miércoles, 16 de septiembre de 2009

Los Tedax ponen en apuros a Manzano. Por Olivia Moya


Hay pruebas que nunca se destruyen.
Los seis Tedax que han declarado este miércoles como testigos en la causa abierta contra Sánchez Manzano y la perito químico de esta Unidad aseguraron, entre otras cosas, que hay pruebas que nunca se eliminan.


Este miércoles han declarado en calidad de testigo seis Tedax que estuvieron en los escenarios de la masacre recogiendo toneladas de restos durante el 11 de marzo y los días posteriores. Lo han hecho en el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, donde se investiga la causa abierta contra el ex comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, y la perito químico de la Unidad Central, que estaba a su cargo, y que fue la encargada de recibir, analizar y almacenar los cientos y cientos de vestigios de los atentados.

La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M les acusa de los delitos de falso testimonio, omisión del deber de perseguir delitos y encubrimiento por ocultación de pruebas.

Sánchez Manzano aclaró este martes en sede judicial que si sólo llegaron 23 muestras de los 12 focos de explosión, incluidas dos explosiones controladas, a la Audiencia Nacional fue porque los Tedax las destruyeron. Y es que, según vino a decir el ex comisario, ésta es una práctica habitual en la Unidad que él dirigía. Es decir, que las muestras recogidas en el lugar de un atentado pasan una especie de criba en las dependencias policiales, una selección que sólo superan los restos que consideran útiles.

Preguntado por qué algunas de las muestras que sí habían sido seleccionadas tampoco llegaron a la Audiencia, Manzano contestó que sobre eso no podía dar ninguna explicación.

Las pruebas que "nunca" se eliminan y la imprescindible autorización judicial

Los seis testigos, que participaron en estas labores el 11-M y los días posteriores, han echado por tierra su declaración, por lo que la versión ofrecida ayer por Manzano no es válida, según explicó el abogado de la acusación, José María de Pablo.

Según han señalado los policías, existen una serie de pruebas que nunca se eliminan, que siempre pasan esa criba de la que habla Manzano. Es el caso de las impregnaciones en agua y acetona o de las piedras recogidas de los cráteres de una explosión. Pero aún hay más. A los seis Tedax "no" les consta que "nunca se haya tirado nada sin autorización judicial". Y ni en el sumario ni en ninguna parte hay constancia de que esa autorización judicial o esa petición al juez hubieran existido.

Los artificieros señalaron también que sólo en la estación de Atocha se recogieron más de 80 bolsas el 11 de marzo de 2004, que fueron puestas a disposición de la Unidad Central, si bien desconocen el destino final que se dio a las mismas.

Manzano "asumió el mando operativo" de modo insólito

Todavía los seis agentes se guardaban un dato más. Todos han declarado que aquellos días quien "asumió el mando operativo" fue el mismísimo Sánchez Manzano. Algo que no se había hecho antes y que no se ha vuelto a hacer, porque, según manda el protocolo, a la unidad que le correspondía encargarse de ello era a la Brigada Provincial de Madrid, a cuyo mando se encontraba Cáceres Vadillo. Esto también contradice a lo dicho por Manzano. El ex comisario declaró que él nunca asumió el mando operativo, sino que éste quedó en manos del jefe del grupo de Madrid.

Este viernes está prevista la declaración de más testigos policiales, entre ellos el ex subdirector general operativo de la Policía Nacional, Pedro Díaz Pintado.

Libertad Digital