencedores y vencidos, los estrategas vencidos analizan los resultados y rinden cuentas. No es preciso que se desnuden ante los ganadores, pero al menos deben reconocer que han fallado en algo. Tampoco los ganadores deben alardear excesivamente de algo que no ha sido sólo virtud suya sino error ajeno. Decía Borges que "la derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce". Borges es grande y lo seguirá siendo cuando nadie se acuerde de Zapatero y de Rajoy, pero algo no debe ser exactamente así, por cuanto todos los políticos, y los que no lo son, cambiarían una derrota mínima por una victoria pírrica.

Periodista Digital - Opinión

VICTORIA SIN IDEAS. Por Emilio Campmany

Rajoy

«¿Es mucho pedir que el presidente del PP defienda las ideas de los que votan al PP? Esta es la cuestión: no se trata de que gane una persona o un partido. Se trata de que venzan unas ideas.»

Los que se arremolinan en torno a Rajoy para gozar del privilegio de cargárselo a los hombros y sacarlo por la Puerta Grande insisten en que éste ha sido el mejor resultado de la historia del PP en las europeas si se hace la cuenta sumando los resultados del PSOE y los de IU. Puede que tengan razón. Es muy probable que los resultados del PP hayan sido muy buenos, incluso inmejorables. Y es natural que eso tenga como consecuencia que Rajoy vaya a ser su candidato en las elecciones generales de 2012.


Pero este no es el debate. La discusión no es si Rajoy es o no buen candidato. Si todos los jerifaltes del PP defendieran las mismas ideas, la discusión se habría centrado en decidir quién era el mejor, dando por hecho que su política, una vez alcanzada la victoria, sería poco más o menos la misma. Sin embargo, el problema es bien distinto. Tras la derrota de 2008, Rajoy se hizo gallardonita en el sentido de apuntarse a la "no ideología". Según el manual de Gallardón, no importan las ideas que se tienen, lo que hay que hacer es adueñarse de las que se perciben como predominantes. No se puede cambiar la sociedad conforme a las propias, sino que sólo se puede aspirar a ser quien gestione la aplicación de las que las encuestas dicen que son las de la mayoría. Aplicar esta estrategia no es fácil porque hacerlo incluye renegar de aquellas ideas que, aun siendo mayoritarias, generan desprecio entre los que participan de ellas. Pasa con la cadena perpetua. Muchos desean imponerla para castigar determinados delitos, pero no quieren votar a los candidatos que piensan igual.

Dicho gráficamente, no se pone en tela de juicio que la victoria de Rajoy sea buena para el PP, lo que se discute es que sea buena para las ideas que tienen los que votan al PP. Darse el gustazo de ver la calle Génova cuajada de banderas azul celeste puede ser embriagador, pero si luego no se ha de poner tasa al desastre económico e institucional que son las Comunidades Autónomas, se va a correr un tupido velo sobre el 11-M, se va a renegar de la herencia de Aznar, se va a continuar la política de subvenciones para alimentar el clientelismo, se va a practicar el nepotismo como hace el PSOE, se va a defender la vigente ley del aborto que permite practicarlo a los siete meses de gestación, y se va a continuar una política exterior de halago al primo Mohammed ¿para qué quieren esos electores que gane el PP?

Por defender a Rajoy se ha dicho que lo óptimo es enemigo de lo bueno, que lo prioritario es desalojar a Zapatero, que, aunque sea un mal candidato, será un buen presidente y que es el término medio entre Gallardón y Aguirre. Es verdad. ¿Pero es mucho pedir que el presidente del PP defienda las ideas de los que votan al PP? Esta es la cuestión: no se trata de que gane una persona o un partido. Se trata de que venzan unas ideas. Para eso no hace falta que sean mayoritarias, basta que sean buenas y que el encargado de defenderlas, crea en ellas. Las banderas azul celeste, no bastan.

Libertad Digital - Opinión

LA MOVIDA EN EL PSOE. Por Fernando Jáuregui

Algunas voces se levantan en el PSOE contra la estrategia que el partido ha seguido durante la campaña electoral. Las más de esas voces tienen sordina. En todo caso, no son muchas: Zapatero puede haber perdido credibilidad en ese mundo cambiante que es la opinión pública, pero mantiene intacto, o casi, el carisma y el liderazgo entre los suyos. La movida en el PSOE no afecta al jefe máximo, sino a las responsabilidades medias: nadie se atreve a criticar el uso del Falcon por el presidente-secretario general, pero son muchos los que piensan que quizá no debería haberse mezclado el proyecto de reforma de la legislación sobre el aborto, que capitaliza la ministra Aído, con los temas electorales. O que Leire Pajín no debería haberse mostrado tan, tan triunfalista. O que en Madrid y Valencia el mensaje socialista debería haber sido más patente.

Lo cierto es que echo de menos críticas más de fondo procedentes del partido gobernante. Una petición, desde dentro del partido, de cambio de rumbo. Una autocrítica más sistemática. La duda: quizá nos estemos equivocando.

Zapatero, cansado y ojeroso, mantiene el tipo, a base de sostenella y no enmendalla. No así otros, como su vicepresidente Manuel Chaves, que este miércoles aguantó malencarado el aluvión de ataques que se le vino encima en la sesión de control parlamentario al Gobierno. Quizá el ex presidente de la Junta andaluza, que es un hombre honesto y se indigna con facilidad cuando esta cualidad se le cuestiona, se haya convertido en el eslabón más débil de la cadena. Y, sin duda, está maldiciendo ya el día en el que se le ocurrió "dar el salto" a Madrid, plaza difícil donde no todos los diestros, y menos sus cuadrillas, torean como en casa.

Una posible recuperación del timón de mando está, en todo caso, exclusivamente en las manos de Zapatero. Temo que no ha entendido, por lo que hemos visto hasta el momento, el mensaje de las urnas, que reclama cambios, un lenguaje nuevo, ideas más frescas. Todo, menos "más de lo mismo". Dicen que los dioses, cuando quieren perder a alguien, primero lo ciegan; no hay cosa peor que, sabiendo que retienes un caudal de popularidad, equivocarte en la cuantía e importancia de ese caudal. Y ZP, que llegó midiendo bastante bien los tiempos y las intensidades, está empezando a equivocarse, a ensoberbecerse; aún tiene tiempo, me parece, para reparar los boquetes, pero ese tiempo no es mucho.

Periodista Digital - Opinión

LA CORRUPCION MOVILIZO A LA DERECHA EN DEFENSA PROPIA. Por Antonio Casado

No es hablar por hablar. Los datos cantan. Y cantan resultados abrumadoramente favorables a la causa electoral del PP en Valencia y Madrid. Dos puntos negros de corrupción, tal y como fueron señalados por el poder político y mediático del PSOE durante la reciente campaña electoral. Pero los trajes de Camps y los alcaldes de Aguirre no rebajaron en absoluto la facturación electoral del PP. Todo lo contrario. Fue la causa electoral de los acusadores la que perdió por goleada en las urnas madrileñas y valencianas.

A saber. En Madrid la distancia favorable a Esperanza Aguirre aumentó en casi 150.000 votos respecto a las elecciones de hace cinco años. La diferencia, equivalente a 13 puntos porcentuales (la media nacional ha sido de 3,7 puntos) ahora fue de 300.000. Y todo ello en pleno chaparrón de noticias sobre alcaldes y otras criaturas políticas de la propia Esperanza Aguirre en relación con el llamado caso Gürtel.

En cuanto a Valencia, Camps “le hizo un traje a los socialistas”, según titulábamos el lunes pasado en El Confidencial. Como es sabido, el PSOE cayó derrotado por casi 15 puntos de diferencia. Si tenemos en cuenta que el presidente de la Comunidad y líder regional del PP, Francisco Camps, había planteado estos comicios como una valoración de su conducta por parte de los ciudadanos, el dictamen popular no admite dudas. Me refiero al de las urnas, porque el dictamen judicial va por otro camino y aún está abierto. De manera que Camps debería ser más prudente al considerar que los resultados del domingo le exculpan de cualquier reproche penal, ético o político. Eso ya se verá.

Hasta aquí, los hechos. Su análisis y valoración responden a un curioso fenómeno detectado por todos los expertos: el cerco político y mediático de los socialistas contra Camps y Aguirre ha provocado un espectacular cierre de filas entre los votantes del PP. Hasta el punto de disparar incluso las cifras de participación en las dos comunidades. Muy por encima de la media nacional (en torno al 46%). Por ser precisos, el 53,2% en Valencia y el 51,7 en Madrid.

El fenómeno esta siendo mirado con lupa por el estado mayor de Rodríguez Zapatero y los equipos de expertos que se afanan estos días en ultimar un estudio post-electoral de lo ocurrido el 7 de junio. Se abre camino la doctrina Blanco. Consiste, más o menos, en la tendencia de los votantes de la derecha a movilizarse ante los casos de corrupción en sus propias filas, cuando son utilizados políticamente por el adversario de la izquierda. Por el contrario, la tendencia de los votantes de izquierda ante casos de corrupción en sus propias filas, cuando esos casos son utilizados políticamente por el adversario de la derecha, es la desmovilización inspirada en el “todos son iguales”.

Lo cual ha instalado en todos los análisis de la gente de Zapatero la muy seria sospecha de que la estrategia del miedo, advirtiendo contra la derecha corrupta, intolerante y antisocial, en formato doverman, no ha logrado la pretendida movilización de los votantes del PSOE sino, justo al revés, la de los votantes del PP. Es decir, que ante los casos de corrupción de la derecha (Camps, Bárcenas, Panero…), los votantes del PP actuaron en defensa propia, cerraron filas y acudieron a las urnas para romper el cerco. Mientras que ante los casos de la izquierda (Chaves, el Falcon…), los votantes se quedaron en su casa abatidos por el pensamiento de que la corrupción no conoce fronteras entre unas siglas y otras.

el confidencial - Opinión

LA PLANETARIA, A CASA. Por Alfonso Ussía

Zapatero ha felicitado a Leire Pajín por la pésima campaña electoral de su partido. Se quedarán muy pronto sin empleo. Leire Pajín, no Zapatero. Cuando el Presidente del Gobierno no puede hablar en cuatro días por una derrota electoral, felicita y cesa. Lo único interesante que ha dicho Leire Pajín en esta campaña electoral ha sido lo de la coincidencia y unión planetaria de Obama y Zapatero. Un polvo cósmico. Un retambufeo estelar. Bellísima imagen y encantadora figuración, pero poco sugerente para los electores. Los votantes desean un cambio en la política social y económica de Zapatero, no un ósculo planetario con Obama, al que además nadie ha pedido opinión.

Hay que ponerse en la piel de Obama al oír las palabras de su Jefe de gabinete. «Señor Presidente, prepárese para encontrarse planetariamente con Zapatero». Y la profunda depresión. Claro está que no toda la culpa ha sido de Leire. Durante la campaña electoral le han crecido todos los enanos posibles y probables. Sucede que su antecesor, José Blanco, aguantaba a pie firme las peores galernas y les daba vuelta con un simple soplido. Ahora es uno de los ministros mejor valorados del Gobierno, el sucesor de una calamidad nacional, y ha demostrado en los pocos meses que lleva en el cargo una sensibilidad democrática con las autonomías no socialistas, esperanzadora y elogiable. Pero las campañas electorales del PSOE han perdido mucha eficacia con su ausencia. Y a Leire Pajín le viene grande el vestido. Y además del vestido, las chorradas de Bibiana Aído, las subvenciones de Chaves, la escasa convicción de Juan Fernando López Aguilar, y los guiones subvencionados de Ángeles Sinde, la ministra de Cultura. Demasiado para Leire, que es una chica impetuosa y frenética, pero inconsistente. Leire ha contado a su favor con la identificación plena en la campaña del Presidente del Gobierno. A su favor y en su contra, porque fracasadas las elecciones, el Presidente ha dejado de identificarse. «Me la juego», dijo semanas atrás. Y como ha perdido, ya no se acuerda de su intención. Toda la responsabilidad caerá sobre Leire y López Aguilar, que han sido efusivamente felicitados por Zapatero, y por ello, pueden considerarse a medio plazo desencajados del sistema. En el Palacio de La Moncloa y sus amplios jardines, todo son parabienes y cantos de pajarillos. Jilgueros y ruiseñores alegran las sienes de Zapatero. Pero en Ferraz han principiado a oírse los amenazantes gritos de los monos aulladores. Y ahí están la Pajín, el Gómez madrileño y el valenciano que es tan poquita cosa que ni me acuerdo de su apellido, acorralados por los sonidos de la protesta. A la señora Sinde no le llegan los sonidos porque no se entera de nada, y en ese aspecto, hay que reconocerle una sordera inteligente. Leire Pajín sólo puede ser salvada por Obama, pero don Barack no está dispuesto a hacerlo. Y es comprensible. Si no ha salvado a la «General Motors» no tendría justificación ante los americanos que se volcara con Leire Pajín y se uniera planetariamente con Zapatero, que lo más planetario que tiene es haber nacido en Valladolid, y a mucha honra, digo yo. Para el Partido Popular la defenestración de Leire sería desastrosa. Y Blanco ya lo ha intuido. Y Rubalcaba. Es decir, los que piensan. Y los que influyen en el planetario.

La Razón - Opinión

GABILONDO PROGRESA ADECUADAMENTE. Por José García Domínguez

Bachillerato

«¿Cómo terminar con los suspensos masivos en el bachillerato y esos porcentajes de deserción que tanto afean la imagen del Gobierno de España en los foros internacionales? Muy fácil: suprimiendo también de golpe el propio bachillerato.»

Más allá de su retórica afectada, esa mutación desteñida, flácida y cursi de la socialdemocracia continental que encarna Zapatero obedece a la misma lógica perversa que las difuntas burocracias del socialismo real. Así, tampoco él concibe los problemas prácticos como obstáculos que deban ser superados cuanto antes, sino como fuentes inagotables de poder. De ahí que siempre los defina en función de las soluciones políticamente viables, y no al revés.


Consecuente, si el poder soviético se proponía eliminar el mercado negro, la medida a implementar era simple: las empresas dejaban de fabricar los productos que se distribuían en él. Si se trataba de minimizar la tasa de crímenes impunes, ordenaba a jueces y fiscales que triplicaran de inmediato el número de condenados. Si, en fin, era su propósito reducir el volumen de accidentes mortales en los arcenes de las carreteras, cambiaba por ley la definición técnica del sintagma "arcén de carretera", y listos.

El colectivismo light de Zapatero no se desvía ni un milímetro de esa ortodoxia canónica, que exige la contorsión sistemática de la realidad al servicio de un universo virtual poblado de ficciones estadísticas. Es sabido, en todas las clasificaciones de la OCDE sobre logros en educación secundaria España ocupa los últimos lugares junto a Turquía y Brasil. ¿Cómo terminar, pues, con los suspensos masivos en el bachillerato y esos porcentajes de deserción que tanto afean la imagen del Gobierno de España en los foros internacionales? Muy fácil: el fracaso crónico en el bachillerato desaparecería de golpe suprimiendo también de golpe el propio bachillerato.

Dicho y hecho. He ahí el hermano Gabilondo anunciando feliz a los gentiles la buena nueva. Y es que los repetidores de cuatro asignaturas en primero de bachillerato disfrutarán de un año sabático zascandileando por los pasillos de los institutos, el merecido premio a su contrastado esfuerzo escolar. Al fin, ha llegado al BOE la almendra de la pedagogía progresista, a saber, la escuela no constituye una institución al servicio de la sociedad, sino al contrario, la llamada a satisfacer los más íntimos deseos de la escuela ha de ser la sociedad, su humilde servidora.

En fin, la legítima aspiración a que los repetidores puedan examinarse por teléfono parece que todavía no se ha concretado. Mas tengamos paciencia, que todo se andará.

Libertad Digital - Opinión

GAROÑA COMO DILEMA

La decisión sobre el cierre de la central divide al PSOE y al Gobierno sobre el futuro nuclear.

La inminencia de la decisión del Gobierno sobre el futuro de la central de Garoña ha reavivado la siempre abierta discusión sobre la energía nuclear, a lo que han venido a sumarse las declaraciones públicas sobre el asunto del presidente del Gobierno. Dice Rodríguez Zapatero que "procurará mantener el compromiso electoral" que le exige cerrar centrales nucleares a medida que cumplan su periodo de vida útil. El miércoles reiteró a instancias de ICV que el Gobierno sería coherente con sus compromisos programáticos. El permiso de actividad de Garoña expira el 5 de julio y cuenta con un informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), con condiciones de mejora de la seguridad, para que siga abierta durante 10 años más.

No es exacto del todo que el programa electoral socialista exija tajantemente cerrar Garoña. La vida útil de una nuclear es cosa bien distinta de su vida útil de diseño, que en este caso es de 40 años. La vida útil efectiva depende del grado de renovación de las instalaciones, inversiones en seguridad y sustitución de componentes que se hayan aplicado en una planta. Por tanto, es el CSN en primera instancia y después el Gobierno quienes determinan de cuántos años es esa vida útil. El Gobierno se aferraría, pues, a la definición estricta de vida útil si decide cerrar Garoña con el argumento, que tampoco cabe despreciar en una sociedad democrática, de que los representantes políticos "deben cumplir con la palabra dada".

Zapatero y una parte del PSOE apuestan de forma muy decidida por las energías renovables, a veces más allá de los límites que estas tecnologías conllevan. Sin embargo, tiene el presidente buenas razones para respetar la producción nuclear. Es más barata y, a diferencia de la eólica, se gestiona fácilmente en el sistema. Si el Gobierno considera que, por distorsión de la tarifa, sus beneficios recaen exclusivamente en las empresas, puede retirar parte de los ingresos para otros proyectos, como seguridad o investigación en renovables.

El presidente sabe que su credibilidad va a ser juzgada por una decisión controvertida que va más allá de simplemente leer y validar el informe del CSN. Con casi toda la oposición en contra, su propio partido dividido sobre la cuestión y los alcaldes de la zona en abierta rebelión contra el cierre, es evidente que Rodríguez Zapatero se enfrenta a un dilema complicado.

El País - Editorial

LAS URNAS SILENCIOSAS. Por Cristina Losada

Europeas

«Hay, desde luego, una lógica en esta ilógica. La lógica de la ocultación de la derrota. Los socialistas optan por declarar mudas a las urnas que no les han sido propicias.»


Hubo tiempos en que las urnas se rompían, se robaban o se cambiaban, y todo ello para evitar que hablaran. Pero aquellas prácticas, además de ilegales, eran por completo absurdas según comprendemos ahora con retraso. Innecesarias. Pues de acuerdo a la doctrina más reciente del partido gobernante en España, las urnas son silenciosas por naturaleza. Nada dicen, todo callan. Herméticas son las papeletas que en ellas se acumulan. Su mensaje es misterioso más allá de la fruslería de los resultados y, por tanto, nadie debe entregarse a interpretar algo que, en esencia, resulta inaccesible al entendimiento humano.


Con anterioridad a que los electores se pronuncien sí es lícito, sin embargo, realizar interpretaciones. Así, José Blanco, en el momento en que votaba en la ciudad de Lugo, proclamó que las europeas eran, en realidad, un referéndum sobre Rajoy. Un ser racional diría entonces que mutatis mutandis también constituían un plebiscito para Zapatero. Pero no. Erraría. Y la razón es simple: de domingo a lunes el significado de unas elecciones cambia. Aquello que el 7 de junio era un pronunciamiento trascendental sobre el líder del PP, se transforma un día después, según el mismo psoeciólogo, en una elección de eurodiputados irrelevante.

Nos jugábamos la suerte del planeta entre los malvados neocon y las angelicales fuerzas progresistas, pero el feliz propietario de un ático en Villa PSOE ha dicho que "no se pueden sacar consecuencias ni extrapolar resultados". Ante todo, no saquemos consecuencias. De extrapolar ya se encarga el propio Blanco. Ha anunciado que con una participación similar a las generales del 2008, el recuento del 7-J arroja un triunfo para su partido. ¿Es eso extrapolación? De ningún modo. Y no se busque rigor ni coherencia. Ya sentenció en su día Zapatero que "en política no hay ideas lógicas". De ahí que el presidente pueda afirmar que los ciudadanos saben muy bien lo que votan y, a la vez, considerar de todo punto imposible conocer sus intenciones. Por pudor, dice.

Hay, desde luego, una lógica en esta ilógica. La lógica de la ocultación de la derrota. Los socialistas optan por declarar mudas a las urnas que no les han sido propicias. Mientras del lado de los triunfadores, del PP, se incurre en el exceso contrario. En su caso, las urnas son tan parlanchinas que han ratificado nada menos que la estrategia de su Congreso de Valencia. Ver para creer. Y viceversa.

Libertad Digital - Opinión

QUIEN CON NIÑOS SE ACUESTA... Por José María Carrascal

DEN ustedes un juguete simple a un niño, una pelota, una muñeca, y lo pasaran bomba, durándoles una eternidad. Denles, en cambio, uno sofisticado y no sabrán qué hacer. Se pondrán a mirarle las tripas y antes de darse cuenta, lo habrán dejado inservible.

Es lo que le está ocurriendo a Zapatero con sus ministros y ministras adolescentes -me refiero a su madurez política-, que le están y nos están dando unos sustos de infarto. Ya vieron ustedes lo que ocurrió con Bermejo en Justicia. Un poco más, y saca de la cárcel a todos los presos y nos mete a los demás en ella. Con las mujeres, por aquello de que se presenta como feminista, tiene más paciencia, pero al final no le queda otro remedio que despacharlas, antes de que le despachen a él, como sucedió con Magdalena Álvarez. Dios coja confesados a los del Parlamento europeo, sobre todo a sus intérpretes, pues esta mujer es capaz de volver locos a todos. Entre las de la última hornada, Bibiana Aído se lleva la palma, aunque Leire Pajín, no ministra pero algo parecido, le disputa el primer puesto de meteduras de pata cada vez que abre la boca. Veremos cuál de ellas se lleva el premio y es la primera en salir por la puerta trasera o delantera.

Si no se les adelanta Carme Chacón, que venía figurando entre las más valoradas del gabinete e incluso llegó a hablarse de ella como potencial sucesora del presidente. Pero que todo era una operación de imagen, hábilmente combinada en los telediarios con su «estado de buena esperanza» y la disciplina de los militares, acostumbrados a obedecer sin rechistar, lo estamos viendo desde que la ministra se lo creyó, abrió la boca y empezó a desbarrar por su cuenta. El inicio fue aquel anuncio de retirada de nuestras tropas de Kosovo, salvada por la diplomacia y la buena voluntad de nuestros aliados. Desde entonces, no ha hecho más que equivocarse y enfrentarse incluso con sus colegas de gabinete -como en el caso de la gripe A en el cuartel de Hoyo de Manzanares-, hasta la última, por ahora, de los espías israelíes detenidos en el Líbano, que quiere despachar con un «malentendido», cuando el malentendido es enviar tropas en «misiones de paz» a zonas en guerra.

Dos son las agravantes de la señora Chacón. La primera, que muy en el estilo de su jefe, no admitirá nunca que se ha equivocado, con lo que sólo aumenta su error en vez de mitigarlo. La segunda, que todavía no se ha dado cuenta de que en el Ministerio de Defensa no puede actuarse como en el de Vivienda o de Fomento, donde las pifias se quedan en casa y pueden taparse. Esta mujer empieza a ser un peligro para Zapatero. Es lo que suele ocurrir cuando se da responsabilidad a gentes no preparadas. Aunque ¿qué mejor ejemplo que el suyo?

ABC - Opinión

TRES ERRORES CONTUMACES. Por Fernando Fernández

LAS elecciones europeas han cambiado muchas cosas en este país, pero otras permanecen inalteradas, impasibles al paso del tiempo y a la acumulación de evidencias contrarias. Un ejemplo de estas últimas son tres falacias instaladas en la opinión pública cual verdad revelada.

La primera es que los electores europeos han premiado a los neocons, autores y responsables intelectuales de la crisis financiera. Esta aparente paradoja es la pregunta del millón en círculos socialistas. El problema es que es falsa, si por autores intelectuales se quiere identificar a los políticos que pusieron en marcha el proceso de liberalización financiera que dicen está en el origen del descalabro. Es falsa porque fueron Larry Summers como secretario del Tesoro y Bill Clinton como presidente los que aprobaron la legislación liberalizadora en Estados Unidos y Gordon Brown y Toni Blair en Gran Bretaña. Ninguno de ellos, que yo sepa, eran neocons. Y es falsa porque la crisis no nace de la liberalización sino del crecimiento excesivo del crédito consentido por las autoridades monetarias.


La segunda falacia es que los electores castigan en tiempos de crisis a los gobiernos de turno. No ha sido nunca verdad, no hay ninguna correlación estadística entre ambos hechos. Y no ha sido verdad esta vez. Hay gobiernos que han salido fortalecidos de la crisis, como el francés o el alemán, y otros castigados como el inglés o el español. La explicación de su derrota hay que buscarla pues en otra parte, lo que complica el análisis y obliga a apearse de los clichés. Espero por su bien que la ejecutiva socialista española no haya comprado este argumento y que se limiten a repetirlo en público por si cuela. Por su bien y el de todos los españoles, porque si se lo creen de verdad y continúan las mismas políticas esto será un desastre económico y social. Pero me temo que todo apunta a ello, pues como dice un amigo mío, parece que a la ocultación sistemática de la crisis le ha sucedido una conjura de optimismo sobre la inmediata recuperación que sirve de excusa para la inacción.

La tercera falacia afirma sin pestañear que Rajoy ha ganado por los pelos y que su liderazgo es débil e incapaz de derrotar al presidente Zapatero. Sobre lo segundo no opino porque es una cuestión subjetiva, pero lo primero es rotundamente falso. El PP ha obtenido el mejor resultado histórico en unas elecciones europeas, el 42 por ciento de los votos emitidos, con una participación típica de este tipo de convocatorias. Pienso que el centroderecha español está a punto de repetir el error de UCD, pensar que se pueden ganar las elecciones desde una posición nítidamente de derechas. Por eso fue defenestrado Suárez y por eso no dejan consolidarse a Rajoy como alternativa. Por eso y porque hay poderosos intereses mediáticos empeñados en conseguirlo. Lo sabe muy bien el partido socialista e impone una agenda política que busca no tanto desviar la atención de los temas relevantes como enfrentar a los populares con los temas sociales, éticos y de costumbres que pueden hacer estallar las costuras de una amplia coalición de conservadores, liberales y democristianos como ha de ser todo partido que aspire a ganar el espacio de centroderecha. Consolidar esa amalgama es la primera responsabilidad de todo aquel que aspire a gobernar España desde una óptica no socialista. Una obligación que no está reñida con la necesidad de presentar propuestas claras y firmes sobre temas concretos. Ya ha pasado el tiempo del relato narrativo de la crisis y el desgobierno Zapatero y se impone el de las reformas coherentes, serias y trabajadas. Hace falta integrar equipos, buscar consensos, fijar un mínimo común denominador. Una actitud que está reñida con posiciones de principios en todos y cada uno de los temas. Hay que elegir bien los espacios de confrontación directa con el poder socialista y también los espacios de colaboración leal. He escrito varias veces que en este país sobran predicadores y faltan gestores. Sobre todo en política.

ABC - Opinión

EL CASO GAROÑA. Por Mikel Buesa

Nuclear

«Dado que la energía nuclear es una alternativa razonable para afrontar los problemas de este sector en España, no se entiende el empeño del presidente del Gobierno en cerrar Garoña.»

El sector energético en España afronta, desde hace ya demasiado tiempo, tres problemas que parecen no querer encontrar solución en la política del Gobierno. El primero se refiere a la alta dependencia que tenemos del exterior para el suministro de energía primaria, con la consiguiente vulnerabilidad a la que está sometida, por ello, nuestra economía. El lector se hará fácilmente una idea de esto si tiene en cuenta que el 80 por 100 de nuestro suministro energético proviene de otros países –cuando en el promedio europeo esa ratio es de sólo el 50 por 100– y que esos países son, en su mayor parte, políticamente inestables.

El segundo problema es el del alto coste al que se produce la energía eléctrica, con la inevitable consecuencia de unas tarifas demasiado elevadas que repercuten negativamente sobre las empresas al incrementar sus costes de producción de bienes y servicios. Así, en uso doméstico los precios más frecuentes son en España alrededor de un 25 por 100 superiores al promedio de los veintisiete países de la Unión Europea; y en uso industrial superan ese promedio en aproximadamente el siete por ciento. Naturalmente, este problema se gesta en una estructura de la producción en la que las centrales de menores costes –las nucleares y las de ciclo combinado– apenas suman el 30 por 100 de la potencia instalada, y las de mayores costes –basadas en energías renovables–, cuya cuota de mercado va en aumento, superan la cuarta parte del total. El resto se lo reparten las térmicas de carbón o de fuel y algunas otras instalaciones de coste intermedio –que, sin embargo, producen la energía un 70 por 100 más cara que las primeras.

Y el tercero alude a la cuestión de las emisiones de CO2 a la atmósfera. El compromiso de España con respecto al Protocolo de Kyoto fue que, en 2010, esas emisiones no serían superiores al 15 por 100 de las contabilizadas en 1990. Sin embargo, a finales del año pasado el incumplimiento de ese compromiso era manifiesto, pues los gases arrojados a la atmósfera superaban en más de un 50 por 100 los del año tomado como base para el cálculo. Y el principal sector responsable de tal situación era el energético.

Pues bien, estos tres problemas encuentran una parte de su solución en la producción de energía eléctrica a partir de la fisión nuclear. Aunque ésta requiere el suministro exterior de uranio enriquecido, el valor de las importaciones, de unos 300 millones de euros al año, sólo supone la centésima parte del correspondiente a las de petróleo. Por ello, su capacidad potencial de contribuir a la reducción de la dependencia energética es muy elevada. Además, en lo referente a los costes, se puede señalar que éstos son los más reducidos de entre todas las tecnologías de producción de electricidad: 36 euros por megavatio-hora frente a los 45 de las centrales hidráulicas, los 52 de las térmicas de carbón, los 60 de las que queman gas, los 84 de las eólicas o los 430 de las fotovoltaicas. A lo que se añade un funcionamiento superior a las 8.000 horas al año, nivel no superado por ninguna otra de las alternativas posibles, lo que hace que el suministro sea no sólo barato sino además continuado al lo largo del tiempo. Y, por último, no hay en esta forma de energía emisiones de gases de efecto invernadero, lo que, por cierto, también ocurre en el caso de las renovables.

Si la energía nuclear es una alternativa razonable para afrontar los problemas de este sector en España, no se entiende el empeño del presidente del Gobierno en cerrar Garoña, sobre todo una vez que el Consejo de Seguridad Nuclear ha certificado la viabilidad técnica de su continuidad. Su argumento de que se trata de una central pequeña es literalmente ridículo, pues por el mismo motivo habría que cerrar numerosas instalaciones eólicas o hidráulicas. Su otro argumento, referente al programa electoral del PSOE, implica hacer de éste una especie de contrato con los electores. Pero si tal interpretación prevaleciera, ¿no habría que exigirle coherencia con las restantes partes de ese programa? Por ello, más bien creo que Zapatero ha encontrado un tema con el que deslizarse por la senda demagógica que le es tan grata y que, en otras ocasiones, le ha dado réditos. Pero no olvidemos que lo que ahora, con el caso de Garoña, se juega no es el rendimiento electoral de un Gobierno que va a la deriva, sino más bien la capacidad que, en lo inmediato y en el futuro, pueda tener el país para enderezar sus problemas energéticos y, con ello, contribuir a reforzar su economía y su capacidad para salir de la crisis con los menores estragos posibles.

Libertad Digital - Opinión

RISUEÑO SIN CAUSA. Por M. Martín Ferrand

ACAPONADA la esperanza de un cambio redentor de los muchos errores, prejuicios y rencores que conforman el «programa» de José Luis Rodríguez Zapatero, risueño sin causa, volvemos al fatalismo que, hasta donde alcanza la memoria, configura la vida política española. Para explicar el fenómeno la sabiduría popular, últimamente baja de productividad, tiene acuñada una fórmula rotunda: «Otro vendrá que bueno te hará». A corto plazo hay poco que esperar porque el omnímodo y mal acompañado presidente del Gobierno, con tres años por delante, ni siquiera tiene conciencia de la naturaleza y hondura del problema que nos acosa. Sigue atribuyéndoselo a la crisis global y al empedrado. No advierte que es él mismo -sus prejuicios energéticos, sus complejos sociales, su obsesión electorera y su falta de un proyecto político- la razón determinante de nuestros males.

Felipe González, al que según el fatum establecido ha hecho bueno Zapatero, ha salido de su letargo y, quizás viéndose presidente de la UE si terminan por cuajar los supuestos de Lisboa, colea de nuevo. Lanza al aire buenos consejos basados en la experiencia y, de vez en cuando, con la distancia que adornan las canas, le arrea un palmetazo a su poco aventajado alumno socialista, demoledor secretario general del PSOE y lamentable presidente del Gobierno. A González, como a cualquiera que sepa de lo que habla, le inquieta que los planes para combatir la crisis que maneja el Gobierno «no sean claros» y apunta los muchos riesgos que conlleva la obsesión de Zapatero de asirse a los agentes sociales para no caerse.

Cuando el que viene es de color y militancia distintos del que se tiene que ir, se hace difícil la comparación. José María Aznar no podía hacer ni bueno ni malo a González porque ambos encarnan dos opciones políticas y económicas muy diferenciadas. Rajoy todavía no es el que vendrá y de ahí que el contraste de Zapatero nos lo proporcione su predecesor socialista y no su sucesor. Lo que el sevillano ha dicho de la central nuclear de Garoña y su escéptica valoración de las energías alternativas que, sin reparar en gastos y viabilidades, tanto entusiasman a los verdes, demuestra que el sentido común puede, y debe, ser previo a cualquier postura partidista. Pero, ¿cómo se le puede explicar algo así a quien no tiene mayores fundamentos en el magín que los acuñados por la progresía rampante?

ABC - Opinión

PAJIN, LA EMPERATRIZ DESNUDA

«Ese enfoque de manipulación refinado que les permitía engañar a los votantes sin que se dieran cuenta y que tan bien sabían manejar Blanco y González es lo que Pajín ha convertido en grosera, descarada y primeriza manipulación.»

Tras casi una década dirigiendo con bastante éxito las campañas electorales de los socialistas, José Blanco fue ascendido el pasado mes de abril al Ministerio de Fomento. Con la operación se sacrificaba a una incómoda pieza dentro del Gobierno, Magdalena Álvarez, y se conferían nuevas responsabilidades dentro del partido a uno de esos extraños fenómenos que produce la sociedad española caracterizados por no haber hecho otra cosa en su vida que estar en política, Leire Pajín.


La propia Pajín, que se afilió al PSOE a la tierna edad de los 15 años manteniéndose fiel al culto izquierdista que ya profesaban sus también políticos padres, no mostró un gran entusiasmo con su asunción de nuevas competencias dentro de la gran familia socialista. Tal vez consciente de sus limitaciones, se consideró la "gran perjudicada" por la promoción de Blanco, especialmente de cara a las elecciones europeas. Aún así, prometió "salir a por todas" en los comicios del 7 de junio y confió en contar con la inspiración y el apoyo de Blanco desde el Gobierno.

Sin embargo, la política –por muy cálida y familiar que quieran caracterizarla– es un mundo cruel donde las falsas sonrisas del éxito se convierten en cuchilladas traperas ante el más mínimo tropiezo. Apenas dos meses después de que comenzara a coordinar las campañas del PSOE y tras cosechar ya su primer fracaso electoral, el ahora ministro de Fomento no dudó en lanzarse al cuello de Pajín y sugerir que, como si de un peón sacrificable más se tratara, no seguirá en su cargo en 2012; no sea que la alicantina logre el milagro de elevar al anodino Rajoy a La Moncloa.

Y, desde luego, no es de extrañar que Blanco ya esté pensando en dar un giro a la estrategia cada vez más radicalizada del PSOE que, por primera vez en muchos años, no ha logrado seguir creciendo a costa del granero de votantes comunistas y nacionalistas. Puede ser que los socialistas hayan llegado a su límite expansivo por la izquierda o puede ser que, esta vez, en estas circunstancias y con Pajín al frente, no hayan conseguido empaquetar correctamente su mensaje sectario y vacío como para llegar al ciudadano.

Es cierto que el PSOE nunca se ha caracterizado por tener un programa electoral realista y que redunde en beneficio de los ciudadanos; pero el arte de la política consiste precisamente en engañar y manipular al vulgo para que haga lo que el partido quiere que haga. Y en esto es precisamente en lo que ha fracasado Pajín: ha creído que bastaba con dar un giro de tuerca en el discurso izquierdista del PSOE para que la sociedad española se sumara entusiasta a su proyecto. Pero no, no vale cualquier propaganda para medrar en política; y una propaganda que un día carga con inquina contra el neoliberalismo y el otro predica como redención encuentros planetarios entre ZP y Obama, más que construir un mensaje creíble para el emperador sólo hace que recordar a los ciudadanos que, en realidad, se encuentra completamente desnudo.

No en vano, uno de los engatusadores profesionales más importantes de nuestro país, Felipe González, no ha tardado en afearle la conducta a Pajín reprochándole que su campaña estaba mal enfocada. Ese enfoque de manipulación refinado que les permitía engañar a los votantes sin que se dieran cuenta y que tan bien sabían manejar Blanco y González para encumbrar y mantener al PSOE en el poder es lo que Pajín ha convertido en grosera, descarada y primeriza manipulación. Si en tiempos normales hubiese costado digerir semejante mensaje, en época de crisis ha resultado inaceptable.

Puede que sea una cuestión de inexperiencia –aunque Pajín lleva casi 20 años en política– pero desde luego el PSOE no puede permitirse estas novatadas si quiere conservar el Gobierno. Ni siquiera ante el PP surgido del Congreso de Valencia.

Libertad Digital - Editorial

FIASCO EN DIRECTO

EL Ministerio de Defensa no puede permitirse más tropiezos en su política de comunicación porque sus consecuencias afectan al crédito y la imagen de nuestras Fuerzas Armadas en las misiones internacionales. El episodio de Kosovo no ha servido de lección. Esta vez, el turno ha sido para la misión en el Líbano y el marco del nuevo fiasco, una videoconferencia en la que los mandos del destacamento español iban a dar el parte de novedades a sus superiores, incluida la ministra de Defensa, Carme Chacón. El problema es que los medios de comunicación estaban invitados al acto y pudieron conocer en directo cómo el general José María Prieto daba a entender que las tropas españolas estaban participando en la detención de una célula de espías israelíes infiltrados en la zona asignada a nuestro contingente. Semejante información tenía que haber quedado a cubierto con los elementales principios de la reserva y confidencialidad que deben regir las comunicaciones militares, pero una mala preparación del acto con la prensa reventó estas cautelas. Si nadie advirtió al general Prieto de que iban a estar presentes los medios, malo. Si nadie recabó el conocimiento previo de las informaciones que iba a suministrar este mando, peor. Si alguien conoció previamente estas informaciones y no reparó en su trascendencia, más grave aún.

La puesta en escena de este acto es preocupante en la medida en que antepone el interés mediático del Ministerio de Defensa al tratamiento responsable de un parte de novedades procedente de una zona conflictiva, donde fueron asesinados seis soldados españoles y donde menos conviene que nuestras tropas tengan la mala publicidad de estas confusiones. La posterior rectificación forzosa enviada por el general Prieto no aminora la gravedad de lo sucedido, bien porque se trata de un gesto in extremis para salvar la cara del Ministerio de Defensa, bien porque conlleva la desautorización de un alto mando militar. En general, suelen ser más fiables las manifestaciones iniciales, por su espontaneidad, y hechas con la sinceridad que corresponde a un trámite tan importante en el ámbito castrense como es el parte de novedades. No parece que sea una buena aportación a la misión española la revelación de que existe una operación contra espías israelíes, con participación o sin ella de nuestras tropas. Aunque si ha sido con participación de militares españoles, habría que preguntarse si para esto está el destacamento español y si así se genera confianza en los bandos enfrentados en el Líbano.

Empieza a ser urgente una reflexión en el Ministerio de Defensa -además de la encomiable petición de disculpas de Carme Chacón- sobre estos episodios de publicidad informativa sin control político ni valoración de sus consecuencias. Un ministerio de esta importancia no debe confundir sus prioridades. No es una factoría de propaganda para el Gobierno, sino el gestor de la política de seguridad colectiva de España con sus aliados y con Naciones Unidas. Aunque estuviera animada, y no hay por qué dudarlo, por la mejor de las intenciones de transparencia e información, el fiasco de la videoconferencia con el Líbano debe ser el último. Por encima de la política de escaparate está el respeto a la misión de las tropas españolas y a la imagen de nuestro país en el exterior.

ABC - Editorial

Electric Light Orchestra - Rock 'N' Roll Is King