viernes, 17 de julio de 2009

El chantaje de las fobias. Por Carlos Herrera

ESTOY del cuento de las fobias hasta donde yo te diga. Usted se llama Pepe, pongamos, yo emito una consideración crítica hacia su forma de guiarse en un determinado aspecto, usted se cabrea y me suelta que lo que yo padezco es, básicamente, «Pepefobia». Algo parecido ocurre cuando discrepas abiertamente del criterio de un musulmán integrista, de un sionista o de un nacionalista. Si usted es abiertamente contrario a la utilización de la religión islámica por parte de aquellos que lo hacen para masacrar a no musulmanes y a otros musulmanes, para censurar a los que en nombre del Islam enarbolan cruzadas cotidianas contra las mujeres o los homosexuales, usted tiene todas las papeletas de convertirse en un claro ejemplo de «Islamofobia», eso que algunos timoratos dan en llamar «miedo irracional al Islam». Si usted, desde el reconocimiento por el derecho a existir del Estado de Israel y el aprecio sincero por su peripecia histórica, discrepa de algunas estrategias adoptadas por algunos gobiernos judíos en relación con su difícil -y a veces injustificable- vecindad, pasará a ser, con toda probabilidad un «antisemita» colindante con los nazis. Si a usted se le ocurre competir de igual a igual con un ciudadano de una «raza» de dimensiones demográficas menores que la suya y aplica todo su empeño en vencer en una disputa, una pendencia o una simple discusión, no pasarán más de unos segundos en que algunos lerdos le califiquen de «racista». Y ya no hablemos si a usted se le ocurre discrepar de los argumentos viscerales -básicamente intestinales- de cualquiera de los nacionalismos que pastorean por España. Entonces está usted perdido porque no habrán de pasar más de unos minutos para que alguien le acuse de «Catalanofobia» o «Vascofobia».

Remitámonos a los hechos: el gobierno de esto nuestro que dicen es un Estado, ha diseñado un reparto de dinero conocido como «Financiación de las Comunidades Autónomas» mediante el cual los diferentes gobiernos pueden hacer frente a sus obligaciones, a sus pagos, a sus deudas y, en suma, a las labores que les están transferidas. Cataluña, que ha visto sensiblemente aumentada su población y que arrastra un significativo déficit fiscal desde años atrás, ha sido en consecuencia generosamente tratada por el Gobierno Central en función de necesidades reales, que nadie en su pleno juicio puede negar, y en función, también, de estrategias partidistas referidas a la estabilidad parlamentaria: yo te doy más dinero para que te lo gastes y tú no me tocas las narices. El agravio comparativo con otras comunidades de menor peso electoral es notorio, pero, en cualquier caso, merecedor de un debate serio exento de calentones primarios. Cuando se han elevado protestas por lo que se considera un trato desigual -se tenga o no razón- no han pasado ni diez horas en las que se maneje el término «Catalanofobia», que es un argumento babosamente elemental y profundamente injusto.

Aquí nadie señala a los catalanes en su conjunto, o a los andaluces en el suyo, como sujetos activos de expolio alguno. Aquí se señala o se discrepa de una clase política experta en incendiar pajares que soliviantan relaciones comunitarias con políticas irresponsables. Que el argumento de catalanofobia, además, haya salido de la boca de un expresidente andaluz hace aún más cómico el esperpento. Ninguno de estos pavos -empezando por el vicepresidente mentado- han dicho ni una palabra por los gestos de «Españofobia» oficial y publicada que se vive en algunas regiones españolas, lo cual lleva a intuir que esa es la única fobia políticamente correcta, patéticamente progresista y, por lo tanto, aceptable en el tanteo. Si te acusan de algunas de las otras fobias mentadas más arriba, corres el peligro de ser excomulgado por los sumos sacerdotes de la gilipollez patria, pero si tu rechazo es a la España que alimenta tantas pasiones y tantas iras, tú eres un elemento distinguido con un aura de revolucionario indomable. En esto de las fobias consiste el nuevo chantaje a la sociedad. Valientes majaderos.

ABC - Opinión

Cataluña no paga traidores. Por Emilio Campmany

«En eso está Rajoy, en ver el modo de no ser acusado de catalonofobia, con tanto esfuerzo como escaso éxito. Ya se ve que no se trataba de que el PP tuviera una sola voz en el Consejo, pues al final no la tuvo, sino de que no hubiera un solo "no"»

Una de las más sorprendentes paradojas de nuestro sistema democrático es que el electorado castiga con inclemencia a todo partido que tolere la democracia interna. Atrae, gusta el partido monolítico, de férreas opiniones impuestas desde arriba. Repele, incomoda el partido abierto que fomenta el debate interno. Se castiga la disidencia, se premia la sumisión. Por eso, se entiende muy bien que los líderes de los dos partidos mayoritarios se esfuercen por lograr la unanimidad en el voto de todos sus correligionarios. Al final, importa más votar lo mismo que votar con acierto.


Éste podría ser un buen argumento para defender el que Rajoy haya impuesto la abstención a las comunidades gobernadas por el PP en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que aprobó el nuevo sistema de financiación. Sin embargo, hay hechos que desdicen que fuera la voluntad de hablar con una sola voz lo que motivó la imposición a las comunidades que querían votar "no". Si hubiera sido el deseo unificador lo que motivó la llamada a rebato se habría hecho un esfuerzo para que Coalición Canaria aceptara abstenerse junto con el PP en representación de las islas, donde ambos partidos gobiernan en coalición. Pero, sobre todo, jamás se hubiera permitido que Ceuta, gobernada sin estorbos por el PP, votara que "sí" al acuerdo. Y menos cuando lo ha hecho por un mísero millón y medio de euros, que apenas da para comprarle una casa a Bárcenas.

Por lo tanto, los motivos de Rajoy tuvieron que ser otros. No se trató de dar una imagen de unidad, sino de impedir que nadie del PP votara que "no" a un acuerdo que beneficia esencialmente a Cataluña. Es fácil imaginar al mago Arriola, entre los vapores espesos de sus probetas y alambiques, iluminado el rostro tan sólo por el fuego de un hogar en el que se cuece con sonoros borbollones una pegajosa pócima, decirle a Rajoy: "Príncipe impaciente, has de saber que la victoria se te negará mientras no seas capaz de ganar en Cataluña. De nada servirá apoderarte de la razón del resto de los españoles mientras sigan dándote la espalda los corazones de los catalanes".

Y en eso está Rajoy, en ver el modo de no ser acusado de catalonofobia, con tanto esfuerzo como escaso éxito. Ya se ve que no se trataba de que el PP tuviera una sola voz en el Consejo, pues al final no la tuvo, sino de que no hubiera un solo "no" para poder decir en Cataluña que él es tan catalanista como Zapatero. Fracasará. Ganará o no en 2012, pero, si lo hace, no será con los votos de los catalanes. Cataluña no paga a traidores.

Encima, para que su postura quede clara, explica que su partido votará "no" donde realmente debe hacerlo, en las Cortes. Y ¿por qué es allí dónde debe hacerlo? Será porque es allí donde es seguro que perderá. Y ¿no es más coherente respecto de una misma cosa votar en todos los sitios lo mismo?

Del trance, tampoco ha salido muy airoso Antonio Beteta, que es tanto como decir Esperanza Aguirre. Después de decir que el sistema es "malo, perjudicial para España y atenta contra principios constitucionales", excusa su abstención con una orden del partido. No me explico como alguien puede dormir tranquilo tras haberse abstenido en una votación convencido de que lo que se votaba era perjudicial para España. Decía Andreotti de la política española que "manca finezza". Lo que "manca" es decoro.

Libertad Digital - Opinión

El silencio de las ideas. Por M. Martín Ferrand

CUENTA William Goldman, novelista fecundo y guionista de películas tan notables como Dos hombres y un destino, que en sus tiempos de escritor asalariado en Hollywood debía presentarse a las nueve de la mañana en su despacho y no dejar de teclear una vieja Underwood hata las cinco de la tarde. El mítico Samuel Goldwyn, su patrono, vigilaba por los pasillos para escuchar la dedicación de los escritores contratados. Imagino que si Mariano Rajoy siguiera en el PP el mismo método de control de la productividad de las personas de su confianza -en el supuesto que tenga alguna-, recorrería las oficinas de la calle Génova sin escuchar un solo pensamiento. Cabe temer, a la vista de los resultados, que el gran partido del centro derecha español ha sustituido las neuronas por burladeros para que todos puedan ponerse a cubierto de las embestidas de los demás.

Así, en ausencia de manifestaciones inteligentes, sin más partituras que las que le prepara Pedro Arriola, Rajoy trata de interpretar una sinfonía que, probablemente, quedará inacabada. Ha conseguido expresarse mejor con los silencios que con sus palabras, y cuando habla más le valdría permanecer callado. No hay nada mejor cuando no se tiene nada que decir. Después de un par de meses de silencio, ha dicho, y así lo recogen en grandes titulares buena parte de los diarios nacionales: «No acepto chantajes ni presiones; no me dejo chantajear». Es muy posible que en los anales de nuestra partitocracia nadie, ni Magdalena Álvarez, haya dicho nada tan hueco y nocivo para su autor.

Antonio (González) Calderón, el mejor escritor de la radio española, nos decía a sus aprendices cuando redactábamos una gran membrillada: «Mírala del revés». Es la prueba del nueve de la aritmética redacccional. Lo de Rajoy, visto del revés, no tiene pase. ¡Acepto chantajes y me dejo presionar! La reversión de un concepto sirve para llegar al fondo de su nadería y ésta es máxima. Total. No creo que nadie, ni José Luis Rodríguez Zapatero o Esperanza Aguirre, sospeche que Rajoy es facilón para los chantajes. Es como si apareciera en público y, tras un breve carraspeo, nos dijera con voz campanuda: Yo me ducho todos los días. Y ¿qué? Escuchar el tecleo de las máquinas de escribir no acredita producción o talento. Goldwyn debió contratar mecanógrafas y Rajoy, puesto en arcángel, lo que necesita es un coro de voces blancas.

RABC - Opinión

Defensa de las autonomías. Por Cristina Losada

«Basta imaginar a un Gobierno central omnímodo, a uno del estilo del que ahora disfrutamos, imponiendo al pie de la letra todos sus caprichos hasta en el último rincón del territorio, para apreciar que un grado de autonomía tiene sus ventajas.»

No es el mejor momento para salir en defensa del sistema autonómico, de ahí que resulte el más adecuado. Justo cuando la gresca de la financiación hace aparecer a las comunidades como piratas rivales en salvaje lucha por el botín. Y el reparto dispuesto por el capitán Zeta en oscuras transacciones expide el tufo del privilegio y la injusticia perpetrados a golpe de interés electoral. Las autonomías se retan a duelo y cruzan los sables, mientras el causante de la pelea huye de la escena y deja a un repetidor de consignas la tarea de azuzarla con vertidos demagógicos letales para la convivencia. Con amigos así el Estado de las autonomías no necesita enemigos.


A lo que iba: el régimen autonómico ha perdido defensores y ganado críticos. Razones hay. Las autonomías hechas feudos y taifas donde toda corrupción económica y política puede tener y tiene asiento. El poder incontrolado e incontrolable, las comisiones, las subvenciones, el nepotismo, el despilfarro, el atropello de derechos civiles, el adoctrinamiento, el secesionismo. Lógico que ante ese repulsivo panorama haya quienes interpreten tales abusos como resultado de un error sistémico. Si nos dejáramos de autonomías, dicen, mejor nos iría. Y más barato. Y desaparecería el campamento base del nacionalismo, aquel desde el que desafía y vampiriza al Estado.

Pero conviene echar un vistazo al revés de la trama. Basta imaginar a un Gobierno central omnímodo, a uno del estilo del que ahora disfrutamos, imponiendo al pie de la letra todos sus caprichos hasta en el último rincón del territorio, para apreciar que un grado de autonomía tiene sus ventajas. Unas ventajas que valoraron en su día los liberales clásicos al observar el sistema federal, que no es el nuestro, pero se asemeja. Lord Acton lo consideraba "la más eficaz y la más congénita de todas las regulaciones de la democracia" por su capacidad para limitar y restringir el poder. Y Hayek explicaba cómo "la división de poderes entre distintas autoridades disminuye el poder de quienquiera que lo ejerza".

Esa es la teoría, alegarán los críticos, pero luego viene la práctica. Y en España la práctica se distorsiona, sobre todo, por el juego tramposo del nacionalismo, su sobrerrepresentación en las instituciones y la dependencia resultante. Entre su labor de zapa y la labor de Zeta la descentralización se desprestigia. Pero apuntarán mal los dardos si el rechazo a los excesos de las autonomías se transforma en repudio del sistema de las autonomías. Viene a ser como imputar a la democracia las tropelías de gobiernos democráticamente elegidos. O a la política los desmanes de los políticos.

Libertad Digital - Opinión

Agravio y comodidad. Por Ignacio Camacho

ZAPATERO ha vuelto a cambiar la Constitución de tapadillo. O más bien a desobecerla, a desaplicarla, a retorcerla. Lo hizo primero con el Estatuto de Cataluña y con la ola de reformas estatutarias que se derivaron de él, y ahora lo hace de nuevo con el modelo de financiación autonómica, que tritura de facto el Título VIII de la Carta Magna al abolir el sistema de solidaridad interterritorial. Los estatutos se aprobaron como leyes orgánicas, por mayoría simple bien lejana del consenso constitucional, pero el nuevo marco financiero ni siquiera ha pasado por el Congreso de los Diputados, sino que queda establecido en un consejillo de representantes de las propias comunidades autónomas. Un grupo de dirigentes taifales ha convertido el texto angular de la democracia en un papel mojado. Tinta que ha de borrar el agua, como escribió Alberti.

La Constitución del 78 estableció un mecanismo solidario entre regiones que ha quedado pulverizado por este pacto tan vergonzante que el Gobierno no se atreve a desvelar en sus cifras concretas. En cuatro años, las comunidades más ricas dejarán de aportar -todas menos dos, Madrid y Baleares- fondos a las menos desarrolladas, tal como preveía el modelo vigente desde la refundación democrática. Este sencillo principio se sustituye por un alambicado dispositivo de compensaciones a la carta en el que cada autonomía negocia con el Estado, que le proporciona fondos más o menos discrecionales con cargo a su propio presupuesto, lo que en época de crisis supone apelar directamente al endeudamiento. Y todo ello sin ningún requisito de saneamiento económico, ni de austeridad de gasto, ni de finalidad precisa en el empleo del dinero para sostener servicios públicos -sanidad, enseñanza, asistencia social- que garanticen la proclamada igualdad de los ciudadanos. Al menos en los sistemas federales, como el norteamericano, los estados tienen prohibido el déficit.

Lo irritante del asunto es que ni siquiera procede de un designio político de fondo, de un proyecto coherente, sino de la necesidad de que Cataluña se sienta «más cómoda» (sic) dejando de aportar recursos de solidaridad nacional. Al proclamar su verdadera intención con un descaro tan impropio, Zapatero provoca en la opinión pública un peligroso desafecto, un sentimiento de agravio que le importa bien poco ante su interés por obtener el favor del electorado catalán que le sostiene en el poder. Ha descoyuntado de forma probablemente irreversible la cohesión del Estado autonómico para complacer a su clientela sin molestarse en ocultarlo. Antes bien, saca pecho y blasona de su sensibilidad para con las ambiciones excluyentes del «lobby» político que le sirve de aliado. Los que salgan perdiendo, los que estén más incómodos, que se fastidien. Ajo y agua. Esos no le sirven para ganar las elecciones.

ABC - Opinión

Manuel Chaves, la nueva víctima del caso Gürtel. Por Antonio Casado

Ayer presentó el PP su anunciada querella contra el vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves, ante el Tribunal Supremo. Está en su derecho. Le atribuye delitos de prevaricación y tráfico de influencias supuestamente cometidos durante el tramo final de su presidencia al frente de la Junta de Andalucía. Hablamos del llamado caso Matsa, la empresa en la que trabaja su hija, Paula Chaves. Según el PP, esa circunstancia habría sido decisiva en el hecho de que la Junta concediera un incentivo (10 millones de euros) negado con anterioridad. Y concedido justamente después de convertirse la hija en apoderada de la mencionada empresa (Minas de Aguas Teñidas), especializada en el tratamiento de minerales.

Es muy difícil sobreponerse a la sospecha de intención compensatoria en la iniciativa de un partido sobre el que durante los últimos meses está descargando la consabida tormenta político-judicial. Por eso me parece bien traída la paradójica referencia a Manuel Chaves como una nueva víctima del caso Gürtel. Pero reconozco que esa consideración es de naturaleza política. Por tanto, distinta y distante de la consideración judicial de los hechos. Eso es cosa de los tribunales.

El PP está en su derecho de buscar el reproche penal de Manuel Chaves en los tribunales. Faltaría más. Y no parece contrariado el propio vicepresidente, harto de reclamar ese paso para se haga justicia. Ayer mismo le reprochaba al PP la excesiva tardanza en presentar una querella anunciada a bombo y platillo durante la campaña electoral europea. Normal. El ejercicio de la impostura, consustancial al oficio de la política, es una herramienta más para salir de las situaciones apuradas. También Camps se hartó de decir que estaba deseando que lo suyo llegase de una vez por todas al ámbito judicial para que se aclarase todo. “Todo, que es nada”, decía Camps. Chaves no lo dice con esas palabras, pero viene a ser lo mismo.

Y, mire usted por donde, ya hemos entrado en materia. Porque nadie se hará de nuevas si el caso Chaves se presenta llamado a competir con el caso Camps (y lo que le cuelga) en el ruedo mediático. Por supuesto, también en el político, en tóxico amontonamiento con el judicial. De eso se trata. De compensar. De ahí a las inevitables comparaciones, que siempre serán odiosas para quienes salgan perdiendo en la comparación ¿Y quien pierde en la comparación? Ya se verá. De momento, la desventaja acumulada en espacios mediáticos y ruido político cae claramente del lado del dúo dinámico del PP: el muy honorable Camps y el tesorero Bárcenas.

Sin ánimo de agotar diferencias o similitudes con el caso Chaves, señalo la mala costumbre de prolongar la confrontación política en los tribunales de justicia. En eso existen claros paralelismos. Es el fenómeno de la judicialización de la política, tan arraigado en la reciente historia de nuestro país. La querella por el supuesto comportamiento delictivo del entonces presidente andaluz está presentada por un actor político contra un competidor en la lucha por el poder. No por un actor social.

Habida cuenta que los medios de comunicación han hecho su trabajo, poniendo a disposición de la opinión pública todos los datos necesarios para formar criterio respecto a la conducta de Manuel Chaves, podíamos dedicarle un turno a la indolencia de los ciudadanos, o la de las organizaciones sociales, por no utilizar los medios de denuncia que el sistema pone a su disposición ¿Por qué un partido político reacciona judicialmente contra las malas prácticas de un gobernante sin que los gobernados le tomen la delantera? Elijan respuesta: porque ese partido tiene una incurable sed de rectitud en el comportamiento de los gobernantes, porque ese partido se ha marcado un alto nivel de exigencia ética en el ejercicio de la política, porque a su insobornable vocación de saneamiento le repugna la corrupción en la vida pública ¿Alguien cree que son estos los móviles del PP para llevar a Chaves ante los tribunales?

El Confidencial - Opinión

Aquí, alguien ha hecho mal las cuentas. Por Fernando Jáuregui

Conste que no estoy en contra de la revisión de la financiación autonómica (ojala, de paso, pudiera existir una fiscalización independiente del uso que se da al dinero que ahora entra en los gobiernos autonómicos). Incluso estoy dispuesto a felicitar a la vicepresidenta Elena Salgado porque ha logrado que nadie diga "no" a su plan, y mira que estaba controvertido y enmarañado (bueno, de hecho sigue controvertido y enmarañado, aunque ahora, además, está aprobado). Pero...Pero alguien ha hecho mal las cuentas. O alguien está empeñado en que no nos enteremos de las cuentas. Puede, incluso, que alguien esté empeñado en engañarnos. O, peor aún, puede que estemos, de nuevo, inmersos en la chapuza nacional.

Pero lo peor de lo peor es que todos se encogen de hombros y al grito de "toma el dinero y corre", adoptan la actitud de los monos sabios: ojos, bocas y oídos cerrados, pero mano presta para recibir el "regalo". Resultan curiosos los argumentos de algunos consejeros representantes de autonomías controladas por el PP, presentes en la reunión del Consejo Económico y Fiscal del miércoles, para justificar la abstención, en lugar del rechazo, al plan propuesto por el Gobierno: "estoy por el "no", pero me abstengo siguiendo las órdenes de mi partido", decía el madrileño; "no me disgusta el "sí", aunque yo estoy en contra", argumentaba -es un decir- el canario, militante del PP, para justificar su voto afirmativo al "plan Salgado", aun contrariando las instrucciones de la dirección "popular".

En fin, toda una lección de moral. La del Gobierno, resistiéndose como gato panza arriba a explicar lo aparentemente inexplicable, y la de la oposición, prefiriendo el gorrión de unos cientos de millones de euros en mano que el águila de la coherencia política volando. Hay que ser prácticos, sí señor.

Me he tomado el trabajo de sumar lo que cada autonomía dice que espera ingresar con esta nueva fórmula de financiación, negociada y acordada con el Gobierno central. Resulta que me sale un total de 13.947 millones de euros, no los once mil de los que se habla oficialmente. ¿Alguien ha prometido más de lo que piensa dar? ¿Algún portavoz de alguna Comunidad está hinchando las cifras, para demostrar lo bien que ha negociado? Lo ignoro, pero me parece que tengo derecho a preguntármelo, y a preguntárselo a quien corresponda, que ya ni siquiera sé bien a quién corresponde. Las cuentas oficiales han de ser rigurosas y exactas.

Mientras, silencio oficial gubernamental en torno a las dos grandes preguntas:

-¿Cuánto es, en realidad, lo que le toca a cada Comunidad Autónoma con la nueva financiación?

-¿De dónde sale el dinero: del déficit, de un mayor endeudamiento, de una previsiblemente mayor recaudación impositiva...?

No es mucho pedir que, ya que somos los ciudadanos los que pagamos, nos ofrezcan explicaciones, datos concretos, cifras que podamos entender (y sean creíbles, al menos). Y que los partidos se atengan a lo que predican: si esta financiación es mala, como dice Rajoy, el PP tendría que haber votado en contra. Pero, claro, fuera del "Boletín Oficial del Estado" hace mucho frío, y eso Zapatero lo sabe muy bien. Y, si esta financiación es buena, ¿por qué se escamotean cifras y datos? Y, sobre todo, ¿por qué no se consensuó previamente, dado lo importante del asunto, entre los dos grandes partidos nacionales?

Ya sé, ya sé que no habrá respuesta a estas preguntas que todos nos hacemos. Lo hago solamente por incordiar un poco antes de las vacaciones políticas...

El Confidencial - Opinión

Javiercho . Por Alfonso Ussía

Ay, Javiercho, Javiercho. No aprendes. Eres, con toda probabilidad, el español al que se le han permitido más falacias, engaños, mentiras, atrocidades emitidas y perversidades habladas, y sigues en tus trece. Lo escribió en numerosas ocasiones Jaime Campmany. Que mejor que a los guardias, lo que habría que mandarte a ti son los loqueros. Las hemerotecas y las bibliotecas, los archivos y las carpetas que guardan recortes y curiosidades están repletos de pruebas de tu cinismo, tu hipocresía y tu zumbada maldad, disfrazada en ocasiones de serenidad y sosiego.

Todos los que hemos vivido los últimos cuarenta años de España sabemos quién eres y a qué te has dedicado. Te ha jubilado la edad, pero ahí sigue tu lengua, ay, Javiercho, Javiercho, sorprendiéndonos cuando nada que venga de ti tendría que sorprendernos. A quién se le ocurre venir con ésas y a estas alturas: «Yo no soy de ETA, pero tampoco de los otros». Más claro, agua, Javiercho Arzallus. ¿Qué eres, entonces? «Los otros», como tú los llamas, son más de cuarenta millones de españoles, centenares de miles de vascos incluidos. Los de la ETA son muy pocos aunque hayan asesinado mucho. «Los otros» son más de dos mil familias destrozadas por los efectos del terrorismo. Tumbas adelantadas, Javiercho, frutos caídos del árbol que han meneado los terroristas vascos de la ETA, hijos del nacionalismo y el comunismo, míralos qué raros, consecuencia del racismo de sacristía, del que tú, Javiercho, tanto conoces, y de la empanada mental de unos imbéciles que han convertido en dogma su brutal estupidez. Tú eres mucho más listo que todos ellos juntos, Javiercho, y por eso los has dominado a tu antojo. El ex etarra «polimili» y posterior fundador de Euskadiko Eskerra, Juan María Bandrés, te acusó de cruzar la frontera para pedir a los «chicos de la gasolina» que atentaran más en España con el fin de conseguir mejores transferencias. Tiempos de la UCD, Javiercho. No lo has desmentido nunca. ¿Eres o no uno de ellos? ¿Lo eras? Lo cierto es que siempre han terminado por obedecerte. Y ahora, cuando todo el mundo te había olvidado, cuando puedes disfrutar de los prados y bosques de tu tierra chica, cuando tienes nietos a los que enseñar cómo se cultivan los tomates y los pimientos, cuando no puedes quejarte de tu desahogada economía, cuando te sobra el tiempo para reflexionar y llegar a la conclusión de que has sido un privilegiado, una persona a la que se ha respetado sin merecerlo, a la que se le han permitido las palabras y opiniones más viles y ha podido seguir viviendo tranquilo y sin sobresaltos, nos vienes con ésas. Que no eres de la ETA pero tampoco de los otros. Los otros son los niños muertos en la Casa Cuartel de Zaragoza. Los otros son los niños masacrados por las bombas. Los otros son los inocentes que han saltado a pedazos con los explosivos etarras o han sentido la última ráfaga de un disparo en la nuca. Los otros son los familiares de los muertos. Los otros son los mutilados y heridos, de cuerpo y alma. Los otros son las piernas de Irene Villa, por poner un ejemplo. Y los exiliados de su tierra. Y todos los españoles de paz y buena voluntad. Si no eres de los otros, Javiercho, Javiercho, eres de ellos. Y lo sueltas ahora, a destiempo, midiendo la cobardía del momento, sabiendo que nada te sucederá porque a nadie, de verdad, Javiercho, a nadie le importas.

La Razón - Opinión

Impunidad en Rusia

Moscú debe explicar el asesinato en Chechenia de otra relevante crítica de los desmanes de Kadírov.

Pocas cosas tienen menos consecuencias en Rusia que el asesinato de quienes airean documentadamente el desprecio imperante por los derechos humanos. Sucedió hace tres años con la periodista Anna Politkóvskaya, que no fue la primera pero sí la más prominente, y viene ocurriendo con activistas, periodistas y abogados, sin que nadie haya sido condenado por ello. Le ha tocado ahora a Natalia Estemírova, contumaz investigadora de los abusos de la dictadura chechena, secuestrada en Grozni y asesinada a tiros. Con ella desaparece una crucial fuente informativa independiente sobre el régimen de terror que ha impuesto Ramzán Kadírov, el hombre del Kremlin en Chechenia.


En Rusia y sus repúblicas títere, sobre todo en las más inestables del Cáucaso norte, se ha instalado la cultura de la impunidad criminal. Como su amiga Politkóvskaya, Estemírova denunciaba alto y claro, para la organización pro-derechos humanos Memorial, la más antigua de Rusia, los desmanes contra civiles del régimen en Chechenia, una región que Moscú ha declarado pacificada, pero en la que impera la violencia y se suceden los ataques de los insurgentes islamistas, al igual que en las limítrofes Ingushetia o Dagestán. La activista asesinada había sido amenazada por el presidente Kadírov, ex rebelde ahora al servicio del Kremlin, que ayer lamentó su muerte y prometió justicia. Otros críticos menos notorios del líder checheno, al que recientemente Moscú ha dado plenos poderes antiterroristas en Ingushetia, han sido liquidados recientemente en lugares tan dispares como Viena, Estambul o Dubai. Estemírova era también amiga y colega de un abogado y una joven periodista conectados con Chechenia, muertos a tiros en enero en Moscú, a la luz del día, por un pistolero tampoco hallado por la policía.

El asesinato de Natalia Estemírova pone de nuevo el foco en la urgente necesidad de que Europa y Estados Unidos, que ayer mostraban su indignación, sitúen el tema de los derechos humanos en el centro de cualquier diálogo con Moscú. Rusia sigue siendo, con Vladímir Putin convertido en primer ministro y Dmitri Medvédev elevado nominalmente a la presidencia, el mismo país que hace un año, donde las televisiones están bajo el férreo control del Gobierno, las elecciones son cualquier cosa menos fiables, la actividad política crítica es peligrosa y el poder judicial -como muestra el caso Jodorkovsky- escribe al dictado del Ejecutivo. Un lugar donde, a la vista de los hechos, las reiteradas promesas de Medvédev de instaurar el imperio de la ley son papel mojado.

Tanto para la Unión Europea como para EE UU -donde Barack Obama juega estos días con la mediática idea de poner el contador a cero en las espesas relaciones entre Washington y Moscú-, una Rusia democrática representaría un socio mucho más fiable, estable y predecible que la autoritaria actual. Se trate de gas natural o de misiles.

El País - Editorial

Diez magistrados que no merecen ninguna piedad

Si el Constitucional no llama a las cosas por su nombre para no quedar mal ante el Gobierno de Zapatero y sus aliados nacionalistas, se abrirá un periodo de incertidumbre.

LOS MIEMBROS del jurado que aparecen en la famosa película de Sidney Lumet, Doce hombres sin piedad, tienen en sus manos la decisión sobre la vida de un hombre que puede ir a la silla eléctrica. El veredicto es muy difícil porque los hechos no están claros, pero cumplen con su obligación tras un apasionado debate. La realidad no imita a la ficción, porque los 10 magistrados del Alto Tribunal que tienen que fallar sobre el recurso del PP contra el Estatuto de Cataluña que puede matar a la España constitucional llevan tres años deliberando, sin llegar a ninguna conclusión.


EL MUNDO publica hoy que la precaria mayoría de seis a cuatro construida sobre el último borrador de la sentencia se ha roto el pasado lunes. Ese día, la ponente Elisa Pérez Vera presentó la última versión del tercer borrador, del que había suprimido más de 100 páginas de fundamentos jurídicos. Varios magistrados se opusieron a la eliminación de esa parte, que, según su parecer, desnaturalizaba el fallo al privarle de criterios interpretativos.

Los atónitos letrados del Constitucional se han enterado de que la presidenta María Emilia Casas no tiene «ninguna prisa» en rehacer ese tercer borrador que refuerce los fundamentos jurídicos de la sentencia. Ello impedirá con toda probabilidad que el fallo esté listo a finales de este mes, como estaba previsto y se había filtrado en algunos medios de comunicación.

¿Habrá sentencia en septiembre? ¿Tal vez en octubre? ¿O antes de las Navidades? Nadie se atreve a pronosticar una fecha, ya que el retraso del Constitucional ha superado todas las previsiones. Baste un solo dato: su presidenta María Emilia Casas y otros tres miembros finalizaron su mandato legal en enero de 2008, pero ahí siguen. Ni PSOE ni PP se atreven a iniciar los trámites de renovación del Constitucional para no provocar nuevas demoras en este asunto.

Estamos sencillamente ante un flagrante incumplimiento de las obligaciones institucionales por parte de estos 10 magistrados, que, en lugar de dar ejemplo de responsabilidad, están demostrando una incapacidad vergonzosa para estar a la altura de las elevadas funciones que tienen encomendadas.

Mientras ellos siguen ajenos a «la agenda política», como dijo hace unas semanas María Emilia Casas, el Parlamento de Cataluña ha aprobado una Ley de Educación que impide a los padres educar a sus hijos en castellano y el Consejo de Política Fiscal ha dado luz verde al nuevo modelo de financiación autonómica, dictado y condicionado por el Estatuto de Cataluña.

Tres años después de su aprobación como ley orgánica por el Parlamento, el Estatuto se ha plasmado en decenas de leyes y decretos de la Generalitat de Cataluña en todos los ámbitos: del comercio a la enseñanza, de la justicia a la organización territorial. Cada día que pasa se hace más difícil deshacer este corpus legal basado en el Estatuto, que va impregnando progresivamente los comportamientos de la sociedad catalana.

La información que hoy publica EL MUNDO apunta a que los magistrados del Tribunal Constitucional llevan muchos meses trabajando en una sentencia interpretativa, que declararía inconstitucionales unos pocos de los 114 artículos recurridos por el PP, pero establecería unos criterios jurídicos para interpretar los demás dentro de la Constitución.

En este sentido, la última ponencia consideraba que la utilización del término «nación» en el preámbulo del Estatuto de Cataluña no es inconstitucional porque se trata de la expresión de un sentimiento que no surte efectos jurídicos. Tampoco declaraba inconstitucionales los artículos referentes al uso obligatorio del catalán en la enseñanza y en la Administración autonómica, precisando que ello debe ser compatible -menuda tomadura de pelo- con el respeto al uso del castellano.

Si el fallo del Constitucional se produce en estos términos, estaremos ante un fraude jurídico en toda regla, ya que no es posible dejar al albur de la interpretación decenas de artículos del Estatuto que contradicen abiertamente y de manera expresa lo que dice nuestra Carta Magna. Por ejemplo -para muestra un botón-, el artículo 110, que señala que las normas de la Generalitat prevalecerán sobre las del Estado en materia de competencias exclusivas, lo que supone cuestionar el principio de soberanía nacional que fundamenta la Constitución española.

Si los jueces del Constitucional no llaman a las cosas por su nombre para no quedar mal ante el Gobierno de Zapatero y sus aliados nacionalistas, van a abrir un nuevo periodo de incertidumbre en el que el propio Tribunal tendrá que dirimir durante años continuos recursos contra las leyes y disposiciones de la Generalitat.

Más les valdría hacer una sentencia clara y coherente con los principios que han jurado o prometido defender. Pero no hay razones para ser optimistas. Los tres años transcuridos ya indican el escaso entusiasmo del Alto Tribunal por mojarse en un asunto del que depende el modelo de Estado. La falta de prisa de María Emilia Casas sugiere que sigue apostando por camuflar la inconcreción en los hechos consumados. Estos magistrados no merecen, pues, ninguna piedad y se habrán ganado los peores reproches si, además de hacer su trabajo tarde, terminan haciéndolo así de mal.

El Mundo - Editorial

Para Carod, denunciar un despilfarro es delito

«Denunciar con dinero público a un diputado de la oposición porque ha criticado un derroche del Gobierno es un ataque directo a la libertad de expresión, aun cuando Carod tuviera razón en las cifra.»

Parece ser que las huestes nacionalistas que gobiernan en Cataluña no han tenido suficiente con el CAC. Al fin y al cabo, este organismo tiene un gran defecto desde su punto de vista: sólo posee competencias en materia de televisión y radio, que es donde pueden quitar frecuencias a los discrepantes. Sin embargo, parar una rotativa es un proceso más complicado y que exige la intervención de un juez, lo cual pone una serie de trabas que impiden que se haga sin más la voluntad de los mandamases de ERC.


Así, Carod Rovira ha anunciado que la Generalidad emprenderá "acciones legales" sin especificar contra el diario ABC y la diputada del PPC Carina Mejías por criticar el despilfarro que suponen las pseudo-embajadas catalanas. Lo que denunciaban ambos era que los miembros de esos organismos pueden llegar a cobrar hasta 12.000 euros mensuales en dietas, dependiendo del destino; la defensa de Carod se limita a especificar que eso no es así en los cargos de designación directa, sino sólo en los de los funcionarios de carrera que estén desplazados. Por tanto, los pseudo-embajadores "sólo" cobrarían 9.000 euros al mes.

Resulta difícil encajar esas "acciones legales" en un tipo penal realmente existente. Al fin y al cabo, nadie ha acusado a Carod Rovira de cometer un delito, ni tampoco parece que sea una ofensa al honor que el político nacionalista se gaste un pastizal en sus embajaditas, algo que defiende y de lo que se siente, de hecho, orgulloso. Se suele decir que en las democracias la oposición acosa al Gobierno y en las dictaduras es el Gobierno quien acosa a la oposición. Denunciar con dinero público a un diputado de la oposición porque ha criticado un derroche del Gobierno es un ataque directo a la libertad de expresión, aun cuando Carod tuviera razón en las cifras exactas del despilfarro.

En Cataluña se ha instaurado un régimen en que la crítica al Gobierno se toma como algo delictivo que, además, no está dirigido contra los políticos concretos que llevan las riendas sino contra Cataluña entera. Un régimen en el que los principales medios locales colaboran, colocando los conocidos sambenitos de "anticatalanes" o "catalonófobos" a quienes piden, simplemente, que se respete la libertad individual en cuestión de lengua o que se deje de derrochar dinero público –especialmente en tiempos de crisis– en informes sobre temas absurdos que no se leen, en pseudo-embajadas, en selecciones catalanas o, incluso, ¡en apoyar las lenguas indígenas de Ecuador!

Cuando se ha pactado principalmente con la Generalidad de Cataluña –con los demás gobiernos autonómicos de convidados de piedra– una nueva financiación que convierte al Ejecutivo de esta región en receptor neto de fondos públicos según algunos baremos, los políticos catalanes deberían ser especialmente cuidadosos a la hora de gastar. Resulta hiriente para muchos españoles que creen que las regiones más ricas deben sufragar parte de los gastos de las más pobres que Cataluña pase ahora a recibir más de lo que aporta. Si encima se gasta el dinero en fomentar el separatismo, es comprensible que la indignación sea mayor.

Pero nada de esto importa a Carod. Lo que le preocupa es que una diputada y un periódico de "Madrit" le critiquen por gastarse una millonada en una paletada ridícula. Pocas cosas definen más y mejor –es decir, peor– a un político.

Libertad Digital - Editorial

Zapatero huye del Congreso

UNA vez más, los hechos desmienten la retórica del presidente del Gobierno. Después de llenarse la boca con referencias al Parlamento como centro y eje de la vida política, Rodríguez Zapatero ha conseguido eludir la comparecencia ante el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la situación económica y de las dramáticas cifras del paro. El mensaje no puede ser menos oportuno: mientras el último barómetro del CIS revela que el 73,8 por ciento de los españoles sitúa al desempleo como el problema principal, el presidente del Gobierno se va de vacaciones y deja para septiembre las explicaciones ante los representantes de la soberanía popular. Incumple de este modo la promesa gubernamental de comparecer antes del 30 de junio -fin del periodo ordinario de sesiones- y también el último anuncio del Grupo Socialista, que situaba esta sesión de control en la semana del 20 de julio. El apoyo de CiU y de Coalición Canaria ha sido suficiente para evitar un pleno extraordinario sobre el paro, a pesar de las fundadas críticas de la oposición en la Diputación Permanente. Así pues, el único pleno veraniego de la Cámara reducirá su orden del día a la comparecencia del ministro de Industria para hablar del cierre de Garoña y la subida de la luz.

Con más de cuatro millones de personas sufriendo ya el drama del paro y otras muchas familias españolas con el fundado temor de que se pierdan los puestos de trabajo que todavía mantienen, resulta incomprensible que el PSOE anteponga las conveniencias partidistas al interés general. La opinión pública no puede admitir que el Parlamento esté casi cerrado por vacaciones mientras la realidad demuestra que los famosos «brotes verdes» no son más que una maniobra de distracción.

Por supuesto, el compromiso del Gobierno debería ser también un valor a tener en cuenta en el sistema constitucional. Sin embargo, todas estas consideraciones quedan relegadas a un segundo plano porque Rodríguez Zapatero no quiere dar opción a que se hable en sede parlamentaria de la financiación autonómica como factor de desigualdad entre los ciudadanos, ni a que se ponga de manifiesto la inutilidad de las ocurrencias gubernamentales para combatir la crisis. Por razones coyunturales, siempre hay algún grupo dispuesto a prestar sus votos, y en ello se apoya el Grupo Socialista para salir del paso «como sea», aunque esto suponga incumplir sus obligaciones parlamentarias.

Resulta inaceptable en un Estado democrático que la búsqueda de ventajas partidistas permita hurtar a los ciudadanos la información a la que tienen derecho a través de un debate sobre la eficacia más que limitada de las medidas económicas y sobre las alternativas razonables. Una y otra vez, el PSOE disfraza su aislamiento en el Congreso con pactos de última hora, sin que le importen la coherencia y el desarrollo normal de un proyecto político propio.

Ni siquiera confía ya Rodríguez Zapatero en su capacidad de transmitir un mensaje falsamente optimista, porque sabe que su credibilidad en esta legislatura se sitúa bajo mínimos. No obstante, debería ser consciente de que su imagen sale mal parada cuando se esconde en La Moncloa o en La Mareta en lugar de dar la cara en la sede que corresponde en democracia.

ABC - Opinión

Encerrados con un solo juguete. Por Joan B. Culla i Clarà

En el Foro Ermua -la plataforma cívica españolista surgida en el País Vasco a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco- la crisis estalló en julio de 2008. Quien entonces presidía la entidad, el escritor Iñaki Ezquerra, fue destituido durante una asamblea orquestada por su vicepresidenta, Inma Castilla de Cortázar. Al parecer, el choque traslucía divergencias políticas: mientras que Ezquerra apoyaba la línea pragmática y de acercamiento a los socialistas del actual líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, sus adversarios internos -a los que el cesado describió como "búnker de la extrema derecha"- añoran la radicalidad de Jaime Mayor Oreja y María San Gil. Como quiera que sea, a lo largo del último año el cruce de improperios ha sido feroz (despilfarradores, golpistas, ineptos, traidores, reaccionarios...) y, de los fundadores del Foro allá por febrero de 1998, ya no queda nadie en sus filas. Hace dos semanas, la señora Castilla de Cortázar obtuvo la presidencia formal gracias a una asamblea celebrada en Madrid -hay quien habla ya del Foro de Serrano...- y un juzgado de Bilbao debe pronunciarse un día de estos sobre la validez legal de la revocación de Ezquerra en 2008.

Este verano de 2009 ha sido el turno de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), la más politizada e ideológicamente escorada de las entidades de su género; la que, durante la primera legislatura de Rodríguez Zapatero, convocó ocho manifestaciones de masas y lanzó las más hiperbólicas invectivas contra la política antiterrorista del Gobierno. Pues bien, quien fue el rostro y la voz -es difícil creer que el cerebro- de aquella estrategia, el inefable Francisco José Alcaraz, afirma ahora que su sucesor al frente de la AVT, José Antonio García Casquero, miente, malversa, veja a los asociados y, sobre todo, no agita ni moviliza en las calles contra el Ejecutivo socialista. En consecuencia, Alcaraz -que parece contar con el apoyo de más de un tercio de los socios activos- se ha dado de baja y amaga con crear una plataforma rival, tal vez bajo el nombre ya registrado de Voces contra el Terrorismo.

Si del ámbito cívico pasamos al de los partidos políticos, las aguas del españolismo y de su marca blanca, el antinacionalismo vasco o catalán, bajan igualmente turbias. Sobre la imparable crisis de Ciutadans no cabe añadir gran cosa, a riesgo de caer en el ensañamiento; sólo constatar que Albert Rivera y sus fieles siguen aplicando la consigna estalinista de que "el partido avanza depurándose", y decretan expulsiones y fuerzan bajas a decenas, la última de las cuales -concejal de Sant Andreu de la Barca- sentencia que "Ciutadans ha muerto". Pero es que también lo que parecía la alternativa sólida, seria y solvente a Ciutadans, Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha entrado en una dinámica centrífuga y autodestructiva: ruidoso portazo del co-fundador -y expresidente del Foro Ermua- Mikel Buesa, suspensión de militancia a 14 dirigentes críticos con la dirección, exhortaciones cruzadas a fundar otro partido, amenazas de recurrir a los tribunales, reproches de sectarismo, de fraccionalismo, de ausencia de democracia interna...

¿Qué ocurre? ¿Acaso anda suelto un virus político antiespañolista peor que el de la gripe A? No. Lo que todos estos casos ilustran es el síndrome de los partidos monotemáticos, de las organizaciones vertebradas en torno a una sola idea, a un único asunto, que fácilmente deviene obsesión. Tales grupos suelen atraer a numerosas personas que se sienten poseedoras de la verdad e investidas de una misión; por tanto, reacias al debate abierto y a la flexibilidad estratégica o táctica, y proclives al dogmatismo y a las soluciones disciplinarias, si está en su mano aplicarlas. Cuando, además, esas plataformas o partidos conocen alguna forma de éxito, éste da pie a borracheras de protagonismo mediático (pensemos en el caso Alcaraz) que dejan luego una durísima resaca. En definitiva, son como los niños encerrados con un solo juguete: que terminan por romperlo.

Joan B. Culla i Clarà es historiador.

El País

Jerez: UPyD pierde a su coordinadora local por diferencias con Cádiz. Por Carlos Alberto Cabrera

La hasta ahora portavoz de Jerez presentó su dimisión el pasado 6 de junio.
El partido, en ascenso en la ciudad, no ha hecho aún oficial ni su marcha ni su sustituto.


El partido Unión Progreso y Democracia (UPyD)sufre a nivel nacional su primera gran crisis interna, tras la salida de uno de sus fundadores, Mikel Buesa, al que han acompañado una treintena de militantes. Las discrepancias con el rumbo emprendido por “falta de democracia” y “exceso de personalismo” han sido los motivos. En Jerez se ha producido una situación similar, con la renuncia de la hasta ahora coordinadora local, Rocío Monedero.


Aunque el partido no lo ha hecho público aún, según ha podido saber este periódico, la hasta ahora portavoz de UPyD presentó su renuncia a la dirección del partido en Madrid en la jornada de reflexión previa a las últimas elecciones al Parlamento Europeo, celebradas el 7 de junio. Los motivos, las “incompatibilidades” existentes entre Monedero y los responsables del partido en Cádiz, es decir, el coordinador provincial, Eduardo de la Pascua, y el coordinador local en Cádiz, Manuel Pérez Fabra. En esta ocasión también está por medio la “actitud represiva”, las “formas autoritarias” y el “control total” que ejercen desde la capital sobre uno de los comités locales con más respaldo popular, como es el de Jerez, en el que “siempre han querido ejercer un control total”.

Diferencias personales
Tales diferencias personales a la hora de entender la organización interna del partido, fundamentadas en la “nula vocación de consenso”, han empujado a Rocío Monedero a dar un paso al lado -aunque sigue como militante- al entender que “como menos perjudico al comité local es dimitiendo”. La ya ex coordinadora ni siquiera se plantea su regreso de producirse un cambio organizativo, ya que “fuí nombrada provisionalmente, tendrían que cambiar mucho las cosas y no tengo ninguna ambición política”.

De momento, la designación de la persona que asumira la coordinación local está parada por la crisis surgida a nivel estatal y por el bloqueo impuesto desde Cádiz, donde “están buscando alguna excusa para disolver la coordinadora local en Jerez, porque somos críticos”, apuntan voces autorizadas del partido.

A pesar de que el comité jerezano es “un grupo compacto”, está por ver la factura que pasará este hecho al futuro de un partido que se presentó oficialmente en noviembre de 2008 en Jerez, y que se estaba haciendo un hueco en el panorama político de la ciudad.

Andalucía Información

La eyaculación preSSoz. Por Yauma

“……Y luego F. y su mujer retiráronse al lecho, porque las casadas, aunque sean mujeres muy santas, deben transigir con ciertas necesidades nocturnas, y a veces diurnas, que son gratas para quienes dan a una mujer el anillo de esposa” (Cuentos de Canterbury)

Pero, ¿y si la esposa, además de transigir, desea participar en las necesidades vitales nocturnas, diurnas y otras no ligadas a la luz solar? Y, no puede hacerlo plenamente, por culpa de una clase de padecimiento muy extendida entre la población masculina de nuestro tiempo, tres de cada diez varones, una disfunción sexual conocida como eyaculación precoz.
Se entiende por eyaculación la emisión súbita de un líquido; no necesariamente liquido seminal, aunque en este caso es la emisión de semen en el momento culminante del orgasmo. La eyaculación precoz o prematura, ocurre casi inmediatamente después de comenzado el coito, a veces incluso antes de la penetración. ¿Y la pareja?
La eyaculación precoz es la eyaculación que se produce con una mínima estimulación sexual. Se produce antes, durante o casi inmediatamente después de la penetración, sin control y antes de desearlo. La consecuencia suele ser la imposibilidad de continuar el coito durante el tiempo suficiente para satisfacer a la pareja. Esto puede afectar a la autoestima y sociabilidad de quien lo padece.
Sobre el origen de tal padecimiento se ha escrito mucho, aunque no se ha resuelto hasta el momento: Teorías psicológicas postulan al respecto, que la ansiedad de realización es la causa principal que mantiene el patrón de la eyaculación precoz provocada por conflictos no resueltos tales como miedo a la vagina, hostilidad a las mujeres, baja frecuencia de relaciones sexuales o experiencias sexuales rápidas. Causas orgánicas o físicas muy pocas como una infección del tracto urinario. Algunos individuos con fimosis etc.
Parece bastante claro que en los procesos eyaculatorios están implicados un conjunto de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y otros. Y en la modulación de los mismos, directa o indirectamente, actúan los fármacos diseñados para conseguir que la eyaculación sea menos precoz “la pastilla de los cuatro minutos”. No es que sea para tirar cohetes, pero cuatro minutillos bien administrados pueden dar lugar a que la pareja, si no es muy lenta en sus procesos de acción y reacción, pueda enterarse de que va la fiesta.


El fármaco milagroso se conoce con el nombre comercial de “Priligy” , parece un poco cachondeo, se trata de un compuesto químico formado fundamentalmente por dapoxetina de formula molecular C21H23NO una molécula cíclica formada por carbono, hidrogeno nitrógeno y oxigeno. La dapoxetina actúa modificando la cantidad de neurotransmisores implicados en la eyaculación.
Llega a España el primer fármaco que controla este tipo de disfunción sexual masculina, una solución que buscaban muchas españolas.(portada de un periódico).
La dapoxetina triplica el tiempo de latencia eyaculatoria. Pertenece a un grupo de fármacos conocidos como inhibidores selectivos de la serotonina, utilizados como antidepresivos.

Aprobada la LEC un sentimiento de regocijo y placer patriótico-intelectual recorre el principado, por fin una victoria política ante los invasores, a los que sólo les queda la frustración y el pataleo “La LEC nace del sectarismo de unos pocos y arremete a la libertad de todos” (Aznar).
Esta alegría infinita cuatribarrada, sólo comparable a los tres títulos del Barça, parece que ha tenido como todo gran acontecimiento que proporciona felicidad, una altísima repercusión en el número de actos amatorios llevados a cabo por los habitantes cuatribarrados del Oasis. La venta de preservativos y otros contraceptivos ha aumentado exponencialmente en las zonas étnicamente patrióticas, después de conocerse la gran noticia. Sin embargo, paralelamente ha aumentado en proporción aún mayor el número de patriotas con sintomatología clara de eyaculación precoz.
La frecuencia coital del patriota cuatribarrado medio es la considerada normal entre personas civilizadas, una vez cada 15 días, una vez a la semana cuando gana el Barça, alcanzándose valores medios alarmantes cuando no hay futbol y/o la situación política nacional recibe algún revés. En épocas de melancolía independentista se ha llegado a valores de uno al mes y hasta uno cada seis meses. Los datos de la relación coito-Barça no son demasiado fiables puesto que el equipo casi nunca pierde y toda la información de que se dispone está contenida en el vector del triunfo.
Pero a lo que vamos, desde que se aprobó la dichosa ley un fenómeno alarmante, con síntomas de epidemia nacional, se está produciendo entre los patriotas cuatribarrados más exaltados. Un fenómeno científicamente conocido, pero con curiosas variantes locales: Una eyaculación precoz no necesariamente ligada a una relación carnal amorosa, aunque también. En los casos mejor definidos basta con mencionar las famosas tres siglas, LED, para que el patriota en cuestión, indudablemente un paciente, empiece a respirar profundamente, a ponerse colorado y acabar con un ¡Aaaaaaaaahhhhhhhh! ¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhh!
¡Alarmante, francamente alarmante!
Este tipo de eyaculación, para distinguirla de la eyaculación precoz, se ha bautizado como eyaculación preSSoz , en clara referencia a la ideología política que la sustenta.
Los españoles, gente mal pensada y maldiciente, afirman sin tapujos, que ellos practican el sexo, en sus elaboradas variantes, de manera habitual sin altibajos ni interferencias, políticas, deportivas o religiosas, cuantas veces se lo pide el cuerpo, con una frecuencia coital mucho más elevada que nosotros, patriotas íntegros cuatribarrados, y que estas anomalías sexuales son propias de pueblos políticamente enfermos cuyo origen se encuentra en la poca seguridad de carácter de las personas en temas relacionados con nuestro régimen nacionalsocialista.

El nostre vicepresident y ministro plenipotenciario de asuntos exteriores, una de las personas más afectadas por el síndrome de eyaculación preSSoz , nada más ser aprobada la LEC en el parlament, tomó un avión institucional y marchó hacia Cuba, en viaje diplomático, no en la búsqueda de placeres capaces de aliviar su dolencia congénito-patriótica, sino cumplir con la dura tarea de promocionar internacionalmente a nuestro país entre las democracias más genuinamente representativas del ancho mundo. Al mismo tiempo darle un pellizquito al presupuesto nacional, tan sobrante y robusto que requiere ejercicio permanente de gasto prolongado para mantenerle en forma. Como siempre, Carod, con ese verbo florido que Dios le ha dado, justificó su viaje como un ejercicio de búsqueda de la “petjada catalana al Carib”(la huella catalana en el Caribe).
Rememoró grandes apellidos cubanos de origen catalán (Partagás, Bacardí, Gener, etc.) y el de tres ex presidentes de Cuba con idénticas raíces (Estrada, Palma y Barnet).
El éxtasis de su enorme discurso se alcanzó cuando pronunció el siguiente párrafo: “Cuba es el gran referente de los independentistas de Catalunya, más de 300 catalanes murieron en el ejército cubano de liberación, y muchos más formando parte de las fuerzas ocupantes españolas”.
Cuba, pues, es el gran referente. Tal es así, que el vicepresident personalmente ha encargado un estudio, valorado en 234.428 Euros, al departamento de matemática aplicada y estadística de nuestra Universidad, para qué, investiguen, y obtengan una ecuación, de correlación y proyección, entre los números de catalanes muertos en ambos bandos , durante la guerra de Cuba, y los números que se alcanzarían en una hipotética, dolorosa pero cada vez más necesaria, guerra de liberación nacional, a la que irremediablemente la irracionalidad de los españoles nos empuja.
Considerando que los medios bélicos actuales para neutralizar al enemigo son de mayor potencia y efectividad que los utilizados en la guerra de Cuba, deberán introducirse, además, los necesarios coeficientes de corrección lineal, por el llamado efecto de eyaculación preSSoz , por aquello de gatillo fácil y flojera en la contención del calambre supremo, entre los patriotas de mayor aplicación y resolución individual.
Entonces, después de la justa victoria, toda la estructura piramidal de los partidos políticos catalanes se vendrá abajo como castillo de naipes, y nosotros, los ciudadanos libres, gozaríamos de la suerte inaudita, o mejor aún, del privilegio histórico, de testificar el nacimiento de una renovada, no digo nueva, y revolucionaria concepción del movimiento único. El nacionalsocialismo cuatribarrado.

Alguien puede pensar que el planteamiento de una guerra de liberación en nuestra querida patria, contra los ocupantes españoles, puede ser un camino sin retorno hacia la hecatombe total, un paso irreflexivo hacia el abismo infinito, pero las circunstancias a veces requieren tomar decisiones heroicas frente al enemigo. Además, razones históricas justifican cualquier medida extraordinaria que en un futuro, más cercano de lo que los españoles se piensan, nos veremos obligados a tomar. A fe de ser suficientemente didáctico para con las masas patrióticas cuatribarradas, plantearemos un ejemplo claro y actual que está ocurriendo en el mundo, concretamente en la región china de Xinjiang, la principal región musulmana del país, situada junto a Pakistán y Afganistán cuya capital es Urumqi. La comunidad originaria de la región son los uigures siendo los “han”(cuidado con el verbo) la etnia mayoritaria en el conjunto de China.
Xinjiang ejemplifica una estrategia demográfica del poder en China. Los uigures se han convertido en minoría en su propio país, con poco más de ocho millones de habitantes sobre un total de veinte. La política de migraciones internas ha hecho que la hegemónica etnia “han” sea también aquí mayoritaria. Esa expansión étnica es una expresión clara del nacionalismo chino identificado con los “han”.
Los uigures son musulmanes con profundas raíces culturales y creen que su identidad corre el riesgo de diluirse entre la mayoría “han”.
Pues bien, el ejemplo está servido: cámbiese Xinjiang por Catalunya, Urumqi por Barcelona, uigures por catalanes, “han” o hanes por españoles y realicen algún pequeño ajuste de ínfima importancia, por ejemplo en el tema religioso, nosotros los cuatribarrados, hasta el momento, no profesamos la religión de Mahoma, pero nuestra fe patriótica puede sustituir a la fe religiosa con ventaja. Por otra parte, el Gran Honorable es descendiente directo del rey francés Dagoberto, de los merovingios fundadores de la Galia, y reconocidos como descendientes de María Magdalena y su Santo esposo.
Para terminar, hermanos cuatribarrados todos, hagamos un ejercicio doxológico.

El blog de Yauma