martes, 15 de septiembre de 2009

El siglo III no está tan lejos. Por Cesar Vidal

Reconozco que desconfié cuando Isabel me pidió que escribiera un artículo para Es la Mañana de Federico trazando los paralelos entre la España actual y la crisis del siglo III. Fue así, fundamentalmente, porque yo no creo mucho en los paralelos históricos. Existen y se pueden trazar, sin duda, pero no son como el chicle algo que se pueda estirar a placer. Y sin embargo... sin embargo, tengo que reconocer que algunos aspectos de aquella crisis que sacudió al imperio romano recuerdan la situación que ahora vivimos.

El primero es el dirigismo estatal. Convencidos de la bondad del estado, los romanos habían ido permitiendo que interviniera cada vez más en sus vidas, supuestamente, para garantizarles un futuro mejor. Lo cierto es que ese proceso sólo sirvió para provocar subidas de impuestos, limitación de las libertades y un estrangulamiento creciente de la economía. La situación llegó a tal extremo que multitud de personas decidió abandonar las ciudades y marchar al campo porque al menos allí tenían garantizado el pan cotidiano y no fueron pocos los que aceptaron convertirse en semiesclavos a cambio de cierta seguridad económica.


El segundo paralelo es el de la presión de los bárbaros. No eran éstos nuevos en la Historia de Roma, pero, por regla general, las legiones se habían bastado de sobra para quitárselos de encima de manera expeditiva y duradera. En el siglo III se fue descubriendo con inquietud creciente que la presión demográfica de los bárbaros podía hacer saltar el sistema imperial. Hasta entonces Roma había sabido metabolizar a los recién llegados. Ahora resultaba obvio que éstos la podían ir devorando pedazo a pedazo.

Finalmente, llama enormemente la atención el papel relevante que algunas mujeres fueron adquiriendo en la marcha del imperio. No abrigo dudas de que detrás de su ascenso se hallaba fundamentalmente la ambición política, pero, al menos en el siglo III, no intentaron enmascararla valiéndose de la ideología de género o de la búsqueda de la igualdad. Querían el poder y punto, y debe decirse que en algunos casos lo consiguieron sobradamente.

¿Cómo acabó aquel siglo III de dirigismo estatal, presiones de los bárbaros y mujeres empeñadas en hacerse con el poder político? Pues concluyó con una crisis que a punto estuvo de convertir el imperio romano en un episodio del pasado. De aquella coyuntura acabó saliendo Roma gracias a una feroz dictadura militar y aún así no son pocos los que dudan de que lograra salvar el escollo porque, en adelante, la Historia del imperio se iba a parecer a la del náufrago que, en alta mar, tan sólo intenta mantener la cabeza por encima del agua. Resumiendo: que no termino yo de ver los paralelos con la España actual, pero también es cierto que todo depende del cristal con que se mire.

Libertad Digital - Opinión

La tragedia de Leire. Por Tomás Cuesta


QUE la madre que parió a Leire Pajín sea expulsada del partido por aliarse con un tránsfuga municipal y espeso es un farol tan burdo, una baladronada tan rastrera, que no hay que poner en jaque el buen criterio del lector extendiéndose al respecto. Y es que lo que ha ocurrido es, a la postre, lo de siempre. «Señores guardias civiles: aquí / pasó lo de siempre. / Han muerto cuatro romanos / y cinco cartagineses». Bien es verdad que, en Benidorm, el romancero gitano no se ajusta a la descarada magnitud del gitaneo. Menos mal que nunca falta un roto para apañar un descosido y donde Federico yerra (Federico García, no Jiménez)...

María Jesús y su acordeón, el dúo más dinámico en los atardeceres del paseo, acertaban de pleno: «Pajarracos por aquí, pajarracos por allá, pajarracos a bailar, la, la, la, la...». Ríase usted del oráculo de Delfos.

Líbrenos Dios de insinuar siquiera que la señora madre que parió a Leire Pajín pertenezca a esa especie que, en ornitología parda, se denomina un pájaro, o una pájara, de cuenta. No obstante, es indudable que, sin el papelón que desempeña, la historia a duras penas remontaría el vuelo. Porque, si es de cajón que cada palo ha de afanarse en aguantar su vela, debe de ser un palo de cajones (al menos, debiera serlo) tener que tragarse el sapo de que la sangre de tu sangre, el fruto -la fruta- de tu vientre, amén de empapelarte, rubrique la sentencia.

Puro teatro, desde luego, aunque la farsa no carece de morbo y de mordiente. Acostumbrados al sainete insustancial de los politicastros que han usurpado el título de cómicos de la lengua, incluso se agradece que la progenitora y su progenia (progenia por genial, no por vicio genérico) protagonicen una tragedia alicantina trufada de petardos y de bombas fétidas. ¿En qué consiste una tragedia alicantina? Imagínense ustedes a Sófocles o a Esquilo (en especial a Esquilo, por el aquél del esquileo) saliendo de la peluquería de Calixto Bieito y se harán una idea de lo que vale un peine.

Olvídense, pues, de Edipo, de Orestes y de Electra. Olvídense, incluso, de Quico Matamoros que es el rey de los dramas por entregas. Pasen y vean como el capricho del destino (del destino fatal; o sea de Zapatero) destruye las raíces de la piedad filial y empuja a las familias hacia el despeñadero. El efecto letal de la ambición desmesurada si consigue infiltrarse en los afectos. ¿Merece la pena, acaso, que se perpetre un matricidio -en el sentido figurado, por supuesto- a cambio de instalarse en un ayuntamiento? La pregunta del millón es ésa. Del millón o de los miles de millones, depende de las mañas del contable y de lo que den de sí las sumas y las restas.

Es una suerte que a Rajoy la teatralidad no le conmueva. A su entender (y es de esperar que entienda de estos tejemanejes) el «putsch» de Benidorm, con la madre que parió a Leire Pajín a la cabeza, es una demostración palmaria de que el talante ha muerto. Afilado, preciso, contundente. El líder del PP ha zanjado el problema conforme a las tendencias de la temporada otoño-invierno. Huyendo de las descalificaciones y de los aspavientos. El PSOE, imperturbable, continúa en sus trece y no existen indicios de que planee organizar un funeral acorde con semejante pérdida. Quizá la defunción les ha cogido por sorpresa. Quizá nos acompañen en el sentimiento y en nuestra ignorancia de que tal cosa existiera.
Lo dicho, una tragedia.

ABC.es

Ataque preventivo. Por Luis del Pino


Como informa hoy El Mundo, el fiscal del juzgado de instrucción número 7, con la aprobación del fiscal jefe de Madrid, ha solicitado 3 años de cárcel para Antonio Rubio, por revelar que el imán Cartagena era un confidente de nuestros servicios de información. Confidente que estaba infiltrado en esas tramas con las que se ha pretendido vestir de ropajes islámicos un atentado, el del 11-M, que de islámico no tiene nada.

Desde aquí le envío un abrazo a Antonio Rubio y le manifiesto mi solidaridad ante este nuevo ataque a la libertad de información y de expresión.

La petición de la Fiscalía no tiene sentido ninguno, por múltiples razones que hoy El Mundo desgrana con el detalle que la noticia merece:

* En primer lugar, el propio imán Cartagena ya había revelado sus datos de identidad mucho antes de que Antonio Rubio publicara ninguna información sobre él.
* En segundo lugar, porque fue el propio imán Cartagena quien se puso en contacto con El Mundo y no al revés, lo que implica que es el testigo protegido y no el periodista quien da los pasos que ponen en riesgo el secreto de la identidad de aquél.
* En tercer lugar, porque cuando Antonio Rubio publicó sus informaciones, el imán Cartagena contaba ya con una nueva identidad, por lo que nada de lo que Antonio Rubio publicó puso en riesgo al testigo protegido.
* En cuarto lugar, porque estamos hablando de una noticia que Antonio Rubio publicó hace la friolera de ¡cuatro años!
* En quinto lugar, porque ese testigo protegido no cuenta hoy en día - cuatro años después de los hechos - con la condición de testigo protegido.
* Y en sexto lugar, porque el delito genérico de "revelación de secretos" (art. 197 del Código Penal) que la Fiscalía le imputa a Antonio Rubio no es aplicable en absoluto a este caso, como muy claramente explica Enrique Gimbernat en el propio periódico El Mundo. Al existir una regulación específica en el Código Penal para el secreto del sumario (art. 466), no puede aplicarse la regulación más genérica del art. 197. Y da la casualidad de que el art. 466 no castiga a aquéllos (los periodistas) que difundan un dato considerado secreto, sino sólo a esos otros (las fuentes) que hayan revelado a un periodista algún secreto de sumario.

En suma, que la posición de la Fiscalía es una completa aberración jurídica, que además atenta contra el sentido común más elemental.

Achaca el periódico El Mundo ese comportamiento de la Fiscalía a una "represalia" contra ese periódico, que tanto se ha preocupado por sacar a la luz todas las incongruencias, contradicciones y manipulaciones de que está compuesta la versión oficial de los atentados del 11-M. Pero, en mi modesta opinión, existe otra posible razón que podría explicar mucho mejor ese comportamiento de la Fiscalía. Y que podría explicar que esa petición de la Fiscalía se produzca precisamente ahora.

Me refiero al hecho de que mañana está citado a declarar, como imputado, el comisario Sánchez Manzano, quien se sentará en el banquillo como consecuencia de la querella presentada contra él por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. Esas víctimas del 11-M acusan al ex-jefe de los Tedax de los delitos de falso testimonio, de encubrimiento por ocultación de pruebas y de omisión del deber de perseguir delitos.

¿Está pretendiendo la Fiscalía, quizá, tapar con esa persecución a Antonio Rubio la declaración que mañana tiene que prestar el que fuera el máximo responsable de la recogida y análisis de las muestras del 11-M? ¿Está mandando también la Fiscalía, quizá, un mensaje de apoyo al ex-jefe de los Tedax, ante esa declaración como imputado que tiene que prestar mañana?

¿Estamos, quizá, ante un ataque preventivo?

Libertad Digital

Dedica una cobertura propia de un diario separatista


Para el diario de Roures la nota grotesca fueron "los falangistas"

La consulta independentista de Arenys de Munt ha gustado y mucho a los chicos de Roures. "El independentismo triunfó a lo grande"... "La cita electoral le ha salido redonda"... Joan Reig, el popular batería de Els Pets, parece reflejar el sentimiento del cronista: "Hay que cortar el buen rollo con España". El esperpento de Arenys fue una "fiesta" para Público: "Arenys acoge una multitud deseosa de decir «sí» a la independencia, aunque sea virtualmente". Las críticas se la llevan los fascistas de Falange. A esos, ni agua.


La bufonada de Arenys tuvo la cobertura propia de un diario separatista en Público. En lugar de posicionarse en contra de los independentistas, el diario de Roures ve con simpatía que un municipio arremeta contra los indefensos catalanes no nacionalistas y renuncie a defender la Constitución de 1978.

Su lucha es con los falangistas, a quienes ridiculiza con sarna. "Falange y democracia es un oximorón, pero medio centenar de fascistas bajan del autobús al grito "¡democracia y libertad!" y con vivas a una "¡Cataluña española!" que en Arenys cuesta encontrar. La estética Martínez el Facha se impone. Desde los balcones, les insultan e improvisan caceroladas".

Los fascistas salen a dos periodistas y cinco o seis mossos por barba. Pero no se sienten ridículos. Tienen lo que querían: la foto y salir sin un rasguño.

Ninguno de sus columnistas ha mostrado el más mínimo tono crítico con la consulta. Tampoco lo ha hecho la ministra de Defensa, la catalanista Carme Chacón. No es para menos: la estrategia de ZP es que el PP esté abocado a su desaparición como partido nacional, devorado a nivel autonómico-confederal por la alianza del PSOE con los nacionalistas. En Público ya se frotan las manos.Y sus lectores lo celebran con una encuesta en favor de las consultas como la de Arenys. Que se abra la veda.


http://www.periodistadigital.com/politica/autonomias/2009/09/14/publico-mira-con-simpatia-el-pulso-independentista-en-arenys.shtml


Por Redacción Periodista Digital