viernes, 20 de noviembre de 2009

Críticos de UPyD denuncian la dirección "personalista" y sin "ninguna democracia" de Rosa Díez

Afiliados y ex afiliados en Vizcaya dicen que el Balance de Gestión contiene un epígrafe principal de gastos corrientes "sin detalle"

Los críticos de Unión, Progreso y Democracia, UPyD, denunciaron hoy que el Balance de Gestión que presentará Díez en el I Congreso de la formación contiene un epígrafe con la parte principal del gasto englobada en 'Gastos Corrientes', "sin detalle" sobre su composición.

En un comunicado firmado por ocho afiliados y tres ex afiliados del partido en Vizcaya, señalaron que mantendrán su enmienda a la totalidad sobre el Reglamento, la Ponencia Política y los Estatutos que se debatirán en la cita congresual, puesto que refuerzan la dirección "personalista" y sin "ninguna democracia" interna que mantiene su portavoz, Rosa Díez.

"Aún sabiendo que jugamos en total desventaja, defendemos una enmienda a la totalidad sobre el Reglamento, la Ponencia Política y los Estatutos, al tiempo que proponemos aplazar el I Congreso, su suspensión por excluyente e ineficaz para el objetivo perseguido y queremos abrir un gran debate, con proyección política a la sociedad", añadieron.

En el texto, titulado 'UPyD, de la ilusión al fraude', recordaron que en el verano de 2007 Rosa Díez, desde la página web de 'Basta Ya!', hizo público su proyecto de construir un nuevo partido político, ante el que "un nutrido grupo de personas", principalmente "ciudadanos ajenos a la política profesional", se sumaron a la iniciativa "con entusiasmo".

"El magnífico Manifiesto-Programa que redactara Fernando Savater nos unió. Nos lanzamos a la arena política con más ganas que experiencia, dispuestos a vencer todas las dificultades. Entregamos con ilusión esfuerzo, tiempo y dinero a la tarea", agregaron.

Sin embargo, lamentaron que, "dos años después de su creación, UPyD ya no es el partido" que les unía, porque su Dirección "lo ha transformado en el partido de Rosa Díez".

En este sentido, lamentaron que en UPyD "nadie puede tener criterio propio y mucho menos contradecir las decisiones de una dirección personalista". "No es que falte democracia interna, es que no existe ninguna democracia", insistieron.

"NINGUNEADOS"

Asimismo, explicaron que, tras las primeras protestas, los que las realizaron se han visto "ninguneados, apartados silenciosamente y sustituidos en sus funciones, cuando no han sido directamente expedientados y suspendidos de militancia".

De esta forma, añadieron, "muchos ya han abandonado el partido, otros intentan una lucha enormemente desigual desde dentro para cambiarlo en el I Congreso". "Baste un dato: más de la mitad de los miembros del primer Consejo Político (CP) han desaparecido, se han marchado a sus casas o han sido expedientados", precisaron.

Además de acusar a Díez y la Dirección de censurar la página web de la formación, también indicaron que el Informe de Gestión que presentará la portavoz a los delegados del Congreso "termina con un balance económico para pre-escolar: casi dos millones de euros de gastos, la mayor parte del balance de dos años, aparecen bajo el epígrafe 'gastos corrientes' (sin ningún otro detalle)", por lo que "muy probablemente aquí esté uno de los más silenciados aspectos del partido".

Por otro lado, insistieron en que el Reglamento para este I Congreso "cambia el núcleo mismo del partido" y lo establecido en los Estatutos, apostando por "un sistema presidencialista en el que el CD y su portavoz son elegidos por todos afiliados durante las sesiones del Congreso".

"Se crea así un sistema caudillista plebiscitario sin mecanismos reales de balance y control, con apariencia de impecabilidad democrática", remarcaron.

El comunicado está firmado por los afiliados Magdalena San Vicente, Lydia Brancas, Rodolfo Laiz, Juan Ramón Martín, Iván Ziegler, Pilar Eresta, Mª Isabel Olmos, Josu Goikoetxea, así como los ex afiliados Rafael Brancas, Loyola González y Francisco Ruiz.

Europa Press

Acalorada bronca entre detractores y afines a Rosa Díez antes del cónclave . Por Erika Montañés

La cosa no ha mejorado mucho (a la vista de los acontecimientos) a nivel interno en Unión, Progreso y Democracia (UPyD) desde que supiéramos, el pasado mes de julio, que sus rostros ideólogos más importantes como el profesor Mikel Buesa abandonaban la formación con fuertes críticas hacia la dirigente y cabeza visible en el Congreso de los Diputados Rosa Díez. La dirección expedientó entonces a 14 «disidentes». Hoy, en las horas previas a la celebración del primer cónclave del partido que debe renovar los órganos de dirección, se han sucedido los encontronazos verbales entre los partidarios y detractores de los dos candidatos presentados ante el Consejo de Dirección, Rosa Díez y Valia Merino.

Fuentes afines al segundo candidato, Valia Merino Vallina -un rostro menos conocido por su cargo de coordinador de la agrupación del distrito madrileño de Chamartín-, han relatado a ABC.es el grotesco episodio que se ha vivido en el Palacio de Congresos de Madrid esta misma mañana, donde han acudido los representantes de esta candidatura «temprano» y han sido invitados «con muy malas formas» a abandonar el recinto. Los despropósitos se han ido sucediendo a partir de ese momento: los delegados venidos de todas partes de España para apoyar la lista de Merino -que está respaldada por unas 200 personas- han exigido saber si era la seguridad del Palacio de Congresos de Madrid la que pedía que se fueran o, en cambio, era la organización del partido. El segundo extremo se ha confirmado y les han exigido que hasta las 16.00 horas de hoy, que se da por iniciado el congreso renovador de UPyD, no podían pasar.

El enfado de unos ha estallado cuando miembros del Consejo de Dirección, del lado de Díez como Juan Luis Fabo y el coordinador territorial en Madrid, han increpado directamente a los partidarios de la otra candidatura. De ese enfrentamiento ha quedado una grabación oportuna que ha realizado un miembro de apoyo a Merino. «Hemos pedido que se nos argumentase por escrito por qué nos teníamos que ir del Palacio de Congresos, donde no hacíamos nada malo, y ya que dicen que es el partido más democrático del mundo, deberían dar ejemplo, no boicoteando la libertad de reunión» en un espacio público, dicen las mismas fuentes.

Deniegan a los apoderados de Merino estar en la mesa de votaciones

Mientras se produce la comunicación con este periódico, partidarios de Valia Merino reciben la confirmación -vía correo electrónico- de que ninguno de ellos estará sentado en la mesa de votaciones del Consejo de Dirección, porque -se dice en ese «email»- no se ha contemplado que la candidatura de Merino tenga apoderados en la mesa. «Una vergüenza. Es bochornoso», añaden los perjudicados por esta decisión.

«Es una auténtica guerra sucia, y todo provocado porque nuestra lista les ha pillado por sorpresa», dicen fuentes afines a Valia Merino.

Los que no quieren como portavoz a la anteriormente socialista Rosa Díez apelan al espíritu de equipo destruido por la actual dirección, que carece de liderazgo, según dicen, y ha provocado la salida de la formación de quienes idearon la constitución del partido. «Queremos recuperar ese proyecto inicial plasmado en el manifiesto fundamental de UPyD. Más del 75 por ciento de quienes comenzon este proyecto ya no están por discrepancias con la dirección», añaden las mismas fuentes, que ponen como ejemplo de la deriva que ha tomado el rumbo del partido el hecho de que nació con la voluntad de devolver competencias autonómicas, como la Sanidad y la Educación al Gobierno central, y en lugar de eso ahora priman un «Estado Federal de intensidad media cooperativo». Además, también se propuso originalmente que se formarían listas abiertas, pero son cerradas.

¿Cuál es la razón de que los partidarios de Rosa Díez reaccionen así? «Nos consideran casi guerrilleros y han llegado a decir que buscamos reventar este congreso -que se prolonga hasta el domingo, con la votación por parte de los afiliados que se decante por Díez o Merino- . Al núcleo duro le ha pillado por sorpresa que hubiese otra lista, cuando ellos pensaban ser los únicos y nos han llegado a calificar gatos lunáticos. Es una auténtica guerra sucia». Son menos elocuentes cuando se trata de cifrar el apoyo que aspiran a conseguir en este cónclave que comienza esta tarde, y en el que discutirán las 3.712 enmiendas parciales registradas por los afiliados: ambicionan lograr entre un 30 y un 40 por ciento de los votos, pero tienen claro que «Rosa va a ganar».

ABC

Un pirata somalí llamado Moratinos. Por Haddamin Moulud Said

Coger a una persona, por la fuerza, llevarla atravesando los mares hasta tierra firme y mantenerla retenida ahí sin posibilidad de salir. A esto, en el Océano Índico, se le llama piratería; y en el Atlántico, se le llama hacer algo normal, lo que cualquier país haría (Moratinos dixit).



Coger por la fuerza a una persona, después de haberle requisado el móvil, los objetos personales y el pasaporte, meterla contra su voluntad en un avión, llevarla desde un lejano desierto a una isla en medio del mar. A esto, en el Caribe, se le llama Guantánamo; en el Atlántico, Lanzarote.

Desde luego que hay que tener muchísima habilidad política para, en tan sólo tres días, juntar en el imaginario popular, la imagen de lo peor de la piratería somalí con lo peor de Guantánamo. Y es evidente que para alcanzar semejante proeza es preciso cometer tantos desatinos como kilómetros separan Cuba de Somalia. Aminetu Haidar, la Gandhi saharaui, se pasea por EE.UU. y algunas partes de Europa para cosechar premios por su incansable lucha en favor de los derechos humanos. Pero para Moratinos, no es más que un buque lleno de mercancías cuyo secuestro bien vale una travesía. Y así lo ha hecho. En mitad de la noche, sin luces ni taquígrafos, prescindiendo de las más elementales normas tanto legales como morales, ha pactado con unos corsarios, el secuestro de Aminetu Haidar y su posterior traslado a un minúsculo lugar del nordeste de Somalia, quería decir, de Canarias.

Lo sucedido con Aminetu Haidar es, sencillamente, ignominioso. Un Estado que se dice de Derecho, viola sus propias normas para hacerle el trabajo sucio a una monarquía feudal. El Ministro de Asuntos Exteriores de España ha inducido a un piloto de avión, a una compañía aérea y a las autoridades policiales y aduaneras de Lanzarote a una conducta que raya en la prevaricación, la detención ilegal y el secuestro. Y todo esto, sin que el mayor partido político de la oposición se entere.

Aminetu Haidar aterrizó el 13-11-2009 en El Aaiún (Sahara Occidental), un territorio que, con la ley en la mano, su administración corresponde a España. Pensar lo contrario es dar validez a los Acuerdos de Madrid de 1975, cuya nulidad, tanto desde el prisma del derecho español como desde el prisma del derecho internacional, está sobradamente acreditada. Cuando Aminetu Haidar desciende del avión en El Aaiún, unos ‘okupas’ (colonos marroquíes), le impiden quedarse en su ciudad y le obligan a subir en otro avión y abandonar el Sahara Occidental. Para consumar este brutal atropello, los ‘okupas’ cuentan con la inestimable colaboración de Miguel Ángel Moratinos, que les garantiza que, quiera ella o no quiera, pueden mandarla a España. Es decir, colaboración necesaria para la detención ilegal y secuestro de una persona. En El Aaiún y contando con la inestimable colaboración de España, los ‘okupas’ llevan, a Aminetu Haidar, a un avión de una compañía española, la obligan a subir en esa aeronave sin sus objetos personales y sin pasaporte alguno. Las normas internacionales de la aviación civil estipulan que en caso de pasajeros indocumentados, la responsabilidad recae en la compañía aérea. Toda la legislación española en materia de extranjería exige la tenencia de un pasaporte para atravesar los puestos fronterizos. La figura penal de la prevaricación castiga a la autoridad o funcionario que realice una acción a sabiendas de su ilegalidad. Puede ser que haya algún piloto que, después de tanto viajar, ya no sepa que el pasaporte es un documento necesario para salir o entrar en un país, pero que lo ignore un ministro…

Ese mismo sábado y ya en Lanzarote, Aminetu Haidar, es obligada a descender del avión y a abandonar la zona internacional del aeropuerto de Lanzarote, donde quería permanecer para intentar regresar al Sahara Occidental. Cuando los muy profesionales cuerpos de seguridad del aeropuerto, curtidos en mil batallas, se enteran de que una mujer ha venido a España, engañada y obligada por otros, lo primero que piensan es que están sobre las pista de alguna mafia que trafica con personas. Cuando, además, esa mujer les dice que no quiere quedarse en Lanzarote, que lo que quiere es volver a su tierra, ello les reconfirma en la idea de que esa persona ha sido engañada y obligada a realizar el viaje. Pero cuando las fuerzas policiales, obedeciendo órdenes de la Superioridad, en lugar de evitar el delito, emplean la fuerza para abundar en ello, francamente, deberían saltar todas las alarmas en cualquier sociedad que se precie.

La tarde del sábado 14-11-2009, Aminetu Haidar, intenta embarcar en un vuelo con destino a El Aaiún, pero entonces llega un agente de la autoridad y le dice que tiene órdenes para impedir que Aminetu Haidar pueda salir de España. Llegados a este punto de la historia, si el lector de este artículo aún no había nacido cuando Bush montó lo de Guantánamo, aún le queda la opción de escuchar la justificación dada por Moratinos el mismo sábado 14 de noviembre: Aminetu Haidar tiene Tarjeta de Residencia legal en España, por lo que puede entrar en España sin necesidad de pasaporte. Y el domingo, día 15, Moratinos añade: Se le ha prohibido salir de España a, Aminetu Haidar, porque no tiene pasaporte. Si Usted, estimado lector, insiste en que no sabe nada de lo de Bush y Guantánamo, convendrá conmigo en que esto, como mínimo, es un secuestro. Y convendrá conmigo, también, en que eso de que el pasaporte no hace falta para entrar en España, pero sí para salir de España, constituye el último desatino que desde Somalia le lleva a Guantánamo. ¿Verdad que ahora comprende, usted, lo de Guantánamo? Entonces, grite conmigo: ¡MORATINOS, DIMISIÓN!

República Constitucional

Cuando Freddy se desquicia. Por Emilio Campmany

Si es que es eso lo que más les irrita, conviene sacarles una y otra vez el GAL. El Gobierno del PSOE fue el que levantó, financió y dirigió una organización terrorista.

No sé qué ha pasado, que el PP se ha puesto a hacer oposición. Especialmente brillante ha estado el diputado extremeño Carlos Floriano, nuevo en esta plaza, que, al decirle Rubalcaba que los únicos que coinciden en criticar Sitel son Batasuna y el PP, al cacereño se le ocurrió recordarle al ministro del Interior que eso mismo es lo que decían, los socialistas en general y él en particular, cuando el GAL. Cosa no dijera porque el habitualmente pacífico de formas Rubalcaba se puso como un basilisco y ya fuera del hemiciclo citó en un aparte a Floriano y a González Pons y los puso como no quieran dueñas.

En las democracias modernas, especialmente en la española, la televisión es el medio más influyente en los resultados electorales. Y, en la televisión, desquiciarse, indignarse, mesarse los cabellos, alterarse y cantarle las cuarenta al adversario queda fatal. Da igual que se tenga o no razón, el que pierde los estribos pierde el debate, tanto si el argumento está bien fundado como si no. Y el que pierde el debate pierde las elecciones. Los socialistas lo saben muy bien. Por eso, no pierden ocasión de sacar aquellos temas que irritan al PP y tienen la virtud de sacarle de sus casillas. Poseen una amplia panoplia de asuntos a los que recurren sistemáticamente cuando no saben por dónde salir o incluso cuando lo saben. En las cartucheras llevan desde los crímenes de la Guerra Civil, los de la derecha, por supuesto, hasta la condena del franquismo, pasando por el Prestige, el Yak-42, la Guerra de Irak, el 11-M, la negociación de Aznar con la ETA y alguna otra munición que se me olvida.

Como al PP le gusta presentarse como partido de Estado, repleto de hombres de Estado, sensatos y equilibrados, se dejan irritar, pero nunca descienden a combatir con esas mismas armas. No digo que recuerden los muchos episodios vergonzosos que jalonan la historia del PSOE, aunque no estaría mal que alguna vez les refrescaran la memoria para que reconocieran haber sido el único partido con representación parlamentaria que colaboró un día con una dictadura. Y que el 23-F estuvo a poco de caer en la misma tentación. Tampoco es indispensable poner de relieve que muchos de sus altos dirigentes fueron marxistas e incluso comunistas, y que ninguno de ellos ha afirmado renegar de sus viejas ideas.

Pero no sobraría ponerlos colorados de vez en cuando señalándoles como el partido que trajo la corrupción a la democracia española. Tampoco estaría de más exigirle a Zapatero que diga quién le reveló que en los trenes del 11-M había terroristas suicidas para, en el caso de no contestar, acusarle de intoxicar a los medios con noticias falsas que le favorecían a 48 horas de unas elecciones generales. Y, sobre todo, si es que es eso lo que más les irrita, sacarles una y otra vez el GAL. El Gobierno del PSOE fue el que levantó, financió y dirigió una organización terrorista. Con ser esto terrible, lo peor fue que no lo hizo para acabar con la ETA, que aún sigue viva y coleando, sino para esquilmar con tal pretexto las arcas del Estado. Y encima, algunos de los secuestrados y asesinados no tenían nada que ver con la banda. A ver qué tal les sienta.

Libertad Digital - Opinión

Una medalla para Chacón. Por M. Martín Ferrand)

UNO de los muchos daños colaterales que conlleva la peripecia del «Alakrana» es la inducción al menosprecio de nuestras Fuerzas Armadas en general y de la Marina en particular. Las muchas mentiras y las medias verdades con las que nos han informado los miembros del Gobierno implicados en el caso, especialmente la ministra de Defensa, invitan a pensar que los oficiales y tripulantes de las dos fragatas españolas desplazadas al Índico son gente de menor cualificación y escasa destreza en el oficio. Nada más lejos de la verdad. España disfruta hoy, a pesar de los complejos que inspiran la política gubernamental, de un Ejército con jefes, oficiales y suboficiales como nunca, desde los Tercios de Flandes, los habíamos tenido. Son comparables con los mejores del mundo y superiores en formación y entrega a sus equivalentes civiles en la estructura organizativa del Estado.

Es más que discutible que, frente a un conflicto armado, el Gobierno desplace unidades militares con la única autorización de efectuar «disparos disuasorios»; pero esa es la doctrina, tan buenista como ridícula, del zapaterismo. De ahí que pueda parecer que las tripulaciones de los helicópteros integrantes de la dotación de la «Méndez Núñez» y de la «Canarias» fueran torpes o indecisas a la hora de perseguir a los piratas en fuga. Dada la condición irreverente que establecen nuestras costumbres nacionales, al hilo del suceso abundaron ayer las burlas audiovisuales contra la Armada. Los complejos antimilitares que se arrastran desde el franquismo -¿nunca terminaremos de amortizar la dictadura?- unidos al pacifismo de salón que marca la moda vigente, muy en la línea de las «Historias de la puta mili» que Ivá dibujaba en El Jueves, se desbordaron las críticas infundadas y malsonantes contra la nobilísima profesión militar.

El mérito principal de ese reverdecimiento antimilitar en nuestra sociedad corresponde a Carme Chacón. En la medida en que, como parece, uno de los objetivos del zapaterismo sea la destrucción de los valores tradicionales de la vida española, Carmen Chacón se merece una medalla. Si de mí dependiera le concedería por su actitud en el caso «Alakrana» la del Mérito Nabal. ¿Qué naval se escribe con uve? Solo en los casos relativos a la navegación y a los barcos. La titular de Defensa, tan estrambótica e imprecisa, tan singular y marisabidilla, es un caso especial y hortofrutícola.

ABC - Opinión

España como no país. Por Cristina Losada

Cuánto más discreto y prudente habría sido el presidente si hubiera contenido su ansia por presentarse como el salvador de los marineros. No atendió antes y como era debido a los familiares, pero se arrogó protagonismo al término del secuestro.

Aunque no lo parezca, el ministro de Justicia ha aclarado mucho al decir, desde alguna de las colinas romanas, que España "como país" no ha pagado a los piratas que secuestraron el atunero Alakrana. "Yo sólo puedo sostener que España como país no lo ha hecho", dijo con una frase que delata a la otra: miren, no querrán que deje de sostenerme en el cargo. Pero si España como país no ha pagado, quiere decirse que pagó como "no país", que es el status que le gusta a Caamaño para España. No en vano prestó sus oficios a la tarea de maquillar el Estatuto de Cataluña y es partidario de extender el modelo. Pues naciones somos todas, hasta el ayuntamiento de Bermeo con sus pancartas pro-etarras. Pero cuando toca pagar, lo hacen todos los españoles.


A lo largo del alacránico episodio, el Gobierno exigió del público la suspensión de incredulidad, la aceptación de lo inverosímil y la ceguera voluntaria, siempre con el chantaje emocional de que, en caso contrario, peligraba la vida de los rehenes. Pero ahora que, por fin, ha desaparecido ese riesgo, aún reclama con mayor histerismo prudencia, discreción y, ¡ja!, responsabilidad. De la Vega ha advertido que no hay más que dos bandos en esta guerra: los piratas y el Gobierno, y que pedirle a este último cuentas por su gestión, equivale a izar la bandera de la calavera. El maniqueísmo para todo es la enseña del partido de Zapatero.

¿Discreción? Bien. Que se hubieran aplicado el cuento. Cuánto más discreto y prudente habría sido el presidente si hubiera contenido su ansia por presentarse como el salvador de los marineros. No atendió antes y como era debido a los familiares, pero se arrogó protagonismo al término del secuestro. ¿No quedamos en que no pagó, como país, España? Y, en responsabilidad, ninguna lección ha dado un Gobierno que, tras el apresamiento del Playa de Bakio, en abril de 2008, demoró las decisiones sobre la seguridad a bordo de los pesqueros. Y, punto capital, optó por no perseguir a los delincuentes. Ahora tienen a Willy, pero dejaron escapar a unos cuantos que salieron del Alakrana. Imposible creer que un helicóptero de la Armada fuera incapaz de hundir su esquife.

Cuatro millones de dólares han salido de alguna parte. Si proceden total o parcialmente de las arcas, los contribuyentes tienen que saberlo. Hay que echar cuentas sobre los costes de la pesca del atún en el Índico. Y, en fin, imaginamos, Caamaño, que no irían hasta las costas de Somalia, a entregar el dinero, unos funcionarios españoles. Fíjese lo que les pasó a los que envió la Segunda República con el oro destinado a pagar el material de guerra soviético. Allí los retuvieron de mala manera y algunos no regresaron hasta después de la guerra.

Libertad Digital - Opinión

La humillación que no cesa. Por José María Carrascal

¿RECUERDAN el chiste de Gila? «Capitán, he hecho un prisionero». «Tráelo». «Es que no me deja». Bueno, pues eso mismo, con un helicóptero de ataque Sea Hawk incapaz de detener a dos esquifes ¿Les disparó o no les disparó, con su ametralladora GAU16A, que puede alcanzar blancos a kilómetros? Casi mejor que no les haya disparado. O que utilizase balas de fogueo. O que tuvieran órdenes de no tirar a dar. O que las fragatas no hubieran estado allí. A fin de cuentas, los piratas ya se habían largado con el dinero, y el «Alakrana», con toda su tripulación sana y salva, podía dirigirse hacia las Seychelles. Claro que entonces no podrían hacerse esas fotos tan bonitas con las fragatas, como van a hacerse con sus esposas, llevadas en avión militar. Las esposas gallegas, porque las vascas han declinado la invitación, tal vez por no querer saber nada del Ejército español, como no quieren saber nada de su bandera. ¿Es un Ejército o es una ONG? Porque si es una ONG sobran los cañones, las ametralladoras, los tanques y demás.

Aunque la ministra de Defensa no pueda pasarle revista con esa cara tan seria que pone. Pero nos ahorraríamos una pasta, que bien nos vendrá para pagar los próximos rescates, ahora que los piratas han descubierto lo fácil y productivo que resulta asaltar barcos españoles. Hablando de la ministra: ¿por qué nos dijo que tenían perfectamente localizados a los tres tripulantes desembarcados, y que estaban bien, si resulta que no llegaron nunca a tierra? ¿Mentía o era producto del despiste que ha mostrado desde que llegó al Ministerio? ¿O las dos cosas al mismo tiempo, como ya es habitual en un gobierno en el que resulta difícil decir qué es mayor, la incompetencia, la descoordinación o la deshonestidad?

Aunque nunca han quedado tan de manifiesto como ahora, y miren que las ha hecho gordas: la negociación con ETA, con la bajada de pantalones ante De Juana y el «accidente» de Barajas; el nuevo Estatuto catalán, tres años atascado en el Constitucional, después del «Os daré lo que me pidáis»; la crisis económica, que no iba a afectar a España, y resulta que seremos los últimos en salir de ella. Pero esta vez han batido récords al desacreditar también al Ejército español, que ha interpretado el papel más triste de todos. Si de nuestros políticos se espera que mientan y de nuestros jueces, que obedezcan a los políticos, de los militares podía esperarse que no se prestaran a encubrir una farsa escrita de principio a fin por los piratas somalíes e interpretada por los españoles, tanto en mar como en tierra. Con el Gobierno, como siempre, a remolque de los acontecimientos, tomando medidas erróneas y mintiendo para ocultarlas. La vicepresidenta acusa al PP de «ponerse al lado de los piratas». Su gobierno viene haciendo algo más indigno: humillarse ante los terroristas de dentro y de fuera.

ABC - Opinión