lunes, 28 de septiembre de 2009

El Pais, el poder, la vanidad y la pendiente…. Por Mario Conde

L.Maria Anson: operación politica sobre Mario Conde.


Durante muchos años, incluso al día de hoy, el diario El País ha sido algo mas que un diario, como el Madrid o el Barça son algo mas -al menos eso dicen- que entidades deportivas.En mis años en Banesto dispuse de varias ocasiones para conocer de primera mano el modo y manera de entender la función informativa, y su dimensión como poder, que vivía en la mente de Jesús Polanco, su Presidente y principal accionista. Mis relaciones con él nunca fueron total y absolutamente fluidas, puesto que la evidencia me obligaba a admitir que las relaciones con el poder real constituían su prioridad esencial y en eso no coincidíamos. Recuerdo un día en el que me dijo, a propósito de una intervención mía criticando la política económica de Solchaga, que llevarse bien con el Ministro de Economía forma parte del sueldo de todo banquero.

Yo discrepaba radicalmente porque si administras empresas a las que la politica económica puede afectar negativamente, tienes obligación de expresar tus ideas, y no edificar el silencio sobre una sumisión alimentada de miedo. Pero al margen de esas discrepancias, lo cierto es que relación alcanzó cotas importantes de confianza y por ello aprendí el modelo de aquella casa. Concretamente, y sólo a título de ejemplo, supe el modo y manera en que se adquirió la cadena Ser.

Creo que al dia de hoy el Grupo Prisa se ha embarcado en una aventura peligrosa llevado de una autocomplacencia en su propio poder que posiblemente no se corresponda con el momento que nos toca vivir. Si recordáis ya os aventuré algo cuando el asunto de la huelga judicial. El País nunca pensó que podría perder semejante batalla y se empleó a fondo, y vive Dios que sabe como hacerlo cuando el objetivo es dañar. Pero apareció en el horizonte algo nuevo: los correos que circulaban entre los integrantes de la judicatura de manera fluida, de modo que frente a las amenazas veladas que destilaban algunas admoniciones, los afectados podían intercambiar opiniones, alentarse, contradecir los argumentos…en fin, organizarse mínimamente. Y claro, la huelga falló.

Todo un espectáculo comprobar como cuando la evidencia del fracaso se instalaba en las conciencias de los que dirigen el grupo, los titulares cambiaron de signo, se convirtieron en mas afables, menos descalificadores. Eran ya conscientes -eso creo- de que el fracaso podría afectar de manera letal a su protegido, el Ministro Bermejo. Y asi fue. El Ministro dimitió. Es decir, lo dimitieron, según cuentan. Fue una mala noticia para el grupo, aunque no para una buena parte de la sociedad española.

El Pais y el grupo al que pertenece no se limita a informar. Plantea batallas y hemos de reconocer que las ha ganado en muchas ocasiones. Digo batallas, no guerras, pero de éstas tambien ganó. Y el poder del Grupo se retroalimentaba por el miedo de muchos a ser objetivo de sus ataques. El País secuestró a intelectuales. O quizás sea mas justo decir que los intelectuales se dejaron secuestrar. Recuerdo uno de ellos que me dijo sin sonrojarse en exceso:

-Vivo de publicar. Y si El País no te publica, si Prisa te ignora, estás muerto como escritor y como intelectual.

Si os dais cuenta, el modo y manera de informar acerca de Garzón es el propio de una batalla. Ignoro si existen o no motivos juridicos para procesar al Juez. Pero El grupo Prisa parece haber convertido el asunto en casus belli. El artículo de hoy, plagado de descalificaciones hacia el instructor y componente del Tribunal Supremo que han de juzgar, es esclarecedor. Tanto como contraproducente, o, al menos, eso me parece a mi. Porque creo que el País ya no inspira demasiado miedo. Al menos no el terror de antes. Si pierde esa batalla su dimensión como poder va a quedar muy tocada.

Pero la soberbia es mala compañera. Y la mezcla de la información con el negocio, también. Y cuando se combinan ambas, el resultado puede ser de lo peor que se cocina. Y parece ser que este es el enredo en el que anda envuelto y revuelto el Grupo Prisa con el Presidente Zapatero. ¿Desde cuando la politica económica errática del Presidente?. Pues mas o menos desde que empezó la crisis. ¿Desde cuando se da cuenta El Pais y comienza con las descalificaciones?. Pues desde que se aprueba la TDT por via de Decreto- Ley. No tengo la menor idea de como afecta a Prisa esa norma. Tampoco de si es o no cierto que Zapatero trata de favorecer a un grupo competidor. Eso no me incumbe ahora. Lo cierto es que la coincidencia de revés económico aparente (TDT) y crítica ácida al Presidente coinciden en el tiempo. Esta coincidencia no permite, en un plano intelectual riguroso, afirmar que el motivo sustancial de la crítica al Presidente por parte de Prisa es el revés económico. No, pero….

En todo caso, El País pertenece al mundo de la imagen y creo, y creo creer bien, que muchos lectores de ese diario, por potentes que han sido -y seguirán siendo- los esfuerzos desplegados para evitarlo, van a pensar que intereses económicos se anteponen a la objetividad informativa, y eso es malo, porque pueden sentirse defraudados por este matrimonio morganático entre información y dinero, noticia y empresa, y si es así pueden dejar de comprar y no parece que las ventas de los periódicos estén como para alegrías de este tipo.

Mal asunto. Zapatero ha hecho muy bien, en mi opinión, en dar el pase del desprecio mirando el tendido: “no os pongais nerviosos por dos editoriales y tres tertulias”. La frase tiene miga porque se decía que dos editoriales del Pais tumbaban la Monarquia y uno a fondo a un Gobierno. ¿Os acordais de mi comentario acerca del editorial de Fin de Etapa de 1.995 referida a Felipe Gonzalez y el de En la Pendiente dedicada a Zapatero?. Pues de eso se trata. En aquellos días con un editorial fue suficiente para dirigir desde fuera el rumbo aparente del Gobierno.

Pero hoy el mundo ha cambiado. Y el Presidente Zapatero no sólo no se siente turbado por el editorial sino que se lo toma un poco a beneficio de inventario y añade: “si quieren mandar, que se presenten a las elecciones”. Esta frase quizás no es del todo precisa porque los políticos estan para administrar por el dominus operis, como se dice en latin es la sociedad civil. Bueno, eso de que es resulta demasiado. Dejémoslo en un debería ser. Y en una esperanza de que quizás en un futuro lo vuelva a ser. En todo caso la respuesta de El País en otro editorial de hoy es sin ambages puro y duro insulto: “…estos anuncios corroboran la imagen de improvisación que transmite el Gobierno: que su presidente haga pública una nueva medida en cada comparecencia no es prueba de una inagotable capacidad de iniciativa, sino de una irreflexión elevada a la categoría de estrategia”.

Mal asunto, insisto. El País yo no es el País de antes. Ya no tiene el poder como para embarcarse en batallas de esa envergadura. No tengo idea de la situación economica del Grupo, pero cuentan que no es particulamente brillante, debido, segun dicen, al brutal endeudamiento, quizás derivado de proyectos tan faraónicos en la empresa como lo fueron en el entendimiento del poder que ostentaba. En situacion de crisis economica en general y de retroceso de los medios escritos en particular, una batalla contra el poder, planteada de esa manera y con tales argumentos, puede ser, digo sólo puede ser, un mal camino a recorrer.

En todo caso, insisto, me parece bien lo que ha dicho Zapatero. Yo ya se que si aguantas, si resistes, por potentes que sean los medios desplegados en ese tipo de batallas de poder, al final sobrevives. Lo he dicho en público y privado. El País hace tiempo que no dispara dardos letales. Ningun medio, pero tampoco el diario de Prisa. Y alguien en su cúpula no quiere entenderlo ni aceptarlo. Insisto en que conozco bien el funcionamiento interno en aquellos años. Deseé que hubiera cambiado con el nuevo director, pero posiblemente el problema no sea del despacho del director del periódico sino de otra sala, sobre todo porque creo, y no creo creer mal, que el actual director no es un afiliado al club en el que se despacha esa concepción informativa. A lo peor me equivoco, pero no se…

Presiento malos tiempos para el Grupo. Y no me alegro en absoluto. Me parece que el País tiene un hueco y debería llenarlo a base de informaciones y no de batallas de poder. Ha sido demasiado importante en nuestra sociedad como para acabar siendo un patético manojo de recuerdos.

Las cosas y los tiempos cambian. La estructura del poder de una sociedad, también. He sido atacado hasta la extenuación por el diario de Prisa con la pluma de un mercenario encargado de trabajos sucios. Ya pasó. Ahora se mira al futuro y en ese futuro debe existir un hueco para la labor infomrativa de El País, desnuda de esas ansias de poder, de ese convencimiento de que nombra y quita, ordena y manda. Le pese a quien le pese. Y ese a quien le pesa es el problema.

Acabo de leer que un nuevo libro sobre la caída del Imperio Romano sostiene que el auge del cristianismo no fue determinante. Se hundió por sus causas internas. Con cristianismo y sin él. El País y la Ser dijeron dos cosas: que Zapatero va en la pendiente y que el problema de Zapatero es Zapatero.

Bueno pues yo creo que el problema de El País es el País (el viejo País) y quizás el viejo País este embarcando al nuevo País (si es que hay algo nuevo) en la pendiente. Cuestión de óptica, claro.

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